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IMPORTANCIA DE LA PLANIFICACION ESTREGICA.

la planificación estratégica[1] se muestra como un recurso interesante dirigido a


dotar de sentido y coherencia a la actividad y, sobretodo, a la evolución de los
centros escolares. La planificación estratégica requiere, no obstante, de notables
esfuerzos por parte de la comunidad educativa. Con mayores niveles de autonomía
en la gestión, corresponsabilidad y compromiso de los centros y de la comunidad
educativa, los resultados finales de programas enmarcados en planes estratégicos
pueden ofrecer importantes avances y mejoras.

El plan estratégico no es otra cosa que un plan que sistematiza los objetivos a medio
plazo de un centro educativo. Se trata de un documento que muestra las estrategias
y caminos previstos para su cumplimiento y describe detalladamente los sistemas
de evaluación correspondientes. Así pues, el plan estratégico representa una
herramienta de gestión muy eficaz y útil para trabajar con perspectiva de futuro. En
este sentido, es importante no dejarse llevar por la vorágine del día a día y reservar
espacios y recursos para la reflexión sobre la evolución del centro. Para ello es vital,
también, la recogida y procesamiento constante de información sobre la situación
actual. Saber en qué punto estamos nos permite contextualizar el punto de partida
a partir del cual fijar los objetivos y estrategias a medio plazo.

En la elaboración del plan estratégico resulta fundamental una reflexión previa y un


grado de acuerdo y consenso considerable entre los miembros de la comunidad
educativa sobre los planteamientos institucionales del centro. Acordar qué valores
rigen la escuela, cuál es su principal razón de ser y hacia dónde quiere caminar es
un paso importantísimo hacia la creación de un plan eficaz, prágmatico y ejecutable.
Una vez definido quiénes somos y hacia dónde vamos debemos establecer qué
queremos hacer y cómo hacerlo. Es el momento de dibujar nuestro mapa
estratégico, donde se establecen los objetivos principales de nuestro plan y las
estrategias y recursos que destinaremos para conseguirlos. El plan estratégico se
desarrolla a medio plazo (4-5 años) por lo que deberá desgranarse en programas
anuales que permitan su aplicación progresiva.

Parece obvia, también, la necesidad de establecer indicadores y mecanismos de


evaluación del plan durante su implementación para, en caso que fuera necesario,
proceder a su rectificación y revisión. Para mejorar y reconducir el plan necesitamos
saber dónde estamos en cada momento y los resultados que están ofreciendo
nuestras actuaciones. Será clave, pues, fijar indicadores en momentos clave de la
aplicación del plan para poder afrontar la toma de decisiones con garantías de éxito.
Por último, hay que destacar la importancia de la participación y la complicidad de
la comunidad educativa, especialmente del profesorado y de los profesionales que
protagonizan su aplicación. Puede parecer una obviedad pero si los encargados de
su ejecución no conocen ni comparten los principios y estrategias presentes en el
plan su aplicación, no cabe duda, está abocada al fracaso. Así pues, hay que
analizar el clima de centro con especial atención y buscar los mecanismos
necesarios para crear un grupo de trabajo fuerte y comprometido con el diseño y la
aplicación del plan.

Son muchas las escuelas que trabajan a partir de la planificación estratégica. No


obstante, muchas otras se mueven en los terrenos resbaladizos de la inestabilidad,
la improvisación y el sálvese quien pueda. Cabe señalar que el propio sistema no
ofrece, en muchas ocasiones, las condiciones adecuadas para su generalización.
Una formación insuficiente de los cuadros directivos y profesionales, la proliferación
de plantillas menguantes e inestables y una excesiva burocratización administrativa
son tres de los grandes enemigos de la planificación estratégica. La creación de un
grupo promotor estable y cohesionado puede abrir brecha y permitir coger los
primásticos para echar un vistazo al futuro. Porque, aunque a veces parezca lo
contrario, hay vida más allá del marrón de turno

LA IMPORTANCIA DEL PEI Y PME EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

El Proyecto Educativo es un instrumento que ordena y da sentido a la gestión del


estable - cimiento educativo. Ordena, porque todas las acciones, normas,
estructuras y procesos de la institución escolar tienen que ser coherentes con los
postulados del Proyecto Educativo. Da sentido, porque el Proyecto Educativo
expresa la voluntad formativa de la co - munidad educativa. Esto es, indica el tipo
de persona que se quiere formar en ese establecimiento educacional. Es así que,
el Proyecto Educativo Institucional es el instrumento que orienta el quehacer y los
procesos que se desarrollan en un establecimiento educacional, dota de sentido a
los actores hacia el logro de las metas de mejoramiento y ordena la gestión
institucional, curricular y pedagógica para el mediano y largo plazo, articula los
proyectos y acciones innovadoras en torno al aprendizaje y la formación de los
estudiantes.
OBJETIVO: contribuir a la formación y al logro de aprendizajes de todos los y las
estudiantes, para asegurar su pleno desarrollo espiritual, ético, moral, afectivo,
intelectual artístico y físico.
¿Considera usted que nuestro Proyecto Educativo Institucional (PEI) es una
herramienta estratégica que direcciona nuestro Plan de Mejoramiento Educativo
(PME) al logro de aprendizajes significativos y de calidad en nuestros estudiantes?

Cada Escuela debe tener claridad de cuál es su sello educativo que en definitiva la
caracteriza y diferencia del resto de los demás establecimientos. Es de suma
importancia, además, tener la claridad en el contexto situacional en el que está
inserto la comunidad educativa en general.

Si bien es cierto, el PEI es el ideario de toda escuela, donde se debe ver plasmados
la Visión, Misión, valores, la propuesta pedagógica y curricular con sus respectivos
sellos educativos y tipo de liderazgo, este debe concretarse a través de un Plan de
Mejora.

La articulación de estas dos herramientas claves debe focalizarse en las


necesidades de la unidad educativa y en las prioridades formativas las que
permitirán la planificación y gestión institucional y pedagógica,

Es en este sentido, que el plan de mejora es una herramienta potente por medio de
la cual el establecimiento puede alcanzar sus metas y objetivos declarados en el
PEI.

En relación al impacto que estas dos herramientas producen a la calidad de la


educación en el propio centro, no podemos dejar de lado el contexto del PEI y PME
y como estos se vinculan estrategicamente en la realidad de cada unidad educativa.
No podemos pasar por alto, además, los lineamientos de la Reforma Educacional
y los desafíos que esto conlleva, lo que está establecido dentro de un marco legal
(SAC).

En resumen, las acciones de nuestro PME a 4 años están orientados al


fortalecimiento de la práctica docente, al trabajo integrado y colaborativo entre los
distintos estamentos, al intercambio de experiencia entre pares, acompañamiento
al aula, aprendizajes significativos que contribuyan enormemente a la mejora
continua de nuestros establecimiento educacional.

DOCUMENTO PEI Y PME


En el marco de la Reforma, tanto el Proyecto Educativo Institucional (PEI) como el
Plan de Mejoramiento Educativo (PME) que las escuelas, colegios y liceos
desarrollan constituyen herramientas relevantes para orientar, planificar y
materializar procesos de mejoramiento institucional y pedagógico de cada
comunidad educativa y del desarrollo integral de sus estudiantes. Para el desarrollo
de integral, los procesos de mejoramiento que definen y llevan a la práctica las
comunidades educativas, deben estar enraizados y surgir a partir de su PEI, puesto
que define la visión, misión y los sellos educativos. Considerar el PEI como
elemento central del desarrollo de procesos, implica partir de la base de que no
habrá un mejoramiento educativo profundo y sustentable en el largo plazo, si lo que
se busca mejorar son solo indicadores específicos y aislados, desconectados del
proceso de formación y de enseñanza-aprendizaje de fondo.

Por su parte, el desarrollo de procesos institucionales y pedagógicos, los objetivos


y acciones del PME tienen que formularse a partir de una reconsideración del
sentido más profundo de lo que cada escuela, colegio o liceo quiere ser y desea
desarrollar en y con su estudiantado. Será a partir del trabajo con procesos de
enseñanza-aprendizaje más globales, que impactan en una formación significativa
de los y las estudiantes, que se producirá un mejoramiento educativo más efectivo
y perdurable en el tiempo.

Se invita a las comunidades educativas a revisar su PEI, realizar su autoevaluación


institucional, y/o actualizar la planificación estratégica y anual, considerando
desafíos en distintos ámbitos (gestión institucional, gestión curricular y pedagógica,
clima y convivencia escolar, entre otros). Con este ejercicio de actualización, las
comunidades educativas estarán en condiciones de proyectar, reforzar o modificar
lo realizado en años anteriores, para potenciar y fortalecer los procesos educativos
y de mejoramiento en marcha durante el año 2017.

Análisis del PEI

Esta etapa permite una revisión respecto de aquello que se ha declarado como el
horizonte formativo del establecimiento. En este sentido, el PEI es el instrumento
movilizador del quehacer educativo de cada escuela/liceo y define de manera
explícita su identidad, esto es su Misión, Visión y Sellos Educativos. Para el análisis
del PEI, la invitación es a que las comunidades educativas, en las distintas
instancias en las que se reúnen, analicen y reflexionen sobre los componentes
fundamentales de este instrumento. Para esto, se proponen las siguientes
preguntas: • ¿A qué necesidades formativas de la comunidad educativa responde
la definición de los Sellos Institucionales? • ¿Cuáles son los principios formativos y
valores que definen sus sellos? • ¿Qué aspectos de la formación personal y social,
y del conocimiento y la cultura expresan estos principios y valores? • ¿Desde qué
asignaturas es posible fomentar el desarrollo de competencias? • ¿Existen espacios
o acciones institucionales que expliciten un sentido formativo de esta naturaleza?,
¿qué evaluación existe de ello? • ¿Qué otra(s) competencia(s) que no se vincula(n)
de forma directa con el currículum es posible y necesario sensibilizar, impulsar e
implementar? • ¿En qué y cómo se requiere fortalecer a docentes, asistentes de la
educación, estudiantes y madres, padres y apoderados para que estos principios
formativos, valores y competencias se desarrollen progresivamente durante la
trayectoria escolar?

Vinculación del Proyecto Educativo Institucional con planes requeridos por


normativa

Dado que el PEI es el resultado de un proceso de reflexión en el que participan


todos los integrantes de la comunidad educativa y, por tanto, un ideario colectivo
que le otorga identidad y sentido a la vida escolar, el diseño e implementación de
los diversos instrumentos de gestión educativa que han sido prescritos por el
Ministerio de Educación deberán orientarse a la concreción de los propósitos
declarados en el PEI. 10 Buscar la concreción del PEI, por medio del ciclo de
mejoramiento continuo requiere que los procesos sean vistos como un sistema que
aporta al logro de la formación y de los aprendizajes de todos y todas. Para esto, es
relevante que las comunidades educativas conciban sus instrumentos de gestión
como herramientas que permiten guiar y orientar los procesos formativos que
sustentan las trayectorias educativas. En este escenario, es necesario identificar la
relación existente entre los diferentes instrumentos de gestión y los componentes
del PEI y, establecer el aporte que cada uno de ellos hace a la concreción de la
propuesta pedagógica, en el Plan de Mejoramiento Educativo.

Autoevaluación Institucional
La Autoevaluación Institucional implica que la comunidad educativa realice un
análisis y reflexión sobre el estado actual de gestión educativa y pedagógica,
proceso que incluye la identificación de las fortalezas y oportunidades de
mejoramiento de los procesos institucionales y pedagógicos y el análisis de la
información relevante para el diseño de una propuesta de mejoramiento.
El Proyecto Educativo Institucional (PEI)

expresa el horizonte del establecimiento, es decir, su propuesta orientadora en los


ámbitos cognitivos, sociales, emocionales, culturales y valóricos. Es el movilizador
del quehacer educativo de la escuela a través del cual se definen sus principios
formativos. Estos principios orientan el desarrollo de los diferentes planes que
aportan al proceso de mejoramiento de la institución escolar (PME y planes
específicos). Corresponde al “lugar final que se quiere alcanzar o llegar” como
comunidad educativa y se expresa mediante una visión y misión institucional y sellos
educativos particulares, entre otros.

El Plan de Mejoramiento Educativo (PME)


por su parte, corresponde al instrumento de planificación estratégica de los
establecimientos educacionales, que guía el mejoramiento de sus procesos
institucionales y pedagógicos y favorece a que las comunidades educativas vayan
tomando decisiones, en conjunto con su sostenedor, que contribuyan a la formación
integral de sus estudiantes. Corresponde al “principal medio que permitirá llegar al
lugar proyectado” como comunidad educativa mediante una planificación
estratégica a 4 años que se implementará en períodos anuales.

¿Qué se espera de la articulación de los planes específicos que cada


establecimiento educacional debe desarrollar en conjunto con su PEI y PME?
1. Que lo planificado tanto en los planes específicos como en el PME sea
coherente y permita materializar el PEI del establecimiento
2. 2. Que las temáticas de los diferentes planes específicos sean consideradas
tanto en la fase estratégica como en la fase anual de elaboración del PME (y
viceversa).
3. 3. Que cada establecimiento educacional decida si lo expresado en cada uno
de estos planes específicos se expresa en su PME (como objetivo o acción
anual), en función de las prioridades y énfasis que cada comunidad escolar
haya definido para su actual ciclo de mejoramiento continuo.

¿Qué y cómo articular los planes específicos con el PEI y PME de cada
establecimiento?
Los distintos instrumentos de gestión que buscan aportar al proceso de
mejoramiento educativo de los establecimientos educacionales tendrán que generar
sinergia por medio de la articulación entre sí para hacer un aporte efectivo y
contundente a la mejora escolar y al desarrollo integral de las y los estudiantes. Para
lograr esta sinergia resulta clave definir qué y cómo se van a articular estos
dispositivos. En primer lugar, es importante que el PEI y el PME se articulen y sean
coherentes entre sí. Esto se logra, por una parte, en la medida en que el PME
materializa los sellos educativos que se expresan en el PEI y los vincula a los
procesos de mejoramiento y, por otra, en la medida en que el PEI inspira y moviliza
la gestión y la mejora escolar definida en el PME. En segundo lugar, es importante
que cada uno de los otros planes que el establecimiento educacional debe
desarrollar se articule y sea coherente con el PEI de la institución escolar. Para
asegurar esta coherencia cada uno de estos planes debe vincularse con alguno de
los sellos educativos de la escuela o liceo (y viceversa). Para asegurar esta
vinculación, la participación de los actores educativos del establecimiento
educacional resulta crucial. En tercer lugar, es importante que el PME y los otros
planes que el establecimiento debe desarrollar se articulen y sean coherentes entre
sí. En particular, la fase estratégica de desarrollo del PME debe servir de base no
sólo para la elaboración de la fase anual del PME, sino que también para la
elaboración de los otros planes. En este sentido, la fase estratégica debe permitir
identificar necesidades de mejoramiento vinculadas con cada una de las temáticas
de los planes específicos requeridos por la normativa.

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