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Taller Integrador Interdisciplinario

Eje: Ciudad Educadora


Como ustedes saben, uno de los componentes que incorpora el nuevo Diseño
Curricular de Formación Docente de la Provincia de Buenos Aires en el Campo
de la Práctica es el Taller Integrador Interdisciplinario, cuyo eje, en el primer
año de la formación de Nivel Inicial y Primaria, es Ciudad Educadora.

Es por este motivo que compartimos con ustedes este documento que tiene
como principal objetivo acercarles información sobre el eje del taller y poner a
rodar experiencias e ideas que permitan reconocer el potencial educativo de
toda ciudad.

Acerca de “la ciudad”

El término “ciudad” pretende aquí dar cuenta de la complejidad del “campo


educativo”. Cuando hablamos de “ciudad” no nos referimos al espacio
geográfico o físico urbano solamente, sino que nos referimos, además, al
concepto de “ciudadanía” y en este sentido a reconocer que la totalidad de los
espacios sociales poseen un potencial educativo y son constructores y
fortalecedores de ciudadanía.

“En general ignoramos la ciudad, reducimos nuestro observar y no la percibimos, y algunas


veces hasta la escondemos, damos la espalda para no ver ciertas cosas que suceden en ella.
No queremos mirar ciertas cosas de la ciudad para no comprometernos, pues el mirar nos
compromete. Miremos nuestro comportamiento en los semáforos cuando somos abordados
por los niños y niñas de la calle. Nuestra defensa es no mirar a los ojos de ellos y ellas. En la
ciudad buscamos volver invisibles a muchos seres pasamos por ellos como si fueran seres
transparentes. Requerimos de una pedagogía de la ciudad para que nos enseñe a mirar, a
descubrir la ciudad, para poder aprender con ella, de ella, aprender a convivir con ella. La
ciudad es el espacio de las diferencias. La diferencia no es una deficiencia. Es una riqueza.
Existe una práctica del ocultamiento de las diferencias, procedente del miedo de ser tocado por
ellas, ya sean diferencias sexuales, diferencias culturales, etc. Una pedagogía de la ciudad
sirve también para que la escuela construya el proyecto político-pedagógico de una educación
en la ciudad”.1 Moacir Gadotti

El desafío es poder comprender la densidad y la complejidad del campo


educativo en nuestras ciudades y recuperar la relación de la educación con la
vida, con las culturas actuales, con las condiciones concretas del mundo en
que vivimos. Freire plantea que la escuela debe formar para la vida y ello
implica formar para el desarrollo afectivo, cognitivo, biológico, creativo y
estético de cada persona, para que la vida sea reconocida como valor
supremo. También implica formar para el desarrollo y la consolidación de
proyectos sociales, culturales y políticos porque en ellos hay también una
manera de expresar la vida, ya que son los sueños y las metas colectivos de
comunidades concretas.

1 Gadotti, Moacir. Escuela ciudadana, ciudad educadora. Proyectos y prácticas en proceso. Presentado en
la “Primera Conferencia Internacional de educación” Riberao Preto San Pablo, Brasil. (Julio 2002)
Leer el mundo implica, entre otras cosas, comprender que los espacios y los
tiempos de los aprendizajes son múltiples y variados y que además de las
escuelas, existen otros espacios donde también se enseña y se aprende. Son
otros, son diferentes, pero no dejan de ser educativos. Las escuelas conviven
en la ciudad con otras instituciones y espacios públicos que resultan
fuertemente interpeladores: el club, la vereda, el mercado, el municipio, la
organización comunitaria, la cumbia, las iglesias, los medios de comunicación,
el cine, la plaza, la biblioteca, la estación, el ciber, la esquina, la murga, etc.

La ciudad incide fuertemente en los aprendizajes de las personas y de las


instituciones, quienes aprenden cotidianamente y contradictoriamente de la
ciudad y en la ciudad. Hay nuevos escenarios, nuevos tiempos, esto exige
educar la mirada y permitirse habilitar nuevas interpretaciones para
comprender una ciudad con nuevos códigos y nuevas formas de organización.

Ciudades Educadoras: antecedentes y contexto

La idea de Ciudad Educadora surge acompañada de las concepciones político-


educativas que comenzaron a ampliar el horizonte de lo educativo más allá de
la escuela y de las políticas ligadas a la educación permanente. Durante la
década del 70 varios programas municipales en diferentes países del mundo
comenzaron a denominarse explícitamente ciudad educadora.

El uso y la expresión del término hay que buscarlos en el libro dirigido por
Edgar Faure "Apprendre à Etre" (Aprender a Ser) - UNESCO, 1972 - que se
refiere a la "ciudad educativa" de la siguiente forma: "...los términos de la
relación entre sociedad y educación cambian de naturaleza: hay un proceso de
compenetración íntima de la educación y el tejido social, político y económico,
en las células familiares, en la vida cívica".

A partir de que en el mundo empiezan a desarrollarse variadas experiencias de


ciudad educadora, surge la inquietud desde un grupo de ciudades
representadas por sus gobiernos locales de comenzar a trabajar conjuntamente
en proyectos y actividades para mejorar la calidad de vida de los habitantes, a
partir de su implicación activa en la apropiación de la ciudad. Así surge el
Primer Congreso Mundial de Ciudades Educadoras que se realizó en
Barcelona en el año 1990 y donde se redacta la Carta de las Ciudades
Educadoras, un documento que contiene una serie de principios rectores sobre
la finalidad y el espíritu de las iniciativas.
Participaron en el Congreso de Barcelona 70 ciudades de 21 países, este
congreso representó el inicio de un amplio movimiento internacional de
ciudades con encuentros bienales:

1990, Barcelona: La ciudad educadora para los niños y jóvenes.


1992, Goteborg : La educación permanente.
1994, Bolonia: Re-conocerse: por una nueva geografía de las identidades.

1996, Chicago: Las artes y las humanidades como agentes de cambio social.

1999, Jerusalem: Llevar el legado y la historia al futuro


2000, Lisboa: La ciudad, espacio educativo en el nuevo milenio
2002, Tampere: El futuro de la educación. El papel de la ciudad en un mundo
globalizado
2004, Génova: Otra ciudad es posible. El futuro de la ciudad como proyecto
colectivo
2006, Lyon: El lugar de las personas en la ciudad
2008, Sao Paulo: Construcción de Ciudadanía en Ciudades Multiculturales

2010, Guadalajara: "Deporte, políticas públicas y ciudadanía. Retos de una


Ciudad Educadora".

En 1994 este movimiento se formaliza como Asociación Internacional de


Ciudades Educadoras – AICE - en el III Congreso celebrado en Bolonia 2. Los
intercambios y experiencias de las distintas ciudades se registran en el Banco
Internacional de Experiencias de Ciudades Educadoras (BIECE).

Es importante destacar que la ciudad de Rosario en Argentina es la sede de la


oficina regional de Ciudades Educadoras para América Latina 3.

En Argentina existen 11 ciudades educadoras que responden a los principios


de la Carta de Barcelona y son parte de la AICE, como consecuencia de las
gestiones municipales de sus respectivos gobiernos. Estas ciudades son:
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, San Patricio del Chañar (Pcia de
Neuquén), Villa Constitución, Cañada de Gómez, Rosario (Pcia de Santa Fe),
Gral. Alvear, Malargüe, Mendoza, (Pcia de Mendoza) Mar del Plata, Pilar y
Vicente López. (Pcia de Buenos Aires)

En la carta de principios se afirma que la ciudad, grande o pequeña, dispone de


incontables posibilidades educadoras. Contiene en sí misma elementos
importantes para la formación integral de las personas. La ciudad educadora es
una ciudad con personalidad propia, integrada al país al cual pertenece, su
identidad, por lo tanto,

2Sitio Web de Asociación Internacional Ciudades Educadoras www.edcities.bcn.es

3 Oficina Regional para América Latina ce_americalat@rosario.gov.ar – mail de contacto


es interdependiente con la del territorio del que forma parte. Es, también, una
ciudad no cerrada en sí misma, una ciudad que se relaciona con sus entornos:
otros núcleos urbanos y con otras ciudades del resto del mundo, que trabajan
desde esta perspectiva, con el objetivo de aprender, intercambiar y, por lo
tanto, enriquecer la vida de las ciudades para mejorar las condiciones de vida
de todos sus habitantes.

La ciudad contiene un amplio abanico de iniciativas educadoras de origen,


intencionalidad y responsabilidad diversas. Engloba instituciones formales,
instituciones no formales con objetivos pedagógicos preestablecidos, así como
espacios públicos, fiestas culturales, sistemas de normas, formas de
comunicación, ritos, costumbres que, aunque sin intencionalidad pedagógica,
interpelan fuertemente a las personas que habitan la ciudad y educan.

Cabe destacar que existen otras experiencias de ciudades educativas y


proyectos socioeducativos que trabajan desde la perspectiva del desarrollo
local para la construcción de comunidades de aprendizaje 4, que pese a tener
un origen, una construcción y una perspectiva diferente, comparten este
universo que tiene en común la concepción de lo educativo en un sentido más
amplio y a la educación como herramienta para la transformación. La primer
ciudad educativa de la provincia de Buenos Aires, declarada en el año 2006,
con participación activa de maestros, chicos, jóvenes, escuelas, organizaciones
sociales, autoridades educativas locales, provinciales y nacionales es Del Viso
Ciudad Educativa. 5

Algunas premisas para pensar las relaciones entre educación y


ciudad
- La ciudad es el espacio de concreción para infinidad de experiencias
educativas aunque no tengan la intencionalidad explícita de educar.

- La educación no es propiedad del sistema escolar: educación y


escolarización, en este sentido, son complementarios. Lo educativo necesita
reconocerse en múltiples espacios que no nieguen la significatividad histórica
de la institución escolar, sino por el contrario, que la enriquezcan.

- El aprendizaje no tiene edad, se aprende durante toda la vida. En este


sentido es fundamental reconocer el sentido permanente de la educación.

4Cita comunidades de aprendizaje (fronesis)

5 Sitio Web www.fundaciondelviso.org.ar www.delvisociudadeducativa.org.ar (en construcción)


- Hay que reconocer, valorar y potenciar, y por qué no, recuperar a partir de las
propias biografías, la importancia de los aprendizajes intergeneracionales y de
los aprendizajes entre pares.

- La participación y la apropiación real de los sujetos y de las instituciones en


las decisiones y proyectos de la ciudad es condición para la construcción de
una ciudadanía activa.

- La voz y la participación organizada de jóvenes y de chicos es fundamental


para el desarrollo de una ciudad. Francesco Tonucci, pedagogo italiano, en su
libro La ciudad de los niños plantea con fuerza esta perspectiva y dice: “La
primer y más importante decisión a tomar es la de dar a los niños un papel de
protagonistas, concederles la palabra, permitirle que expresen sus opiniones y
colocarrnos, nosotros los adultos, en la actitud de escuchar, de deseo de comprender
y de voluntad de tener en cuenta lo que los niños dicen. Nadie puede representar a los
niños sin preocuparse por consultarlos, por implicarlos, por escucharlos. Hacer hablar
a los niños no significa pedirles que resuelvan los problemas de la ciudad. Significa,
en cambio, aprender a tener en cuenta sus ideas y sus propuestas. No es fácil dar la
`palabra a los niños, ni comprender, lo que dicen. Gianni Rodari hablaba de un oído
verde que los adultos deberían tener para escuchar a los niños. Hace falta mucha
curiosidad, atención, sensibilidad, sencillez. Hace falta creer que los niños tienen algo
que decirnos y que darnos, y que este algo es distinto de lo que sabemos los adultos”6

- Hay que hacer de la educación en el escenario de la ciudad una


necesidad y una tarea de todos

- El gran desafío es integrar, desde una visión amplia de lo educativo, la


educación escolar, extraescolar, formal, no formal e informal. Estas
clasificaciones han generado fragmentación y han instalado un discurso que
obstruye los procesos hacia una compresión compleja de lo que implica lo
educativo en sentido amplio.

- Una ciudad comprometida con la educación debiera indignarse y generar


alternativas ante situaciones de analfabetismo, fracaso escolar, injusticia,
discriminación. Como bien plantea Ramón Moncada Cardona: “una ciudad
educadora no puede reducirse a un eslogan o a algunas acciones específicas, sino
que implica una intencionalidad social y política, que tiene relación con la construcción
de ciudadanía, la consolidación de la democracia y la búsqueda de justicia social. No
es educadora una ciudad que es excluyente, o que la menos no es conciente de las
exclusiones que genera o puede generar”7

6Tonucci, Francesco. La ciudad de los niños. Un modo nuevo de pensar la ciudad. Editorial
Losada, Buenos Aires, Argentina, 2003.Pag 60
7 Moncada Cardona Ramón. Ciudad, educación y Escuela. Relaciones y acciones en la Ciudad

Educadora. Seminario Escuela ciudadana y Ciudad educadora Universidad de San Martín,


Buenos Aires, 2006. Pag 11
En síntesis, toda ciudad posee infinidad de recursos, agentes, instituciones y
redes de aprendizaje. En la medida que entre ellas se reconozcan, se valoren e
intercambien experiencias y saberes, podrán generar un proyecto educativo y
cultural común, que desde el reconocimiento de las potencialidades que
poseen, pueda dar respuesta a las necesidades reales y concretas que se
expresan en la ciudad.
Bibliografía

Cullen Carlos. Críticas de las razones de educar. Paidos, Buenos Aires, 1997

Cullen Carlos. Perfiles ético-políticos de la educación. Paidos, Buenos Aires,


2004

“Del Viso Ciudad Educativa”. Documento Base. Fundación Del Viso, Buenos
Aires, 2006.

Freire, Paulo (1994) “Educación y participación comunitaria”. En AA.VV: Nueva


perspectivas criticas en educación, Barcelona, Paidòs

Gadotti, Moacir. Escuela ciudadana, ciudad educadora. Proyectos y prácticas


en proceso. Presentado en la “Primera Conferencia Internacional de educación”
Riberao Preto San Pablo, Brasil. (Julio 2002)

Galeano Eduardo (1997) “Ventana sobre la memoria”, en Las palabras


andantes, Montevideo, Del Chanchito.

Moncada Ramón. La relación escuela entorno como entrada a la ciudad


educadora. En: Revista Alegría de enseñar Nº 44, Ministerio de Educación
Nacional y Fundación FES. Bogotá. Marzo 2001.

Tonucci Francesco. La ciudad de los niños. Un modo nuevo de pensar la


ciudad. Editorial Losada, Buenos Aires, Argentina, 2003.

Torres Rosa Maria. Itinerarios por la educación latinoamericana. Cuadernos de


viaje. Paidos, Buenos Aires, 2000

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