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En el seminario. Libro 2.

Capitulo XIX, Jacques Lacan nos presenta “La introducción

de gran otro”.

Aquí comienza con una pregunta ¿Por qué no hablan los planetas? De la cual nace la

analogía de comparar a los hombres como lunas, callados cerrados. Una mirada, posición que

nunca debería tener el analista a su analizado. Esto sucedería si solo se escucha al YO del

analizado, o si la relación analítica se trabaja de YO a YO del analista- analizado.

Para la explicación de esto nos presenta el esquema Lambda. El cual tiene una estructura

cuadripartita, 4 vértices en relación y dos ejes: el imaginario (a-a’) y el simbólico (S-A). Donde

lo imaginario es una relación de semejanza no una alteridad. Debido a que el a (yo) es producto

de la relación imaginaria formada en el estadio del espejo. El niño en un momento depende de

una imagen externa, para-noica -conocimiento exterior-, imagen de la cual el sujeto se aliena,

produciéndose la no-discriminación entre el yo y el otro semejante. En cambio, en el eje

simbólico, por su parte designa la alteridad radical, la otredad que trasciende la otredad ilusoria

de lo imaginario: no puede asimilarse a través de la identificación. En este eje se haya el sujeto

(S) analítico, el sujeto que no sabe lo que dice, lo que quiere el que parte de una pregunta. En si

es el sujeto de la falta, falta la cual es la generadora del hablar. En el otro vértice de este se

encuentra el Otro (A) el cual es un lugar de donde parte la escucha. Se puede afirmar que este

Otro se halla inscrito en el “registro simbólico”, el lugar en el que está constituida la palabra y

que es desconocido por el (yo). En este eje pensamos al discurso inconsciente. Por ende la

palabra se encuentra más allá del propio control consciente, viene desde “otro lugar”, fuera de la

conciencia. La relación en este eje es: el Otro se dirige al sujeto y lo posiciona, lo determina.

Luego de pasar por el “muro del lenguaje”, este vector, se vuelve línea punteada. Esto quiere

decir que, a partir de la marca de lo simbólico, no todo puede pasar a la conciencia, hay agujeros
en el lenguaje y, es por estos agujeros por donde pueden salir formaciones del inconsciente

(sueños, síntomas, lapsus, olvidos, etc.).

Lacan en su seminario dice: “Ellos están del otro lado del muro del lenguaje, allí donde

en principio no los alcanzo jamás. Fundamentalmente, a ellos apunto cada vez que pronuncio una

verdadera palabra, pero siempre alcanzo a a', a", por reflexión. Apunto siempre a los verdaderos

sujetos, y tengo que contentarme con sombras. El sujeto está separado de los Otros, los

verdaderos, por el muro del lenguaje.

Si la palabra se funda en la existencia del Otro, el verdadero, el lenguaje está hecho para

remitirnos al otro objetivado, al otro con el que podemos hacer todo cuanto queremos, incluido

pensar que es un objeto, es decir, que no sabe lo que dice. Cuando nos servimos del lenguaje,

nuestra relación con el otro juega todo el tiempo en esa ambigüedad. Dicho en otros términos, el

lenguaje sirve tanto para fundarnos en el Otro como para impedirnos radicalmente comprenderlo.

Y de esto precisamente se trata en la experiencia analítica.” (p.367). Esto nos lleva a pensar

diferencia entre “palabra” y “lenguaje” indicando que mientras la función de la primera es

simbólica, el uso del lenguaje es imaginario. Este último adquiere la función imaginaria en tanto

objetiviza al sujeto como YO, digamos que lo clave en una “representación-imagen” de la que no

puede liberarse en lo sucesivo, aca hay una constante resistencia ejercida por el YO. La palabra,

en cambio, sirve para que algo del Otro (A) emerja.

A su vez Lacan recuerda al analista que, a diferencia de la psicología del yo, este debe

posicionarse en el lugar del Otro (A) donde se partirá a partir de la escucha del sujeto, no del yo

de este, ni tampoco pondrá su YO en juego, lo debe dejar entre paréntesis, dejando que el sujeto

explique y así facilitar el pasaje de la palabra verdadera, plena. Este seminario es una muestra al
retorno a Freud a través de la introducción de este Otro distinto al yo, el cual posee una alteridad

radical distinta al yo.

En “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis” Jacques Lacan

Punto III.

Lacan tomara al esquema lambda sosteniendo al síntoma como un portador de la

verdad. Ya como expuso y comprobó Freud, por ejemplo en el caso Dora, que detrás de un

síntoma hay una significación a descubrir. Aunque no solo basta con una mera interpretación del

síntoma por esto dice que es necesario una segunda etapa: (pegar) lo cual indica la necesidad de

que el sujeto levante la resistencia para reconocer que ese síntoma le pertenece, que es parte de su

historia.

Luego se presenta una tercer etapa donde se encuentra resistencias muy arraigadas, las

cuales son difíciles de manejar, a esto es lo que denomina Freud, a ese algo que queda sin

trabajar, que esta condenado a repetirse. Cabe destacar que la resistencia se encuentra detrás del

yo, esta se pone de manera de obstáculo para la interpretación.

Por consiguiente retoma nuevamente el gráfico del esquema Lambda: (pegar)

Refiriéndose a alter ego a yo es otro, ya sea por imaginación, enamoramiento, entre

otros. Retomando el estadio del espejo. Otra cuestión muy importante a destacar de este párrafo

es: Lacan sostiene que, la realidad pensada como primaria está perdida por estructura. Cuando es

leída o interpretada. Ya lo es desde lo simbólico. Pues no hay posibilidad producir lo Real desde

lo Real mismo. Dado que el sujeto es mero soporte de su construcción simbólica.


El esquema lamba también demuestra la oposición freudiana sobre las funciones

conscientes de las inconscientes. Donde queda claro que es ciertamente imposible llegar l

inconsciente desde la conciencia.

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