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Apendicectomía por laparotomía


en las apendicitis
A. Marrie

La indicación de una apendicectomía laparotómica en las apendicitis está justificada por


una serie de principios y necesidades. Se recordarán las bases anatómicas. Se analizarán
los argumentos a favor de la apendicectomía como primera indicación. Se estudiará la
técnica quirúrgica convencional, el control vascular, el tratamiento del muñón, las
variantes técnicas de las apendicectomías atípicas o difíciles y las complicaciones
peroperatorias. Se comentarán las causas y formas de conversión de la apendicectomía
laparoscópica y, por último, las complicaciones postoperatorias.
© 2008 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras Clave: Apéndice; Apendicitis; Peritonitis; Absceso; Laparotomía

Plan ■ Anatomía
¶ Introducción 1
Anatomía normal
¶ Anatomía 1
Anatomía normal 1
Variaciones de posición 2 Morfología e implantación
Anomalías numéricas 3
El apéndice tiene forma vermiforme, entre 6-12 cm
¶ Apendicetomía por laparotomía como primera de longitud (extremos de 1 y 20 cm) y un calibre de
elección 3 0,8 mm; normalmente es permeable. La base de
Apendicectomía simple por apendicitis aguda catarral 3 implantación es fija, sobre la cara interna o posterior del
Variantes técnicas 6 ciego, unos 2-3 cm por debajo de la unión ileocecal,
Complicaciones peroperatorias 10 donde convergen las tres tenias musculares cólicas
¶ Apendicectomía por laparotomía: anterior, posteroexterna y posterointerna. Desciende en
conversión quirúrgica de una laparoscopia 10 posición laterointerna.
Dificultades de la disección 10 El meso apendicular suele ser amplio, y se extiende
Anomalías de posición 10 entre el apéndice y la cara posterior del mesenterio de
Complicaciones peroperatorias 10 la última asa ileal. Este meso está constituido por la
Conclusión 11 arteria apendicular.
¶ Complicaciones postoperatorias 11
Complicaciones hemorrágicas 11
Topografía
Complicaciones sépticas 11
¶ Conclusión 12 El ciego se encuentra libre en la fosa ilíaca derecha,
sin fijación peritoneal:
• su exteriorización es sencilla con un acceso parietal
sobre la fosa ilíaca derecha;
• las referencias quirúrgicas posteriores son retroperito-
■ Introducción neales; vasos ilíacos externos y el uréter medialmente,
músculo psoas y nervio femorocutáneo por fuera.
En las últimas dos décadas, la frecuencia de apendi-
cectomía por apendicitis ha disminuido a la mitad en Vascularización (Fig. 1)
países vecinos.
Desde 1982 [1] compiten los accesos laparotómico y La arteria apendicular propiamente dicha nace de la
laparoscópico. arteria cecal posterior o de la arcada ileocólica.
Según los estudios comparativos actuales, la laparoto- Desciende por detrás del íleon hasta alcanzar el borde
mía tiene una indicación justificada: mesentérico del apéndice:
• como primera opción; • bien pegándose al apéndice en la base y siguiéndolo
• por necesidad (conversión de la laparoscopia). hasta la punta;

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Variaciones de posición

Anomalías de posición del apéndice


respecto al ciego
La base de implantación es constante, pero la direc-
ción y las relaciones parietales y vasculares del apéndice
son variables.

Anomalías de posición clásicas


• Retrocecal (25%) (Fig. 2B);
• pélvica (5%) (Fig. 2C);
• mesocólica (1%) (Fig. 2D);
• disposición en embudo (Fig. 2E).
Figura 1. Vascularización normal.
Anomalías de posición raras
Intramural: corresponde a un apéndice localizado en
la pared cecal extrínseca respecto a la serosa, cubierta de
• o bien, y esto es lo más frecuente, acercándose poco
peritoneo.
a poco al apéndice y entrando en la punta.
Da lugar a:
• una arteria cecoapendicular para la parte inferior el Anomalías de posición del ciego
fondo de saco cecal;
La más frecuente es la localización pélvica, sobre todo
• una arteria recurrente ileoapendicular inconstante que en la mujer (20-40%), es menos frecuente en el varón
se dirige al íleon; (15%). El apéndice subhepático es clásico (5%). El
• ramas apendiculares. defecto de fijación completo con mesenterio común es
La vascularización apendicular es terminal (sin riego más raro. Cursa con ciego y colon derechos, totalmente
anastomótico). libres en la cavidad abdominal.

Figura 2.
A. Posición anatómica normal.
B. Apéndice retrocecal.
C. Apéndice pélvico.
D. Apéndice mesocólico.
E. Apéndice en embudo.

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Anomalías numéricas
La agenesia del apéndice es rarísima, aunque está
documentada. La duplicación apendicular también es
muy rara (0,004%) [2]. Es necesario señalar la posibilidad
de encontrar un divertículo apendicular (1%) [3].

■ Apendicetomía por laparotomía


como primera elección
Los principales argumentos en favor de la laparoscopia
son [4]:
• mejor resultado estético;
• disminución del dolor y la morbilidad parietal;
• reducción del tiempo de ingreso y de baja;
• posibilidad de corregir un diagnóstico erróneo, sobre
todo en la mujer; Figura 4. Incisión aponeurótica.
• obesidad [5].
En favor de la laparotomía hay que recordar que:
• es fácilmente reproducible;
• la duración media de la intervención es más corta;
• la frecuencia de abscesos endoabdominales es
menor [6];
• el coste hospitalario es indiscutiblemente más bajo [7].
Aunque los resultados de los metaanálisis van todos
en este sentido, los métodos utilizados suelen ser
criticables [8-15].
Las ventajas de la apendicectomía laparoscópica en
relación a la laparotomía necesitan estudios adicionales.
Por estos motivos, la apendicectomía laparotómica sigue
siendo hoy día una técnica adecuada [16-18].

Apendicectomía simple
en la apendicitis aguda catarral
Acceso por incisión de MacBurney
Figura 5. Disociación transversa del plano muscular.
Incisión cutánea (Fig. 3)
En el punto de MacBurney, en la unión entre el tercio
Atravesar la pared: acceso por disociación
externo y los dos internos de la línea que une el
ombligo con la espina ilíaca anterosuperior. Clásica- Plano aponeurótico superficial. El tejido celular
mente oblicua. subcutáneo y la fascia superficialis en profundidad
La incisión horizontal sobre el pliegue cutáneo medio deben apartarse con separadores de Farabeuf hasta el
en su parte externa (Fig. 3) es mucho más estética. plano de la aponeurosis del oblicuo mayor, la cual se
Se realizan dos señales de referencia para la incisión incide, más o menos verticalmente, siguiendo la direc-
con el bisturí antes de colocar los campos. Una vez ción de las fibras (Fig. 4).
colocado el campo, la localización exacta de la incisión Plano muscular (Fig. 5). Los separadores retiran los
es menos precisa. bordes de la aponeurosis. Al aparecer el músculo oblicuo
menor se ven las fibras transversales, perpendiculares al
plano anterior. Se disecan transversalmente con tijeras.
Plano tendinoso profundo (Fig. 6). El plano del
músculo transverso es tendinoso y más difícil de atrave-
sar, aunque más fino que el plano anterior. También se
diseca horizontalmente. Una vez abierto se tiene acceso
a la grasa preperitoneal.
Los separadores se introducen en profundidad. La
separación debe ser hacia dentro para evitar, al separar
hacia fuera, pasar sin darnos cuanta al espacio lateral,
retroperitoneal.
Plano peritoneal (Fig. 7). Ahora aparece el peritoneo.
Es necesario abrirlo con prudencia. El colon y el delgado
pueden estar adheridos al peritoneo por la presión
abdominal, sin necesidad de que existan adherencias. El
peritoneo se sujeta con una pinza atraumática y se abre
superficialmente con las tijeras. En este momento, el
ayudante tiene que tirar hacia arriba de los separadores.
Al levantar la pared se ejerce una tracción que facilita
que el peritoneo se despegue de las vísceras intraabdo-
Figura 3. Incisiones cutáneas. 1. Incisión clásica de MacBur- minales cuando se entra en la cavidad. Posteriormente
ney; 2. incisión horizontal estética; 3. incisión baja. se introducen los separadores en la brecha peritoneal.

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Figura 6. Abertura del plano tendinoso del transverso. Figura 8. Ligadura de la base apendicular.

Figura 7. Abertura peritoneal. Figura 9. Control vascular tras sección del meso.

Búsqueda y exteriorización del apéndice realizarse en este momento de la cirugía: es más fácil. Si
El colon derecho se localiza fácilmente por la presen- se realiza después de extirpar el apéndice y de tratar el
cia de las bandas musculares. La base del apéndice se muñón, es más complicado y puede provocar una
localiza donde coinciden estas tres bandas. En los casos manipulación traumática para el intestino.
más sencillos, el apéndice está libre. Se encuentra sobre
Tratamiento del muñón apendicular
la cara interna del ciego. Se exterioriza con la porción
de ciego adyacente a la base. Hasta ahora, la intervención ha sido aséptica. La
sección de la base y el control del muñón deben obede-
Apendicectomía cer a estrictas reglas de limpieza.
Se colocan dos campos abdominales a uno y otro
Control vascular lado. El conjunto de las maniobras debe realizarse fuera
El mesoapéndice se expone adecuadamente traccio- del abdomen, evitando absolutamente todo contacto
nando en dirección contraria el ciego y el apéndice. La con el espesor de la pared abdominal.
distribución vascular es precisa. Se pasa una pinza a El muñón apendicular se trata con o sin invagina-
través del meso a nivel de la base apendicular y se pasa ción. Ambas actitudes están justificadas.
una ligadura de reabsorción lenta. Al ligar la base del Sin invaginación (Fig. 10). El contenido de la base
apéndice se evita el sangrado retrógrado que puede apendicular se exprime con una pinza de Kocher hacia
producirse al seccionar el meso (Fig. 8). el extremo distal antes de colocar, claramente por
Se pasa una segunda ligadura a través del mismo debajo, otra ligadura. Se pone una pinza al final del hilo
orificio del meso, que servirá para ligarlo. Si el meso no de la ligadura de la base apendicular para evitar que se
es demasiado ancho ni muy graso, puede ligarse de una meta espontáneamente en el abdomen. El apéndice se
sola vez. Cuando exista, se dejará intacta la rama arterial secciona por debajo de la pinza de Kocher con el bisturí
del fondo del ciego. El meso se secciona entre la liga- frío embebido en desinfectante yodado (Fig. 10A). La
dura y el apéndice, siempre a distancia de la ligadura y mucosa del muñón se raspa con la punta del bisturí
más cerca del apéndice, con el fin de fortalecer la zona (Fig. 10B). La reintroducción del muñón se hace contro-
y garantizar una buena hemostasia (Fig. 9). lando la maniobra con la pinza que sujeta la ligadura,
Una vez ligado el apéndice y seccionado el meso, el para evitar el contacto directo con la pared abdominal
ciego se reintroduce en el abdomen. El apéndice perma- (Fig. 10C).
nece exteriorizado hasta la base traccionándolo con una Con invaginación (Figs. 11-14). Se prepara una
pinza de agarre. La reintroducción del ciego debe invaginación con una sutura de reabsorción lenta y

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Figura 10.
A. Sección apendicular.
B. Abrasión de la mucosa del muñón.
C. Reintroducción.

Figura 12. Sección apendicular.

Figura 11. Confección de la invaginación.

aguja curva. Se realizan pasos serosos extramusculares de


forma regular alrededor de la base apendicular. El
tamaño de la bolsa debe ser proporcionado al muñón
que se invaginará (Fig. 11).
El ayudante mantiene la base del ciego exteriorizada
con un pinza atraumática. El cirujano secciona el
apéndice con el bisturí a ras de una pinza colocada
1 cm por encima de la ligadura de la base del apéndice Figura 13. Abrasión de la mucosa del muñón apendicular.
(Fig. 12). La mucosa del muñón se raspa cuidadosa-
mente con la hoja del bisturí embebida en desinfectante
yodado (Fig. 13). Con la ayuda de otra pinza fina,
atraumática, se invagina el muñón apendicular sutura con la que se ha confeccionado la bolsa. Se dejan
haciendo contratracción con la pinza del ciego (Fig. 14). fuera de la mesa del instrumental. Los campos y com-
El cirujano cierra y anuda la invaginación. La pinza que presas que se hayan utilizado durante la invaginación
sujetaba el muñón no se utilizará más, al igual que la también se eliminan.

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Figura 16. Sutura aponeurótica.

Plano cutáneo. Con un punto se aproxima el


plano subcutáneo; dos puntos cutáneos suelen ser
suficientes.

Conclusión
Éste es el desarrollo de la extirpación de un apéndice
en posición anatómica normal, medianamente infla-
mado, con una base sana que permite elegir entre la
ligadura simple sin invaginación y la invaginación del
muñón.
Si se respetan las reglas básicas de asepsia durante la
Figura 15.
intervención, acompañadas de una profilaxis antibiótica
A, B. Cierre peritoneal.
desde el principio, la apendicectomía es una interven-
ción benigna que transcurre, en la gran mayoría de los
casos, sin complicaciones.
Sin embargo, es necesario describir algunas variantes
técnicas. Por múltiples razones que luego se verán, la
apendicectomía puede resultar una operación difícil.

Variantes técnicas
Incisiones
Incisión de MacBurney
Incisión cutánea. Hay que encontrar un compromiso
entre la necesidad de tener un campo quirúrgico sufi-
cientemente amplio para que no sea peligroso y las
consideraciones estéticas, totalmente legítimas. Es
necesario tener en cuenta al paciente, el espesor de la
pared abdominal y la sospecha clínica preoperatoria del
Figura 14. Invaginación. grado de afectación apendicular.
La amplia incisión de al menos 5 cm que se ha
erigido a menudo como un dogma parece excesiva. La
incisión debe ser razonable. El dogma es, en este caso,
Búsqueda del divertículo de Meckel agrandar la incisión inicial a la mínima dificultad.
Agrandar la incisión. La incisión cutánea vertical u
Se identifica la última asa ileal y se exterioriza con
horizontal se amplía claramente hacia arriba y/o abajo
una pinza atraumática larga. Con una segunda pinza del
y hacia dentro y/o afuera. La incisión de la aponeurosis
mismo tipo se explora el íleon y se reintroduce poco a
se alarga ampliamente. El plano muscular se aísla del
poco, cerca de 1 m. Si se encuentra el divertículo, hay
plano peritoneal y se secciona con el bisturí eléctrico
que extirparlo sistemáticamente.
hacia arriba y abajo, lejos de la vaina de los rectos.
Cierre Hacia abajo, se puede entrar en conflicto con los
vasos epigástricos que tienen que ser ligados al
Peritoneo (Fig. 15A, B). Se cogen los bordes del principio.
peritoneo con cuatro pinzas. Con un punto de molinero El cierre incluye, además de los planos ya descritos, la
(con sutura de reabsorción lenta) se asegura el cierre reparación del plano muscular.
estanco del peritoneo. Esta ampliación, cuando es necesaria, suscita las
Plano aponeurótico (Fig. 16). Los músculos oblicuo críticas del acceso de MacBurney, que implica una
menor y transverso sólo se han disociado y no necesi- deterioración muscular. Las ventajas de la incisión de
tan, a priori, repararse. Puede ser útil un punto de MacBurney compensan este inconveniente poco fre-
aproximación. El plano aponeurótico superficial se cuente. La disociación de cada plano muscular en la
sutura con dos o tres puntos de hilo de reabsorción dirección de las fibras es poco traumática y, sobre todo,
lenta. su reparación es muy sólida.

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Figura 17. Incisión según Jalaguier. Incisión de la hoja poste- Figura 18. Colocación de sutura mecánica en el fondo del
rior de la vaina. ciego.

Incisión de Jalaguier
La actitud más lógica es, a juicio de los autores:
La incisión cutánea es vertical, a nivel del borde • realizar invaginación siempre que la base esté sana y
externo del recto anterior. La aponeurosis anterior de la que sea fácil hacerla;
vaina de los rectos se abre un poco por dentro de su • no confeccionar invaginación cuando las condiciones
borde externo. El cuerpo muscular se rechaza hacia anatómicas no se presten o se presten mal (disposi-
dentro (Fig. 17). La hoja posterior de la vaina también ción en embudo de la inserción ileocecal, apéndice y
se incide hacia dentro. Por último, se abre el peritoneo. ciego fijos y profundos);
El cierre se realiza, si es posible, plano por plano, • nunca invaginar el muñón si la base apendicular está
peritoneo y aponeurosis posterior y luego la aponeurosis inflamada.
anterior.
Las ventajas del acceso de Jalaguier son la facilidad Ligadura simple sin invaginación
para agrandarlo hacia abajo y hacia arriba y su carácter
Técnica clásica. Es una ligadura simple de la base
poco mutilante.
apendicular como la descrita anteriormente. Se realiza
Sus desventajas son:
antes que la del meso. El tratamiento del muñón se
• poco adecuado desde el punto de vista anatómico: la
hace después, aunque estas fases pueden invertirse.
región quirúrgica ileoapendicular está más baja y más
Otras técnicas. Empleo de instrumental de sutura
lateral;
mecánica: se trata de las pinzas GIA o TA. Esta aplica-
• existe riesgo de inoculación de la vaina de los rectos
ción parece desproporcionada para un apéndice banal;
en caso de apendicitis supuradas.
sin embargo, puede ser útil y solucionar los raros casos
La indicación debería reservarse para cuando haya
de necrosis apendicular extensa del fondo del ciego [20],
dudas en el diagnóstico y paredes espesas.
cuando se hace necesaria una auténtica resección cecal.
Incisión baja (Fig. 3) La TA55 se coloca a distancia de la inflamación (Fig. 18)
y de los límites de la necrosis, que puede extenderse
La incisión es horizontal, oblicua, baja, paralela al más lejos a nivel del plano mucoso, interno. La invagi-
arco crural. Los músculos, ya aponeuróticos, se atravie- nación del plano de las grapas está totalmente prohibida
san seccionándolos y no por disociación. Es fácil encon- dado el estado inflamatorio y la fragilidad de la pared
trar los vasos epigástricos. Esta incisión es claramente del ciego.
más estética por su localización baja. Sin embargo, está
dirigida exclusivamente a lesiones pélvicas. Invaginación

Medial infraumbilical Además de la sencilla técnica ya descrita, se han


utilizado muchas otras opciones: invaginación sin
Rara para un síndrome apendicular. Se elige tras ligadura clásica según la técnica de Parker-Kerr [21] o el
exploraciones preoperatorias complementarias muy procedimiento de Halstedt y Leonel [22]. Estos procedi-
precisas (ecografía y tomografía computarizada [TC]) mientos se practican raramente, y sólo se citarán.
que hagan sospechar un trastorno pélvico o una duda
diagnóstica. Discusión

Tratamiento del muñón apendicular Los argumentos contra la invaginación del apéndice
son:
La exigencia de la invaginación es ancestral. Los • la sencillez del gesto;
estudios aleatorizados son muy raros y nunca se ha • la certeza de no «encerrar la infección», clásica crítica
probado la superioridad de uno u otro método. Sólo de la invaginación;
parecería existir una relación entre las oclusiones • el ahorro relativo de tiempo, argumento que hay que
postoperatorias tardías con la ligadura simple [19]. citar pero que no debe considerarse.
La probabilidad de complicaciones sépticas locales y Los argumentos contra la ligadura simple son:
generales de la apendicectomía depende de la calidad • no hay plano de sutura seroseroso, algo que a veces
del tratamiento del muñón y de su evolución. es motivo de un posible abandono;
Hay que insistir, por tanto, en la atención, la meticu- • el muñón apendicular libre es una fuente de conta-
losidad y la precisión necesarias en ese momento de la minación infecciosa locorregional y de potencial
intervención. infección peritoneal.

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Apendicectomías atípicas o difíciles


Lo primero sobre lo que hay que insistir es que la
discusión sobre la importancia de la herida quirúrgica
caduca y queda totalmente fuera de lugar desde el
momento en que la intervención se torna difícil; dicho
de otra forma:
• si la sospecha clínica preoperatoria y los exámenes
complementarios están a favor de una apendicitis
aguda que implica una verdadera urgencia, la incisión
debe ser amplia desde el principio;
• si se trata de una dificultad (apéndice ectópico u
inflamación mayor) aparecida durante la interven-
ción, antes de continuar la exploración abdominal
hay que ampliar generosamente la herida. Ésta es una
obligación absoluta, ya que de otra forma pueden
ocurrir catástrofes.

Localizaciones ectópicas
El apéndice no se encuentra: se empieza por ampliar
Figura 19. Apendicectomía retrógrada. Sección apendicular
la incisión quirúrgica, vale repetir.
primaria tras ligadura de la base.
Ciego ectópico. El ciego no se encuentra en la fosa
ilíaca derecha. Se exterioriza el intestino delgado; se le
sigue hasta la última asa ileal, que atraerá un ciego
situado algo alto. Si el ciego está fijo más arriba o está
subhepático, es posible que haya que ampliar la incisión
hacia arriba dos o tres veces.
El ciego pélvico es relativamente frecuente, y se
moviliza con facilidad hacia arriba siempre que no se
esté ante un proceso inflamatorio apendicular que fije la
región ileocecal en la pelvis menor.
El colon transverso o el sigma pueden aparecer en la
fosa ilíaca derecha escondiendo el ciego. Hay que saber
reconocerlos: el sigma por sus apéndices epiploicos, el
transverso por la inserción del epiplón.
El mesenterio común y el situs inversus son curiosi-
dades que desafían cualquier técnica quirúrgica de la
fosa ilíaca derecha. En el primer caso, el ciego suele estar
libre y se tracciona a partir del delgado.
Localización anómala del apéndice en relación al
ciego. El ciego se ha encontrado fácilmente; el apéndice
no se visualiza, ni se consigue encontrar al palpar con
el dedo la región ileocecal, la cara posterior del ciego y Figura 20. Control retrógrado del meso.
la última asa ileal.
Después de ampliar generosamente la herida quirúr-
gica, se exteriorizan el ciego y la última asa de delgado.
La base apendicular tiene que estar obligatoriamente por
debajo de la unión ileocecal.
Apéndice retrocecal. Se describirán las variantes:
• apéndice totalmente subseroso, cuya punta puede
llegar hasta el ángulo derecho del colon;
• apéndice retraído por un meso corto o con un codo
alto.
Lo principal es que, a partir de la base, se realice una
disección cuidadosa, siguiendo paso a paso el apéndice
y su anomalía anatómica. En este tipo de situaciones es
aconsejable realizar una apendicectomía retrógrada
(Fig. 19).
Si el colon está fijo, es necesario seccionar la fascia de
Toldt derecha (Figs. 19-21) para poder exteriorizar el
ciego y la última asa ileal. Con cuidado, se realiza una
pequeña brecha entre el apéndice y la pared cecal a
nivel de la base apendicular. La base se liga y su conte-
nido se exprime hacia el extremo distal con una pinza,
por encima del hilo de sutura. El apéndice se secciona a
ras de esta pinza y el muñón se trata inmediatamente
con o sin invaginación. La serosa, si el apéndice es
subseroso, se incide en toda su longitud. El meso se Figura 21. Control retrógrado del meso con hemostasia
controla con sucesivas pinzas y ligaduras, poco a poco, sucesiva.
desde la base hasta la punta del apéndice.
Estas maniobras resultan seguras y fáciles siempre que
se exterioricen adecuadamente el ciego y el colon Apéndice mesocólico. Se aplican los mismos principios.
derecho, ya que el apéndice queda alto. En este caso, la prioridad será exteriorizar el mesenterio

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y no el colon. Esta disposición suele requerir una


apendicectomía retrógrada.

Estado inflamatorio del apéndice


Más que las anomalías de posición del ciego y del
apéndice, lo que dificulta la extirpación del apéndice es
su grado de inflamación, que puede asociarse a su
carácter ectópico.
Apendicitis aguda antes de perforarse. El apéndice
está lleno de pus, recubierto de falsas membranas, a
punto de estallar. A veces, el epiplón se encuentra
adherido al apéndice. La manipulación debe ser cuida-
dosa y hay que evitar sujetar el apéndice con cualquier
instrumental. La disección y la adhesiólisis de los
órganos circundantes son delicadas. Los gestos son
suaves, lo más atraumáticos posible, intentando evitar la
rotura del apéndice y la consiguiente diseminación
séptica a toda costa. El mejor instrumento de disección,
que permitirá encontrar los planos de disección, es el
dedo.
En cualquier situación que se pueda encontrar, hay Figura 22. Drenaje.
que respetar los mismos principios.
Si la base es patológica y está inflamada, la confec-
ción de una invaginación está prohibida. La solución Peritonitis generalizada. El acceso sobre la fosa ilíaca
más sencilla es ligar la base con una sutura de reabsor- derecha es, evidentemente, amplio. Si se sospecha una
ción lenta, anudada con mucho cuidado. Si la pared del peritonitis generalizada, se debería optar por una inci-
ciego también está inflamada, es preferible utilizar sión medial subumbilical cuando el origen apendicular
material de autosutura. Es muy importante obtener una no esté muy claro.
hemostasia de calidad, sobre todo en un campo infec- Si al abrir el peritoneo se confirma el diagnóstico con
tado. El mesoapéndice siempre se encuentra engrosado, la salida de pus, es necesario tomar una muestra para
friable, frágil, infiltrado. Tiene que controlarse, como cultivo. Por regla general, el apéndice se extirpa fácil-
expuesto anteriormente, con ligaduras amplias y sucesi- mente, ya que no hay adherencias que hayan impedido
vas. Si es necesario se aplican puntos en X para comple- la generalización de la peritonitis. Se respetarán todas
tar una hemostasia rigurosa. las reglas ya descritas: la base se trata con cuidado, sin
El drenaje parece estar justificado por: invaginación y preferiblemente con sutura mecánica.
• la infección local; Las lesiones peritoneales se tratan como cualquier
• la manipulación y frecuente dificultad de la disección peritonitis generalizada.
de los tejidos periapendiculares dañados. Absceso apendicular. La actitud tiene que adaptarse
Es necesario siempre que haya habido que despegar a cada caso:
los tejidos. • abstención quirúrgica, con o sin apendicectomía
Si no está perforada y no hay diseminación perito- posterior;
neal, la colocación de un drenaje se puede discutir. Para • drenaje percutáneo bajo control ecográfico con o sin
algunos es suficiente lavar cuidadosamente el lecho apendicectomía posterior [23, 24];
quirúrgico y cerrar la cavidad abdominal sin ningún • intervención quirúrgica desde el primer momento.
drenaje. Estos abscesos son relativamente raros, y suelen
La decisión depende del cirujano, aunque es preferi- aparecer en apendicitis agudas que se han descuidado.
ble favorecer el drenaje. Absceso en fosa ilíaca derecha. El absceso apendicular
Se asegura mejor con una lámina multidrén colocada con masa palpable es el que se encuentra con más
cerca de la región ileocecal. Debe exteriorizarse por una frecuencia en la fosa ilíaca derecha. Tiene tendencia a
contraincisión lejos de la herida quirúrgica (Fig. 22). exteriorizarse en las cercanías de la espina ilíaca antero-
Plastrón apendicular. No es posible localizar el superior (EIAS).
apéndice en una masa inflamatoria que no se puede La incisión cutánea es vertical y amplia (5-6 cm),
disecar. La actitud clásica es diferir la apendicectomía medial a la EIAS. Los diferentes planos de la pared
con o sin drenaje y pautar tratamiento antibiótico. Por aparecen edematosos. Al abrir el peritoneo y romper la
el contrario, empeñarse en terminar la apendicectomía pared del absceso, el pus sale a presión. Se recoge una
podría acabar en una resección ileocecal. muestra para examen citobacteriológico y antibiograma
Apéndice perforado. antes de aspirarlo y evacuarlo.
Peritonitis localizada. La inflamación y el líquido perito- Si el apéndice se encuentra accesible, hay que extir-
neal se limitan a la fosa ilíaca derecha. parlo sin invaginar el muñón o utilizando sutura mecá-
Las lesiones peritoneales se tratan de forma clásica: nica sin realizar otras maniobras. Si la situación
evacuación del líquido purulento o del exudado, toma anatómica es complicada, es posible que la disección sea
de muestra para cultivo y lavado local. La apendicecto- un factor de diseminación de la infección al romper los
mía se lleva a cabo con las rigurosas reglas de trata- límites del absceso que hacían de barrera. Podría ser
miento del muñón apendicular. Es preferible, en estos aconsejable diferir la apendicectomía.
casos, utilizar material de autosutura. La cavidad del absceso se drena por contraincisión. La
En estos pacientes no se discute la necesidad de dejar sutura cutánea se deja floja.
un drenaje; es obligatorio. Se coloca un solo drenaje en Absceso retrocecal. La incisión es más alta. Si después
la fosa parietocólica derecha, o bien asociando otro en de evacuarlo y drenarlo se encuentra un apéndice
el fondo de saco de Douglas (lámina ondulada o drenaje retrocecal, será una buena razón para diferir la
de Penrose). apendicectomía.
Es posible instaurar un sistema de lavado en el Absceso mesocólico. Si el diagnóstico es seguro antes
postoperatorio. de intervenir al paciente, es preferible realizar una

Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 9


E – 40-500 ¶ Apendicectomía por laparotomía en las apendicitis

incisión medial subumbilical en vez de en la fosa ilíaca Lesiones extradigestivas


derecha. El sitio quirúrgico se aísla del resto de la
cavidad abdominal con campos. El absceso se incide y Todo existe, se ha descrito de todo. El cirujano puede
vacía, se liberan las asas intestinales, las falsas membra- perderse en el espacio retroperitoneal porque la incisión
nas se evacuan y se realiza la apendicectomía. Es indis- es demasiado lateral o baja. Se ha informado sobre
pensable dejar un drenaje, que se exterioriza por lesiones de la uretra, de los vasos extraperitoneales o del
contraincisión. nervio crural [25].
Absceso pélvico (absceso en Douglas). Puede estar Es necesario recordar un detalle técnico importante:
justificado el drenaje por vía extraabdominal, realizando saber buscar el peritoneo hacia la línea medial, bajo del
la apendicectomía posteriormente. En todos los casos de plano del transverso, para no perderse en el espacio
infección avanzada está contraindicado buscar el diver- retroperitoneal.
tículo de Meckel y, en ocasiones, extirparlo.
Apendicectomías parciales
Complicaciones peroperatorias La dificultad de las condiciones locorregionales no
justifica una extirpación parcial. Si el apéndice se rompe
Complicaciones vasculares con las manipulaciones, será necesario extirpar el resto
a toda costa. Estará justificado ampliar para completar la
La calidad del control del meso apendicular es esen-
disección.
cial. Por un lado, por motivos elementales que podrían
suponer una reintervención quirúrgica urgente; por otro
lado, por razones sépticas, ya que un pequeño sangrado
que no necesitaría por sí mismo ser tratado, puede ser ■ Apendicectomía
una fuente de infección locorregional. por laparotomía: conversión
En caso de tener un meso bien visible y de base
estrecha, si es necesario se ligará con una sutura doble quirúrgica de una laparoscopia
y, sobre todo, el meso se seccionará dejando un muñón
amplio. Puede encontrarse cualquier variante anatómica. Independientemente de una posible curva de apren-
Si es poco habitual, se ligará en varias veces, más si el dizaje o de la experiencia laparoscópica del cirujano, la
meso es ancho y espeso. Puede ser necesario aplicar tasa de conversión es del orden del 5-10% [26].
algunos puntos adicionales con aguja montada. A continuación se exponen las causas de la
Un meso ancho y espeso, edematoso e inflamado, conversión.
puede aflojarse y desgarrarse por debajo de las ligaduras.
El control del meso no debe dejar lugar a dudas ni
imperfecciones. Si se lacera de forma total o parcial, hay
Dificultades de la disección
que volver a controlarlo pacientemente.
Si por desgracia, y a veces pasa, el meso se retrae y se
Plastrón apendicular
mete en la cavidad abdominal, hay que volver a exte- La total imposibilidad de individuar el apéndice en
riorizarlo completamente. Es posible que haya que un magma inflamatorio locorregional, puede ser, para
ampliar la incisión inicial y exteriorizar el ciego y la algunos, un motivo razonable de conversión. Para otros,
última asa ileal. Este «sacrificio» de la pared es indispen- la apendicectomía será diferida y se realizará después de
sable y no es discutible. Más vale ampliar y controlar un antibioticoterapia y drenaje.
meso que cerrar con dudas sobre la hemostasia, el
desarrollo de un hematoma o la aparición de un hemo- Absceso apendicular
peritoneo que habrá que reintervenir.
Según su localización (en la fosa ilíaca derecha,
Complicaciones digestivas retrocecal o mesocólico) su importancia, que puede
implicar a órganos vecinos, pueden justificar una
Lesiones intestinales laparotomía secundaria.
Las lesiones serosas, seromusculares o completas de la
pared intestinal (colon o delgado) pueden provocarse al Peritonitis apendiculares
abrir el peritoneo de manera poco cuidadosa. Ya se ha
señalado la importancia de abrir el peritoneo con La intervención por laparoscopia es larga y difícil y
atención y cuidado. requiere un cirujano entrenado, lo cual es un argu-
Una solución de continuidad tiene que repararse mento cuando se sopesa la posibilidad de convertir.
inmediatamente siempre que se encuentre. Si pasa
desapercibida, tendrá consecuencias que no hace falta Anomalías de posición
precisar.
Las desperitoneizaciones producidas durante las La disección de un apéndice retrocecal subseroso o de
maniobras de liberación de una apendicectomía difícil, un apéndice mesocólico pueden superar las posibilida-
aunque de menor gravedad, también tiene que repararse des de la laparoscopia, dependiendo de la experiencia
cuidadosamente, con puntos sueltos de reabsorción del cirujano.
lenta. Una apendicectomía parcial que no puede comple-
tarse mediante la laparoscopia exige una laparotomía.
Muñón apendicular
Los gestos durante el manejo del muñón apendicular Complicaciones peroperatorias [27]
deben ser sencillos y cuidadosos. Las maniobras, a veces
complicadas, de algunas técnicas de invaginación con o, Hemorragia
sobre todo, sin ligadura, pueden provocar lesiones y
salida de contenido intestinal. La invaginación tiene Si se produce un sangrado arterial del pedículo apen-
que ser perfecta: los puntos estrictamente subserosos, sin dicular tras su sección y previa coagulación, tiene que
transfixión. Si se forma un hematoma de la pared cecal, controlarse de forma inmediata. Si no es posible, es
debería controlarse al cerrar la bolsa. necesario convertir rápidamente.

10 Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo


Apendicectomía por laparotomía en las apendicitis ¶ E – 40-500

Digestivas [28] después de una disección difícil, a partir de un sangrado


en sábana progresivo de las zonas cruentas.
Durante una disección laparoscópica difícil, es posible Si se deja un dren, el diagnóstico será más fácil;
que se provoquen lesiones de las paredes del colon y/o persiste la salida de sangre roja, aunque esta vez sin
el íleon en la serosa, en la seromuscular o con afecta- signos generales: sólo habrá una anemización progresiva
ción de todo el espesor. En función de la experiencia del del hemograma.
cirujano, se efectuará su reparación por laparotomía. Si persiste la salida de sangre, es necesario reinterve-
nir, también por la misma incisión ampliada. Al retirar
Conclusión los hematomas organizados que se han formado, es
La conversión es, a priori, un gesto necesario, sin posible que no se consiga evidenciar ningún sangrado
precipitación. La localización del apéndice ya se ha arterial que pueda coagularse. Sin embargo, es posible
precisado durante la laparoscopia. El lugar de la incisión que se encuentre algún sangrado en sábana. La zona se
cutánea, la importancia del acceso y el tipo (MacBurney, lava cuidadosamente. Se coloca un drenaje y se cierra.
Jalaguier, vía medial subumbilical), se eligen con más Por lo general, las cosas se detienen aquí.
facilidad en función de la información derivada de la Este argumento está a favor de colocar un drenaje
laparoscopia y del motivo de la conversión. desde el primer momento cuando la disección haya sido
Las modalidades técnicas de la apendicectomía son difícil, sobre todo en apéndices retrocecales. El drenaje
las descritas para las apendicectomías difíciles o atípicas. no evita la hemorragia, pero favorece su salida impi-
La conversión se vuelve urgente si existe una hemo- diendo la formación de una colección, lo que permite el
rragia arterial grave del pedículo apendicular que no se diagnóstico e incluso, a veces, favorece la remisión
puede controlar o, excepcionalmente, por un accidente progresiva del círculo vicioso hemorrágico.
vascular importante durante la introducción del primer
trocar en caso de laparoscopia con técnica cerrada. Un Complicaciones sépticas
cirujano entrenado no pierde la calma y convierte
rápidamente según los criterios ya descritos. Justifican la profilaxis antibiótica desde el principio.
Se exteriorizan el ciego y la última asa ileal y se
expone el meso. La hemostasia se asegura mediante Complicaciones sépticas de la pared
ligadura sobre un hemostático o con puntos en X con
sutura de reabsorción rápida. Se aspira la sangre acumu- Absceso superficial
lada. Para mayor seguridad, se coloca un drenaje antes La elevación de la temperatura sin otros signos
de cerrar. generales y con recuperación de un tránsito intesti-
Los factores predictivos de conversión durante una nal normal tiene que hacer pensar en un absceso
laparoscopia son difíciles de valorar [29]. Pueden recor- subcutáneo precoz, que se confirma al examinar la
darse: herida quirúrgica. La abertura de la piel retirando o no
• la experiencia laparoscópica del cirujano; un punto de sutura con el consiguiente drenaje más o
• edad del paciente superior a 65 años; menos abundante del absceso, resuelve el problema. A
• exploración física preoperatoria que indique un menos que se produzca una dehiscencia completa, no es
síndrome peritoneal generalizado o un absceso apen- necesario realizar una sutura secundaria. El absceso
dicular; puede aparecer a distancia, hasta en el primer mes
• antecedentes quirúrgicos del enfermo; postoperatorio. El tratamiento es el mismo y no nece-
De cualquier manera, la conversión quirúrgica de una sita, a priori, revisión bajo anestesia general.
apendicectomía laparoscópica no tiene que verse como
un fracaso, sino como una necesidad que permite evitar Abscesos profundos extraperitoneales
complicaciones postoperatorias. Hay que saber convertir.
Tienen la misma sintomatología: necesitan evacua-
ción y drenaje bajo anestesia general.
■ Complicaciones
Gangrena de la pared [30]
postoperatorias
Actualmente es rara. El tratamiento se basa en la
extirpación quirúrgica del tejido necrótico, antibiotico-
Complicaciones hemorrágicas terapia en dosis altas u oxigenoterapia hiperbárica.
Cuadro agudo
Complicaciones sépticas peritoneales
Un cuadro de hipovolemia (palidez, hundimiento
arterial, aceleración del pulso, etc.) en el postoperatorio Síndrome llamado «del 5.° día» [31-33]
inmediato, debe hacer pensar, en primer lugar, en el La situación es unívoca: niño entre 5-12 años, sin
fallo completo de la ligadura del meso. predominancia de sexo, apendicectomía en frío con o
Si se había colocado un drenaje y sale sangre roja, no sin invaginación. El cuadro clínico es igual de sencillo,
hay lugar a dudas. con buena evolución y recuperación del tránsito intes-
La reintervención quirúrgica para realizar hemostasia tinal. Hacia el 5.° día aparece una peritonitis difusa con
debe ser inmediata. El acceso quirúrgico es a través del fiebre y defensa abdominal generalizada. Hay que
anterior pero ampliado. Se exterioriza la región ileoce- recodar ciertos elementos negativos. El estado general
cal, se retiran los coágulos y se examina el meso. está bastante bien conservado; no existen argumento
Normalmente se evidencia una arteriola retraída detrás clínicos, radiológicos ni ecográficos a favor de un
de la última asa o que la ligadura del meso se ha soltado absceso intraabdominal y no hay neumoperitoneo.
completamente. Se realiza hemostasia rigurosa y se lava La etiopetogenia es discutida.
la zona, antes de cerrar la incisión, previa colocación de • Inoculación intraoperatoria y siembra microbiana
un drenaje en profundidad. durante la sección apendicular, en un peritoneo sano
y virgen [34] ; se trata de una complicación de la
Hematomas apendicectomía en frío: 5 días de incubación seguidos
Las complicaciones hemorrágicas pueden ser menos de la instauración súbita de un síndrome de infección
agudas. El hematoma se acumula progresivamente peritoneal. Según esta hipótesis, no hay una lesión

Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 11


E – 40-500 ¶ Apendicectomía por laparotomía en las apendicitis

precisa que explique la peritonitis. No es un problema Abscesos residuales mesocólicos profundos. Tienen
de la invaginación o de la ligadura simple; no existe el mismo tratamiento y pronóstico de las peritonitis
lesión del ciego ni un germen específico. secundarias.
• Por otro lado, otros autores retienen que existe una Absceso subfrénico. Son de aparición tardía y des-
etiología precisa [33] ligada a la mucosa séptica del pués de múltiples complicaciones. El drenaje se realiza
muñón apendicular, destruida de forma insuficiente, a través de un acceso selectivo (acceso torácico postero-
y el foco purulento del muñón apendicular, invagi- lateral extrapleural). Hay que señalar el avance de las
nado o no. técnicas de punción bajo guía ecográfica, que pueden
La actitud terapéutica depende de la hipótesis aportar una solución elegante.
patogenética que se adopte. Absceso hepático [37] . No han desaparecido por
En el primer caso, lo más lógico es comenzar por un completo. La cirugía debe ser precoz, con la incisión
tratamiento médico urgente, con antibioticoterapia más selectiva y directa posible. En los abscesos torácicos
masiva y reanimación. El resultado debería ser especta- anteriores la vía es abdominal pura, o mixta en los
cular y rápido, con completa remisión de los síntomas. posteriores y superiores derechos. La punción percutá-
Si el tratamiento no es eficaz, se contempla la indica- nea bajo guía ecográfica puede permitir la evacuación y
ción quirúrgica. La exploración no encuentra ninguna la colocación de un catéter para instilación de
explicación; la región apendicular está habitualmente antibiótico.
intacta, quizá con un poco de pus en la cavidad. Se
cierra la herida quirúrgica dejando un drenaje. Fístulas estercoráceas
En el segundo caso, es indicación absoluta de reinter- Las fístulas cecales se manifiestan por la salida de
vención urgente [33]por incisión de MacBurney agran- material estercoráceo por la incisión. Una vez desbri-
dada o por laparotomía medial. Al drenar y lavar la dada la herida quirúrgica, suelen curar espontáneamente
cavidad abdominal, se evidencia una solución purulenta en unos quince días. Es raro tener que recurrir al cierre
de la base apendicular, lo cual hace necesario la resec- quirúrgico de la fístula
ción del ciego. Las fístulas ileales pueden curarse con tratamiento
médico solo (nutrición parenteral y luego enteral,
Peritonitis [35]
irrigaciones y lavados) o requerir un tratamiento más
Son debidas a: agresivo como desbridamiento, exteriorización de la
• dehiscencia del muñón; fístula y reanimación parenteral. La resección intestinal
• necrosis del muñón sin dehiscencia; con anastomosis debe realizarse sólo cuando mejore la
• necrosis del fondo del ciego esfacelado [36]. situación inflamatoria.
El cuadro peritoneal y febril, con una tendencia
oclusiva más o menos pronunciada, es precoz. No hay Oclusiones
un intervalo libre. La recuperación del tránsito ha sido
incompleta o con diarrea. Los signos generales son • Precoces, aparecen durante el primer mes postopera-
llamativos: se produce un rápido decaimiento del estado torio. En su gran mayoría son funcionales, aunque
general. también pueden deberse a la formación de adheren-
Es necesario reintervenir y realizar una laparotomía cias a nivel de un foco inflamatorio persistente con
media supra e infraumbilical amplia. Se liberan las zonas desperitoneizadas. En caso de persistencia, es
adherencias, se drenan las colecciones y se lava y aspira necesario reintervenir al paciente con una laparoto-
la cavidad abdominal con irrigaciones y lavados si es mía medial para eliminar la causa de la obstrucción
necesario. Hay algunas conductas más específicas para la mecánica.
región ileocecal: • Tardías, debidas exclusivamente a bridas. Se reinter-
• según el estado del muñón apendicular se valorará la viene siempre mediante laparotomía medial. La
realización de una sutura con puntos sueltos, repara- intervención suele consistir, en casi todos los casos,
ción con bolsas de tabaco, sección del ciego con en seccionar la brida.
pinza TA;
• en algunos casos es inevitable realizar una resección
ileal y, en casos extremos, una derivación de descarga.
Hay que recordar la existencia de peritonitis disemi- ■ Conclusión
nadas, con varios abscesos localizados. En estos casos, la
elección de una vía de acceso selectiva para un absceso En la medida en que la apendicectomía por apendi-
no evidenciaría la extensión peritoneal de la sepsis. citis es menos frecuente, se va banalizando totalmente
por la opinión pública. Por este motivo, cada vez se
Abscesos residuales toleran peor las complicaciones postoperatorias. Evitar-
las supone:
Una colección purulenta postoperatoria se manifiesta • un respeto enorme de los principios hemostáticos y
con signos generales, con una recuperación incompleta del tratamiento del muñón apendicular;
del tránsito intestinal y distensión abdominal, episodios • ampliar la herida quirúrgica en caso de que la apen-
suboclusivos y diarrea. Las exploraciones complementa- dicectomía sea difícil, sea cual sea el motivo;
rias (ecografía y, sobre todo, TC) localizan el absceso. Si • una actitud razonable;
el paciente no presenta signos generales preocupantes y C laparotomía como primera opción en función del
no está obstruido, puede ser suficiente la instauración paciente y de las pruebas preoperatorias;
de tratamiento antibiótico y vigilar la evolución del
C conversión de la laparoscopia ante ciertas compli-
paciente.
caciones peroperatorias y en función de la expe-
Abscesos en Douglas. Es la localización más fre-
riencia laparoscópica del cirujano.
cuente. Se drenan por rectotomía anterior o colpotomía
posterior, siempre y cuando se está seguro de que se .

trata de un foco aislado y localizado.


Abscesos en fosa ilíaca derecha. Se utiliza la inci-
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A. Marrie, ancien interne et assistant des hôpitaux de Strasbourg, ancien chef de clinique à la faculté de médecine
(docteur.marrie@wanadoo.fr).
2A, boulevard Roosevelt, 68200 Mulhouse, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Marrie A. Appendicectomies par laparotomie pour
appendicite. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Techniques chirurgicales - Appareil digestif, 40-500, 2008.

Disponible en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Vídeos / Aspectos Información Informaciones Autoevaluación
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias

Técnicas quirúrgicas - Aparato digestivo 13

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