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1.

La lingüística: estudio científico del lenguaje

1.1 Introducción
1.1.1 Definición de la lingüística
La lingüística puede ser definida como el estudio científico del lenguaje. Por estudio científico del
lenguaje se entiende su investigación a través de observaciones controladas y empíricamente
verificables y con referencia a alguna teoría general sobre la estructura del lenguaje.

1.1.3 El acceso objetivo a la lengua


La principal dificultad con que tropieza la persona que accede por primera vez al estudio de la
lingüística es la de su falta de preparación para observar objetivamente el lenguaje. Tendremos a
considerar el lenguaje como algo concedido, algo que nos es familiar. Pero tampoco es nuestra
familiaridad lo que se interpone en el curso de nuestro examen objetivo, existen todo tipo de prejuicios
sociales y nacionalistas asociados al lenguaje muchas tergiversaciones populares. Liberar la mente de
estos prejuicios y errores es algo realmente difícil, pero es un primer paso necesario.

1.1.4 La historia de la lingüística


La historia de la lingüística tiene ahora interés, entre otras razones porque nos capacita pata liberarnos
de ciertos conceptos al uso erróneo con respecto al lenguaje. La lingüística, como cualquier otra ciencia
se construye en el pasado, y lo hace no sólo desafiando y refutando las doctrinas tradicionales, sino
también desarrollándolas y formulándolas de nuevo.
Una historia de la “gramática tradicional” amplia y definitiva está todavía por escribirse.

INTRODUCCIÓ AL LENGUAJE Y A LA LINGÜÍSTICA

1.El lenguaje

1.1 ¿Qué es el lenguaje?


La lingüística es el estudio científico del lenguaje.
Con respecto al lenguaje, definiéndolo desde un sentido más o menos general, podemos decir que es la
capacidad para la comunicación o bien un sistema concreto o lengua natural. Los filósofos, psicólogos y
lingüistas suelen insistir en que la posesión del lenguaje es lo que más claramente distingue el hombre de
los demás animales. Hay que destacar el hecho evidente de que no cabe poseer o utilizar el lenguaje natural
sin poseer o utilizar alguna lengua natural.
La palabra “lengua” no sólo se aplica a los sistemas propiamente admitidos como lenguas (español, chino,
malayo), sino también a una diversidad de sistemas distintos de comunicación; por ej el esperanto
inventado a finales del siglo pasado para facilitar la comunicación internacional. Existen además diversos
sistemas de señales de comunicación humanos y no humanos, pero que no parecen lenguas en sentido
estricto aunque se eluda a ellos como lenguajes; entre ellos encontramos el “lenguaje de las señales”,
“lenguaje corporal” o “lenguaje de las obejas”.
El lingüista se ocupa primordialmente de las lenguas naturales, desea saber si todas las lenguas naturales
tienen algo en común que al propio tiempo no esté presente en los demás sistemas de comunicación,
humanos o no, algo tan específico, que autorice la aplicación del término “lengua” en forma exclusiva.
1.2 Algunas definiciones de “lenguaje” y “lengua”
a) Sapir: “El lenguaje es un método puramente humano y no instintivo para la comunicación de ideas,
emociones y deseos por medio de símbolos producidos voluntariamente”. Pero esta definición
adolece de defectos: mucho de lo que se comunica por medio del lenguaje no que cubierto por los
términos “idea, emoción y deseo”. Por otra parte, existen muchos sistemas de símbolos
voluntariamente producidos que sólo consideramos lenguajes en sentido metafórico. Que en pie la
pregunta de si se trata de algo exclusivamente humano, pero lo mismo nos preguntamos de las
lenguas propiamente dichas.
b) Bloch y Trager: “ la lengua es un sistema de símbolos vocales arbitrarios por medio del cual coopera
un grupo social”. Pero al hacer hincapié en su función social presenta un aspecto reducido de la
función que la lengua desempeña en la sociedad. Su definición difiera de la de Sapir en que no
alude más que indirectamente a la función comunicativa del lenguaje, en que recoge la propiedad de
la arbitrariedad y en que limita el lenguaje a la lengua hablada.
c) Hall: el lenguaje “es la institución con que los humanos se comunican e interactúan entre sí por
medio de símbolos arbitrarios orales y auditivos de uso habitual”. Debe destacarse, en primer lugar,
que se mencione tanto la comunicación como la interacción y, en segundo lugar, que el término
“oral y auditivo” puede tomarse como si fuese más o menos equivalente a “fónico”. También Hall,
al igual que Sapir, trata al lenguaje como una institución humana; a su vez se subraya la propiedad
de la arbitrariedad.
Lo más notables es el empleo del término “de uso habitual”, en el marco teórico del conductismo, el
término hábito se empleaba en referencia a porciones de comportamiento identificables como
respuestas estadísticamente predictibles ante determinados estímulos.
Actualmente carece de sentido emplear técnicamente o no el término “hábito” como si los
enunciados de la lengua fuese hábitos en sí mismos o consecuencia de algún hábito. Un rasgo
fundamental de la lengua consiste precisamente en que no hay una conexión entre palabras y
situaciones tal que pueda predecirse situacionalmente la aparición de una palabra ante una situación
determinada. La lengua es independiente del estímulo.
d) Robins: afirma con razón que las definiciones sobre la lengua tienden a ser triviales y carentes de
información, a menos que presupongan alguna teoría general sobre la lengua y el análisis
lingüístico. Precisa que las lenguas son “sistemas de símbolos...basados casi por completo en una
convención pura o arbitraria”, y luego hace un especial hincapié en su flexibilidad y adaptabilidad.
e) Chomsky: “consideraré que la lengua es un conjunto (finito o infinito) de oraciones, cada una de
ellas finita en longitud y compuesta por un conjunto finito de elementos”, esta definición inauguró
el movimiento llamado gramática transformativa. A diferencia de las demás definiciones, trata de
abarcar mucho más que las lenguas naturales. Según Chomsky, todas las lenguas naturales, en forma
hablada o escrita, son lenguas en el sentido de su definición, puesto que (1)toda lengua natural
presenta una cantidad finita de sonidos (y letras), y (2)porque, si bien puede haber un número
infinito de oraciones en la lengua, cada oración puede representarse como una secuencia finita de
sonidos (o letras). La tarea del lingüista consiste en describir la lengua natural para determinar, entre
su secuencia de elementos, cuáles constituyen oraciones y cuáles no. Por otro lado también debe
revelar las propiedades estructurales, en caso de haberlas, que distinguen las lenguas naturales, de lo
que cabe denominar lenguas no naturales.
Chomsky está persuadido de que existen estas propiedades estructurales y que son abstractas,
complejas y específicas en su finalidad, que ningún niño puede aprenderlas de la nada.
Chomsky concentra su atención en las propiedades puramente estructurales para proponer que deben
investigarse desde un punto de vista matemáticamente preciso. Una de las principales contribuciones
de Chomsky es haber concedido una especial atención a la “dependencia estructural” de los procesos
que configuran las oraciones de las lenguas naturales y en haber formulado una teoría general de la
gramática basada en una cierta definición de esta propiedad.

Conjunto de propiedades que distinga a las lenguas naturales de otros sistemas semióticos: arbitrariedad,
flexibilidad, modificabilidad, libertad con respecto al control del estímulo y la dependencia estructural.

1.3 Comportamiento lingüístico y sistemas lingüísticos


Tanto el lenguaje en general como las lenguas en concreto pueden concebirse como un comportamiento o
actividad, parte del cual, al menos, es observable y reconocible como comportamiento lingüístico. Aunque
este comportamiento sea casi siempre comunicativo, cabe la posibilidad de que los observadores externos
lo reconozcan aun en caso de ignorar la lengua utilizada y de no poder interpretar, por tanto, los enunciados
producidos por él.
El lenguaje o la lengua, entonces, puede considerarse desde el punto de vista del comportamiento o de la
conducta, pero también desde otros dos más, por lo menos. Uno de ellos tiene que ver con la distinción
terminológica de Chomsky entre “competencia” y “actuación”; el otro con la distinción que estableció
Saussure en francés entre “langue” y “parole”.
Cuando decimos que alguien habla español, queremos decir una de dos: o bien (a) que de un modo habitual
o ocasional se entrega a una determinado tipo de comportamiento, o bien (b) que tiene la capacidad de
emprender este particular tipo de comportamiento. Si aludimos a lo primero mediante Actuación y a lo
segundo mediante Competencia, podemos afirmar que la actuación presupone la competencia, mientras que
la competencia no presupone a la actuación.
Basta notar que para Chomsky lo que realmente hacen los lingüistas cundo describen una determinada
lengua no es describir la actuación misma (comportamiento), sino la competencia de sus hablantes (en lo
que tiene de puramente lingüístico) que subyace a la actuación y la hace posible. La competencia
lingüística equivale, pues, al saber que se tiene acerca de una lengua. Y como la lingüística de la
identificación y el examen de los determinantes de la competencia lingüística, entonces debe clasificarse
según Chomsky como una rama de la psico del conocimiento.
Lo que Saussure llamaba “langue” se refiere a la lengua comúnmente compartida por todos los miembros
de una comunidad lingüística dada. Un sistema lingüístico (langue) es un fenómeno social, o una
institución puramente abstracta en sí misma, por cuanto carece de existencia física, pero que se realiza
ocasionalmente en el comportamiento lingüístico de los miembros de la comunidad.
Hasta cierto punto, lo que Chomsky denomina competencia lingüística se identifica con el conocimiento
que el hablante tiene de dicho sistema lingüístico. Y como Saussure hizo un especial hincapié en el carácter
social o institucional de los sistemas lingüísticos, consideraba la lingüística más cerca de la sociología y la
psico social que de la psico del conocimiento.

1.4 Lengua y habla


La lengua hablada es más básica que la escrita. Esto no significa, sin embargo, que la lengua deba
identificarse con el habla. Por ellos hay que establecer una distinción entre las señales lingüísticas y el
medio en que se manifiestan dichas señales. Así, es posible leer en voz alta un texto escrito y, viceversa,
anotar lo que se dice. Los hablantes nativos pueden decir, en general, si transformar de una señal lingüística
de un medio a otro se ha llevado a cabo con corrección o no. Y en tanto que lengua es independiente del
medio en que discurren las señales lingüísticas, diremos que tiene la propiedad de transferibilidad de
medio.
La prioridad histórica del habla sobre la escritura radica en que no existe ni ha existido en el pasado,
ninguna sociedad humana conocida sin la capacidad de hablar. Y aunque las lenguas en la actualidad
pueden ser habladas o escritas, la inmensa mayoría de las sociedades hasta hace bien poco, han sido total o
parcialmente analfabetas.
Por otro lado podemos reconocer la supuesta prioridad estructural de la lengua hablada. La estructura de
las oraciones escritas depende de distinciones reconocibles de forma gráfica, mientras que la de las
oraciones habladas se basan en distinciones reconocibles de sonido. Pero hay una importante diferencia
entre letras y sonidos. La capacidad combinatoria de los sonidos utilizados en una lengua depende, en parte,
de las propiedades del medio mismo en que se manifiestan (hay combinaciones de sonidos impronunciables
o muy difíciles de pronunciar) y, en parte, de restricciones más concretas que valen sólo para la lengua en
cuestión. A su vez, la capacidad de las letras para combinarse entre sí resulta totalmente impredictible a
juzgar por su aspecto externo. Sin embargo es más o menos predictible en las lenguas que emplean un
sistema de escritura alfabético si se atiende a la asociación de las formas con los sonidos y a la capacidad
combinatoria que presentan en el habla los propios sonidos. En este aspecto, x tanto, la lengua hablada es
estructuralmente más básica que la escrita.
La prioridad funcional: la lengua hablada se emplea para una serie de cometidos más extensa que la lengua
escrita, mientras que ésta sirve de sustituto funcional del habla sólo en situaciones que hacen imposible,
poco fiable o ineficaz la comunicación vocal- auditiva.
Prioridad biológica: hay muchos indicios que sugieren que los SH están genéticamente programados no
sólo para adquirir el lenguaje, sino también para producir y reconocer sonidos de habla. Ya se ha
demostrado experimentalmente que los niños a las pocas semanas de vida son capaces tanto de distinguir
sonidos de habla y, a los pocos meses de vida empiezan a balbucear y producir una amplia gama de sonidos
de lo que contiene el habla de quienes están en contacto con el niño. Capacidades ausentes en los parientes
más cercanos al hombre, entre los primates superiores.
El lenguaje humano se desarrolló en un momento dado de la evolución de la especie, a partir de un sistema
comunicativo gesticular y no vocal. Para el hombre, actualmente, el sonido, especialmente la gama fónica
audible que pueden producir los órganos de fonación, es el medio natural o biológicamente básico en que se
realiza el lenguaje.
En el curso normal de los acontecimientos, los niños adquieren naturalmente un dominio de la lengua
hablada, mientras que la lectura y la escritura son habilidades especiales en las que los niños reciben una
instrucción igualmente especial basada en el conocimiento previo de la lengua hablada.

1.5 El punto de vista semiótico


Atribuimos a la semiótica el estudio de los sistemas de comunicación, y daremos a “comunicación” un
sentido más extenso, que no implique necesariamente la intención de informar.
Hay conceptos que son pertinentes para la investigación de todos los sistemas comunicativos: se transmite
una señal de un emisor a un receptor por un canal de comunicación. La señal tendrá una determinada forma
y transmitirá un cierto significado (o mensaje). La conexión entre la forma y el significado de una señal
viene determinada por lo que suele denominarse el código: el mensaje es codificado por el emisor y
decodificado por el receptor.
Desde este punto de vista, las lenguas naturales son códigos y admiten una comparación con otros códigos
en todos los aspectos posibles:
Con respecto al canal de comunicación, la diferencia con los demás códigos utilizados por muchos
animales, la lengua tiene la propiedad de la transferibilidad de medio.
La característica más destacada de la lengua en comparación con demás códigos es su flexibilidad y
versatilidad. Podemos utilizar la lengua para desahogar nuestras emociones y sentimientos, para pedir
ayuda, para amenazar, prometer, dar órdenes; podemos a su vez referirnos al pasado, presente y futuro, etc.
Entre las propiedades más específicas que contribuyen a dar flexibilidad y versatilidad a la lengua
encontramos: la arbitrariedad, la dualidad, la discreción y la productividad.
a)Arbitrariedad : significa que algo resulta “inexplicable con relación a algún principio más general”. El
caso más evidente en la lengua se refiere al vínculo que hay entre forma y significado, entre la señal y el
mensaje.
Es evidente que la arbitrariedad, en este sentido, aumenta la flexibilidad y la versatilidad del sistema
comunicativo habida cuenta que la extensión del vocabulario no se ve constreñida por la necesidad de
emparejar forma y significado a partir de algún principio más general. Desde el punto de vista semiótico
este tipo de arbitrariedad presenta ventajas como inconvenientes, pues mientras hace más flexible y
adaptable el sistema, lo hace también más difícil y laborioso de aprender; hace las señales más difíciles de
interpretar a quien las intercepta sin conocer el sistema.
A juicio de Chomsky los SH poseen genéticamente el conocimiento de los principios generales
supuestamente arbitrarios que determinan la estructura gramatical de todas las lenguas.

b) Dualidad: hace referencia a la propiedad de tener dos niveles de estructura tales que las unidades del
nivel primario se componen de elementos del nivel secundario, y que cada uno de dichos niveles tiene sus
propios principios organizativos.
Podemos considerar que los elementos de la lengua hablada son sonidos, los cuales no tienen significado
por sí mismos. Su única función consiste en combinarse entre sí para formar unidades que sí tienen, un
cierto significado. La razón por la cual los elementos se describen como secundarios y las unidades como
primarias estriba precisamente en que aquellos, siendo más pequeños y de un nivel inferior, carecen de
significado, mientras que éstas, mayores y de un nivel superior, suelen tener uno distinto e identificable.
Sólo cuando un sistema presenta al mismo tiempo unidades y elementos tiene la propiedad de dualidad. La
mayoría de los sist comunicativos de los animales no la tienen.
La ventaja de la dualidad: pueden formarse grandes cantidades de unidades distintas a partir de un número
reducido de elementos.

c)Discreción: se opone a la continuidad o variación continua. En el caso de la lengua, constituye una prop
de los elementos secundarios. Ej tomemos “cal” y “col”, si sustituimos las vocales de cal y col por un
sonido vocálico intermedio, no por ello habremos pronunciado una palabra distinta de aquellas dos,
habremos pronunciado algo que no puede reconocerse como palabra.

d) Productividad : es la propiedad que posibilita, en un sistema comunicativo, la construcción e


interpretación de nuevas señales, es decir señales con las cuales no ha habido contacto previo. La mayoría
de los sist comunicativos en animales parecen muy restringidos en cuanto al número de señales diferentes
que sus usuarios pueden emitir y recibir.
Su importancia radica en la posibilidad de que los niños de muy temprana edad sean capaces de producir
enunciados que nunca han oído antes, es prueba de que la lengua no se aprende por imitación o
memorización.

La lengua, ¿es entonces privativa del hombre?, depende muchísimo de las propiedades que se quieran tener
en cuenta y considerar cruciales para definir la lengua.

1.6 La ficción de la homogeneidad


La ficción de la homogeneidad es la creencia o suposición de que todos los miembros de una misma
comunidad lingüística hablan exactamente la misma lengua.
Salvo en las más pequeñas comunidades lingüísticas del mundo, en el resto existen siempre diferencias más
o menos evidentes de acento y de dialecto. El primero se refiere a la manera como se pronuncia la lengua,
por ej: es posible que un extranjero quede inmediatamente identificado por el acento, aun cuando su lengua
resulte indistinguible, por la gramática y el vocabulario, con respecto a la de los hablantes nativos. E
incluso es posible que dos hablantes nativos hablen un mismo dialecto, si bien con un acento claramente
distinto.
Por muy estrictamente que circunscribamos el área dialectal, siempre nos encontraremos una cierta
cantidad de variación sistemática en el habla. Por tanto habremos de admitir que cada cual tiene su propio
dialecto individual, esto es que cada uno tiene su propio idiolecto. Este difiere de todos los demás en
vocabulario, pronunciación y con frecuencia en gramática. Incluso el idiolecto está sujeto a modificaciones
y ampliaciones a lo largo de la vida.
Existe otra dimensión de variación sistemática en la enunciación de los miembros de una comunidad
lingüística: el estilo. En cuanto hablamos o escribimos en nuestra lengua nativa lo hacemos en un estilo y
no en otro, según la situación, las relaciones entre nosotros y la persona a quien nos dirigimos, el propósito
de lo que vamos a comunicar, etc.

1.7 No hay lenguas primitivas


La verdad es que todas las lenguas estudias hasta ahora, por más primitivas o incivilizadas que pueda
parecernos la sociedad que la emplea, se ha manifestado como un sistema complejo y altamente
desarrollado de comunicación.
Desde el siglo pasado, la mayoría de los lingüistas han tendido a desechar el tema del origen del lenguaje
por considerarlo fuera del alcance de su investigación. Sin embargo existe evidencia con la que el origen
del lenguaje se ha convertido en un nuevo tema de discusión: la idea de que el lenguaje se originaría como
un sistema de comunicación gesticular y no fónico. Se habría desarrollado cuando el hombre adoptó la
posición vertical, con la que quedaría las manos libres, y el cerebro aumentó su tamaño y capacidad para
especializarse en funciones de elaboración completa en el hemisferio dominante. En un momento dado, y
por razones biológicamente verosímiles, el sistema gesticular se habría convertido en un sistema vocal, con
lo que adquiriría a continuación la propiedad de la dualidad que permite una expansión del vocabulario.

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