Está en la página 1de 76

)

LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS " .C ~\. ',,!j. ;,'.o/.:': ,;":.:'"; " ::',,:\ ',;"."."

y OTROS ENSAYOS DE CULTURA COTIDIANA


j'::'

;,~ L, {-";
I
" i:

!" '

PABLO FERNÁNDEZ CHRISTLIEB

',[
VDa Edilor/!

~,
Aldía
periodismo
CONTENIDO

Título del libfo: LA VEL0CIDAD DE LAS BICICLETAS


Y OTROS ENSAYOS DE CULTURA COTIDIANA
PRESENTACIÓN 11
'. ~.,

Ptirñeta eclid6n; 2005 EL ABURRIMIENTO 13


EL APARATO ALCOHÓLICO DE LA SOCIEDAD 15
Los BAÑOS AJENOS 17
©:Pabló Fernáudez Christlieb LAs BICICLETAS y LA CIUDAD 19
I
©VHaEditores, S.A. de C.V.
CARAS y CUERPOS
Los CELOS
21
23
.'.1 EL CíRCULO DE LECTORES DE LA CAJA DE CORN FLAKES 25
Guanajuato 202, local 1,
édlonia Roma, 06700 México, D.F.
I ,
COCA-COLA: SUSTANTIVO COMÚN 28
Te!.: 5564 5607 EL 'CUERPO TÉCNICO 31
Cdrreo electronico: c1ientes@gediSiHuexico;c6m LA CULTURA COTIDIANA 33
www.gedisa-rnexico.corn ' .
Los CURSIS 36
LA DESOQUEDAD 38
DIARISMO CULTURAL 40
DICIEMBRE 42
DIOS OYE RADIO MIL 44
DORMIR 47
EDADES MENTALES 4~
Derechos reservados para todas las edício'hésenleñgtia:9astellana
EJEMPLARIO 51
LAS ESCALERAS 53
ISBN: 968-5414-20-3 Los ESOTÉRICOS 55
Los ESTADIOS Y LAS MULTITUDES 57
LA ÉTICA DEL ESPACIO 60
EL FACILISMO DE LA SENSIBILIDAD MUSICAL 62
Diseño de cubierta: FranciscoMassé.i 'c';:;
FILAS 64
LA GENTE 66
Queda prohibida la reproduccióñ pór'clla1Cjtiiet medio de EL GESTO DE FUMAR 68
impresión, en forma identica, extractada II1odificad.a,dé esta versión LAS IMÁGENES DE LA POSMODERNIDAD 70
castellana de la obra. EL IMAGINARIO COMPUTACIONAL 72
INTERJECCIONES 74
LA INTIMiDAD PUBLICITARIA 76
,'V,:'Ulll-'lv1>U en México/Printed in Mexic6 LAS KAWASAKI Y OTROS VÉRTIGOS 78
Lo LIGRT 80
LOSMANUALESOE URBANIDAD 82
LAS MÁQUiNAS DE ESCRIBIR Y OTRAS FORMAS DE PENSAMIENTO 85
LA· MEMORIA bE LAS TLAPALERÍAS 87
LAs MIRAbAS· 90
LA MISOGít~iA 92
EL MITO bE LA SEXUAUDAD 94
LA MODA COMO CREACIÓN CULTURAL 97
LA MUGRE 99
LkMuLtiTUD QUE TODOS LLEVAMOS DENTRO 101
LA NCn;ULTURA 103
OBRA POSTÚLTIMA 105
LA ORiGiNALIDAD Y EL PLAGIO 107
PAf.ABRAS DE CARIÑO 109
Los PERDEDORES 111
LAS PLUMAS BIC 113 1
:¡,

EL PODER 115
PSICOLOGÍA DE UN TERREMOTO 117
Q\)IÉN CIRCULA 119 A Jl
RECONOCIMIENTOS 122
LA. RETORICA DE LAS CARICATURAS 125 f
Los SACOS DE LOS VAGABUNDOS 127
SENTIR "COMILLAS" 129
CONSERVADOR 131
SIGLO DE AUTENTICIDAD 134
SOCIEDAD DE LAS MOCHILAS 136
SOLITARIOS 139
S6LO BEBER SOLO 141
LA SONRISA 144
LA VELOCIDAD DE LAs BicIOLETAS 146
VOCABULARIO DE OFICINA 148
"YbESCRIBO" 150 ir-

,\
1 PRESENTACIÓN

T
A quí hay 65 ensayos, cortitos todos, en los que se trata de averi-
guar y describir (echándole sal, vinagre, pero no azúcar) cómo es
el mundo de la gente de diario, de la calle y de su casa: qué son sus
cosas y cuáles son sus creencias, ilusiones, absurdos y razones. La
conclusión general es que hay una lógica "gentil", que no es muy lógi-
ca pero que resulta más interesante y digna que las lógicas política,
económica o científica.
Aunque los ensayos aparecieron publicados en periódicos y revis-
tas, esto no es en realidad una compilación de artículos (consistente en
agarrar todo lo que uno tiene y sacarlo junto porque hay chance de
publicar), toda vez que desde un principio fueron concebido con la idea
de que formaran Un libro (consistente, por el contrario, en una unidad
congruente, aunque nadie la publique). Y si se iban publicando sobre la
marcha, era en parte para no tenerlos en el cajón y en parte porque
uno nunca sabe.
Como sea, puede decirse que aquí se está intentado hacer algo así
como una psicología de la sociedad. Pero también una literatura de la
psicología, ya que este libro pretende estar escrito de una manera cla-
ra, sin utilizar ningún término técnico, porque no está escrito para
expertos ni esas especies horribles, sino para gente y esas especies
decentes.

PABLO FERNÁNDEZ CHRISTLIEB


'.:¡

EL ABURRIMIEI'-rrQ ".
~.,

1
1,

. ,\;.. r':(:;:·-,:',':',:'··:~::;~/:::D:',>", ~

~ .. P.·· .aradójícarnente, es una sensacióntrabajase.. y.. . . cl.'f..S."l.; .n.,.9.. c.u.a.. ..l.q~ier. a


la sobrelleva, por su culpa, los desempleados}'l.od~s9¡:¡'11~~lJ. yto~
dos prefieren trabajar.que soportarla. Y es que,eJ:).,ef~st9,pqrqq¡:t~rren
1í 1

el aburrimiento hay que cumplir dos condiciones.\.,'>,;.1


La primera es ser inteligente. Este requisito es pn?ygr~}~ly.le~tá
sancionado por los diccionarios de frases célebres.. 'IE!qQWrIrniFnto
raramente es conocido por los hombres de poco valer y ca~LnynG~ por
los animales". Las.ostras no se aburren. De hecho, el Hom9~aR!l?ns
apareció el día en que un simio se aburrió. Y los que'pre§tlrr,epcle
nunca aburrirse, presumen de su tontería. . :';1'
Segunda condición: no pensar positivamente, nuncaverYcil?os¡rne~
dio llenos. Hay que carecer de esa presencia de ánimo queimplll§ft¡:¡
prender la tele para distraerse cada vez qUe'Sesienteesagelatina¡G~n.~
din.por el.cuerpo y por el alma, de ahí que-los-aburridos siemprelten~
gano cara de "fuchí" í el gesto de la negatividad suprema, . I
Sólo a los tontos que ven la vida posítivamentecualquiar.coastada
los salva, ya .sea.hablar por teléfonooestudiarunposgrado;y corno
esta.sociedadestá hecha para ellos, considera el aburrimiento yergon~
zoso, da lástima; para. eso se inventaron los entretenimientosylos pasa-
tiempos, que han ido evolucionando desde tejer chambritas y jugar parkassé
hasta el Internet y la cocaína.
El abummíento-es.una sala de espera síndoctorni autobús, ni
nada que esperar,Jo mismo que le pasa a un chavo sin fiesta el sábado(
Enel estado del hastío, es como si eltiempo'sehubieraempalag~c1ge;/
indJg~stado,y por eso los relojes tienen como asco, con·lasmapf?pillas •..
'qhfFtlrqdotas sin peder.moverse, sintiendo lo mismo que siente un:90le~ -.
giªheR.q!¡:¡.se¡de civismo. Ahí no transcurre ni la espera. d¡gsuerte que
$~·q.~9g·perfectamente factible quedarse viendo dural)te doso tres eter-
i111,ªs'9?S/Up,rincóD sin interés. Horas muertas lesdicen,tard(:ls vacías,
paijp}esí.pli:111,qs J±avida adquiere una velocidadvegetal;.lacualhay q~e'
r

mir~ri·Hüªm~litªTuna;semana
" .; """
para notar qUe está vivél. ,Todo,se
" > , . . " , ..
m~eY!? r'
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTLlEB

con paraplejía, ya sean las ~9tas de. la lluvia, lps horasda] fC?loh las' EL APARATO 'AGCQtIóLíco
SOC;J'~º~~.
ideas de los libros, los chistes de los otros, la sangre de uno'miSrnp. No
hay cambios, sorpresas ni intensidades; el mundo se achata y parece DE LA
que lo creó algún dios con síndrome de Down. .I

¡:¡ aburrimiento ya está maduro en el momento en que·!-!nomi§rri:ª . ·iC'<:.,.'/i, f


es supropia sala de espera, cuando las vísceras s~ repantiganen's'~§
cavidades y uno tiene la agilidad de un cactus, la sangre le circula ComO
tránsito en hora pico y las neuronas se comportan como burócratas

.
n el' fondo, la causa del alcoholismo radíca-en.. • io.. . <.b.. o.. •.n.ito.,g.·.I.l.,..e.•.•. . ·s.~e.ria
decir "a ver, lánzate por el pomo'jo sea, el acto ge beber estád:ons,..
truido, impulsado y sos~enido por un acto del habla,POfIlI1Hl:'Jr¡dpdfi
ejecutando un trámite. La postura de un aburrido es de un cansancio palabras-y frases especiales donde a la gente le gusta~ntrqr.YW,le,eÍ1
que no' se puede descansar porque no se ha fatigado; tal fastidio impide
hasta, dormirse, y uno tiene más cara de tonto que los otros tontos. La
principio, no necesita de alcohol para funcionar.'>;'':,>
El alcohol es, ante todo, un tema de conversación, r~gQcijant~y
,fi
djf~rC?flGia es que el aburrido carga una especie de electricidad enojada, generalizado, del que participan hasta los que no beben; sebye<:l.~ .oír
de león enjalllado en estado virtual, de algo así como un velocímetro hablar de changos enfurecidos a quienes nunca se van a animarar?~ner­
quemarca 20q. cuando la vida- sólo va a 40, como si uno diera para se como arañas fumigadas. A las cosas queridas' siempre se les pcPn§n
más y las 9ircuristaflGia!¡, pcm~. rnenps. muchos nombres, y la prueba del alcohol es que tiene más apod~s'df.i
Así y todo, el aburrimiento es ;4no .de Iosestados más fructíferos cariño que los niños, los coches o el dinero: el chupe y el alipuz, las G~elqs
del ser humanQ, porque;procluce aja (¡llicSl gente;9a,P.e?=c1e'haper,algo y el tequisquiapan, el baoachá y las vickies, o viquis,y así sucesívamen.
14 sin tener nada" nl síquíera ganas; Pe hecho,elaplJ,rrimjeI)tº.g§eli~§t#;: te, No es difícil detectar las caras iluminadas de la gente cuando $urg~'
do de latencia ele la creatividé:ld y cierto9rnQr. Enefectb,~lPs~R4rdclQS el lenguaje de hacer el cuatro, ponerse hasta atrás, Curarse la cruda,
les 5.L!cedeQ!-!e la mente· Se les despega, Se a\JtoflolrüzadelªiX~é:l\iqª,c1, ' agarrarla de buró, conocer las ventanitas o ir a La Guadalupana, pero
Suelta, mnarra,s y .se ponea. naVega,FporeIMerclelmunclÓ;>(3~:~tras llamarle "La-Gualut-Y'repasarla sarta de 'anécdotas; hazañas, tonta-
palabras, '. e!¡ soñar, despierto o,clesPertar,l¡:\ Jmªgina.cióni. W¡:iI:.!l}qM\?{¡;11 rías e imprudencíasperpetrables a medias tintas o de plano ahoqédos.
principio Se·le ocurren Pllr9S t oot e Dasi asf li!s.oomoempie~an.'t()c:Ig§las Este diccionario de. alcoholismos oonstituye un mundo 'símbólico, sin
jdeas y los prpyectOs,.. SonlªsrnQsqa,s del primer; hastfo enqYe:Mªcha" Gay-Lussacodende la gente se siente más cómoda que de costumbre,
do empezó a soñar, . '. . ; y •. .... . ..'?;;n:'~?)i;i!'i' más relajienía,buena onda, incluso importante. Y por eso, hasta las
y lo que un abYrrídq IQgra.·creqrestáfinalmenteinspirp~ºéñ las beatas-da la parroquia hacen chistes con su rompopito.
cosas.. qy~. tn,ejor Qonoce¡q1.le.:>,qnté:lurW1L!ele .;·.pese,'¡oS.'áriQ~los:;:que t Y¡es quedecir.que a uno le gusta el alcohol, aunque no tome, noes
í

forTIlab,~~!, rincQn de Iqsalq Q~'~sRerc¡ Jll.l~tllVP que:at~.?c1.§r.pQr;doso men~ir,. sino, mostrar.que también tiene- su simpatía gl1q.rdadita ~que
tres eterniclpqes,. Todas esas QQsasid§n~e¡syfastic:lios¡:J.s,qLI~'$ekar:!!-én'" acl~mªsescapa4 de hacer una que otratravesura, a pesar de que es~ó no
dió hasta et.gprrq,son las@E3ferrninél/PQl"iamar'4?rn9a:süs(objetos $~¡I~cnot~:·@dave?1 que.le dice "sí, Iicencíado" al jefe de la QfiQina(!y así
más antiguos y enír¡:J.ñables,. Qulene~'s~aburrieron;to6la{'sw infancia ~st~p)~n);p'q$iqión,deformal' parte del círculo de Íos simPáticostr~vi~'"
viendo el mar, despuéslo gdon:m;pqsta elgr9dod~nOacordarsede $Qs;¡q!;!qq!J~;tªrnP9CO lo- sean en realidad.. Hablar de.'qIeohol sigqifica
que se aburrieron viéndolo, Le¡ pasíénde.eada unoesla',huella·de· sus ele§()~@g§9§i~glgº4P poco y un poco pertenecer él. algo. En efecto, el
a,burrimientos.¡,~, .! v9Gª9QlqrtQ,g!cphq!istqexpresa dos sentimientos muy necesarios ya la
;'¡ -, y~~¿giff¡;;il§§;'~~'en99QJfqren otra parte. Primero'H~se?Prrlientoc1~~~ns~~
., ,..' .. '.;(., )¿.; I
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB

gresióri thlViesa, como los san lunes, el no llegar a dormir y el acabarse Los
la quincena en la cantina. Segundo, un sentimiento de comunidad ge-
nuina, sin distinciones, ni jerarquías, ni deberes, ni alguna otra forma
del aislamiento. Pata de elefante, cuartito y anforita son palabras mági-
cas con las que Se realiza el encantamiento de habitar una sociedad
perfecta por el lapso de una frase.
De hecho, no es casual que todas las civilizaciones primitivas I~
H ay diferenci.asde raz.a, educación, biogra.f.ía.• y.·•• . 2u...'.t..u.•. .r.a.•,.. i.,.·. p..e.ro
prueba de que la ruleta de la movilidad social está gi~aI1cip. és¡que
ya todos usan los mismos baños: no los públicos qUeS9pihf!3ctok ni
. . '\llOa

hayan adscrito al alcohol la función de romper el orden ~pqi1:t1 cada los privados que son particulares, sino los ajenos. Defi~igiP1}cge~a,ñO
determinado tif?mpQ,porejenmlo, c?tclqfjncl~ 9:flp, erU..lTWC(?l'?Qré'\ción ajeno: aquel que tiene dueño reconocido pero que lo usalln,if)Yi~~do,
políticorglastícorrelíqiosa •. C\:lanqo.s~ ··.~j~4~IY@Xlla~ .r~g!?l:sy:' mphjpj9ipnes ya sea paciente en un consultorio, convidado en Una casa, pclsajefgen
esté1bl~~jclcis y Se fusionaD'eh u~ s9l()s~rttim~~nt()'9()mqn"'SQn'elgJ)jeto un avión, empleado en una oficina o quien vino a componer elrefrlige-
de que,jnicjadoel nUevo ciclo,.el, orcle.rlsocial-l?~~qªr,?pé~9gTi9~!?can­ radar. El dueño no es el usuario, pero el usuario no' es anónim9!:se
sado y,fortaÍecido,yde esta rnan~rª serqoptinya<:iC).,;.r9gp,qrclen re- puede detectar, más o menos, quién entró al último.
quiere su pequ~ñodesorden· .Las 1>9.cieda<;les. mq8erni?i:)9~~,h~redªron Si bien la movilidad social consiste en que todos sepan de VÍf¡los.,
los fines de a1Í~ ye¡alcohol, perq GºmQs()nm~sPl"agm~B~<:l~;Y~Pl0se porque una vez alcanzado cierto número de tarjetas de crédito todos
emborrachan tcmtº .en los hech9!?99mQ en los djºhp~,.8ll,i.9élnnwnos pueden fingir la misma cuna, es. dentro de los baños ajenos donde
cruda y permiteI1.!?,?guir producjendQ.,Elplientq'alc8hgUs9qela'spcie- chocan las culturas que afuera parecen las mismas, porque mientras
16 dad es más verqql, ql..le etílico.' ·"·',Lihi) . hay una cultura. que cuando va al baño lo deja como estaba -enel
En suma, el ~lcºh9le~el qód,jgQ de unR fprmaA~:~Rrnli.riicªciÓn en entendidode que se trata de un espacio presuntamente ínexistente.ves-
I
la cual la gente se sientem€ls..,lipl"@.;ymá.s . reuoidp;iWW9,',alimismo tríctamente excusado, de modo que lo que ahí suceda ha de ser consi-
tiempo, se confunp~~()nel nqrnbm(;h3'u.nc~1>\1,st¡:¡ncia8Yecle:Veras, ésa
I
·1
¡
sí, emborracha. Entre )aspélla!;¡rp,S Ylqs.;g()pashqx,M1J;pª,~();que no
todos dan. En rigql;,sélloaqlleUpsqUeseeQffiprqmeteP.conlas pala-
,." , '. "o" "." ' ,". . , ". > .' . ., . , __ . , _ ' : : 1,<:·,,\':'-"".,:,-,·
derado como irreal, por lo cual lo usa. poco y furtívamente-, hay otra
cultura que se empeña en dejar los baños ajenos hechos un asco. I
Elbañoejeno, elde losotros, es considerado como un servicio -como Jos
bras que pronunc!all;$PT110$ que .·$~@mborrgchªn,.'},r,prQt.a,g0nizan el elevadores o las sobrecargos de los aviones-, que debe ser aprovecha-
1
! numerito que después tq<:l~s C9mePt.8000n1Q§i fLI~rflc~LIY0;'Se,podría . do al máximo haga falta O no, porque ello implica alcanzar underecho
decir que sólo los tl08es,t9~Se?ffib9rrflGhªn"pQr ej~mpl(),10sjóvenes, largamente negado, a saber, el de sentirse parte de esta sociedad, y, su
que aún creen enlª:v~r¡:lCidªdde¡,l~nsugje,.'}ld~~Dtr~,qUienes.más pertenencia se palpa al utilizar sus servicios; por eso se ve baño y¡Se
tarde surgen los valores~a.ca,rdi¡e$tQ eSllos beqed,8r~§..reales, que son antoja viaje: no es posible haber sido invitado y no aprovechar el qa,qo, .
quienes se fueron con. !i'l. finta d~. que 10$ d\ohos. gepe!)ic¡cmducir a los Jin ?feQtp, se vuelve casi parte de la socialité pasar aLbaño,y.qpf d~n-
hechos, y que cuando §e'qb~tienenY!Qgrélnsglirge§uqlcoholismo, las
[

Jrg/,ma.QiPllla,r',fodos sus aparatítos, jalar. palanquitas, girarJlaves, ve-


palabras mágicas pierdensu efeqt9}/ WlJ1P .1f3.e~~Ve)1tran la gracia al ñfiIi'9!1;.gis,l'?,Qs.itivos, como si E31 baño fuera una especie"dé cabina pe
asunto. Los alcohólicos ¡:tnónímQSY¡:i nOgO¡1:angsta,sconversaciones, l!Ba.rici9"hil?~rs,Qfi$ticªda, equipada con instrumental al ser\licioirrestric;fo.
lo cual no deja de ser llnge$encpntq. ,{;1.eLtr¡Py¡~mte;;<§i1,1, qu.e quede utensilio sin aprovech",r. .¡
,; 'f1~r~,~k'~:füp\IJi:mtes.;, usar todo significa I!lpstrar qué Yaest€lnClPt;~s
pql;a,fqrmª,#"B~rt§,de.lasociedad, por eso 0~ypan el excusado 19' IT\~~'
:. _. :.. ~ .. ~'- Ó: ':.' . - '. • , '.. : - .. -.. " ..', i ,.
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTLlEB

posible: se suenan con los pañuelos desechables, le sacan jugo al espe- LAS BICICLETAS VilA·;e3IUDAD
jp,salpicallde todo por todos lados, hurgan en el botiquín y cogen los
cotonetes, recambian toallitas, empapan toallotas, ennegrecen el ja-
bón, se acaban el papel y, en casos extremos, lo tiran al cesto para
las bicicletas que transitan por la ciudad ~.Je.;,§.; c.'·•.pn.o<:~ c.o.,tJ1.p.,.FIl.'edios
también aprovecharlo, pues resurge ahí una memoria que sigue fiel,
contra toda funcionalidad, a los años veinte, cuando se tapaban las
tuberías porque el papel higiénico, de venta en cuadritos, no era de pri-
A de transporte. De hecho, una bicicletaesprobablementé.~l~e-
jor medio de transporte que la humanidad haya inwptadq.Y/'é1 p~sar de
mera necesidad, toda vez que el Excélsior y El Universal ya circulaban que la primera bicicleta propiamente dicha data de ¡SflQ \pqr'ron1?nciio~
para talfin. En el batidillo final de los baños ajenos queda la huella de nar el boceto de Leonardo da Vinci), de que para 1$76Y¡:l teníªlé1f()r~a
una cultura vieja todavía. viva. Al salir<se les,cnCitéiuf¡:lnos¡y -si.dejan y dispositivos modernos (cadena a la rueda trasera) y de que hª~'?té1qc)1Ia
olímpicament~'qll~elpgup clel§)(C:llsadp ~§§st~c¡:lyendCi,'es paraacla- venta en el mercado desde 1885 (marca,Rever, como los Land);~é1cla~ez
rar que ellos son, los participaDtesªee~tp.s9Gi~clp9;·nosuspI0meros. es más un aparato de última generación, no por su complejid~dt~clio.c
Tal virtuosismo parae] c9chineroe~ql$prl1É.ls límpido que la mera lógica, sino por la sencillez con que logra ser una maravilla té~qiS~j'
cerdez.es llna§}(pr?~ióJ:1,ditigi<;lélél19§d~mÉll?,d~Gonfianzay cerca- Una bicicleta recorre con soltura las distancias más habitualesq\.¡e
nía, porque si aflleri:lsólpse PMcl~n §}(presélféiPfl,mdizajes de socialidad cubre un ser humano y es capaz de circular casi por cualquier terreno
e informaciones adquiriqas,desdéd~ntro.delbañosepueden expresar transitable, donde no llegan otros vehículos como los Volkswagen Q los
afectos y sentímíentos.ipara los cuales no-sírve-la.descarnada y distan- autobuses, además de ser un adminículo manuable y lo suficientemén-
18 t~ buena educación sino la carnalidad del cuerpo: ciertamente, es 'como te portátil para cargarlo cuando no pase. .
Una bicicleta es barata -para I.

délrleélentencl~r'él IQsdemá~'qll~,aunqueselotenf~n.cqllélgit6:,se,. ha emplear un arcaísmo- y relativamente eterna; su-mantenimiento con-


desclloi§rto qu~ téJ.!l19iéntíenenC:llerpqscon·sentil1li§fltppginíimidad; Y siste en echarle aire a las llantas (a los "pneumátíeos", invento de Ch~r~
mugre y desechos, yhéH~erles §aber,(:PITlopgtr}l:J1J.9ic5l1élJélH<::c>pfianza, les Dunlop,aplicado por. primera vez en la bici.de 'su hijo, en 1887)
que uno lo tiene igual, y como no Sevale c\e9iresQ ~rtp¡J.9ljq9/se avisa cada mes, .y las reparaciones mayores se realizan con un mínimo «le
con ostentación recatada que se va apasar e! oañp;FDi.1.lI').pépoca en herramientas y accesorios, sin necesidad siquiera dé un manual: basta
la que elbuen gllstO es tecnológico y metálico,yse:PPllp,H,)@alcuerpo ~I sentido común.

corno. procesador deinformaCióD¡' como un ,Ter


rnip 9
élí IqU€\ leyó el
Carreña, otra cultura, CllYél afectividad es menos mqgetr}i;!:ada¡.recurre
Una bicicleta no hace humo, ni ruido, ni bulto. Es un artefacto
callado, se puede oír el siseo de sus ejes como si le pidiera silencio a la
a.lp fi§iplógico y lo .prgániqo Paro, expresarS8iper999tlió;esó· no está ciudad; mientras que un coche ocupa ocho metros cuadrados de mctró-
de mQdél,lo' tien~q),le;hªcer;en;glbañQ;.''.. ·;(!,;.Xi"
¡ , . ' •••
poli, la bicicleta transcurre sobre 1.60 metros casi lineales, que se cug;
A·pe~aLcte 'Ia' igualacióncl81asrnet~~.spSiª1~sPdF;el criterio del lan olímpicamente entre el tránsito. Tal vez por eso en los. paísesclvi~: ..',11··,'
poder. adquisitiyo, de lélUnificaQióQdel amqj¡?nt~J:ú)rPalomaPicasso y l.iZ¡;¡qps, es decir, aquellos quena fueron metidos a empujoQ!,!sdeqtro
Azzaro, las diferencias apareeenenlo qU~<Q() ~.sjntendionalniatendi- 99Iipr9$rel?P/ se le da el lugar que corresponde él la dignidad de estos
do: las culturas sonlo que noseªpr~nd~niseel1s~ña,petos obre todo Mr~f¡i.siropl~s¡; que son, además, un buen remedio a.la.neurosis urba-
no se olvida, así queal quinto Whisky deLl!l¡:lcena de-lo-más-bien, la P.ª;i!,.ngit9nt~rp9mo 'ejercicio físico o terapia Ocup¡:lcion~l,s¡noporq6e
diversidad cultural brota, y salpíca, por gqpde menosse le espera. fi9p.!ªPf:3g9.SiQnht§r¡;¡lrnente andante de muchas.causas de esta fleu.~o-
~: ;

sis:!gcmtªrnj~ªgjgn;ilprisª,hostilidad, emboteIJClf11i~Dtg7';,~;0~t7f~;,)I,. . •. . .
ir
r PABLO FERNANDEZ CHRlSTUEB

\
! .,. .Al igual que otros vehículos similares, como los patines, las patine- CARAS y CUERPé>S
:.tas y los zapatos, es un ser sociable. Los tripulantes de todos ellos no
están resguardados contra la gente y sus contactos visuales o verbales;
no. hacen del espacio público una propiedad privada detrás de ventaní-
, llas, seguros y parabrisas. Una bicicleta es un ser a la intemperie, inca-
Péll'; de la ostentación o. de cualquier otra barrera; por definición acce- P· ., c:-,:~ ~.::i ;.'.:}.(":"
erceptualmente, y de todas las demás mari.e~s;dJél~y!tl1ramoderna
recorta a la gente en dos conjuntos separa'do~¡carasy6uerpbs.
;~,:{I;'l'

. . '.' ¡

sible, en consecuencia probablemente simpático: no le es posible la No es posible fijarse en el cuerpo de alguien y ensucaraalmj~rl1C)tiem~o,
é;1l.tan~ríél, el desdén, ni la hosquedad. porque se trata de dos unidades autónomas, cadat.¡na,c;Qr1su'Pfb-
..
..
"Umbicicleta
,. , ".
:'.'"..,:"
E\S',-sobre todo.un
'.' _.' . .','
,'.' -
v\ajeahélca
-".'
..~-., \
("llegar allíl3$:tu metp.·¡ pero
'. . .. ..
pia cohesión; de dos seres perceptuales distintos, cada urt9coqsqyrófia
Do.9Bfe§ures el "Íélje,''):e?eltDejo.rrnirp.c:!!:¡r'P8f:aN§l\/?HC§derse a la vida. Así que cuando uno aparece, el otro se vuelve borroso, y para aten-
cíudad en susinterminablessorp.reS8qr~rWPnt9.~yQr<:lrnª$· pare.entrar del' a uno hay que desentenderse del otro. Cosa de hacer:ia'prl1e~+
inopinélcla,. implp.neadal1lenté~nGallesLc.é1!1epܪS,pªrqqes;,banquetas, El conjunto de la cara incluye las manos cuando hacenademan~pY
rutªsin~ditas,corno ynIvlarcq I?ol~ q~: !qc:otjqtc;p-¡.iclpcl;.,pa,ra detenerse entran en su zona de influencia, y está formado; no tanto por ojosnarici-
dqnd e la curiosidad lo. haga m¡:m~ster:¡:¡nlJ,r¡rnerGéldo,!unafachada, boca como por un centro de atracción o fuerza de gravedad hechos 8'~
lJ,nél rnJs~elánea"lln p.pa~élq~t.Anqªr§nlJ!Gi~l@tªse vuelve paseo ("rue- líneas, comisuras, gestos, brillos y relieves que jalan la atención, so~re
ga,'guetH q:Hninq§eAJq.n~6n;gsqH§§ob,reYpª. bicicleta es imposible todo estando a menos de dos metros de distancia. A más de dos me-
! tener- PPSq, Q.p.lmeI1os nqjie,p~qa,sp.porqy~la prisa no la acelera, se tros, el campo gravitacional cede y entonces se atiende al cuerpo, cuyo
20 heyCi h,ec:ho ta,rqgQDQ,SU tr¡pl,1.!¡:¡nt~tiene quesem-lirp&§@nclo hasta centro es la explanada del tórax y de ahí despliegan, como en estrella,
que llegueq SlJc:l~stino.,Es el tl rnP<;?JiQfe a .cle st ie J.11PP;;lªDQrél
e o
i9.ejueg
piernas, brazos, cabeza, y más en corto, hombros, caderas, mochila y
a deshorps,el ocio de YD pCiSe().ªc:gntrªp~lqqelDeg-9Siq.d@lJrªn§pºrte: teléfono celular; la ropa pertenece a este conjunto, como una especie
"No esperes la riqu,e,zél de.Ítqcé:l/Jtªq:lte.hB4ª.clQph,1J~1l8)4élj~:;/,¿ya de ademán del cuerpo. Fijarse en el cuerpo de alguien a menor distan-
qué más puede darte?".' Una biGiclet~re,s UniRo~rnqd~7q\lBfh~;\ cia constituye un acto de mal gusto u hostigamiento' Percibir' otros
. Con Iq ciudad, las bicicl~tqsresp~tpn.~Lrui~;d~1~n;Y~9%~;i\~1 aire conjuntos, por ejemplo, el formado por oreja, hombro, -codo y sombra
de los pájaros, el espacio de las r~lmlones,elti~mBQcl~J~ei9trélqción, el de la axila, o tobillo, váríces y pie de la otra pierna; queda tradicional-
lugar de Jos. c\\.Idqdal1Qs, En ~f~pt()i .¡él•lJicioletg. ~s.1J.l1 '.!iiermgfensivo" como mente sancionado como perversión, y a Freud le, llegaban a platicar
los niños, pero !3omQ~»()§, e~ imM~n~o y fr~gi!,~élbi(¡!g!~tª,i90rno ene- regocijadamente estos escándalos.
mig()!.. es \.In .!i~l' ins.ólit¡¿rnfi!nt~º~bl!' .• f~pi!el~.·(?fCt~l'rnjDé1r,7\ii;;' El cuerpo sí tiene espalda, pero la cara no tiene revés, y por ello, ¡lo
ké:l.gillclq(l Dª pOny?rtigQqlª!:¡gjqldetqseQs.~r~~§é9.1é;)hmmte invisi- único que está del'otro lado o detrás de la cara es el pensamiento, lel
bles, Pef9 reales, q¡ya regHelélqMtglla,y.s.e hqc~y\si9le~ntQda s.1J crudeza almero.la.personalidad, de modo que, perceptualmente, la inteligenciélio
cuando una portezuela Sf3a,bf!3,.¡Ot\?mpestivarn~nt~'i~lJ~ndoun automo- laraCionalidad tienen, literalmente, la forma de la cara. Seitiene f'cata
vilista "no yenirCOc:he~'1 Y.s~pa,~'~¡filtQ,,"s.ól()v§nífiuna .bícícleta-,
yi de irit~ligerite", no cuerpo. Y se tiene "cuerpo de tentación", ha cara, en
cuando un autobús se arnmªfi 'lqba,nqlJ,et¡tY~ntonc;essí, todo el efecto"~FGu~rpoes, culturalmente, la forma de, por decirlo en neutro,
mundo se da cuenta, horrgli?qclC>i de que léls.lJipjc,detas existen, por lo la afEiC~~d~~.'.E:$'evidenteque la pasión y el sentimiento tienen forma de
común acompañadaspor uD gicli¡;tq.i.j;.·.. cuerpOiY;~?r':~~cfJosartistas pueden retratar cuerpos sin cara, cosa qll.e
no se' a(¡ri)itÚ:í.~~.Qmdidentificación de pasapq~@!8pl1d.E( •. .~~ . ~~~.s~r¡~ii'
",'!,
!

PABLO FERNÁNDEZ CHRISTLlEB

sin cuerpo. Los movimientos del cuerpo son arnRlios,d'?,JD\lchovuelo, Los CELOS
tan grandes que incluso sirven para transportarse o:pq.ra.estoibar al
prójimo. En cambio, la cara, como lugar de la inteligencia; es una maqui-
naria sofisticada de operaciones complejas, de grano fino; minuciosas i
y sutiles; la prueba de que las manos forman parte de. esteq,?njunto'~s
que tienen una habilidad facial para moverse. L OS celos son verdes: lo <:lijO. ,S,h,a,ke,',s.p,e.are;. P, ero n.'o verde pafto
sino verde bilis, y son horribles.Spl1uI1P\Jlpo de ácido muriático
nadándolc por la vida a quien los sufre, llpg,g?p@c:;ig.qe navaja embra-
Se supone que los hombres ven el cuerpo de las mujeres,' y que las
vecida patinándole en el estómago del alma, ·.glst~ consenso general
mujeres ven la cara de los hombres, y con ello ya quedan en $U lugar
respecto a que representan una probadita deLinf¡~mg,yhgYélqlJi~nle
todos lo? estereotipos al respecto, incluido el de que las mujeres se
toca sentirlos desde los dos años con la feliz llegqdª¿~HI1 herma,nito,
am~gléln lacara para que parezcacuerpe.iy los hombres no se arreglan
pero no hay nadie decente a quien no le toquesent¡rlo~i nllD9cl. No
el cllerP9, ~Qn ~lfineleque solamente les vean la cara, y a menudo Se
obstante, todos hacen como que no, nada más para no aderezarlos
las ven:f.\suntP$ Qeélfec:ti0<:lad,Y raciQnaUdad.
encima con la humillación, porque en esta sociedad macha, supuesta-
Hay épocas,:spciedqQes.y;cÍ!.p-lI1stancias en las que alguno de los dos
mente habitada por Rambos psíquicos que todo lo pueden y nada les
es el dominante, E:l ¡¡iglQ' xxesh!VQ .regido por la forma de la cara: el
duele, los celos tienen muy mala fama.
número de retratos de pura cara excede en mucho al de fotos de cuerpo
Los psicólogos, esos fisicocu1turistas de la mente, dicen que son mues-
entero. Todos querían que les vieran la inteligencia. Michel Tournier toda-
tra de inseguridad, signo de inmadurez, falta de autoestima, debilidad del
víA PllclQ decínque '~lél señal de que uno I2Sté!. enamorado es que la cara del
> ~tro le, inspira má~ .deseo físico que ninguna otra: parte.de.sueuerpo".
yo; pero los celos son Plgo más serio que el neoliberqJisrnQge lqp!8r}Q7
22
nalidad. No se trata ele la insensatez de<\JI1 jnC\\yic1u9,sinodeIa.frpgili~ªd
. f - .

Pero a últimas fech?ls; li:lsfotogra.fia,s de gente' en .revis1:éls'y, p~ri9dic.OSi


de una com.llpidacl·qlJe?€fqrrnÓ entre QOS,P9f'Fit¡:lrg!c:é:1sQ 'típjc::o,. toda
aunque sean de políticos o il1NleCÍllales,q1.:Jélrcql19qcl,~ye~,fl1ªs9Veipo:
vez que, endectq,Jª.pªr:~jªgSlJl1pS09ieqadig\lé:l1itaque !qgrandota;.qon
No obstante, esta nueva fpcqli¡:o;ación es rnÉls UP, peSel1fQqMe:';Cier~
sus mismas reglas,Elfernl3rkle?ycorrupciol1e~.J-e,dé1.:Jil eS una. colectívi-
tamante, na se trata de la recllpera9ióndel copjuntod,e!E,-:!eFpq;porlo
dad, el verde bilis es el color de una sociedad amenazada, y. lo que hace el
tanto, no es tampocouna mivindlcélción deloqfectiv~,t8R~:lve?quese
celoso es defenderla contra las fuerzas y poderesinternos que la socavan.
advierte cierta tendencia 7notQnCl;en:deterrflipadpsmiF~ga,s/;en algu-
Esa comunidad.débil y verde alguna vez fue fuerte y color de rosa,
nos antipíropos yen diversas fotqgrqfíqs dOndeqBi'lr~.(;eri';cpdos suel-
,tos, ombligos aislados, espaldqscles~rtH~¡:is,191.:Ji()s'éll,~;sMriva-*apercibir
por ejemplo, cuando .se.juraron la eternidad, Periodo mítico que se
nQY~ cuerpos, . sino Pélrtes, de@uerpoS" qlJehaqen:Cll.l~Jérmspuesta a' las conoce con el nombre de "luna de miel" y que representa-la fundaciór;
de una sociedad. Entonces cada uno solamente tenía ojos para.el.qtro,
preguptas"¿qué me ves?" y/;¿quétantQle mirasZ"s8i'lYa,riadísima. Pare-
ciera.que hay alguna desorg&.1iz,qciÓn,algW1de~org~Q,perceptualinente él1,gréldQ que, de tanto mirarse, se volvían una unidad en el m?wpJro"
g§tilQJ!imbiriche: tú~y-yo-somos-uno~mismo, que es preci~arnE!nteé¿¡poi '.
y de todaslé}? demás rnqperqp¡en esta clllturélªe$igloJ<Xl:
1~~i()tjgjn8P las.parejas, las sectas, las naciones y otrqs~o~iedades,Yes '
,§~f;}jnrt?nte Iq,'Cllle se celebra en los aniversarios, sean.de casadoso.da
',J~:'¡nc:l~Be8ªí3ngiª.Es"tanintenso ese momento originario de deseos
c\eDe~D~()~§;'!'llJ\?élht$e\generau na fuerza recíproca, m1,ltua,ge la ql-\e
..,' §~llMi~~!Jt~'l~ü:iArejéli }J' los susodichos se sienten soñad~~: I
.."',/
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTLlE:B

P~ro siempre sucede lo de siempre, a saber, que upo qe 19$ asociados EL CÍRCULO DELEeTORES
cree que I,ª fuerza que siente le viene de sí mismo, coq¡q!)J:lPfPpia, y DE LA CAJA DE CÓRN'FLAKES
'¡__ "._: ,'"¡. :, - "0'," ;'~

se cree lo máximo y se le olvida que para sentirse soñado senecesita


alguien que lo sueñe; entonces se desentiende, se ocupa pe,)9s\JYO: la
!I
"
'1 chamba,
. el coche, la política, y sin darse cuenta, saconvíerte en. - ' , ..
,.\

l",
Ploguneador del otro, su perdonavidas, con lo cual no engaña, no hace
algo malo, excepto pasar por alto el hecho de que pertenece. a una
sociedad, causa.suficiente para corroerla de un modo sutil e impensa-
E ste es el nombre de una secta tan c!and-éstina.,q.,.• u<3'ni; siquiera
sus miembros saben que existe, sino hasta quealguieri pronuncia su
santo y seña: "0.1% de benzoato de sodio comc-conservader", clave
90; pero el celoso, con su perspicacia legendaria, se da cuenta. Etímo- que solamente pudo haberse obtenido de la lectura reiteraga,d~la letra
\ógjqamente, un celoso es un vigilante, el vigía de la comunidad. Los más menuda de las etiquetas de los frascos de las salsasque.están juhto
celos son.el intento loco de recomponer de cuajo la sociedad en cues- al salero, en la mesa del antecomedor. El ocioso que tienetalinfor~a­
tión;e!:lQ~cir,de insistir en que vuelva a ser la misma que el primer día ción cumplió de antemano un precepto fundamental: el de nQP0~er
de la eternidad cuando no había ojos para nada más. no leer, aunque quisiera, cualquier palabra que se le ponga enfrerjlte;
ElcelosoquieWJqloc4f¡i p~l primer día: quisiera ser todo lo que el como si las letras poseyeran un magnetismo que lo mesrnertzara.jmpi-:
otro ve, cada persona.perrq.c tqr~ntqlqq\WE!1otro mira; ser el dueño diéndole apartar la vista hasta que no se cumpla su lectura. Es el Jeto
de todas las esquinas, pósters; zapCl.to~Yl1J.Ysr§qela,slJñf\senque el, de ir por la vida leyendo miscelánea-RutaUno-Wonderbra.
otro se fijq; ser el autor-de tQdaslascqpci()l}e¡¡s;sbiBt~~;'P!~ÜS?sysil~rl­ Para que el magnetismo se ejerza, deben ser mensajes inconexos,
24 r
cios que el otro oye; oler a k) que huelen l;sperf\.iITlesYi 9PE(F3:llp,ql,le cortos, como jaculatorias: "Sabíem, Cupo máximo: 6 personas. 480 kQrs l ' .
sabe la sopa que el otro prueba, porque seacuerd~c4an?%:er9.'t,ºgo El fenómeno comenzó hace cosa de siglo y medio: no importa quién
eso para el otro, pero, por.lp'rnisrno,·sirnult~nepmellte,qUi;re;gesha+ inventó los corn flakes (que fueron J. Jackson y J.H. Kellog), sino
cerse de toda; la mmte, :lapatüs,chjstesy pE(rf\;\rnescpnl()sqt.l~e,lQtro quién inventó su caja (que fueron C.W Post yW.K. Kellog), porque su
se distrae de él,f\lo tolera que pllOra~xista;n clºspersonq,sR9n~e;antes tamaño, su presencia obligada -porque ni modo que los pasen a una
había una. sociedad. . . . . . '. • .'.' .."¡'("Li charolita a la hora de servirlos en el desayuno- y el arribo de la publici-
y lo~ celQs,~~rnotoC!() .é\fecto,guréfn lá;.seg\Jndo~:~º,;Qa;ri~s. años; dad impresa en la sociedad industrial, hacen naturalmente de ella una
pero, corno todo a;fecto,'se qisqe!Yenytel'rnina;n de.~rla;j:leS¡os mane- caja mural, anuncio espectacular a escala que intercepta las miradas de
:'¡

ras de tres posibles. Prlwerq¡· se reVieptª la, SOciedéfFde,la,pªreja y sólo los comensales, que no pueden sortear el obstáculo hasta no haber
re$ta.. rendirle. urlhomen. gj~p. :.qu.ieI'L.ªpO.stQq to d._.o 0.'..·' n.,~d.ª, .•. Yya había leído: "Contenido neto: 500 grs.". Y cuando falta esa caja, la mirada
Perdido de antemano. SegUpqq¡ senncle SI lqcri~i~'\t:>S1i~'~la mesa de
Ó.

busca con urgencia sustitutos, y se tranquiliza al encontrar "Tabasco


negociaciones, donde se tr4e9ªet toclq.,o.,npd~l?ºrJ"né;l.rutínita mode- Brand", "Ingredientes: proteínas hidrolizadas de origen vegetal", ~jn7
1..' "
rada, monótona, ni verqe niTPsq:pefocJ.uradera'19Yeen las sociedades tentar pronunciar "Worcestershire Sauce" y sorprenderse d~que lél·
íntimas se llama pareja civi!iz¡:¡.qqyen lassócieqqc;lesmayores se llama salsattradícional inglesa contenga tamarindo, fruta tropical, fruto ergo .
democracia. Y 19 tercera manera; que no sedé'l, es que los celos nunca de ¡;¡IMna conquista del país más colonizador del orbe, pero si uno
acaban en una segunda luna.ds.míel. Pqdr¿haber otro primer día, y quiere saber qué piensa y siente un inglés, f ::'ne que probarla: los ingle-
afortunadamente es [recuente, sólo que~~.C:!a'en otra parte y con al- ses. pierlscll'lY sienten a lo que sabe la sala inglesa, hay quien opina
guien distinto. queé~áes.su materia gris.
·.~, '

PABLO FERNANDEZ CHRISTLlEB


LA VEL9cIDAP DEI¿\$!-?!r:;¡G!-Ei'A$>.

kq~'!creativos", según se autodenomínan los pu1pli~istas a falta de cotilleo impreso, ~l.lE!~tgFn~~é\'SQr9!lIÍr#rr~j~grn~~tó~1ªciP que el
ocurrencias, exclamaron i eureka!, y llenaron las cajas de corn flakes, mundo contemport\n?osiempre'tiene algQ<:l~ SQlQJ;'i:1I1te y SélPQri ;¡;ante3
p()lsps de papas o envases de leche con anuncios, mensaies, recomen- artificial, que lai$(.'\Lde la!vida es puro glutamato. ffioqqsó'dico y que
dacíones, crucigramas y rifas, pero entre la caja de corn flakes y su todos los disclIf§q$:y.rollos que sí hay que leer y atender s6hsÓk~ §L~ci~
círculo de lectores se estableció de inicio una condición del magnetis- piente c:.tn~'I.pn§iir.$gntid9monu.menta!. De ahí que EICírqJ1oQeLe~tq:
mQ,. ¡¿ saber, la de ser atraídos exclusivamente por aquella información res de \a· ,9ªjªigg~qrI1 Fla~e,$;cQn~Le$fyer2;p, tenaz de miles de ¡l,ªc;:-
Hlle se supone que nadie va a leer, que no debe leerse, 10 que se qJ1TIpl~ turas iru;e,¡yjb!g$y;e,lpaciente,.9J::gpiode,fq9Qc;\rnl,e,ntQ estéril, manifi~$ta
. . .
~qbi:llmente. Y así, van leyendo exactamentetodo k> que no les incumbe: Unq\!1spgRi.e·d edesdén burlón pqrJá.fªl}nª qye $91p le,e"qq§as.,qe "con-
los volantesde los cursos de computación, los menús de los restauran. tenido", un descreimiento de raíz por lQqLi8,BÍPcW <lue,Jee,r,~ªquF f2S
tes, las iniciales de la hebilla del cinturón de los transeúntes,JQsgvj.s.<;>s importante estar informado, y un ácido$ptil.$ol?re,:tPC;\9q9QgU<;:> qq~er
de t'se renta" ... Actualmente desGifran lqS r1,1!1gS q\? lo.s gqqi!:!qs;gg9~t esta sociedad está escrito con letras de oro. I
rras, La compulsión, por la lectUl"a cie)q qlJ~n,o h¡:WS14~j~er;J8s"hqqe
expertos eruditos de los q~SO~ notélriqleS de los Peri~~icqs" J~s~r$9it9sge
I

¡.
las pelícWq¡; hasta que digq Dqlbyepystffm, )OSlZP!RfonesdeJOG.ligf8S,~1í;1§
notas de pie depáginª, lqsnúrneros deLfongq.qelp§p,oteÜqs,.Jge¡:Ü"
Standard al )aVqfSe las ;m~mqSt $lZhlélgef3Ü. ¡i1:>rir !q·P4ertp,et9~t~Fª.J",ª
últjmé1pqli19r¡:¡, ql:!e leen, to.dª$h:\s·n89he~h qLqpª~ªrJªh'¡fi%§~Mjf!eiño.
26 Los rnássistem~tjq)Sest4cli¡:m,ºqn9AriñQJªs§G.Q\qn amª~!l.q.;JqS más e
1,

¡nteleqtYél!eS.pqSéln.:Yelªqªs.: g~li8iqs.ªs.ih4rgªnqº:·el . . Pi~qiQn~rlº".,,;.


Alél larga: la r~spetqb!g8ªn~9qclJ!~ !e§t4rBs.g.ignªscl~:mejºrgélhlS9 va
fonnando una.mcl (1e CQnqgl,mi~~tPsq\J~?B8Fl~1:>aj9'J2e:H?ii:1;(;qnef(i9­
nes de prqfVnPR l,ptri:1§p~nq!!}nQl,ªl'rYnl?9t8rg!!}e?t~>pfrSY19;~!?~1 único
que estará ~~t~ra.q()~.pRr~j~mp181;·ª~qY~·Ginkg()•• ~H89ª¡e$:. a) unos
~ornpriml,Q()sRa.rqq\.lrªr!én~~rqigqª~·'m~m8ria.l)o.~C4~~§ Fm1Jl1ojqron el
otro' día@n~lp~nó'~uQºLºiJm·"fWP~!9a.té\lQm:¡g9gqrn9f8~~L0yiente, en
el mismo rélngo. q1Je~¡celp.9Ant8~(P,~edWg4a.nd9lQ§gtpQ$éll,1rios, que
sopr~yiyió asu exti\1(;l,<fm)(Y'g):Sm~19trPjQ,Mi9Llel,Mg~LºeQuevedo a
Méxi~()y está planta.Qº· e3Q.vrr:p¡:m::¡\.lede3Qhhl1flli§télR.J~Q difícil es que
esta erudición le VélYa.qS~r.¿tit~nalguPa.99nY~r§~s¡~n::Para 10 que más
ha servido es.para responª?r,.a.¡gl-!p.ªIJlreg\J~ta:gE?lªittMq del Maratón,
tal como "¿~~ qu~ ci~da4 q?:'~tqd.9$l,.1r¡iqQs sein~~nta!'Qn los famosos
corn flakes?" (R~ eI1 ~l Sar1Ítªrt\Jin¡:le3!3att¡~ Orw3kjYHon., propiedad de
los Adventistas delSéptim0[)í~).\.. ' .• ,.>,;,
En efecto, est~cor9~imieht~-h6 pl-!ede.s~t'¡ª,~ºlllmna vertebralde la
historia de la sociedad.isino sumurmullo 9nl$1J!9so; pero gracias a su
LA VEL,QCIDAD DE!-ASBICICí1+ÁSi ,

COCA-COLA: SUSTANTIVOeOMúN;
é

.L'
, as trivialidades tienen el poder de ser desatendidas por:toclqsj 'so,
'.. ~.. lemnes y frívolos por igual, y por ello pueden pasar déGdiitraba.h~
qQ cualquier cosa, por ejemplo, el espíritu de la cultura, ysilaiGultu':
ra -como dice Gadamer, un filósofo hermeneuta- es lo que-queda
después de lo que se quiere y de lo que se puede, parece ser que lo-qüe
queda, cpmpcascos vacíos de soca-cola después de una fiesta, son
trivialidgdes,
Entretrívia ytrivigW10~nc:IJ~I1J:rª~orrasde coca-cola en las tiendas,
bisut~ríade coca-colaenlas 5alidélSPg! Metro; pósters y memorabilia de
cQC:él..r-;pfa en los bazar~s,mlJra.l~sªl3 toca~cola en los costados de los
Eldifiqios,carniones9Elcoca-c.olélgnh~$e$Cluinas, vendedoras de coca-cola
en li"ls pl.lertas,élnllnc:i()S p~c:qsa"9qlª en la televisión, basura de coca-
cola hélsta.en lps bélSUrElrQsicanlis13tas de coca-cola en los equipos de
Ché"
fytb;I, .f~tos ~el u ~'Pe Ó~sh~tQmando coca-colas.':
.Todos estos artefªc:tqsesfflnhElc:hosdeC:()Sél~c:plª,lq?~r~;m~glJno de
agua carbonatada y .az(¡c:pri(m~s·el·jI1!iW~<;ligDtEl.t'7br\.Al3,§i\.l}~rmlJla
secreta] porque, por cierto, lo que rnenos hgYesr~fr~§9º§}.geCOGa­
cola, de modo que un habitªnte de otro Siglqnppodríaa9i~J:1m'aqUé
se refiere la palabra: parece s~fel nombre pe !-1flª cualiqélcl()~lrnaterial
con que están hechas c:iertélSCQSpS,)=:n t9qQCasQ,!21nprIl~repe coca-
cola se ha despegado haC(ªn\IJ~h() qeSurna,rcél regifitr?~ély.deaquel
elixir medicinal COnUI1g pjz.c:ªpe q:¡ºªlnaqWª· ¡;ü qqc:t()rJ()p.~J?emberton
vendía en las f8rJllªcigsc\ef\tlªnt~tenJ8~Eii y Q4f:!H}ást.ardeJ!-1e enva-
sél90en.1a preciosa pqtemta<;\Jsefilél9élpqrRélYrn9D}()§W}j;iHoy ya no
es el llorpbrepropjode neº9,'.sinQ.1,1D s4stªntivo qprn~mg~nerofeme-
nino, número singul<,w, t~lqQrnº'¡Q@nS!gna ~I Q~j9tdP.ictionary (apó-
cope: cake; traduccíón. qoqii,)Vt¡:¡!c:9ffiO lo y~~nL9s Beatles, Mecano
o Chava Flores en a..lgllna.Pqnqjgn. Uti,lizarlpcPrnO;nombre propio y
referirlo a un refresco !2qt.¡iVill~?l· par una r(-l~P1Je~ta técnica para un
objeto cultural: el truco tecrljcista dá. n.o explir::a.,rJas cosas y vivir en
medio de cosas que nO~B cene .
r"i

I
.-,.,

PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB

¡i Por-eso, entender qué significa el sustantivo común coca-cola topa EL CUERPO TÉCNICO'¡;
· !.
l '! con la paradoja de que lo más oscuro y opaco de la cultura tiene un
nombre tan transparente, tan familiar, identificable por 90% de la po- ,
blación mundial, tan obvio, tan cotidiano, que no necesita explicación;
n esta la edad del plástico y el cristal fluido, nada pueda r~s,41tarmás
I
¡
por lo tanto, no se la puede encontrar, aunque su significado contenga
~l espíritu de la frivolidad y la solemnidad de una época, la época coca-
cola,
E obsoleto que el cuerpo humano. Para los moradoresdel\ilgrio!V
el acero inoxidable, portadores del nylon y los colores sintéticos, W~l1PT
rios de laptops y celulares, argonautas del ciberespacio, debería ser
! :.,.... l.
todo un conflicto existencial el hecho de poseer un cuerpo natural, fabricado
de esa cosa anticuada que se llama carne y hueso. Tanta ciencia y':t~c~~l
logía, tanta higiene y brillantez, yen medio de eso, la impertinente \Illlgélf!-
dad de un cuerpo, de un organismo vivo que asimila y desecha, qLjegLf¡in
• I y al cabo comienza, se desarrolla, se degenera y se acaba por IOSJ)'l~tF"
dos más rudimentarios imaginables: los de la biología. Debiera res,uttar
cuando menos incómodo ser mujer moderna, ejecutivo dinámico, chiba
increíble o chavo súper, y al mismo tiempo ejercer fisiologías primiti$s
como comer, copular, parir, morirse -y descomponerse- del¡:¡Il1isrpa
30 exacta manera que el perro de la esquina, la gallina del corral, el pithecqn-
tropus, las etnias no occidentalizadas y, loquees peor, el chofer del la
pesera, el niño de la calle y la trabajadora doméstica -esos extraños
que pululan importunando en los grandes templos del progreso, corno
aeropuertos y centros comerciales. Parece haber una complicada con-
tradicción entre el primitivismo orgánico yla modernización técnica.
Pero ninguna contradicción se nota por algún lado; aparece inclu-
so lo contrario! la adoración al cuerpo y la pleitesía a la tecnología son
dos éxtasis que se complementan. Desde el momento en que se intuyó
la contradicción, se le resolvió definitivamente: la propia tecnología¡ lo
ha: logrado y el cuerpo humano representa ahora el último avanc.e 1 .?,i
'lacera hipermoderna. 19 ,
.).' ",...,"
.' '., . ' , . ';" '.1",...••....
n,:¡;}rlJ)ll~ahte los primeros 300 años del cristianismo, la cre~!1\:;i¡:¡gerte-::
.t~r,·~l'pqlªrabaqueel mesías era un hombre, hijo de hombres, qqeise
':cónYGttíª{?~!dios.ConJesús, el ser humano se elevaba a ladivinid~d,
·i;B~r~"i~.?t~·~r~7ncia; para fines institucionales Y.por razones de poder,
r~F:ltP'.~~m~~ig?~pltaneray poco controlable,de maneraque,con~i­
';iÜ(fc.l~Ú?8r;m~c.lIp,;§ldeNicea, tal cristología fpeiqvertidaya; partir pe
'::"";;¡/::~b,::'<," .; ',;; ¡.¡.... "
r
~

¡
PABLO FERNÁNDEZ CHRI5TLlEB

entonces mejor fue dios quien se convirtió en hombre, como si nos LA CULTURA
diera chance: ya no hubo más ascensión humana, sino condesccnden-
ciadívina. En el siglo xx, el dogma homousiano -el invertido- se repi-
t 12, Ron los mismos humanos, pero utilizando al dios en turno: la tecno-
logía. Originalmente, la, NC:f1i9ª 12S concebida como una extensión del
cuerpo humano, o ·~ea" 1?\:rYeQ¡:¡' somo extensión de los pies, las pinzas
ele los dedos o Iqcomputadorélc:lel cerebro; sin embargo, una vez que
L a vida cotidiana. siempre parec€,pesaqaysinisentido,
te porque así es comoaparece·cuéind()·#~láclescribe: ir al
hacer pipí, preparar la cafetera;' subir al cIv1etrp,.abrir latas de atún/,
la tecnología es aplicada al cuerpo, grasias El los élVPnc:eS cle la cirugía o la despertar los lunes. Así descrita, la vidacot.icliélI1aes/aquellLlgarcle]'
ingerüeríq genéticél, el orden del clogma,p!Jeqe. tªmbién,invertirse, y tiempo perdido, sin Proust que valga,pbnelqu§ todgs, tedlosae.indí-
la vidacorporal aparece como producto' cle1éltneclic:in¡il.:rnoderna: el ferentemente, transitamos, y está hecha de ,una senecie quehaceres
cuerpo-se vuelve extensión ele la tecnología. El (,w!JqrÜ~mQ!humano es intrascendentes pero inevitables para ir sobrevívíendode.rnaneranor-
visto corno una analogía de la técnica, 90mO s!éléllgl1\en;$e,le hubiera mal. La vida cotidiana tiene forma-de horarios, transportes; reglélme!1~"
ocurrido.inventar los pies después pe Qontemplélf lélrlJec!él,poaI revés. tos, certificados; salarios, usos y costumbres, cuya monótonáftlnsióP'
El mismo
.,-- , cuerpo
.... empiezEl
"-' a, imélgina,rsecomO
. .. de
_.-"'-
'-
plástico y cristal
- . - - ' . ;-.'
es que la sociedad fluya con alguna regularidad.'c)·'
fluido, de maneraque ya no JiecliceqUeun gerel:Jrp!lEscomo una Así es, ciertamente, la vida cotidiana; pero hay mala leche en su
computadora, sipo que una COmpl,ltélC:!or¡il. es com8yp,Gerebro, y si descripción, porque esta imagen corresponde a la caracterización que
estamos hechos clelmismo materiiil ql)e nuestra erél"RpdlEmos perte- haría cualquiera si se lo pregunta un encuestador en la calle, al que nadie
32 necer a ella. El cuerpo Du.rnarl9 se hii VLJelto urm irnit~Hlqnde .la máqui- se atrevería a contarle los pormenores de con qué delicia apachurréla
na, y por eso los individu9smodertlOs se te9nologi¡¡:an~n;¡cismás
,- . .. .. r '. . . ,. , " ,,0_; ,,_.C;, ,<,;.:...'".,.__- .',
'_'.: '- .. .
posibles
.. :" - ",,-. d' " .. ' -." _,_',_ :,~ ..
pasta de dientes por la mañana; en cambio, le describiría actividades
de sus actividades: la yid¡:l c;otidji:lqa es.Yista90m(rlJn~empresa "cien- comunes y corrientes, de manera aceptable para todos, .mostrándosé
tífica", sin importar qUé$igniHque estél~ªlat.1F='\.. Com~r¡·es hoy proce- razonable a los ojos de los demás, lo cual permite intUir,"c1e,pas9, que
sarproteinC\s V vitarninéls,·lélbel1e?ª . fisisa"se mid~!ipor la suma de la mala leche es del entrevistador, por Iocomún enviado pdbalgún
humectantesy\19 resta deCéllorías; losdepo1"tes,¡;¡ligUfll,qUe $US acce- sociólogo, mercadólogo o psicólogo. l. -:,

series-ysus comentanstas, estÉln "9ientffic¡:nmmt(pmgramados; hay En efecto, al referirse a la vida cotidiana, nadie hace públicos sus
manuales técnicos hasta Bqra?Qh~Jse9hé1rI1p(¡en¡~;qabeza,e incluso gozos personales en la oficina, como haber sido correspondido en una
todo el rollo ecologista de] regn~$q a Iq i1élturql?2iqfclSíá. ~~ científicamen- sonrisa, ni tampoco sus sufrimientos en las vacaciones, como sen-
te" comprobado. Toda la, publicidad; yq sea de iélbpnes, aspirinas, hote- tirse desamparado en traje de baño. En otras palabras, cuando $(2 de~qr!b@ .
les, bancos o yogures, np,se)):plicél lo t?cniC¡;¡m§!"1,t? sofisticados que [a vida cotidiana, se excluye una gran cantidad deexperienclé'\§,¡;¡Qcm-
somos. ,,','., tecimientos e ideas, aunque. sucedan a diario. La razón es.queno
Lo único malo es qll§J~d8~sto s6IofLln¿jqm:~mientras Junciana, P!Jecleni.!i~r descriptibles porque 110 parecen razonables.ssirio una sar-
porque en el momento en que semuere i:ll~n..li?n,O por lo menos se té'l pe¡'Üm\edacles que entorpecen-la narración, y-quea;,l'wdie le intere-
enferma, o aunque nada más se popga, viejo, po encuentra con quién san' pl.)e~toque son cuestiones privadas. Este universo de naderías es
irse a quejar del fraude. Debe ser patéticq contemplar cómo se arruga Pf§Q!SP'mC?nte,Ja,cultura:cotidiana.
la piel de la cara, mientras que el plásticoqeJgc.:omputadora sigue Iisito . ,:[qdél3d~p;clíq§"J890rales y,festivosja todas.h~)fqs, hábiles y ociosas;
y rozagante. ?n'.tQºª§,pªrt~,s,;·S8Ile$!YCasasj indistintamente,lcr saciedadi'!1lej or
c· . " _',. '. .._.._ ..",<1"',-,-," ...' '_,_ ...' _,':..c-'~'::;." :'-.." ,", : _-: -, ,,' _;: ... _. " • .' . "
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB LA VELOCIDAD DE LASBICltilit\s:

conocida como Ii:! gente, echa a andar esta cultura cotídíana, es decir, puede advertirse lo inquietante que esto.r~\~,·~~~~~~;~enWes
.fantasea, habla sola y canta bajito; siente, se apasiona, se le ocurren ton- ocasiones desorden riesgoso es meramente otro orden, que en rigor
terías, ensaya frente al espejo, se junta sin pretexto para armar chis- sigue la lógica de uno de los acontecimientos más privados, esto esi,la
mes, chistes, alianzas; para amarse u odiarse, así como para hablar lógica de los sueños, que son tan horribles o tan bonitos como e~o;
~qbn~ la política, la ciudad, la música, el futbol, la.vida y la muerte, la puede serlo una sociedad, Gondusión"ldpúbliqo es la puntª~el(pe;
compañía y la soledad, Lo que está haciendo, en verdad, es plantearse berg, Posdata: lo que hundió al Tltanío.no. fue' la. punta. Id '
i
~Itipo pe sociedad en la que vive y discurrir formas alternativas, aun- .1·
que lo haga con palabras y actos totalmente distintos e indirectos; En
resumen, bajo la superficie pública de laaoonomía, el sehtido,C¡¡Olllúny
la racionalidad hay pC)Jlta una sociedad que esdeltododifg r13píeyque,
sin saberlo, también tiene un proyecto de.soqiedél.9,atQ9f\s,.lyceS¡ne,-
jor,pon:¡lle es SllYO, que el qu,e s~ veníilaen;l~.ropinión p9b,li8p·:~j,i, .
Lélvidasocial no se. <:\Mdeen Cqt1di¡:W}flynOcqtidiani:\¡.,sino en
pública y privqda, .La t:ºnciePºifkSQci~ÜI19§st~ cliyidida~ml()9()nscien" 1;

te y lo incoP!?fiente, sinQen!qpgbligoy lqPlfiVadQ:' Hay·.#Q9as,í como


40a estHlctm~simbQHºª g4gmªrcaVl1él..frQnterªentreJ1~ayotra. rea-
lidél<:ll y estipula pa,mgªº~gnª,Jg\14esepqeqehacer'l?eQ~SltYsentir,
34 pero q4e w§qlta in~()mpm!1~ibl$y'gesen~ajªd()del ótrq l~q()tI?:n 10públi- .3
.co, qye. c()rreSpQnd§eh:m!!§hºi~'Jª ppjnióH púb!icaAr~qiq¡idiscursos,
televiliión), .se .defi!1e.gnHv.~:hª:ºecqnsistjr la .feél!iªél.d.§ocial, cuáles
hélD de serm~estrqSPr()1:H~ti1~~¡necesi<:\~desYs()IY8!Qiws " y atendien-
do ¡l.e!?tas.d~nnH;i9n@§()P@t~m~n'J~$9~pipj9Jte$l-W!!t,jc;as y... económícas
que afectan, Y.él nqtarrsirrb~li,*qmept~"plplenpqglélgente; es decír, a
eElqmjsma socied1idqlle"en·grjygQQ,Jjene nece~jq~aes.Y soluciones tan
clistintqq! élnf,aJQ mejQ~,elRrg~1~rnélqela¡n9ryeÚ:lesqmor es gravísímo
. Y Ppfél esq nQ hélYS914Qiirú~q9riºrniQélque Elirva.i.nL'P01ftico al que le
.irr!P9rte. pgrqW;!g~jst~l~Tf?glªl. frélPc;arMl)tep(Jblic;a,i )'~razonable", de
. qye Jo PnYéldPespr~qi§a.'tm~nte·.eSOF!'qSuntqBlj~ado,.cu"estión perso-
np.I\J1O obstante mJes~ª;~L;ªli)4I)tRPriVqdqiYlélcuestíón personal de
todos, a. ~()Ias, Hq$tqlgs'·9ñp!i·,$eqerܪiP9r.~j§rnplo;ser mujer era.un
asunto personal, y,p0resgfUgrqnl811aslasqlle.qcuflaron la contrarregla
de que lo. persona] es polítlGPi'
Las fiestas, y otras fOrmaliel1 )qsqqBeLqrden;se revienta, parecen
romper la vidqcotigiClnél,:perqen realiq?Ld.son .oasosen los que la .!·,U,·:'i,.' ... j'(r.;}'c':¡¡ '.;",
frontera entre lo públic,?y 10privaG9i13.lP borra: por un momento y 'I~
" ..

Los CURSIS

.'·Os cursis c.re.en que .la función de las v,entanas es tene. n.cortinas,
[. que les encantan, porque es lo que mas tela lleva, yJcríela esel
material de la cursilería; de hecho, visten a sus quinceañeras.de corti-
nas en el clásico color pistache tornasol, y. son losúnicqs q4e.c:qnocen
palabras como tul, organdí, tafetán O raso, yno baypr8bl~q1C1 si el tul
es de nylon. La cursilería es elrnéllgusto de los bueposs~ptimi(;lntos.
La cursilería es un acto público, y por eso Seregalan ;:¡lg¡Jn detallito
los 14 de febrero y se esmeran en todas las demás feSpC'lsp:rogramadas
para este fin: los.bautizos, las d~cl¡:¡ré;lci()nesde¡:¡morV lélsoperaciones
de amígdalas; en las cuales. e! obj¡:¡tivoes quelos .dem~#;admiren lo
bonitos que SPnSQS sentímiéntQ~de qmOzr,arnistad,',.tepll\ray delica-
deza. Este tipo de sentímientossonsuaves; mQmdosyet~reOs. O sea,
para los cursis, 10sheUosseritirnientgsseiparec~pip.:Ias nubes,
incorpóreas y esponjadas, porlp que!asreprqdQcenBol1hielo seco en 37
. sus .p~remonias y, por lo·dem~sr\crsimitan·en toq,~snOS decorados,
desde el merenque del Pé\steLyelpeinqQ0cle noche Dilsta las patas de
las mesas y los marcos de loscl\p.c:lr()S,n~t;:¡cªdosc1~volutas y contor-
nos regordetes. Se nota el horrorC¡Ue tienenpqdé'\sªrjstas y las líneas
rectas yse entiende SQ predilecQ\ónpprlosdpra.dQs ylapedrería que
no escatiman, ya que sería come>. qlJjtqr\eroces de!,gly perlas de rocío
alas nubes de colores.nebulosos, QOl11oElI¡:¡,z\.Ilih?, eLmamey pálido y el
rosa.', ... ..' ... . . .' i>;.L,. .
, LA tela es 13\ artefacto hlJm~noql\e rnejor.~()pja las vaporosas cua-
lidades de las nubes ~n S1JS P¡;\as,'o\qnes y eSG¡:¡rq!as, de modo que los
cursis adornan todo, inch.!idQSe1!Qsmisrnos18~.drapeados,frunces,
moños, satínes, cojines, brpcgdos.,. (lq,rpetitqs,m('lhteles, vuelos, enca-
jes y perifollos,lq cual los hace~entirseeI1I~shubes. Los muñecos de
peluche son su illsignia.Yqsf pomotodqlc:uepresentan con nubes,
todo lo hablan con a?ú.car,porqu?JosbuenQs·sentimientos saben dul-
o .• , ' . '.' •

ce: sus saludos y sus C1Ppdosestánbecho$de mermelada. Una "nube


de algodón de azúcar"essuco¡1sig¡1q;
-'~V"'''''''' >

LA VELOCIDAD DE LAS BICIQL,J:.TAS >;

LA.PESOQUEDAP llenar el hueco del aire;Y'§<;l irwenta


¡ zr s>. ,i ::' .\ -. '
algUnélac;tividaá'~,~r~~'llenarel
." • _.~ -. ··f."'·':,:" .~ ..::., ,;:'.':.' ......" .. ',<,,' I

hueco del t i e m p o . . , ..... ,.'...,.............. •.• \/ ,


Un frasco de champú no es un fra$(;q de champú, sino elt?pon4ito
de un hueco en el baño; lloq.;fqtO,de1élé:lbuelita no es ).mafptod~ la
El J~l nombredel p~niqq Anp~9tl'P.! q1,1enO& hqce miocal' florerítos abuelita, sínoun desahueq:ll1}lent9Pl\estP1311 -Ia sala;.:lé\ mJypríél! d~
E .c~\jjtq§~plo:¡;:,Gpjgn~s, cq.denitas.~nel
•.......sobre lp.s mesas,
c~;"en el estéreo, pqrqa@Senelp~r!fherp,perc;hero§trasq~lapuerta,
cuello, dís-
" "_ ' ... >::e.,>._,"",:":'
los libros no. son libros, sin.o:c~$,~ntre cuñaq pam tapiar librerÓ~.r;os
objetos que se denominan'~ac1orl}qs.n§qnlg que mejor se utiliZq,'p~r~
_', 'o, .', ':':_ ~.",

.estampados en 19? cPm'S€ltgs¡,s,P4!J!:mirsen lAS repi&qs,/![)es9qJ,leclad" es el recubrir espacios; se reconoce que s~m él.99fT1Q$ porque DYllca nadi~,,~e..
miedo a los huecos., q:\nwt€lrf§ti<3pgel1:'!<cj,Jlwrp:9c;cid(:jI1tq!,vnmy bien ha detenido a verlos y, por ende, no importa de quése tratl?l1' i Lª
.enunciado por Pascal q.mnqpgjjggyeels!l¡:¡ngip de !o&esPrSios ínfiní- función actual (fe, los objetos es. tapar oqIJ~qf:ldep, aunque pqre~ck:,
tos le aterraba. Por eSP lª gente,ªpenªs.YeUnh11,gq\JitQentn~lalámpara que sirven para algo más, Los objetos de la-desoquedéld 5<3 llqITlé:l11 '
de noche Yel despertador, !epo~egnpgrt~rretrªt¡:¡s,•. . " : , '
• •. . , , ",',,",' .,"""," --y" L:,,',',"'.

".IOUt ensl'1'las " , . u . \ ; < . "':':1"


" '.. '¡.
Las primeras tentativas histprjgq.::¡P9ntrql¡:U?IWe¡:!éld C;On!3¡~tie.ronen Por eso, los verdaderos templos de.la posmodernidqd$gl'lla¡¡',graI17
poner ~urallas a las ciudades para-no Ver etvªcrqcleq.fv.erp, y. pdentro des tiendas y los supermercados. Ahí la gente encuentra la,pazlel
e
levantar muros para sólo des¿YbrirqYe'fJ()n'º?\9R,pélredqp:~tecí~'qj:ro espíritu, porque estánllenos, y todo aquel que entra, sale con knp;
cuarto, como timbiriche, qtJe hqbípqH!3'It~HªHRh~rp'99n'm1l~bie$jY reliquia, aunque sea un frasco de mayonesa, porque recordó, con sus-
éstos con cosas, y asíJradalmc:mte, hqstp·ll!3g~r,.p.t§¡g\º XX,\./1¡:.,: to y culpa, que todavía cabe y, por lo tanto, lo necesita. Los lugares
No hay impulso rn.€lsimperiQs8 vp~r~nt~riq:q4~<;lJ de e:riq~ntr~~·l.ma desocupados son corno faltas cometidas, .3
pared blanca y no. c91@rléun QMicwlm'9P!T\9'siifY€lfa 4nél9ismqvisual La proliferación de miniaturas, desde lasfigLiritasde los coro flakes
que hay que rellenar. ,La mitéld de!mql,gg::¡tPc;9ntemppr~neP~ el.estilo hasta las laptops de IE.M, significa que los huecos que van quedando
"llenalotodd', obedece aestA9QD1BHlsiº;H:,k8S,'~RPpci~::¡I!~~~?~QTl.como son cada vez más Pequeños, como si lé:l cultura se aproximara él! jc¡:(eéll
ausencias dolorosas -: sr efecto, l'mmg!ª§!¡lf,ql,l!3, .nQ,?~ sºl?9rt~ [a-presen- de que no quede hY~c'9 algunq, qIsuepo de.un mundocompleto. es la
I

cia de una superficie lisa y llélna, seq cl.e, unt~rreh9,:pªtiq;P!?p;, eserítorío, saturación, Cualquier ciudad, casa, clóset q bolso de. mano muestra
estante o borde de, b?,lrí;:\npql, pqrque pr9\h\?~9J¡~,in~11..\¡e,ttiª:g§que"algo q4e ya no quedé:loquedAdq\Je obturar; sin embargo, el.miedo oq ha
falta" y la conviccióng<¡lque!!t9cl.?\VÍQ 9,9h~'\;,g~,mod9q~~'iD§tintivamente tf?,rmin,ado, porque, perversa y paradójicamente, la saturaciónda qbje~
se le van superponiendo mélG!'!tª§I§ilI~n~$í'tpPet~~~9qrkJaalfombra, tps produce un hueco en el alma. Ciertamente,L¡naparecl. blanca tapíza-
portalápices, cenicero§1trqf~q§,~Habºnge,lhºt¡;Iª?~p,§~mana Santa, gp,<:!e(::u.ad)."qs, pósters, cuadritos, diplomas, cuadrititos y terjetas PPs-'
radios, cristal de Bohemia, ve,!1l,S, m4f:\g~:l\-!it9~H:!e,!§~9S9qmndante Mar- tp!e~,Vuelye él serotravez una especie de superficie plana.y vacíél'fólq!
cos, teléfonos, ¡Hola$!V. Proce$qs"c'éljªs.cl.~K.lE3?nexY~I control remoto
.» Cl\Jea,hora i¡::¡llenable.I,.c¡ saturación es un hueco al revés que s,? §i?nte
de la tele, No es que LIr1q tenga90s.ª§·y lp,?.popg~g!1ªigúnlugar, sino ~,~~~rQ de uno mismo, y poreso la gente de hoy toma vitaminas, rlélrél
que uno tiene lugares yJes pone, algU~élcb.$e,Sledla cocina quedan Ver si;9sí)h,mg el huecodel ánimo. Debiera ser.extrañopero se entiercle
15 centímetros cuadrados, hay.que.compra; otr<0Tupperware. la Cíu- q].1'2;,~n,§rtª91,Jltura¡¡uperrepleta de cosas, hiperretacadada Qbjetqs, la
dad de México necesita.más élL!tomóvil?§ porque.tqclavía caben, aun- !:3~ntf%9js8:gl1J:3,Lsü~nteun vacío porel rumbo.del.corazón, un hastío, Un
que ya no se muevan. Ycuando por fin toqosl q $ agújeros del espacio ·?h}§~$tj99,·:·99m9¡¡iq.lgQ le,faltara. Es otra. vez es.t¡:¡oqueclqd, y ahora sí
están convenientement~.¡:;lau~urados,t:!ntqnc;esse pone música para .glÜ~n,qg,9§9ºmQVé:lmos a, taparla.
"",-.;, ...,.•. .;..,
il'l;

LA V~QC,[)AQp¡:¿.,~ii,61¿~AS . . ,'.~:' ,

i,
1",
cultura, entendida éstar~pm9Jª,~f~q.ciÓI1d~ex.periencias"
1,'
y áodos de
DIARISMO CULTURAL ver la vida. La fUf)ci6nde.la,.GJltWrqesfaBrl<:élrmemoria;l¡:ldelélinfqr¡-
H
Ji1I mación, paradójicamente, olvido. Y paradójicqmepte, otra0"Y~z, la~
ii
páginas culturales de los periódicos que sólo se dediGafl a ipforman"
1:
!"
', st¡;¡.-nota se permite informar que ya haydertia'siaoa informa
como si fueran escaparate? de mercancía desechable ~n.ªl Aurr~réld$
la realidad, sin mayor diferencia que los anuncios de eleGtrodornésti~
\
E
.. '., ¡,ci'ón; Nuestro modernizado duclP:danoprom~diQse·.cenasureca-
lantado con un nqticierq~l1kdel~visióp; secl~s~V1-lri?'algúnperiódico
cos, en rigor depredan la cultura a la que se d~<:Iicélfl' No está nad~',rn~\
que el periodismo cultural informe sobre activid¡:ldes,personajes,obra~ll'
~Ql1cpfé y flojera y se anlldalacorbata mientras ºy~19sn6ticiasen el incluyendo las de patética calidad como los é\ytqsh9\N~de pr~sen.tqciq~ ,
radiq del coche en mitad del Periférico,sp)qpp[ppdcluirir la sensación de libros; pero podría tomarse como cierto el gptoq~ que Yél hay clerna~,
de que le faltan ojos y orejas para las demás nQticiás :de los otros cana- siados datos, y entonces hacer otra cosa? P9~ ejelnp!o: crear ¿ultur~J '
les,periódicosy estaciones, yenterpr9~~lJinaldeldía de que toda la Crear cultura significa, _de inicio, volver la págin~CFpl~urprla':zofl~ í,
ínforrnación.que se tragó ya nosiryeParanada, porque como la vita- más cálida, menos solernne~y más seria de un periódico, Jvggrdeautot, '" \

mina e, el organismo no lél pIIJié1:qenp,Y ya hay una nueva y fresquecita,


l.,'.'

res y lectores, pero no de pontífices de renombre ni de,¿9DnQtpi9t¡élf.


de modo que hay que volver a empezar. y tiene que seguir consumiendo culturales. Frente al exceso informativo en el cual el receptor tiene qWr
noticias para 110'ser hvergüenza de su círculo social, porque ahora, así tirar la información de ayer para que le entre la de hoy, como ~omaflq~
como se tiene coche, buen puesto, guardarropa, esposa y teléfono vomitando en una fiesta, el lector agradece una nota que dure 'más que
celular, también se tiene información, que se usa como adorno y for- el día, que si no la guarda, sí la recuerda, porque lo hizo pensar, sedif 41
y ver diferente. Una nota que dura más que un día se hace en algo má$ -
ma parte dal Iook.
Pero tanta' información no hace ciudadanos ¡ más compenetrados que una tarde, lo cual implica que la página cultural se vuelve una zona
con sU realidad, sino todo 10 contrario¡hpc8'bn,ltps'grdbdi\6cuentes de suspensión del maquinazo, esa táctica lIenadora de cuartillas que
que.lllcen SUS datos comosifueJ:qncorbCltásY\[ÍV~n~9Iemnemente en usan los que, o no tienen tiempo, o tienenuna columna a perpetuidad
un9n~plidaclslJPerncial,;, porque el ~~()@9cl~,il1f9rmª~ión;frivoliza la como parcela del panteón Jardín, o creen que todo lo que se les ocurre
rgaIlclpd, en vista de quetqdq§ lQ5PcQpteGirniento.§V§1l(}esos informados es genial.
-desdeel dream teqm,eldestape,;elsi~~,Za1Jpg,º9fqzcSn'salvaje,
Por esto, podría decirse que el periodismo cultural es unaespecís
los
de literatura circadíana: la antropología y la sociología de diario, la
mellones de Gloria Trevi (o el pasClmontpñpsclel,sH~c.;oinandante Mar-
filosofía y la psicología en dosis de 24 horas, el arte y la poesía
cos) hasta el debate sobre el'pborta-:- oeupanel tnü~rnobiveldemercancía
deS~thqble, algtpdo ele ql1edeip deimportélr§ii~()snia~Herzegovina tamaño del día de hoy, la dosis precisa de alka-zeltzerpara no indigescl
tarse con tanta información.
efa unpartído.de futbol O ?l nombm de llPClI1yeYQc.;q.nta nte queestá de
pelos;.y,nótese cómo losejemplºs,punqueJtlsrWld~hoy en la mañana,
siempre serÁn' qbspletQs.EI1efe9tQl no·.hqyp<;\q¡¡¡hnás:frívolo que las
noticias de primera plpna, ;pofg4e1en ellqs!p-;realid¿d se vuelve una
cosa que caduca qía tras día; PQhaYll1pyppsen§C!ciónde tedio que leer el
periódico de, ayer,. y toc1o·peri6clicoseWelve,PPf déñnícíón, el de ayer.
Si se concibe lajnformq~,6nGQl1lo.la, transmisión de mensajes, el
efecto es perverso: a ma,yor informpciónJffiély()r empobrecimiento de la
~'-'-l--'¡

LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS


¡
L..,

DICIEMBRE para vivirse como si fueran relaciones personales, ;ele mqrwr~,q\lEl las
opiniones, conflictos, saludos, intereses y deberes no se desélrrQllan :en
............ ,... /
sus ámbitos respectivos, sino en el entorno desubicado de la. fiesta :>1 el
apapacho cuatachero, la borrachera y las confiancítas, en el sqqre~p~
demás del nombre ele un mes, diciembre es el nombre de un
A . . fenómeno social, Con sus propios datos y significados, distintos a
losde la economía,la política, la cultura o la cotidianidad del resto del
tendido efímero de que todos somos como el Canal 2, muy familia,res
y sinceros, y entonces puede verse al jefe de la oficina platicándpl~~\ls.
complejos a la secretaria. El clímaxes Navidad, cuando después de ¡q~
I
año. negociaciones siempre insatisfactorias de dónde pasarla, diciembre: s~'.
Diciembre empie?;aSOllUÍla sensación Q11.\3 llega poco antes o des- personaliza hasta lo más íntimo; esto es, hasta una Nochebuena ,ell'
.' 'pués del día primero, COl1cr~tam\3¡i.te \3ldía?rl que uno se percata de compañía de una parentela estrictamente anual, que para convencerse
.' que la sombra de los ~dificios~stáfnay le~ieron hojas secas; de que el de que es un día importante, se repite por dosmiltreseava vez que¡h a
aire tiene algo de acero inoxiqa.ble, como Gillette, y el sol se ha ansi- nacido el Redentor. Entonces diciembre empieza a descongestionar¡se,;
rnismado, de que las luces de ISs coches brillan más y alumbran menos, Diciembre termina en un saldo. Los peores son los saldos de f~f1jc;
y los ruidos de la calle su~nan acolchonados. Entonces uno ya puede lias muertas en carreterazos y de hijos ídem de un posadaz:9!,~Y~QS
percatarse del picoteo de la publicidad y sus foquitos de colores ven- patéticos n~m:ros son tan altos ~ue forman parte inh.erente. 9~J~J~l11~
diendo ternura navideña para chicos y granc:les, en fqrjI1q.c\e Mfi1;j:el y parada navideña. Los saldos bemgnos son los banQanQs,Jps.d§¡ªC;ru~
Bacard], esperemosque r~!?pect1vqm<2~te.y m~r~~tar~~;tina!lJ1ente de da y su desolación acumulada, la fugacidad de IaSV¡:lc¡'lciol1es, la.s ~o-
q11e las prisas, el mal hwngr,}qS qt¡~qp;cffr~~. g18$ B~PR~~1).trRm:lq.ui?ren bras de comida, botellas vacías y juguetes. yª rqtos,.,ig1l9! queunaque 4;
el
.
tono característico de la expectativa.",., .... : .•......... , ' j i ' ' ' '
. " . . -" ,.. ", . " '-.' -.' "".",; ,. _., '._, " ". -,",' ,.'; ~.<; ·,::,¡ __ ,.<·,;";,·'·~;'i::',,~·
" otra amistad decembrina, y el silencioSQP¡:¡is¡:¡jede@!1vPltl!ra,s rªsga~qs
piciembm transcurra, conforme aVqnza./,cÓrnQUn,~ººge~tiona- en el suelo, COmo ruinas de papel, fwpteª,las@ql'f~solaJTlentequeda
miento de actividades y cosas cada\'e<: más ?-t~sc:ªclO;,.{\J¡:l~songestio­ la tarea de rehacer el ánimo: parª:empez:élr eLélñp (Zoma si nada perso-
nes del ozono y l¡:l n<:lri<1:1 le siguen loscong?stionami§p.tgs.cle.tránsito nal hubiera pasado. El arbolito de;Q~vidadnodeja,de ser un símbolo de
en las esquinas ydegentem11a.sq~lasregistr~cl9r9csde Aurrerá y diciembre: el empeño de comprar uno que Sea na-tu-ral, efectívamen-
Líverpool. Asimismo, SecQng?stiolwn !ºsbil!\3tes8~LFlguiml1do en la te, tan natural que para enero ya estg.rÉt bien seco.
bolsa~ arrugados y mezclé\elo~'c~rwotas J!e n:~rn¡siQ~c:l?:~u¡~l'lsabe qué La mayor parte de la temporada termina en el basurero, y sin
regal~ de no importa qU~pmqiº;ymi\?ntrq.slé1§~tisqscvecen,s e con- embargo, la. ilusión de diciembre no se desengaña, porque, paradójica-
gestionan los Pqquete§ !3.H,lall[nqnos,las!3.m?ef¡:lseri<las paradas de mente, Se sustenta del gozo que les Produce a quienes están margina-
camión . y las listas' de pmi5¡tqqes·. en el. Ce!eRr9;;t~s; citas, comidas, dos de estas fechas, o sea, los solitarios, los. niños y otros que in,?
posadas, iqvitaciones YCQmpromiso~ entr?Crº2;~qqS'Se congestionan a intercambiaron enhorabuenas, .ya que ellos Pueden mirar..-,qpietpslEl!"!
medida que los días de ,diciembre se va,ns.Ce!erélOdo, como si las ilusio- rnita¡:1 del remolino (le los congestíonamientos- con ojos qtónitq~iElnc~h-'
nes fueran tantas que finalmente se hubier~n congestionado: como un tq99s, lps esplendorosos despilfarros y la poca habilidad de l()s J1avide"
embotellamiento' qe [elícídades, todas tratélndo de pasar primero. Q9S.')?9r9 P9rJ:?J.rse puerilmente, con lo que construyen lél creencia, (~Ue
La diferencia básica entre diciembre y otro mes consiste en que >.!q(·DP(h~§!,m~é1ffiqonará, de que diciembre es un mes bonito.
aquí las relaciones sociales se personali?an¡es decir, dejan de ser relacio-
nes laborales, comerciales, vecinqlEl~,;cqsuales, políticas o culturales, °lji: .iLT·gX,~S:tÓ Ü,\jp,(,;·;~) '<
LA velQCIDAD DE LAS BICICLETAS

estructura libidinal de orienÍC:lS;!i8P;gr¡:l!;)]Lque está que no se-la acaba,


'. DIOS OYE RADIO MIL ni mucho menos que es pr9q~c\i2~t~i:<¡;§t991~Ger un convenio de coepe-
ración entre las partes interesC:lgC:l~,Y?,l9,q~fíaAna Gabriel: "amor, tú
eres la única verdad", y las dern~SNi2rdªc\i2{i.s.g!1;mentira. Elr~per1()rio

.'
N ·adie que se~fl.o . . •. .r.m.a.. .l.'.d.. ~~. . . e.).'e
, . "no puedo mas d~ é\mOr;ymenos'sl presume de culto, moderno, '
..nt.ré.g~te, la pasión no espera y yo
radiomilero es el vocabulario nec~s?rig,pélrqi¡:;D,ti2nderpor dentro, y
por eso parece que nadie lo usa. .i . ,,;;, '

Las palabras clave de' este repertoriQ.~9nJf:lS.,cJ90.él9:.ªmor,a bando-


buena clase y juvenil, l\parte9~hlli?, Miguel, nadie lo dice pero todos
no, jamás -ya sea nunca o siempre-, unióp;,\>terhjdac!, corazón; o sea"
lo oyen en la radio,' d9p.de medi() cqadmnteestá' ocupado por el típico
un léxico de todo o nada para insistir en lo ina.lc;~nte1:>¡i2:¡3Lptro o por
género radíomilero, d12Jabaladap~p12p..qJ..1i2GlpNa:Trevi, Alejandra
lo menos uno mismo. Lo curioso es que éste es ,eL\~~it9t;le!1'PngtJaje
Guzmán y Emrnanuel cantan composicioni~'gg<Jg<:ll1@arlosC alderón,
sagrado. El lenguaje sagrado, acartonado y viejo,es~Lq]19;S.~LJtjlj:¡:A
Pérez Eotija o Fernando Riva, entre comercip\i2§de;G~ri~itoY:.A.urrerá.
para invocar la unión con algo o con alguien que lo tr¡:ts.Gi~.nq~;qt.!\lR,
Daniela Romo dice "tórname;: recom,~elm9pqdl2'm1'pi~1;qÜieroser
que para el caso puede ser Dios, la comunidad, el cosmos9~!9911
fyegpc;on el sol" y Míjares conti2stCi:\i2§ffii2nt,inl9yenoexistalamuer-
prójimo mitificado. Fey dixit, la radio es "el altar de mi credo particu-
te cL.Iapdo hay amor"; EnJa.era>cle \os discos compactos y el
:. _' . , . - ,'- -__. _"o "-"-,---s:~
'. - . : ::';><,':.- - :,' ,.,',-
lar", y por eso usa lenguaje sagrado, con el que Rocío Banquells canta
neolibi2f?~\ismo,i2sté\S qra,~iolwsf9sinzada.s9ipégajósas de tanta mer-
"llevo el infinito dentro". Según Juanga, sagrado es el lenguaje de la
melada se siguen vendiendo comosifUeran nuevas.
soledad que clama la comunión, de uno que implora la fusión con el
Existe el derecho a ser' cursi, pero pocos se expondrían al ridículo
resto: "mira mi soledad y dime cuándo tú vas a volver a mí". Eso es lo 45
de pedir "acaríciame, embriágame de tu locura, amor", como lo hace
que significaba religión antes de significar Banco Ambrosiano; religión
María Conchita Alonso; pero.si este lenguaje se difunde tanto, es que
es estar ligado a algo, "quedar pegada a ti", diría Tatiana. A Dios o a la
dabaservir para algo en algún lugar -y ciertamente no es para platicar
creación se le dicen las mismas cosas que expresa Luis Miguel: "déja-
entri2 la gente, aunque esté enamorada. No forma parte del vocabula-
me \obar el gran secreto de tu piel", y José José bien podría haber
.rio p araha1:>l(jrcon los demás; en cambio; )1\espumaccUiente que inunda
dicho "santificado sea tu nombre" en vez de "despertar a tu lado es un
mJ mi2pte" y .9trqs exabruptos de .Lucerit9'Sórj',·.pªrtedé i u n v d c a b u l a r i o
, vigi2ntl2'~ indisPl2nsé\1:>I~li é\:~()ndiyJónq~q~en9seusedóh'l1adie, ex-
acto sagrado". De hecho, Dios, en el sexto día, traía pegada una tonadíta
de las FIans.
cl2l:1tq:cqn .uno. mistl19,en, lpsi.rnQlTl?nt9$:<etrqüehay, 'que .'entender
El lenguaje sagrado de Radio Mil, "ambrosía salpicada de te quieras",
c()SqS, para las cuales.el)enguajecqp}Ún,OL\PAmejqr literatura no tie-
penp~lfibras. Cuando todo.i2\col'lººimii2~tq:fallá,:esbuenos aberse no debe ser original, porque las palabras nuevas no sirven para convo- .
. • ...;'J

car entidades ancestrales. Debe S¡3r repetitivo, pues en eSO se1?ps.~ l.'·. ·•
una, que, otrélqe Pandora. '. ,:. ••.. >..\/,,',': .'
todo ritual de invocación más allá de la racionalidad. Debe ser agmndidoi;
Mientras qlJ,e la cO\1versaciónsotipi¡¿Dé\!i2lrtrabajo, la política y la
inmemorialmente, siempre sabido de antemano para que nq~e:()10de,,: ,
economía~st~ni2S~ritos en otros leng\l8j~sfl~dptérioridadde cada uno
está escrita con este vocabulario: .las repliªAdes'p~culiares de la intimi-
y debe carecer absolutamente de sentido del humor, porque el hLlmor, l", "
es siempre. novedoso y además sirve para derrocar deidades, cuando]:
dad sólo se comprenden a la manera gp~taqaeirrazonablede Sasha. I '. ..' . -','C._.,"·. _ ,

dg lo q4~se trqta es de erigirlas. Por eso, desde los..sacerdotes aztecas


En el universo de laillterioridad privél,qp.¡flingún lenguaje nuevo surte
hasta lp,'y~refr\1¡':p,na Yuri, no atinan a decir. oírél'cosa que "torna, mi
efecto; ni el del psicoap¿¡Hsis,ni el di2!aPIJ,i2na onda, ni el de la burocra- : ""'.;_." _', '::. _:,', ,,", " ,o' • . " ,

corazón' ,
cia, porque uno siente que. "miJe!tq§ corno el aire", y no que tiene una
I;¡,l

PABLO FERNAN¿gC:~~STLI~~

La esfera de lo sacro est9qªvfBPle~:nente§i~nift~~rü#;'pero como ¡'!DORMIR


~~;
no: está de moda en unasoc1e9:é:lcl que. selasdq. de/s~<::lJlar'ylusacell,
:J.'

entonces la radio funcionacome elúhicoaptepdizajeª~lo'sagrado


iJ""·;_:-fL;"--:

O',
que la gente tiene a mano en momento:>.enq1,1e'la' ºClfidiéiiildad los
desampara y les cunde lanecesidaddeentend!3t la s61~da.cl.y:Ia;comu­ ormir es un acto difícilrmiisd.•. . e .•,.•.•. . itéld 'd.e. lB. P.,.o.blación actu.~1
. ,. i.l.a.'.•'.'m
tiene problemas para llevarlo a cabo¡y si lo lograre~ por periodos
nión de la vida. Prenden el radio y llegalaresPlJesta: J'arnqr¡unrélám
cortos y a sobresaltos. Mientras quec\lp.lquiera, si seernPerlª"p\Jeg~
pago en la oscuridad", Entre ~'tararp.rágs Rapio
realizar tareas complicadas, como aprehde,ril)glés p' subir eje: PLle,sto¡
quién vota?", se les revela la cifra dellJni\l~r$(), se ~!esc4ch"lel
dormir es más difícil parque hay que, preqjsélmente, 110 empeñaniel
Para dormir no se requiere concentración, atención, dedicación, ÍneTDot
ria, pasión, responsabilidad ni ambiciones, sinoabsqll.ltqmente todo lo
contrario; es decir, todo lo contrario de lo que se-necesita Prrél triul)fr~
en esta sociedad de la competencia, que consiste en cuidarse,ge)9J
demás. Ah, pero eso sí, faltaba más, que los demás se cuidellde41101
Por eso nadie puede dormir. Porque el que duermeestáen-una
, posición muy poco competente, con los ojos cerrados, los músd.do~
gelatinoso::;, las ideas en blanco, la baba y en horizontal, que es la po::;t
tura tradicional de los caídos en la lona;' los muertos, los tiradotesen lq.
46
playa y los borrachos, todos desparramados, cuajados e inutilizados. I
Dqrmir es, en efecto, un descuido. Quien-duerme se desresponsa]
biliza de sus asuntos' e intereses. Quien duerme deja suelto io .que má~
quiere, ya sean sus hijos o los altibajos en.la bolsa:de valores, y también
deja suelto 10 que más-teme, Ya sean los-terremotos o a los demás pard
que le den un madruguete. Dormir de corrido no es una prerrogativa dEl
vigilantes ni fugitivos, es un avance de la civilización del ,-
quena pudie-I
ron gozar los cazadores ni sus presas, los nómadas ni susdepredadores]
Pueden dormir lasque no temen 'ni quieren mucho, que coincide G,9Pj
los que no-tienén mucho. Alínteríor de las clases medias ascengeotes,i'
que son las que tienen suficiente y sobre todo quieren más, es donde se'
da el mayor número de insomnes, siempre pendientes ae~lJ.slogros yi
:'~'.> ." . aspiraciones, siempre viendo moros con tranchete y corri¡3rando segu-!
'ros centra-terceros. Son los perseguidores perseguidos qU13 !1UnCp pue- :
d~ri'Pegap'~t8jo,
Dc>rmjr'§8v¡i¡yqto de confianza. En efecto, para haqerl9,hayqw~:
·"iqha~r.gll,íi:iªm~RiltdadJundament~l'
del ml1l1do. Quien se duerme cOn-
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB

ji

fía !2n que nadie va p, asaltarlo, en que no se quedó abierta.la llavedel gas, EDADES MENTALES ".,~/

en que hoy no hpl:>r~ temblor, en que su mujer no lo va abandonar :-;

m!entras tanto,~q 9,l\I? Dqlo correrán del trabajo, en que sí queda café
para el desayuno, ~nql1eJ,\qtiel1enada que hacer más que dormir, en
ara decir buenos chistes hay que tener como 18 años, cuando'[a
qu~ va a despertéir'JTlqñana. P()r.~s9 pone cara de angelito. Tal inge-
müqC\d no tiene pruebas ni garal1tí?s;~f3 trata de la confianza íntima,
gen~tic<:l.,casite(::tónica,<de que la vicla19 e~pera hasta que despierte,
P agilidad mental está en su punto óptimo" felino, para atrapar al
vuelo cualquier circunstancia y hacer-un comentario.afilado, como zarpa-
como a la l3ella pUrlTliente, E:sta,pqnfianzél básipél§g l1él,ITIq La Sociedad, o zo. Antes de esa edad, todavía falta práctica", después, el cerebro.ya
sea, los otrQ~q1.lf3velan mientrase,l Cf\z¡;tc\orsle?9élQ~Gl, los que cuidan a perdió sus reflejos de gato. Hay cosas que, se pueden hacer desde
antes, como música o matemáticas, que es donde aparecen.los.niños
un? miel1tra,9 uno se olvida de, ellos'. , < ) , t ' J ¡ " .. i,
" pormjr es el olvido. Quien duermeGPlTletf3¡1~;ber!J19§ªjngrati­ prodigio estilo Mozart.o los genios precoces tipo Évariste Galois, quien
tUdde' clesa,tarsede la memoria de todqloq~e¡9Hi~r~;temei>!t¡ene, de
I el día de su muerte" ¡;¡ los 20 años, estableció los fundamentos.del
1
:1
las pitas de su a~e,nda,de lasdud¡:rs.de lé:l7xistenSi?b\:Q€}s!J§.remordi- álgebra. " ',;
1\ mientas y pulpas, de las ideas,~eJ?sprovect,c:¡81g§;;¡U;Yf\r:lÍclªd y(~e su Como dice el Eclesiastés, hay tiempo para, todo; ,pero'Gom9QiC:;en
pasa, Escapaz de, 0Ividarse,clesími.~mR,¡ªe§4n9mfur?;Y"SU~Pl'a, y las mamás, no siempre se está en edad de hacerlo. Ves ,ql,lel¡:¡ edad
Il
\11 hasta ,dél idioma que bél81910!0c19'ést~qlJe,nQs~a.lqélflífª por'glgún mental es una dosis exacta de cultura y experiencia, de añejarníeríto ne-
~¡JII ~trp gíegio¡ ~eél(al(:oho!"cr90~9Jocura,., Es cierto que lasimágenes de cesario y suficiente del conocimiento para producir algo decente ~sea

irl 48 !q§ sJ-l~ñP,s


.
sqnrecue~~()9~E;!Jpia,
.
pero los sueños solamente aparecen una Novena sinfonía" un Chanel número 5, un Guernica, un. Regresow
, '

li¡ " "


en le¡ fª9ym~ssupydjyia,ljep.la fase profunda ("delta'~) ni siquiera hay Ítaca o un mole poblano-, ysi no se alcanza sale un bodrio; pero si
,',',',' ""

¡ti
i!' s),lef¡os; ~l()lvido es puro.iy el durmiente no se mueve, "como tronco" se rebasa, también, y por eso en g?n~rp.1 coincide con cierto número
"It
está p~?a,gq, "corno piedra." se hunde en el colchón, como si 'se des- de años. Es algo así carpo la ooincidenciade estar con el equipaje
J:
1,':,1
1
pren~i~ra, ,q~ 1a.h,wnan\c1a,~Y se rgirwgrta.ra, al planeta Tierra, donde correcto en la estación correcta; de otro modo su tren nollega o ya
'l~I1
tie;'~'~~s enc8~4r~,q~W:PJl¡99,ilq~rn9~}ltq4~ con cualquiera que se fue.
'1
1,1
\1
'il·lil!!l esté q~'spiert():, ; , ,'"", Las canciones de rock y las ciencias físicas y naturales no salep
'.,' Pero•• la nuistrp,.eslll1~$~di~cl~d;~PnJq~, pJp$,pgloI}es que cuenta
'111
:\:~
bien si no se hicieron pasados los 20 y antes de los SO. James Watson
~qrreguit()s cada noche;: Lél, :CqDfja9z~~~,$,?m~rSÚ~?~i~fl f31 olvido por gis,eñó la doble hélice deLDNA ajos 25 y luego se dedicó a corretear
oclwhorél,s al díaseestávolviendounr~curs9.esc¡:¡.so. Una.sociedad de alumnas en la uníversidad, Bohr, Einstein, Heisenberg y'Pauli tenían, I
1: 1
i~smnl1es' (Cllertas O empa.stm~clos);~s yn~;~()giid,·~~',~~~nemigOS mu- v~iQtit,ªntos años cuando hicieron la física moderna, por la:quem~s , ' i

tuos, c1§cteprer:la.dores re0Íproc~$,Jocl0J'YiTnq<? ,9Y~raquién agarran tarde les dieron sendos premios .Nobel. MaravillitasGOmb!~RJ.1by '!'
:1
'j'

dormido 111i~ntra.$se.cuiclp,n gg ~~télrg?s,p¡g~O$: IW3§.cti(;Yi'¡:;!.ºJ;k,ik~a.rcllingstone'lsólo se dan mucho antes de !df30 1


.' ,,::,,' ~., _._." •. ',"._. _ '.'., ;,.' , :. ,., . .'.> _~' ...', ., "'c' !" ,í' ,..C?'"
',. '. ,- •• '

9PlJr¡¡,<PA;;;ifl.s!¡81Je,.Jirn. MOrJ;-i s9 l1 tenía razón cuando dijo a los'?7aflos il.


,g\l~!Y~i?§tél.~{:hW\?j9i¡q¡phq lo cual se metió a tomar-un bé;lqq> , ; .
¡

1':
E:;¡ ,RAr~g~ji~§HI;J~r() lascosas que parecen más.difíciles, las-que ;,
.~t, :~::,., .

apapté\l!enii.s9Ddq.sRq~r~ql1ieren menos edad, y. té}!,!ez pareceljm~13


clifícile.spQrg~§;'l:'!'l9:J9§?ªprecia justo cuaI1QoYélDQPl,.!?de hacerlas,
PABLO FERNANDEZ CHRl5TUEB
u

mientras que quienes las hicieron a la edad adecuada, ni cuenta se


EJEMPLARIO
dieron. Es el caso de las ciencias y artes más abstractas, de números,
claves, fórmulas y notas, que casi no se aprenden sino que brotan más

E'
por inspiración, espontáneamente y sin querer, que por maduración pa-
ciente, incluyendo eL?-jeqre?jclesd.~Spasskyhasta Kasparov, la edad nel distrito Seis de París,. saliendo casi a boulevard Raspail, por
promedio de los.Gampeone§mº\lcli<:lle~es;de28a ños; Cherche Midi, hay una calle qoeseIlama "de la Mirada" (Rue du
Hágase.lo que §e hél~alla prÍlnen;P\\lÍl.lray la primera novela de Regard). La fachada del edificio de la'ésquina tierieésculpida una cabeza de
cualquiera aparecerá entm Jos3Q y lo::>. 49, Antes de. eso todo son mujer con los ojos cerrados y debaj6 hay 'unletrerb'que dice: IVO oigo".
pininos; después de eso, Cll,.lerer ser: novelistélClpinígfgssolamente que Barry Manilow, un cantante neoyorkino, sieinpr~lescribíq'suscan-
uno ha oído demasiadosu disco de pi hombrep~;!qlY([1!1chd) La novela ciones, sin mayor gloria. Cuando le llegó el éxito,'fUecori; uría'letni'que
Cien años de soledWifueterrrünCldél al()s.:39af!q::>(q~híÚtór; claro) y no había hecho él, llamada "Yo escribo las canciones". " ,i
Modigliani acabó sus lindíBil1)éls monígotas a la tt.¡bercWgSa'edad de 36. Sir Issac Newton (1642~1727)es el fundador del pensqmientcr¿ien~
El cine requiere c:jJareníqnes como Kubr:ic~Cl,.lél[J.8()hizo2001: odi- tífico moderno, al demostrar que todo 'el universo es un mecanismo
sea del espacio. La arquítectura yJa e::>pyltura igual, ¡jqrc¡pe;para lograr- regido por leyes naturales. En 1936, la Casa Sotheby's de Londres
lo se necesita haber leído,;yisto,p!atic¡:¡.do,§(3ntidg.yspñAgO más. Como subastó todos sus manuscritos, que entonces fueron revisados por bió-
decía Le Corbusier: en ~rqu¡tectjJraP,9hayMozarts,AqDflas p recoci- grafos y admiradores. Descubrieron que Newton fue, durante toda su
dades no sonpreciosidades.Fr~nktl()yqWrjgthF8ns,trUY6suCasa de vida, espiritista.
Q la Cascada a los 46 años, 10sm\sm9B<gUeJeníaR.0diQ9úando le dio su En Chapultepec, Ciudad de México, hay un parque cercadoymuy
Beso a la posteridad. TambiénlaGqnyerpación·~~:,ª,~~'deveteranos. bien cuidado, que se llama ahora Jardín de la Tercera Edad y que, en
y lo que se supone que esta1}J~cilquer¡e.impre.§iona ninadíe le efecto, es estrictamente exclusivo para: personas ancianas. Además.de
hace caso, tal vez porque aúndejélltaedadp~rp..apreciarloy quizá flores, árboles y esculturas contemporáneas, hay una gigantesca jaula
nunca la tendrá, es paradójicarnent~élqLJeI19qyy().periodo de gesta- para aves. Dentro de la jaula hay buitres.
'ción es como de 50 años, puestc>gl1ereqllien~:,no'sólode saber de El escritor francés Guy de Maupassant detestaba profundamente la
todo un poco, sino además de'P9n¡:¡~!oarnaqerªFlJn'rato:las ciencias Torre Eiffel, ese "horrible esqueleto" del progreso que' afeaba toda su
hYll1élnas y sociales, como filos9fͪ"historiél!h~i~()ibgíay esas cosas. ciudad. Maupassant desayunaba todas las ,mañanas en el restaurante
Quando Freud tenía 40 añ.os no.J-l.a.b.ía hec:h.b.,.•. P.·•.·P.·.•.d..: ¡id.B-.'.' .'. nada. Peirce, no del primer piso de la Torre Eiffel, porque era el único lugar en todo
obstante ser típico niño prodigi~,;fundaJq§e!l1iQlogíahasta los 60 París desde donde no se veía.
años. y monumentos como <la C.rítipqcl~19rQ.i~n.;pura; de Kant, es lo Los miércoles 23y 30 de noviembre de 1994, en Francia e Ingla-:
que puede hacerse cuando-tei1g9,,6{hClf¡9~,;!y':·:r" terra, respectivamente, se suicidaron (respectivamente) GUyI)(3'pord y
y pasadas todas las edades,~i e1tnó3P,nyrwallegó, a lo mejor porque Tomtny.Boyca, Guy Debord, fundador de la InternacionalSit!lacionista,
ya se había ido, queda la inIl1arf'1§i.pl~pPBit:Jilidad;de sentarse en una escribióun libro-tttulado La sociedad del espectáculQ;qüe hace una
mecedora a perseguir el solecjtog~¡C\¡:¡$tªcion;' que a esas alturas es , crítica finísimá;edmplacable' de la sociedad cóntempor~neé\.Tbmmy
una actividad cultural de la mClyor§apiduría. 1 Boyce escribió el'tema de Los Monkees.
Hans Chrístían Aridersen (1805-1875), aqt()roe losmáspopula;
res cuentos infantiles,' como "La sírenita", "El~oldadito ele plomo" ,
~"-;...,,.;, ..,,-...,._. - __ ~, ..:..:..:..c~~~;":'_.~.~'--~

PABLO FERNANDEZ CHRlSTUEB

LAS ESCALERAS
patito feo" o "El traje nuevod?I''Prp.p~r9'ª,9t:1;tuvo una vida desdichada
y triste. Freud opina que esto se 4ebi8"g.·q~~ su madre nunca le contó
cuentos de Andersen antes ~edorrn.if-'i·''; .
Zenón de Elea (490A3Q q,QJ"ljlósofp griego, famoso por sus i las escale:as son p~ra subir o para baj~~ es-una pregunta absur-
argumentos contra la PPs!~1liq¡:¡dgel mPvirnÍ\~pt(),sqstenía que si Aqujles,
el de los pies ligerqs, c:oI1tE!ndí¡:¡ ~n,upa¡:<.lrp?rq4e,+Ométros contra una
S da. Es ObVIO que se Inventaran para subir, .porque, para empezar,
nadie quiere bajar; por eso los dispositivos planeados-para bajar nunca
tortuga y le daqg)Jn metro de ventéliél, nGn<;¡:[ppdríaalcélnzarla (por han quedado definitivamente perfeccíonadcsicomo.es.el caso de las
razones que nomepen,phórél qlcélso):S?gúpI3(:l[~sºn,erclíadelap rue- resbaladillas, las serpientes y la caída libre. Despu~s,de,):qdo,f'escalar",
ba, Aquiles a!Gé\P:zp¡:lla'tor1:pga y selª¡:n.l~nt9<.l'?el1ónenla;cabeza, de que significa hacer uso de escaleras, síempre-quiere.decirc''stibir", y-las
modo que Aqlljles n<:> sólo¡:¡lci'lptp.ª1i?J9r1:W9¡;i¡·isino,que -la tortuga instrucciones que les dejó Cortázar a sus cranopios son paré1.subireseac
alcanzó a Zenón. . •.•. ' : .., e). . . . leras, nunca para bajarlas. El hecho de que las quinceañerasútilieenIas
.j::l.ferrocarrilMé:)dc:p-Ct.lernpY¡:lC:¡:l,estélblectdQP¡;¡Ce más de un siglo, escaleras curvas para bajar el día de su fiesta, es sólo un truco para que
fl,lE!sl,lspendidqdefinitiv¡:¡Il)E!~teJ¡~klQ;ge.jl,lniQ de 1997, debido a la parezca que nacieran allá arriba, como los ángeles.
gn,'n Cé1nti.d¡:l~l d.§ªC~iqel'1teS.ql,1\3cPlJ~qba al' atravesar la Ciudad de , La escalera es, una máquina que se inventó sola, y como todos los
Mé:l:d~º:Enel rec:prriqo fmP! que ~ organizó para despedirlo solemnemente autoinventos, quedó tan bien diseñada de inicio, que no han sido necesa-
aquel. últimp día, en presencia de las autoridades pertinentes, la lo- rías mayores modificaciones desde la construcción de la Torre de Ba-
comotora 9245 se estrelló contra dos automóviles que cruzaban la vía bel, el prototipo oficial de la escalera. Una escalera es la hija de un pas\llo
:i:\ -52 (nota de Víctor González en El Financiero). y una pared, su cruza, 20 centímetros pared, 30 centímetros pasillo y
j
El ferrocarril México-Cuernavaca-Iguala-Balsas, establecido en 1894
\\ así sucesivamente, hasta que se termina de usarla y uno está del otro
1\ y que fue suspendido definitivamente en 1997 debido a los altos cos- lado del pasillo y arriba de la pared, en la planta alta del mundo, enton-
'1 tosque significaba para la economía nacional, dejó sin comunicación
!I ces se descubre que las escaleras duplicaron la superficie del planeta. '
\1, .. ni economía a más de cien pueblos que hqbían nacido y crecido a
":: Pera la extrañeza básica de las escaleras radica en que todavía
.l. orillasde sus~as. existen, a pesar de que, cuando hay una escalera, por mínima que sea
r:' lj;\ jl,leves~4cle illJjgqg 19..97, ei'tmneqitoppra niños del Bosque de (una escalera mínima recibe el nombre de banqueta), junto a una rampa,
Oh9:Pllltepe(},mje.c:qmjnc.t~q'prePJeºAs8'\Jn8;velocidqd máxima de 10 la gente prefiere usar la rampa. 4,100 años después del zigurat de Ur,
kph,.c:hoc:p (;on tr ¡¿,\JI} ár\;J91;,1'::I9.S§;x~gis¡traxon pérdidas humanas. que es la madre de todas las escaleras; 145 años después de que Elisha
"Parqdojª:,Figurqrgt9riQª·".S1\JeQ9p.sis.t\'!~nemplear expresiones o Otis fabricara el elevador y 97 después de la primera escalera eléctric¡;i;,
frases que•.enVllelven.·.contradicción;}!."", las escaleras manuales, o mejor dicho, pedales, siguen instalángq~~,.
"Ironia;. fig~r(i~~tc)ri~q'9~~i~~~$i;t~endªr a entender lo contrario grandotas y bonitas, a la entrada de casas y edificios. Por alg \.lDE\ r¡;12:Ó .' ••. ,
\J.i~.'nre.,.·.\¡:Itª9lg(¡nqcontecimiento
de lo que se clise.:?q:lJ.·Md.•.o.·.·,.· (l•.·I.,g.·. irónico de La razón más evidente es que es muy difícil no. Pélrecertafélcl?' ~n':
ll
la realidad, gen~ré\lrpgnt~;E!,(liQ:eqgg,'?s,1,.lnª¡paradoja. Cuando una una escalera eléctrica o en un elevador; por eso en e!los todos' van con, ,
paradoja sucede en Iq r@li<:l~9?C'$.e!:UQe,qU? es una ironía. cara de yo-no-fui, En cambio, la voluntad, concentra~iS)11Y coordina-
ción que exige el,aSCenSO de una escalera le PQnE!acUplquiera 11:\car~
de inteligente, incluso 1:\ los que compran e$% qpari:ltgsgimnástico§ r
( 1;;,:}"'.
PABLO FER!'!A!'!º~ ~H~I§TH~\3,

especiales para subir e~caIPn.~1~!1-Ip,-c()~;áidcid--8~".~Y-ho~ar,


sin tener Los 'ESOTÉRICOS
que llegar a alguna parte. Una +ª2qn mÉls 1l':JlÍf,P?r:p,távica, consiste
en que al final de las esca!~r9:? 1'i~mprehabía~nelt~r, la luz, dios o el
éxito. Si en la Edad Media en. el rema,tede las~s(Jp,l~ra,~hpbíauna cruz,
ql}~ hQ~lhaY8u.n ,:;c;~.;. s portentosa la capacidªdhu.mª11q,Rª,ª~1J9Q11trªrla Verdad Ab-
lo más probable es l:3MW
Por ambas razones, lCl~scqlerp. eS,el símbolQtr~qiqi9Pal del esfuer- E • soluta en el supermercado, _parp héll!ªrJ~L $~ntic;:lo de la Vida con
. prenderle a los horóscopos de RéldioC~!1tro;Aúltimas
sólo fechas,
zo y el triunfo, del tm(¡ajOyel e!:JtgtlJS,: L qs eScalerp.s~pCSTP9P9Y las de ,- _. "- ':",

caracol son es c é:ller9 spe pu.ro esfv¡:lr?;gyrg~pa detriHPf9;~p'efecto, las


todo el mundo lo logra: todos andan.con. sut~rq~rQjpPor.el cuarto
escaleras del é~ito 59nl 8,& rE3(;tP.s,s¡nn~Ila,!1Q9d.es(Jansnlp.;f1i(¡~m3,ndal o camino hacia la quinta. dimensión, praoticandq. Yº9i:tY,Fe!1~al1do sufí,
balaustrada, pan~ que Se note. la:epjwldiq .qelqqe~s(;éllCl,'YsJ~n ¡:csegún purificándose con yogurt después de la.contemplaciQQ"eppql¡:¡lldq if-jj~
opiniones..'aut~ri~adas- corno de 7g.es9alones"q~gw~n,í9!:Jq\le·.tenía rámides en días de solsticio, solicitando cartas astrales c;om9.,sijue~an
la que s,oDóJacoh e~ la Biglia , pp.raq~es~ Pu.e9~;.tePcsr,ia,Jniradp muy
actas de nacimiento, leyendo cafés, manos Y bqrajªs,tGonSL!ltamlº.~ll
en éllt91 mientras se sube cQmo:a,b~Prt9.:CSn§!)g~a,hYi$lm(¡i~PPf1ra q ue
Chíng Y otros cuentos chinos,
"
El hecho de que la gente se sepa su signo zodiacal, con asceo<:hfn"
.G ¡I,;: IJ",.-·
I
nocualquier hijqde vecinQ p4ecla lreP¡:wlgs,!!Y: RélJ"P, qUe u.no 'PlJeda
!H~fJo '. ver}'abaj()laSesc~lere9!.',)~~pr:~,$i9n:ClbY'~ja.g4e >,selJsaba,' para tes Y descendentes, quiere decir- que hay algo que ya no funciona :en _
esta sociedad; la Verdad, esa que fue tan útil durante el siglo; 1a.4~la
n~f~rin;ea)9s~ir0entes,'.~§sQ.~}:iY!?·~Ü:m1pn~less.a,ÍiQserpientes cuando
tirpb~nlQs.9ac.lC?s-:~HÁs.,~~§~!erassonJametáfora de! ~xito, los escalo- ciencia, aquella con la que se puede obtener la composición químísa
ness~n lélrnetáfqgldeLpfójimo, al que hay que pisar para apoyarse y de los sueños, .mas no comprender un sueño ni entender para qué
54
sirve ser feliz o infeliz, o pensar Y sentir, o saber verdades cíentíftcas.
seguirsubiencl9·
Pero lqs escaleras, en su interior, traen desde siempre su antídoto, La verdad.científica todavía es correcta, pero ya no es creíble. Y e~ la
s4 propign\'mación, Y es que los escalones presentan inmejorables vida diaria de la gente, de lo que se trata es de creer, de contar con-algo
rn~d\da,sgmOl1qmi(:i:\~pªrélej~rc~rotra actividad, a saber, no subir sino que dé sentido a las fortunas Y desgracias cotidianas. Puesto que las
mtarse,yq ~eCl~n9Qgi9élo,g?~Patélrrpc\<:lmel"lt!3,p ero siempre quitado de creencias religiosa Y oíentífica ya no sirven para eso, puede verse a
itarseen unrl,pc;rrllp.rrdmnlica evidentemente npsubir, lo cual católicos ymatemáticos, amas de Casa Y posmodernos, hippíes y
yuppies, burócratas Y rockeros, sesentaiocheros Y empresarios, .bus-
Rqit)c:eañ~ré:l1i.}{ . .·'PI~ff%JiF@eqisarl~·,. su cando creencias Y encontrando verdades, no porque sean correctas,
sino porque son necesarias. I:Ji
Así corno cuando uno está buscando sus llaves todo parecellav~fg3i .
así cualquier cosa se convierte en la Verdad cuando se le depCl?<jté'! yn?, .
creencía,,;Y;cªsflos esoterismos, mezcla de religión, ciencia,}'.pí;1bas'~e
batea" la mVi'tden encontrar en un café turco, en cUéllquieLpalabrQta
asiá,tiqijl YJY~t!fi9ªrJP, religiosamente con un ély-pues:Y9-,5í~~reO, o intel~c~
tUalmeJJteRQr:i:9u~iJlJpg y Borges también creígt1 y además' uno ya,
leyó Elp~ngylq,ª~El;).l!()º!11t,_ojustificªrla depla,ho ctentíficamente c;~)O
poner 19o!;¡qn-!;(ª9rr9_iªgi,~}{pertqque no, mql1icsre j\lstific_ar._·loque:,~?
,-tie/ f , ,",J':::., '··'1'· .. J .......( 1
PABLO FERNÁNDEZOHRlSTUEB

...
evidente con el solo he~ho,,:9e.'s~r\.lnilJrrlif1~9P,' es decir, de haber
Los ESTADIOS'Y'LA$:'MULTITUDES
tomado un curso por corr~spOngeI1ciél.l-~~rNddel.e soterismo her- ".0';'

mético de las trascendencias oc;L1ltélp es, guca nacjie. tiene que exponer las
razones de sus creencias: paraeso son oculta~'i?'·. ¡-¡.",.'

Así, las verdades quesee.ncuentransbne~tri9t<!tmenteciertas; en


efecto, la contemplación-realmente relaja,' el;1:9q1I¡:¡Cbpuntualmente se
cumple, las cartas dícen.la.verdad.Ja gente se élgélrroJde las manos y la
E n el estadio Hil~~borou~h~de'1nglat~ .. P.:.. ~ del Notting~~m,
. ,ri.a.·i/'·Óím
en 1989 sucedió una típica tragedla'de'futbol: no, no perdió el
equino de casa, sino que 96 personasrfúli:ikrbri'EiÍTas'ildas'porla multi-
hermandad les vibra en bue.nélqnda. ElLChingdélTespuestas exactas, tud que entraba al estadio, en untiempb récdrddétS 111ii1i.itós;'con una
pero sólo porque tiene.una c;antidacldepalqbrasgiftisasalas que se les eficiencia de un muerto cada 3.7 segurídos.: Según; ést~y otras trage~
pone el significadoQl1eLlnOyatraíacle anteman81 y silo que se busca diéi1s afines, no cabe mucho hacer unapsicólogíadé¡:éori1 p()rti'lmíentode
es tener con quién salir el viernes en la noche"ClhF,donde diga luna las multitudes, sino una psicología del com¡jortéitnient6dé ¡os~stadíos;
rutilante,ángelcie.lfª~goO duraznos en,'almíbaH;s¿'8ntuentra la res- porque la arquitectura es también una formadep~nsániiento;cómO'si
. :,_:'1 _', _.:,:';, '. ,i

puesta adeq.l9clél salg~ o no salsa el viernes; pqr?Ú3llc)(el diccionario o la obra misma fuera una mente da.concrato armado, que"se'activa
la-sección amarilla sirven' contg4ale:xactitu~,R~;puede interpretar cuando el luqar se ocupa. ",;;'
cwó\lqLlie.r cosa de,cualquIerotrcúla creencia está en)q[nterpretación, que Después de las pirámides, como las de Egipto, los estadios; lcorn,Óel
no proviene del libro sino de-las preguntas d,elos'creyenfes, de sus Azteca, son las construcciones más extrañas. En ellos, dice eanetti;':'."to"
reflm{Iores,leoturas y ele IqqLlesevqncontan~~';Dnos a otros para dos los presentes dan su espalda a la ciudad; la masa está sentada frentéa
56 convencersede . creer. La verd.<id' no ··.·.seenc~~8fré1'ni iSe descubre: se sí misma" y, por lo tanto, su fuerza "tiende a descargarse hacia' aden- i
Inventa .y.~seqm~ru~e.en la cOrnunIcqcjón.'.>')' tro". En efecto, las miradas, los movimientos y los cuerpos de •sus '
Las esoterias pueden ser creenciClsmás,hQi1itéls,'que la religión o la integrantes propenden a compactarse y consumirse, como para no
ciencia. porque no.pre§entan nLun:InLlndode.p&sO",ni un-mundo de ocupar lugar en el espacio. Mientras que en otras partes las masas
datos, sino' un ml1ndoenc;anta,dQdonde lá vicl~~e; hace interesante; improvisan su apretujamiento,en los estadios, diseñados especíalmen- '
'Y/¡

pero-aceptar-sin rn,ils,CjLle SaturnocastáenlaP9siqiónpropIcia para los te para ellas, la arquitectura ya contiene este Instinto, El interior de un
capricornio es.abaratar la magIp"pQnerla'enu!'1\:l~tader()de supermer- estadio es, formalmente, una bajada o despeñadero en forma cónica,
cado. Para queseélc;n:~íble,unªcreenciéldebe§~irnayor que el creyen- que termina en un punto en el centro donde se concentra la atención, la
te: debe ser inabarcable, Porlotantoipara's'(")stener la verdad de un fuerza de gravedad y la inercia de movimiento, y hacia donde conver-
mundo encantado; noca~ sufisiente creereqIgesoteria, sino creer en ¡~
gen las masas por su misma, ansia de cohesión, porque toda multItqd
eso con lo que se cree;eqJéle.soterja;laúltim~;Ycardades aquella con la es como enamorada, siempre quiere estar juntita. De la misma marwrél.'
que se inventan yconptp.1yenlascie.mM,Verdades. La creencia que un puente impele a Cruzarlo y ver burro antoja viajé,'·~LI?!Jnto. .~
~
inabarcable es la coml,lnIG9cióncon laqyg:!iiigente. se convence de . central compele a ser ocupado por la masa. El manchón:qe saque i
creer, con la que hacen.lás preguntas Yí=lpdonde. después vienen a ,InicIal de la-canoha es el punto que se carga con todil'I~atracGión y •
encontrar las respuestas; En,. rigor,'tcx:!as.lél.s pi'llaprasson mágicas porque pasiónde léI' muchedumbre que llena los estadios, y ya que es un centro
hacen ver lo que se quíerever, Todos 195 glElstos son rituales; todos los bIensirnb0lieo; se puede mover de lugar, tornando la apariencia
libros, cabalísticos; las ideéls,él,lqt¡ímicéls,:'!:T.Ienguaje en sí mismo está ctepelo'ta'Felp¡;(IÓh'?sel dentro del estadio rébotando por todos lados;
encantado, porque todo lóql.leffieqcion¡;vsevuelve cierto y verdadero. por. t3so¡iotlaii99cá§plas tribunas, la genten'-!flcSlIo quiere devolver.A
~~2¿_;.c,L~'~',-L;· .. - ,,
PABLO FERNÁNDEZ CHRlSTUEB LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS


veces el centro puede adoptar la apariencia de árbitro, al que -como hacerse oír, porque masa e ipdivi<:llJo i5.?lJ' dos universos psicológicos
sucedió una vez en Argentina- los jugadores, con todo espíritu futbo- separados. En el breve infierno de Hillsborough, la multitud, en su
lístico, pueden matar a patadas. precipitación al centro, salpicó exactamente 96 de esas rebabas, aplas-
Empezando por el centro, un estadio es una pirámide al revés, y tadamente individuales, y no hay manerqmf1$ solitaria de morir que en
probablemente su Sl!~ptut9 contemporáneo, Las pirámides, como la medio de una multitud. La culpa fue del?s.tªdio.
del Sol, son estructuras m?Cj~9S, CllYO enorme volumen se fuga en un
vértice, en un puntocentra] 8l\~ <¡!rril:>9 quesimboliza, según los diccío-
narios de estas cosas, "e] P!l,pt99~ PArJ:ic;la y, )lega<;lq de todo". En el
hueco de un estadio cé:lbl:! p~rf~stqm§nt~ YD.P pirámide invertida, como
cuña, que está de c?\~e~f:lim,~,é¡\g'~p19BQ~iqIQp, sino también en la ¡p
sustancia, porC¡4e uq.~$tq~H9, ~,R.sqm81p:S~§qlrCl de una. pirámide he- ,,
cha de aire. Y está al re\{ést9m9i~n, en la función simbólica. se supone .¡,-¡
que lo que se acumula en!:!1 v~rtice elela pirámide sólida es energía
!
"inmaterial"; mientras que ep el estadio, construido en negativo, las
masas entienden $U simbolismo invertido, o sea, que lo acumulado en
"el punto de llegacla"Cln~ abajo tiene que ser una fuerza material, de
carne y hueso, ropa y banderines: una masa humana, con el ímprevis- -r. r
58 to problema elemental de que la materia nos:ªpe en 1,111 Pl.1I1tq,salvo 59
hefh~ Pl!r~., , I
\
Vn ~stapio es, psí, J-IO erI1bygg. gema,E1RS, qHe,º,p~rq,~qn la lógica I
de lapregunta absyr<;lq: ¿S4~nt,8.~E\ge§l1vnr.mb,Bq8?,"Y,Ase es exacta-
mente el imposible yolllroeq., quel~:~JINll~ti~nªf3,\ª'H9nq~Ptrar, sin
hacer CqSO de la simple lógicél,de ql!~el;~stqqipY~est~.!l~no. La turba
inicia, pues, su viaje (11 centroqe atrªccié¡n.~~r~)9~tenerla,Jose stadios
cuentan cap dispositivos dec¡oPtePciÓnIC9mOytB.ºI~t;je, las puertas y
Nnelesl la pqlida, lqs' desniveles, los ~si~mpS:YJA§',~r~jas. Cuando el
Sentro se ha"encendido" YJp,m8sa,est~~fenq\48{nad.a la, detiene, y
para,qójicamente¡,ICl,s\:>arrem§ mª$ilbatjbles¡~S?m8'lae polieia, pueden
causar menos destrozos; en Hm$b()rql!gh;'1~'iü9l!SjP!epero, importuna
flexibilidad pp1icié\ca d~jQpªsªra,lªHlasap~r~qlJ?S~ fuera a topar más
abajo con ~PDtencion~s mª~ rí9idªs, son:la~,y stp iniciativa, como lo
son las rejas; pero.Iá.masa.no s.ed?tieneens.lJvÚ~j?;sólose va raspando,
rasgando, rasguña I1do,y cacléluooclelos.iit-gnes que se le desprende
deja de ser parte de?ll¡'l para CQIW?r1:irse§p: otra cosa, en individuos , ¡~d

que se quedan solos, ai§lados, espªnt(')s~m?nte incapacitados para l';~ '... ~:~
LA VELOCIDAD DE LAS BICICLITAS

LA ÉTICA DEL ESPACIO El poder es el acto de quitar espacio, c0':11o,cu¡;¡11p, gente ya no puede V--
aproximarse, aprojimarse. Se entiende por qué los poderosos tienden
a engordar.
En cambio, la posibilidad de vivir próximos puede expresarse con
ientras que las obras complet.as de Rulfo caben en dos libritos la frase de "darle su lugar" a los demásylotcual.esuna.ética. La-ética
M que se pueden llevar bajo el brazo a todas partes, cualquier
superestrella fugaz exige un piso completito de hotel en su contrato de
consiste en ocupar el menor lugar posibleenel.espaeío.imoverse del
modo más sutil. No estar de más, no ,figurar -de.imáses una buena
\) presentación, amén de la cantidad de ~~pacio .qu.e ocupa en el.perió~i­ forma de la sutileza; pero, sobre todo, .existe.uná.maríera-de ocupan
ca cada vez que abre la boca para decir sus nimiedades, La diferencia menos espacio: la que usa una bailarinadehalh~t\cLlyoC\Jerpoparec~
entre ambos es cuestión de espacio. que se mezcla con el aire. La maneradeqcupqr:.el·rneoof;lugaF es
El espacio es el DNA de la convivencia social; es la manera en que' ocupando bellamente ese lugar. L~s cosqsbonitas"sonaqu~lIascuya....
uno puede estar con los demás y saber que pertenece a algo y a al- presencia no obstruye la ~!:~pción, por el. co._n_tr-'-p_ri_ó....
;.prog~~c_e~.P
guien. Por eso "prójimo" quiere decir próximo. El espacio es una ma- impresión de que la construyen: un olor limpio. una textu¡.asl)av~.t#!1~.
teria social que lleva dentro no sólo metros, sino valores, normas, frase chistosa, una idea inteligente o un trabajobienhecha'no.estor-],
l....__ ~ __. ------_.-.....-~-~:~-;--
pensamientos y sentimientos. ba~ porque son modos de estar que no quitan espacio.a:¡osde1]l~'1
Cuando uno se avergüenza, mete las manos entre las piernas y se sino que parece que se looan. Así, la estética no esunaCI"8tnq,sino:
encoge todito, como para no ocupar lugar en el espacio; en cambio, una forma de la convivencia, y así como se dice que losniños b4~no?$on¡
cuando quiere asustar al otro, abre los brazos y la boca, y se infla como bonitos, o que las pinturas bonitas sonbuenas.sasí.la éticé"l,!es~st§ticq.1 61
para ocupar lo doble. El espacio es también una sustancia simbólica, Nuestro actual avance cultural ha ído-adquíriendcelos ide¡:¡.l~s¡;:1?j~
. que puede tomar forma métrica, pero igual h¡:¡.y un espacio auditivo, torpeza, al grado de que la dimensión estética-se-ha.perdido, por. lo:
~ vi?tléll, conversacional, editorial,vital y, pQJ;§llPY,e_~t9;¡º!fªtivo, según que a la gente ya no se le puede ocurrirotracosaqLie/!ganarnespa~ ,
~~nota. en e\heqpoc\eqLle qL!ienpPseb~ñ~e$'~?dl)Midoa mayor cios, conquistar posiciones, escalar puestos,alcanzareStatus y dan /
distélPci¡:¡.. TocI9~?·espasi?l\,'HwlW~q~I}Q~8ttq~,r;?taFVivo 'sígnifica ocu- muchas, muchas órdenes-como la granmeta de su vida. La ruina en que
par un lugar en el esp¡:¡.c:io,per.P,qüeu:trp?qLll1JQ~'ViVos son un recurso ha quedado el planeta es un buen ejemplo de cómo ganar espacios. Al
i\Íll1iJ¡:lc\o, el espacio no, por 10W'WlqlTlél~~~flS!eqGUparlotiene cense- inicio del milenio, el elefante del poder anda suelto en la cristalería de
<::uenc:jas para la convivencia social. .•'. ,.<¡> la vida, lo que produce en la gente la sensación apretujada, oprirnida',¡
. Lq torpeza -esa habilidad pélra tropez<:lr~~'~gLlsto- requiere más d~ la falta de espacios libres, de no estar a sus anchas ni siquiera dentn:rgeiv'-
cancha, y como para ser tqrpenosepic\eMrmiso, no puede pedir sí-misma, como si faltaralugarhasta en los propios,pel'1samient()s,J6ii
':" 'lO'

espacio, sino nada más quitarlo: uncocPeB:60· kilómetros por hora cual impele a expandirse' como sea, a codazos,con las torpezas del:
quita cie~ metros cuadrados de calleqUe}1élc\ie puede usar, y quien caso, donde el prójimo es una obstrucción y la convivencia, un ch o ;¡
encima se síentecreeído.jnflado; COmº §r~l midiera todo eso. Al pri- gw. Míentree.más se gana menos hay,porque .la>ú,nic;a manerad~i-----<",
vatizar calles, acapararconversaciones, ge;stiéular conaspavientos, apar- tgn~H~§pqC¡p~$ dejándoselo a los demás: ésta es la bellezadel asunto: "
tar butacas en el cine con el suéter ohinchar;se de importancia dando
órdenes y mandando a lp;sdelllÉls;j§ e;stÉlejerciendo en el espacio esta
torpeza, que resulta ser m4ygl~Hnm()Sq,'y.recibe el nombre de poder.
LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS

EL FACILISMü DE LA SENSIBILIDAD MUSICAL Es una forma de comprensíón.dívertida pero rupestre, porque cons-
tituye un código que se puede usar sin decodificar, es decir, sin identi-
ficar ni entender: basta fusionarse y confundirse con él para sentirlo
automáticamente; uno se vuelve música, y salta y se balancea como
ella. Esto es lo que le molestaba aMarcel Qqch9rI1pcuando dijo quel'la
H a de ser descpnsolador para,los, rockeros convictos enterarse de
que cualquier anuncio de yogurt, cantantito al vapor, político
populachero y la nata dela fresez clasemediera son todos, también,
música no es una expresión superiqr.deLindivjduo;no,esmás que
tripas contra tripas: los íntestínos-respondénsa la. JrjP?l 'degato del
rockeros; pero el mismo rock.icon el estilo trémulo y sobrecogedor violín". La música, como las cachetadas.,esuna;reatidad¡::ruda, que para c./
que tiene para hacer palidecer; a los demás géneros músico-vocales, sentirse. no requiere reflexión niadi(:~str:amiento.pnwiº,yppr,eso'se
mostró que la música, según se escucha cotidianamente, resulta ser la presume de que calma a las fieras, admiti,endoasLs!;1;prirpitivismp;co.sa
forma más cómoda de la ideología y que, en tanto ideología, se ha difícil de presumir con las pinturas o Iasescultura$;\por(lLI~"nOiha~
convertido en una manera de ver el mundo. Decir que la música no perro que les haga caso.
tiene fronteras equivale a clecir,rigurosamente, que es un lugar común; Mientras que la pintura O la arquitectura-se componende oqjetqs
y en efecto, el repleto lugar común de la fama, los fans y la alegria quietos, a los que hay que ir a buscar con la mírada.atantajla .músíca
: tiene coordenadas musicales. La música sustituye a la plática sobre el tiene la capacidad de agarrarnos por la espalda, porque los oídos no Se
d
¡'I
clima y se ha vuelto, en verdad, un clima, al grado de que se ha abolido pueden cerrar ni dirigir como los ojos o el tacto. Un cuadro.en lapa,~ed
.,,11 el derecho a no oír discos, según lo consigna la regla de saludo de los es en principio "nada", y para convertirse en "algo" necesita deLC2s:"
invitados: "¿qué, no tienes tocadiscos?", mientras que el derecho a no ~
fuerzo detenido
. del observador; la música, en cambio, no requiere .
de
1::1
,I!
\i11 ver nunca una pintura, a no tener un. objeto cuyafuneién-sea ser visto, 'I~, búsqueda activa del receptor. Oír música se parece más a respirar
,:'Ii
:'11 sigue siendo una garantía civil. ;,u>,' 1, que a trabajar. Sólo así cabe que se toleren sin curiosidad las canciones
ji,ll La musiqalidad se ha convertido en.la f9rm~·pr.iór.it¡'lriadecontacto con letras taradas o en otro idioma.
¡ji!i
I"I.I
iI!
(;onl~ re~liq¡'ld,decomprensiónyconotimiiint8'dgLmúrido;en oposi- Así, corno aire respirado, la música de estribillo y tonadita ha pedí-
¡I\' SiÓpq\q$ illlá!Jenes.vis\lq1esy.\as.pélI9grªs¡)ªsg~linas,ydas bibliotecas do instalarse como entendimiento de la vida. Considerando todos los
¡II"
¡'II!:'¡ es.tánvqcías porque pargentenclerlaviqqpª!3t~:t~rarearcualquier cosa radios, autoestéreos, tocadiscos, walkmans, conciertos, música en te-
~ntre los Enanitos Verd,esy Café Tar;t.¡Pa.:es!ai9,éológía fácil de ver el levísíón, videoclíps y adolescentes andando con la música por dentro,
mUI1dQ.musicalmente.Todoconoci~i¿rit9"ª:~1~réalid¡'ld se hace me- tpdps sumados, encendidos y desparramados sobre la ciudad, puede
diante.palabras o imágenes; la ¡núsic:a,esq:emPción inexplicable, per- '§4Ppnerse que, en efecto, la músíca constituye un clima social; estQ,ewh.
tenece alaclimensiónlas imágenesa\l9ltiYél9iJªsimpresiones, las ex- ··,W1é.l comunicación y conocimiento sociales. Si se 'define.lajd~óI9gía.
perienciasy los impactos, peronoa la dimeDslgn'de,las palabras. Por "QPl11P una versión ínsosteníble de la realidad, entonces Jaf9pna. más
eso no se puede explicarlo que se escuche)" ypará'Cc')municar que una :fá,cil,delQ insostepiblesóÍ1 las sensaciones, que Ilegancorpoelclima.y
canción está padrfsima hay que ponerse a Pélc:~f1os gestos del vocalista Se tienen que aprender; ni explicar, ni discutir. Laideologíq
~.y el baterista al mísmo-tiemporo sea, recqrrir.'aimágenes, como los "'.'''.,' ,." ;qll,l$icaliz?\dp. no. .consísta en una doctrina inyecta\:¡le,sino nada más en
'niños que tienen que actuar todc Ioq\leplatiCan, porque aún no pue- /~§(mtir,gejªrs~~¡¡evar" ,en vez de "saber, hacf3[.venir", porejemplo,
den separar las ideas de 10sqc:tqS y PQrque':todavía no les alcanzan las té,\l1to,§~n~irp8J).q.l?errpitido,Saber que la .~xslJb"ersiva teoría del fee/ing
palabras. ., , yJ::¡ vibrg<)la vi~ne,en';'i~ntido,.contrario.,
LA VELOCIDAD DE LAS BICICLET""S

incrementada por la gravedad.da qngar a las carreras, con dinamismo,


FILAS
viendo el reloj, impacientándose ante tantatardanza.
La segunda razón es que las filas están hechas del material más
atractivo en esta sociedad: gente, y en su mejor momento, ociosa;
disponible para el escrutinio mutuo, que es el verdadero vínculo social.
T odo el mundo dice que odia hacer colas, pero no es cierto: les
emociona. No puede no gustarles porque podrían no hacerlas.
En una ciudad cuya densidad es de 500 filas por kilómetro cuadrado,
En las colas uno puede llegar, sinmáspretexto'queeI.deber de estar
ahí, para averiguar sobre el hombro del deenfrehtej::¡ué lee y qué trae
un día pleno para el ciudadano promedio es aquel en el que va al banco en la bolsa; para ver de cerquita los aretes'yJas:áfrllgasdel'vecino;
tempranito y saca para ir a pagar. la luz, el teléfono y el predial en revisar concienzudamente el guardarropa de una gama qe prójimos,
sendas sucursales porque ya se pasó la fecha del banco y es el día en todo el espectro de las modas; aprender nLtevasposesdeesperay
límite; o va a un restaurante en el qu.e hay que esperar mesa porque se aburrimiento, que son las que hacen parecermás'¡nt~ligentéalasper~
come ríquisimo, para luego escoger justo la película que garantiza un sanas, y ser enjuiciado en todos los rubros preeedentes.ipére.lc cUi:ll¡
cine atestado. Ni los domingos son un día perdido: se puede hacer cola por lo demás, ya se venía preparado. Las colas son el sllstituto,c1e f'
en el mercado o en Sixflags. Siempre habrá un motivo importante "paseo". Una fila es la asamblea de miradas a través,delascualésupo
para formarse en cada ventanilla. Y entre fila y fila, hay colas para aprende a ser visto, de modo que sacar un pasaporte envísperásvde;
dejar a los niños, pedir información, cargar gasolina, comprar palomi- vacaciones se torna una vivencia fundamental. En las filas se intercam;
tas o, en los minutos vanos de un día pleno, marcar algún teléfono bian una que otra frasecita, sonrisita, farfulleo, que las vuelve sitios
ocupado, fila virtual de la informática. En este país no hay gente sola: amistosos, de suerte que existe el lamento impensado de que la Gola nó 65
-,
¡

está haciendo fila de uno. haya sido sólo un poquito más larga. !

Hay dos razones para que la gente se emocione haciendo cola, Ambas razones, una negativa y otra positiva, conjugadas, produ-
aunque tenga que decir que las detesta. Laprimera.es-quehacer filas' cen la frase más significativa de la clase media: "tengo que ir al banco",
proporciQna, li:l ilusión de, estar ,haciem:!paJ'gQQcmq1,le.:1len,ar las horas o sea, que la gente dice que odia hacer colas para tener algo que decir
del día. A simple vista par~ce@Ef:yªjQd~:rmºtV:!Qjienedemasiado que mientras hace cola, y así todos parecer sensatos dentro de una cultura
hi:lQe r,.'Per9ac:tl1a,lrI}eqte,' ti:lntQ lQ?tno"bi'ljQ8'c()!TIq, JQspasatiempos pro- eficientista en la que no se vale admitir públicamente que a uno le
mediR spn aQtiyic~a,desabstra,Stfl?c¡ueQP!1slstene nelecirle algo a al- gusta perder el tiempo mirando cómo los demás esperan en hilera.
g\lien, psistira .l~g~res,pi:lsarllrpªpeIgeªC¡U.L Para>allá, poner vistos Por eso la gente hace una cosa como si hiciera otra, y de la misma
buenos,prepderaparatos,s6nreírl~ªlc:lirPte',;!>in que al final quede manera que llaman "acuerdo", "junta", "cita", "convenio!' y"poners%:·:.
construidoqlgoconcreto, "rea1";por.esp§~J1roQ1Jdela.sensación de que en contacto" a intercambiar una sarta de insulseces, a hacer colass~I~'
algo falta, lainqu.i~tlld de un huecQ vital,e¡tüiditoansioso de lo incom- considera "tener mucho que hacer". Ésta es una socíedad.queeculta '.
pleto, a lo que s¿lok~edemspon,c:leI"sepG~~hf~ndblelas actividades al ~ys mejores. intenciones, pero si quitara las lustífícacienesyasumiera
día, a ver si con .eso seQompl~té\,Y qnf'! c!elqs más serias es hacer colas los gustos, lo que quedaría sería una fila redonda, que.es una filq sin
porque parece necesaria ("sino, le Q9Pré'l!1¡:¡ uno recargos en la tarje- '. pretextos. una ronda de socialidad, que es lo que la gente quierehacer y
ta"). Así se fabrica la il\Js!ónele hqberhec:hQ algo "importante", tanto no sabe nic;QfPO declrlo ni cómo pensarlo.
más si es "urgente", pordomiepiel1. Vele!;;l pena dejar los trámites para
el último día, cuando la certezade"haber hecho algo "real" se ve r".i:
LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS

LA GENTE la gente, cOllJo todo buen profano, tiene el difícil privilegio, o don de
gentes, de ser igual a todos, de no ser excepción de nada: de ser nadie
en especial de la mejor manera posible.
En fin, la definición más técnica de la gente, aunque no sea muy
vistosa para las encuestas, es la misma que la de Dios: "nosotros somos
A ntes se hablaba de las clases sociales, los obreros o los jóvenes
para que pareciera que de veras se hablaba de alguien. Es hasta
hace poco que se puede hablar de la gente sin parecer que no se habla
los que somos", a partir de la cual se puede saber exactamente quién no
es gente. Cuando se piensa en la gente, queda claro que no se trata del
de nadie, porque ahora ya se sabe con precisión que es la gente la que presidente, ni de Luis Miguel, ni de los científicos, ni de Carlos Fuentes, ni
ha logrado los avances en materia de democracia, rock, justicia, ecología de uno mismo. En efecto, y en primer lugélr, la gente, no acepta, a los
y futuro; sin embargo, lo impreciso es saber quién es la gente. A la individuos: cualquiera que tenga un nombre propío pqdr~ ser quíenquíe-
encuesta absurda que preguntara eso, se le contestaría que, obviamen- ra, pero no es gente, porque la gente es anónima. Ensefrll ndo Il.1gar,
te, este, pues, chin, digo, o sea, es la gente ¿no? Respuesta correcta: tampoco acepta las especializaciones de esos individuos, sea lacierWia;.el
lo que ya se sabe no se dice, sólo se ejerce. narcotráfico, el arte, la religión, la farándula o la política, porque r¡in g ul1o
En la gente caben todos, pero es curioso que una palabra tan plural de esos mundillos es propiamente mundano; allí nadie es pro.f;;ll1o; 119
sea singular; la gente siempre es una, y no se puede contar, partir, profana, sino que profesa: es profesional, y la gente es amateur; Yen
sumar, ni otra,~ cosas que hacen los científicos sociales, porque es una tercer lugar, tampoco acepta las instituciones de lasespe¡::ialidéldes,y pc;>r
persona colectiva, un mundo. De hecho, "mundo" significaba original- eso la gente siempre aparece separada del Estado, las empresas, 10$ eqYh
mente "gente", como todavía sucede en francés; y en español, cuando se pos y cualquier otra organiza.ción, porque la gente es desínstitucíona],
dice que "estaba todo el mundo", puede referirse tanto al Zócalo reple- y por estas tres razones, uno mismo no puede ser gente: cada quien,
to como a los cuatro cuates en una fiesta. Lo colectivo no tiene cantidad, que se sabe su nombre, su oficio y su puesto, habla de la gente como
no aumenta aunque sean muchísimos, como toda la gente; ni se divide si no formara parte de ella y dice "la gente que votó en las elecciones"
aunque haya bandos, como tu gente y mig~nte¡ ni disminuye aunque sea o "la gente que estaba en la calle", como si uno no hubiera sido.
una. solo, como.una gente¡ ,nitaJIlPoqq-s?'gpntrqdiceaunque sea todo El caso es que a últimas fechas los famosos, los funcionarios y los
junto, corno t99é:l la gel1te'qL!~est¡§,:,§ptª;pqJ?!g§tos'efectos se inventó el profesionales, siempre tan oportunistas, quieren dialogar con los pro"
términode ~~!q§ Qel1tes'l,l?9€¡rng 9~9p§p'pll:1Qré!$que sirve, de paso, para fanos, en el entendido de que a eso se le llama democracia. Delante de
t11ancharéllps pUrista?'~9singyla.ri4élqc:l~19§m(¡1tiples, la pertenencia de los profesionales está la sociedad civil, el público, el usuario, el suJetg
los ajenos, la, jgüaldacl de l()?:djstintP~:'la,:.mi§!1lq'gente de siempre. social, el contribuyente, pero, como dice Serrat, detrás está la
La gente sólp tiel1eunél(:a.r~derísi:ica.:,?e¡:,gente, que se nota cuando esa bola de imprecisos pero reales, aquienes valdría la pena COl,l}pr~n~(
. alguien es bien gente, fl1UY ~ent70rl1~?,g~nte, de manera que la gen- der para que va,lga.. la pena ser profesional. Porque la dempCfa,eiaes
tileza es, en rigor,elélrte'de.§er~~nte;~13tqes';la capacidad de no tener
gentil o no es democracia.
otra cualidad, capa'1idªº~stae}{.p.lí<:itClfl1enteddinidaen el diccionario,
donde gentil, mmtiles, g~nte,sigDifjdªpien merecido, profano, y pro-
fano quiere decir tentado POD gFml,lndQ; mundano. Es lógico que los
moralistas no sean del tqclp gen1;il~§,:sntre los gentiles, como en el
gentío, no hay jerarquías, S,\jPerjpctqages ni inferioridades, porque toda
LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS

t
Cuando la sensación flota enel ambiente;.fumar es sobre todo un
EL GESTO DE FUMAR
estado de ánimo, un modo de sentir, que proviene de 1827, cuando
surgió el cigarrillo y, junto con él; la tradición de los salones fumado-
res, que eran sitios de relax y conversación; del "smoking", que era el
a montaña de sermones de la Secretaría de Salud y de los traje para asistir a ellos. Los Iugaresdende-hay-cígarros prendidos
L ecologistas de pulmón no impide que a la gente le dé por apren-
der a fumar como requisito previo para cumplir 15 o 16 años. Hay
todavía guardan el aura decimonónica.debohemia, circunspección y
romanticismo, que es la mezcla de la que se compone. el aire que se
quienes confunden la vida con un cuerpo sano, pero el valor salud no es respira al fumar. Por eso parece tan interesantesaprender.a hacerlo.
el único ni es universal: hay otros, como el valor socialidad, el valor Los que aprenden a fumar, por lo común noabrigan:ir;iteneiones
estética, el valor pertenencia, que son los que intervienen a la hora de tener tos crónica ni enfisema pulmonar: sujntEmciQríesJadepami~
de fumar, y que no se van p, so§l~yqrriElda más porque a un funcio- cipar en esta atmósfera de sensaciones, paraloeual.hay ques\'!guii:los
nario .o ex fumador eonvarso le'cl~porJ)éÍcersuapostolado del aire gestos y ritos conducentes, que en sí mismos son ernodcinarites,.pqrque
limpio. son los que corresponden desde siempre al rito de hacerfLiego';so~a
El cigarro no . sólocalJ~a;~áQc~r;.P,n:>clJ.:l()~téÍrnbién. -con el humo
.,' ",' ,,:,- •........ , ' , - , " " . - , ' , ,,-,,' '¡ - ":. ,.-, , .-
que siempre ha sido de la máxima importancia para laesp~ciehurnarla;.la·
lento y azul, con el oloFp, tC;l,l:>f;l<.:Ol;<.:Q!1'1¡::¡$,f)S92?9rIi),§' que utiliza, con leña y la tea se reducen a la expresión mínima del tabaco yeLencendec
una serie de ademanes tfpi§q~cl(;3fI.-HT!aclotSl.ln~·?§pg<3ie;cl~atmósfera, dar, que todavía produce el chasquido inmemorial de la yescá'Y"el
de ambiente bien' viciado' pero rrn.JY:étc:og(;3~pr;.PJyq;1::>rincipal caracte- pedernal. Para los niños debe ser verdaderamente mágico el espectáculo
rística es el enrarecimiento d~lentorqo:ElbuITlQ!que'llenael lugar de un adulto concentrado por un instante, cejijunto y cabizbejo.rha.
desdibuja los perfiles. sec~s.yhab;tll;¡~§ cleÜ0s,Q1Jjet~~, y se desdibuja ciendo casita para prender un cigarro, ya pesar de que en la escuela.le
también el olfato y el gusto einc\ll~~'!é:lt~mp(;3r~Wrª; Esto crea una dicen que no, la atracción es inexorable. Apenas aprenda a jugar con
suerte de panorama de fondoqg~q9t~g%c:i~ftél!rr~El!ip.ad al paisaje de fuego, ensayará hacerlo con un cigarro.
un café o un avión en la seC~!9l1cle.§hBgMAm;j\J.l1to a ella, la de NO Los adolescentes, estetas natos, escrupulosos del estilo, se subyugan
FUMAR suele verse limpiament§ge§p!~c;la,:Ft;c:jg¡:wrotieneel mismo con la belleza de esta atmósfera desdibujada y enrarecida, de este sen-
efecto que antes tenían el il1ci~D~8(;3rrJA§9~tegn'lles, el hielo seco en timiento flotando reposadamente entre la gente, y difícilmente pueden
las fiestas de 15 años y eI'!étI:)'9F~n!¡:W;J:¡~!íc:41~sde espantos: darle prohibirse encender la contraseña de ingreso y darle el golpe: sabe
cierto aire de extraordinario ~létsit8~c:jql1}., '.... feo, da su cruda y sale caro, pero a cambio tiene algo mejor que la
La psicología ha mostrqcl.oql.l~.p~anc:l();~P,Yn¡lugarhay algo difuso, salud, ese fetiche de fin de siglo, a saber: entrar a una tradición mucho
como humo, que no puede s~r98§c:ritgq,!1ihgJJI1objeto concreto, sino más arraigada en la cultura, en la historia y en la sociedad qUeJos'
que baña y empaña toda lasitW:WióJ}ic:otno)ª iluminación indirecta o aeróbicos y la purificación de los alvéolos.
la música de fondo, ese algoI1()s~¡S~rc:i\:Ú~.Gomouna cualidad o pro-'
piedad de los objetos, sino COm()4npSIlEllidad de uno mismo. Si la
música es alegre, se siente que elp'!e~n~(;3s0no. En otras palabras, deja
de ser una percepción y se comlÍerte el1 una sensación, un sentimien-
to. Todos los que fuman sabengy~pÓ es lo mismo fumar a oscuras
que ver el humo; prenden la !\-l.~ Pitr?\ que el cigarro sepa.
\ ..,-,
¡Ir
-_.-

LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS

LAS IMÁGENES DE LA POSMODERNIDAD La posm6'dernidad empezó en el qrt~,Y la filosofía, pero ya se ha


hecho cotidiana: cuando Fernanda Tapia dice por radio "ahí les van unos
comerciales, a ver qué les vendemos" , los comerciales se vuelven parte
del programa y empieza a crecer otra realidad, la de las horas de anun-
cios intercaladas con cortes de programacióo;Losanuncios de Studío
E l mundo es real, pero no mucho. La moda de la posmodernidad
consiste en la fascinación de descubrir que la realidad es más
blanda de lo que parecía, y que por lo tanto se le puede mover.
Une son interrumpídos por un noticiero, en el.cual.las cámaras filman a
otras cámaras c¡ue están filmando una escenoqraffa.qua no aparenta ser
Todas las cosas que vemos están enmarcadas dentro de otras que una oficina, sino que aparenta ser una escenosrafía:>Yanose trata de una
no vemos, que no hemos aprendido a ver. Una pintura está dentro de sociedad de consumo, obsoletamente moderna, sino de una sociedad que
su marco y colgada en la pared,' pero para verla hay que fijarse en la consume a una sociedad de consumo,comopuedevers(3 en la venta;
pintura y olvidar que hay un marco.yunapered, pocos podrían describir no de mercancías, sino de marcas de mercancías que permiten.corn,
el marco del Guernica;porquesecVifl:ualizci; se,borra de la percepción. pral' calcomanías de Coca-cola aunque las vendan ya sin GOG¡:Hiola.
Lo que enmarca aun objetó nqptlecle formar parte del objeto; por eso se Los maniquíes no posan como personas en el parque,;sipqipoffiP
dan las gracias por unreg?l!ó,nl.ll1qa,porl¡;tenvoltura:A!platicar sobre un maniquíes recargados precisamente sobre el marco del vidriodel.esc;a"
programa de televisión; no semÉlnGIQn~rrlosarÍ1.1nOiÓsintercalados: no párate, viendo pasar a la gente, a su vez vestida de maniquí, de modo q1..j(3
cabe contar que "y entoncesenfrOgLge'Eegi9YOijo' que iba al baño". ya no se sabe dónde empieza y dónde termina el espectáculo,porq\leJps I
y así sucesivamente, todo lqqueapare(:~:'~qm9'Ver?aderOestá conte-
.' I
espectadores actúan de público y Emmanuellos corea desde el escena;' i
nido dentro de algo ficticio,inclusol¡:Íc~enc~ª:'*¡:lsr~glasde;los juegos, rio. Para ir a ver á cualquier cantante, hay que saberse las canciones, 171
las explicaciones de los chistes,losa4t9m§ª~lAshovelas, son elemen- porque uno es elque las va a cantar. Lo de adentro ya no está enmarcado por !
tos inmencionables que se deoenmanten~rpqr;fuera para que tales lo de afuera, porque lo de afuera también está dentro.
novelas, chistes y juegos tengan,algqndgGtp,L.Q'clue hace que algo Lo que se entiende es anticuado, lo que no se entiende es pasmo"
r
sea real no debe ser real. Catalinq, lq,cl Arf?R9él.me;la vida, no podría derno. En todo caso, esta revoltura de fondos y formas permite expli-
car la mezcla de la suciedad y la higiene, la tecnología y la barbarie, la
estar leyendo t\rráncamE! ¡ávida.qer*8.,Pf??t1iPfopia.historia.
Pero la posmodernidad'co?~ist§el"1ªe~~.~19qUe no se debe men- cocaína y el yogurt, que es característica de la posmodernídad, como
cionar, de modo que el marcoPasq,¡:¡f9fITlprparté del objeto, lo de la unión de lo atractivo y lo repulsivo elevado a un nuevo nivel de
afuera se incluye en lo de'ad~ntrp',JoJ}9~r:~ltambién es real, y la atracción, de lo viejo y lo nuevo en otro marco de novedad. Ello ímplí- ¡
realidad se vuelve movediza;pqrqVeyq:'§e'pqedePintar encima de los ca necesariamente que se han fundado otras ficciones dentro de)¡:ls, ... 1
marcos y seguirse por la pared;RS9W9hªq~,O'Gorman, que pinta un cuales enmarcar la rea~idad: hay una ,envoltura para la envoltqnVp~I;¡> •.
autorretrat? pintando el auto'rretrí::\t99§suaütorretrato;0 Stanislaw r~gCllo de la posmodermdad, lo que esta afuera de lo que estabélélfyera,·, ¡Ji
Lem en su novela Vacío perfeetq,.enl~l gUe,áitiCala novela Vacío perfecto Pero puesto que todo marco debe ser virtual; no real, no ,s?ve,prech J;,
escrita por un tal Lem; o WOCl9yAllen en La rosa púrpura del Cairo, semente porque aprendemos a no ver lo que enmélTGa, a lo que sí ;ti
que es el título de una película qye sale dentro de una película de Woody vernos. Así, la posmodernidad es una serie de imág!3l1es extrañas pero
Allen que se llama La rosa p¡Jrpyra!:leICairo. En ellos, lo de afuera es magnéticas, qlJe provocan una emoción que no puede definirse.
i: el tema central de lo de adentro.rLa envoltura es el regalo; lo virtual se h

vuelve real.
LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS

EL IMAGINARIO COMPUTACIONAL Bill Gates; dEtspués del heliocentrismo, Winqows 95. Ya no se piensa
de manera lógica, sino digital; ya no se siente de modo pasional, sino
analógico.
Parece cierto, pero es truco. Este espacio. virtual no se encuentra

s us prosélitos le llaman iniciáticamente "la red", perdón, "La Red",


y acto seguido empiezan una entretenida conversación sobre compu-
tadoras, cuyos prolegómenos se tratan en términos seductores como
en las computadoras, sino dentro de un apan:ltoJ,mpoco más primitivo, a
saber, el del lenguaje de siempre con el.que síempre.sehan hecho los
cuentos y las conversaciones, y mediante el.eual.Ios ingenieros, fabri-
pentium, 16 megabites de memoria RAM, periféricos y consumibles, cantes y vendedores de computadoras han sabido armar una seducto-
puertos y ambientes, procesadores y virus, floppies y discos duros del ra narración para la imaginación de sus adeptos. Así-como Tolkien, a
orden del gigabite, puro castellano de Toledo, gracias a lo cual uno pura literatura, armó una mitología completa, ·113M y.Gíé:l.i hanconstrub
puede, no acceder, verbo obsoleto, sino. accesar a la internet, módico do el mito del ciberespacio como un lugar extraterreno donde suceden
módem de por medio, a una velocidad de 28.8 kbps, por las supercarre- realidades inauditas, habitado por cibernautas, intemautasr.nevegans
teras de la información, a alguna parte llena de datos, O mejor dicho, tes, piratas, hackers y surfers, que se deslizan por telarañas.iexplorans
hecha de datos. do sitios, o sites, insólitos, confrontando secretos, sorpresas e incluso
Aunque oyéndolos hablar parezca que se trata de otra religión como peligros. En suma, la verdadera red es una red de palabras, no sin
la dianética, la internet es algo así como la conexión posible y probable cierta poesía, que apelan al pensamiento y a la sensibilidad de.siempra
entre todas las computadoras del mundo, de.rnoqoqpe uno puede para inventar el mito del país de Ciber, un lugar donde la experiencia
mandar y recibir mensajes, consultar los 395kiló'me.tros de libreros de la de' pensar y sentir es otra onda. El ciberespacio es, paradójicamente,
Biblioteca Nacional de Francia, leer cualq4ier¡re.vista. o periódico en una fantasía literaria como el País de las Maravillas, de Carroll.
cualquier idioma, pagar cuentas y preguntar ()G~ºsidades, hacer-amigos Fuera de su real utilidad herramental, el universo de las
en Singapur y meterse dondequiera y saoarJp'qlle. quiera por la panta- computadoras es un golpe publicitario enorme, que ha hecho creer
lla, con la entera libertad de expresión y pe.!Y~r§ió.n· democráticas que que lo que ocurre en el interior del usuario está sucediendo en verdad
producen diversas anécdotas ("lo eng?ñp.Q&'~\1¡espo$aa
;';.,' .""',"
,',.,,,.'
través de ínter- dentro de la máquina; y que quien no se moche con una Acer Aspire
net'L: Excélsior) para consolidar la.épiQ9-G9Wl?ytgGional. es un ser obsoleto incapaz de acompañar a la historia en este nuevo
Como quiera, es un sistema inmegigto Y.pla.netario, en cuya opera- siglo.
ción el espacio no existe y el tiempo. e§ Jl!1A9!99cq;Debido a esto, da la
impresión de que se ha creado Upg nll?YilXe.?lklad, denominada ciber-
espacio, término muy apropiad9gJejrwvltl,lmde este siglo, ya que es
un absurdo filológico sin signific?º9\3,ttl11QI6gico, pero eso sí, suena
padre. El caso es que el cibe.reSP¡:l9IQa.Pqmce como una dimensión
virtual, un metamundo constit4\QP,p9.fvltraimágenes, extraño, arca-
no, fantasmagórico, misterioS<:>1.,C:9n Yl,lY? 'aparición no sólo se ha re-
volucionado la información, ~¡n()se.hq trastrocado la mente, porque
las percepciones y sensaciones quese suceden en el ciberespacio son
otras, distintas a las de los últimos cuatro siglos: después de Descartes,
.HI

LA VELOCIDAD DE LAS BICICLEfAS

mediante el cual todos somos un pooo.científíeos Y tecnólogos conside-


INTERJECCIONES , 1-. -•••. _ - -' ••

ró anticientífico suponer que la verdad está en los actos, siempre cam-


biantes, y entonces la puso en los objetos, siempre fijos, para tener así
una verdad objetiva, cuyas palabras clave son los sustantivos; por lo
tanto, es un lenguaje de COSqS, el mismo que-usan les.funcionarios, los
E l epitafio del siglo xx fue ¡uou! o algún o.troconcepto igual de sustan-
cioso, y muy justificadamente, puesto que ya puede verificarse la
existencia de una discoteque ¡Oh, no!, una tortería ¡Qué! y un refresco
conductores de televisión y los académicos; porque, así; parece que lo
que dicen es más 'verdadero -ipor ejemplo: '':..atentos.a los 'conceptos
marca ¡Pfssst! En efecto, entre los preparativos para el nuevo milenio vertidos ... la hipérbole de la trayectoria del esféríco.. , la.necesidad de
se encuentra el de la confección de un vocabulario de vanguardia para coadyuvamiento a la realización de la exeelenclia.".?'S, no .respectíva,
expresarse y comunicarse: las interjecciones, esas palabras que nada sino intercambiablemente.
quieren decir pero que llevan signos de admiración. Con ellas, la prin- El pensamiento en ciernes, descreído de todo, hasta de: pensar,
cipal cualidad de una persona es ser muy ¡uf!; las críticas esgrimen el enfatiza las interjecciones y, por lo tanto, empieza a ecmunicarse.me-
argumento de ¡guácala!, las quejas se presentan en el formato de ¡chale! diante un lenguaje de espasmos: "¡chin!, la vida es¡guauLpero]a:f<ªélltdéld
y la publicidad informa que el chocolate Presidente-sabe ¡chamamach!, está i pss!", Crispaciones verbales, comezones língüístioas.celeotroeho-
para que el consumidor pueda elegir racionalmente'. Una interjección es, ques silábicos, sobresaltos dichos. La facilidad de no saberhablar:',Y, la
según la gramática, "toda voz que expresa repentina- e, impremedita- facilidad tiene su recompensa, porque las interjecciones poseen.la pro;
damente un afecto vehemente. del almaPj' osea;'éualquier palabrita piedad gramatical de poder ponerle signos de admiración a todo; basta
que sirve para abrir la boca cada vez que a uno.no.se le ocurre algo que con que no signifique algo y se diga can muchas ganas: ¡duro!, ¡llégale!,
decir, cosa muy frecuente en la actualida:d.ygra.ciaS El la cual el mundo ¡México!, ¡Pepsil, ¡Nike!, ¡Luismil, ¡Provida!, ¡democracia!, ¡creatividad!,
es ¡súper! ¿Súper qué? Eso ya quién sab'e¡ir ¡etcétera!, y así sucesivamente, hasta que el lenguaje se convierta en
Emplear interjecciones no es una ideaiqe<woda, sino la moda de una gigantesca interjección, consistente en la imitación de todos los
no emplear ideas. El lenguaje es, enrig9r;,el'p~bsamiento de la socie- ruidos que salen por la televisión y otras criaturas informáticas, que
dag, el modo de ver la vida, de suerte Q1..lela Clpar:iGión masiva de las aparte de hacer [bipbip! y [tururú! como el teléfono y el Metro, hacen
interjecciones en el habla cotidiananOesm?r<:i'Jexpresión del alma", ¡dinoalasdrogas! como los comerciales, Y es que las interjecciones son
sino una corriente de pensamientoide:pqnt<:ienmateria de cultura. en verdad onomatopeyas, o sea, imitaciones de ruidos, la forma más
Siempre han existido interjecciones, como las clásicas ¡cáspita! y primitiva del lenguaje, que remite a los gruñidos con los que se comunica-
¡recórcholis!, pero la diferencia de hoy.es.que.si.antes eran un inciden- ban los ancestros del Horno sepiens.s) enseñan el método paraque.al.,
te sin importancia y sin lugar en la gramtüiG<:i, ahora han pasado a ser pensamiento se regrese por donde vino, Ésta es la utopía conteniclci~n,
la palabra clave de la comunicación; el meollo del tema, el contenido el lenguaje de vanguardia; pero, afortunadamente, el progreso de
lél
del mensaje. Este cambio de énfasi?iPosmoderno como el color negro y humanidad no ha sido en vano y nos convertlremos.en.changuítos
el escepticismo, indica que el lenguaje y eLpensamiento están transfor- adiestrados para operar supercomputadoras.
mándose.
El modo de pensar gracias.olG4<:il nos hicimos modernos hacía
hincapié en los verbos y, por lo télnto;.eraun lenguaje de actos, con los
que se hizo, por ejemplo, el Renacimiento. El tipo de pensamiento
-4t

LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS

ser psicoanalizado por un lacaniano, los reportajes de ¡Hola! y las en-


LA INTIMIDAD PUBLICITARIA trevistas de Eres: son para mostrarlo todo. La cultura cotidiana con-
temporánea es el festival de la extraversión. Bajo el eslogan finisecular
de que "el que no enseñe todo es reprimido", todos están ya enterados de la
edicatoria tipo en tesis de licenciatura, género del cual aún falta infancia del de junto, de 19s pasiºng$.geLgol~g¡:kY,ciel cajón de los
D antología: "A mis padres, hermanos, tíos, amigos, el vecino, la
abuelita -yen especial a ti, Tito(a)- porque sin su apoyo y ejemplo no
calcetines del anfitrión, porque ahora Ya $910 $e escri!:>l;m díariosIntí-
mas si hay chanca de publicarlos y cual@ieH'\e§\'qmigQíntimo, queri-
hubiera tenido la fortaleza para seguir adelante hasta lograr mis idea- do y mi amor". Dice Jankélévitch, cuando,hélQl¡:}c1el ,P1J<:!()r,. que hay
les". Entre tanto, por ejemplo Sartre, dedica su tabique cumbre así: "Al cosas que sólo se deben decir una vez el1lc¡>yic;lél~avege§.ning\.lna,
Castor". La diferencia entre una y otra, entre un novel licenciado y un pero esta sociedad de soctaiúé se la pasa diciénqo!P? é\ :Jq 9?l>P911? ;:d e
no-premio Nobel, es la impudicia y el pudor. La primera saca todo, y modo que ya no le quedan palabras para no decir: pQti~ne.91~oqYE;J.1o
de todos modos se nota que ahí no había nada; la segunda guarda exhibir. Hoy, los encargados de la intimidad sOlllél$ém~rSi9sciePL!qlk
todo, y sólo por eso ya tiene algo dentro. cidad. La hipertrofia de la extraversión no ha creado eljpj:imi~m9,.§inQ
vaciado la intimidad.
La primera eleva la intimidad a rango de fiesta de graduación, y es que
hay fiestas de graduación, pláticas, clubes, asambleas, chismes, discote- No obstante, la gente sigue con ganas de comunicacíón, pe[0'9I:1qll"
ques, coqueteos, amigos, simpatías, familias, ligues, cuates, bares, con- do llega el momento de la intimidad, lo único que le queda?c!el1tro § §:
gresos; en suma, hay socialidad, pero la intimidad es otra cosa. La el aburrimiento: ya no hay nada que mostrar, y dos aburridos ílltj~Q9'
intimidad es esa relación entre la gente, que surge cuando toda socialidad lo único que pueden hacer es pelearse. Como dice Sennett: Cuanq9:111á$1 7V
es demasiado pequeña, en comparación con las ganas de estar juntos. juntas están las personas, sus relaciones son más dolorosas y má§, fratrí-, -1
!
La intimidad está hecha de ganas de comunicación, de tantas ganas cidas; por eso, entre el hastío y la agresión mejor se pasa cuanto antes al,
que se tiene que apartar materia comunicativa para que alcance, la cual chisme, a prender la tele, a salir el viernes por la noche. La pareja ideal.
consiste en partes de la biografía, sentimientos, ideas, cuerpo, casa... que Una cultura que todo lo expresa equivale a una cultura que ha perdido la
se ocultan con el fin deliberado de mostrarlos selectiva y dosificadamente capacidad de comunicarse: versión secular de la impudicia.
a muy,peromuypocos; y que aunquesean.tan.cormmes y corrientes La intimidad parece contradecir formas de comunicación como la
comócualquierparte de la casa-o de la, biografía, tienen-como único democracia y la libertad de expresión, y sobre todo parece frívola fren-
valor especial ladecisión de no exhH)irlOS·él.biertamente, para que puedan te a éstas; pero la intimidad e~ la forma de comunicación más sofisticada,
funcionar como maJ.1erélqe t~ner 91goq~edarjcbmo modo de hacer a porque no se puede reglamentar en una constitución, porque nadie pUe), ,
alguien diferente él..lO$qemª§,¡:omofqrmadeescoger, que es lo que de entrar a ella si no lo llaman y nadie la puede ofrecer sin qHe~'~ lé
produce el gusto de .ser hwitg<:lo c¡lqJntimidad de alguien para construir pidan, porque no expresa nada.más que las ganas de <:omYT1ig~r~e;en
ahí una comunícaciónmás q9Ii8él.Cl1;!eJa$ocia/ité. el entendido de que la comunicación es un fin y no un mE:!diQ,tnucpo "
Se diría que este mupq()c:lehQy está¡:rlegremente dotado para las menos un "medio ci~ comunicación", y todo esto ~.E:! hqc~coqsutilefq,
intimidades, porque, desP1Jé~ c:letQqo, la gente es experta en las técni- tacto, cuida~9ml!11;!cjo$O por la sensibilidad dE:!! gtrP, tqq §gfj$tiºaQª~
cas de expresión de la intímídad; para eso son el fisicoculturismo, las mente, que qlªl)cl9§~~lcanzala intimidad re$ylti:1qlJ~ la. <:Iemocracja,
dietas y los baños de sol, la enseñanza de las telenovelas y la decora- la tolerancia}! h:) ji9~rt~~ q~ expresión, eran P[er¡-equi$ito$ cqmL!nícativps
ción de interiores, los tests psicológicos de Vanidades y el estatus de t~~ cumplidºsdeaDt~mario
" , ..
';':,-- ',':
,',
quehasta pqr~G~h
" " .
f~í.vo1o$, .
,'-.
y.

LA VELOCIDAD DE LAS BlClCLErAS

LAS KAWASAKI y OTROS VÉRTIGOS tanto que otros aparatos de dejarse llevar, como los columpios o la ~
montaña rusa, son demasiado ingenuos y artificiales con sus puras
vueltitas en redondo, las motocicletas, en cambio, son instrumentos
más "naturales", casi como los originales, como el genuino vértigo de

C on su impecable línea aerodinámica de féretros nuevecitos a punto


de estrenar, corren, con cadáver incluido y todo, los domingos
por la noche y sobre las principales avenidas, bandadas de motocicletas
las pesadillas, en la que uno está rQdeadopppelslleño, atrapado, yel
terror consiste en no poder
.
despertar. El v~rtigº
..
?gsorQe.
'" .
Sartre habla,-
ba en El ser y-la nada de la fascinación \!ertigipg~i'l¡<:I!'1!a.altura, donde el
- -. -

renovando el furor de hace 20 años: ya no son Harley, Triumph, BSA vacío jala, atrae, y no es tanto el miedo de Gi'lefse<:;orn,pel miedo de no
ni BMW, sino Yamaha, Honda y otras niponeses, que con mil centíme- resistir la tentación de aventarse, de querer fl1];1<;lirs.ecoq,el mundo
tros de cilindrada y 24 mil pesos de precio, constituyen una especie quieto de las piedras, como si la intención de todovér\:ig oJl1,ercl.qlledar
muy distinta a las Carabelita de los cobradores. El furor que provocan embarrado en el piso; son las ganas del Ser de cOlw.ertir~e~~Ni:lda.
estos juguetes se forma de la mezcla intensa de cuatro factores: la Leibniz decía que las sensaciones son ideastqd!=\yíéi:n9:b~sh§s,y
velocidad, el ruido, la vibración y el riesgo que llevan dentro, lo que los por eso no piensan, sólo sienten; por lo tanto,..no '8qqeJva~9nq~
hace, según su~ vendedores, excelentes instrumentos coquetos, de li- quieren ir a parar, pero la posibilidad no tan remotacleip.~aqqrhecho
gue, por lo que se entiende que los más feos y viejos de siis comprado- pomada en una moto no es un mero efecto secundarip,sinQelW1slTIP
res no se quiten el casco ni para tomar su Pepsi; pero dado que los centro de su atracción. Así, mientras más atractivo ya}'rebªt~c:l()r ~e<;t~l
factores del furor son los mismos que los componentes del vértigo, en vértigo, con menos grumos quedará la papilla;.las $u~hiYlasKawasaki
realidad son máquinas de producirlo. en busca de harakiris. Por eso Caillois, que e\T1pezQes<::ri~jeqdsr~pbr~ .@l
Los vértigos son sensaciones, como las cosquillas, pero enormes, . "pánico voluptuoso" de los vértig9.S, a!=abqhflc;i~!'1<:1p~P9PRre.r()C;;FPY
incluso mayores que quien los siente, al grado deque no se trata de minerales, en el entendido de qUe~srnássegurQ'e?q:ihirJiQrº~;,9ue
una sensaciónque entra en el cuerpo, sino de que el CUífrpO se mete en una insurgentear en una Kawa Mil.
sensación. Uno lleva las cosquillas, pero el vél'tigo'lolleva a uno, y el El vértigo es el acelere total en busca del reposo absoluto, Y enton-
motociclistase convierte todo él en una sensaCÍóri';que es la que maneja. ces, no resulta tan contradictorio que se consideren las motos como
En efecto, la esencia del vértigo está ensu;2i:lr~ae¡'de impulso: es una artefactos sexys, porque finalmente el sexo, ese otro vértigo tan solicita-
;;:atr~cción arrebatadora, a la que uno ndp~ed~¡s!#traerse voluntariamen- do, acaba en lo mismo: "la pequeña muerte", según dicen los enterados.
te. Lo que Ulises sintió cuando le caht¿~rÓri"l~s'sit~Iias era precisamente Pero además de dejarse llevar por las sensaciones, se puede hacer
vértigo. Frente al vértigo uno se deja ll~tar,¡I{tefsilinente "impresionar", de otra cosa: perseguirlas, yeso se llama creatividad, que consiste en
modo que las ansias de subirse a unarf{pt8¿ a cualquier otro vértigo, controlarlas y transformarlas: en hacer las ideas que todavía. no~sta~,
como un rock desatado o una b6ria-()h~r~aes'éhéaé:Ienada, no son tanto ban hechas. A las sensaciones no se las persigue en moto,f:)inocqri
una "expresión" de la personalidaq2c?fDbuhéi"impresión" de las sensa- palabras, imágenes y sonidos, para traducirlas en pensiJlJlientos, pin-
ciones que fabrica esta sociedad;despJ~s:de'fé:>do, para sentirse parte de tura, música o en el arte que es la vicia cotidiana.. Nq'eslaJe/joicl~d
ella es más fácil dejarse impr~~(marcil,le:póclerse expresar. Así que la Ieroz del vértigo, sino la felicidad domesticada, Con"',la 'cre~tjvidéld,. el
,. ", ,. - . " "', ..

adolescencia, ese reventón hasta.q~e reví~nte, es un tipo de vértigo. baile se .convierte,


'i,',';- -,. en
-, danza,
'-.. las . pesadillas
. en refl~xión,
:._' ...'. ,__ la.adoleseencla
......

Mientras que el alcohol,elbaileo, eimareo son vértigos que requie- en juventud, ;el~~¡x,Qen amor, la muerte en obp:\sy Élsísuc;esivamente,
ren de condición física paraseguirlb~iantes de caer exhausto, y en
LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS

Sócrates nos dejó la. ironía y se quedó con la cicuta; da la sorpresa


?l. Lo LIGHT
y paga la cuenta del aburrimiento. La levedad asume el peso que quita;
es un acto amable. La claridad es la cortesía del filósofo, decía Gaos.
Sin embargo, donde acaba la levedad empieza la ligereza de lo
o "light" está en inglés: el Webster's Dictionary habla de un adje- light: mientras unos hacen las cosas:Jivial1as;:Qtros·,las compran ya
L tivo y de un sustantivo. Es el adjetivo de lo liviano, lo leve y lo ligero,
de donde viene liviandad, levedad y ligereza, y levitación, alivio yaliviane;
hechas. Las cosas que sonligeras estánhueeasoliqeras-dé cascos como
los globo~ y los chismes: carecen de todo pesoVnoPlleden hundirse.
la fuerza de lo light se opone a lo pesado, a la pesadumbre, a lo grave: la Como mosquitos en los charcos, no· hay más.profl.lndidéld.' que la' su-
gravedad; por extensión, a lo antipático, lo abstruso y lo aburrido: pesa- perficie. Superficiales. Entonces, sólopuedencarga» Cófll0·'queestá
deces. Es el sustantivo de la luz, de lo luminoso y lo claro, como el Ilumi- vacío, vano, porque lo que tiene algúncontehidocciepesgdó/hacé
nismo, la Ilustración. Lo light se alza contra lo dark heavy underground. daño, deja huella, produce efectos. Lo light nodejaafr~gasnie111a.'
Lo light es una actitud, un modo de querer la vida, que aparece en cara, ni en la camisa, ni en la memoria: cigarros sin nicotina, p~cados
pláticas, poemas, teatro, teorías y afectos. Los noventa fueron light: sin culpa, cerveza sin alcohol, vidas sin experiencías.Asfesla il1sipidez
Tekate light, ecología light, weightwatchers light, literatura light. sustancial de lo sanote, la lozanía de una historia sin usar;'."" '. . "i,:
Lo light es lo de hoy, como la Pepsi o la levedad del ser; pero Los ligeros toman la cáscara de una película o deún,projirnQ'(9
Flaubert decía que se puede ser light como pájaro o light como pluma. dejan que el contenido se hunda; leen a Foucault con la mismámística:
En efecto, las cosas pueden ser livianas de dos maneras extremamente con la que compran los leotardos para sus aeróbícos.fcdavea'quéué 1
i
diferentes, según la forma en que adquieren esta propiedad. El pájaro se trata de ser nada sino de pasar por encimita de todo. Y,¡jaraqúé 81 -,
leer un libro si se puede ir a la presentación y.tenerlo autografiado. I
es light con trabajos, la pluma es light por flojera. Ítalo Calvino propu- !
so lo light para este milenio: los Marlboro ya lo eran desde antes. Irse Los light, al no pesar, tampoco profundizan, y no pueden comprometer"
leve o andar a la ligera. se ni con algo ni con alguien, ni siquiera consigo mismos: hasta para ser
La levedad. de lo light es la tarea de hacer que las cosas no pesen. egoístas son superficiales, lo cual los hace agradabilísimas'personas,
Las cosas, de por sí, tienen peso y son graves, de modo que su estado como expertos en public relations, siempre con sonrisa, porque las cae
natural es-pegarse al suelo, oponiendo resi§ten<::ia a ser levantadas. misuras de los labios no conocen la ley de la gravedad. Por eso mismo
Hay ideas y ~mo~iql"lEt§; pqr ej~rn.plp.I~:Wqcn"l9~pt9sy las tristezas, que son son tan tolerantes, ya que asisten, sobrevolando, a cualquier escánda-
cosas pe~qél§, ,p<;m::¡ue<:;on1:ienenminél9Q§ :dE3PeI1$<:1rpientos y experien- lo, pornografía, crueldad y absurdo, sin tocar nada, sin mancharse, sin
cias acumuladas dentro, por 10qJJereswt¡m dama. siado densas para
",:i' :, :..• c _ o", • r· ';' •. :.~_; ',_ ..'_, _ ",; '",: ... :':', <'o ... ',... i. ,-:,- .'c. _,-: .. - -. ,- ," ",' "- .. o"
moralismos, opinando que tódo está bien: absolutos impolutos.
flotar en lJI19! cqp':'erS<:lciÓI181ecmr¡:lqmi~i1.'q\es:;§Qnyna carga para todos, Lo light significa, hechas las cuentas, que ya nadie quierei:lBpar
y pocos las pueden agúantar, Lg1a.boffÍeJqUght'90nsiste en quitarles el bajo el peso de las grandes verdades' ni las ideologías monuméntales,
peso excesivo. P~ª eJlo;,'ha>,quei;YectarlesJe~~dad: ponerles el estilo de ni tener pesadez de estómago, ni que las cosas importantestengan que
los cuentos y las p¡;¡la.br~sdediario, algo. cf§humor y tantita ironía, cierta Ser graves, ni ser pesado con los demás. Es bueno' ser light..Sólo falt¡:t
ternura, de vez en ouandouna sorpresa, qjfinal de lo cual los conceptos se entender que l¡:ts COSa,S verdaderamente opuestas son las que más se
vuelven claros y las tristezasse h¡;¡yep lleva,cleras. No caen gordos. parecen entre sÍ,.yha,sta tienen el mismo nombre..
Pero la levedad no es tQg9Eo.§er y cantar, porque ella se echa a
cuestas la cargadel peso bruto: pone el humor y se traga la amargura;
LA VELOCIDAD DE: LAS BlCICL.ETAS

'I!.
gente expresaba su voluntad de.;'~).!.rban~clad:'.;esto es, de saber vivir en
Los MANUALES DE URBANIDAD
la ciudad, aunque se venga del campo. o no se Jenga dinero.
Sin embargo, lo más carppterMipo delqs manuales de urbanidad
es que no sirven pqrqnadq,ypor es,o,pmcisqJnentehicieron su agosto
en el siglo XIX, cuando se,vendieron,GornOPCfPcaliente;Antes, la
L o más frívolo de los manuales de urbanidad son sus críticos, siem-
pre tan libres de convencionalismos y, por lo tanto, tan incapaces
de querer comprender al pobre moralista y empalagoso de Carreña,
tolerancia y el tacto eran lanorma.común y cqrrjeflte de ciudadanos
necesitados de cierta complicidad en lostrl!cosde Ia.convívencía,
allá metido en una Venezuela del siglo pasado, tratando de preservar pero no lo aprendían en libros, sino en lacomunicacíón de la vida
las buenas maneras de una sociedad que ya ni siquiera existía. diaria. El México colonial es un ejemplomuy'cortés~e ello. Sólo
Desde el primer manual de urbanidad -eunque al parecer Da Vinci cuando la vida política y civil se desordena, a partir de lél Revolueión
ya tenía rollo sobre el tema-, de Erasmo de Rotlerdam (1530), que fue Francesa, cuando ya no hay comunicación posible y, 'pórloJpnto, no
un best-seller para niños y que Juan Bautista de La Salle se fusiló hay necesidad de tolerar a nadie ni de portarse con tacto2coll1pMié!c
lif',{i
enterito para sus educadísimos alumnos lasallistas, hasta el Manual de ría Antonieta, que nunca fue tolerante, y quienes la gui1lotini'lr()ntiun~
la gente bien, de Guadalupe Loaeza, se pueden encontrar en las ca tuvieron tacto-, cuando no hay voluntad de acuerdo--entonces
librerías de Sanborns más de cuatro, cuyo denominador común no tienen que ponerse por escrito, y por nostalgia, las reglas de la Cfyid¡:t
es la cursilería, que como sea la tienen, sino algo bastante más en ciudad". Aparecen entonces, artificiales de origen y obsoletos de
sutil, que es el tacto y la tolerancia como principio de convivencia antemano, los manuales de urbanidad, que anuncian estilo Luis XV
i
entre la gente. El criterio fundamental de los manuales de urbanidad es cuando ya todo es Chíppendale, De cualquier forma, la tolerancia y la -83 1
que el modo de ser de uno no sea una carga para los demás y que la sensibilidad social que preconizan estos manuales tienen como fun-
carga de los demás no sea pesada para uno, de suerte que, por ción proteger la vida en común de las intimidades incómodas, aburri-
ejemplo, no se vale emborracharse fuera de lugar, pero tampoco se das, interesadas y competitivas de los individuos: ciertamente, se
vale despreciar a los borrachos. Por eso abundan en estos libros considera de mal gustó atosigar al interlocutor con los detalles de
palabras como respeto, consideración, sensibilidad y otros neoar- nuestro pie de atleta o, lo que es lo mismo, de nuestros talentos profe-
caísmos: sionales. Pero para fines del siglo XIX ya estaba de moda ser histérico o
"Las reglas da.urbanidad'neson exabn.lptos'iexquisitosdesus auto- neurótico; es decir, se hace de buen tono echar sobre los demás la
res; sino la .lógíca dI? trptode ~qsgc;ieclfldl11lsrria;:p or 10' cual tales reglas carga de nuestra persona, con todas sus cualidades, que a nadie inte-
tendrían qlle r~sLlltqrdel todo ~bviBsiBqraclláklüieF,personasensible a resan, y con todos sus defectos, que a todos aburren.
la presencia, de losclet.nás¡ sinn~cesidpcldehaber leído ningún ma- Actualmente, los manuales de urbanidad se venden, porque se
nual, y sus autores PW~cleqse;vist(){enr~alidad;c omo brillantes cro- considera de gusto refinado leerlos en voz alta ante las arnist?des y,
nistas de los mínirnoSgestgscle lél¿pr?l,tOflÓsdela voz y despliegues acto seguido, con un dejo de liberalidad, carcajearse de.jo cursis y
del meñique a la horade tornar.la ta2!p del té --'que por cierto se queda- anticuados que son, cuando describen la forma corno las damas de"
ba paradito porque era el dedo que s~usabapara limpiarse la oreja, y ben bajarse del.carruaje, sacando primero la puntita del pie derecho,
así la cerilla no contaminaba alosdérD~scontertulios.Todas esas suti- cosa que Lady Di hacía de maravilla, excepto laúltirna Ve2:,y nunca
lezas eran las claves que lq'senteusaba para identificarse, presentarse, sacando primero -lacabeza, con lo cual se dé}i'lentender que a Uno,
diferenciarse, ignorarse y conírontarsé, y por ende, los modos como la por supuesto, no .le.importa el qué dirán, sobretodo parque qué dirán
[:
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB

si se'!!.nota que sí le importa el qué dirán. Éstos son los modales contem- LAS MÁQUINAS-DE ESCRIBIR
poráneos, que de naturales no tienen nada, sino que se han aprendido
de la publicidad televisiva, de las secciones de "cultura, sociedad y per-
Y OTRAS FOR'MASbgPENSAMIENTO
sonalidad" de periódicos y revistas, y de la psicología de supermercado,
l¿'i'
que enseñan, a todos parejo, como cualquier manual, cómo ser diferente,
'. ;. .._',::,.,';'.),2"i.' ',:'
y a los que, por lo demás, nadie cree mucho, pero sirven para presen- a mentira de que se piensa con érc;~r~~ió'~s'mllYútil, pero cual-
tarse en sociedad. L quier pintor sabe que las pinturasse piep$élrl .c:on.Pin~~I~~,:C9n el
cerebro se piensan impulsos nerviosos. Los g?le$s~Pie~san,r::ql1 looS
pies. Y las palabras, históricamente, se han h§,~h~tP8n!éllTlerl1orig,
con la conversación y con la pluma; sin embarg~Il2I.~iglPXx,q.~óP.q;)
será el único que tuvo su propia forma de pensar: Jp. -rn~qllin~ g~,e$cri"
bir, que en el XIX era insólita y en el XXI obsoleta, patentada porShgle,s
y Gliddens en 1873 y comercializada por la misma familia R~n~jn~t8n
que hacía los rifles para Wyatt Earp, aunque realmente práctic;asÓ!Q9
partir del lanzamiento de las Underwood en 1897, la mayoría de_If\~
cuales todavía funciona. Una máquina de escribir es un órgano pe
pensamiento compuesto por teclas, tipos, rodillo y cinta, que emplea
84
como insumas una hoja de papel y un escribiente que viene con 10
dedos y un lápiz, este último -ellápiz~, de vital importancia para el
proceso. El siglo XXI usa computadoras.
Mientras la memoria, la conversación y la manuscriturason instru-
mentos portátiles, la máquina de escribir es esencialmente inmueble,
como el librero o la ventana, poco eficaces para eso del desplazamien-
to. Su inmovilidad permite que le crezcan alrededor múltiples acceso-
rios, como el cenicero, algún retrato y el suéter viejo que se usa para
trabajar, de modo que a.la larga se convierte en un ambiente, en una
atmósfera para pensar donde uno se mete cuando quiere hacerlo.
lo mismo, al igual que las plumas, llegan a alcanzar el rango de.99jl?tos
queridos, fenómeno extraño a las computadoras, ya seap9rc¡ue·. ~I
cariño no es infonmacíón procesable o porque la computadoraesun
objeto ingrato, que.. se vuelve anticuado antes de acabar de pago.r)o..'
Si bien las últimas generaciones de máquinas ya nacieron el~!"triCé:'\s'Q
electrónicas y genétiGo.m~nte atrofiadas, razón por lo. cual Prc:>duoían so-
bre todo memorandos, en. general pertenecieron siempre al orden.de los
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB

'a
mecanismos, corno las poleas o los pianos, cUYQ fyPcioparniento emite un LA MEMORIA DE LAS TLAPALERÍAS
sonido directamente relacionado con los movimientos del usuario, a su
ritmo y cadencia, de manera que los comportamlentosdel usuario y del
mecanismo se compenetran y se animan mutuamente, como los tambo-
res y los yunques. De hecho, según sus historiadores, la música aparece
de este modo, del golpeteo cadencioso de las herramientas.
l' " ,
la máquina es la música de su trabajo. Se oye el traqueteo del pensamien-
El tecleo de,
. ',' .
S e define a una ferretería como un-lugar donde se venden herra-
. mientas, o sea, instrumentos de fierro que sirven para hacer co-
sas, o cuando menos arreglarlas. En México ~~llarnaritlapalerías, que
to en plena faena. Las computadoras, en cambio, traen una musiquita en náhuatl aludía al lugar donde hacían pinturas, y están pintadas de
añadida, como saborizante artificial, despegada de ted~do'y su
'. 1 '~,':-'
";
desapegada amarillo cadmio marca Optimus. Se define a un adulto como un ciuda-
de los ritmos del usuario, por lo que no suelen armonizar del todo. dano que, de las 30 funciones de su reloj digítal.ssolamente sabe utili-
Las máquinas de escribir todavia fabrican pensamíéntos materia- zar cuatro, pero que, a cambio, todavía sabe utilizar un martillo 'para
les, cosas concretas; es decir, letras de papel que ;s~ 'pped~n tocar, poner un clavito donde colgar un cuadro, tarea ésta que: recibe el
arrugar, aventar al basurero y, sobre todo, que seqÚ~d'~h; ahí quietas autorrealizador nombre de do-it-your-seli. ; , '" ;:
;.1'., ,:¡,~: r;; :., ""
• ,', c• ".:'
donde fueron escritas, sin moverse ni irse, de forma'glJeunocuenta Se define a un adulto en una tlapaleríacorno un ciudadano 'tímido
.. "'.H t-. ':'
con la última idea, y además con todas las antériores;'eO'(ma panorá- que sabe pedir un martillo, pero no sabe si de bola o de uña, de.tapicero»
mica de hojas regadas sobre la mesa, pudiendd;iHtdrYe~ii"inmediata­ o de talabartero. Afortunadamente, se define a un vendedor de tlapale-
mente con el lápiz que tiene en la boca o en la''or~jé1;jpdriiendo notas ría (o tlapalero) como un ser capaz de comprender incluso a una señora .
86 al margen, flechitas, tachones y agregados 'ehtrf3ilín'éas;'Y todo sin (en femenino, en razón de que son ellas quienes mejor vencen la timís /"
moverse de la última palabra que ha escrito;' En,~umª';se'pUede estar dez en estos casos) que solicita "una cosita así.de fierrito que tiene un
pensando más de un pensamiento, y con uno'~()1::JreVol~t~F otro sin per- como palito que da vueltas", y el vendedor sabe exactamente cuál de los
derse. La computadora, como la conversqqiQ'fl;'~én~'pehsamientos 19 tipos de prensa (side banco, en G, para cantos...) es la que busca ..
uno por uno, porque ahí las palabras sfSerr\l.l§Y§ni?$í~evah, ya que La diferencia entre el comprador y el vendedor es que pertenecen a
",:'
están hechas de sustancia virtual, inasibleiimpºs!91§;¡:l~'tecar. o' rayar, diferentes épocas de la historia. Elcomprador era, se nota, del siglo xx, y
que se esfuma conforme se sale de lapant9n9,~§QIQ$§'pueae volver a el vendedor habita un mundo que se acabó. en el XIX; por eso tiene una
ver, sin tocar, mediante una orden expr§sa"q\le'slJs,p~r1(le'einterrumpe paciencia de época. Las mejores tlapaleríasson atendidas por mujeres,
la escritura. Sólo se puede tener uriqiº§qq}~Ye~"Q~S¿rioir,ocorregir; quienes generalmente son las dueñas, lo cual es una peculiaridad que ,
o imprimir; o releer, pero una;,p()rq\}~;~I.~B9,rpt()y!elescritort raen queda ~e tarea. ~omo quier.a, los instrume~tos que se venden en las (~
cada uno su propio software, que PC)sQ,q' SPrrmabbles, Para acordarse tlapalenas son objetos que, vienen de otros SIglos, por lo que parl:lceJ! ,,,'
del programa hay que olvidarse.c;le:\q!c;lee.¡:pqra eambíarde vagón hay respirar otra atmósfera y moverse en la vida cotidiana de otras per§onas •
que bajarse del t r e n . " " ; ' . " , ; ! ; ' " que tenían otras ocupaciones y otros motivos y usaban otras palabras;
Los oradores griegos des<::onfi¡:lgand<p la escrítura a mano porque Son de cuando los albañiles se llamaban alarifes, pero su cllcflara (tipo
hacía inútil la memoria, queera 'su órgqnq de pensamiento: seequivo- inglés, como la que se estila en México), sus cinceles (pata de cabra, '
caron, pero tardaron en hac;erlojrel5s,~gl()s,durante los cuales constru- buzarda) y-'su ,plornadgeran ya los mismos: Son de qllando los carpin-
yeron la cultura occidental. ~aequivocación;del siglo XX también se teros eran pintores de-carretas (car-pínteroj.speropa usaban las mis-
corregirá con el tiempo; mas escofinasy limas (gradación: fina, segunda y. bastarda), formones
PABLO FERNÁNDEZ C!-IRISTUEB LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS

y gubias, punzones, escuadras y biseles, serrotes, serruchos y sierras jo, por la que se visita a los psicólogos actualmente es que, al final del
(entre las cuales la de San José es la que mejor hace que la carpintería día, y de la vida, uno a¿~ba con las ma-~os .limpias, vacías. ''1 los
y
-sepa a oficio eterno). Comprar un escochebre también se siente bonito. pSicólogos, corno terapia, lo mandan a hacer un trabajo manual, como
Miguel Ángel pulió su David con una piel de pescado que se llama- enmarcar sus cuadros, y a que compre un martillo de uña y una prensa
ba lija (o cazón), aunque hay quien recomendaba la piel de foca, muy como la de la señora.
parecida aún a las lijas de agua marca Fandelli. Y así como comprar
una "lija", uno puede adquirir en una tlapalería un perico o un diablo,
y de hecho nadie lo verá raro si pide un mandril (aunque tendrá que
f;:

saber si para taladro o para berbiquí), una chancla o alguna variedad de


fresas. A quien pida una marrana, le preguntarán que de cuántos kilos,
y sigue estando en una ferretería, además de haber ingresado a la
memoria más primigenia de los yunques y las fraguas y los herreros,
primeros hacedores de cosas, incluso de las mismas herramientas, por ·..·1'1

lo que fueron venerados y a quienes se recuerda en los apellidos Herre-


~o, Herrerías, Fierro (Smíth en inglés y Lefebvre en francés).
Una tlapalería es sobre todo un depósito de memoria, colectiva, por-
~ que ~r una herramienta implica meterse en Uni;'¡,mémera d;~~,
-----
88 de apretar la mano, de conectarse con la rep.lida,q;.~e:p~n:;ibir el tiem-
. ------"--~--
po, de amar las cosas, de sentirse a, sí misma, similar alá de un ciuda-
----:---:--o-==-..:.-------,:..,,--..,.--:-,~-'--_.- - - - . - -
.' "
89
-1

dáño promedio del Renacimiento. Uno clava, un,p.19YQyse machuca el


.•dedo igualito que Brunelleschi. Apretar. l-!n- tQrnillq·, no es erudición,
r sino conmemoración de una socieda..d.'. HU ;.~.·
. ,. e.. '.P.,..9.,.C.:J.9.. •. .O.sas, concretas y
\pesadas, como atriles o marmitas: una SO(;'Í€;lcla,c,lmás lenta y más sólida.
Se define a un joven como un cilfq9;9A!}QqH~ ya no sabe usar un
martillo, pero a cambio conoce todas Ja"sÍH.fl.<::19J1esde su reloj digital,
de manera que el siglo XXI puedePrl?~Ri!'19,ir perfectamente de las
tlapalerías, toda vez que ya nadie est~jpt'?r§~Rclo en saber un oficio,
que consiste en "hacer cosas", sino §n.t?!1~L\-:lnp. profesión, que con-
sist~n. "ha~r actividades"; es '~~9~rJ'Jrp¡§i';SH~l1o bl~~co:;mnos1i;;­
pías, transportar información de nÜ19QQ!a,clo ,a ningún otro, ya que el
trabajo se realiza en un espqcjo'4rt4f11;m~srápido y etéreo, donde la
única memoria que importa es RAM.. '.,:. ","'J.1,C+ : •.. '

Por eso las tlapalerías est?n§¡~nci9BYS.tjth!idas por tiendas de artículos


para oficina, donde se vef\ch?l1g1jp5.1she-r(:)las para documentos y basu- .
reros para los mismos docu\}lel1tos: Lo curioso es que la principal que-
~

LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS

"\..r}
LAs MIRADAS des. Segundo, uno mira a su,§ R~Me,§t9s:"'h)s solteros miran a las ca- ~
saderas porque son complementarios! 195 abuelos a los nietos para
~" promediarse, los sumisos a.SllS ppmfi9res.pqmlle son tal para cual. Ter- .3)
~e~y cero, uno mira a los distintos, por e:Kqh~sivªSrFlZ9rlesestéticas: a los que
"_. B
~
.-----
~o, .s~~r, pero los ojo~ _~Q!én~irven, J.:lli.r~. moducir
ciertas señales que se llaman miradas. Ver es percibir con los
----.-_..... _..'.
ojos: la vista recibe los objetos; pero mirar es tacar' con los ojos: la
son preciosos seles admira ~jn pmtensi(>na.l~Yna,,Ípda, vez que no sor
ni íquales ni complernfantaPos,,:Yi'l losmuvfeoS"ql0s tontos, a los
º
drogas, a los extran] eros a,los Hsia,qos, esg~c::ir, qlgse?}traños, se les
mirada se pone sobre las cosas. Uno tiene visiones, pero lanza mira- admira como.a un incidente detrim~i,to, POrmlffa,<;yriO§!gflºoientífica.
das, echa miraditas. La vista es un sentido de la percepción. La mirada Además, también están los invisibles, los imrJirflbh~s,'~quellq~ a,.lO§ cuales
es un modo de la comunicación. uno ha aprendido a na mirar, a.no percat1W§eic:lg q4~.~~Íf:¡ten,:.I()sjqve~
La sociedad es un correo de miradas: miradas ordinarias, urgentes, nes no miran a los viejos, los locuacesnomiranélJ9?tím-ido~,lél9 Slél?'?~
certificadas, sin remitente y a poste restante. La ruireda es'unaespecíe altas no miran a las bajas, los mestizos no. miran.a. lqs !nd,í~~I1q?jJos
de animalito domesticado, como paloma mensajeraque-semanda Y se egocéntricos no miran a nadie, losególatras sólo mirape\,?§p~jo.lioy pqr
"l recibe entre los ojos de unos y otros, y que de vez en cuanc:l9~pierde o hoy, la pareja na mira a su pareja. Todos somoseLinyisibledealgui~p.·
se la deja descansar en .un rincón donde nadi~ la alcélnGeó. .
por eso, las Pero, a fin de cuentas, las miradas se hicieron parael.lcqntrars~,y
miradas a veces se esconden y a veces se encuen.trcH1o,'i por eso se buscan. Quien quiere intervenir en una"PUt~cél'f911~cal~
Así, en las conversaciones, quien toma la pi'llªprél cl~$víi'l ¡.a. mirada
. _" .,-.-., v:·¡, ..· ···,··,.·-
mirada del que está hablando, y el que quiere dejar de habla,rmirpél
para que no lo interrumpan, porque no hay rnatWfC'l99hablar si no ros demás. Asimismo, se busca la mirada del otro para preglll)tar!~,
hay primero contacto de ojos. Jamás podrá~p.S9fltra,r§,§n¡:tmiradade suplicarle o amenazarle con los ojos, en silencio, ya ver silaJ-¡alli'\.kRS
una mesera ocupada, y sólo hasta que ellaquil:lratt'~~rªrnasc:afé. En el que se acercan de frente en una banqueta se miran para notificarse
Metro, en las filas y en otros ámbitos de Jq,~~B9rap991ica,todos se sus presencias y . evitar un choque, igual que el ciclista . busca . los I
encargan de colocar sus respectivas miradasfJ,l9ré;lcl~¡filc::ªhc~ de las de los ojos del chofer. ~ar ~~~radQ es ser toc~."mir.91'~§.§...'~4r
demás; en el elevador todos miran muy atentps.~llC:¡4~piso va, porque desprofegerse. Y así, hay quien encuentra la mirada del otro para retar- I
la mirada es una incursión en el espaciP'~tc:1Lq~liotro, y devolverla lo; o par;-hurgarlo y violar su espacíohumano.como.losque revisan de :
implica permitir la entrada a nuestro t~r:rit9fI8,.4asrnujeresconocen arriba abajo con la mirada alzada, técnica para la cual el sexo masculi-
mejor el arte de no mirar. .",.é,it,',!", '. na tiene más tablas: la paloma mensajera es qlgún halcón depredador; IW
No obstante, en esos mismos lugqn~§,p(¡pliqQ§toclo el mundo quie- Pero cuando las miradas se busCa!l.ll se encuentran, no par¡:l'éluana1r,¡
re mirar, aunque se exponga a ser yi§t8,.iI::I:\l9~1~Yri§nlO·es una forma
....~ del conocimiento: uno mira a 10scl~máspClr?,sbrnpararse y diferen- t~las. r.rit.,corrmlicidades
•.......----:--
. o. n.~.o.". a.jen.~in.
y pot~~Opjo.se
o. las comuniones que ningún ent.,,?n. c.-..,.e-~'~í~-..~ ;~.•.·k.¡"~-z.a...i.•·.'..·,¡•. . •·.v
tejencontr9ia.cpuedd!J!1da
. ----""
.•·•.· ,••.·•.:.
-."'''' ..,' , -, . - , :" ¡

ciarse de ellos, y para reconocers,~Fl>§í.mi~mº-.,kOsParques,los cafés y


'1'. ní 9.ú.,n...d.,.. .e.. ac.u.~. . r.do..R.u.ed.e'.Jom.E re ueestán pactadas '~
. s ~.l~-; ,_.d .r.! ,/'. W.Y..¡.IFi
n. s
..er, P9!:9.
demás sitios de reunión son un \:Jq,ile d?mJ~él,das.furtivas, donde se vale 19 CQm-Rn~nsible'iA veces sucede a la vuelta delaesquina,entr¡3 dos ,1 . 1(1' IfA
70 mirar a los otros pero no se vale qH~locélchen:Y, ¿quién mira a quién? ~qn9qtc;lºs.,.,.¡q4\3nu,.nGa se volverán-a ver; av.eces .no su.c.edio.~. jam~s'.'~:.".",!:.'"'11.
.," .
.:,lb'.,.:¡l
'.' '" .Ó:

enun,p1éltrim9nigffi9c,lglo. Ya veces, lo.quees peor, UnObUSGélCOn lcí'.> ¡d;~

:~~ ,Y.e~~lJ~~tra ~~~ o~ossól~ :~.~o IiI ..[[¡i,:~~1


y~ Primero, uno mira a sus iguale§;l()sadolescertes miran a los adolescen-
tes para revisarles la ropa y la p()se que traen puestas, los cuarentones,
:l;?'º:l:§;.
~ 'C&'*f\\!AV¡~··C1V\..-a;"Vh-v.:-O'rv0rQ.¡rnrfy¿fv.
8~
a sus contemporáneos paraélpr9ncjer!a,rnapera de sobrellevar las eda- mira.da l;.,:.:,rQ;; •. .•: e.•. ;.' s•. .,o,.•. .·.s. yieo<lo, r.•'. ;I',
,... 11 a,·."i-;;C:~::" ,,' '- [d.k W
LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS

abolir el poder: se conformqC9rt9!'l1arI9;F'1~Qdo caso, en medio de la


LA MISOGINIA
histórica repartición de estereotipos, y sin .ninguno que usufructuar,
~
queda un mundo de gente de cualquier sexo que no sabe ni competir, ni
ganar, ni mandar como Ioshombresoauriquetampooo abnegarse, perder
ni obedecer como las lllujergs;a estos: despojados, de los estereotipos
L a misoginia es un sarcasmo tímido que ocurre cada-vez que pasa
una mujer derrochando estereotipos, unos muy viejos 'como ser
débiles, delicadas y víctimas, y otros más nuevos como ser-conscientes de
sexistas se les Ilamamísógíncs: sonlos que norsabendloran como muje-
res lo que tampoco.quisieron defender, <::om9homqres, porque tienen
su condición, realizarse en tanto mujeres y encontrar un machó rampan- la desprestigiada idea de que no haya nada qué Pefenqérpi:lra que no
te en cada hombre. El doble estereotipo de víctima concíentízada permite hay nada que llorar, y así, sin la solemnidad deIadefensa.niel.patetis-
que cada acto suyo tenga, no una razón, sino una causar-las mujeres; mo del llanto, su única forma de pelea es el humor.adolorídorla.burla
y que siempre persiga, no un fin, sino un culpable.elos hoh1bres. La asustada, la ironía, que es una manera de romper.estereotípos Lafer»
militancia estereotípico. va dirigida contra los hombres;que'~risUpapel ma de ganar de los perdedores.
de machos niegan los cargos a la vez que se insuflandeorgulló,>pero Mientras las mujeres se enfrentan a los hombres, Jos misóginos se
también le pega a una población civil de sexo masculino,' Clll~s91ér~aJos mofan de las damas, y de este modo, mediante lalóqíca.del.rebote,
hombros a la vez que se desinfla de ánimo, y le·brotaunamisbginiaa la pretenden oponerse a los dos: el misógino se ríe de la seriedad de-las
que sólo le queda responder como hizo Neruda: .~IQllé.qqn.it¡:¡,,;qjaláque mujeres mientras se aburre de los chistes de los hombres. En efecto; el
nunca hable". Si las mujeres son las víctimas delosh()rtÜ)r~$,los[~isó­ rencor risueño de la misoginia ataca no sólo a las que lo acusarr.de
ginos son las víctimas de las víctimas; pero el misó~inq'nQ~~'Ponealtú macho, sino también a los machos que lo tratan como a uno dé los I 93
por tú: mejor dice un chiste. Si la mujer es el n?gmq~!'trl1.Jndb;:cémo suyos, porque a quien detesta es a los dos; es decir, a la separación de
decía John Lennon, el misógino es la esposa:qé%§~)D~~fª;'Y una sociedad en dos estereotipos, a la repartición de una razón en dos
Es cierto que los misóginos odian a lasmuj~re~,perQ:pºrló'Iriismo estupideces: es tan mísándrico como-misógino. "Misoginia" es la pala-
ya no son tan machos, toda vez que los mé:l,cl1qs"eD ef e9tQ,,;man a sus bra sexista que utilizan las mujeres para atacar a alguien que simple-
mujeres con reverencia y serenata, comoLllÜ~Mimwr9.'1119i¡,1GO~dicio­ mente es misántropo(a). Se entiende, pues, que los rencorosos de la
nal". La misoginia no es así de caballerosa, PQHWé ti:lTl1P9so'jtl~ga el división sexista de la vida son igual de sexo masculirio como de sexo
papel masculino. La separación entreqJ,éj,s<:;yÚnqvf?rneriil'lo,:á,'partir femenino, razón por la cual no es extraño oír a una mujer quejarse de
de la simple diferencia biológica, es 1i:ll1!$tqriélpe'llfla,T§ptlrlición de otra diciendo que tenía que ser vieja.
estereotipos: se repartieron la inte\ig~n9ia yla pasiól1,Iª:!qgiGa' y la es- La misoginia junta los dos géneros en un solo mal pensamientPLY
tética, la cie~cia y el mito, la soledad V)qsolidaridacl>,~l~é\ré\geylacodna, aunque sea malo, este pensamiento ya no contiene separaclonesrcon-
y así sucesivamente, hasta quedélrhe<::ho~ tod9!ffi·bSl!llbréVtoda una jura la rni:lldk:ión de los estereotipos y, por lo tanto, contiel1e<3!espíritll
mujer, Y si hoy la sociedad es mashistq, T}O lp~?pprq11elos hombres de unq$QQiedqcl donde hay hombres y mujeres biológiQ()s, pero Tl0
tengan el mejor equipo y la mejQ(maldad, sinQ porque'!as mujeres se machismos. y mujerisrnoseontrapuestos; sólo que. lo coritienWi1 la jnc
han puesto sus uniformes de Iron LAdy y han a~optado las tácticas del versa, P917 IQ H?gativo, como burla, frivolizado, para que 0.010 puedan
juego masculino, de suerte que se hace difísil saber quién es más ma- estereotipqrYs~ggyivo;nosea que lo vayan a tpmélreri serio, jo eti-
cho en sus métodos, como cuando lélsolu¡:;iÓl1'al'próblema de la viola- queten COn UllªclefiniCión'sociol¡)gica, promuevan el día lntémaeíonal
ción son las clases de karate -.EI rnA.c:;l1ismoqelas
. ,-" . ,-',.,'.
"
mujeres no quiere de la misoginia y]QJ:lo¡-.gan a.defendersey.a .llorar,
LA VELOqDAD DE LAS BICIClETAS

puede funcionar como realiC!adiEl:}e~tesentido, Cien años de soledad,


EL MITO DE LA SEXUALIDAD
la Biblia o el sentido común sQI11:!\,,lel1as téorf~~; aunque hoy en día son
'/.. los científicos los que cuentéln; !Qsrnejorgscyeptosisobre todo porque
inventaron el cuento dela verdadcientífica; que-les salió buenísimo. En
todo caso, no es la realidad laque prodlJ<::e~L!J<:loriél,sillo.lateoría la que
E l siglo XX fue, entre otras cosas, el siglo de lase.xualid.a..d..::p.,>r.eud se
la descubrió al mundo, incluidos los niños, y desde entonces está
reconocida como un hecho tan objetivo como el halíocentrisme, mer-
produce su realidad: la sexualidad es tan.rE1¡;¡LYQIT\9 nosotros la ha-
yamos hecho; es el invento del siglo. SL.Hngy~:z Ja Bjp!jp funcionó
ced a un dascubrimíento tan científico como el de CopérniGo.V,~sque como realidad y pudimos explicar el mundo pwI!Y1=ll1}l:'!nte, ahora pode-
Freud, copernicanamente, realizó un trabajo impecable. 811 primerlu- mos explicar lo que sentimos interiormente llamándolo "sexualidad'',
gar, la puso como el centro de la vida humana. En segllI1c:1q, demostró . Ipo
pero ¡gua driamos
' 11amaro
1"pecado" o, UfantqSffi?! ""
,s9Ie d'éld" 9 <::lI a I;-
que se trataba de un fenómeno biológico, o sea, de.ul1qYI::m:1gd.ciEmtí- quier otro cuento bien contado. En suma, la sexuéllidélqTesultq se,r ul1fl
fíca, y por lo tanto, no susceptible de impugnacionesmeramel:}tecultu~ fabricación cultural, y toda prueba en contrario proviene9l?lp p:1iSrnél
rales. En tercer lugar, armó su teoría de una maner¡:lTecloQ9ei,gesuer- fábrica. .;
te que quien negara la sexualidad quedaba' ip$(Jfq(}tq,g!~sdosticado De cualquier manera, la sexualidad ha logrado funciona,r.c::prIH? rE!9Jk
como represor de su sexualidad, ergo sexualidadglfil.1lypprúltimo; dad palpable por dos razones. En un primer momento, pon:¡l;le,s¡rvjÓ8~
pastoreó su movimiento psicoanalítico parala:prQpggg~#ºnydefensa
de la f e . , ¡ , , ¡ . ¡ , : - , ( , · · H ¡ i ' , , ; ; > \ , l ,
consigna a los grandes movimientos culturales del siglo XX, q1J~se'
rebelaron contra concepciones autoritarias de la sociedad, en tQclqS!QS ", ,,' Ó. ..• : " . ,
I
El mundo ha sido tocado por el dedo deRteM~,:.g~r~fe8tQ,aunque terrenos: arte, política, moral, educación, etc. La subversión sexllpl " '·l
95
-1 ~.'

jamás se hayan leído los Ensayos sobre lase.x.J.¡qliª~SLi~§tªe$;unareali­ abandera la subversión social en el freudomarxismo, el surrealismo, el
~~I
dad demostrable porque se la puede sentirep,yngmi§m8yvérsele en feminismo y los grupos homosexuales, la protesta juvenil y estudiantil
todas partes, no sólo en la literatura, el arte,l~filq~fíq;gelp~nsamiento y el clero post Vaticano 11. Durante la mayor parte del siglo, sexualidad y
moderno en general, sino también en'~rnpitqs.m~§Rr~fRIl.os:. no hay política coinciden, hasta alcanzar el punto de trivialidad de pensar que
telenovela, consejo educativo ("no 10repr!rqasi'),:narr9-<::ié>n'biográfica la izquierda que no es sexy no es izquierda, y lo que en un primer
("es que mi mamá no me quería"'),an\l[i9iO p\1bUsit1:1ric_YT1LperSl)asión momento fue exitosa militancia política, pasa a ser mercancía de la
subliminal que no tenga a la sexualidélcl¡J0rhe<::8() <::qnsumado. La canasta básica, y éste es el sequndomomento. Efectivamente, la sexua-
sexualidad, de tan real, es casi una f:o$qq4e;seP4eclev~~'ehlaGarad e lidad es tan real como el consumismo. El consumo, utilización, COI11"
la gente. . ..., j. " ,:;;;'rU¡":";'" pra-venta y prestigio del sexo y sus símbolos le otorga;ª1ªse4lJfI!iq~~L
, ¡ Ó . : >,".,.:.". ':;....
Así las cosas, la realidad obliga el adrrütil'qu~ii:lteonacle,la sexuali-
- - -'.,.:'"
su estatus de realidad palpable, de donde se deduce queilJri¡:i.viclª~~~l-!¡:iL;
activa y múltiple es requisito de una normalidad delw:¡ngüªrq¡ª;·,,4~;:,
. ',".-' -'./,', ....

dad es verdadera; sin embargo,¡P4ede plqntearseql revés, a saber, que ._"-'''''-''''c''-''''- ;",". -•.... ' ',' ' •.• I.·.~"; •.. ,."" -:, ','

la teoría de la sexualidad obliga él admitida r~aUqªdcomoverdadera, sexualidad pasó, de ser una realidad de rebeldía, a ser-una realiclaclcle
con lo que se debilitaría la teofÍa,·}asexuq!jqádvun buen trozo de conformismo.
nuestra realidad contemporánea. Y así parece s~r.Enrigor, una teoría En est~s .momentos, el recurso a la sexualidad'c6mo. crítica,de la
es un cuento o narración, que cuando est4 bien contado, es decir, sociedad Q pfQl?YeS,t¡¿'9ultural es obsoleto. Comodice J.J. Blanc;Q¡ re-
cuando es coherente, sin lagunas, lógico, completo y, en última instan- sulta .más ,ffiélmÜ'¡pl.YXebelde la "pareja a lélantigüita, profundéf YélrnOc
cia, como decía Bohr, bonito;. se cqpvIep:een una buena teoría, que rosa", qb!e:lgs ':;pr~st¡~j9sps~aberrªciones sexuales'vdaplástico .y' en
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB

cínernascope". El fin del siglo anunció el fin del mito de la sexualidad. De LA MODA COMO CREACIÓN CULTURAL
hecho, puede notarse que el pensamiento contemporáneo ha amplia-
do la idea de sexualidad, que refiere concretamente a sexo,' a la idea de
erotismo, que parece referirse a la posibilidad de percibir las experien-
~a hora de trata.r .as~nto~de ~er~edad. i.la~in.,.' Od.,as quedan d~scali­
cias intelectuales, visuales, auditivas, etcétera, como si fuesen táctiles.
A ficadas como tnvlahdadlrredlmlble;loclerto'es que constituyen
un mercado trasnacional multimiHbnario,iqÍ1~sellevabuenapartedel
los salarios, y del que todos, más o menos confésédaménte," e~tán pen-
dientes de sus vaivenes. .
Los libros sobre psicología de la moda,alia:dosI1aÍliralesd~.\iogue
y Vanidades, la explican por las muy discutibles 'necesidades de
autoestima, aceptación o aprobación; es decir, que uno quiere "versé
bien" para ser querido, "como es normal". Lo interesante es que la
moda se origina y se mueve en sentido contrario y por motivos opues__
tos a las explicaciones frivolocientíficas de los expertos. Véase-sí no'el
caso de los punks, la última gran moda del siglo xx.
La moda, cuando es original y no mercancía de consumo al estilo
96 Benetton, representa un proceso de creación cultural que poco tíené
que ver con Ser chic y estimado en el círculo social. Para ciertos gru--
pos, la forma de vestirse es la única posibilidad de expresión y formación
de su identidad: concretamente la de los chavos urbanos, minoritarios,
marginados, sin poder alguno, que a falta de dinero, educación, carisma u
organización, sólo tienen como último recurso y medio de comunica-
ción su propio cuerpo, que es más o menos lo que queda una vez que
se ha perdido la esperanza. Así eran los punks: adolescentes británi-
cos, desempleados hijos de obreros, súbditos de la Reina en tiemp<?~
de la Thatcher, que crecíah ante una realidad de promesas marchitqL '
das. Con sólo su cuerpo y ropa usada, crearon una moda que C;P!1trél-
viene la ilusión de la armonía y funcionalidad tan características de su'
sociedad, una moda antiestética e impráctica, sin una lóf!'jg¡:iaPélfentf3 .
(punk, según el diccionario, refiere a lo que es inútil, él la bélsurª;¡:¡, 18
podrido): tijeretazos-en el pelo que desafían el drapeado néltural,tintes
apartadísimos del rubio y el castaño, indumentaria rota OQQrtqqa en
combinaciones del tipo de SélCO de smoking CQn botas de minero,íql1as
44 en cuerpecitos32,:cierres en las rodiUes, argolla? en la nariz
¡
JI··
[ . .,
(.'.¡
PABLO fERNANDEZ CJ-IRISTLlEB
til
cadenas de oreja a oreja, suásticas y palabrotas¡ E\~ .d~9j~,(¡a.§lll?ión de LA MUGRE 1"l,'',1U
id,
lo agradable a toda costa. Éstos son los que han 'ímpuesto.e] último
alarido de la moda al planeta.
¡·li·.
,111

Terroristas visuales a fin de cuentas, es evidente que lospunks no


pretendieron jamás la aprobación social, la cual es n('lq:¡piqªª g~ mayo-
t~
¡¡J

rías silenciosas y conformistas; lo que pretendieron~D9i:l-mRtºfpBla


notoriedad, el reconocimiento de su existencia reprqpªgª.y>?t~?s.oes
L a mugre perteneee.almismo orden.que los terremotos y el Titanic,
o sea, que cuando la humanidadcree.que ya.coptroló la naturale-
za y abolió el azar, sobrevieneunpequeñ9detall~que)$baja!loshu­
HJ1
11
r.''1]
que, todavía, el mundo es, entre otras cosas, Plll1l}:;ºa.s.ti:l-Y.I'~F'f1iños
, . _.,
mas, y uno llega a.la.misma condusiónqul"lc¡yien9lélsS4breunlampa- ¡t!l
1':
ricos, películas en cartelera, decoraciones de discqt~ql,l~ 9¡:¡P1Jn§!Qs de rón en su traje nuevo o unos' gusanito$negro$qebí'ljosl§ las. uñas ¡l,;.

Calvin Klein para saber que el fantasma de Sid VicÜ?ld1?8nclq·P9!hP por barnizadas: mugre vida. Se entiende que Hc:iwardHugues sea un mito de
su casa. El impacto fue tal que las modas anteriores, )qgigélS.yqrmqnicas, nuestro tiempo, porque su fobiaala mugre lo hizo .ef('lscI"lPcler c!§ljeÚet ¡
saben insípidas ante el argumento de unos je¡'lns.h?9.DQ§r;:!gélgllJeros. a la muerte por s u c i e d a d . c ' j
. :.'
f';
e
Así que cuando Ives Saint-Laurent busca apªl)té'\Jl.é:lrn9$.ªf!nn~ndo Una buena dosis de ciencia y tecnologíadevida.rnoderpa.~ehé:l l<
que "su moda se inspira en la calle", en rigor está giQienQg .4 pª iP.1;lyie.9 i3d , dedicado a la limpieza, a erradicar esa sombritasatin~d¡'lq\-leé'lrtlanece iU
pero además, cuando la cultura punk entra. a los. es..: ~¡:lf?ªia.te$,. ,el1. ese alrededor de los apagadores o parlas cuellos de las camis éls,porqu;la .' ti!
preciso momento termina como creación cultyrsh IQ~<2s.~ªB~r~t§s.icºmo
los monumentos y los mausoleos, exhiben cosªs.Yªfinifll:1Üa.cl~~Hes.tºes lo
mugre deshace la ilusión de
cuerdo molesto de un pasado Incomodo, ese decyancl?!'l~m,Qi'!blq;
vid~ m~derna.
': la mugré f3s.•. • .•. .· p.•.• m·.': 'p.'.:.'..:.,w' n:' re.,' t•. ~ ·.".'.s.: ..·..:.. ~:1..
:~¡
. .•. ..

98 que traen puesto los maniquíes de las bOllt1,m-!e$)l:!hi:lT9clEUerDRalsa- p. regreso, cuandotodavía no se inventaba el futuro y la .:n
.. ' '1;.'' ,.'" '.;!.. éJdsf~.ñc.lat.ra s..,. . U
mada para que ya no espante, sin los ra.s.gºs.é:lºrIJPt8§~"mqlentQsdela ~I'j
obra original, todo gracias al primor hé:ll:>itt,iª19~JC?s.,rnq8jstºs.;iºaritas
de modelos, cortes de cabello "asimétric:º§:',ta11a.s.."n;9Igqg~s"lméU1gas
curría opaca y trabajosa, terrosa. ysilvE!stre,'ysóloservía,pa,rair§G:'
muriendo ca.n g.risit~d: la mugre es algo así como el olor ~e.los~atara.".. ·~¡.'II
bucles; es corno rnrrar. en blanco, y negro; Gamo un ruídíto que no ¡,r
.
rotas de fábrica y etiqueta de marca yq§'preGiqc,qmqggri:!ptígJle que interrumpe la memoria, sino que interrumpe el olvido y hace recordar
lit\~
wl
se contará con la admiración general.. ~st?\e$]apª1ªRrp.ge;ºiQr~ cosas poco delicadas, como el hecho de que todo lo que uno·haga,y l," &'1"
La conclusión es que la moda e~tf!,hecha.por.jé>y?ries6ºflrnotivos p.la.nee acabará por enmu g.recerse y descomponerse; incluido uno mis~'. ~I' y.
para ser disconformes y utilizandqrn,ªt('lr!C\~rimª1Jr?~~t1,i~l'1ted~Lbaúl mo. La mugre es una especíe-de-ruinosidad que de antemano-se-le l" ji:
de los trapos viejos de parientes ía¡lecidos, Noe$g~a.tqitQ:Q1.JeLQllis sube a la gente y a sus cosas y envejece un mundo en el que todo'debíé'l" ! [1
Kampf considere la moda corno incli.C:f-J#?rpri!1¿i]Jql.~~Jº$movimien­ ser radicalmente nuevo, donde hasta las antigüedades tieneriqu~Gst~r' tl
tos culturales del siglo: beats, hir:m!e~,.pul}k$".;c6'·;'; . nuevecitas.,r;
.
. !if
. •. ' . . . . • • . '1"
,¡"}.t Laeíencía :asegura que la mugre cae; la gente compruébaC¡l.lé¡~~ .: .¡i¡:"
mllgrebrc:ita~J?asteurpergeñólaidea dé que la mugre,viéned~RfLlerCl< ' 1 ' i 1
y fueelflrirnero"que,vendiólailusión de un mundo' pasteqri?aElo¡'qp~ tj:,
se mantenía,:irnP~c~qlecorbsólo cerrar ,las ventanas;· funciópó,parél'I a " (f!
leche, pero,?prPflXé:l.:¡a"imagineríalcolectiva,. donde;.la"!Y\llgresé'lIe,cle. k:'
.
adentro, porqd~~s'cºriIoelsudor del-planeta queJ\'l('ls'~llrre,na.Qq'tntls
' , . < ' .. , ' . , . , : ' , - ; ' : : ' - ' - " : - : ' : . , : .. ,"';",,:. ' , ; . ' , "., .:.:',.","".,':,.',',;
. kJ"
t-,:;,;,
de girar, corno-el' CQcl1qr,-hpre H!l~Ct-!éllqÍlierarna de-cesa S?be Qo nste rtl9d.él. ti.!
n~
~-:

1":'
' :1,
;::1"1
PABLO FERNANDEZ CHRISTUEB L:t.
!!
\-,.j
).:
que crece solito en la cocina, como la herrumbre del fierro que le nace LA MULTITUD QUE''iXJI)0S¡;UiEVAMOS 'DENTRO 1:
\ :
¡.!¡
como musgo en tiempo de aguas, de ese musgo o moho medieval que '1

I!
le salía al vino para echarlo a perder, y de donde viene la palabra , ,~
mugre, pariente filológica de la podre, que hace curiosas esas sílabas "1: Ji o,
i!('j
gre/bre/dre que tienen la mugre, la grasa, el cochambre, el pringue, la
podredumbre y todo lo que ennegrece así.
La limpieza moderna se inventó en los años cincuenta, con los
L as sociedades de;.ho.yse.caraetetiz.a.rp.:.o.. ·.r.;¡;u.'t.e
des, a esa especie de. locuracolectlya; quepl,l~de'destrozar en
.'<",
. •.m
'.' . .' ..
minutos instituciones seculares; dé hechÓ,Jél!:im9~f1s~mPe?arOn a' ser
. . . .•. o.. r;a. ,las mu.Ititu-
. . . . . ....
1,'-
/,11,1,,,
¡¡¡I,
avances de la medicina y sus hospitales de porcelana (y los afanadores estudiadas por el miedo que le dabarra;Ia'?iyili:¡;ac;ión;9ªjqlate.si~de IF.
pule y pule). El primer Congreso Mundial de Detergentes se llevó a que las masas rompen con los valores Y¡POr(3n<i~l (:Cll} ~ü ()\rJ.!:m(3nque. 1::;
cabo en París en septiembre de 1954. Tal modelo médico pasó a bancos, se finca la cultura. Estilo Sting, son'elfaritasrnadkqtr()peJpm~qu,na; "
automóviles, centros comerciales, tiendas de autoservicio y ataúdes. El Pero no es que las masas rompan "el"oidenisil)9q8~tien~I1e!1?Í i';
invento consiste en el empleo del brillo y el color como antídotos con- mismas "otro" orden; este orden inusualp01'elq\les'eri~~111asJ.Tlylt!~ t;
tra la mugre, y por eso proliferaron el cromo en defensas y molduras tudes es un orden sin palabras, una lógica sinAristóteks,quedat~c1~ 1':1
de Cadillacs y Corvettes, en grifos y pasamanos; el vidrio en fachadas, antes de ~ue e~is~i~ran las palabras~, por.supuesto'':~d§:.,. ;.o..•'.t.e..;.I.e.. .s.;. p..•. . •.s @p,..IH.!

f;.
aparadores y ceniceros; colores chillantes en vestidos, plásticos y foto- que lo mas primitivo de la humanidad sigue todavla·V1g el1t y tan., .', \H
campante. Por ser éste un orden excéntrico.da civilizaciónélc:t\1ª1 siern-.( ",; . tH
r,
grafías, y lámparas de neón por todos lados, en el entendido de que la
h:
t] luz mata la mugre, como si fuera hija de Drácula, y en el uso de pre clasificaa las masas con términos negativos: irracionáles;imp~SjVpS, .·.••
impredecibles e incontrolables. .•.. ' ;";~Oo . .•.• ,'",; 'l" . . f
·..'.W
1-I00 formas redondeadas, porque se sabe que la mugre sale por las esqui-
nas, que son como primas de las grietas. El panorama urbano con- Cuando se habla de sociedad, o gobierno, o partido/'de.rr¡p~q§',;J. 1::,"
temporáneo, con sus edificios de espejo y acero inoxidable que pare- quiere decir de control de masas, pero este control está ejercido:p9{
cen aparadores de lácteos a la décima potencia, es el resultado de burocracias medio brutas, por lo que sólo se imaginan a la'rnasa~erisQ
toda la tecnología de la ilusión de la limpieza. forma más abultada y notoria, es decir, en su forma multitudiriariay
lé() p¡;¡rªdqjigo es que la misma ilusión se ha puesto mugrosa con el escandalosa, a la que, efectivamente, logran controlarmediante latec)
ti§\llPP,. Y~~§i?g~nºqmil!?ni9ªGflbó como, elprimero¡. aceptando la nica de la disgregación, es decir, separando a la masa en sus corrij:kh
mugr~,qg..cpmpPI1.ºefestQ,?¡nº . ~omo;pr¡ª,.GOnqic;ión,·.y.!:"onviviendo nentes cívílízados, comúnmente llamados individuos o ciudadanesrés-
cor; ~Itéhé9§í .qLl~p()~oª P9fo Jªoml.!gr~~§;r~¡nt?grªq¡:rtpntoªl.panora~ Sin embargo, la esencia de la masa no radica en su cantidad'Cls,ea
ma yrb9-I1o cC)flJóa laestéticªpº~n}Qq\3~pª~§tJloBladeRunner, de que no se la controla con sólo dividirla. Su esencia radica en qUe el
callejones mugrjentos},lcol?re~¡lp~g91p~).q@Úerr()s oxidados que apa- orden que la rige no es racional sino afectivo, por lo qUel9masqe~ en
recen en 1ª!'d.e9ºrªc¡opesctlÍsq!1,19s9¡§S9*,~gUeSi,y·en .el dirty look realidad una especie de pasión interior, una voluntad decomunic;ar,se
natural o forzélp(),~eJa g~ner¡:t9iól1 pqsY\lPr?ie:¡El,rnHenio acabó con las sin palabras que más bien se puede llamar comuniQl1,Lé\ eSenciª dEl ¡él
-' . . ".'.,;,">'\<.,.'..,' __.. '<...., _:.
."i,.;.__ "",_::,::"."T·'·"'_'
uñas negras, corte! gl,le1lgpef<:¡pdiqQ, 8n'~fe9tQ;' pero entre tanto des- masa es Jasgq!las de la gente de estar juntas,clepertenecerenttªñq-
cubrió que la mugre pperJ.e"tf!nerI?r?¡::Üeqad~~acogedoras,cierta tibie- blemante.a: g,lgq.>..Esta.voluntad de comuniénes.la multitud:que tocios.
za y suavidad que l1agen.QeeJ.!gHn,cQh:.honcito que amortigua los llevamos dentracio.,i; . , . . . ....';
rechinidos de la limpieza. "<0' S,: La multituclq\1f%t.8B0s'lIevªmosdentrq~parece,@ritodq su irr9eio~
nalídad e in,contrplª§Í,Jic1<igreqtQqA¡; Pi:!ITes Yé\ tqdé\s' h()rqs, np sQ!Oel1 .,',
"; ,_,~ .._. -.:...:~._~.--,:,,:,-~ __ ,,_,,"",-w:...:.:._,_,:~ .. ,.:_~.:_, ._...__ "__ "t;'
PABLO fERNÁNDEZ CI-IRISTLlEB

los estadios repletos, en los conciertos de rock y en la? qJ.an¡:ha,s calleja-


~ , ~'.." ,- '. LA NO-CULTURA
ras, sino también en las celebraciones privadas, como las reuniones
entre amigos o familiares. En todo caso, el ejemplo más pequeño de la
masa es el enamoramiento: el enamoramiento es exactamente una
a mejor forma de rec~noeer la cultura'~.'~;P,.~~q.,LI. e.;' es inútil, o ~ea,
multitud de dos y, como toda multitud, los enamorados.sercomportan
con un orden distinto al cotidiano, en el que nada les es.ímposíblg, el
tiempo no cuenta, no se requieren palabras, son autosLlfiQientes;viven
L que no se puede aphcar a la produCC1dn.'nlsacarlegananclas,
porque la cultura no da de comer, sino qué dasi$nifi@dQs can que la
arrebatados en su íntima multitud. Tenía razón quien:dijqquedoda vida hace sentido; pero en este mundo de:pa:pek~$portriplicadoi don-
historia de amor es una historia de locos. Y los pobres indjyigllO$cii$la- de hay que presentar comprobantes hastadéLs~ntidQde l¡:lvida;a la
dos en genera,l viven con esa voluntad de ser masa yesPergn:eLmo- cultura se le añaden otros elementos para reconocerla:y!otorgéirlePresu~
mento para fundirse en ella. puesto. En primer lugar, aparece como un objeto/uhartíq,áol;'~~;!-!n
Es interesante notar que Roszak, el teóriG\:¡'.anªfq¡..¡j:$ta,.de.la libro, un cuadro o el botón de la pijama con q\leBenitoiJuárgz tuyO
contracultura, y como tal partidario del otro ordenQ§"Jª~,masas, al sarampión; en segundo lugar aparece como un acontecimie¡1tÓ,en}SI\
escribir en su madurez (como Umberto Eco, perQ,.§QD,¡P1l:¡PQ?§lJerte) fecha y lugar, sea una exposición, la muerte de Dalí o una cOnférehciªiip
una novela de ficción, haya construido una alegoríª>Q~;mq$qS;qPntra lo que acude un público enterado del asunto, por lo que, entercér:lygar,IA .
orden establecido: millones de insectos produciqQ$P~DcJ~'rngnte' cultura es una especialidad, dividida en creadores, críticos y mirarles;
una niña invaden e inutilizan todas las computªQC;mt$..8¡:;IÚ:l/i:i.neta. Por las tres razones, la cultura es una mezcla de diversión, espeCtÉlcü-
102 fantasma que se metió en la máquina. los y sociales, según se aprecia en las secciones culturalesy socialesde'los
y el orden de la multitud, sin embargo, PQrm1..1}J~Wc>gtQDªn.te periódicos, siempre confundidas una con la otra, donde aparece! un
ésto sea, no puede llegar a ser un estado 1) orgeJr!~~r'tI1~!1Elnte';puesto intelectual en un: coctel o donde aparece un coctel lleno de intelectua-
que cualquiera se cansa hasta de estar enaJpºrg<i~,.Ber9,,9()rr1.0sea, les, y tiene un santo y seña de reconocimiento: todo cabe en un museo
un aspecto de la vida social quena pueQe$e!"sllPÚn1idoi:p,¡:ljo;riesgo sabiéndolo inaugurar. Esto es correcto, si se atiende al origen'de la cultura
brotar un mal día en alguna convuISiQng§~lJ~IC1L1ier):l1"l1é:lñQ.que como tal en la Ilustración. Cuando no parece correcto, surge la "cultu-
haría poco favor a cualquier sociedad,grY80¡PfDé:ltr\m9l}!Q;,"": ra popular", que se trata de la exigencia de que ciertas cosas, como la
mezclilla o los judas del Sábado de Gloria, alcancen también la catego-
ría de artículo cultural, tengan su museo y haya un evento donde Ii'!
gente se fije en ellas. Y es c q r r e c t o . ' < .
La cultura es una forma de ver la realidad, de pensar'Ysel1tir)a
vida, de enterider el-mundo, y así sale cierto eso dequ~;,:!!2Gltur~l~s
todo", hasta.la receta de sopa de fideos que bienpli~qf:lC()mpilClrSf:l~!'l:
una. antblogísr con su, consecuente presentaciónde 'librQ;'l3n,~fE!¡'¡tP,l"
abarca'las'cien6ias'ipla'tecnología no, por útil"'ilas¿rte's, Iqfil9~qffqYla
religiÓr1¡'péti;YC~r,V(;~h1o,dice"Peter' Berger,<tJn'IT)inutos,¡r(s~nfkIQ,$jn
entender;es'~h1fki~DtEFParapreferirmorir§e, '. resulta dernélsipPO,cqlto
suponer. quelq,g~nt~;l}oPl1eqema~arse,1Jn minutosin arte, cUClndode ,'i
O"o!.' '
:t>
PABLO FERNÁNDEZ CHRJ5TLlEB

hecho se pasa años y vidas enteras de lo más contenta. Entonces, debe OBRA POSTÚLTIMA
haber algo significativo que no forma parte de todo, que es inútil pero
. no es articulo, ni acontecimiento, ni especialidad, sino-una nada que se
cuela por los huecos de la cultura y de la que sólo se sabe lo que.no es, es
decir, una, no-cultura: lo que sucede cuando nada PqSq,J9.q\1~ queda
cuando se quita lo demás.
Lo que hace un pintor cuando no pinta, los estilos Pe ºªgef Gola en
S e llamará "postúltima" a la obra (libro, disco, pintura, moda, in-
vestigación, deporte, sesión de psicoanálisis, hábito) que una per-
sona realiza con el exclusivo fin de demostrarse que no está acabada (la
el banco, la ropa de diario, la tentación de las motos,Vj9,:Xelqqidac;:l, el obra, no la persona). Puede reconocerse por el cuchicheo popular que
invento y utilización de las puertas, el humor del cIim8i!9,mººi1a¡;tual pronuncia la sentencia de etimología onomatopéyica "ya chafeó '~ (la
de las interjecciones, el color descascarado de laR¡;g:eq,;yJ?~ belleza persona, no la obra). En las novedades de librerías, tiendas de discos y
baldía de los rincones, la suprema sacralidad del futbqJ,e!l?~rrq infernal exposiciones varias, se pueden encontrar frecuentemente especfmenes
de la marginación de los feos y los mensos, la estétiq¡;l.q~,J~l:¡?§ll,rª,los de esta índole, que la gente compra porque cree que ya salió el último de
preparativos para salir a la calle materializados enm?letitªsYffi99hilas, Joaquín Sabina o de Laura Esquivel, sin saber que el último ya lo tiE;lP13
la historia de la mugre, el azadón de palo en lél.qª§gSI~Lhern~ro, el en su casa. Estas obras posteriores a la última también se.deteotanen
género literario de las etiquetas de catsup y salsa lnfJle9?,E¡lI9Jrm,llq de los chistes, temas de conversación, ligues, vestimenta$ Y'pérnás graCias ,
lectores alrededor de la caja de corn flakes, el aqYF1wierlJpc,lgDc;:le§tino de los conocidos, así como en las C()~a$9Hel1n9',h?Ice'YCQllSidera su
en las películas de Tarkovsky, lo que hacel110§,m:lé'U:'l(1q'hªqemQ~iotra propia obra. . ...U"'.<>, .•. . . . .'
104 cosa, lo que siempre queda relegado a la pªlªb,J'é:1,$tR~terB;;,.etg~tera, "Obra", palabra grqn9pt?,e9tq99'Iq9~eaIgui~~tiene que escribir,
son inutilidades significativas que no se eD§HenIr?I}':~B';¡P§ieYeDtos, cantar, decir, hacer;;¡nve¡¡tl~ai;:;~ab~~,:'cpnfesar, y~ue al llevarla a cabo
sino en sus fisuras, que no son objetos,?ing,§y~mi~r-~t¡Rjq§iiLa,no- siente que S\1$, PR$!eg~§§iw9~r~FG(;y§rq.b.s,.sus jri$ti~tos eilusiopes, sps
cultura es la forma en que entendemos 19q4eDtnp§Br~!1L!r!t8mOS,y furias y gustQ$¡¡ !>,Y~jBe,~9I1,Rrjm\em9#}J$Hen<;i9~;se.val) ~C0l110ªal1go ele
está hecha con el mismo material que lél º!J!tLlréJ.'éJ.;s;Cl:ber-l,ªe.Wtª)~gica algún rnpc;:lpen:a¡SHP~f()tmªJ};nAi%,11I1QypporÜendoma!qYepiel1su
ordenadora, de palabras, de imágenes Yge,§0~jq8~ql"erqºQps.tante, vida y su per$ona;¡;¡ní,demélf1erp 9IJela obra propia se rniracqmo;up
.no pueden apreciarse porque uno e§tf!,9~!.l,tr¿<:lc?jjla:i,'i.p9X94euno espejo, Q inclusoal revés,q\1e'\1no,se encuentramás.deritro de la obra
mismo es uno de ellos, uno es partec;:leLIT1;;t~ri~l,{;:.,';,Y, que dentro de sí mismo. Yé\ Sea arte, deporte, cíencía, offcio,oco$linbre,e¡¡
La cultura es, bien sumada, un. prQx~ct.o;ié\rtiqWEl.gq'8e,§qciedad, un trabajo inventivo, porque uno se inventa a sí .mjsrWJaLhacerlo. '.'
que incluye a la política, y que siemPré:.fall~:,LqI)R'7S1JltlJra"porin- Una obra quedará terminada cuando se,aqé\99!~necesidaddehf'l~
existente, puede darse el lujo de cpmtrHirlloprC¡Ye9fp Pe$fa,rticulado c~r!?, cuando la inquietud, o ganas, o urgeD~i9-,.pgQzqiquedan S'9rnCl
de sociedad, que nunca falla, P9rqpe .10. in-in,ten9jºDªJ$je~pre sale aUWé;lQQ$;9Wraclos¡ ya que todas las nostalgié;ls;alegría$;'pesares,
'.C- ':.-" .,',',c·;·,:F.",,·:.·,.··.··. ' . . ,-",>.:,.. ·.. ··..
indigl1a~' ',. '-.' '·.0 -' ""c' .,:

como de todos modos iba a spljkd. lami$rr¡~:ma,nent que un gato,


e c:jqn~y.rmj~89p, hqn.sido finalmente puestos •. ~hlas cosas"(3arcía
haga lo que haga, siempre ser~qprmcti:\!n~hte.S?tq.:Si la razón. cultu- M:ªrFll1es:t~rfDJp~"$,lIQbrael día en que mwió José ArcadioBúendía;
ralo 1<;1 razón política saben m~s,.lél. ré\;?:ÓDnq-cy!tpral sabe mejor, y por ~é;1m~8:V{~t¡¡~I"';'8H~fWI()plos 25 años q()~strl1Yó la doble héIiced~1
ello, vale la pena tratar de Cornpr~!1derl~y,p~fi:¡c;iójic;amente,cultivarla. I?NA.,iL-;~!?br9~stª()qmpliº,P,.y uno, por d~~irlo así, ya está9PillP!etp:
elp~~ªq~'y,~1:p~QYectgest~nr~99BciIiados, contentados, y unqYfl'H?
tigD~'811n~Ú1§qlli~r~,pp da rnái911§,?scriblr, 'célDtar, fabricar o plati9é1rle
.-."."",,!" .. ' ;.' >~':,.;::i/;),"::/ .;.;;.,_-;~_;:;.:_~.~~',~.::. 1,'':" " , - ,. •
PABLO FERNÁNDEZ CIiRISTLlEB

al psicoanalista. Se puede uno dedicar a tomar fotos, como-luan Rulfo, LA ORIC3INALIDAD


o a salir en la tele, como Juan José Arreola.
Pero en nuestra cultura de la competencia y el progreso, estar
Y EL PLAGIO
completo recibe el nombre de estar acabado, y así, uno tiene que de-
mostrarle a los demás y a sí mismo que todavíaes'¡:¡]guien;' y más
pronto que tarde se ve presionado por la vida a hacer algo mélscuando
ya no tiene nada que hacer, esto es, a comenzar su obra postúltima. Y
en nuestra cultura del avance y del progreso, a cualquier cosa 'que se
haga le debe seguir siempre otra superior.
Uno está obligado por la vida a hacer volumenII:yi:ldemástiene
que ser mejor que volumen 1, pero eso no es ciertot"L.as'rideas no
provienen del pensamiento, sino de otra parte más.tncoritrolable, a
saber, del amasijo afectivo de las experiencias, la merngr:ii'l')lo .ínexpli-
cado, la infancia, el azar, los pasmos y otros misteriq?f,fporeIlo las
ideas no se pueden producir a voluntad. Eso de qll?Su;;*'lúierá puede
escribir una novela-la de su propia vida~, significaqu~;no.p\.lede,escri­
bir dos, que es precisamente la exigencia socialqU%d~i~hteriesdesde
106 dentro de uno. Umberto Eco sólo d~ba para:lJn~;na.H"ª¿iPrri.y;vaIleva
dos postúltímas, el último dibujo de JoséL\.li~q\.+~Y~~lf4ehechoallá
por 1957. Como si retirarse a tiempo sólo fuel;"é),\.lI1pm~irnéldel boxeo.
Después de la última obra, lo. que sigU§'~9.~J~I§jfj9~9i()neSde la
misma, y éste es el estilo típico de la postLiltjP)i;l;·r.~g§ti9i8hJot'zada de
temas, copiaje de los propios logros";Tod,~'()9rél:ÍJ9!:'tYItirnaAraelas
novedades del año pasado; es el doming9§1§t~ª%I,\'\9r~9t¡vic;lad¡ Como
las esculturas de Sebastián. Es el autorimjt~M9S<3,~:~tFi?mo",'ton más
bríos y mayor enjundia que antes, porqpeélh9r~ tieB%9ueéserimejot que sí
mismo, tiene que ser más espontáneoqyeJ~e?p()nten~i9ad;asustado Y
azuzado por el qué dirán en su versiqnJptirnista;';9.4§"\loy;a-decir~de-mí" .
En cambio, Rulío y ArreolélSUpierPHE3vit<:lrs\.\postúltimo libro; Jim
Morrison cerró Las Puertas y Quip8rWIJ9i;lJY!ªf alda.

;e 'o,
PABLO FERNÁNDEZ CHR1STLlEB

Plagio es tener una ocurrencia que ya había.ocurrido, lo cual suce- PALABRAS BE CARIÑO
de siempre. La diferencia entre un plagio y una falsificación es la hora .
en que se cometió, si antes o después de saber que la idea ya existía.
Avisar que se trata de una falsificación se llama "citar" y obtiene el
perdón aunque no los honores. Así visto, una característiea.del.plagio es
que uno se toma el trabajo de volver a pensar lo queYé:le~t9:9él dicho.
Lo que sigue es una cita, de Bierce: "Plagio: adueñarse gl~Jfl2i,d~élSO el
E l dedo más querido por los niños es el que chupan, como cíga-
rros, y los brazos más queridos por cualquiéra son en los que se
duerme. De ahí se puede extraer una dialéctica' del cariño, según la
estilo de un escritor que uno jamás, jamás, ha leíde'\ cual todo lo que es querido tiende a ser chiquito, como el dedo gordo,
El problema técnico del plagio es que se parece OeIT\pSiqqy.> p.lq que para poderlo poseer y guardar, y por lo mismo, para sentirse querido
se llama originalidad, y así, cabe decir que la siguiente 8efint9lér10rigi- hay que hacerse chiquito, como niño, para poder caber en ese afecto:
nal es un perfecto plagio: la originalidad consisteenD9§~Qfilr?élg\lién Es un rejuego de empequeñecer, poseer y pertenecer. Cuando uno se
se lo plagiamos" misma que se puede detectar en la de,Agqinaga: "La
, ...... ' .• ""0" """"'.':"''-_'._ .-";
encariña con su dedo, su cigarro, un libro o lo que sea, se vuelven
originalidad es un plagio no d e t e c t a d o " . , ¡/' ' " i ' , parte de uno mismo, y asimismo, uno mismo sesíente-partedeslós
Por lo tanto, la originalidad creativa tendrá qq~90psistjrer:rJa"bús­ brazos, del cuarto o de la ciudad que lo rodeaaul1ó:'Esasciq~?s
queda de aquellas ideas, frases u ocurrenci~s ql;!~/Yn9'nBpq~pueda encariñadas se llaman "prendas",. de lasqu~un()está;pren9ac:ló,'Yi
encontrar a quién se las plagió. Muchos menso¡:¡Se:qree~IJ1m¡Sreéltivos puede verse que las pulseras; los.cbllares;;.ymuY~l1especialla ropa,'
porque viven convencidos de que todo lo que .~iceneS.~0~e9qSJsimo, sean abrigos o calcetines, son las "prEmdas" por excelencia, porque
108 pero donde los mensos se complacen es donq~s~Bre?C:\JP¡;H}gente, cumplen la doble funciónl.alimi(irnQti~mpQ:le.: caben a "LIno ~n las
escritores, intelectuales, artistas o· científicos¡n~sintelige~t(3s,;.,.\ manos y, no obstahté¡;ul19.:¿¡'lpg"E:fIJ ellé:l~')'
y cuando alguien logra decir algo origl.n~¡ln~sp!tCl,q~e9@18;piagió Pero haY'éllgo'ql.le's~!-I~~rrni!~quelosabri~os ylosabrazos, tal vez"
al lector. En efecto, una idea perfectamente.Qri~¡nFl1~s~ql.!eU,~enque el porque estárrmás:di§poniple~ys~g\lra,rn~nte. porqlJ~sQn.mejo,r~R preq-..·
lector, fascinado, se reconoce, como en.ynesBejO¡en)99yeieStá le- das; laspalabras. Giertarh~Qtg,da,sipala,brastambi~nson cosas.', $'9n
yendo, y se sorprende de darse cuenta geque'es03pee.stªescrito era cosas vel'baleso'esGrit~spque¡pl.léderi·s er-reducidas 9,1 tamañO' qLiese
lo que siempre había pensado aunquenlJn~i:l!ohl!bier~~j~h9;;Yexcla­ quiera, para meterlas .en un' cajorfcomo' Un suéter ó .para meterse en
ma, entre contento e indignado, lo qY~c1iceMir;h~lIqymief¡;giºlpro!, ellas como en un suéter. Son las cosas que mejórsirVerl'parael cariño;
[pero si yo ya lo sabía! ¡Yo misrnqJ8PlJcle'hab~r;?sSI"¡~q!/;';;if.Qnªutor y cuando son usadas de esta manera, es decir, paraquereróserquerldo¡
original es aquel que plagia a su.lest9r"pqr90~siloqr¡gÜ19LeS lo que no importa lo que se dice, sino.cómo se dice~·Ehla¡sfrasesaf~ctuPS9S:
está en el origen de las cosas, !o,gyeestapa,Vél.cfe,sdec,elprincipio, no.cuenta el contenido, sino la forma, porque'lafbrrnaesel cbhte.!jido,
desde siempre y todo el tiempo, ~ntoDces'escleJ8~8S)~g!1lÚna todos, de los éJ,fi3ctos; . , . ' .: . .
y decirlo, descubrirlo, es, por defipiqjón¡lJI1plélfJi()da.J?PYITencia de lo que ""'f?f1!,a,(§.ggt1jlite~iendo un hijo no hay'quellámárlo, por su .nombre, .
ya ocurrió. Como dijo una ve?iOctaviQ Pqz:",S,?Fqriginal es ir al ori- sinq'9~~iRr~;:hrnW.it():\con lo 'que.raunque .tenga18áños,sig0eca,bien~
gen"; por eso el arte, como diceQ9,dªmerl"lils,lél repetición "de los dO§H,el'rE:fga,4P.r:ry.7fgcto, 'los diminutivos son. el·método gra,maticalde'
orígenes". Por cierto, el título de. este texto,!!La, originalidad y el pla- ernp,(3q0gñ~cgr¡as CO§ClSPélra, .hacerlas más queridas, "chiqúititas"¡ y
gio", es el de un artículo d~ Jljan Valera, PllPÚC::$ldo en la Revista Con- P9r:e~%lél'gente,c::uando l.ll,liere platicar de manera afectuosa-se ve en
temporánea el 15 de fepr~r9d~ J879: '. IClt~n;!$c;itélp~ratornªrSelJfLbafecito; pero el cariño no sólo puede
:.:~.;:;':i';::/\bL'::...\)': 'oi~.L~; ;'.' ': '~: ,~,.~, .~:.~',~, .: . '!
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB

achicar los sustantivos, sino también los verbos, .'


.'
yhc¡sta .los
'-~., ."
adverbios,
. Los PERDEDORES
como cuando uno, ahorita mismo, va corriendito y nmm$flpmntito, como
si la carrera misma y la prisa quedaran encariñadas P9!' la forma de
decirlo. Y no es casual que tanto cariño esté plagadp,8eJ~s,porquela
"i", en múltiples idiomas, es el g~sto del afecto yJª.~impªtíª;tQdavez
que para pronunciarla, los labios se acercan unoal, Pfm,99rnohc¡cen
los que se quieren, diminutivamente juntitos...i:1;,
E n el glamoroso mundo del fraude, de la excelencia, del
' de la competitividad, del alto rendimiento, del performance-y-de]
neoliberalismo plus, lasque creen en cosas como la lealtad o la vacar
Una vez que logramos hacer las cosas peqqefm~rneqipDteJosdimi- ción están francamente perdidos; pero perder en esta vida no es un '
nutivos, nosotros mismos nos hacemos peqlleñq?m~piaqt~.I()$pro- error de cálculo, sino una corriente cultural, al margen del éxito y el
nombres, que son esa sarta de palabras cortas comq"m~,;t9i)9,J~; Se, le" fracaso: mientras que los triunfadores no saben perder, aunque a veces
de las que va profusamente salpicada toda frase 1l@ªd~'famiUiO\ridpd y pierdan y Se vuelvan fracasados, los perdedores no saben ganar, aun"
empatía: "yo se lo dije y él me lo negó", por. ejemI?19.:16Y?ºtªd~ pro- que a veces ganen sin querer y se vuelvan ricos y famosos; Tarkovsky;
nombres a las frases, o la pronomínalízacíón, ?§ eltwb9,WRrnatical por ejemplo, declaraba tener corazón de perdedor. Según dicen en
mediante el cual uno se mete o mete a otros gefltr9g?¡él~fl"ª§eSj .para futbol, el que perdona pierde, porque cuando tiene chance de anotar;
sentirse cobijado por ellas. Uno se implica en J9 qll?,8jc:~'i,Yi~s,qJ~$pe lo se le hace demasiado obvio, fácil, bobo, y mejor perdona, y pÓr.i)ll-;
más sentimental posible. Y así es como se dic!3Qrªl"e~p.§C:81n9}"t~m~ vas" puesto pierde.
o "sácate", cuando uno le pide a otro que Yªyªys2i~Clt1(~'9.sí,rm§rno de En efecto, los perdedores creen que las reglas son parajugélryPP " '
110 alguna parte; o le dice "estafe", y quiénsªp\?<.:?m()~eh~gª,pero en para ganar, de modo que ganar se vuelve una especie de tré'lrnpg.,lqj1to;
todo caso lo han tomado en cuenta parq,tªn:dH(c:ilt8Ú~~. 'f!8r9Je" (aho- más burda cuanto qU(3 es legaLLos pobres perdedores cr13~pgJie yna , '
ra-le, o sea, "que le ahores'') es tal vez IqpcJiO\t:>rC¡QonrpásXel"!J¿ngque ha discusión es para ponerse de acuerdo, que lasparejas:¡:¡é-fprméUlparq: '
fundado el castellano mexicano, sólo sUP13rp\:¡I~I?orglpQte~c:i~,"ªhorítale". hacerse felices, que un trabejo.se hace paraque salgabien,)lPO c<)Od\;Jf?fl
A partir de aquí ya se puede inteDtªLc~ªlm¡jere~q~sQ!ingÜístico,y que alguien sea tan lerdo como para.usar el truco barpto.clE:!m\?t(3r99lJ\es
decir cosas como "ahorita mismo te,rnelcirgasp~r~r~pi<:1itq'??:i:,donde intenciones ocultas detrás de susaditudes,como'g?nqr.J..lfla.?-i§<:llsión
hasta el enojo tiene su cordialidad. $et~~t9 de frC¡~~s'8~Ilf~¡mªs" .pose- aunque no tenga la razón o trabajar mal mientras.9?l'1t3 lJi~p,to'!) pet"
sivas, pronominales y diminutivas,Y\lpOS?' PllePe Cq:jjpc,:I,Wr\lCªl'en lo dedores prefieren que la pareja los ningunee, qu~elYe'nd(3q9r los-transe,
que dice. Frases como "se fumó sJJcigarritp", '~rr¡e,P;lV~!~.mi dedito", que el rival se las quite o que el jefe los exprimaéll1te'§ qyecaer en tal
"su tía d~, ella", no valen por locilJ,edj<.:erht098X\??}SI~e,sile duele vulgaridad. La corriente cultural de los perdedores c,:PIl§iciera,qqeel peder,
seguro que el dedo es suyo, sino ppr 19RP~~ienten,9\J~esuna cerca- gSeai,e1usO de reglas para ganar-y-no parajug$,r,)3~J.lnxecurso;toscciysih
nía entre todos los implicados, 'L!na,:ca,liPeA deatrn9sfen:l'k" Ghipte'¡,éU-!R.¡hayque negarse.a usar. MandaIy.Qqedeéer es dem"lSipclo
y da ternura ver la tenaciqaci<.:PP !a,qt.¡e lªg~nt§,qes9bedece a la t~rBe;ggp.8r!e'sdemal gusto; para triunfaroa~ªllnq()cienteinfeleStualde
lógica, a la Real Acaderníay.albuen 9ustofoQíq!.ge;,bacer que las nWcligt~BI~';.\I?()l;i,(~§P; -los perdedores. jamás, pcloptan;lasposesdelpQCier,., "
palabras sean prendas tib\a~,~J.la"e<:itas,.ac()~§8()rq~i;f9miliaresy hos- dgmªner~\ql.l~n9~BeI1hablprdet13mas circunspectos en lengllajef$cI)i-' '"
pitalarias. C9,.pr#~º¡P,Jn~clwneI9cporefax¡nbPn~parªr bilirigüementea 'sus., hijos
nªl'a.'.Tlm@P!,l~h.ni~xigir'Ha?lar~cbq'el gerepie,niestar en coloqJ.lips cie"
int~!~gtqp.lesl'l¡ijuptéw de, n~~IPc;iº~;"niprésumir de sus ·ligue~, ni ínsí-
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTLIEB

nuar SU cercanía con la Grilla, las Decisiones o el Dinero. Y si de casuali- 'LAS1?LLlMAS:d3IC


dad saben usar un Iusacel1, lo hacen con sorna, sin el debido respeto.
Ser perdedor es un lujo, pero no un gozo, porque tienen que sobre- ,;';"',

vivir en el dinámico y competitivo mundo de todos los días, y asistir a


l año más. importante,desd~145ª)'(;yCl.hd())()sNrcos tomaron
juntas con los triunfadores, donde se dan cuenta de lo mal que embonan
y de lo solos que se encuentran, lo cual duele por más de cuatro insom-
nios (de hecho, los deprimidos son aquellos perdedores.que quedaron
E . Constantineplaty-se-inioíó lqmodernicl9-q,~$195:3,añ() en que, se
. lanzaron al mercado.las-plumas.Bícg diq ini~io la posrn0c1emi(:lqd,pp
atrapados entre las reglas del poder y su propia soledad). Los.perdedo- porque hayan hecho impracticáble''eLmétogQ palmer, que ya,?? ~tJfh ¡
res, en efecto, están derrotados; por eso, a mitad de su-normalidad, ciente mérito, sino porque el mundo dejó dei9~r~acionalpara vol\ler§,?
transpiran un sutil olor de melancolía que se les nota.en.él.modo de desechable, En efecto, la pluma Bices elprimerqpjetodesechable deIé!
mirar la taza de café, de decir un chiste o de cobrerun-ehsqne-ccíerta historia, y quizá más insólito, no es estadunidense, sino francés, obra del
ausencia de velocidad que da la impresión de que su;espacipvital tuviera barón Marcel Bich, cuyos antecedentes son; poru~íClclo; el bolígrp.fo o
una atmósfera más pesada, la cual los dota de unafineza,n9qccesible estilográfica, patentado por Biro en 1930 -aunque Iaidea data de 1888"", I
a la simplicidad del triunfo. La lentitud es la eleganci¡:(.;qg:lé:l.' derrota. y por el otro, el invento de la hoja de rasurar recambiableqeKin¡jCJ
Esto es lo que se llama aire de dignidad, por elcual'9§r9~'j:>W2c:l0reco- Gillette, en 1897. Suena más convincente que la eraatqmica deba su 1
nocer, y que es ciertamente la fuerza de los perdedor§~:,I~:(:liáDidades nombre a la pluma atómica; como le decían en México,quealgbpmbal
lo que queda cuando ya nada queda, la seguridadd~§§r~lg).;\ren cuan- que, debe reconocerse, también hizo a Hiroshima desechabl~.,.,
ji 112 do ya se es nadie -que consiste en saber quesetie!}~ll~,r~iór¡i:iBteso Lo desechable no le viene de la falta de repuesto, ya que ni siq\l¡~P1
r1
II
después de esta época, y preferir tener la razó!'lquw.e¡¡ti:i.réf,tiewpb. Un es posible acabarse lostres kilómetros de tinta que contiene, adem~s
I'!
1" ganador puede tenerlo todo, menos eso. C()m§>c:l~9fcr.~9t['I§SgOn toda de que, según estadísticas, su principal utilidad 'ha sido la de cerbatana;
. :.· s·~.·.·. v·l·.C.:.•.•·. .tp.r.'.i.a. no me-
11
lentitud: "La derrota tiene una dignidad queJq.·..• .r.. •.ujc:l
. .•. :.o con la que los niños.le disparan-papal masticado al profesor, por lo que
1: rece". El estilo del perdedor es la estéticadeli:iqi~ni,d~ci};;>,.,.,. la compañía ya ha hecho campañas publicitarias en este sentido; tampo-.
u
r
t Lo curioso es que cuando los triunfadore~y§º,sl~n.§j9§fra.casados co le viene de una. [actura
. mediocre, toda vez que, con.su balero de un] , ,

i se ponen sensibles y humildes, echan marW8eJ~cwt\.lrb·gelos~perde­ milímetro de diámetro de carburo de tungsteno (el acero.más duro), mí-:
dores para dignificar su vida, y se refiereneplepg9rte¡;nenteia,;lqlealtad, el crométricameqte empotrado en un cono de Iatóns-ecn-una.tínta de!
Perdón, la vocación o la belleza, puest()senpejíqu.l;c:leWarkovsky, o densidad exacta que no babea, con su agujerito a meclh:::¡camino del fue,
en pcema de Borges o en sus proPiasPA1élPrpS,c:pnl9Gual reconocen selqje transparente que iguala la presión delcartucho.a la presión<at~1
que cuando hasta el triunfo falla, ql!ed.q<:ll§p;'~~e~lgqes' obra de los mpsférica,es uno. de los artefactos industrialmentern¡§.&:,cUidadQs,.hol
perdedores; ciertamente, esta corrienteS~lt~r~1::produ8euna'' buena dese!-'?bqble;:,eotonces, le viene del permiso para olvidarla, perderla; F
'i
• ',', :, ...,.::.... ,- .. -'.- .. --. .. ''''':-:.,' ,j._' ,.,
~.
cantidad de obra, y en medio de'lasin$egUI'idi:ides de la parafernalia tirarlP.'Y'7n}r:)ezÉlf:,qUSarotra igual queuno,pq.QQmpró,sino qUee~tabCl¡ "";
triunfalista de fin de milenio, eSf9rl19s;J~'~?irbta fuera el verdadero ahí,eV~8~~'º~~¡WBrqbabletoda vezqueseqistribuyen munQialment~ ¡
sostén del mundo contemporáneg,pOTql!e'~9ntienev alores que harán 13. milh:¡p~7"g¡Rr¡R.~F.N()s~considera :pérclidp.abaQdonarla,ni robq gtl(3" 1
falta más tarde, cuando la cultl\rª,.. ciel~xit9tenga la sensatez de recono- darse·RQ9'¡g·~~lqeJl!ntp'>'¡i . . 'I
cer su fracaso. Éste es el tr¡;¡\::)pjg de JosqLie· prefieren sentarse a con- A PClf1:ir:g?ilCls,plu!na,s§igilgdOs lospbjetos empezaron a-volverse] I
templar el paso de los triunf¡'l.c:lpr?s,.,;> desechapl§s{n('):~ploJQSÚ18trmg~Gillettey los .encendedores de ambasl .1
-: . 'L r:.,;".., . :..'"toO':>''' i . _~_.J
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB ;, d ;

marcas o los envases no retornables, sino hq~tflc!O§ (~Ioj~s, que antes


. ,['f;E~{8~~~~_·;;.,,· •.·;;
eran joyas y ahora son Swatch, empresa ésta qyg Yª .construyó un
Swatchmóbil, desechable por supuesto, como Yél. l!?sOB !p.s partes de los
demás coches, los tostadores, las cafeteras, las GOtTlPLJtél9oJ:'p§, la infor-
mación, los conocidos, los colegas, los vecinos,.lQSélr:rÜ!il:Qs"Jps pare-
jas, las ideas, las creencias, los valores y los prins:;ipips',rkqffis.cinación
que ejercen las tarjetas de crédito consiste en que dan J¡:t~ngc¡pn eleque
el dinero es desechable. La desechabilidad como temPergffieQtode la
sociedad significa que los afectos ya no deben ser deppsit¡:¡q()sen las
cosas, que antes tenían valor sentimental además deL0tmt~no;Ja,Parker
"51" es un objeto preciado, pero todavía no se sabe.d~,ªlgyjenque le
haya tomado cariño a su pluma Bic, de nadieq1,leglfªrde.igratos re-
cuerdos de su Bic azul de la secundaria..,;",;:;:;.""}!,, .
Hay un cambio profundo en la relación. el@:ilp:i;iq'Qje9qQ;con sus
objetos: éstos ya han dejado de ser pertenenSié:J.S,i,pl.ifeBsHios"como
tradicionalmente lo eran un retrato o unas,.pin¡;:é:J.8/,~:'.sE?8Qnyj(:'lrten en
consumibles, como las pilas, la gasolina, la,s;p!¡;:í1:Q§JWettt.e!11Po;;:sp goce
114 no radica en poseerlos, sino en acabárselos;NCJ~n.baldelbs:'ohldadanos
" '-'-~'.;:',:"\:':::','~:-~::'>,':'~,':<!f<,':''-':'')-:;" :; ; :,', .. .
O', •

ya no son compradores ni propietarios, .sinp.!.~c()I"lsYmiq~reS)I;lo cual


. les proporciona un sentimiento de poder;eLq~·sentjrq\li'l)4nQ.es más
fuerte y duradero que las cosas, ideas y Bér~8!19~(C¡H~:;I§gra(acabar,
consumir, desechar. Ésta es la últimanpygdélcrde¡p¡:Üe~rí¡:H";
Por esta razón, los afectos han' dejpqºelee~tel1cderse,sQbrelos
objetos y se han concentrado en el pJ:'opi9cuerpo,s<:m~910 muestra su
culto actual de aeróbicos y cremas antlqrrugéls.!"gSp!llr:npsBic ya han
merecido la gloria de la imitaciónppf léls. PeWé\I1J?:j¡:fsentrañables
Wearever, y la de la falsificación:P9rJpbncPI'lt~sisr~tJqos:queicontra­
bandean cargamentos cuantiosos._J-fallePtJ:'~do;.el1-el:universomiste-
rioso de los mitos como el Citrq~9peBarthesli'y.$ei~ntjende que su
proceso de producción sea tQPS~8n~tl-vi$jtadq~ólqpor poquísimos, por
ejemplo Miterrand. Las Sic sorreltótemeltageSechabilidad, el báculo
posmoderno del poder: con.élen l~tTlanose.tiene la ilusión de que
uno y su cuerpo es lo que d\lr~,aunqyeesJº!queverd~deramentese
consume. El Efecto Bic enc:¡:¡m~prºpjé\'/;
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTLlEB

mente donde radica su secreto: lo que se ve del poder es amenazante, PSICOLG<BÍA'~DEjUN¡!fERREMOTO


lo que no se ve es esplendoroso; es la ensalada de fascinación con
. miedo que promete mientras aplasta. ~ .,¡
Paresa se dice que el POder "oprime", "aplasta", "apabulla", peronun-
ca que "corta" o "pica"; por eso el fascismo y/o el muralismotenían
gusto por las expresiones grandototas y pesadísimas; paresa uno se
imagina a los poderosos siempre gordos, como si les' cupiera dentro
todo lo que representan; por eso, aunque no haga falta, una trasnacional
hará sus oficinas de 20 pisos y pondrá la del mandamás en el.último; por
eso hay tantos turistas en Nueva York; por eso la sensación de poder
da tortícolis; por eso están de moda las apantallantesfachadas de es-
pejos que no dejan ver hacia adentro, pero desde donoeunosípuede
ser visto, igual que los pasamontañas, que no hay que quitqt'se. si se quiere
mantener la fascinación y el equilibrio de poder.BueOecl.oVenirsecómo
las ciudades modernas son un sentimiento de poder;h~6h():de concre-
to y cristal, y puede notarse que esta emoción está,oetrÉ\$qeJaaparente
sensatez con que la gente trabaja, compite,iapl:'~M~/iri!:Jlés¡compra
116 computadoras, mira aparadores y se ensancha'gll?\.lRlÍ~W;ydela em-
presa. La fascinación con miedo del poderes'lª.rpqti~qQión:pr:edomi­
nante de la época. El poder es una fuerza interiqn:B~n::)'!pi~ntras que la
ternura, por ejemplo, es de color crema, el poOeres\lfl¡=¡?otirniento ne-
gro, como la sombra y la mala suerte y los~Ú}99In Qpntipental de los
funcionarios, toda vez que lo que prornet§f}ll,P9F\cS~~l.!mpleiY lo que
amenaza sí, porque su presencia vertical,.rq11}pe.~imRicie:1asírelaciones
horizontales entre la gente, de tú a tú; q!J§.§9n!~qY~!1ªs·con las que se
construyen las parejas, los grupos,lasiJJsti@;;jqnes:Ylas,sociedades.
La sociedad ha producido poder,p~r9é?tg'.S:élr<,;prne'a la sociedad;
desde la destrucción ecológica delpl¡:nwt9J19st~elalcoholismo de buró
están impulsados por el sentimientp.dglpSs!§ASiempre la última vícti-
ma del poder es el que lo ejerce" ,;::\G/ .
Jf: "l

¡
PABLO FERNANDEZ CHRI5TLlEB
"1

aparece una especie de espíritu de masas que no puede. menos que


'QUIÉNcstlZeBLA
I
\l'- - -. - •

despreciar todas las motivaciones que no sean las fundamentales de la ., /' <.'-
::,:\~,;::)-,;,-;::.,-~,--,<:: '¡:,;;..

existencia. Tras el terremoto, hubo una sociedad desprovista de todas

"~l'
las coartadas usuales de los tiempos normales; por eso resultaban hirien-
tes las declaraciones que garantizaban el campeonato mundial que se
L
,\
.p . ,.•.Y
o.s parabrisas. son el mejOnCQSfuc§ti,C.O. is.•.:..u•. . . . a.',....g . I.oy..d..e.in.. c.lin.ación, el
iba a realizar en 1986 o la incapacidad de un regentepara abandonar' reflejo que despic:\en,ylamenOfLilumini:\l,:jqn pe! habitáculo del 1:
su lenguaje burocrático. Hubo una sociedad encarada sin pretextos a sus automóvil hacen que al.conductoro ,condll!:;tri?l1os~I~ noten las arru- (. t~

~ :;
realidades originales: la realidad de la vida y de la muerte y la realidad gas ni otras pequeñas imperfecciones:lasGqlyª~se~~mbrean;la,$ca~ ji'!
Ii'i
del ser humano: la categoría abstracta se volvió entidad concreta. nas se atenúan, la piel luce buen color, la!pqpéldq s~amortigUélY ~l I !;¡
I1
La realidad de la vida y de la muerte convirtió a toda la. gente en' semblante en conjunto toma un aire admisible.SerÉlp6r eso qwetodos I i(!
una unidad, en una comunión: de ello dan fe la aparición de una sola prefieren ir en "coche" (anglicismo coach, más tardE;$Us~ityido pare!
.- '.:.:,•. , " .. '. " ,:-"-
1;:
"
1II
;',.-';.";',"'.!

i
sensibilidad colectiva, a la que no era posible sustraerse;:yeidnagotable gringuismo car, "carro") que a pie o en Metro; ";'::"'. .. .1·.·.. ·.. .11 ¡
anecdotario de casos que expresaron una forma díferentederelacíonerse Ciertamente, hay muchas razones para comprarseuq¡:;oche, pero l' ."
¡¡:

entre los ciudadanos. La tragedia reveló los grandestemasexisteneiales, las más de las veces la gente declara, tal cual le dijeronlo!ian!-lpciantes,!' . ti,
y entre ellos no solamente el sufrimiento, sino hasta.el.gozo.. .: automotrices que declarara, que con su "auto" (términoqueúlti,Jizan los I

Por una extraña ocasión, el drama de la vida.y.el.problerna de las que lo tienen por primera vez, lo cual coincide con verpelícql~tmal ji

relaciones entre la gente se volvió asunto urgente;,relatiyizqridolaspreo- traducidas en la televisión), uno no tiene. quedepender de naqiei1i de.
118 cupaciones de la vida diaria. Y paradójícamentej.esta-sceíedad, que se nada para ir.libremente cuandoquiera y dondequiera; lo extraÓo/es.qg~ . "(

reconoce a sí misma en el dolor, goza su recollq()imü:~hto/porque,


como decía Marx cuando era joven, "el sufrimie.ntq"fi,prehendido hu-
quiere cuando y donde todos van.
H
l
En efecto, el tránsito se ha vuelto un desfile ordenado decontins ;¡.
i/:J'
manamente, es un goce íntimo del hombie'l;(,J;§;e:l<.plicé'\ble;ientonces gentes bien sincronizados: de cinco a siete de la mañana oirculaaqua, l
ese inquietante aire de fiesta que también req9rb9'~lÁCilldao de Méxi-
co aquel día, y que a veces por pudor';se~pr%nrt9';nQdetectar,Las
110 que puede denominarse empleado de sacrificio, que por lo común
tiene que ir a trabajar a casa del diablo, porque así.es como.seIabraun !
ih~
JI

If ,·
experiencias de comprenderse con el otr9,(ge19'99?mi~eraciónen su
sentido etimológico, de compartir entrañél91~m~nteun!destino,de en-
porvenir, va en coches prácticos estilo Vocho, interealados.conChews,
que en realidad son Opel, porque elChevy o el Fairlé'\ney,pífos mode- l'
I
L
r-ll
centrar fisuras en el bloque hermético.de 1f}"?91§.<:l':lQ,:ison componentes los que hac~an época, hoy son~ustituidos PQ~dTlodeJos.o'~fímero~,~ue;; .' L,
tanto de la alegría como del dolor;y"pqt;!e~9§f'gr1Írelazan,' 119 clyran mas de dos temporad_as. Los delo,tonod~L9Srya,noo ex¡sÍli:\p',\. ," .1,(
Desde el punto de vista de una"P!3icc>lQ~Iíf,ª(:L:masas,'un funeral y en, IgPfÍmélve ra del 2000. . \.j.,",; I'i',") ". J.,; '.; •. ; 1/i'f'
una fiesta son fenómenos idénticos::.eli~a~bos;ibrota(unacomunica-
, ' - - - •• ' - ' , ' , .• ' . ,':' -".' ,.,,:.:..:-~: ; ...:,' .,;_;"; 'e, ,;-' • ',c" - ," ••
'i : ;pg:¡O~¡€ltgéli"ooho de la .mañana, eseld!1$(ij:>!é1.i;ltgbleturnoUcle,lasF ,',' . .• [
.·;0.·. . '. . ; I ;;Y,.
ción de fondo y plena de sentido. Afnita,qde la muerte, en medio de ¡nªmª~',m!7;gj9é1l'!ªJhumqradasy siempre"ep¡n<;> ellas dicen, ª.JélsF~rre- ., ,. '. 'Í'
.Ó,Ó: ) ' .. -Ó,

los escombros, esta sociedad vislumbró: iiruasunto muy raro: .que la raS.,; ¡ªh~r9-::r~s'llJgriQºs !gs)lé1n puestode J.TlQda(¡n,as vans, WagpflerS.l '1 ;'t
vida es bella. o,. "1 i, i:
pami9r~t9t~~\".)~ep~,m~rgS pventwreros, 'CP~9 Pat?finder, '?1,l0.urbi,\p , ,i~'
; .. 1; J ',.:" ;;: ~- :
VoYage~i"YVJ~;~1jt~UJ-.99q~qver,q~~;en:r~ahd9-q '". sólo.:les.$l1y~n; para ;11 I
',(>i.'::-
~ºl1i,\rI~J~;I~rp!~ao.R.~UélI9t.l¡~rª'Pº,I1l~rlº9jGílr9,g~,;que no rompen un , ; 1
'-:.) ;~? 'o'. :;.! i ¡

P!~t8.dW~CóH~0t·e\R!f-l;C-~f.~~I~Wl?~o8fiqinj?t9~,de,(;Q[azón, en@~p~~i91 ! __ .JI


PABLO FERNANDEZ CHRISTLlEB LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS

secretarias ejecutivas, emperifolladas y peripuestas, salpicando look que ya libres se enfilan h?lcip;YD Wal Mart, Home Mart, Auchan,
por todas partes, y que solían traer algún Chrysler, de Shadow hacia Carrefour, Costeo o cualquier otro estacionamiento de weekend, a donde
Spirit, hasta que tiras, guaruras y judiciales se los conculcaron para ingresan en respetuosa fila india.
ponerles tumbaburros, de modo que tuvieron que volver a empezar
con lo más parecido a un Chrysler, o sea un Nissan.cpor.ejernplo
Tsuru, en espera de que vuelva a alcanzar para un Neón,q,pla?os,
genuino antecedente en la escala de la imagen de.los.ooches mayo-
res, como un Cutlass o un Stratus, esos que circulan de <;lie? a once y '.
que los traen los jefes de las secretarias, de regresodeMndesayuno,
importantísimo por supuesto.
Entre once y una, pasan los rezagados mezclándosecon Ies auto-
móviles utilitarios, pick-ups, combis y esas cosas, conlq~',rnaistros yen-
do por materia!. El tránsito se aligera, más por-la fªltR-'cle,¡presundón
que por la de coches, y resulta buen momento pafélJ:eGon'siliarse con
la ciudad. La calma permite notar que las mujere~n9.I,ISqD'VW Sedán.
Pero a la una retornan las mamás, ahora sí e!lplªn'e~t~lp.r;¡de,pants
porque ya aprendieron en lo~ anuncios de yogurt q\1ee~él~$qnqinámicas,
120 estacionadas en tercera fila, saludadoras y dü:hqr:¡¿<;:her~ile~perando a
sus retoños. Sus 15 minutos de fama terminan 'como>::,}',;,:.,,"-''".:.-.
."
a las-tres.Y de
'¡;---~--"':') .:,~ ..

tres a media tarde los coches se estacionanen)tq8~~,Iª§banquetas


alrededor de restaurantes; entonces es el tieFQ~8.ª~ J8~~pprl-ting valets
de los valet parkings, como pilotos de prUebE!~'f:H}c;?GM~'qjenos, mien-
tras los dueños comen. ¡;,,;',,:,;,".;,j .é¡
Quien circula es el neoliberalismo enpYRª~8j~l~f~yqrita;asíque el
sector más glamoroso de esta alegríacleyi\lirB,S97te:Qeillr10,que otro
millarde desempleados y millón de mi§ierf:\0iep,~~le?gozal'aeso de las
seis de la tarde, yuppies, protoyuppies yparAy\!pPte~i\en'modelosdi-
versos, porque son muy plurales, Jett~,:(3qlf,,~~iIT1á;jAudi, Honda,
hasta llegar a esos BMW y Merceclepl3enZqW~.~~ventan bonitos en el
marco espectacular de niñosq~)ªfa.IlI2J'mlYClsos de semáforo y
desempleados vendiéndoles bQIstta.s,.eooló~iY~s. En fin, el día hábil ter-
mina ya noche con Fittipaldís fn,¡s,trqdqs f\s,pirando a Villeneuves, y
sólo la suerte decide si Villeneu,Ye' ppdrep\TiIleneuve hijo. '
Sábados y domingos son fec:reO: t9PQSlos automovilistas se visten
casual (pronunciado en inglés) ys,pqrt, y sales permite romper filas, así
LA iVELoelDAD DE LAS BICICLETAS

sí: al principio los te')}tps f.ql'3rgnme,tis'()~'gireGta.J:lwnte por Luis González


RECONOCIMIENTOS'
de Alba, quien hasta IoscQrD~ió.:p~§py~§,~ra.ulioPeralta,j efe de.la
sección de cultura¡dveJá· prini~n~ ve2:mpy~rné3.plE>;.Ytras cierto núme-
ro enigmático' deantesaléÍs,conGrC!rli:lpo§Gpapi'!¡supdirector del *-
~s ~econocimientos suel:n ir al p~ncipio, p.ero como s:,escriben con riódico, se-aceptó J,lI1·c olaborador rnfl~; E¡l siguiente jef~ <:l~19'i>eGCión~~
L R cayeron hasta aqui; se hubiera podido poner-I'aeknowledq-
ments". En fin, los textos que componen este libro fueron-escritos a lo
cultura fue AliuroGarcíqHernándei,siernpre buena.·!Jet1t~,ylostex-
tos se siguieron publicando hasta eL?ig\.liente jefe, que flle otra v~z
largo de 10 años, y todos ellos se publicaron en algún periódico, de la Braulio Peralta, quien esta vez, aceptóun •.p:)la?orqdo~rrieno9, i y
Ciudad de México. En tiempos precomputacionales, los textos se me- Granados Chapa ya se había ido a El Financi~ro.• ,•. ','•.'.".antes.de<JI~~a.", •.rl,.,a
dían en cuartillas; una cuartilla constaba de 28 renglones, uno más uno Reforma. ' " . ..,
menos, por 64 golpes de tecla, ni más ni menos, lovcual equivale Como a la mitad del párrafo anterior, Roura comenzó la sección
actualmente, más o menos, a 1800 bytes 0280 palabras-Estcs-textos cultural de El Financiero e hizo invitación para colaborar ahí, pero d~­
son de dos cuartillas y media, y se leen en cinco minutos',' bido al compromiso con el párrafo anterior no se P4QQ,purlque Roufa
Los primeros se publicaron en el semanario Punto clJqnclQ;s~' quedó aceptó colaboraciones esporádicas sin que le moiestaraesode las eKcIp-
sin colaboradores porque todos los que venían del unOmg§y?o;:que a su sividades, ni tampoco el límite de cuartillas, por lo que a\gu[l()s textd,s,
vez venían de Excélsior, se fueron a La Jornada, 'grasjp§<¡.)gpmabilidad más largos, que no están en este libro, aparecieron entonces. !.
total de Raúl Treja Delarbre, cuando Treja se fued~,I:\!l?te(lga.rnabilidad Por lo común, los textos se escriben para que los lean, per? no ~e I

quedó a cargo de MiguelÁngel Granados Chapa; cuanclpQJW1at:ipsGhapa se pueden pedir al lector cinco minutos de su tiempo: él los tieneqwadpr 12~
fue de Punto; no dejó encargada la amabilidadana.clj~'B~ªqlJe.llostextos, sin que se los pidan, de modo que el texto, él solito y sin ayuda,qgbe
aparecen en este libro cuando mucho un par, Verg9Df.élI1t~m~~t~I~~ritos. lograr, antes que todo, que lo empiecen a leer, y segundo, que ya !<3?
Los siguientes se publicaron en un qUinC(?n9rig,cl~Bfn9ªismocul- mucho, que lo terminen. El truco consiste en que la primera fr~S{(i .
tural, Las horas extras, que probablemente $~!1élrl'lEl9A¡¡l!iFporqueestu- llame de algún modo al lector, y acto seguido, que la primera frase ~o ''
vo pensado como suplemento de La Jornada,ygY,ª8ifÍ~lé3.\líctqr Roura. termine sino hasta el final del texto, para que el lector, quien da ~us
En alguna foto, este director parecía c0rn.()?i:lY7tqV~E>'po¿a.spulgas, cinco minutos de uno en uno, no se vaya al artículode junto, q)..!e.
pero resultó ser una persona cordial y SUCiYl:l¡qu7sinsQlemnidadalgu- siempre está mejor. El logro no reside en que el lector esté de acuerdo,"
na aceptó los textos aceptables. Lás~P1a.; qL\eL,p$,noraséxtras duró sino en que termine de leer, lo cual ya es unaespecíe.de acuerdo. rS
poco, aunque logró publicar hasta librQ~'¡';/;:(':" una' apuesta contra los momios, que nunca se.sabe.sise ganó, porq\.je
Un texto de 70 renglones es corno UOqr¡YDCjade'televisión, por- nos<3sabe quién es el lector y porque de todosrmcdos.no hay pregUnta
que en casi nada de tiempo tienequepreseptCiFuna'idea que nadie má§<!{:!i9t~qY(3la de "¿qué te pareció mi.artícl.llo?~!;
necesita y que nadie busca, y adernáshacerlªy()nvincente. Tienen que :;'lA~'S(3RSi9n.~~culturade El Financiero no.acostumbra jugara] juego
ser a la vez muy compactos y lig~rps, co§aqLl~toina más tiempo y más , deJ~s;i~:~st~§Ylpsbélndos, así que, con; una.llamada porteléfonq. a
trabajo que un programa comple,t()oiHnteKtolargo. A veces salen Rº4r~Y'ynélfespuestfl?eque sí, que bieIwenidQ, el resto.qrueso de Ias
poéticos, a veces esquemáticos Yél Yegesb()<:irios: te~t(}s'~qYf-presentes sepublicélronahíjqlgunoque otro.de los cuales
No todos los aceptan: CirpG,órne? L.~Y\Ia;del suplemento cultural tampi~~ªRa.reGiÓenlasrevista.sin(:Iependi~nt~sdeEIZahíryLqMigala,
, " I
de Siempre!, dijo que no,contqdarazón.En La Jornada dijeron que Y'enrR~ª!() Upiy~rsjdadde Guadaléljé!ra,graciasa.Matifn· Mora, Darío
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB

Flores y Eduardo Hernández. La sección cultural de El Financiero es LA RETÓRICA"IDE:E.A8'.(}A.RICATURAS


,.::~¡):',.~;:,' .:. :.'~ ;/.':J ,·i~.
una sección que no informa ni da noticias sobre la cultura, sino que hace
y es cultura, al grado de que podría ser noticia, pero tal vez la mejor
caracterización de Roura la haya hecho una secretaria de La Jornada, ",' 'c-:,~ .'

on pocos ~yextrañós;'Jo~qll~Iqdr~I1P~;arenfrentedeunacari-
que le habló para pedir un favor: "aunque usted no pueda aparecer en
nuestra sección cultural, sabemos de su pluralidad". S catura del·PájaroLocosin entreten13rs~.ten~itoayerlª;. y·ala fecha
ya van 50 años de'qué,nadiese'cal1Sgqe1311tr~tenerse tanFit~ eón-los
pleitos entre Tom y 'Jerr9; Donald y las~rgillitas, Silvestre y Riolín,~l
Pirata Sam y el Pato Lucas, Bugs Btlnl1YY quien sedeje;rvtieqtrélss~
'.' . " " . .' .'. . " . I
descontinúan otros dibujos animados,desdelo?picapiedra hastaPo1
Gato, desde Astroboy hasta los Thundereetsvlas.caricaturas permane] '
cen por una rara cualidad de mimetismo temporghson?iempre igual.
de actuales que quien las está viendo, y la primere.generaciónque laJ·
vio ya tiene nietos viéndolas. No pueden envejecer p~rque no tienert
contenido; carecen. de trama, de moraleja y de final: siempre acaban,
( ,,'- ' .,

donde empezaron, en un gato que se quiere comer a un ratón' que nq


se deja. Son pura retórica y nada de m e n s a j e . ; , : . ¡
124 Es entonces en su retórica donde puede encontrarse la, Clave'de s0
..•. !
atracci~n. Los retóricos clásicos, co~oProtágoras, HiPPiasoGor f3iaS¡
se dedicaban exactamente a lo rrusmo que el Coyote y el Correca"
minos; es decir, a buscar con quién discutir y a quiénmolestar, a tenet
el conflicto como forma preferida de la relación humana' Los griego~
se enfrentaban dialogando, las "caricriaturas" aventándose éajasfue+
tes, pero en ambos casos la estructura es la misma.'Losdiálogos de
Platón y los líos de la Pantera Rosa sólo difierenenqlíe'laPanter+
siempre gana y Platón nunca (por eso se volvió' filósofo; porque perdíá
contra los sofistas). Tal estructura retórica consist~'en;üsar una icjéa .
~ cualquiera, por ejemplo, decir que la vefdad~smúltipl~ querer CQ" o
tl¡ rrlers~'~lr~l1ariO, con la cual romper latral1Ql.lilidélddel otro,p~raqLje
l'
ést~"Y~9P'~B~~'9Q~una contraidea, .quedegeser.frlás ingeniase}),' burlo,
r}

nap~r~;qM~)t~Wgél'VaIidez, porque aquínhgana.laJuerza, l1isiqyiera l~


raz611r'~i~~?rl§~til9 .:· •. 'f.\l~lconh-aidea~e l§. cievuelve •una antiqontrpid§,
yasísigH~eljqego inpqab>gpledeargqmento ycontraargumento, IÓQit
ca yant¡lqgicp, <:lpndeja mejqrre~pueSta es la más insólita, de forma ql1~
Uno n0e$t'Á5!~p§r~clqav~renqi.té acaba la caricatura, sino esperando
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB

nada más tantito a ver qué otro exceso se les ocurre. Silvestre ya sabe que Los SA@@$!'PpLQ$'VA~ABUNDOS
no va a merendar a Píolín, lo que no sabe, y quiere averiguar, es cómo
se le va a escapar. Lo que surge en el encuentro de dos buscapleitos -,
talentosos es una estética de la persuasión: la belleza convincente de
ver cómo se fabrican las ideas frente a los ojos. A los retóricos, dice el
historiador Johan Huizinga, se les consideró hechiceros, ciertamente,
la retórica es, según un juego de palabras del siglo XVl, witcraft: la
brujería del ingenio, mediante la cual se construyó la filosofía y el resto
del pensamiento occidental. La civilización es marca Acme.
Entre truco y antitruco se va formando en las caricaturas una cosa
distinta de las intenciones de Bugs Bunny y su atacante; a saber, se va
formando un acto de comunicación, una relación entrañable basada en el
esfuerzo recíproco de dos oponentes comprometidos con su tarea res-
pectiva. Esta comunicación enconada, sin cuartel, es el mecanismo
básico de toda creatividad, el método mismo de todo pensamiento,
porque Jerry le da ideas a Tom y Tom a Jerry; por lo tanto, es la forma
más civilizada de la comunicación; la más activa, dificil, retribuyente y
: 126 honesta: la comunicación que necesita que el otro sea diferente, y que
permite que uno lo sea. Se entiende que Piolín no pueda vivir sin el
Gato Silvestre, y que los dos se quieran más que a la Abuelita, ese
aburrido engendro de la incomunicación.
U!1a comunicación que se alimenta del antagonismo para producir
pensamientos inéditos, emociones frescas y ganas de que no t~pmine,
es, la esencia de la retórica, y se reproduce en el atri:l¡:;tiY9 esquema
simplón de las caricaturas. Así, en ellas uno -no s~, i9E?ptifiya con los
lJ.~rsorajes 11\ C;Qn la historia, sino que ca<;iF\.telC?YÍgente.9§, identifica
con el mero é;lcto decomunicar; coI1~1 J?r9F~s9.rn.i~m9Hie Pet;1sar e ir
sintiendo; Ql1e eS m?is intens'9, Ym~~Pr9piºql1~ l~ propiaqiografía,
con todo ~. sus •. recYerqQ$, •.. id,eples Y;átio$R9nt~nj~;s igualmente ya
empaqUetqd,9$y'etiqlletCldos."E:l1la~faripªtllr~s"'?~fwprod\1ce la moti-
vación desempaquetada 'Pelas más c;ontrQy!'wtW9~ pláticas, lecturas,
imaginaciones y reflexiones, en las qUeUn,9 descubierto algo dificil 'h?
y sin etiquetas: a s~mismocrea!1do,pensancto,
¡ ., ,- - .>....
.Ó:
siendo,
,' .. ''- ' . ,-
y ~in las cuales
- o,," r , '.::'-.'-'~--"- '" :.' " ,,": :;_.,,,,,"" -}

uno es como un solitario c9yoteen e1clesierto, sin correcaminos que


perseguir.
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB

en común, una especie de acuerdo sobre lo que significa la elegancia.. SENmIR"~~(20MIELAS~,


ASÍ, el saco del vagabundo es la prenda simbólica que le permite sentir :,,' ~.><>r:l !::¿~i)"jyú,:~'i~- .~t;'~,··\<:;; :;":';;'j,. ~l':!_;:_;· ~:':" '~-"

: ;J.~.~'
que no está del todo excluido de la sociedad, y lo que lo capacita para
-I';':'~'':- ~'-{.:L i
atreverse a dirigirle la palabra a alguien, sentir que tiene voz y presen- ,-

or ejemplo:'hoy,noisefíci"!fm~ñaria"~í.'Eiac~rf:ij() c1e hoYeséncon-


cia, aunque no las use mucho. Por eso Cantinflas traía su gabardina.
De hecho, el saco es la única regla de la decencia que el vagabundo
está dispuesto a respetar hasta el final, porque de su observancia de-
P . trarle la lógica,a'!as,comillas;SegúneLdiccionaripdeJingüística,
las comillas C' 'Dsinven'pataindk:ár dtas,ejem.plos, énfasis o.sentidós
pende su pertenencia a la sociedad, lo cual implica que, a pesar de las no literales;· Para-eso. sirveú,pero.se'usanpéj.rgotra cosa, comC)k~crh
apariencias, él tampoco rechaza ni resiente a la sociedad que lo acunó, bir: favor de "pasar" ala.otra ventanilla;b:no"se': cembíanenvases.
y con ello también le pide a esta sociedad que le corresponda, a veces Creatividad ortográfica aparte, hay un ignoradcig~I1ero literario que se
con una sonrisa, de preferencia con un peso o dos, y en todo caso con imprime sobre parabrisas de taxis y ceíuelasde.camioríes de carga,
un cigarro, ofrecimiento éste que sabe como a sonrisa. bardas Garbea (antes Barda Arana) de lotes baldíos,avü,><;>s de miscelá-
Lo curioso es que ahora los sacos de los vagabundos se pusieron neas, carteles de oficina yen una que otra carta di: arY\6f, cuyo común
de moda. Antes, la moda de las clases trabajadoras consistía en poner- denominador es la imperativa utilización de comillas,;ques~l?sencuen­
se los domingos una imitación de la ropa de las clases altas. Actual- tra de insustituible utilidad aunque no se sepa para qué,perq ~lltodo
mente, la moda de las clases medias y altas consiste en una imitación caso no sigue las reglas de la gramática, sino algún sentimiento.oculto,
de la ropa de las clases trabajadoras y bajas: de ahí salió la mezclilla, y inexpresable, que poseen sus.autores, Será-consiqnado-a-las-autonda-
128 en su extremo, alcanzó los sacos de los vagabundos, distintos de los des puede aparecer entrecomillado en; "'Sefá", en. "consígnado'' ,i"~" ,
trajes completos, los conjuntos y los blazers. La moda comercial, con "las" o en "autoridades" indistintamente,. porque laque se expresa.con ..
sus modelos de portada y sus estrellitas de televisión, siempre llegando ellas es llanamente el sentimiento de escribir, es decir, lo que se siente
20 años tarde a toda moda, ahora los vende en Benetton y High Life, al hacerlo.
pero se. reconoce la falsificación porque no son pardos. La historia de un sentimiento siempre es larga. Ésta empieza en la'
Los vagabundos tienen saco, pero no camisa, sino camiseta, y se Edad Media, cuando todavía existía lo desconocido que; come.los labe-
lo ponen con no importa qué pantalón de no importa qué tamaño, y rintos ylos bosques encantados; .era sobreccqedonyrró.cualquier mor: ¡..
con teni~ o cualquier otra chancla, y lo acostumbran con.barba.de seis tal era capaz de entrar allá, Los lib,rbs eran una de esasco~aslaberíntiGas ¡
díq~'Y'9::¡! -. ~s,como se han puesto de moda. En: esta Jnc;oJ:ilgruencia y ~l) contacte con lo sobrenatural, sobre todo porql1e¡ostaban llenos de :1
prÉj.ct\c;qy en~sta disarmonía visual h¡:¡,y un imPacto estético, que los Ie,trq§;:e.'ldepir,de signos misteriosos que, sigu\e'ridoé1lgúnaclaveigpo- :
hizo a,tr¡i,ct\YQSpa,ra m\lcl1qgenteQ\Je Ha,§tgi~tmqmertoparecía como t9,.. §~0RM~'?9.íqn unos a otros s~nquehubierat<;>~a\IÍá puntuación· ni
normal y \:;\el1i:l~qpti:lcji:lL Yesqwe~e tréltageJ9smismas incongruencia sepqr1'lpi9I1§lntre . las palabras. También por ?esqasC)s, costosísimosy
y disarmonía qge e~ist~n e!1tm'~Li e~S~Bpge,progreso y la falta de rn\l~.JgW$lj9~BF¡ie,réln legibles sólo para un()spqcbsiniciadosiq~ienes
futuro, entre el'q~spilfarrodetecnql()g{aYel.é.lDOrrO dé ilusiones que le pqr~fí~rymqg9§h9qiendohablar a los sign.Osyextrayendo sa9iduría de
presenta esta sociedad, .de rnan.er?c:¡yeS!3.pone un saco como los los sajones.cuandoIlamaron'runas
'. . . ,
ajas '1¡
.. '.:' .••..

vagabundos, porqueesesolOqueVé:larnbos tienen en común, una los; cuchicheos del infinito. " !
especie de acuerdosobre Iq@e significa, la marginalidad. Así, este Il..!erqlap¡(Wél, un cancionero O la lista de gastos
saco es el primer desvinculo que tiene con su sociedad. cielQQrwen.to;era,ll,oltgro sagrado, por el solo hecho de estanescríto.
PABLO fERNÁNDEZ CHRlSTUEB

Tocar, abrir un libro y leer uno de esosrenglones era atreverse a entrar 8ERC.QNSERVf\.DOR "
en el mundo de las hadas y los fantasmas desentrañándoles sus intimi-
dades. El Temor de Dios estaba en los libros. Escribir, peor tantito, era
.':', :¡
como ponerse a jugar con la caja de milagros de Dios.
y hasta la fecha, la gente, aunque aprendía a leer,h? sobrevivido
hablando; es decir, se mueve dentro de una cultura oralhecha de narra- U n conserv~,d., p.
I~.·
•. ,or.'".e,sa.q.•. u.el..,q·.u,·e ·ref.i,e.,•:.F.. e.. '.c.•"a... .t arel..
ser enerrugo de los 'microondas. Ser conservador .es. una crasa
t~erl -. él.e
. . stufa. Si?

ciones, pláticas y chismes, en la cual se desenvuelve irrlJ.:>ec;Eiblemente y virtud, espeeialmentezhoy-que medio, ffiYlldoes aguerridamerite pro-
con toda seguridad, dándose el lujo de sofisticaciones tales como los gresista, que vive el cambío.yparticipa en!? transformación; pero lo~
chistes y los dobles sentidos. Pero a la hora de tener~gwapuntar el conservadores,' no. El:otro mediomundo también le echa ganas, per~
recado de favor de no subir "los" pies, pegar el aviso.de qUt3Jamaceta de regreso, y anda devuelta a la naturálezay a)?1 fibra integral, él;1
"no" es cenicero o escribir su apodo de la "amenazq'~e\e8émteen la Concilio de Trento y al racismo, al cuerposaño.y.al aire puro, éll~
defensa del microbús, le vibran en el pulso ocho siglo~ geSensaciones astrología, a don Porfirio, a la nostalgia artificial; pero los conservado]
asustadas frente a la letra impresa. Se despierta unre~Petqpánicopor res tampoco. Un conservador es aquel que prefierefumarse ungigarrq
la escritura. En la frase: sea "breve" con el teléfono, resLtSí1é1nJC\s runas con sus amigos que destruir su amistad porque da c á n c e r , !
de la Edad Media. Sí, sí hay duendes en las imprentél~)'::"';kP/:' O sea que a los conservadores ya no les queda mliche:¡;sitio en' el,
En efecto, lo escrito representa un mundoextrpóg;:\JPa.;cultura mundo, porque están parados en un lugar cada vez másp~qGeñoJ ,'., - .1

aparte, ajena, como una magia que no se sabecoJ:"),froléíf,J-..ascomillas fugaz: el aquí y ahora del presente. No saben progresar ni regresar,y po~
130 son un gesto por escrito, el del miedo que pidePef9PP'BP:4nternarse eso no se suscriben a los partidos ni de izquierda rü de derecha, YCºm~
en una cultura que no es la suya. "Anticipe¡,,~!-.\Pari:lªa:dapalabra no les toca ni parir porvenires ni resucitar antaños, su oscuro pape~
entrecomillada marca el momento en que se sipBé> eit§fJl9TI'vla insegu- consiste en dejar las cosas como las encontraron, en que el presentcy ',
ridad conforme se iba escribiendo: la bajada e!3,J29r~li:ltr~s'\:: dure, y si todavía hay estufas, prenderlas, y mientras' haya cigarrosf
y lo otro que expresan las comillas es.la Pf§8§D9ia,9% c:l9sculturas fumar, porque siempre que quede algún modal para' la mesa o algúr\1
que no se concilian: una, mayoritaria, oral, .11\i.'l.9tn1,9()01In~nte,gra- carrito de camotes, es que tales cosas todavía'tienen alguna misterios.
matical y hermética, con diferencias másprofllJ:")C!?1§ Y vieJas'qué:el solo razón de ser, y por eso hay que cuidarlas, porque' la: extinción' de las
• I

hecho técnico de la alfabetización. ELEJ~rci1().'2élpfl1j§tétqe·Libéración cosas y de las costumbres.es como la extinción de' las especies. Lo qut
Nacional anotó al final de un letrero:Aayordere$petarestel!letrerQ". un conservador cuida es -el proceso interno de la cultura, y no -se ,I~
".' - _,.," _ .' r
Este último letrero obliga a proponet4h~ny~~gi<Gªfff¡iCióhde demo- oGtltTeinterferirlo metiendo a chaleco internétten 'luga6de correo/pi
~ cracia: aquella sociedad en la quetocl()§,y~gnJ8s.Jcomillas del mismo cmnPf9:p.slo muebles estilo colonial para ponerse rústico. Los cpn;;er"
v~df!r~~;~~~0<;!.é:lnuna especie de respeto 'POf(t¡pmundo que' ellos. no
!~

~¡ modo. 'JLi,,'),".ULr,i¡( ,>


inY~9t~r~n;:iW,~~!;r~U idea es -que lo. que'ngp4~dén! hacer;:'no deben
'"
g~§h~~~rI91,:Vi-n~9'nqpuedehacer, porej~rrlplo, Ia.arquítecturade 1013
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTLlEB LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS ~¡
'!l
,1
Su papel, según se ve, no es del todo estelar: en vez de hacer la club de los optimistas.Yihqr9§'c\elreGl1erdp;:eGólogos y neohippies, :j
historia son historiadores, en vez de ser artistas son restauradores, en . macarenos y bolerista~p'Or.ig~al:qQepmsum'en'un práctico, efusivo y .1
j

vez de provocar las ruinas son sus arqueólogos, y también son amas de militante antiintelectualísmo,« li
casa que levantan lo que los otros tiran, parroquianos que con su asi-
duidad mantienen una cafetería, o la defensa del equipo que no le toca
tI
ganar sino no perder, porque, como le dijo Adriano a la Yourcenar ,r¡
según Cortázar, "he reconstruido mucho, pues ello significaba colabo-
t,
rar con el tiempo en su forma pasada, aprehendiendo o-modificando .¡

su espíritu, sirviéndole de relevo hacia un más lejano futuro; es 'volver a


encontrar bajo las piedras el secreto de las fuentes". Los conservado-
res creen que crean el pasado y preservan el futuro. Conservan es su
creación, y para ellos, restaurar la Capilla Sixtina es.equivalentea pin-
Ii1
tarla porque no restaurarla es equivalente a impedir qpeiMjguel Ángel
la haya pintado. Cada cosa que no se destruye es otrafprma.de cons-
truirla, y por eso se sienten como fabricantes de loqueC\;lidan, como
maravillados, no con lo nuevo ni con lo viejo, sinoGonJgcle. siempre,
la silla de todos los días o el cuento de Capetuciu: RoJa;: .
132 Sin embargo, a los conservadores no les intemspnenrealidad las
cosas que cuidan, sino su significado, que es eqa.~sp~Giede historia
que las cosas traen dentro y que cuenta de" dór;g;le0.enen, por qué
existen y adónde van; de nada valen las cpn;id1;l.?,g§tqros o el pelo
largo de los hombres si pierden su significadl;hP9rqll~lélS.QpSa$ que no '. ,

lo tienen son nada más novedosas, es deqir\,,c¡l.l~Gs\H?qendeórigen, u


obsoletas, esto es, que carecen de finalidClq;89~eipl.!rqB90nvenciona­
lismos artificiales, como la navidad de Peri§4E~!9jgnifiqadoesla razón
de ser de las cosas y es el hilo que une elR~~f-lc:l8:?,~lJlJturo;sin el cual el
pasado es obsoleto yel futuro mera nOYecl~q,qt!"9sclos:objetosmás de
consumo. ',; ,.~,'i.
Por eso le buscan a todo su tradiQigp,Y ¡;l,hfles. sale su mayor crasi-
'"
tud, a saber, un inteleetualismo qlJ~ lish~9.~'Ú1V~stigar los nombres de
los bizcochos en las panaderías, los,9rÜ3enes8e lél pluma Bic, la genealo-
gía de los jeans y el fondo de lqc:lemgq'9Qiél..: Su intelectualismo les
hace creer en la razón, mientras.que el resto ya cree en la tecnología o
ya está de vuelta creyendo.en el!1q[ÓSCOPO, por lo que los conservado-
res son objeto del desdén de políticos y esotéricos, feministas y providas,
LA V¡;:LOCIDAP DIO LAS ~ICICLUAS

uno sea espontáneo, ?;qYeJlqJ9~~FI geefltiel}ge qye Freud, vestido


UN SIGLO DE AUTENTICIDAD de paño negro, esté en mediQjrmlJql(?'c!icrlél. Vllelta al siglo sólo para
permitir que se viera el mvg s, En ~am1:>i(),e¡ si@'19XVIU no conoció el
rigor de la Personalidad, y PQfeE¡O po<;Iía' constryir relaciones sociales
muy convencionales sil1preqql,lPél'*)r) alguna, por lo. ql,leparadój~c;a-

P ara decirlo en presente histórico, el siglo XX está habitado por


gente que cree que los zapatos que usa, el candidato por quien
vota, las frases que dice, la decoración de su casa, los ídolos que imita
mente eran más gem¡inélE¡ y, ,ppr(;m<:le", más significéltivas.
El problema es-que la Persom~lictél8c;OnE¡titUye, bien a Rien,un
,

y el cargo que ocupa, son todos" expresiones de su personalidad". La vacío que hay que ir llenando preSiE¡élmente qe relaciones sociales, PefO
gente, en cualquier cosa que hace, intenta "ser realmente ella misma, es tal la atención al Ego, que laque puntualmente se ignora son estgS
ser auténtica". Tanta autenticidad puede documentarse panorámica- relaciones sociales. Ahora, la Individua,liºªº, está concebidél cqmC),l,In
mente en los rituales adolescentes de grititos que indican que se están "uno mismo realizado" que se esconde élclentr() y que podrásalir C0t1 el
hecho de estar muy atentos esperando él que salga, 'con ¡:¡lg\.lnaayu~ ~.I
";,
realizando, en los conversadores que se tocan el corazón .para hablar
da de yqga, de moda, de test de Vanjdades."c:!~c1iv~n vienés, de horós- J
de lo tanto que sienten, en los esfuerzos de los tími<:l0E¡parq dejar de , 1
¡
1
ser nadie y de los aspirantes a la movilidad social para.empezar a ser copos, en la expectativa de que poco apQc:;OY un buen día se irá
expresando: lo que en realidad se expresaeselaburrimiento, el hastío
¡
alguien, en quienes antes de ser seres humancsscnIieenciados y, en ¡
fin, en el sinfín de psicoterapias para rescatar \'S].1 qtrq.yqH que lleva posmoderno. Cada quien se halla ocupadísirpqq:msigQ mismo, atala-
oculto. Es una sociedad llena de Personalida<:l;>A!$igloxx le gusta yando su interior, esperando que su Ego salga he~hQtoda una.perso- f
sentirse libre, sin represiones, espontáneo, genuin9'91m~gemásbiense naIidad: lo que sucede es que.va.creciendo. eky~cl.oallc\ dentro, La 135 i:
-.1"1
Personalidad parece U11é1E¡Uerte de tesoro.escondido, tgdos con su-mapa
siente angustiado: le angustia tener que ser espqntÉlfleo;:Se preocupa I f
tanto tratando de parecer despreocupado., ,.':fi del tesoro; lo malo es que por esa.isla no hél. pasqd.opingÓ,11 pir~t?, Y así, Il 1
La idea de Personalidad, Individuo Auté t1tü;p,yqMismo, es una a fin de siglo, la falta de sentidoyde vida significa,tiva, el nuevo spleenf I ..
f
~;

creación cultural históricamente reciente:·~ien§<:!q8;~!$10E¡ypuede todavía tiende a ser interpretado como una cue~iQn de no hqberenc.oI1~' ¡,
1,
trado al Propio, Yo; pero ya es el último recurso.Después de dos si!:l!q¡;.qe 1" ¡r·
pronosticarse que no tendrá otro; no exiE¡tÍél?D§I'!¡jg!qxVlII y no le
queda material para el siglo XXI. Entre los acart9I1él9()s0,ctgtianosleyendo tantas atenciones a la Personalidad, la s\.lbj~tividad se ha§qtwado
manuales de urbanidad en trajes de paño 9?W9,CC)l}§\Jsc:!ecimonónicas de vacío; empieza a percibirse un atragantéllJ)i~nto de qutenticiqa(:V
mujeres equipadas con unas estructurasbqjoeL\1~~tJ<:Io,quenopermi- Este "yo saturado", como lo llamó KenethGergen; ~§t~!!sQcieda,cl
tían intuir cómo posiblemente podlíf.l..ser9q,:Sl1~rp()'femenino,y el íptimél," ,:~Qrno la denominó Richard Senn~tt., . •. ;...6.. ',.ta.. u,e,r.,a,..•..d.. elyaqío",. c,om.O
5,

presente siglo hay por supuesto una qif~renCi(:l,Pe~O sobre todo una I~U:lige8i!le§Lipovetsky, sustituyó el dificjlgozodela8,mlél.si9nes sociales
similitud: la población urbana de al1199s §ig!9ss~~ncLÍentra desespera- 'PºrJa,élJ;1~º:§tiflrlP.rcisistél deja búsqueda gala J=l~rsol1ªlidad. Pa,l"a decir-
damente atenta a su Sí Mismo, aSllyqInteri9f1ienel entendido de que IR'~e¡fytHr9HMt8piQO, a, esta época df?IY()te~dr~'qt,l~ sOQmvenirle un,
bajo la piel y el atuendo radica suv~n;:lac\erp.jl1dividualidad.La diferen- '·;¡;.igIº8e!.~P8.n¡IT1atg;,esqec¡r, de,IaqQl1strucción qoleetiv¡;¡deidentida-
cia es que el siglo XIX tuvo miedo,de,Ql1ese I~notara, estaba temeroso ..g¡,l9"d~Jªs.Qlid~ridªcls.jn,jél.sans.i~clélcles d~ tener' que sentir 911eynQ es..
de mostrarla en público y se cuiqél.IJqqeoculta,rla; al siglo XX le urge 'mqY.§Qljcla,r¡Q,..qU~ .m~s,qjensQrlan,siedadesde . sólítario.Y' es que;
mostrarla, necesita que se le noteyse rn1,1ere de ganas por sacarla a ",.Hie~ameqt§¡nq;haynél~é)ll1áss¿litélrio~\wrnilf'laroisos juntos.jcada
relucir, pero ambos con angustia: no.vayaa ser; respectivamente, que ··l1npd~c;li@clQél..él.h9@'arseel1Sú. prQpiQ e¡;tanque."'·
LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS

en la ciudad no se viaja tanto por las avenidas como por las horas ,y [<SP
LA SOCIEDAD DE LAS MOCHILAS
minutos. Los ciudadanos son los nómadas de nueve a cinco.
El contenido de las maletas se vuelve cada vez más desusado: cepV,
llos de dientes, tortas de chorizo, diarios íntimos, walkmans, Sabas
romboabsorbentes, rinconcitos para la basurita, la muestra de [a tapa
E n la Ciudad de México se ha realizado recientemente.elinsólito
descubrimiento de que los paraguas son instrumentos-muy útiles,
especialmente en tiempo de lluvias; pero lo mejor de.este.descubrí-
de la licuadora por si pasa uno por donde las venden Y hasta un para-
guas, que se necesita porque ahora ya se sale de viaje. Lo que hay
miento es que no se realizó bajo un aguacero sino a la h()rqcl~comprar dentro tiene mucho de ridículo, no porque un rollo de papelde baño lo
una maleta, porque era tan amplia que le cabía hastaqnpªraguas, y sea, sino porque se trata de objetos desubicados, fuera de lugar, que se
no era para salir de viaje sino para usarla a diario. Er¡.'c¡3f%qtº,~1 fenó- espera encontrar en otra parte, que pertenecen al ámbito de la casa y
meno puede sintetizarse en la aparición del equipqjec'qtic:li¡:W1Qj>inexis- ahora andan transportándose de un lado a otro; por eso a nadie le
tente hace no mucho, que se manifiesta en el crecirni~nt('),qgJas bolsas gusta que le esculquen su. bolsa aunque no traiga nada compromete-
de mano para que les quepa un guardarropa, así cOm9.!ib!~prolifera­ dar. Pero es que para el viajero del día, los objetos que se carganp<i
ción de morrales y portafolios donde se porta toclÓP"l-'?,p\=!$.!pligs, en la sólo cumplen la función de adminículos de viaje, sino que tambiéhs~Je
utilización de bolsas del súper -o de Zara paraseFmá.~,gl~ggt1t~s,--, en aparecen como nostalgias de su lugar de procedencia, comOp'i:lrRf~~"
la moda de las mochilas y el invento de las bol~.ª;?:Sfl.b8l-!rera$j en la cardar que pertenece a otro lugar porque sabe que no perbir,18ceal .• • .j.... ' ¡
novedad de los zapatos tenis con bolsillitos, enrn9P!?cl~ritq$de pulso lugar donde se encuentra. Una maletita no es sólo un néces.5é1/[f:?,jino i:,¡:
tamaño reloj de muñeca, en maletas deportivq§~Úlha,2?rcl?porte, en t~mbién un. relicario, por~~esimboliza sie:nPI'~ ci()~ Jug~r~s,:.uno pro c , 1~7!
estuches de teléfonos celulares -entre otros Cl.1=\~:\l;Cl.tpsd~tRI(3doh:1unica­ y
ción- y en estuches con navajas suizas al cint9,pé,lrA~1l;~r;¡~s creen que pío
como y uno ajeno;enuno
quedarse famlha.r.
la calle. Cargarunomochila
extrano.;c.orno . . •. s.. .e•.n.. I¡:¡
es inventar t..• .I.•.r.sIejanía, . a.. .•. . •. . , .• • 1...>
•. e en ca..•s.,,.', •. • ¡.•.
. .(
la metáfora de la jungla de concreto no es llPa.m~tá.f?r~"Epla socie- La presencia de maletas implica otra percepción, de la dudad, y 1 i
dad Samsonite ya funciona en las estaciQn~sd~k~E:!tr9,qrtbellísimo puesto que las cosas son su percepción, la ciudé,l9 de verdad se ha.' I
instrumento de medición de maletas llamé,lc:lO bultprnetl"?//<"l vuelto otra: una ciudad de paso, un lugar que se vif¡i
7apor un~í~1tpcl9.~ I
y si hay necesidad de equipaje es qL!ghci~'~itYf.E¡<?n'q~0ªje, como los días. Los siete mares de las 16 delegaciones y mqnicipi()sconUrpqdos. 1,
lo deben sentir las secretarias que llevan§Y$f?él.ndlaEiggrgpuesto en Es por esta razón que el portador de portafolios télinbiéntrqEl. puesta la
una bolsa de zapaterías La Vega. Ciertqment~;cap.él.rnf\ñgpª se sale a' cara del extranjero, sea exiliada, emigrante Qtllri~t~,~e~(¡n.gl ánimo, $i
la calle con la sensación de irrevoca\;?;!iclf:lcll?I9pI¡:rp,%L',viajero, por lo es san lunes o bendito viernes, pero en toclQ9él~())qi~t¡:1.l:te y desarrais
que los preparativos para salir se Y\1eIYenri1~§e~8eqiªlizados, desde por donde pase. El ciudaclélD()c?n~4§ pertenen{,:iél~8
revisar que uno traiga suficiente rp8rl"~nc¡.porC:¡L!¿:yª,padie da cambio q.!?~t~§?!~C?rnº vagabundo con horario, Q9rTIopi¡iti;1dp por Remedios
hasta ir a hacer pipí porque lueg()YPpQhªY~9nde;todavez que se VªJ()fpM~~.~,()9~@rv¡:lrlo todo, documelltélr~ecl~t?d,(),: memorizéldo tódo, flJ
sabe que después de cerrar la Ptlertq y& no'§eya. a poder contar con peI9.Pg,pgegeiqvQ!!-!9rqrSe en algp, Rorqye.es n2glageneral qUe ¡él wo-
,.. " ,. . ,...... I~ interesq.alf()rast~ro; incluso se siente con ~1
ningún otro recurso que lo que' seJrqigqeDcirpe.; y lb primero que se ,. ,', ,", ",-- - o;. • _" - ''-. " , ' ','_, ",_' _, ,'_," .. " ~ " .. : ''''.. :.. " ",

hace traspasando la frontera de IpCa~8 ~sn~visar mentalmente el equi- 9pligqción.cl§PPrneterseen dondenQJoUe.I119n. y así, se llega a la
paje para ver si no se olvida ¡:¡lgq,·Aetq §egllicl() se revisa mentalmente -: ()()ntF~dicciópc:le·eiucl¡:¡darlos.cadél ve~máserIterqdos en dat~s del ozono,
la agenda, que funciona corn()rne.Pa.clel trayecto del día, puesto que . ", '.." ~9-e~t8c;jpnqrseye~uipadof) con paraquascomo debe
n.
PABLO FERNÁNDEZ CHRlSTLlEB

ser, pero cada vez más descomprometidos con la ciudad porque, des- LOS>SOLITARIOS
pués de todo, ellos sólo pasaban por aquí; porque total, a más tardar a
las seis ya se habrán marchado a su lugar de origen, donde podrán
platicar los pormenores de su viaje al día de hoy.
lo: solitario.s.'~eJes.·.pu. ede;~ecori.p. s.e.··.·.r..p.".. Qrq.u.·El.. n. ,.en.ti.. e.nden d~i
A. números-habiendo tantos millones ele personas, mI1gs de conocí-:
dos y cientos de amísfades.iellos sólo. sab~rlq()r1tar hasta uPPi, por eso'
?

no pueden aparecen-en las estadísticas a n~~¡'lr de ser tan-numerqsos.]


tan actuales y tan de. díarío.como.las.notícíasde primera plan?: ~osl
alcohólicos, los con:edores compulsivos;' l~s)flt<?lec~ual~s y los f~ln§clef ::
Lucero se pueden Juntaren un club, per<Jlo§§phtafl~sn(),p,9rq¡"l!~!,~
mientras que hay una Lucero para todossusfaflslhaY?i3j'I'~~WPl?j@;$91p )~
una soledad única y distinta para cada solitario-Dos alG9n~UqRS.AnqQ¡~ .•.... ..;~~
~os juntos se sienten acompa~ados; dos. solitariOs~9n:ando~afé~~¡/'-'!!
SIenten doblemente solos, y mientras los mtelect!Jélle§:tIellen.algo enr.· ji

común, lo~ solit~rios nada. Lo que les imPide'esta~, ju•.. n•.•.t o.ses,com
todos, la distancia. "".'
... o a••
f. 1"
¡•.. •. '.
.: '.
r:.;,.

' , ' ",C h


138 Un solitario empieza a serlo enfrente dealguíeu¡§Q,l'na (}ita,Unq¡>/ li
reunión, una fiesta, o en esos días de diciembreepqy(;!todos son t a n ¡ J j
. ,.'.•.'.,a.'.",'.s., •.y sien.te q.\'I.e ,I,.O.•,.,
bondadosos, que es cuando se le aparecen [OS.'d.".,em lj' .'.,:'," ,'l.'¡
" •.

miran desde lejos, como desde un helicóptero, sin alcanzara afocark~ '::J [1
sin entenderle claro, y entonces se da cuenta de.qL!?al!:l0 Pélsa, de qllEl ' ,j
él.no está allá donde está su cara y sus gestosysu[opa, sino más I§Jqs,. Ij
a muchos metros adentro y al fondo de sí misIl1(), rodeAd()ppr u n ¡ il
hueco, de modo que por más que se tope y cl)gquecon lps,ptrq$les¡," H
como si no los tocara ni los rozara: está solo'~l?resel1ciqq~lgs,qem~~(".:~

~::;~~~0:~:~:a:~:;~~~r~¡r4~~~J~tij
t:

una~§p~r~'·j8reSperaesuna dístancía de tiempQ:~()r~s()la dlstanQjfj.Y ¡q; .' j'1


espen~k$9n~~¡9~Wente "largas", La soledaqe~JA~sperél.de algwie.pqLle. ;11
se aC~f~~~'::J)~ID~s.p9de:que nadi~ p~edªhacerIo? así quelq~~s't?nto' ¡i
que!'Re\BM~s!~:rsQp~enggrélun;~0[¡tiln9 .~s que busque qompgní~,< ''. ,. ' . t!
:~ ~ .~i,:.O.c.¡,o,l.j,~.j.n..I• O.·,o.?.•s.l.~.• ~·~,,~.".• r.~:'.•~..•rtv~,p.Ya.~~a~~.c~,~r.~:~O.l,~Qd,'¡.~.i~a. ~:~:
I
.•
los ronc!i;l.'¡ oe J:nQdo que cLi¡:¡lqu¡er cosa que dlgéln Ucq¡gaI)equlVale,
1
iiY":,, " ! é , é , ' _..~ ,...... _,,' 11\
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB

estrictamente a mencionar su soledad, como soga en casa del ahorca- 'SÓtQBEBER:SOLO" l'

do, y entonces les da por preferir que no haya alguien alrededor, para
"

que nadie les esté recordando su soledad; a solas están mejoracompa-


ñados. Los solitarios primero están solos y luego se aíslan. Es como si
ya se supieran de antemano todos los temas de conversación y el sinó-
nimo de todas las palabras: su soledad; por eso mejor Se callan y Se
desentienden de los otros y se ponen a platicar consigo mismos, y
concluyen que .están encerrados dentro de la palabra.scledads.Patxi
Andion dice que la soledad es alguien intentando dibujar s~sQledad. La
soledad:.es..!..u:m;palabra sin salida.
Pero la actividad primordial detodosolitario\~s,l:>us(::¡:\ru'nªsªlida, y
la única razonable consiste en encontran-una explH::p.si9?,cl,?swsole-
dad, una descripción, un dibujo,porquepsí Ja"e~tqJ;""íF\rl.yienclodesde
afuera y entonces ya no estarían.encerradosdentro, J:.sp9r~sto que
los solitarios se dedican en sus ratos libres -quesonm~§qugdosdela
mayoría porque su agenda suele estar en blancQ,pQrQye,:S1.g'lndo hay
espera y distancia lo que desaparece es la prisa7él,~sqi9irpQeIl1as o
140 cartas, hacer ciencia o docencia, pintar cuaclros,Q,prreglélr •s uscasa,
cocinar recetas o utopías, diseñar o coleCciOnqr,.sEl~YrdgBiP.~'QrrjÚSica, y
todas las demás cosas que se llaman trabajQQrgqti\l();~pQmoRosario
Castellanos, que dijo que escribía porque 1.H1.9iVe:Z;.5,8';é)s.9rp9al:espejo y
no había nadie; porque, como dice Miche] Tournier,'\q.¡ancl.p'elcora-
zón llora de soledad, el espíritu ríe de ¡¡bertª~",Y~i~rt~~(3bte; 'la crea-
ti\iidad está compuesta por todo lo QQElYP9'Yél.?ejq,n89 atrás en el
intento de quitarse la soledad de encimp,:dgélCEl.r~¡:lrs,giél.lQpdemás, que
de. paso ElS una buena manera de eSPerqraQueal~l.Jii:3njlegue.
Con.este procedimiento, los soliti:l.ri9§ I1yncé:l)p$ra.p salir: de su so-
ledad, pero, mientras tanto, les empie.?.•.a.·.. '.i:l..:·.g.. u.'.• .stEl._.r.,. '.p
. o.r quecomienzan a
descubrir dentro cosas que hacer-y qugs.e~til"81J~nQhay afuera, y su
distancia se VUelvél gozable y tantºmits.ql)~~dO.f0,ql1to que les ha costado
casi demasiado, y ya no la van él ªbélrldQt1arn~clqrn.ás porque alguien se
les acerque, nada más porque UmÓel?s]Jgrq~o,que al final sólo llega a
interrumpir, A Penélope, la de pdiseo,leempezó a gustar tejer más que
esperar a.. su marido, y como aPenélo. Pe,)qdeSerrat, cuando llega no es
el queespera, Lp soledad es l!nadis.télnda de naves quemadas.
PABLO FERNÁNDEZ CHRISTUEB LA VELOCIDAD. DE LAS BICICLETAS
."
,'rl
'-HI

que dura el alcohol: son efímeras. Al día siguiente tanto espíritu de tras que un grupo de televiq§ntesql!~ p!é\tiC¡:lr1 mientras tanto, son mucho
grupo se volatiliza como los alcoholes. más capaces de poner el1til~9§jGi<:i9(3lm(3DS¡:ljerecibido, y decidir
La otra forma, la de beber a solas, lleva la marca de la rareza, que el héroe de Bacardíesfr~ncamente\:>¡:lbosq.Resulta, pues, al pare-
propia de solitarios y antisociales, y en tanto tales, aproximadamente cer, más educativo ser televidente social y Pí3b§dqr ¡:¡. solas, que bebedor
fracasados. No obstante, por las mismas características de la situación, social y televidentede.buró,
la actividad que espontáneamente desempeña el bebedor aislado es la
de percibir y pensar, no hay de otra, ya sea sobre las cosas a su alrede-
dor, el mundo en general o sobre sí mismo. Es verdad que cierta publi-
cidad utiliza a algún individuo a solas en sus. anuncios, pero esteseñor
siempre está acompañado por todos los televidentes, silla para qué lo
ponen. Jamás, en cambio, servirían de anuncio las PÜ1t1,¡ri'1S, qe.·fi;c:lward
Hopper, porque sus bebedores siguen solos por mucho q4§Jº~ miren. Al
desdibuiarse la barrera entre consciente. e inconsciel1t?,;eLPenSamien-
to y la reflexión que se producen rompen los pqtrone~.e?temqtipados
en que han sido educados: la conciencia se liberade.sus:acartona-
. .
, . - ,-' ...'- .
"'.~-'''-'' . ';, '. ".'

mientas y se vuelve capaz de encontrar solucion~sJlis'Bntq§;¡i??rspecti-


vas inéditas, ideas nuevas; en suma, se abre un;:l PMertg,~;l~.q;re~l.Íividad
142 tanto en lo que se refiere a la comprensión C()m9qJ¡¿;9:ytQ~901prensión.
Claro que hay brutos que ni con ésas, pero. un \:lygn nHrpe.TO de bíogra-
fías de artistas e intelectuales contiene este., elerneflt8i,cPQr .ejemplo,
Modigliani o Peirce. Los persas llegaron a"s'i§t~m~tií19.fI;litel'a¡rnente,
este. procedimiento: tratándose de proqlem¡w.r~h~Yél;!l~§,f.Bp.mlª,comu­
nidad, durante el día dejaban que las i<;iegS,?eJ¡.¡e.rél8WP9F1qnoche se
sentaban a beber y las procesaban entre, t9q9s~, Psi~óf()~9s'YJisiólogos,
actualmente, ya tienen documentado, gst§' f(3nomeBg,~J9:cualquiere
decir que el alcohol ha sido tradicionélLXSlllturalm'ente.pgnigno; y sólo
se vuelvemaligno cuando se le saca qe§t1~tn:!~,liSj,9D~§,Q1,.¡lturalesy se le
mete al consumismo y a la publicig¡:lcj; , » , ' : e , ·
En suma, mientras que la so~ü~d,~dS:h3tenDiq~J~s usos y connota-
ciones del alcohol, existen otrgS,hIS9§C9.nS()nng.taciones diferentes.
Como sea, es curioso notar m.1eetp~()ces~~e.pensamientoque se
sigue frente al televisor, o sea, f[e.nteí11 medio mismo que dicta las
maneras convenientes de beper'i~se:¡{actame.nte el contrario; esto es,
que el televidente aisladQ,,§1 que pe> hqblqmientras mira, difícilmente
puede, por la propia naturalezade] megiq,pensar o reflexionar, míen-
LA VELOCIDADOE LAS BICICLETAS

LA SONRISA porque es el gesto c1(31 primero qllealucinólél ril,edq,'qu,e pronunció una


palabra, que vio un ágÜilai~'=2.vºran~qunaserpiente'.
Para distinguir, lasonrlsacl'=2lrictusde j~sblJ'=2nélS maneras y las
gracias sociales qU:~s?u,SClhoyieJ:'ldía,puedenotarsaqua, en primer'
lugar, una sonr!~nq,??l@hªq~ªna<;He,si~qque se hace sola, sinoficio ni i
L a primera vez que sonríe un bebé no lo hace paraq.u.ed.a.rbien con
las tías que lo visitan, sino porque descubrió un dedo gordo de pie
flotando por ahí; más tarde se dará cuenta de que es suyo y volverá
beneficio, ni I)1\.!chq:m'=2no§int?rés ni planeon maña, porque enrigO[ l1Q i
es uno qlliensQOXie?,sinmml'?'=2SSonmídqp9f l~sorpresa reci~nllega,
a sonreír. Si el bebé se llamaba Américo Vespucio, su próxima y última da. En segllnqoJugar,.noise sonríenadamáseon la boca como-los
sonrisa brotará de unos mapas que miraba y remiraba hasta que de empleados de.McQo~ald's;eSicontodQ;.lpsojosbrillan, los cOlores de I
repente, sobre su escritorio, se le aparece, como de la nad¡:t;un nuevo la cara y de 19 , ropa se hacen más vivos, lavo:<:6sJ.lnpocomás c~istalh i
la
continente, que ilumina el cuarto y, de rebote, le ilumina cara. Esa na; las patas de gallo y otras arrugasrisueñastam1:li~[lalzan las comisuras
luz que sale de los hallazgos se llama sonrisa. como si fueran .labios, razón por la cual CocoCh¡:.l.Qel decía que. se
Ciertamente, la sonrisa no es una característica d~.lqsarrj.ables, los restiran las arrugas quienes nunca SOnrieron. Ad?más,Un9 pesa corno:
simpáticos y otros graciosos, sino que es una propieoad'pelos descu- 200 gramos menos, aunque esto no se haya podido comprobar porque
brimientos, las invenciones y otras sorpresas.Cuanc:lº/.c;ualquiera se la sonrisa siempre agarra desprevenidos a los ci~:mtíficos.·Ypor último,

topa con lo insólito, por ejemplo un café simpleme1}t~B'=2rfe9to,10que toda sonrisa deja un halo, desaparece de la bOQ9. pero Se qued~. . en los' i

sale de ese café es una sonrisa, igual a la que s~JE1djºujQa:DaVinci 200 gramos menos y en la lucesíta de lQS Qjos,ypuede durar.desda 20
cuando le quedó bien la de la Gioconda, y Com()¡~C¡?SÜG\lqYiera cuan- minutos hasta muchos .añosr.hawquíenes.hanpodído sobrevivircon;
do le llama por teléfono quien siempre hubieraql{~(i~99I1uncahubiera una sola sonrisa, y de e119s sllel~q~cirse,que. víven.de sus.recuerdos,
esperado, por ejemplo Equis. La sonrisa es las~flG\q'=2.qyealgo nuevo La sonrisa no viene;ele la ri!"éli cprrp creían; los latinos ($lib~ri$um1 I
ha aparecido, de que la realidad ha inventad9QtrC\n8y~qqd.Por eso sub-risa), y m!..!chísirnpmenos de la qarcéljélOél; par:adójicament'?,~e el~riyª i
las noticias (las que verdaderamente lo son, esqf3pir,lasjnesperadas; es de la seriedad; de lacara figstraío9 , distantey.trabajosa qU'=2 digrjClpol1~ l.
decir, las que rompen las expectativas) siernprf3I:Jr()ql..lc¡~nlasonrisade Sherlock Holmes con elfinde que en algún momentq'se)e illl.rnini3conl
-lo increíble que se hace presente, sea bueno ODO;P8fqUelasnoticias, el hallazgo, con la ocurrencia de una pista que qri!IeenmeeliQde la;
no malas, sino peor, pésimas, también rlél9~nS<:lrr?írqela misma in- 8risura inglesa. La seriedad es el método pélrabU~CArsonrist'lS.Pqr eSo;
credulidad; en efecto, el gesto del paV()r'=2)}tr'=2m()"'=2~:lo que más se ni Beethoven ni Van Gogh andaban por lavicl¡::¡j;'l. risa~ risa; perOeSél
parece a una sonrisa. Y cuando alguien sClnr[§g~.ti¡TliOez; también está ge.rt~~919,que siempre estáa punto de dar él 1u.z Jélmbién hay que. distín.
frente a un susto de buen tamaño. "'.<. .. ..gj.lidél.gg9tr:él mueca más estérily comúrhqU¡:lsiernpn:iestáél pUntoq~
'.. . , ' . la solemnidad, que es . ll,napOse qUe no puede v~nir· .
Cada cosa nueva que se crea, S?iI1g~rltc!;sg'descubre,se constru-
ye, se encuentra, o meramente suCeq~9(3º\-!§nasél primeras, ya sea un i'AUÁ~,84~·cl~I~Jj§8t~c1él..
dedo gordo o una teoría científica," 4nq •pqlabra del crucigrama o el
sabor de una cerveza, una ocurrencia 91J~¡;¡ cara inusitadamente agra-
dable en un vagón del Metro .".,que hél9'=2n que el mundo vuelva como a
nacer en ese instante-; aparece COn la.marca de una sonrisa. La sonri-
sa marca la aparición de la civilización; de la sociedad, de las ciudades,
LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS i

LA VELOCIDAD DE LAS BICICLETAS todosnecesarios, q""p<!gs O¡!11RO,,",qt~s"~\l>"nso, loscuales, la tinto"!


rería, el súper, los niños, los cigarros, ~rcIÍfimte,Ia gasolinera, da loi
ª
mismo, el caso es que. siempre se está 'gsSé\rreras. Si la velocidad
social fuera de 700 kph,latintoreríaque<:lél,r!ªgnT¡:¡rnP~co; El movimien-
to de las bicicletas" Pll,~de '§er e~i.toso si .e§ capazdé reducir la velocidad
L OS movimientos en pro de moverse en bicicleta tienen en su favor
la razón. Tienen en su contra no sólo al dueño del Chevrolet que
no quiere perderse el gusto de atropellar, psicológica y extrapsicológi-
, . ".
. ,~.. , -',

social, y ello requiere cierto radícalísmode omisión, porque ahora an-


dar en bicicleta no es ~l cumplimiento cle"'llPP función de transporte,
' '. . " . ':

camente a los peatones para llegar con su traje sin lluvia y sin sudor a sino el arte de na necesitar, no querer y n()il'IlPoitar ira dondenose
la oficina de su estatus y otros compromisos igualmente rutilantes; pueda llegar. En bicicleta no se puede ir; yg~t(), es upa carencia; e!f:lrte
también tienen en contra a la esencia misma de las ciudades moderni- está en convertirlo en que se pueda no ir,lo cll(:~l e$ un poder, el poden
zadas, que no es ni el hormigón ni el hacinamiento, sino una sustancia de hacer que la tintorería quede en la esquina, . ,
más huidiza: la velocidad, cosa que no tienen las bicicletas. La veloc;idad de una bicicleta es como de 15 kph . Reducir eltréll1S~!
Cuando se descubrió la velocidad automotriz y se la elevó a rango porte urbano a este índice no sólo significa hacerlo más económicoy¡
. - .' '1
de libertad individual, se tuvieron que inventar las distancias, los luga- ecológico, sino ajustar las situaciones, actividades y tamaños de la ciu-]
res a donde ir y algo que hacer llegando; desde entonces, 'no se va más cIad a la dimensión humana, porque, genéticamente, el ser human9!
rápido porque los lugares estén más lejos, sino que están más lejos hecho para vivir a 10 kph, En efecto, los sentidos d~ lapercep~1
porque se llega más rápido, así como no se va más aprisa porque se y por ende la civilización, están diseñadosparafuncionar a vel()ci~i
tengan más cosas que hacer, sino que se tienen 'más cosas que hacer de entre 5 y 15 kph, que eSCU911go se.caminaysecorre; a. eS;;l¡ 147
porque se va más de prisa. La velocidad actual es de 50ü 80 kph, que velocidad
. .
se puede ver, oír, .
¡;entiry rag:onqr cQO detalle
. "
y atención lo que,!
"".,'1
es la que se cree que tienen los automóviles, pero' en realidad no es la alrededor, mientras que.a velocídades.más altas estas capªcidq'i
de los coches, que por amontonamiento, semáforos y dónde estacio- se atrofian, y ya nO se pueden ver más que blllto~! oír másq1,l~
narlo, van más lentos. En rigor, se trata de.una'velocídad social, a la >:i">,:,t~jqos, sentir más que vértigos, pero no pormenores, Guriosiq¡:¡c!es,y
que corren las obligaciones, los deseos y la{superfiGiesasfaltadas, el ,;9f3l1ezas. Por regla general, cuando ya no se puade.eprecíar la(:qr¡:¡q~.
trabajo, las ansias y el tamaño de las construcéiones, de hecho, la ';'1é,lgente es que uno ya va, como el dueñodelChevrolet, d~rnª~*:\dq;
mitad del estrés urbano se debe a que la'veloGidp.d de, las prisas es j, ":,r~pjq\9"más aprisa que la civilización, aunque.no más lejos ni.~ninguna
mayor que la velocidad de los automóvile¡;qlleJas transportan. La P¡:gtg"F:instein se percató de la. más rápida velocidad; lage la lLli:!¡
acelerada es la ciudad, no los coches; comoPl.1eqeverse asimismo en Y~lJ!90'q; Ri~; .mientras que en SU$ miles. de.kílómetros h~cho la. raya,
el hecho de que quienes no tienen coch骺ambiótienen dos cosas: .... '19!DJ~~;~$t§qlo~io una ráfaga de pais;:lje,40veces mástlurdé].y abu-
las mismas prisas y la necesidad deterigr ll\1c<:)che. rri9,é].<iY't19"Bll~Ul1o puede percibir COI) una paseadita en bici, Así, la
La velocidad no reduce, sino que <;tlll.Tlent¡:¡lasdistancias, extiende bi9icletqr~$lJít~:$er.l?LrnediO de transporte más cívílizado que hé1ya
los espacios y multiplica los lugares, de manera que en bicicleta no se "C9n$tr\J,ig9~($~rll!Jmél,nQ, porque va a. !11 velocidad de sus pensamíen-
puede cumplir la agenda propia del ciudadano normal, que consiste en antes de acelerar en reversa:
ir y volver; pero, entre tanto, pasar arecoger,detenerse a pagar, co-
mer con, visitar a, darse una vuelteoíta por, reunirse en, andar hacia
allá, de camino hacia acá. Los 20 lugares que se visitan al día son
LA VELOCIDAD DE LAS BICICLFTAS

VOCABULARIO DE OFICINA adora pronunciar términbserw~UtqS9?mo"p.oMómino"o "terjetahabían-]


te". Es el mundo de la movilidad sociaLqel11~diéltabla, donde hay díne-
ro y la expectativa deviajarycultivélrs~,geprefer~nGiaen Las Vegas. I
La vida del Mundo Oficinesco implica élc:;seger aAipos de oficinas,'
restaurantes, ami~téldes,q~u'?m:l9s;C9I1Versaciones;clubes,.
L a frase" el cabello de Elizabeth" simplemente no pudo haber sido
dicha hace 25 años. El vocabulario común está cambiando. Antes
era el pelo de Isabel, al que se le ponía goma; ahora, se le "aplica gel".
desayunos que enprinsipiQ.~egesconqyen.,s,obretodoporglle SOn no-
vedades de utilería, pero-qua se suponen. sorrectos, cósmopolítas Y
reuniones y!

Quizá se deba, no a que se oye más bonito, sino a que se "escucha más cultos, dentro de los cuales hay que saber qomportarse para c\élrJqtalla
hermoso". Tal castellano puede ya oírse en cualquier cafetería, tienda aunque no se sepa cuál es, por lo que la gent~siente que sus, palabras
o sala de espera, y se cree más correcto, cosmopolita y culto, llegando d,e antes no le sirven para moverse ahí dentro;,'sg~iEmteninexpertQs el
a acuñar verdaderos prodigios de frase como "un auto lo arrolló cuan- inhibidos, de modo que lo primero que hacer; es9élnc;elar Suterrninq-I
do descendía la acera", pero sólo alcanza a ser más artificial, ilógico y logía deentra semana con la que se decía ¿qt.,lieresun 'tequila? Pélra!
desarraigado. sustituirla por una dominguera con la que se dicei"¿gustasunaperiti~1
No es meramente una ampliación de vocabulario: al decir "rostro" Vq?", aprendida en una síntesis del Canal 5, del Sele99iqnesdel Reader's, I
en vez de cara y "chicos" en vez de chavos, se dice lo mismo, pero se sle las instrucciones del champú y de la fundación C2l.lltllral DomecC¡
siente distinto. En efecto, las palabras no solamente se refieren a lo que hace anuncios reteartísticos, después d.e lo cual se.adiyirlél djf4sa~
que mencionan, sino sobre todo a un murido de sentimientos, imáge- mente que no se debe decir "olor" sino "'ilrqma", nLtarnpoco'fir" al
nes y significados inmencionables que se aparecen a medida que se va sino "pasar" al mismo. Todo tiere,qLlese.rre!yciente en ?ste/ 149
hablando, de suerte que quien use "crema dental" se sentirá más cerca ·n14 ndo clo n de ya nadie se b9 1eR IOSf;élPéltqs'se,"lustrae.l calzado": '1
del primer mundo que quien usa pasta de dientes: la cosa es la misma, " .•..••... ,.• <.,' Lo interesante es q\.le., (jeté\nto'm~l1~iQn9-rlp, e.sem!mdo fin.gidq!

pero cuando las palabras cambian, las ilusiones que se producen son />,e..rl1pie2:él a existir de verdad, al intuir pa!a\:>rasparainw?sar él Un mun-
otras y la realidad se transforma. En el modo de hablar va enredada ··,,··.··:••• T.'fY."\J'~Hfl raro, lo están construyendo con esas mismas pplqbras.Lps

una cierta percepción emocional, que hace que las cosas se vean y se :\·i •.. ·.s~mtimierltos, las imágénesy los significados tomar¡ sustancia, ~uerp9,1, \
vuelvan diferentes. Los vidrios se vuelven "cristales". ....../'!!. JHU~'Ul'::l1 ser vistos con toda naturalidad. Díchod« otra forma, Ilflrnqr-!
Este vocabulario ha surgido de un ambiente que puede llamarse engüerece a cualquiera, despy~sde!Q cual yapaclfirná.?)·
Mundo Oficinesco, como los bancos, un Sears oeualquíer-iugar que esté t''1f)''t U '';' COmprar Miss Clairol Rubia Pléltin~da y dejar, lit~ralm~mte'i '
lleno deaparatitos para teclear, y repleto de. puestos, cargos y estatus 9~ir;¡~!"~!~i5 mestizos alrededor, incluida Rq}{9nné\,' al gréld0cll?' q!Je los
mediante lqs cuales todos pueden ser jef?ciitqsde· algo y subordinados ji..:;:; ",,·qni~tt~;:rg8!,*tW;'·~¡:l. se tengan que hacerqqbre gallegqs.
de alguienr donde no caben las viejasda:s~smedias ocupadas en chillar " . ... '. urbano está.ínvadidopor un lenguaje públjpQ el.e
su extinción n1 los pobres desiémpre-entretenidos en sobrevivir, sino . "R!~f3ti99i,Sipi,tr~8iRh2n detrás, que~'Il1eclj<:1fl que habla va supurqpclq
un ubicuo espectro social proveniente decualquier parte y de cualquier hlPa;r~qHd?lgp.rtifi~¡q!,jlógiSp .y gesarrqigadq, como lobby.de Holíday .
pasado, pero educado en.lacomputación, el.lnterlingua, la superación Inn1"qYeqPt~snpeSi:f\ba9hí;pero que ahora puede ser vista por todas
personal, el secretariado y alguna licenciatura bastante práctica, es en PUestosejecutivos, prést;:lITIoS para
decir, cualquiera que los haga licenciados, lo cual no significa otra cosa 9¡¡Y9¡O ¡J\J! ¡ugélre~.e?<dusivos GOQ éltencJónperSO!l¡:¡I!Féldé'!,
.que usar corbata y aprender que es Pierre Cardin. Este espectro cultural es. perf~gt¡:HnªnteJlqrmé'1J; es lo úpjcoQ4e se puede ver cor;e?él~ pa,lélPras...
LA VEL0GtDAD DIO LAS BICIC!-ETAS

I
todas las veces que quiera"Y!AstíassegurosAbn1n de quién se trata. '(
"Yo ESCRIBO" no obstante, mucha:gentedm@tee[lpuqliqé"W's4sCosas en primera
persona del singular, conlQsifuera ul1~jgrlOd8 autenticidad, porque;,
se supone, sus experiencias, ideas, creencias, san suyas, productos
directos de S4 p,?xsor@!id_q~, ta,1.eI1tP,inteligencia, coraje y valentía part
uando un texto de alguien se publica, no es anónimo pero ya no
C es suyo; es, bien a bien, de los lectores, que a lo mejor ni existen,
pero que en todo caso pueden hacer lo que se les antoje con él, por
decir lo que piensa, .sh:mteyopina, ysi a,llector no le gusta, pues que
no lo lea, cosa ql1e dejpdas maneras el lector no pensaba hacer,
Quienes escriben "yo pienso" Creenq4e:d~veras ellos [.)ens~mn lo
ejemplo, no leerlo, que es lo más frecuente, o dejarlo a la mitad, o en-
que dicen, pero tantita sensibilídad ml1estraql1e lasideas nosonsuyas,
tenderlo como mejor les parezca, sin que les importe gran cosa la
sino que ya andaban desde hace rato portoe:Ii:ls partes, dentro de las
autorizada opinión del que lo escribió. No deja de ser curioso, pero hay
corrientes de opinión y pensamiento en ljbrQs,col1v.~rsaciones y 9trol'
una especie de cambio químico que hace que un artículo, apenas se
medios, bien instaladas en la sociedad, la histoD9 yJ&S tradicione9~"\'
publica, se despegue de su escritor, y entonces el verdadero autor del
entre todo eso, decir que "yo" es el que piensa es, \Jl1p.cacofoníi:l en 12¡1
texto viene a ser el texto mismo, como si se hubiera escrito solo: es él,
texto y una soberbia que supone que uno está por, encima d12 toda la
el texto, el que "dice",elque!'opina", razón paria cual las más de las
cultura y que puede pontificar desde ahí; quien dice "YOsi~nto"es pe9rj
veces los lectores se olvidan del nombre del escritor, y razón por la cual
porque ni siquiera intenta pensar, y porque.ningún lector abre una.revista
el escritor, aunque se lo sepa completito, lovüelve a leer ya publicado,
q un periódico para que un Iábílemocional henchido de Jeeling le COIT\+
para ver cómo se lee, para ver si se entiende, como si él nada más
parta sus vivencias: si está tan ~ntimerit&l;q\-l~esºribaun.diarioíntimo. f 1151
fuera otro lector, a lo mejor el único.
. . Los "yoes" de la sQherbjqsereconQc~nmL!YJ?lCiLporqueinmedig1
Los lectores leen palabras, ideas, relatos; no leen señores o seño-
tamente después del pronombre.viene unaudea gastada,., del tipo d,13
ras y mucho menos con nombre propio, aunque a veces esos señores
y señoras solamente escriban para que su nombre se vea al principio,
'!yo-creo-que~la"vidii7es7el;,don"más~preciado", y por lr,tantó se distini
gue de otros, más escasos y bienvenidos¡ hay un.\'yo".que es-humilde]I
como si ellos fueran los héroes de su propio artículo, y por eso, cada . .'<,;.' ,,".,., '

.propío de quien preferiría no pensar. lo que piensa pero n i r 119C:lp , tal'


vez más, aparecen textos retacados de la palabra "yo" ("pienso, digo,
vez porque no está muy seguro o porque está-seguro de que Vil 8 <:;aél;
.'opino, siento... "), característicos de q~ienesescribenpara>s~ia:lguien,
mal, y se reconoce porque parlo común la icl~aes buena y m.¡eva,y el.
y de pronto creen que yalolograron;pero:síi;ú'a>Bltextóél que dice
"yr" .como que no hace ruido, Y hay.otro.iun ."yo" desparpajadrL
algo, cuando aparece la palabra'~yq'!iar l~9tQri'!1('):'séle aparece la
imagen del señor o señora, intelectual,cejijllntq/áYelUdito/a, sino la de
99mp\j<;;g del lector, que solamente uSa€;lpronombre corP9'pretext d
PilfªD9ºIp.r de otras cosas, generalmentestinpático-burlopas,yq]Je es
quien lo está diciendo, o sea, la hoja<:l~Bap~l.o@1 teclado de la compu-
usan los novelístas.quéson los úníccs escrítores que:
tadora; la impresora haciendo'\yoopi11984e.,:;?';i··
, ····'.gmp¡~~D,lªPAl~\?ri1Y.yo" sin que se trqted~ ellos, sino de otro person a-
En público, que es donde se P4Pltcsh 9a.benl públicos, grupos, lecto-
el lector no lo confunda con
res, pero no caben "yoes'', ni siqui~ra"t(¡~s','; sólo de "éles" para arri-
medo-que es más un recurso literario,
ba, por lo que los artículos no pueden ser nP'míos" ni "tuyos". El "yo"
Hn'E1§ptQ;Y1l91JP protagonismo autoral.
es una entidad privada, cara-a-cara-conocida, y si alguien quiere que
nrasante te}{tq resulta malo, lo bueno es qU12 se,
un texto siga siendo suyo, lo que puede hacer es guardarlo enel cajón
1
y leérselo a sus tías, y entonces podrá decir muy correctamente "yo"
I
LA vELbCi'Dft,D I5~b\~gI2IClETAS
. -.·,;-·,..·-,·;/c·,,·····,·, .. :.,·_·.· .. -:\1.-;-,".'.'---·.,· -,'

que unos tacones de·á1fil(N:~~I·h(¡I11~~oi2,c:()f1I~scUélles se simboliza


ZAPATOS
encanto y la mortifiCqqic)rl,desermujer, la belleza que duele.
La civi)¡2iélCiór¡'(}.Clrr¡énzóel ciíqen que irwentar()n los zapatos, se
porque cuandQentre}¡;¡:,tierrª:Yelpie se intercala Una suela; se establece
una separación' irrgve, rsjl:Mo:ent¡,-~ Jél' naturaleza yla cultura. El
L a palabra "zapato" es una onomatopeya: zap-zap-zapato. No es
una palabra sino dos, aunque iguales, porque cada "zap" se hace
con distinto pie. Es difícil argumentar por qué hablar de un par de
sapiens es un ser calzado. Si loq~~ m~j()rsep(:1recía de nosotros a raíces
eran los dedos de los pies, éstos son en,cgpsuladosen zapatos para que ya !
trivialidades cuando la circunstancia nacional es tan urgente. Será tal no puedan enraizarse y así se apartende I?J, vida de los seres-que andan '
vez porque si sólo se atendieran las urgencias, dejando las simplezas descalzos, como los animales y las planta~'?()fl elsignQ delclesarraigo yla o
para después, quizá se descubriría que se necesitaban esas simplezas para liberación, lo cual los hace seres míticos;qlJ~curnplenuna funciónindis-
construir aquel después. Un par de zapatos es algo demasiado común, pensable en los cuentos de hadas, como las !?otas de Siete keguélp de
pero cuando se les vigila atentamente, como esperando agarrarlos dis- Pulgarcito o el zapatito de cristal de Cenicienta, C}\je indican.que los Seres o
traídos, eventualmente revelan su extrañeza, calzados se levantan por encima de su condición,Qriginariél y descalza: un .
Como los calcetines, los-zapatos son una prenda doble, y como Gato con-Botas ya no es un animal. Entre el sL!el~y~lser humanoestála ¡
los guantes, simétrica, pero a diferencia de Elllos,' se venden en suela. Por eso los duendes son tradicionalmente quenos zapateros y los I
tiendas especiales, porque no hay calcetinerías nípantalonerías pero Reyes Magos dejan sus regalos en los zapatps,fIoy todavía, quien. n9 I

sí zapaterías, ya que se trata de algo que es a la vez vestido, de tela, y usa zapatos es un marginado de la civilizqgiól1 yla cultura, y la dignidéld
objeto, con cuero, hule, herrajes y hasta madera. En efecto, es ropa, civilizatoria de este par de vehículos si~n1evigElnt(3; la suprema exig(3no 153
pero también instrumento, herramientas para hacer algo: caminar, cia de comunidad humana se expresadiciendo "ponte en mi;; zapa-
ir, callar al gato de la azotea, y también jugar, porque para los niños tos". Incluso, la manera más humallagerporir"es!'con,los' zapatos
son juguetes, que miran fascin'ados y limpian y agradecen cuando son puestos", porque lo primero que pi~r~(3n.)QsqJ.l~mueren inhurn~pél­
nuevos, que sirven en el imaginario infantil como casitas, con ven- mente son los zapatos: no hay nélgg'lͪ~pat~tkoC}ue Una pleza regélda ..
tanas y chimeneas y resbaladillas. De hecho, no se lavan como si de zapatos vacíos, como la cleTlqt(310Ico, .pisada de botas. .. .,,(
fueran ropa, sino que se limpian y PUlEll1GOW9
,.,'.' ....
.," , .... si.. fu~nll1utensilios.
"','.'
.';-:::::.'-, ,., ;
La bofa es la forma violent~c1EllzPPélto,rnientrasqU(3 los huar~qhdi
Este carácter de útiles los hace la Qnicª,yes,tirper¡t~\,;p1-!?ceptible de o los zuecos son su fOrmélpqsifistél, porque Can (3110$ no, se puede
tecnología; ciertamente, Reebok o ¡::tol1igs,n()pQnrn.qrc;asde pren- patear ni pisotear a nadie. ClillfFélstwooq o MphptrnaGélndhi. Para
das de vestir, sino de máquinas de COH~nm~s, r~Bigó o saltar más dar patadas bajo la mesa se recomi~n,dé\ el ¡::1¡Qc1o negrq pi~n, boleado¿
alto.i,«" ,o.
Parece que la civilización empezó ;;IJ,Srp?J,lo¡¡ pasos el día en qU(3 la
Los zapatos rematan una de lélq8QS'pyDtp~delcuerpo. Las puntas dejó de GP!oc,élr;;e sobre el suelo y (3rppezóa-ponerse s9br~Ell
humanas son lo único cuya cobertuJ:ªTlokqrre~ppnqeal contenido. De la En fu.tP917~~)~!I~rY)¡'-1 "entrar con,lo~t¡:¡.cos por rlob,,+n"
misma manera que, mientras que tcx:I8~I~S'fab?zcis son redondas pero expulsió~·~~t~rm~iti~ª:ct(31culpable, ..' .
los peinados pueden ser de cualquief,rnQ9Qh,así\os zapatos son chatos,
puntiagudos, altos o bajos independíentemente-de lo que traigan dentro.
Mientras que el resto de la ropa tíenelaformadel cuerpo, los zapatos son
un objeto que se puede modelar aparte: no hay algo más distinto a un pie
r

También podría gustarte