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SHAMANISMO
SUDAMERICANO
Juan Schobinger
( compilador )

didones Continente

EDITORIAL ALMAGESTO
f

(b v éu s i futrí s
11

Introducció n: naturaleza y
significació n del chamanismo *
Juan Adolfo V á zquez

La palabra "chamanismo" se . refiere a las prá cticas religiosas del


cham á n . La palabra "cham á n", por su parte, se introdujo en
las lenguas
europeas a trav és del ruso, que la tom ó del tung ú s saman . Seg ú n algunos
autores saman se relaciona con el sá nscrito sramana y el
pali sama na , que
significan "monje mendicante"; pero el t érmino tung ú s saman tiene
otro
sentido, como se advierte en su derivaci ó n moderna "chamanismo"
aplicado al á mbito siberiano, a principios dei siglo xx era definido como una
que ,
religi ó n de dioses menores, entendiendo por tales a espíritus, demonios y
otros seres sobrenaturales. Ello se debe a que entre los tunguses,
que ocupan
una gran amplitud entre Siberia y Mongolia , se hicieron investig
aciones que
dieron lugar a estudios cl á sicos sobre el chamanismo. Por . extensió ,
n gl
t érmino se ha aplicado luego a fen ó menos similares compro
bados m á s all á
de Siberia , especialmente entre ios indios de las Am é rieas.
En muchos de los casos estudiados la conducta dei cham á n se parece
a
la del sacerdote, por su participaci ó n en ritos, particularmente sacrificio
s;
a la del curandero ( medicine man ) , por sus conocimientos terapé uticos
; a la
del mago o brujo ( witch doctor ), por su capacidad de realizar proezas como
la de caminar sobre las brasas sin quemarse; y a la del m ístico,
dominio de las t écnicas del é xtasis . Pero s ó lo a mediados del siglo xx
por su
se hizo
el intento de cifrar todas las caracter ísticas del chamanismo en
una tipolog ía
unitaria que abarque tanto las experiencias de los charnanessiberi
anos como
las de otros especialistas en procedimientos de acceso espiritual a
realidades
sobrenaturales, distinguiendo lo esencial de lo accidental .
Quedan , con todo, muchos problemas sin resolver . Por
ejemplo, el de
la vieja definici ó n de chamanismo como una religión de espíritus demo-
y
* Adverten cia : Al revisar los textos desgrab
ados de estas conferen cias,
su publicac i ó n , no hemos querido quitarle s su tono original de palabra hablada con vistas a
las repetici ones . Pero hemos aprovec hado la ocasi ó n para a ñ adir ni suprimi r
unas pocas citas y una
Nota bibliogr á fica ( v éase pá g. 109 ) que seguram ente resultar á ú til al lector
estos temas ( j . A . V . )
,
interesad o en

•• “
12 Juan Adolfo V á zquez Introducci ó n: naturaleza y significaci ó n de í chamanismo LO

nios , es decir , de seres que no sabemos bien lo que son . Lo mismo ocurre . las entienden los dem á s miembros de su grupo, pues las declaraciones
cuando se dice que adem ás de dioses menores el cham á n puede llegar hasta ; del cham á n acerca de sus propias vivencias est á n condicionadas por las
un dios supremo y soberano. Para muchos occidentales del siglo xx la idea í formas ling üísticas y la visi ó n del mundo de su comunidad . Para ello nada
de dioses est á demasiado cargada de acepciones negativas heredadas de las
I mejor que convivir por alg ú n tiempo entre quienes ocurren tales extra ñ as
luchas del cristianismo contra el antiguo polite ísmo; y a ú n la idea de Dios experiencias .
como ser suprerpo es cuestionable para muchas personas influidas por la Comparando un buen n ú mero de observaciones realizadas por canti-
filosof ía de la ilustraci ó n o por diversas formas del Humanismo ateo. No ; dad de investigadores de campo, se desprende que el cham án , si bien en
corre mejor suerte la idea de demonios, a ú n si se la vincula a la palabra griega muchos aspectos es similar a otros miembros de la tribu , en cuanto cham á n
daimon que significaba "fuerza espiritual", porque hoy tampoco est á claro desempe ñ a una funci ó n exclusiva, distante de las ocupaciones de la mayo-
qu é debe entenderse por "fuerza espiritual". En el mundo hispá nico, por r ía, como un m édico especialista entre nosotros: alguien que participa de
ejemplo, los testimonios y cr ó nicas de los conquistadores consideran que nuestra cultura pero que posee conocimientos que la mayor ía ignora por no
toda manifestaci ó n espiritual ajena a la ortodoxia cat ó lica es prueba de una haber sido iniciada o educada en ese tipo de actividad profesional . De esta
acci ó n demon íaca , diabólica. Por tanto el estado de é xtasis alcanzado por los manera el comportamiento de chamanes de diversas culturas revela que en
chamanes 'é ra considerado sin m á s como una prueba de estar pose ído por el algunos casos pueden ser tambi é n curanderos o brujos, magos o hechiceros,
diablo. Adem ás, como el chamanismo americano en varios casos se da junto o sacerdotes que realizan sacrificios y otros ritos, pero que lo que específica-
'

al uso de drogas alucin ógenas,- se ha considerado que el chamanismo en mente los distingue de todos los dem á s es el fen ómeno del éxtasis .
Sudnm é rica est á í ntimamente ligado al uso de diversos narcó ticos. Mircea El cham á n no es un curandero cualquiera . Puede conocer las plantas
Eliade , que ha escrito el tratado m ás amplio sobre el chamanismo, dice que :
curativas y el uso de diversos procedimientos terapé uticos empleados por
" Los narcó ticos son ú nicamente un sustituto vulgar del trance 'puro' , . .; en los curanderos; pero lo propio del cham á n es diagnosticar y curar recurrien-
,

muchos pueblos siberianos las intoxicaciones ( alcohol , tabaco , etc. ) son do a una experiencia ext á tica quejo poneen contacto con fuerzas o potencias
innovaciones recientes y muestran en cierto modo una decadencia de la espirituales que han sido llamadas por varios nombres: dioses, demonios,
t écnica cham á nica . Se trata de imitar, mediante la embriaguez narcó tica , un • aliados, auxiliares, y que el cham á n utiliza para liberar al enfermo de su
estado espiritual que ya no se es capaz de conseguir de otro modo".1 Habr ía enfermedad .
que averiguar si esta afirmaci ó n de Eliade puede aplicarse tambi é n ai Esta experiencia de éxtasis, que nunca falta en el chamanismo propia-
chamanismo de los pueblos amazó nicos, por ejemplo. Por mi parte, en mis mente dicho, ha inducido a creer que el cham á n es un ser enfermo, un
contactos con chamanes araucanos no pude comprobar nunca que ejercieran hist é rico, un epil é ptico, un psicó pata que se siente poseído por demonios.
sus funciones bajo ei influjo de drogas, y un informante que me contaba Sin duda que el comportamiento del cham á n en estado de trance tiene
acerca de las facultades adivinatorias que desarrolla un ni ñ o bajo los efectos mucho de parecido con las mencionadas manifestaciones psicológicas. Pero
de la datura (que ellos llaman miaya ) , aclaró que el cham á n las logra sin el lo que diferencia al cham á n del meramente poseso es su habilidad de entrar
auxilio de drogas , en trance a voluntad , convocar a las potencias invisibles, derrotar a las
Es evidente que algunas de las dificultades principales para la com - fuerzas malé ficas y ponerlas al servicio de una terapia suigeneris, y finalmen -
prensi ó n de los fen ó menos cham á nicos proceden de ideas y valoraciones te salir del trance y volver a un estado normal. Desde luego; estas operacio-
.

europeas de origen cristiano o moderno , que s ó lo admiten la sacralidad de nes no son f á ciles. A veces los chamanes confiesan no haber tenido éxito en
lo espiritual como algo exclusivo del cristianismo o que niegan la existencia su b ú squeda de poderes invisibles . Adem á s, con la edad , el cham á n puede
de toda experiencia espiritual , reduci é ndola a un epifen ómeno de procesos perder su capacidad de atraer los espíritus, como lo expresa un poema
biol ó gicos o psicof ísicos. Es necesario, entonces , someternos a una especie yanomani que dice:
de catarsis intelectual o limpieza de prejuicios como la que recomienda la
cpojé fenomenol ógica, para despojarnos de ideas y valoraciones que se Se han ido mis hékurap.
adhieren como equ í vocos o negativos r ó tulos sem á nticos a los hechos que En mi interior sus moradas est á n vacías.
deber í amos examinar . Tenemos que esforzarnos por ver y juzgar las cosas Han vuelto a sus tierras, en los cerros.
como las sienten y expresan quienes en realidad las experimentan, y como Só lo me quedan dos esp í ritus maltrechos:
Carimani, el esp í ritu del irara ,
1 Mircea
Eliade , El chamanismo y las t écnicas arcaicas del é xtasis , traducci ó n espa ñ ola , Y Yaweresin , el esp íritu del perezoso,
2? edici ó n revisada y ampliada, M é xico , Fondo de Cultura Econ ó mica , 1976, p á g. 313. Y ambos está n tristes porque no logran cazar la enfermedad

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Introdu cci ón: naturale za y signific aci ó n del chaman ismo
14 Juan Adolfo V á zquez
nacientes a sociedades muy remotas, con los cuales no ha
podido tener
Y mantener viva a mi gente. ning ú n contacto .
Ya no soy m á s un cham á n.2 ii. Los estudios comparativos de las experiencias cham á nicas muestran
j Que el cham á n puede alcanzar el éxtasis y encontrarse
con potencias í nvisi -
Una distinció n parecida cabe establecer entre chamanes y brujos. Am - é cnicas asc é ticas que incluyen la abstinen cia , el ayuno, ia
bles por varias t
bos operan con fuerzas sobrenaturales y tienen algo de magos; pero el de un tambor , o de una
plegaria , el canto acompa ñ ado del sonido r ítmico
aut é ntico cham á n , como el buen m é dico , s ó lo utilizar á sus conocimientos y tambi é n con
! maraca, o de otro instrumento similar. A veces parece ayudarse
procedimientos para la curació n del paciente, absteni é ndose de poner sus alucin ó genas . En tales condicio nes el cham á n se
recursos al servicio de maleficios. Adem á s, mientras el cham á n en cuanto tal j Ia ingesti ó n de sustancias vuelo
\ desliga temporariamente del ambiente .cotidian o y realiza llamado
el
siempre emplea técnicas que redaman una concentraci ó n d é las potencias m á gico" a otras regiones del cosmos El aut é ntico cham á n es capaz de
del alma , los brujos o hechiceros suelen preferir procedimientos mecá nicos, j . Puede luchar con potencias
ascender a los cielos y descender a los infiernos
aunque no deben descartarse tampoco en la hechicer ía ciertas t écnicas , invisibles para los ojos del profano , y dominar las , ponié ndolas al servido de
psicol ó gicas. La diferencia esencial est á en el buen o mal uso de ellas . ¡ sus intenciones benéficas, por ejemplo, el conocim iento del pasado o el
Recu érdese lo que Só crates le dice a Tras ímaco en el libro primero de La futuro, el descubrimiento de causas específicas de enfermed ades, que acaso
República de Plat ó n: el verdadero m édico no se propone lo que es ventajoso |coinciden con las determinadas por nuestras ciencias m édicas , o simbólicas,
para é l sino lo que lo es para el enfermo; el verdadero piloto tampoco ordena ticamente logra alcanzar
ni se propone su . propio interés sino el de los marinos que est á n bajo su S¡ con una validez social y operativa que pragm á
resultados positivos .
mand ó, y así, en general, todo hombre que ejerce una autoridad , cualquiera El tema del chamanismo ha cobrado especial interés en
las ú ltimas
sea la naturaleza de ésta , en tanto que la ejerce adecuadamente, jam á s se d écadas debido a su vinculació n con el tema de las drogas . As í, por ejemplo
propone, en lo que ordena, su inter és personal sino el de sus subordinados . el interesante libro Esp íritus , chamarl es y estrellas ,3 publicado en Holanda,
Por otra parte, la participaci ó n del cham á n en actos rituales es un hecho contiene varios estudios sobre el chamanismo sudamericano
que hacen
accidental , que puede o no ocurrir , a diferencia del sacerdote , para quien la referencia al uso de drogas en Ja zona amaz ó nica . Sin duda esta clase de
operació n de ritos es fundamental . las caracter ísticas del chamani smo en esa
investigaciones precisar á n mejor
! Lo que define al cham á n como tal, tenga o no las caracter ísticas del regi ó n de Sudam érica . Las conclusiones de los estudios psicofisiol
ó gicos del
sacerdote, el curandero, el hechicero, el psir ó pata o el epil é ptico, es una de la realidad humana hasta
chamanismo pueden arrojar luz sobre aspectos
!' dimensi ó n t ípicamente religiosa , que lo lleva a un mundo que en la cultura ía general y
de ahora mal conocidos y que tienen gran inter és para la psicolog
j europea tradicional se llama "sobrenatural" y suele recibir el nombre. En la antropolog ía filosófica . Pero probable mente es todav ía prematu ro espe-
"sagrado" por su referencia a potencias superiores al hombre normal
en é xtasis, es decir, de alcan - rar una certeza definitiva sobre este punto.
]\ efecto, el cham á n tiene la capacidad de entrar Tambi é n se ha estudiado el chamanismo desde el punto de vista
de la
i \ zar un estado de trance en el que se produce una especie de separaci ó n de , compara ndo los valores de significa - •
í
cuerpo , seg ú n modalidades sociolog ía y de la antropolog ía social
\ las facultades an
as por la
í micas con
psicolog í a
respecto
de la
a
religió
las
n ,
del
la fenomen olog ía de la religi ón, ció n que tienen diversos s í mbolos e im á genes verbales utilizado s por
aparecen
el
estudiad cham á n de regreso de su viaje cósmico , s ímbolos que luego
la historia comparada de las religiones, y otras ciencias. Seg ú n se despren - tambi é n en las artes pl ásticas y en las tradicion es orales / y hasta en el diseñ o
de de tales investigaciones , el cham á n ingresa a un orbe de potencias que de ia choza comunal. El cham á n introduc e as í en el lenguaje tribal palabras
han sido llamadas "esp íritus", "demonios", "dioses menores" , todas ellas una comunic aci ó n inteligib le referente a hechos del
y símbolos que permiten
denominaciones equ í vocas; pero de cualquier modo que se las llame parece mundo visible y sus relaciones con el mundo del m á s all á .
que el cham á n , efectivamente, tiene alg ú n tr á mite con realidades mentadas Se plantea así el problema de la comunicaci ó n dentro de una sociedad
por tales nombres. De acuerdo con sus testimonios, el chamá n experimenta que vive entre dos mundos: el de los hombres y el de los espíritus, y que
tiene
relaciones de acci ó n rec í proca con ellas, y a su regreso al mundo de la vida en la experiencia cham ánica la prueba de la existencia de una realidad
cotidiana y social puede hablar de ellas de una manera que coincide no - diferente. Los símbolos que expresan las experiencias cham áuna amplia
nicas y los /
tablemente con la descripció n de experiencias de otros chamanes perte- caracteres del cosmos visitado por el cham á n han dado lugar a

basada enla traducci ó n al portugu é s de Claudia Andujar - Darcy


2 Versi ó n espa ñ ola
Browma n, D. L. y Schwarz, R . A., compila dores Spirits Shumans
3 , .
and Stars:
Ribeiro en su libro Yanomani , sin lugar de edici ó n , pero seguram ente en Brasil , Editora , Mouton 1979
Perspectives from South America La Haya , , .
Praxis , 1978, sin paginaci ó n . ( El poema se encuentra al final del libro .
)
16 Juan A d o l f o V á z q u e z Introducci ó n: naturaleza y signitxcaciuu -*
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documentaci ó n etnol ógica que abarca sociedades llamadas "primitivas", procesos inici á ticos preparatorios del cham á n, ni las relaciones del cha - í
de! Viejo y de! Nuevo Mundo, y que por extensi ó n permite interpretar restos m á n con los or ígenes de la danza , la m úsica , las artes pl á sticas y las li-
arqueol ó gicos, especialmente petroglifos, corno indicadores de similares teraturas orales.
experiencias en un pasado m ás o menos lejano . Es evidente que los grandes temas del chamanismo convocan a diver -
ja expresi ó n simbó lica de la realidad trascendente -el mundo del m á s sas disciplinas , que deben combinar sus recursos para entenderlo . Tal como
í allá , el uni verso invisible, el orbe espiritual- tiene un denominador com ú n la conocemos en el mundo occidental, la filosof ía no podr ía ir muy lejos en
j en las im á genes de las artes visuales y en las im á genes de las literaturas sus an á lisis de este fenó meno sin el auxilio de la psicolog ía, la sociolog ía , la
orales . Desdeluegoes imposible explicar en té rminos cient íficos como losde etnolog ía , la arqueolog ía, y la historia comparada de las religiones. Estas
la f ísica o la qu ímica las modalidades de la experiencia extá tica o la estruc- disciplinas, y sin duda otras que corresponder ía mencionar, como la para - 1
tura del universo cham á nico . Sin embargo, cada lenguaje natural tiene psicolog ía , resultan imprescindibles para quien quiera aproximarse al m
i recursos expresivos similares para aludir a ese otro mundo , a trav és de la misterio del trance cham á nico y conocer lo que éste fundamentalmente m
ss
i

| met á fora . Metá foras e im á genes visuales son los recursos simbó licos que . significa . Porque es aqu í donde el hombre, de una manera muy especial, c •
í fundamentan la expresi ó n de lo trascendente y apuntan hacia otras reaiida - entra en contado con realidades imprevistas e irrecusables, que ejercen
( des , invitando al esfuerzo de atenci ó n necesario para vero entender de qu é poderes ajenos a lo normalmente humano. Estas potencias oriundas de otro
se trata. N o se puede ofrecer una f ó rmula acabada e infalible sino sólo un

'
mundo, que de pronto anidan en el alma humana , son las fuerzas de lo m
m
gesto , una insinuaci ó n que debe ser interpretada y completada por un acto
'

sagrado. La experiencia chamá nica es, por tanto, una vivencia de lo sagrado
de simpat ía intelectual , como las divinas indicaciones del or á culo deifico, entendida como una apertura hacia un mundo trascendente y la recepció n
¡ m
s&á
que seg ú n Her á clito no dicen ni ocultan nada . ‘ activa de realidades que irrumpen en nuestra conciencia y existencia

Hasta aqu í hemos tratado de comprender la esencia del fen ó meno modificando sustancia í mente el cará cter de nuestras formas vulgares de 1$
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cham á nico describiendo su naturaleza y distingui é ndolo de fen ó menos conocimiento y de ser.
parecidos . Ahora vamos a preguntarnos qu é significa el chamanismo en Acaso se dir á que todo esto que estoy diciendo es una locura , que ia m
general para el conocimiento del hombre y del universo, y en particular para , ú nica realidad es ésta . Pero no es necesario echar mano a las conclusiones m
m
nosotros como personas de un mundo tan distinto, porque vivimos en una de la psicolog ía moderna . Por nuestra propia experiencia podemos admitir ga .

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civilizaci ó n industrial . que todos solemos, de una u otra manera , alcanzar otra realidad . Viajar, en II
Hemos hablado de é xtasis , de experiencias trascendentales, de acceso el sentido corriente de esta palabra , es ya un modo de dejar atrá s un mundo m
m
a una real idad diferente de la cotidiana , que ni el cham á n mismo es capaz de para entrar en otro: ver otro pa ís, otras personas, otra cultura . Y tambié n el mi
describir acabadamente y mucho menos explicar, porque el lenguaje de que cultivo de las artes, aun las de nuestra propia civilizaci ón, y el hecho de
debe servirse tiene que ser una lengua de este mundo, no el lenguaje secreto participar como actores o espectadores en el mundo de la literatura , la
mf
¡
de los espíritus , los animales y los pá jaros, aunque , como hemos observado, danza , la pintura , y aun de la ciencia y la filosof ía, con sus construcciones »
2 ;

el uso de met á foras puede suplir en cierto grado esta deficiencia . En efecto, teó ricas , son maneras de salir de la prosaica situació n inmediata para m i
el cham á n se expresa con met á foras que aluden a su " vuelo m á gico", el ingresar a otros modos de ser , en ios que el tiempo y las cosas pasan de otra i í

mundo d earriba y el mundo de abajo , viajes al Cielo o al Infierno, que no son manera .
susceptibles de explicaciones científicas convencionales . La experiencia del cham á n en su viaje ext á tico es, sin duda , diferente de
El fen ó meno del chamanismo plantea as í varios problemas de enorme todo ello, pero no totalmente distinta de la que buscamos en nuestras m
m
importancia filos ó fica : a ) el de las diversas formas de conocimiento corres - pesquisas de otro mundo -en las que a veces vivimos absortos, ajenos a lo m
pondientes a tantas otras maneras de estar en el mundo; b) el de la í ndole contiguo-, que consideramos tambi é n como reales. Así como nosotros i
m
de la realidad , especialmente de la forma de ser del mundode los esp í ritus , podemos olvidamos del entorno en la sala del cine o del concierto, y despu és m
v en general, de lo que hay m á s all á ; c ) el de la comunicació n y expresi ó n de de l á funció n volver a la presencia de las viejas realidades humildes, el
la experiencia cham á nica y , por ende, de la comunicaci ó n simbó lica , part í - cham á n, seg ú n coincidentes testimonios, puede viajar a remotas comarcas
cula rmente ling üí stica , de los contenidos de esa experiencia . Obtenemos as í celestes y regresar de ellas. mm .
tres grupos de problemas filosóficos fundamentales: el gnoseológico, el Es verdad que para realizar sus experiencias ext á ticas el cham á n debe m
ontológico y el epistemol ó gico , particularmente en su aspecto ling üístico. someterse previamente a un proceso Iniciá ticoTá ilefente del que solemos
Esta breve lista no agota la riqueza problem á tica que una filosof ía del
, practicar durante eITpreñ dizaje de nuestras profesiones, pero no del todo *m3
chamanismo deber í a afrontar. No hemos mencionado, por ejemplo, los distinto del que ejercitan los religiosos en su ascetismo. A veces el candida to
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18 Juan Adolfo V á zquez
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es visitado en sue ñ os fuerzas compulsivas que lo obligan a
a Era zaflacarrera cham á nica . Otras veces toma este camino despu és de un
encuentro "paulino" que lo arrebata de este mundo convirti é ndolo s ú bita -
mente a otro g é nero de vida . Por las informaciones de la etnolog ía, de la
historia comparada de las religiones y por las investigaciones de la psicolo -
gía moderna podemos colegir que el fen ó meno del chamanismo alude a un
universo que está, al mismo tiempo, muy fuera y muy dentro de nosotros. ....
La experiencia del cham án en el mundo de las potencias sobrehumanas
está documentada por las actuales investigaciones de la arqueología, que
sugieren que el chamanismo era una t é cnica espiritual conocida por el
hombre prehistórico, y por la etnograf ía, que muestra que es practicado
todavía por algunos de nuestros seniiolvidadoscontempor á neos, ind ígenas
_
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de la Argentina y de Chile.

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