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Castro, R. - Guía de Estudios Derecho Procesal Penal PDF
Castro, R. - Guía de Estudios Derecho Procesal Penal PDF
MÓDULO 1
CARRERA: ABOGACÍA
AUTOR: Dr. ROBERTO CASTRO
PROFESOR: MANUEL DE CAMPOS
SALTA
1
Educación
A DISTANCIA
AUTORIDADES DE LA UNIVERSIDAD
CANCILLER
Su Excelencia Reverendísima
Vice-Canciller
Monseñor OSCAR MARIO MOYA
RECTOR
Dr. PATRICIO COLOMBO MURUA
VICE-RECTOR ADMINISTRATIVO
Ing. MANUEL CORNEJO TORINO
SECRETARIA GENERAL
Prof. CONSTANZA DIEDRICH
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4
CURRICULUM VITAE
NOMBRE: ROBERTO
APELLIDO: CASTRO
DOCUMENTO: L.E. Nº 7.253.451
1. Director General del Registro del Estado Civil y Capacidad de las Personas.
2. Agente Fiscal Nº 3 de la Provincia.
3. Juez de Instrucción de Segunda Nominación de la Provincial.
4. Secretario de la Comisión de Derecho Procesal penal del V Congreso Nacional de
Derecho Penal.
5. Asesor del Banco de Préstamos y Asistencia Social.
6. Profesor Titular de Derecho procesal penal de la Universidad Católica de Salta en
ambos cursos.
7. Co-autor del Tratado: "El Proceso Penal Mixto" - de IV Tomos.
8. Miembro de la Comisión Redactora del actual Código de Procesal penal de la
Provincia hoy vigente.
9. Conferencista sobre el procesal Penal en Salta-Capital y Orán.
10. Publicaciones sobre el Proceso Penal en ediciones "Doctrina Jurídica".
11. Representante del Colegio de Abogados y procuradores de la Provincia, ante la
Comisión reformadora del Código de Procesal Penal.
12. Subsecretario General de la Gobernación.
13. Vocal de la Cámara de Apelaciones del Trabajo - Sala II.
14. Consultor en las Comisiones de Derecho laboral y penal de la Convención Provincial
constituyente.
15. Juez de la Corte de Justicia de la Provincia.
16. Presidente de la Corte de Justicia de la Provincia.
17. Presidente del comité Ejecutivo del Congreso de la Federación Nacional de la
Magistratura - Salta.
18. Profesor Titular de Nivel Medio en los Colegios Salesiano, Manuel Estrada e Instituto
General Güemes: Instrucción Cívica, Derecho Civil y Comercial, Formación Cívica
e Historia.
5
6
Indice general
1.8. Fases del Juicio Oral ................................... 22 5.5. El Ministerio Fiscal. Origen y evolución ...... 77
5.5.1. Situación Jurídica ..................................... 78
7
6.1.8. Desistimiento expreso .............................. 93 UNIDAD VIII
6.1.9. Desistimiento tácito .................................. 93
LA PRUEBA ...................................................... 123
6.1.10. Efectos .................................................... 93
Concepto e importancia ................................... 123
6.1.11. Poderes del Actor Civil ........................... 93
Diversos significados ....................................... 124
6.1.12. Sujeciones y Deberes ............................ 94
Trascendencia de ellos .................................... 125
6.1.13. El Demandado Civil ............................... 94
Objeto de la prueba .......................................... 125
6.1.14. Citación ................................................... 95
Consideración en abstracto ............................. 126
6.1.15. Valor de la citación ................................. 95
ACTIVIDAD PROBATORIA ............................... 131
6.2. La Defensa .................................................. 98
Concepto .......................................................... 131
6.2.1. Considerada subjetivamente: .................. 98
Influencia del sistema en vigor ......................... 131
6.2.2. Considerada objetivamente: .................... 98
Libertad de la prueba ....................................... 133
6.2.3.Reseña Histórica: ...................................... 98
Concepto y fundamento ................................... 133
6.2.4. Necesidad de la defensa: ........................ 99
VALUACION DE LA PRUEBA .......................... 137
6.2.5. Poderes que comprende .......................... 99
Concepto .......................................................... 137
6.2.6. Defensa material y formal ...................... 100
6.2.7. Defensa Técnica ..................................... 100
UNIDAD IX
6.2.8. Autodefensa Técnica .............................. 100
6.2.9. El Defensor ............................................. 101 COMPROBACIÓN JUDICIAL INMEDIATA ....... 141
8
DIAGRAMA GENERAL DE CONTENIDOS
MODULO Nº 1
DERECHO PRINCIPIOS
PROCESAL FUNDAMENTALES
PENAL
UNIDAD I UNIDAD II
PRETENSION
Y
ACCION PENAL
UNIDAD III
9
10
CARRERA: ABOGACÍA
CURSO: 4º AÑO
MATERIA: DERECHO PROCESAL PENAL
PROFESOR : MANUEL DE CAMPOS
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UNIDAD IV: SUJETOS PROCESALES
A) La instrucción:
1. Nociones generales. Concepto, finalidad y caracteres. Duración. Evolución históri-
ca. Derecho comparado.
2. El instructor. El Juez de instrucción. El Fiscal. El rol de la policía.
3. Investigación y recolección de pruebas.
4. Publicidad y secreto de sumario.
5. Intervención del imputado y su defensor. El menoscabo de las garantías.
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6. Validez de las pruebas; ¿sólo para la instrucción o también para el plenario?
7. La sospecha como motor de la instrucción. La duda.
8. Las decisiones de mérito y privación de derechos.
9. Procesos abreviados.
B) El juicio
10. Nociones generales. Función. Caracteres. Principios. Relación con la instrucción.
11. Distintos sistemas. Juicio escrito y oral. Jueces técnicos y jurado popular. Derecho
comparado.
12. El rol de los sujetos procesales.
13. Actos preliminares. Necesidad y función.
14. El debate.
15. La producción de la prueba. La prueba de la instrucción.
16. La sentencia.
17. Juicio abreviado.
A) Inicio:
1. Modos de iniciación del proceso. La notitia criminis. Recepción. Denuncia. Querella.
Prevención policial. Otras vías. Denuncia anónima. Tareas de inteligencia.
2. Actos iniciales. El impulso procesal. Función del Fiscal y del Juez. Requerimiento,
delegación, desestimación. El rol de la policía.
3. Obstáculos a la promoción de la acción. Cuestiones previas y prejudiciales.
Inmunidades. Alcance.
B) Declaración indagatoria:
4. Concepto. Naturaleza. Necesidad. Carácter. Procedencia. La supuesta
discrecionalidad para ordenarla.
5. Formalidades. Plazos. Efectos.
6. Sujetos habilitados para recibirla. Sujetos autorizados a intervenir.
7. Libertad de declarar. Negativa.
8. El rol del defensor.
9. Imputación del hecho. Acceso a las pruebas.
10. Modo del interrogatorio. Dictado de la declaración.
11. Instrumentación.
12. Diferencia con la declaración informativa.
13. La declaración espontánea.
C) Decisión de mérito:
14. Necesidad. Procedencia. Carácter. Plazo. Formalidades.
15. El auto procesamiento. Consagración legal. Requisitos. Formalidades.
16. Falta de mérito.
17. Sobreseimiento. Procedencia. Efectos.
18. Recursos.
13
E) Excepciones:
26. Naturaleza.
27. Tipos.
28. Oportunidad para plantearlas.
29. Trámite.
30. Decisión. Recursos.
31. Cuestiones de competencia.
UNIDAD X: EL JUICIO
A) Escrito:
1. Contestación de la acusación. Ofrecimiento de prueba. Excepciones.
2. Producción de la prueba.
3. Discusión final. Informes “in voce” y escritos.
4. Llamamiento de autos. Sentencia.
B) Oral:
5. Distintos tipos. El tribunal.
6. Actos preliminares. Citación a juicio. Ofrecimiento de prueba.
7. Instrucción suplementaria.
8. Prueba anticipada.
9. Providencia de la prueba. Fijación de audiencia.
10. Sobreseimiento sin debate.
11. Audiencia oral. Principios. Protagonistas. Dirección.
12. Comienzo del juicio. Apertura. Cuestiones preliminares.
13. Incidencias. Recursos.
14. Indagatoria.
15. Declaración de testigos.
16. Incorporación por lectura de evidencias.
17. Ampliación de la acusación.
18. Alegatos. Réplicas.
19. Deliberación. Protagonistas. Decisión.
20. Veredicto. Sentencia. Fundamentos.
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UNIDAD XI: RECURSOS
PUNTO Nº 2 - BIBLIOGRAFÍA
- Código Procesal Penal de la Nación Anotado. Comentado. Concordado. Editorial
Abeledo Perrot (2 tomos)
- Constitución Nacional.
15
Teniendo presente que su carácter de legislación provincial le adjudica una naturaleza
jurídica -política especial, resulta necesario proponernos los siguientes OBJETIVOS:
16
DIAGRAMA DE CONTENIDO
UNIDAD I
FASES DEL
IMPORTANCIA JUICIO ORAL
OBJETO
FUENTES Publicidad
Celeridad
Puntos
de vista
Objetivo
Subjetivo
DERECHO PROCESAL PENAL
Público
Autónomo Educación Intereses Sistema
Histórica tutelados Procesales
Secundario
Instrumental
Realiza- Acusatorio
dor Inquisitivo
Social Individual Mixto
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PUNTO Nº 5 - GUIA DE ESTUDIO
UNIDAD I
Establecen las normas de esa competencia y, necesariamente también, los actos que
tales órganos deben cumplir y las formas que deben guardar cuando se aplica concreta-
mente la Ley penal.
1.1. Objeto
Esta rama jurídica tiene por objeto el estudio de los fenómenos jurídicos que forman el
proceso penal. Puede ser considerado desde dos puntos de vista diferentes:
1.2. Importancia
1.3. Caracteres
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b) Derecho Secundario: Al administrar justicia, el Juez debe proceder de acuerdo a
la Ley vigente, en cuanto no puede castigar más, que los hechos que la Ley define como
delictuosos y dentro de los límites que la misma determina;
e) Derecho Realizador: Se le atribuye ese carácter por cuanto todas las normas, en
las cuales tiene su fuente nuestra disciplina, forman parte de la consideración del orden
jurídico penalmente enfocada.
1.4. Fuentes:
Atento a nuestro régimen federal de gobierno, el problema de las fuentes reviste singular
importancia entre nosotros, no sólo por la distinción entre Derecho material y formal, sino
por la coexistencia de regímenes procesales independientes y distintos.
Vélez Mariconde enseña desde un punto de vista objetivo, que el proceso penal es un
conjunto o serie gradual, progresiva y concatenada de actos disciplinados por el Derecho
Procesal Penal y cumplidos por órganos públicos predispuestos, y por particulares
obligados o autorizados a intervenir mediante el cual se procura investigar y actuar
concretamente.
El Estado actúa siempre, y cumple una labor permanente en defensa del orden jurídico;
en una primera etapa actúa la policía judicial para evitar la dispersión de las pruebas del
delito, la fuga de los culpables y la preparación del futuro material fáctico del proceso; luego
el Ministerio Público requiere la actuación de la Ley penal al ejercer la pretensión punitiva
y por último, el juzgador actúa efectivamente la Ley al declarar la voluntad de ella en el caso
concreto. Toda esta serie de actividades están disciplinadas por el Derecho Procesal
Penal, lo que constituye una garantía de justicia tanto para la sociedad, como para el
individuo.
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1.6. Evolución histórica:
Las modernas legislaciones penales procesales del país marcan un rumbo que debe
seguirse cuanto antes, para adecuar el proceso al progreso de la ciencia y a los principios
liberales y democráticos que nacen de nuestra Constitución.
1.7.1. Fines: Para Vélez Mariconde, el Proceso tiene por finalidad inmediata, la justa
actuación de la Ley penal, es decir, la función de hacer concretas las previsiones
abstractas de dicha ley.
Para nosotros, el proceso persigue una declaración de certeza acerca del hecho
delictivo y su autoría, a través de la verdad real, a fin de aplicar la ley sustantiva en el caso
sometido a decisión judicial.
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1.7.2. Intereses Tutelados: El Proceso penal protege simultáneamente dos intereses:
a) el social: por el imperio del derecho, o sea por la represión del delincuente;
En otros términos, puede concluirse que en casos de conflictos entre dichos intereses,
debe hacerse prevalecer el relativo a la LIBERTAD INDIVIDUAL, pues el sistema ha de
basarse en el principio de la inocencia. Estos intereses simultáneos que tutela el proceso
penal, están jurídicamente protegidos por la C.N. en su art. 18.
Después que la Instrucción preparatoria realiza todos los actos capaces de evitar la
dispersión de las pruebas que pueden justificar una acusación.
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El sistema de enjuiciamiento pone a los jueces al amparo de la sospecha, favoreciendo
en último término a la cohesión social y el orden jurídico. Acrecienta la confianza del pueblo
en la administración de justicia y en el imperio del derecho.
Por otra parte, con respecto al imputado, la publicidad es una garantía de justicia y de
libertad, contra la calumnia, la ilegalidad y la parcialidad. Esa opinión pública que ingresa
como elemento esencial del proceso, y que la prensa nutre mediante la difusión y la crítica,
se traduce también en un estímulo para quienes sirven a la administración; la publicidad
propende a la elevación cultural, al estudio, al trabajo eficiente de la magistratura y de sus
auxiliares.
1.8.3. Objeciones: Algunos creen que los jueces entran a la sala de audiencias para
pasar vista a una causa con la cual el secretario los sorprende. Se olvidan que el debate
está precedido por actos preparatorios (escritos), así
como en el juicio tiene por base una acusación (escrita)
que reposa en un sumario (también escrito) es decir, que
no todo es oral, sino sólo la última etapa del juicio
propiamente dicho, la que debe dar base a la sentencia.
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Actividad Nº 1
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DIAGRAMA DE CONTENIDO
UNIDAD II
Reglamento Legal
Contradicción
Necesidad de Imputación
Intimación
Ampliación de la Acusación
Estabilidad Oficiosidad Intimación complementaria
Correlación entre Acusación y Sentencia
Legalidad Promoción Imposibilidad de condena civil de oficio
Base de sentencia
Irrectratibilidad Indeclinabilidad
IDENTIDAD
DEL HECHO
CONSTITUCIONALES
ESTADO DE
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES INOCENCIA
DEL DERECHO PROCESAL
PENAL
JUEZ
NATURAL
Inmediación
DE LA VERDAD REAL
Oralidad Libre
Continuidad Convicción
Identidad Física del
Juzgador Necesidad de Cer-
Publicidad del Debate
teza
Fuente Legítima de
Investigación Convicción
Libertad y comunidad
Valuación de la
de la prueba Judicial
prueba
Autónoma
Respecto a la Respecto a la
libertad del objeto libertad del medio
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UNIDAD II
2.1. Oficialidad
El ataque a bienes sociales que el delito implica, ha hecho de la represión de éste una
función esencial del Estado y una actividad exclusiva del mismo. Para ejercitar ésta
potestad y cumplir su actividad represiva, necesariamente indelegable, constante y
compleja, el Estado instituye diversos órganos, pues la inobservancia del Derecho Penal,
que es pública, le impone una actitud activa; es que el Estado tiene un interés directo e
inmediato en que se actúe realmente la Ley penal.
Como medio de hacer efectivas esas normas de derecho público, el Proceso penal
asume un carácter totalmente oficial, salvo las rarísimas excepciones de las acciones
privadas. Desde éste principio, surgen corolarios que se refieren a las potestades
acordadas a los órganos públicos, de orden normalmente formal, a la acción penal, a la
jurisdicción y a los poderes de las partes:
c) Legalidad: De acuerdo con ésta regla, tanto la Policía Judicial como el Ministerio
Público tiene el deber en todo caso de proceder de acuerdo con la ley penal.
d) Necesidad de Promoción: significa que en todos los casos en que los funcionarios
citados tengan noticia de un supuesto delito, deben promover la acción en la forma
establecida por la ley; así, cuando el Ministerio Público o la Policía Judicial reciben una
denuncia que consideren infundada, no pueden por sí mismos desecharla, sino que deben
comunicarlo con los fundamentos de sus pareceres.
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Irretractibilidad: Por otra parte, el ejercicio de la acción pública no puede suspenderse,
interrumpirse, ni hacerse cesar, salvo los casos expresamente previstos por la ley.
e) Indeclinabilidad: Una vez que el Juez se ha investido del conocimiento del ilícito
penal, no puede sustraerse al ejercicio de su función; tiene el deber de pronunciarse de
acuerdo con la ley.
Es que la trascendencia de los intereses en juego dentro del proceso penal consagra
la necesidad de un sistema que administre justicia sobre las bases de una verdad objetiva,
prescindiendo de la voluntad de los sujetos procesales.
Para lograr la efectividad de la inmediación, la Ley exige ciertas formas a observar para
garantizar la verdad real; oralidad, continuidad e identidad física del Juzgador.
a.1. Oralidad: La ley exige que el juicio definitivo se realice oralmente ya que la forma más
idónea para averiguar la verdad real, es la manifestación natural y originaria del
pensamiento humano.
Las excepciones a este principio son muy limitadas, sólo se puede leer en debate:
La indagatoria, y las declaraciones testificales recibidas en el sumario
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a.2. Concentración o continuidad: La inmediación exige la aproximación temporal entre
la recepción del material probatorio y la decisión del Tribunal, siguiendo este criterio
es que el art. 371 del C.P.P. establece: «El debate continuará durante todas las
audiencias consecutivas que sean necesarias hasta su terminación...»; pero, lógica-
mente el artículo citado permite en ciertos casos la suspensión del debate. La
interrupción no es otra cosa que el intervalo de tiempo durante el que se realiza la
función repongan energías; la suspensión del debate, sólo puede ordenarse en los
casos establecidos por el ya citado artículo 371 del C.P.P.. Finalmente, se entiende
por aplazamiento a una especie de suspensión que se da cuando, después de haber
ordenado, resulta imposible continuar el debate en el indicado término de diez días.
a.3. Identidad Física del Juzgador: Para que el principio de inmediación pueda realizar-
se, es necesario que la sentencia sea dictada por los mismos jueces que intervinieron
en el debate, desde el comienzo hasta el fin.
a.4. Publicidad del Debate: La publicidad asegura el régimen más apto para descubrir la
verdad; es sumamente beneficiosa ya que representa una garantía de justicia y de
libertad, y el imputado encuentra en ella, tutela contra la calumnia, la ilegalidad y la
parcialidad; en el pueblo crece la confianza en los jueces. En conclusión, puede
afirmarse que la responsabilidad de los Jueces sólo puede hacerse efectiva cuando
sus actos sean públicos, es decir cuando los
ciudadanos puedan asistir al debate y a la
apertura de la sentencia.
d) Libre Convicción: La última regla derivada del principio de la verdad real, está
referida a la valuación de la prueba por parte del Juzgador: se impone el sistema de la libre
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convicción o sana crítica racional. Estudiaremos el problema bajo tres acápites:
d.1) Necesidad de la certeza: El fin de todo juicio es, como sabemos, investigar la verdad
de los hechos, cuando la realidad se refleja en el espíritu del juzgador, sólo puede dar
base a estados subjetivos: certeza, duda o probabilidad. La primera se da cuando el
Juez cree firmemente que está en posesión de la verdad; la segunda, cuando
concurren con igual fuerza motivos afirmativos y negativos para creer en ello, y por
último, ubicamos a la probabilidad que se da cuando existiendo motivos afirmativos
y negativos, los primeros son superiores a los segundos. Dentro del proceso, en los
primeros momentos del mismo y, durante su desarrollo, es normal y lógico que el Juez
se encuentre en un estado de duda y aún de probabilidad; pero en el momento final
del juicio, y para dictar un pronunciamiento contradictorio, es menester que el Juez
tenga la certeza de esa culpabilidad, ya que de lo contrario deberá absolver, aún
cuando no tenga la certeza de la inocencia del reo: «In dubio pro reo», ya que la duda
excluye la certeza necesaria para condenar.
d.2) Fuente legítima de convicción: significa que el juzgador debe basar su convicción
en el mundo externo; por eso, el convencimiento debe derivar de los hechos
examinados y declarados ciertos. Por otra parte, es necesario que el Juez funde su
convicción únicamente en las pruebas introducidas legalmente al proceso.
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Actividad Nº 2
a) Explique: ¿cómo se hace efectiva la Inviolabilidad de
la Defensa?
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2.3. Inviolabilidad de la Defensa
El derecho subjetivo de las partes a la defensa, está reconocido en forma expresa por
la Constitución Nacional, cuando en su artículo 18 dice:
Todas estas facultades derivan del principio, ya que nadie puede ser condenado sin ser
oído.
Por eso ha podido decir Carrera que la tutela de los dos intereses que están
comprometidos en el proceso, exige normalmente la actuación simultánea del acusador
y del acusado.
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La Corte Suprema de Justicia ha declarado que no quiere la constitución que haya de
tener el acusado libertad para alterar a su capricho las reglas comunes de los procesos,
sino que su libertad de defensa no sea coartada por las leyes hasta impedirle producir la
prueba de su inocencia, y que corresponde al Juez de la causa regular el uso de ella
durante la misma. El principio constitucional es de una riqueza extraordinaria, pues en todo
el curso del proceso, desde el principio hasta el fin, repercute en la actividad de todos los
sujetos procesales.
a.1) La necesidad de una oportuna intervención del imputado y regular citación de los
sujetos secundarios de la relación procesal.
a.3) La necesidad de que el proceso tenga por base una imputación concreta, que en
el juicio plenario debe estar contenida en una acusación formal.
La etapa preparatoria presupone una imputación más o menos perfecta, que aún puede
dirigirse contra personas no individualizadas, que no necesita adquirir formas solemnes
y que puede tener un origen distinto según la legislación vigente. Pero en el juicio
propiamente dicho, en cualquier sistema argentino, sólo puede existir una persona
determinada (ACUSACION). Esta imputación se presenta con carácter necesario en el
proceso penal, para hacer posible una adecuada, oportuna y razonable defensa de la
persona sometida a juicio. Además, al señalar el acusador, el objeto procesal, al describir
la base fáctica de su pretensión, al poner de manifiesto sus fundamentos jurídicos,
contribuye al esclarecimiento de la verdad; pero esto es secundario; la base de la
imputación está dirigida a posibilitar y asegurar la defensa en juicio del acusado. Conte-
nido: La acusación proporciona al proceso la base fáctica del mismo. En torno a la
acusación se desarrolla toda la actividad de los sujetos procesales.
33
Esta intimación, si bien en el período intermedio se notifica al imputado mediante un acto
escrito, se ratifica oralmente en el debate, inmediatamente después de abierto el mismo;
la intimación de la acusación, es pues la comunicación formal, hecha por la autoridad
competente en cada caso, al defensor del imputado, del objeto de la imputación, a fin de
que esté en situación de preparar con pleno conocimiento, la defensa contra la acusación
así precisada y circunscripta.
a.1) El Juez no tiene libertad para admitir una pluralidad de hecho, si la acción fue
promovida por uno solo.
a.2) Si resulta del debate que el hecho es distinto del denunciado en tales actos, el
Tribunal dispondrá la remisión del proceso al Ministerio Fiscal, para que éste promueva
acusación por el hecho que ha resultado.
a.3) El juez no puede condenar al acusado por un hecho distinto del descripto en la
acusación.
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Lo único realmente valioso para la actividad defensiva es que la sentencia recaiga sobre
el mismo hecho que fue objeto de la acusación.
1) La correlación debe ser ante todo objetiva o material, la acusación y la sentencia debe
versar sobre un mismo acontecimiento histórico, deben coincidir en cuanto a la acción
u omisión imputadas y al pretendido resultado.
3) No es necesaria la identidad del elemento subjetivo del delito, a menos que el cambio
signifique una sorpresa para la defensa, y por ende, un ataque al derecho constitucio-
nal.
Pero si se aplica éste principio se violaría la norma constitucional ya que ordenar tal
resarcimiento sin el ejercicio previo de la acción «ex delito», implica dictar sentencia sobre
algo no demandado, y al demandado se lo condenaría sin que conozca el fundamento de
la reparación ni la extensión del daño.
i) Base de la Sentencia:
La convicción del juzgador sobre el hecho imputado debe emanar de los actos de
debate. Ningún elemento probatorio tiene eficacia si no ingresa en el juicio, porque éste
permite la discusión plena de las partes y se conforma el principio constitucional que
examinamos.
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los que han sido ratificados y a veces ampliados por las constituciones provinciales. Ellos
están por encima de todas las previsiones antes mencionadas y al mismo tiempo
apoyados por estas.
Son principios básicos impuestos como garantía de la libertad individual para todos los
habitantes de la nación y significan asimismo garantía de justicia penal en salvaguardia de
todos los miembros de la colectividad argentina. «Juicio Previo fundado en ley anterior al
hecho del proceso». El art. 18 de la C. N. prohibe la punición de cualquier habitante de la
Nación si antes no se ha formulado para el caso concreto un «juicio previo fundado en ley
anterior al hecho del proceso». Antes de la punición debe existir un juicio, emanado de
quien tenga el poder de producirlo, el cual debe abrir la posibilidad de ejecutar la pena; debe,
por lo tanto, ser un juicio condenatorio y especificador de una sanción concreta para que
se pueda ejecutar, y al mismo tiempo, conclusivo de un procedimiento regular. «Reserva
de la Ley penal»: Esta prohibición constitucional, enunciada desde antiguo como el
principio «nullun crimen nulla poena sine lege previa», se dirige en primer término a la
normación integradora, determinando la esfera de ilicitud en un momento dado, con
incidencia directa en la prohibición de aplicación analógica de la ley penal y de dar efecto
retroactivo a la ley penal más severa.
Esto nos permite expresar el principio en la siguiente forma: nadie puede ser condena-
do, llevado a juicio plenario, procesado o puesto en causa penal si una ley vigente en el
momento del hecho que lo califica objetivamente a éste como delito y, a tal título lo
sanciona.
Sea que se lo plantee como presunción o como estado de inocencia, formulado positiva
o negativamente, lo cierto es que este principio coloca a todo habitante de la Nación en
situación de no culpable mientras una sentencia firme conclusiva de un proceso regular
y legal no lo declare tal, como consecuencia de haberse demostrado la culpabilidad, es
decir, haberse destruido por el juzgador, sobre la base de las pruebas del proceso, la
«presunción» o estado de inocencia.
36
imputado. Ni siquiera la sentencia condenatoria impugnable o impugnada puede proporcio-
nar presunción de culpabilidad.
Están prohibidas las «comisiones extraordinarias» y los jueces «ex post facto»,
expresiones ambas que deben ser debidamente aclaradas para evitar inadecuadas
interpretaciones extensivas.
Lo expuesto nos permite concluir que en materia penal el principio del juez natural es,
principalmente garantía para el imputado durante toda la sustanciación del proceso, y no
solamente para el juzgamiento en su sentido estricto: sentencia o plenario.
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2.8. Identidad del hecho:
Si no puede perseguirse más de una vez a nadie con respecto al mismo hecho,
corresponde determinar con precisión cuando ha de estarse frente al mismo hecho. La
palabra «hecho» está tomada en un sentido general, comprensivo de una total identifica-
ción en sus elementos objetivos, subjetivos y condicionantes. La identidad de persona,
objeto y causa de persecución, exigidas para que funcione la garantía deben coexistir en
el caso concreto; si una de ellas falta, ya no se estará frente al mismo hecho, haciéndose
posible y necesaria, en consecuencia, la persecución penal frente a la conducta posible-
mente delictuosa.
b) «Idem rem»: Desde el punto de vista real u objetivo, el principio atrapa el hecho en
su materialidad, sin tener en cuenta su significación jurídica. Este aspecto de la identidad
no está referido al delito como expresión de la norma penal sustantiva en su conjunto
sistemático, ni tampoco a su captación particular en la norma descriptiva-sancionadora;
abarca lo simplemente fáctico; el acontecimiento en su conformación material y objetiva.
Si en el primer proceso la acción fue válidamente ejercitada ante un juez que podía
conocer el contenido total de la imputación, está prohibida una nueva persecución, aún
cuando el contenido fáctico de la imputación no haya sido agotado por la decisión
jurisdiccional, siempre que haya podido agotarlo.
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DIAGRAMA DE CONTENIDO
UNIDAD III
Caracteres
Títulos
Herederos
Representantes Acción resarcitoria
Legales
Mandatario Directa Acción de indemni-
zación del daño
Indirecta moral
Teorías
Clásica
Positiva
PRETENSIÓN
CUESTIONES
Y PREJUDICIALES
ACCIÓN LEGAL
Planeamiento
Efectos
CLASIFICACIÓN CARACTERES
DE LAS ACCIONES DE LA ACCIÓN
PÚBLICA
Públicas Privadas
Oficiosidad Legalidad
Promovibles Dependientes
de oficio de la Instancia
Privada Indivisibilidad
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40
UNIDAD III
En primer lugar, de las normas penales surge una amenaza abstracta dirigida contra el
posible sujeto que la viole, allí queda consagrada la potestad represiva del Estado; pero,
como vemos, esta potestad represiva es, al igual que la norma penal, de carácter abstracto
y genérico.
Pero cuando una persona comete un hecho aparentemente delictuoso, puede nacer
contra él una pretensión punitiva, pero ésta vez de carácter concreto tiende a actuar la ley
violada en ese caso particular, por un delito especificado y contra una persona determina-
da.
41
En un primer momento, cuando la acción procesal suplanta a la acción física, la
acción del Estado queda supeditada en este estado primitivo a la actividad y voluntad del
particular. Es el sistema de la acusación privada.
El art. 71 del C.P. establece que «deberán iniciarse de oficio todas las acciones penales,
con excepción de las siguientes:
2. Privadas.
1.1. Acción pública promovible de oficio: Es aquélla que debe ejercerse de oficio por
los órganos del Estado, en virtud del principio de oficiosidad. La acción pública está
sometida a dos reglas: la primera de ellas es la legabilidad y significa que el órgano
público debe ejercerla en todo caso, sin que pueda juzgar la oportunidad o conveniencia
de su ejercicio. La segunda regla, la indivisibilidad significa que de haber varios
partícipes, no puede ejercerse la acción contra alguno de ellos y reservarse contra otros.
42
El Estado condiciona así su potestad represiva; el silencio de ofendido consagra su
renuncia. El derecho del particular es singularísimo, pues se agota con su ejercicio;
expresada su voluntad favorable a la incitación del proceso su poder se agota, se extingue
entera y definitivamente.
b) Legalidad: Esta regla significa que el Ministerio Fiscal debe promover la acción
siempre que aparezca como posible la comisión de un hecho contrario a la ley. Debe
proceder de acuerdo a la ley sin entrar a juzgar la conveniencia u oportunidad de la
promoción. Esta regla se divide en dos aspectos:
b.1. Necesidad de Promoción: que significa que el Ministerio Público siempre debe
promover la acción ante un hecho que revista los caracteres del delito.
b.2. Irretractabilidad: significa que el órgano público, una vez promovida la acción, no
puede abandonar su ejercicio salvo los casos permitidos por la ley. Una vez ejercida
sólo se agota con la sentencia.
c) Indivisibilidad: ya que la acción penal alcanza a todos los que han participado en
la comisión del delito.
43
Actividad Nº 3
44
3.4. Cuestiones prejudiciales
Prejudicialidad civil, el Tribunal resolverá con arreglo a las disposiciones legales que las
rigen, todas las cuestiones que se susciten en el proceso salvo las referentes a validez
o nulidad del matrimonio, cuando de su resolución dependa la existencia del delito.
En estos casos el ejercicio de la acción penal se suspenderá, aún de oficio hasta que
en la jurisdicción civil recaiga sentencia firme, la que producirá el efecto de la cosa juzgada.
La suspensión no impedirá que se realicen los autos urgentes de instrucción. Plantea-
miento: Puede ser planteado de oficio, por el Ministerio Público, o por las partes, por
cualquiera de ellas. El tribunal podrá apreciar si la cuestión invocada es seria, fundada y
verosímil; y en el caso que aparezca opuesta con el exclusivo propósito de dilatar el
proceso, ordenará que este continúe (art. 12 del C.P.P.). Efectos: Planteada y aceptada
por el Juez una cuestión prejudicial, el ejercicio de la acción penal se suspende aún de
oficio, hasta que en la otra jurisdicción recaiga sobre ella sentencia firme. Los efectos de
la cuestión prejudicial son: suspensión del proceso durante la tramitación del juicio civil,
pueden, no obstante, realizarse los actos urgentes de instrucción; libertad del imputado;
la resolución civil causa estado: resulta obligatoria.
45
penal; la acción resarcitoria, es considerada por esta teoría como un derecho subjetivo del
damnificado (art. 1077 C.Civil).
2) Teoría positiva: Esta teoría ha sido sostenida por diversos autores, entre ellos
Garofalo, Ferri, Prins. Ferri considera que entre reparación civil y responsabilidad penal no
hay ninguna diferencia, ya que para él es lo mismo el pago de una suma a título de
reparación entre medios civiles y medios penales, ya que según ésta concepción, ambos
medios concurren en la defensa de los bienes sociales.
Esta teoría tiene, según Ferri una trascendencia práctica ya que obliga a los jueces
penales a la liquidación por sí mismos de los daños causados por el delito. Sintetizando
podemos decir, que para esta teoría la reparación del daño causado por el delito es de
naturaleza esencialmente política y social, y por lo tanto la pretensión resarcitoria debe
convertirse también en una función del Estado.
3.5.1. El Código Penal Argentino: El Código Penal Argentino dispone que la sentencia
condenatoria podrá ordenar la indemnización del daño material y moral causado a la
víctima. No hay duda, de acuerdo con la doctrina positivista que quisieron imponer al Juez
penal la obligación de ordenar de oficio la reparación de los daños, lo mismo que la
restitución de la cosa obtenida en el delito.
46
del individuo, a cuya disposición está la norma jurídica. Por ésta razón el individuo es libre
de la tutela prometida en la norma objetiva; nadie puede obligarle a ejercer efectivamente
esa pretensión, la cual es contenida en un derecho subjetivo que le es propio y que le
pertenece.
La actuación del Estado, ante ese derecho subjetivo del particular, está condicionado
a la manifestación de voluntad de aquél; y propugnar la fusión de la pretensión penal y la
no penal, implica, más que un avance, un retroceso científico una vuelta a la venganza de
los germanos. Por estas razones, Garraud estima que la posición positivista implica un
retorno a la confusión entre pena e indemnización.
47
En realidad no existe en los casos los arts. 1114 y 1117 del C.C. una presunción
absoluta de culpa, la ley traslada lisa y llanamente al que tiene al incapaz o dependiente
bajo su cuidado o vigilancia, la responsabilidad por el acto ilícito. Para que se de la
responsabilidad indirecta, es necesario que concurran las siguientes condiciones:
c) También responden indirectamente las personas jurídicas, ya que la excepción del art.
43 del C.C. a la regla sentada en el art. 42 debe ser interpretada restrictivamente, sólo
se refiere a sus miembros en común no a su administrador individualmente.
48
Actividad Nº 4
49
3.7. Regulación Procesal
a) Acción resarcitoria: se dirige a conseguir que el delincuente devuelva una cosa que
hubiera obtenido mediante el delito. Es más propio hablar de restitución del objeto que
hubiere sido la materia del delito, vale decir que esta acción tiende a restablecer al estado
anterior al hecho ilícito.
Esta acción que es personal, no debe confundirse con las acciones reivindicatorias o
de despojo, que son reales. Si el restablecimiento al estado anterior se ha vuelto física
(pérdida o destrucción de la cosa hurtada) o jurídicamente imposible, la obligación de dar
una cosa cierta se transforma en una obligación de indemnizar.
b) Acción de indemnización del daño moral: es la acción que tiende a lograr una
especie de compensación o satisfacción de carácter pecuniario, a veces especialmente
prevista por el art. 1068 del C.C..
Disposiciones comunes: Tanto el daño material como el moral debe resolverse en una
indemnización que fijara el Juez (C.C. art. 1083).
Es un acto sin el cual no puede ejercer la acción civil del proceso penal (C. Procesal
Penal de Salta art. 77). De este modo el particular ingresa como parte secundaria de una
concreta relación jurídico procesal en un determinado proceso. El ejercicio puede llevarse
a cabo en el proceso común, pero no en el proceso por faltas o contravenciones por la
misma naturaleza de éste proceso.
Las dos pretensiones deben exigir que el mismo hecho sea considerado bajo aspectos
jurídicos diversos; que sean valorados de acuerdo con el derecho civil y el derecho penal.
50
Debe tenerse en cuenta que el proceso penal es un instrumento de protección de los
intereses públicos, de modo que el interés privado sólo puede ser objeto de mismo en
cuanto no estorbe de manera alguna el cumplimiento de su fin específico.
Caracteres: la acción civil tiene por regla general un carácter accesorio a la acción
penal; sólo puede ser ejercida la primera cuando la segunda está pendiente.
Titular: La acción civil para la restitución de la cosa objeto material del delito o la
indemnización del daño causado por el mismo, podrá ser ejercida solo por:
d) El Ministerio Fiscal.
1º) El accionante debe aparecer como directamente damnificado a causa del mismo
hecho que constituye el objeto proceso penal. El daño pretendido debe haber sido causado
por el mismo hecho en el sentido expresado anteriormente.
En el caso del co-imputado por delitos recíprocos (lesiones o injurias), cada uno de ellos
podrá accionar contra el otro, desde que no se les impute el mismo hecho.
Finalmente, tampoco podrá constituirse en actor civil, el asegurador del imputado por
incendio, defraudación u otros delitos, para demandar la indemnización del daño por el
resarcido al damnificado, pues su tutela nacería del contrato de seguro y no del delito que
se investiga.
3º) Quien pretende ejercer esta acción debe tener un interés de carácter civil que
aparezca jurídicamente tutelado, de modo que ninguna persona física o jurídica puede
intervenir en el proceso con el propósito de proteger el interés represivo.
Herederos: Sin perjuicio de obrar «iure propio» en algunos casos, el heredero puede
ejercer en los límites de su porción hereditaria la acción resarcitoria que hubiera corres-
pondido a su causante desde que este le transmite en todos sus derechos y acciones de
que gozaba en el momento de su fallecimiento.
51
Representantes legales:
Mandatario: También puede ser ejercida la acción por un mandatario del damnificado
que tenga mandato especial. Rigen los principios generales (C.C. arts. 1869 y 1870).
52
Actividad Nº 5
A. Concepto
B. Sujetos
C. Fines
53
Actividad Nº 6
54
DIAGRAMA GENERAL DE CONTENIDOS
FUNCIÓN
JURISDICCIONAL PENAL SUJETOS PROCESALES
UNIDAD 4 UNIDAD 5
55
EL ACTOR CIVIL
UNIDAD 6
56
DIAGRAMA DE CONTENIDOS
UNIDAD Nº 4
Poder de
Acción Penal FUNCIONES
JURISDICCIONALES Declaración de
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PENAL Incompetencia
Defensa
Jurisdicción
Común Clasificación Por conexión
Subjetiva
Territorial
Competencia
Material Objetiva
Competencia
Criterios para Funcional
determinarlos
58
UNIDAD IV
4.1.2. Defensa: en general es un derecho subjetivo concedido por la ley a todos los
habitantes de la Nación, fundado en el principio de la libertad individual y en la inocencia.
Es un poder de impedir, resistir y prevenir cualquier restricción injusta a la libertad indivi-
dual y el pleno ejercicio de los derechos que las personas tienen otorgadas por imperio
del orden jurídico pleno (C.N. art. 18).
59
El derecho de defensa es el poder que toda persona tiene
para resistirse a la persecución penal, acreditando su ino-
cencia o las circunstancias que atenúen su responsabilidad.
Al igual que los otros poderes (jurisdicción, acción) el derecho de defensa es sustan-
cial; su fuente es el reconocimiento de la libertad individual impuesta por la constitución
y confirmada por todas las normas integradoras que respetan esa fundamental garantía.
4.1.5. Clasificación
60
b) Competencia funcional: Confiere al juez el poder-deber de tratar determinadas
partes de un proceso penal, o de ejercer en el mismo particulares funciones. Es así
que se instituye el Juez de instrucción para la primera etapa del proceso, en tanto
se deja la decisión de la causa a la Cámara en lo criminal; por último, los recursos
de inconstitucionalidad, casación y revisión son de competencia de la Corte de
Justicia.
La entidad del delito se determina más comúnmente por el monto de la pena, pero en
algunos casos, también se tiene en cuenta su calidad; cuanto más grave es la pena,
interviene un Tribunal de mayor jerarquía, criterio éste adoptado de la legislación france-
sa.
- Cámara de Acusación: conoce de los recursos que se deduzcan contra las decisio-
nes de los jueces de instrucción y de menores durante la etapa instructoria. También en
las consultas de los autos de sobreseimiento; en las consultas de las prórrogas extraor-
dinarias que hiciere el juez de Instrucción y, por último, de las autorizaciones acerca de la
ampliación del término del secreto de Sumario.
Respecto de los otros Tribunales contemplados en los arts. 25, 27, 27 y 28 del C.P.P.,
indicamos que no existe dificultad alguna en punto a la materia de su competencia. Pero
el art. 29 establece la competencia del JUEZ DE EJECUCION que consiste en un verda-
dero adelanto jurídico Respecto de las otras legislaciones.
61
4.1.7. Declaración de Incompetencia: La declaración de incompetencia territorial no
producirá la nulidad de los actos instructorios cumplidos antes de aquella. Solo serán
nulos los actos practicados después de dicha declaración. Respecto de la incompetencia
por razón del territorio, se plantea un problema: el de las cuestiones preliminares. El
juicio se realiza en el momento propiamente dicho -el plenario- en forma oral y pública;
pero antes de comenzar el debate se pueden plantear algunas cuestiones llamadas
incidentales, las que están taxativamente enumeradas en la Ley.
El Código dispone que inmediatamente después de abierto por primera vez el debate,
serán planteadas y resueltas bajo pena de caducidad, las cuestiones referentes a las
nulidades anteriores; en la misma oportunidad y con igual sanción se plantearán las
cuestiones referentes a la incompetencia por territorio, salvo que la oportunidad de pro-
ponerla no surja sino en el curso del debate.
Es decir que si la incompetencia se advierte por los datos que existen en el procedi-
miento, debe oponerse antes del debate, pero si se advierten en el transcurso de ésta,
puede oponerse luego de comenzado. En caso contrario, la incompetencia no podrá
oponerse, desde que el término establecido para oponer la incompetencia está asegura-
do con sanción de caducidad.
62
Actividad Nº 7
63
4.1.8. Competencia por Conexión
a) Conexión subjetiva: que está determinada por la identidad del sujeto sobre quien
se dirige la pretensión. Existe conexión subjetiva cuando a una persona se le impu-
tan varios delitos, caso en el que le corresponde entender al Juez competente para
determinar el delito más grave.
b) Conexión objetiva: existe cuando las causas está unidas objetivamente entre sí,
la Ley determina taxativamente cuando se da esta conexión:
- I) Si los delitos por los cuales se procede han sido cometidos simultánea-
mente por varias personas reunidas o aunque lo fuera en distintos lugares y
tiempos.
2) Con respecto a las cuestiones de competencia digamos que, ya sea por declara-
ción de oficio, por declinatoria o por inhibitoria, es posible que dos jueces se consi-
deren simultánea y contradictoriamente, competentes e incompetentes para inter-
venir en un proceso. En estos casos las cuestiones de competencia pueden ser
positivas o negativas:
Positivas: tiene lugar cuando dos o más jueces sostienen su competencia para en-
tender en la causa y se producen generalmente con libramiento de oficio de inhibitoria.
Cuestiones negativas: que tiene lugar cuando ninguno de los jueces se considera
competente y surgen como consecuencia de una declaración de oficio o por declinatoria.
64
4.1.11. Caracteres: La jurisdicción federal tiene características salientes expresamente
consagradas por la C.N. en su artículo 104, donde dispone que las Provincias conservan
todo el poder no delegado expresamente al poder Federal, y así se explica que común-
mente la consideración y juzgamiento de las causas corresponda a las provincias.
- Expresa: como un corolario del carácter anterior, la competencia federal debe ser
establecida en forma expresa y en los casos expresamente previstos por la Ley.
- Suprema: en cuanto sus resoluciones no pueden ser revisadas por ningún Tribunal
a diferencia de las sentencias de Tribunales Provinciales, que pueden ser revisa-
dos, en algunos casos, por la Corte Suprema.
- Inalterable: pues esta jurisdicción no puede variar por las modificaciones que su-
fra la materia o los elementos objetivos o subjetivos del hecho que es tema del
proceso. Este carácter señalado no siempre ha sido respetado por la jurispruden-
cia.
Materia: Lo primero que debemos considerar en este tema es que cuando hablamos
de materia nos referimos a la entidad del delito deducida en la calidad o de la cantidad de
la pena. Es necesario contemplar la naturaleza de la norma, pues el hecho en sí no dice
nada. Es indispensable recurrir a la norma que lo atrapa, un mismo hecho puede caer,
según lo expresado, dentro de la competencia federal o común, porque hace falta algo
más que la conducta del agente se dirija a la lesión de un interés eminentemente nacio-
nal, como si se comete un delito para impedir una elección nacional.
a) Puntos regidos por la Constitución Nacional: no hay que olvidarse que es nece-
sario concordarla con el art. 67 inc. 11 de la misma Constitución, porque la Ley 48 en su
art. 2, interpreta correctamente el espíritu de la norma constitucional al suponer que la
jurisdicción federal entenderá en causas que versen sobre puntos especialmente regi-
dos por la C.N.; y son los siguientes:
65
- Defraudación o disminución de las rentas del patrimonio de la Nación; delitos pre-
vistos en detalle por las leyes de aduanas, etc.;
- Ataque a la libre circulación de los ríos, a la seguridad de las comunicaciones
interprovinciales o internacionales, y de comercio;
- Falsificación de monedas y documentos públicos;
- Ataque al normal funcionamiento y la seguridad de correos y telecomunicaciones;
- Elecciones nacionales, marcas de fábricas, servicio militar, patentes de invención,
comercio, etc.
b) Puntos regidos por las leyes de la Nación: son las leyes que el Congreso debe
dictar en consecuencia de la Constitución (art. 31); leyes especiales que son las que
regulando materia ajena al derecho común, el Congreso dicta en salvaguardia de la
Nación políticamente organizada.
Lugar: El lugar de comisión del hecho delictivo puede ser por sí, determinante de la
jurisdicción federal. A tal fin debe disponer, aún dentro de los territorios provinciales, de
lugares en los cuales su autoridad sea absoluta y exclusiva.
Esta circunstancia solo la torna de conocimiento federal cuando esa investidura está
efectivamente representada en el momento de la comisión del hecho y cuando media
ejercicio de la función como ocasión del hecho.
Otro caso es el que llamamos fuero de extranjería o por razón de distinta vecindad,
contemplado en la última parte del art. 100 de la C.N. al disponer: "Corresponde a la
Corte Suprema y a los Tribunales inferiores de la Nación el conocimiento y decisión de
todas las causas que se susciten entre una provincia y los vecinos de otro, entre vecinos
de diferentes provincias".
Evidentemente el caso se refiere solo a las causas civiles, ya que en materia penal es
inadmisible, pero nos interesa no obstante, en cuanto puede relacionarse con la cuestión
civil deducida en sede penal.
66
4.1.13. Jurisdicción Militar: Hemos señalado que, además de la jurisdicción común,
existen en nuestro país dos jurisdicciones especiales: la Nacional y la Militar. Se trata de
jurisdicciones especiales, con caracteres propios, pero que no deben ser confundidas
con la simplemente administrativa.
La jurisdicción militar, o sea la potestad que tienen los jueces militares para conocer
los negocios de las personas que sirven en el ejército o dependen de ellos, como así
mismo de los que interesen al servicio de dichos ejércitos, tienen en nuestro país fuente
constitucional en el art. 21 y no contraria, por ser fuero real y no personal, el principio de
igualdad ante la ley. Debe existir, para la procedencia de la jurisdicción militar, la violación
de una regla de esa naturaleza. Parecería, a prima facie, un presupuesto ineludible la
pre-existencia de una relación entre el sujeto violador y la institución militar, sin embargo,
el Código de Justicia Militar extiende esta jurisdicción a los civiles en los casos de intro-
ducción indebida de materias explosivas u otros elementos bélicos en buques o aeronaves
militares. Actualmente, por imperio de la Ley, la justicia federal tiene competencia para
revisar, en grado de apelación, la sentencia de los jueces militares, con lo que las torna
materia «justiciable».
67
Actividad Nº 8
68
4.1.14. Partes: Dentro del proceso penal la palabra parte no tiene el mismo significa-
do ni el mismo alcance que dentro del proceso civil. Si bien en ambos procesos todos los
sujetos de la relación tienen la calidad de partes en el sentido amplio y vulgar de que
intervienen dentro de nuestro proceso, -parte en el proceso civil, es aquel que pide o en
cuyo nombre se pide la aplicación de la ley y aquel frente al cual esa aplicación es exigida
(Chiovenda).
Tampoco el imputado es parte en sentido material, puesto que carece del poder de
renunciar a la tutela de su interés y de todo poder dispositivo sobre el contenido sustan-
cial del proceso, no puede ser obligado a declarar, pero no puede renunciar a su defensa,
mientras que su confesión no tiene el valor formal que se le acuerda en proceso civil a la
del demandado.
I. Los titulares de potestades dispositivas del contenido material del proceso es decir
de la pretensión represiva. El sujeto que ejerce dicha facultad dispositiva mediante
acto de autoridad (amnistía, indulto), no es parte del proceso penal.
II. El ofendido por el delito, el denunciante, no son sujetos de la relación jurídica pro-
cesal, ni parte, a menos que se constituya en parte civil.
Dentro del proceso, sustitutos procesales son los que obran en nombre propio por un
hecho ajeno, a consecuencia de un poder derivado directamente de la ley o de un acto
judicial. La sustitución es excepcional dentro del proceso penal, por lo que está general-
mente excluida; esto, por la estricta personalidad de los derechos e intereses que están
69
en consideración en el proceso que tratamos. Un caso de sustitución procesal derivada
directamente de la Ley, ocurre cuando es presumible que el imputado se encontraba en
estado de enfermedad mental en el momento de cometer el hecho; esto da lugar a que
sus derechos de parte sean ejercidos por el curador, o por el asesor de pobres y meno-
res, sin perjuicio de los defensores ya nombrados.
70
DIAGRAMA DE CONTENIDOS
UNIDAD 5
Inhibición y Art. 16 C. P. P.
Imputado Juez Penal Funciones Recusación
Desafuero
Inmunidad
Contumacia y Rebeldía
Organización de la
Incapacidad Procesal Justicia Penal
Argentina
Situación Jurídica
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Provincial
Capacidad Procesal SUJETOS PROCESALES
Capacidad para ser parte
Corte Suprema
Capacidad de Intervenir de Justicia
Querellante
Exclusivo
Organización y educación Acusador Profesional
Conjunto
Acusador Popular
Subsidiario Situación Jurídica
Acusador Público u Oficial
Adhesivo
72
UNIDAD V
SUJETOS PROCESALES
Es importante señalar, que no obstante la división entre jueces penales y civiles, to-
das las competencias se reúnen en una única e indivisible potestad de jurisdicción.
Para Claría Olmedo el juez penal es la persona que tiene el poder de dirección y
decisión de los procesos penales, ya actuando individualmente o en colegio con otros de
igual jerarquía.
Pero además, son titulares de funciones tuitivas porque son poseedores de apreciar
circunstancias adversas o favorables al presunto delincuente, instruyéndolo de los dere-
chos que le asisten.
Los motivos de la inhibición tienen un contenido moral profundo que impide a los
jueces entender en causas judiciales en las que son competentes puesto que, a fin de
garantizar una justicia imparcial e insospechada, la ley ha instituido una casuística de
hechos motivantes del apartamiento obligatorio de los jueces en ciertas causas
criminales.
73
mediante sentencia, o interviniere algún pariente del Juez dentro de los grados previstos
por la normativa, u otros motivos en la ley explicitados, es obligación del magistrado
producir su apartamiento.
Por los mismos motivos enumerados y, en forma taxativa en el art. 51 que comenta-
mos, las partes podrán recusar al juez, pudiendo ser necesaria la prueba del hecho.
Extremando la garantía de un juicio justo, el art. 61 del C.P.P. establece que los secre-
tarios y auxiliares del juzgado también pueden ser recusados. Se debe advertir que, una
vez producida la inhibición o recusación, vale decir el apartamiento del Juez o Funciona-
rio, aunque posteriormente hubieren desaparecido los motivos que la determinaron, la
intervención de los nuevos magistrados es definitiva; ello, a los fines de evitar demoras
inútiles en la tramitación.
5.3.1 La Corte Suprema de Justicia: es el Tribunal de más alta jerarquía del país, y
sus decisiones no pueden ser revocadas por ningún otro poder o Tribunal. En materia
penal, entiende originariamente cuando se trata de asuntos concernientes a Embajado-
res, Ministros y Cónsules extranjeros, previo el consentimiento del gobierno respectivo
(art. 101 de la C.N.).
Las Cámaras Federales de Apelación son cuerpos colegiados compuestos por más
de tres miembros, en número variable impar y se dividen en Salas. Estas Cámaras están
distribuidas de tal manera, que el total de las circunscripciones comprende el total del
País.
Con la actual reforma legislativa Federal, se han creado Cámaras en lo Criminal que
entiende en única instancia en juicio-oral y público como lo son la mayoría de las provin-
cias argentinas.
Existen los Jueces de Sección que son órganos unipersonales federales que existen
en todas las provincias, con competencia en las cuestiones que la ley declara federal.
Justicia Provincial: Por imperio de los arts. 5, 104, 105 y 106 de la C.N. en las
provincias existe una justicia local, ordinaria llamada Provincial. Para el caso baste seña-
lar que la justicia provincial es la regla en la materia, siendo la Justicia Federal y Militar
casos de excepción.
74
Actividad Nº 9
75
5.4. El Actor Penal
El actor penal es el sujeto que interviene en la relación jurídica procesal penal para
promover la pretensión represiva del delito; o sea, es el que promueve y ejercita la acción
penal.
5.4.1. Clases
Disiente con esta postura Vélez Mariconde quien advierte que la ley no impone la
institución del acusador oficial, sino que éste es un instituto del derecho procesal y, como
tal, está creado y reglamentado en sus funciones por ley dictada por la Legislatura Pro-
vincial.
76
Este poder se limita al contenido formal no pudiendo disponer del contenido sustan-
cial del proceso, es decir, de la pretensión represiva, pues no está a disposición del
órgano que le hace valer.
Lo dicho tiene valor sólo en el caso de que la acción es ejercida por el Ministerio
Fiscal, ya que la cuestión cambia cuando es privada y queda en manos del ofendido por
el delito.
Si dejamos de lado funciones de otra índole para atender exclusivamente a sus fun-
ciones de acusador público, puede tener razón Pertile cuando señala que el Ministerio
Fiscal tiene origen italiano y que no derivó del Procurador del Rey del derecho francés, ni
del Promotor Fiscal de la Inquisición española. No obstante, este es una opinión aislada,
puesto que la mayoría de los autores coinciden en señalar como origen de este instituto,
el Derecho francés.
Desde principios del siglo XIV, el Ministerio Público monopolizó la acción penal como
consecuencia de una confusión entre el interés privado del Rey y el interés público.
Pero podemos decir que en esta evolución, lo encontramos en las legislaciones mo-
dernas, aunque no actuales, el Ministerio Fiscal como parte del poder judicial sacándolo,
por ende, de la órbita del poder ejecutivo.
77
Actualmente se va imponiendo la tendencia de que el Ministerio Público debe tener
independencia absoluta de cualquiera de los poderes del Estado en su actividad especí-
fica, constituyéndose como en el caso de Salta, en una especie de Cuarto Poder del
Estado, dirigido por el Procurador General quien conserva constitucionalmente el poder
de ejercer la acción pública y organizar la estructura tendiente a esos fines.
El órgano estatal, desprovisto de todo interés subjetivo, iluminado siempre por la idea
de justicia y sometido a la ley en su actuación, no puede ser un acusador a ultranza, sino
un mero mandante de justicia.
Se debe hacer notar que, en virtud del principio de oficialidad, el Ministerio Fiscal
debe ejercitar siempre la acción penal, cuando aparece como posible la comisión o con-
veniencia políticas o personales tiene, en todo caso que proceder, promoviendo y ejerci-
tando hasta las últimas consecuencias la acción penal, desde que ésta, una vez iniciada
no puede suspenderse, ni interrumpirse o hacerse cesar.
5.5.2. El querellante
El querellante es, según Claría Olmedo, un acusador penal privado que cumple
facultativamente un acto penal imputativo, ya formulando directamente una acusación y
sosteniéndola, como también, una incriminación que tiende a ella. En la Doctrina y legis-
lación comparada se distinguen cuatro tipos de querellantes:
78
- Querellante subsidiario: Se lo encuentra en la legislación austríaca y, pue-
de actuar solo cuando el órgano estatal abandona temporaria o definitiva-
mente el ejercicio de la acción penal. Mientras el órgano público actúa, el
particular no puede intervenir.
5.5.3. Naturaleza del Derecho del Querellante: El querellante exclusivo hace valer
una pretensión penal que el Estado, no obstante ser el titular del poder de acción, solo la
hace suya en la medida del interés del particular. Este es titular del ejercicio de la acción,
por lo que puede ceder enajenar o renunciar a ese poder.
Respecto del querellante conjunto se puede indicar que este sistema permite la inter-
vención de la posible víctima del hecho durante toda la tramitación del proceso, para que
con su actividad, haga valer desde su inicio la pretensión penal, ejercitando la acción
conjuntamente con el órgano público cuya presencia es indiscutible.
Es un sujeto eventual, lo que lo distingue del querellante exclusivo es, sujeto pasivo
del delito pudiendo iniciar él mismo el ejercicio de la acción o, introduciéndose en él con
posterioridad por cualquiera de los modos permitidos por la ley.
Se debe entender que es la persona particularmente ofendida por un delito del cual
nace acción pública.
79
Actividad Nº 10
80
5.6. El imputado
Usamos la expresión imputado, para precisar el momento a partir del cual, según la
Constitución, se puede ejercer el derecho de defensa, ya que el mismo se vería restrin-
gido si empleáramos las voces "procesados" o "acusados".
Es corriente designar como acusado a aquel sujeto que asume tal carácter cuando
existe en su contra una acusación pública o privada. La primera por Requerimiento de
Instrucción Fiscal y, la segunda, por querella.
Rastreando en la historia del proceso, vemos que la misma nos muestra diferentes
etapas en las que varía sustancialmente la posición del imputado en el proceso penal.
- Con la implantación del sistema inquisitivo, que se titulaba más científico, se admi-
tió la posibilidad de iniciar el proceso en base a una denuncia anónima, convirtiéndose el
acusado en víctima de las más sórdidas persecuciones, privándose de su libertad, obje-
to de las más refinadas torturas y hasta se le negó el derecho a la defensa.
En este sistema el imputado dejó de ser un sujeto para convertirse en un objeto del
proceso; la prisión preventiva se transformó en una regla general.
- Esta posición filosófica se tradujo en una prédica constante en favor del imputado, lo
que llevó hacia un enfoque unilateral del problema, desde que en aras de la libertad
personal, se olvidó que el proceso debe ser también un instrumento de defensa de los
intereses sociales.
81
- Superadas ambas posiciones unilaterales y, situado el problema en un plano
netamente jurídico, se advierte claramente que el proceso debe tutelar ambos intereses
-el individual y el colectivo- y que el imputado dejó de ser objeto de persecución, porque
es una persona con derechos y deberes que la ley disciplina, es pues, sujeto de una
relación jurídica.
Señalamos además, que la situación jurídica del imputado es obra directa del art. 18
de la C.N., que consagra una serie de principios que estructuran dicha institución por lo
tanto, las leyes procesales penales deben limitarse a desarrollar y reglamentar dichos
principios sin desnaturalizarlos o ignorarlos, dando plena vigencia al derecho de defensa.
La defensa no debe ser ilusoria y mucho menos coartable por reglamentaciones inade-
cuadas.
- desde la citación por autoridad judicial o policial para atribuir a una persona partici-
pación en un hecho delictivo.
a) Como aptitud para ser sujeto de la relación procesal -capacidad de ser parte.
82
5.6.4. Capacidad de Intervenir: consiste en la aptitud de entender, querer y obrar
(discernir, intencionalidad y voluntad) válidamente en el proceso.
No se debe confundir esta capacidad con la imputabilidad penal, que pertenece a otra
esfera del derecho, si bien ambas reposan en la salud y madurez mental del imputado.
La concurrencia de esas dos razones hace surgir la responsabilidad penal, aunque el
proceso seguido contra una persona procesalmente capaz demuestre su inimputabilidad.
La sola comprobación de una edad inferior en el presunto culpable basta para que la
acción penal no pueda ser promovida y, si lo ha sido erróneamente, debe cesar.
Puede ocurrir que exista una probable demencia del imputado; en cuyo caso previo
examen de dos peritos que determinaren que en el momento de cometer el hecho se
encontraba en estado de enfermedad mental, el Juez podrá disponer que en forma
provisoria se lo intervee en un establecimiento especial, como medida de seguridad, y
sus derecho de parte serán ejercidos por el curador y/o por el Asesor de menores, sin
perjuicio de la intervención que tengan los defensores ya nombrados.
El art. 60 de la C.N. dispone que ninguno de los miembros del Congreso puede ser
acusado, interrogado judicialmente, ni molestado por opiniones o discursos que emita
desempeñando su mandato. Tal disposición constituye una verdadera inmunidad, vale
decir, una total irresponsabilidad penal, establecida por razones de política superior para
proteger el libre ejercicio de facultades constitucionales de los legisladores.
Otro privilegio está consagrado en favor de los Jefes de Estado y Cónsules extranje-
83
ros acreditados en el país, habiendo la jurisprudencia extendido el privilegio a todas las
personas que componen la representación diplomática.
En estos caso, según los arts. 100 y 101 de la C.N. corresponde la jurisdicción origina-
ria y exclusiva de la Corte Suprema de Justicia.
5.7. Desafuero
El art. 185 del C.P.P. de Salta establece: que cuando se formule requerimiento fiscal o
querella contra un legislador el Juez de instrucción o la Cámara en lo Criminal deberá
realizar una información sumaria para averiguar si existe mérito para solicitar a la Cá-
mara Legislativa el desafuero. Todo ello, sin que se violente bajo ningún pretexto la inmu-
nidad de la que goza el legislador.
A nuestro criterio, se debe entender que no es posible ni siquiera indagarlo -tal como
se lo hace en la actualidad- fundado en un mal entendido derecho de defensa pues, si
este se quiere ejercer libre y voluntariamente por el legislador, bastará que, por cualquier
medio, haga llegar al Juez sus descargos. Si la finalidad del desafuero es suspender en
sus funciones al acusado y ponerlo a disposición del Juez competente para su juzgamiento,
es evidente que hasta que aquel no se produzca, no se puede continuar con la investiga-
ción.
Vale decir entonces, que el legislador no puede ser llamado o emplazado de ninguna
manera a concurrir a los Estrados Judiciales penales, sino media previamente el des-
afuero.
II. Que no se haga lugar al desafuero o destitución solicitada en cuyo caso el Tribunal
declarará por auto que no se puede proceder y archivará las actuaciones.
El artículo 186 del C.P.P. de Salta distingue el hecho de que hubiere requerimiento
fiscal o querella contra aquellos sujetos -funcionarios- que se requiere juicio político o
enjuiciamiento previo; esta cuestión nos remite a una exégesis de orden constitucional
provincial normativizada en el art. 153 sobre todo, en punto a los alcances referidos a los
sujetos.
84
5.8. Identidad Física e Identificación Nominal
Cuando sea cierta identidad física del imputado, las dudas sobre los datos suministra-
dos u obtenidos, no alterarán el curso del proceso, sin perjuicio de que se rectifiquen en
cualquier momento.
La identidad física del Imputado, a la que Carnelutti define como la coincidencia entre
la persona indicada y la sometida al proceso, consiste en la individualización de la perso-
na física a quien se le atribuye un hecho delictivo.
Lo que importa entonces, es la identidad física del imputado, ya que, como dice Longhi
"el proceso se constituye contra la persona del imputado y no contra su nombre ...".
Antes de seguir con el punto, conviene resaltar que en la provincia de Salta la Cons-
titución en su art. 174 consagra también inmunidad total al Intendente, los Concejales y
los Convencionales Municipales, por las opiniones o votos que hayan emitido por el des-
empeño de sus cargos.
Luego del medio anterior, el imputado debe ser identificado por sus huellas dactilares
o impresiones dactilares, identificación que llevado a cabo por una oficina técnica.
También es posible identificar al imputado por las señas particulares que tuviere y
que se pongan de manifiesto, sea por información policial, por inspección judicial o pericial.
Por último el Juez puede ordenar la identificación se realice por cualquier medio idó-
neo, valiéndose de la ciencia si fuera posible.
85
5.8.3. Condiciones Personales
Pero no debemos pensar que es imposible el inicio de un proceso sin la presencia del
imputado, ya que es posible que se constituya la relación procesal en rebeldía del impu-
tado, o desconociéndose la persona del mismo.
Por último, señalamos que el imputado puede faltar al proceso haciéndose represen-
tar por un mandatario, en los casos de delitos o faltas que no estuvieren reprimidos con
penas privativas de libertad.
Se produce la rebeldía del imputado cuando éste, sin grave y legítimo impedimento,
no comparece a la citación judicial, se fugare del establecimiento o lugar en que estuvie-
se detenido, o se ausentare, sin licencia del Tribunal del lugar asignado para su residen-
cia (art. 278 del C.P.P. de Salta).
86
Declaración: transcurrido el término de la citación o comprobada la fuga o ausencia,
el Tribunal declara por auto la rebeldía y se expedirá orden de detención si antes no se
hubiera dictado.
87
Actividad Nº 11
88
DIAGRAMA DE CONTENIDOS
UNIDAD Nº 6
Técnica
Objetiva Condición Procesal
La Defensa Subjetiva
Reseña Histórica
Material Citación
Capacidad Formal
Demandado Civil
89
Constitución
ACTOR CIVIL
Sujeciones y
Instancia Deberes
Forma y Contenido
Poderes
Oportunidad y
Desestimiento
Sanción Capacidad
Expreso
Tácito
Efectos
90
UNIDAD VI
Claría Olmedo define al Actor Civil como el sujeto secundario del proceso penal, que
hace valer por sí o por representante, una pretensión resarcitoria patrimonial surgido del
hecho afirmado en la imputación.
6.1.1. Capacidad
La capacidad para ser Actor Civil o parte Civil, es la capacidad común para estar en
juicio ante los Tribunales Civiles.
En este sentido, si no tiene capacidad para estar en juicio, no podrá hacerse parte por
sí, si no con la autorización, asistencia o representación prescripta para el ejercicio de
las acciones civiles -art. 77 del C.P.P.-.
6.1.2. Constitución
91
Se trata de una manifestación de voluntad cuya finalidad está dirigida al introducirse
en el proceso penal para hacer valer una pretensión civil.
El art. 79 del C.P.P. establece que el accionante deberá fijar un domicilio legal; si actúa
un representante, también el nombre y calidad del mismo, si se trata de una persona
jurídica, el representante debe ser identificado.
También se exige que se expresen los motivos en que la acción se funda; es decir,
debe señalarse el título jurídico en virtud del cual se acciona, debiendo indicarse si es
damnificado directo por el delito, heredero de aquel o su representante; así también
indicará el daño que le ha producido el delito, aunque ésta anunciación se encuentra
implícita y no es necesario precisarla cuando se trata de delitos que de por sí son pro-
ductores de daño.
Las concesiones personales del accionante son aquellas que lo identifican en todos
sus aspectos de su vida civil.
En punto al daño que se pretende, el art. 83 en concordancia con el 350 del Código de
Procedimiento Penal, apartándose de otras legislaciones, manda al actor civil a concre-
tar la demanda dentro de los tres días del Decreto o Auto de Elevación a Juicio, debién-
dose correrse traslado de la misma al demandado, para que en plazo de seis días, la
conteste u oponga excepciones, pudiendo reconvenir.
La regla general doctrinaria para la admisión del Actor Civil en el proceso penal, esta-
blece que es necesario la pendencia de una cuestión penal.
92
6.1.6. Desistimiento. Concepto
La propia conducta del actor civil puede producir su apartamiento del proceso, que-
dando separado del mismo por su voluntad o por presumírsela.
6.1.7. Capacidad
6.1.10. Efectos
a) Instar la constitución;
c) Puede afirmar, probar, alegar y reclamar con respecto a todo lo que haga a su
interés señalando y acreditando la participación del civilmente demandado o su
responsabilidad directa, que el hecho encuadra en una figura penal siempre que
93
esa circunstancia influya de algún modo en la procedencia de la indemnización;
pero de ninguna manera, podrá pedir la aplicación de una pena o una medida de
seguridad.
En atención al sometimiento del actor civil al proceso, el mismo está sujeto en gene-
ral, a la observancia regular y legal del trámite en todo su desenvolvimiento. Debe cons-
tituir domicilio procesal dentro del radio de Tribunales, estar técnicamente asesorado,
anticipar pago para testigos, peritos e intérpretes por él solicitado, declarar como testigo
si hubiere sido citado.
Al analizar la acción civil resarcitoria, vimos que existen dos clases de responsabili-
dad: una directa que nace del hecho propio, y otra indirecta, que nace en virtud de la ley
de fondo -art. 1113 del C.C.; esta última se impone a ciertas personas que deben respon-
der por los daños causados por otras personas que deben responder por los daños
causados por otras personas que se encuentran bajo su dependencia en virtud de las
relaciones de familia o de relaciones contractuales.
Este sujeto se ubica al lado del imputado, si contra ambos se dirige la pretensión
privada, en consorcio con él en cierto modo.
94
El principio demandado y el responsable civil en su caso, es el imputado, y el tercero
ha de incorporarse con el carácter de demandado en el proceso, cuando entre él y el
imputado se pretenda la existencia de un vínculo legal que lo puede responsabilizar por
el hecho de éste y sea, además, llamado el proceso a petición de quien ejerce el poder
de accionante civil, o cuando voluntariamente se presentare.
En ningún caso el imputado puede pedir la intervención del tercero, pero si puede
oponerse a ella. Tampoco es posible incorporarlo de oficio, aunque el fiscal de Estado
ejerza la acción civil, ya que en éste caso es dicho funcionario quien debe pedir, al igual
que los particulares, la intervención del tercero.
6.1.14. Citación
En efecto, es el hecho y no el título del delito al que se debe atender para la determi-
nación de la responsabilidad civil, y el hecho no puede ser esencialmente modificado sin
una nueva imputación penal; solo en éste caso podrá existir una nueva citación con una
nueva demanda.
95
La rebeldía no suspenderá el trámite del proceso.
Quién puede pedirla: Según el art. 87 del C.P.P. pueden ser citadas para que inter-
vengan en el proceso, a solicitud de quién ejerza la acción resarcitoria, aquellas perso-
nas que según las leyes extrapenales de fondo, respondan por el imputado del daño que
cause el delito.
La citación deberá hacerse siempre hasta antes de la clausura del sumario debiendo
indicarse, entre otros requisitos, el proceso a que se refiere y el plazo en que se deba
comparecer, el que nunca será menor de cinco días. Puede ocurrir que, por adolecer de
omisiones o errores esenciales que perjudiquen la defensa del civilmente demandado,
restringiéndole la audiencia o la prueba, deba declararse nula la citación; sin embargo, la
nulidad no influirá en la marcha del proceso, como tampoco impedirá, ulterior ejercicio de
la acción civil ante la jurisdicción respectiva.
Sin embargo, aún pendiente de resolución las excepciones y defensas, las partes
civiles deberán ofrecer su prueba, bajo pena de caducidad, siempre durante la etapa
preliminar del juicio.
El art. 15 del C.P.P. establece que la acción civil deberá ser ejercida tanto por el Fiscal
de Gobierno o procuradores fiscales, cuando la provincia de Salta aparezca perjudicada
por el delito, cambiando notablemente el sistema seguidos por los otros códigos que,
erróneamente adjudican el ejercicio de esta acción a los Agentes Fiscales.
Existe también la posibilidad -según el art. 14 del C.P.P.- de que sea citado en garantía
el asegurador tanto por el actor civil cuanto por el civilmente demandado.
96
Actividad Nº 12
97
6.2. La Defensa
Según Manzini:
La defensa se nos presenta como un verdadero y propio derecho individual; por ello
es que Velez Mariconde la define como el derecho acordado a las partes de procurar
adecuadamente que el juzgador admita o desestime las pretensiones ejercidas, o sea
aquellas pretensiones sobre las cuales versa la relación procesal.
La defensa se nos presenta como la actividad procesal dirigida a hacer valer ante el
Juez en el proceso, los derechos subjetivos e intereses de las partes.
6.2.3.Reseña Histórica:
Debe indicarse que existe una íntima conexión entre la actividad defensiva y la situa-
ción del imputado, además de una innegable influencia del régimen político imperante
sobre todas las manifestaciones del Derecho Procesal Penal. En última instancia, el De-
recho procesal se ve determinado por aquel y, así como la vigencia de los sistemas
políticos despóticos se traducen en un menoscabo de los derechos del imputado y en
una concepción unilateral del proceso, los sistemas liberales respetan la libertad indivi-
dual y favorecen a los derechos del individuo.
Entre los Bárbaros, (salvo el caso de las ordalías) el derecho subjetivo que tratamos
mereció escrúpulos si el imputado, además de comparecer a juicio con sus parientes
podía elegir un patrono o procurador.
98
Al transformarse el imputado en un objeto del proceso, con la implantación del siste-
ma inquisitivo, la defensa quedó prácticamente anulada, puesto que el defensor, si exis-
tía, no tenía acceso a las actuaciones. Pero las diferentes legislaciones nos muestran
también diferencias en lo que se refiere a la defensa.
Así en Italia, se permitía la defensa por un defensor y además que recibía copia,
después de la indagatoria de las declaraciones de los testigos; pero, en el siglo XVI se
generalizó el proceso sumarísimo, en donde la defensa directamente estaba ausente.
El defensor penal fue excluido del proceso, como un personaje nefasto para la verdad
y la justicia, sin advertir que sus recursos, a veces no del todo lícitos, eran fruto del
mismo régimen; ello ocurría en la célebre Ordenanza de 1670.
Por ser la defensa un elemento esencial del proceso, ella es irrenunciable porque se
establece para tutelar un interés privado pero en virtud de un interés público: el de admi-
nistrar justicia.
99
III. No ser castigado por auto-encubrimiento.
IX. En general, hacer valer sus derechos para que: demuestre su inocencia; se ate-
nué su imputabilidad, se demuestre su inimputabilidad o la improcedencia de la
acción por las causales de la ley.
La defensa técnica generalmente ejercida por un abogado y hasta dos, según el art.
95 del C.P.P., se ejerce mediante instancias, argumentaciones, alegatos u observaciones
que se basan en normas de derecho sustantivo o procesal. Exige conocimientos jurídi-
cos que el imputado generalmente carece, sin ellos él no podría defenderse eficazmente.
100
6.2.9. El Defensor
Resulta tan importante la presencia del defensor dentro del proceso, que la ley asegu-
ra con sanción de nulidad absoluta la observancia de las normas referidas a la asistencia
y representación del imputado.
El defensor actúa dentro del proceso como representante del imputado, vale decir que
hace valer los derechos que la ley confiere a éste, y actúa en su nombre y representación
siempre que se trate de un defensor nombrado por el imputado e le que el Juez le desig-
na de oficio.
El defensor no actúa en lugar del imputado como en el derecho civil sino al lado de su
representado. La presencia del defensor no excluye la del imputado y, por regla general,
imputado y defensor deben intervenir simultánea y conjuntamente, según lo exige la ley.
Esta regla general tiene algunas excepciones, cuando los delitos están reprimidos solo
con multa o inhabilitación en los cuales, el imputado podrá hacerse representar por un
defensor con poder especial.
También, el defensor actúa en lugar de quien resulta excluido del debate por razones
superiores de orden y disciplina procesal, cuando la Cámara expulsa al imputado de la
sala de audiencia.
6.2.11. Misión
Si bien el defensor se opone a las pretensiones del acusador público debe ejercer su
misión dentro de la ley, en una forma honesta y sin perjudicar con maniobras de mala fe
la investigación de la verdad. El defensor no es un patrocinador de la delincuencia, sino
del derecho y de la justicia en cuanto puede ser lesionado en la persona del imputado.
Dice Mazini que el defensor que no profesa esta santa máxima, es un despreciable y
peligroso intrigante, un encubridor del delincuente y no un defensor del imputado.
Como la labor del defensor debe basarse en el material del proceso, si aquel adquiere
un conocimiento extra-autos que lo convence de la culpabilidad del imputado debe pedir,
no obstante, la absolución de éste, fundándose en el material probatorio introducido en
el proceso. No dejará de hacerlo, se transformaría en acusador, traicionando su misión.
101
6.2.12. Nombramiento
El defensor podrá ser nombrado en cualquier oportunidad pero, en todo caso, antes
de la declaración del imputado que es el momento en que el Juez invitará a elegirlo; si no
lo hiciere o el abogado no aceptara inmediatamente el cargo le designará uno de oficio al
que se le llama defensor oficial.
6.2.13. Sustitución
Los abogados defensores están autorizados para designar sustitutos para los casos
del impedimento legítimo, esto es cuando no pudieren continuar con la defensa fundado
en razones serias y atendibles.
102
Actividad Nº 13
objetivo:
Concepto
subjetivo:
DEFENSA
Necesidad
Poderes
- Misión
- Nombramiento
- Sustitución
103
CARRERA: ABOGACÍA
CURSO: 4º AÑO
MATERIA: DERECHO PROCESAL PENAL
PROFESOR: MANUEL DE CAMPOS
UNIDAD VII
Estos acontecimientos del mundo externo que tienen atinencia con el proceso y a los
cuales llamamos hechos pueden ser divididos en naturales y humanos.
En primer término debemos considerar los hechos naturales a los cuales damos
técnicamente el nombre de hechos jurídicos procesales, a los que podemos definir
como:
El proceso penal se resuelve mediante una serie de actos, orales y escritos; pero no
a todos estos actos podemos llamarlos actos procesales; debemos distinguir entre actos
extra procesales y actos procesales.
Actos extra procesales: son los que se cumplen fuera de la relación procesal, o de
algún modo tienen atinencia con ella, Mancini, distingue a los actos procesales en:
105
2) Simultáneos o con concomitantes al proceso: consisten en manifestaciones o
atestaciones de verdad, hechas después de la constitución de la relación procesal pero
fuera de ella, a los que atribuye la ley eficacia jurídica sobre el contenido formal o
sustancial del proceso (Ej. la declaración de revocación de la constitución de actor
civil).
La anulación de los actos procesales influyen sobre la eficacia de estos actos, ya que
los mismos presuponen la existencia de una relación procesal válida.
Clasificación
de los actos procesales:
1) Por el sujeto;
2) Por la finalidad;
3) Por su forma
a) Actos del juez: son llevados a cabo por el titular del órgano jurisdiccional del estado,
el cual está encargado de actuar concretamente la ley penal.
b) Actos del ministerio fiscal: son los llevados a cabo por el órgano estatal encargado
de la promoción y el ejercicio de la acción penal.
c) Actos de los órganos auxiliares: realizados por su jefe que cumplen una función
estatal de colaboración en la administración de justicia. Por ej. los realizados por el
secretario del órgano o por la policía judicial.
d) Actos de las partes: son los realizados en el proceso o para el proceso por el imputado,
el actor civil y el civilmente demandado.
e) Acto del tercero: son los realizados por personas que sin ser sujetos procesales,
colaboran eventualmente en la administración de justicia, tales los actos de los testigos,
intérpretes, etc.
106
Por su finalidad: es decir, lo que se propone el sujeto del mismo en relación con el
proceso. Se clasifica en:
a) Actos de promoción: son aquellos que ponen en movimiento la acción penal, dando
así comienzo al proceso. Estos actos son:
b) Los actos de investigación: son los que tienen por objeto esclarecer la verdad de los
hechos. Son cumplidos, no solo por el juez de instrucción, sino también por el agente
fiscal e incluso por la Cámara antes del plenario.
Estos actos están íntimamente unidos a los anteriores, ya que a medida que se va
acrecentando la sospecha sobre la culpabilidad del imputado, las medidas de coerción
se van haciendo más enérgicas y duraderas.
f) Actos ejecutivos: son aquellos que tienen por objeto hacer efectiva una declaración
del tribunal, sea civil o penal.
a) Orales o escritas;
b) Originales o legales;
c) Públicos y secretos.
107
Actividad Nº 14
- Hechos jurídicos
- Actos jurídicos
- Actos extra-procesales
- Actos pre-procesales
- el sujeto,
- la finalidad,
- la forma.
108
RESOLUCIONES JURISDICCIONALES
Concepto
La colegialidad
Solo es indispensable por lo que toca a las sentencias y a los autos, mientras que los
decretos y en general las providencias de mero trámite los da, en los casos previsto por
la ley, el presidente solo o un juez delegado.
Recordemos que el contenido sustancial del proceso está constituido por la pretensión
represiva y el formal, por los poderes de las partes.
Origen
Pueden adoptarse de oficio o a petición de parte. Por regla general y antes de la etapa
instructoria, el órgano jurisdiccional procede de oficio, en tanto que el plenario lo hace a
petición de parte.
En otro sentido, si bien el juez penal no tiene poder de impulsión inicial del proceso, una
vez que el ministerio público a promovido la acción penal, puede dictar toda clase de
resoluciones pendientes a impulsar y desarrollar el proceso, tanto durante la sustanciación
como durante el Plenario.
Sustanciación
Elementos constitutivos
109
Este elemento lógico, interno de la persona que emite la resolución, consiste en la
valoración legal del estado del asunto en el orden material o procesal.
Con este elemento, el órgano resuelve la cuestión que será absolviendo o condenando.
Clases:
En sentido formal, es el acto jurídico que define una situación jurisdiccional realizada
en observancia de disposiciones expresamente establecidas por la ley, y que tiene por
contenido una manifestación concreta de la voluntad acerca del fundamento de la
pretensión que se ha hecho valer.
El auto por tanto, no versa sobre el fondo de la cuestión sino sobre la forma, sobre
alguna condición o presupuesto que falta o que se considera que falta.
110
El decreto, a diferencia del auto y la sentencia, no precisa ser motivada, salvo cuando
se exija expresamente.
Motivación
Es relativa cuando las faltas de contrariedad se refieren a un punto singular del acto,
o cuando solo se hallan expuestas las circunstancias de hecho y no la de derecho, o
viceversa.
Respecto a su forma, la motivación debe ser tal cual como conviene a un acto solemne
e imperativo: concisa, clara, resuelta, autoritaria e impersonal.
Corrección y rectificación
Dentro del término de tres días de dictadas las resoluciones, el tribunal podrá rectificar,
de oficio, a instancia del fiscal o las partes, cualquier error material de aquél, siempre que
éste no intente una modificación esencial de la resolución.
Los errores de mera forma (de sintaxis, de léxico, de gramática), cuando no cambian
el sentido de lo que se quiso expresar, no da lugar a la modificación en la dirección que
venimos aplicando.
111
El excesivo formalismo procesal no constituye garantía seria para ningún interés, ya
que complica y retarda inútilmente el proceso.
112
Actividad Nº 15
- colegialidad:
- sustanciación:
- motivación:
- sentencia:
- auto:
- decreto:
113
TERMINOS
Concepto y finalidad:
Los actos procesales según es fácil advertir, lo forman una serie gradual, progresiva y
fundamentalmente concatenada; es decir la sucesión de ellas se descompone en
momentos, fases o grados de fines específicos; la ley determina un orden progresivo que
necesariamente debe ser respetado, de modo que, salvo vicios o defectos sustanciales
(unidades), el procedimiento no puede ser parado o retrotraído, lo fundamentos se hallan
estrechamente unidos entre sí, tanto que algunos son presupuestos formales de él.
Estos actos están definidos individualmente en la ley, la que les impone una serie de
requisitos formales y condiciones de tiempo que debe observarse en el cumplimiento de
aquellos.
Es lógico que así sea en salvaguarda de la justicia; la sociedad está interesada en que
sus jueces actúen con ponderación y con esmero para que la justicia se asiente en la
verdad de los hechos.
Pero las formas y los términos también están establecidos en garantía de la libertad
individual, ya que el imputado sabe de antemano cuáles serán las actividades y formas
para llegar a su condena o absolución. De nada valdrían las normas constitucionales que
protegen la libertad individual si las leyes procesales no establecieran medios de actua-
ciones. El juicio previo podría eternizarse o cumplirse de acuerdo a la arbitrio procesal
del juez.
Para Mariconde el término y el plazo significan una misma cosa y no hay, entre ellos,
diferencia alguna. Hecha esta aclaración, entremos a considerar el concepto de término.
114
Aparte de la impropiedad de hablar de «condición» definiéndola al término, es indudable
que la indicación de las formas es parcial o innecesaria.
Clasificación
Cuando el término, cualquiera de los casos citados, debe ser fijado por el juez, se
restablece ya mediante declaración expresa, ya simultáneamente a otro acto jurisdiccio-
nal, con la indicación de determinado día y eventualmente, de una determinada hora, o
como límite máximo dentro del cual se debe o se puede cumplir el acto.
115
Por su determinación en el tiempo: se clasifican en:
b) Comunes: son aquellos que están dados por las partes en su conjunto, de modo que
se cuentan a partir desde la última notificación y expiran para las partes simultáneamente.
Efecto
Este tema está relacionado íntimamente con la distinción con los términos perentorios,
prorrogables e improrrogables.
Los términos perentorios son improrrogables, salvo las excepciones impuestas por la
ley. Al ser perentorios, los términos marcan un período de tiempo dentro del cual se debe
ejercer una determinada actividad procesal bajo pena de caducidad de un derecho
subjetivo, de una facultad o una potestad pública. Por esta razón están inhibidas de la
actividad procesal de que se trata después de su vencimiento, de manera que antes de
ese momento es libre y válida en cualquier momento del plazo.
Como un corolario de este efecto perentorio, los términos no son prorrogables y así lo
dispone la ley, sino que vencen inexorablemente con el último momento de los mismos.
Momento inicial: el punto de partida para el cómputo del plazo que está constituido por
el momento inicial establecido por la ley y el juez, en función de un determinado hecho o
acto procesal (término subordinado).
116
Actividad Nº 16
117
SANCIONES PROCESALES
Concepto y necesidad
Ya hemos señalado que la ley procesal penal define a los actos procesales en forma
individual y colectiva, estableciendo normas genéricas sobre los mismos, pero reglamen-
tándolos también individualmente, al imponerles formalidades particulares y términos
dentro los cuales, cada uno debe cumplirse para tener eficacia.
Estas formas están establecidas para asegurar el buen orden del proceso y para
protegernos de la negligencia o de la mala intención, de las partes privadas y defensores,
del ministerio público e incluso de los jueces que intervienen en el proceso.
Son sanciones procesales porque hacen sentir sus efectos de las actividades proce-
sales, distinguiéndose por tanto de las sanciones civiles o disciplinarias que tienen su
causa en la actividad procesal. Tampoco son sanciones procesales (sino penales) las
establecidas para las conductas que afectan delictuosamente la actividad procesal.
Vélez Mariconde, siguiendo a Alimena, sostiene que se puede distinguir cuatro clases
de sanciones procesales, las que si bien están íntimamente ligadas entre sí, son
perfectamente diferenciables y autónomas. Las sanciones son:
Por último, la caducidad es insanable, produce la pérdida definitiva del derecho que se
ha dejado de ejercer oportunamente, sin que pueda readquirirse el mismo con
posterioridad.
118
opuesto al que se realizó anteriormente. Esta sanción deriva entonces de la incompatibi-
lidad del acto con otro anterior.
El sentido de esta sanción está dado con claridad en la frase de Chiovenda: «La cosa
juzgada es la suma de la preclusión», una vez adquirida la calidad de cosa juzgada no se
puede cumplir ningún acto de revisión de la sentencia, ya que sería incompatible con ella.
d) Nulidad: es un vicio del acto procesal del cual deriva su ineficacia y su falta de
validez jurídica. Esta es la posición de Vélez Mariconde; pero estos autores, miran al
problema, no desde el punto de vista del vicio sino desde el punto de vista de los efectos
que esta sanción produce, y dicen que la nulidad consiste en la ineficacia o invalidez de
un acto por razón de un defecto en el mismo.
Nulidad Procesal
Por lo dicho vemos que no toda irregularidad importa nulidad; no hay razón para tanto
rigor, pero esto no significa que la observancia de las formalidades procesales, cuando no
está asegurada con la conminatoria de nulidad, se remita al arbitrio del magistrado o de
otro sujeto que deba desarrollar una actividad procesal. No debemos confundir las
sanciones de nulidad con los motivos de anulación en general de resoluciones jurisdiccio-
nales, ni aún cuando éstas se funden en inobservancias de las normas procesales; la
violación de una norma establecida bajo pena nulidad, puede dar motivos a un recurso,
pero estos motivos para recurrir pueden fundarse también en la inobservancias de normas
establecidas, no bajo pena nulidad, sino de caducidad e inadmisibilidad. Es decir que los
motivos de anulación son más amplios que los de nulidad, comprendiéndolos primero a
los segundos.
119
También debemos hacer el distingo entre actos nulos y actos inexistentes. Los
primeros son aquellos que tienen un vicio que ha dado lugar a su nulidad; en cambio, los
actos inexistentes no tienen la vigencia procesal de tales pues carecen de las condiciones
esenciales que hacen que un acontecimiento sea un acto procesal.
El acto nulo ha nacido, pero ha nacido enfermo; en cambio el acto inexistente ni siquiera
a nacido. Ejemplo: una sentencia dictada por un fiscal.
Nulidad. Sistema.
Los sistemas adoptados por las legislaciones no siempre han mantenido rasgos
uniformes y, para comprender las razones de los más modernos, es preciso señalar,
aunque sea someramente, los rasgos de todos los que han tenido vigencia.
Este sistema, que puede tener vigencia en el civil, es inaceptable en el proceso penal
por el carácter público de éste y por la insuficiencia e imprecisión que implica, dejando en
manos de las partes la protección del interés social.
c) Sistema judicial: deja librado al juez la facultad de valorar las formas que no se han
observado, el que en cada caso particular declara una nulidad según la magnitud a la
gravedad del defecto que vicia al acto. Además declara la nulidad cuando se han violado
las formas sustanciales, debiendo entonces distinguirse entre éstas y las que no lo son.
120
legislación vigente sólo importa sanción de nulidad la violación de las formas que la ley
asegura, mediante expresa conminatoria de nulidad.
Esta conminación genérica establece que se entenderá siempre prescripta bajo pena
de nulidad la inobservancia de la disposiciones concernientes:
Especie: según la gravedad del vicio que la determina las nulidades se distinguen en:
a) Absolutas: son aquellas que existen de pleno derecho y como tal, deben ser
puestas de manifiesto y declaradas por el juez aún de oficio, ya que se trata de nulidades
de orden constitucional y no legal y meramente formales.
En este sentido, se establece que las nulidades absolutas podrán ser declaradas de
oficio en cualquier estado y grado del proceso. Estas nulidades son insanables, ya que
protegen la observancia de normas relativas a garantías constitucionales que son un
presupuesto de la ley procesal.
121
Actividad Nº 17
SANCIONES PROCESALES
- Preclusión
- Caducidad
- Indivisibilidad
- Nulidad Procesal
122
UNIDAD VIII
LA PRUEBA
Acerca de ese fin (descubrir la verdad real) se abre una serie de múltiples y variadas
investigaciones, encaminadas a recoger y presentar los elementos que servirán para
reconstruir la historia del hecho, porque la hipótesis de la imputación debe afirmarse en
un acontecimiento verdadero.
Concepto e importancia
123
Prueba es todo elemento introducido y cumplido por
los intervinientes en el proceso, capaz de producir un
conocimiento cierto o probable a cerca de los extremos
de la imputación delictiva.
Diversos significados
Dentro del proceso penal, la prueba aparece desdoblada en dos aspectos fundamen-
tales:
Estados sicológicos del juez: el problema de los estados sicológicos del juez está
referido a otro problema:
En primer lugar, la relación más perfecta que puede existir entre la representación que
se hace el magistrado y la realidad objetiva, el más cercano a la verdad, es la situación de
certeza. Por ella el juez se encuentra en la creencia firme de estar en posesión de la
verdad, ya que considera que la correspondencia en su representación ideológica y la
realidad material, es perfecta.
También existe un estado de duda que solo pocas veces y en teoría, se puede
reconocer; el magistrado no puede inclinarse hacia ninguna posición ya que los elementos
positivos y negativos tienen el mismo valor e idoneidad.
Por último, a partir del estado de duda se puede producir un desequilibrio entre los
elementos aludidos; unos pueden cobrar más fuerza que otros, inclinando al juez en uno
u otro sentido, sin que todavía se llegue a la certeza. Estamos en presencia de la
probabilidad; cuando los elementos positivos tienen más peso que los negativos,
entonces decimos que existe la probabilidad de la existencia del hecho.
124
Trascendencia de ellos
Los diversos estados sicológicos del juez tienen diferente importancia y trascendencia
según la etapa procesal en la que nos encontremos, y según la finalidad de la resolución
a la que se refiere.
Es decir que para condenar al imputado no basta con la mera probabilidad, sino que
es imprescindible la certeza. En este sentido, para que la Cámara pueda dictar sentencia,
no debe existir ni duda ni probabilidad.
Objeto de la prueba
Concepto: objeto de las pruebas son todos los hechos principales y secundarios, que
interesan a una resolución del juez, y que exigen una comprobación. Nosotros diríamos
que son los hechos que interesan al proceso, recae sobre la materialidad del hecho.
b) Específica: es la que sirve para integrar la anterior, a los fines de la imputabilidad del
hecho; elevándose paulatinamente desde las comprobaciones dadas por la genérica,
hasta la identificación del autor y las condiciones de imputabilidad y punibilidad referida
a esa persona determinada.
A diferencia del proceso civil, en el penal pueden ser materia de prueba los hechos
incontrovertidos, ya que el juez penal no está obligado a aceptar lo que acuerden las
partes entre sí, pudiendo comprobar libremente todo lo que estime conveniente. Si un
hecho no está probado no puede servir de fundamento al juicio del magistrado.
En cuanto a los hechos notorios (conocidos por todos) no necesitan probarse cuando
coincidan con la evidencia. No hay que confundir la notoriedad de un hecho con la opinión
de un número indeterminado de personas (vox populis).
125
a la causalidad material o síquica y a los demás elementos específicos de tales
circunstancias y acontecimientos.
Consideración en abstracto
Puede ser probado todo aquello que se manifiesta como capaz de servir al fin formal
último del proceso (la sentencia) pero el objeto de prueba no se identifica con el objeto de
la sentencia. La sentencia, salvo excepciones, versa exclusivamente sobre el hecho
encerrado en la imputación, en tanto que la prueba versa sobre el hecho de la imputación,
pero también se expande hacia otras cuestiones, desborda hacia accesorios relevantes
para la causa.
a) Elementos de hechos;
b) Principios de la experiencia;
c) La norma jurídica
1) El hecho y el juicio sobre los hechos: puede ser efecto de prueba el hecho en sentido
propio; todo aquello que nace de la vida individual o la vida colectiva en su concepción
más amplia.
126
2) La cosa material: objeto de prueba, puede ser una cosa, sea material o animada, y en
cualquier caso, referidas a las características externas de la misma y a la su contenido
interior. Puede probarse estado de vida física y estados naturales.
3) Documentos: los documentos forman una especial categoría de cosas con su peculiar
naturaleza jurídica y su importancia; la noción de documento bajo el aspecto de la
prueba penal es amplísima, por lo que debe determinarse en sentido propio y estricto.
Pero advertimos que podemos incluir dentro de esta categoría a los llamados
documentos procesales. Por ejemplo: descripciones de cosas, informes de perito,
etc.
En ciertos casos en que el documento constituye el medio de delinque (injuria por cartas
privadas) toda prueba está dentro de él o incorporada a él.
4) La persona física: la persona física también puede ser objeto de prueba en dos
aspecto: 1.- Como individualidad física y social y 2.-Como persona misma en cuanto
a sus condiciones físicas, morales, síquicas, en cuanto a sus señas particulares
externas, estados morbosos, actitudes.
Pero, como peculiar objeto de prueba puede considerarse estas reglas solamente
cuando no ha intervenido el testigo del perito en reconocimiento de la cosa, porque cuando
existe esta intervención, objeto de prueba es la cosa reconocida.
127
c) La norma jurídica: la norma jurídica puede ser objeto de prueba, sea en lo
concerniente a su existencia, sea en lo concerniente a su contenido.
Al hecho el juez aplica la norma jurídica, y esta forma parte del contenido procesal,
representa una parte esencial: en el silogismo de la sentencia, la norma es la premisa
mayor.
Aquí no se puede operar con límite sustancial, pero se puede trabajar más allá del
restringido ámbito de la imputación, sea porque la prueba puede extenderse a hechos no
comprendidos en la imputación originaria, aunque eventualmente sea porque la prueba
pudo unirse aun indirectamente por el hecho imputado, sea porque en el proceso penal
debe poder explicarse en toda su plenitud la exploración de la personalidad del imputado.
128
1. En forma principal:
2.- En forma secundaria: la relevancia del objeto de prueba puede manifestarse con
referencia a un órgano de prueba o a un objeto material de prueba. Bajo este aspecto debe
señalarse la posibilidad de que un órgano de prueba (testigo) se transforme en un objeto
de prueba (comprobación de las cualidades mentales de ese testigo).
No importa determinar qué normas jurídicas o que regla de la experiencias como objeto
de prueba, han de ser pertinentes a la materia del proceso o influir en la razón del juzgador;
en verdad su relevancia es dada por su subordinación a la pertinencia y relevancia del
hecho al cual deben aplicarse.
129
Actividad Nº 18
a) Relacione los conceptos de:
- Hecho delictuoso
- Verdad
- Prueba
- Sentencia
130
ACTIVIDAD PROBATORIA
Concepto
131
En cambio, en el proceso inquisitivo, la figura y la función del juez se agigantan desde
que quedan en sus manos todos los poderes de la impulsión procesal.
Como ya hemos visto, el curso histórico del desenvolvimiento del proceso ha mostrado
una intervención cada vez mayor del estado, impregnando al proceso de un cada vez más
bajo carácter público, tanto en su contenido cuanto en su fin.
Momento
Según Vélez Mariconde, la prueba exige el ejercicio de una serie de actos procesales
que se pueden agrupar en tres momentos:
Precisamente porque en el proceso penal rige el criterio de la verdad efectiva y real, las
partes no tienen el mismo poder dispositivo sobre la prueba; el juez de instrucción es el
que decide sobre la misma y teniendo un poder autónomo de investigación, puede por sí
mismo sin necesidad de excitación de las partes, proveer a la introducción de prueba que
haga al descubrimiento de la verdad real.
En el Código Procesal de la Provincia de Salta existe una norma que obliga al juez de
instrucción a evacuar la sita que hubiera hecho el imputado en su declaración indagatoria,
vale decir, a proveer a la prueba de aquellos dichos del imputado en su descargo.
132
b) Percepción: consiste en el hecho de tomar conocimiento, en el modo prescripto por
la ley, de los elementos de prueba producidos en el proceso.
En este momento el juez toma conocimiento directo del elemento probatorio: interpreta
a los testigo, practica la inspección ocular, etc.
Durante la instrucción, están limitados los poderes que tienen las partes con respecto
a la recepción, pero en el juicio propiamente dichos los mismos se vuelven amplísimo. Así,
con respecto a la prueba testimonial, durante el debate, primero interroga el presidente del
tribunal, luego los vocales del mismo, después el ministerio fiscal y por último el imputado,
sin perjuicio de la intervención de los sujetos secundarios de la relación procesal (actor
civil, civilmente demandado).
c) Evaluación: consiste en el anuncio crítico hecho por el Magistrado, del resultado del
examen probatorio, y en la consiguiente libre convicción de aquél, acerca de los
concluyentes de esa misma prueba respecto de los fines procesales. La valoración por el
sistema que seguimos, debe ser escrupulosa y seria.
Estos dos últimos sistemas que mencionamos, lo podemos analizar brevemente así:
a) Sistema de la prueba legal: es propio del sistema inquisitivo; los poderes del juez se
ven restringidos pues está predeterminada la manera en que deben probarse ciertos
hechos y está establecido el valor de ciertos medios de prueba. El valor de los medios
de prueba puede estar determinado en este sistema, de manera positiva o de manera
negativa: determinación positiva de la prueba: si se cumplen ciertos requisitos de ley,
el juez puede darse por convencido de la verdad de los hechos, por ejemplo: la
declaración de dos testigos en circunstancia de lugar, tiempo y hecho hacen plena
prueba.
Libertad de la prueba
Concepto y fundamento
Teniendo como norte el principio de la verdad real, que rige en todo el proceso penal,
es indudable que para lograrla debe darse, entre otras garantías, una amplia libertad en
materia de prueba.
133
Una vez abandonada la idea de que el imputado debe ser objeto de persecución en el
proceso -posición típica del inquisitivo- y una vez afirmado ese principio de la verdad real,
surge como corolario la libertad de la prueba; es en ésta en donde el juez va a buscar su
convicción.
La libertad del objeto de prueba: el criterio directivo que desde este punto de vista
sustancial rige el objeto de la prueba, es la libertad de ella, su fundamento es la suprema
existencia de la investigación de la verdad real e histórica que impregna todo el proceso.
Hay sin embargo, algunas limitaciones de índole formal, pero éstas deben ser denuncia-
das por la ley, en cuanto la misma, excluye ciertos hechos de la órbita de la prueba.
La prohibición que impide la prueba de ciertos hechos puede ser absoluta o relativa,
según que impida la prueba del hecho en todos los casos limitación absoluta al objeto de
la prueba, o para determinar medios (limitación reducida a la prueba en cuanto a sus
medios).
Es decir que según este principio de libertad, las operaciones en las cuales el medio
de prueba se concreta, no tiene límite absolutamente prefijado en la ley, la ciencia, la
técnica y el arte; estos últimos pueden descubrir o crear nuevas manifestaciones
humanas, y éstas, en cuanto sirvan a los fines del proceso penal, pueden ser incorporadas
como medios de prueba al mismo.
134
a) Sustancial: en el sentido de que el medio escogido no sea prohibido por la ley;
a) Expresamente prohibido por la ley; no podrán presentarse como prueba las cartas
o documentos que se envían o entreguen a los defensores para el desempeño de sus
cargos, si se han obtenido mediante secuestros; ni proponer como testigo contra el
imputado a su cónyuge, ascendientes, descendientes o hermano, salvo la excepción que
la misma ley preve; ni considerar como prueba los testimonios de aquellos sobre los que
pesa el deber de guardar secreto profesional; ni la lectura de deposiciones testimoniales
dadas en el sumario, durante el plenario, en los casos no permitidos por la ley.
135
Actividad Nº 19
a) Defina el concepto de actividad probatoria.
136
VALUACION DE LA PRUEBA
Concepto
Esta valoración se realiza por el juzgador y en el ministerio público, con igual criterio en
tres momentos fundamentales:
2) Cuando ambos órganos del estado, en la fase intermedia, deciden si han reunido
elementos probatorios suficientes para elevar la causa a juicio, o corresponde sobre-
seer en ella o disponer una prórroga extraordinaria de la instrucción.
3) Cuando el ministerio público emite sus conclusiones finales, después del debate, el
Tribunal de juicio dicta sentencia definitiva de absolución o de condena. Para dictar el
procesamiento y la prisión preventiva del imputado, o el auto de elevación a juicio, no
es necesario que el juez llegue a la conclusión de la culpabilidad del imputado, sino que
basta la grave probabilidad de la misma.
a) el de la prueba legal;
b) el de la intima convicción, y
Prueba legal: este sistema es una resultante del inquisitivo, que situando al juez en una
posición preeminente y quitando al imputado su condición de sujeto procesal, para
entregarlo inerme en las manos omnipotentes del inquisidor debía establecer un freno a
esa omnipotencia, limitando sus poderes en el momento de la valuación de la prueba; este
método, más que una coerción a la conciencia del juez, aparece como una eficaz
protección del imputado frente al juez, y también una potente ayuda para el último, la ayuda
de una más amplia y profunda experiencia, de una experiencia secular y colectiva, de una
experiencia por así decir, codificada.
137
Vélez Mariconde recuerda un caso en que se apresó a un ladrón de herramientas que
confesó ampliamente su delito, encontrándose también el cuerpo del delito y que, sin
embargo, fue absuelto pues no se pudo ubicar a los damnificados para que declararan
contra el delincuente. Como vemos este sistema lleva a casos absurdos.
Este sistema, que deja absolutamente de lado al anterior y que consagra la irrespon-
sabilidad del juzgador, es típico de los procesos por jurador, cuya ignorancia hace que sea
imposible exigirles las motivaciones de sus decisiones.
Sin embargo, esta crítica no es exacta, ya que el jurado debe formar su convicción
mediante un análisis profundo y lógico de los hechos, por un trabajo de reflexión, de
conciencia y someterse el mismo a las reglas de la lógica.
Libre convicción o sana crítica racional: este es un sistema en que la ley no impone
normas generales para acreditar algunos hechos delictivos (como la relativa al cuerpo del
delito), y determina abstractamente el valor de la prueba, sino que deja al juzgador en
libertad para admitir toda prueba que se estime útil al esclarecimiento de la verdad y para
apreciarla conforme a las reglas de la lógica, de la sicología y de la experiencia común.
Estas reglas son las únicas que gobiernan el juicio del magistrado y precisamente,
porque estas reglas son propiamente de la naturaleza humana, el sistema está cubierto
de desviaciones arbitrarias o de una tiranía de los criterios subjetivos del juzgador.
El Magistrado debe guiarse por la lógica, y aún cuando la ley no se refiere expresamente
al sistema de valuación fundado en aquello, el mismo surge de la obligación de motivar
las sentencia, es decir que si la motivación exige un análisis lógico de los hechos y la
explicación de las razones que han llevado al juez a dictar en un sentido más bien que en
otro, el imperio de este sistema surge implícitamente de la obligación de motivar.
138
Actividad Nº 20
Prueba Legal
Intima Convicción
Libre Convicción
139
140
UNIDAD IX
Para tener carácter de prueba, debe ser hecha en forma oficial y según los modos
establecidos por la ley. Esta es una prueba originaria porque ella es contemporánea al
hecho y no admite, entre la materialidad probatoria y el juez, ningún intermediario, pero
no por eso debe entenderse que el juez no puede ayudarse con otras personas para
comprobar los hechos.
El juez puede ser ayudado por otras personas, siempre que la comprobación la haga
él; por esta razón, las observaciones hechas por otros oficiales públicos, no constituyen
prueba de comprobación aunque sean hechas por orden del juez.
Objeto: el objeto de la comprobación judicial puede ser toda materialidad capaz de dar
una percepción sensorial. No se puede establecer limitaciones, todo lo que tenga esta
calidad puede ser comprobado por el juez.
Este medio de prueba no está impuesto ni excluido por la ley, y procede cuando a
criterio del juez sea útil para averiguar la verdad real.
Existen varios posibles objetos de esta prueba, sin que pueda tomarse la enumeración
que la legislación a veces hace con carácter taxativo, así la comprobación judicial se puede
referir a:
141
Procedimiento: Nos remitimos a las normas dictadas en los códigos de procedimien-
tos penales que, por su claridad resulta suficiente leerlas no requiriendo comentario
alguno.
Los Códigos de Procedimiento Penal traen una serie de garantías respecto a las formas
de practicarse, los requisitos que deben llenarse para que estos registros sean válidamen-
te realizados en los locales, en virtud de que se trata de un bien protegido constitucional-
mente.
La operación se hace constatar en un acta con la firma del requisado, si quisiera firmar,
haciéndose constar la negativa a ello en el acta, en caso contrario.
La orden de secuestro, aún dada formalmente por el juez, no es suficiente para atribuir
la calidad de imputado a la persona que está en poder de la cosa que se encuentra, salvo
que esta circunstancia esté expresamente especificada.
Formalmente, el objeto de la medida es el llamado cuerpo del delito cuando las cosas
son pertinentes al delito; el secuestro penal de otros objetos no está permitido, salvo que
la ley lo autorice expresamente.
Esta medida debe recaer siempre sobre cosas materiales. Mancini dice que los
cadáveres también son secuestrables.
Los oficiales de policía pueden tener acceso a las oficina e instalaciones telefónicas
públicas, para trasmitir, interceptar o impedir comunicaciones, tomar conocimiento de
ellas, o tomar otros informes; pero esta medida pertenece originariamente al juez quien
podrá ordenarla siempre que la considere útil.
142
Respecto a las interceptaciones telefónicas, este acto pertenece a la llamada coerción
«in re», no porque la comunicación telefónica sea una cosa, sino porque la autoridad está
investida del poder de someter de un modo, a la propia voluntad, dirigida a la consecución
de un fin de policía judicial o de inspección procesal.
Requisa Personal
Es importante hacer notar que no se puede practicar requisas sobre personas que
gozan de inmunidades diplomáticas o políticas.
La búsqueda se puede hacer tanto en objetos que la persona lleva o tiene, como en los
medios de transporte de que se sirve, salvo que le sirvan de habitación, como también
inmediatamente en el cuerpo, mediante inspecciones oculares o manuales ya sea con
medios mecánicos o drásticos.
Prueba testimonial
Nociones Generales: debe recordarse en primer término que, si el fin inmediato del
proceso es el descubrimiento de la verdad real en su aspecto objetivo y subjetivo, es decir,
los llamados extremos de la imputación delictiva, la prueba resulta indispensable para
alcanzar el objetivo. Y es tanta la importancia de ello, que bastaría pensar que la justa
actuación de la ley y la recta administración de justicia, en sede penal, solo es posible,
sobre la base de esclarecer la verdad, para que aquella conclusión encontrara el respaldo
definitivo.
En un principio fue la única prueba que se conoció para que el juez pudiera teóricamente
reconstruir un hecho; en la antigüedad se desconocía la pericia y la confesión, que fue la
primera modificación seria que se introdujo al sistema acusatorio.
143
Algunos autores, entre ellos Carnelutti, refieren que en el proceso penal la testimonial
es la reina de las pruebas y tiene razón, ya que no es posible documentar directa y
previamente el hecho criminoso. En este último, como se ha destacado bien, tenemos una
diferencia importante con el proceso civil; en el proceso penal ocurre lo contrario, de lo que
se manifiesta en el proceso civil, ya que al existir en la generalidad de los casos
documentación de las pretensiones, se considera la prueba testimonial inferior a la
documentada.
No es raro ver en los procesos civiles que se ignore por completo la testimonial; ésta
adquiere, la jerarquía de prueba principal encontrándose en un mismo pie de igualdad con
otras pruebas de fundamental importancia en el proceso penal.
Nosotros decimos:
La función del testigo es informar al juez y en sentido más amplio, hacer conocer a los
demás sujetos y partes que intervienen en el proceso, sobre extremos objetivos y
subjetivos con el fin específico de acreditarlos.
Los requisitos de un testimonio en sentido propio, están dados por cinco condiciones
a saber:
144
b) Que originariamente la declaración testifical debe ser oral, es decir que el examina-
do e interrogado, salvo excepciones para ayudar su memoria principalmente, no puede
leer declaraciones escritas sino debe responder de viva voz.
d) Este testimonio debe ser objetivo, preciso y determinado; o sea debe estar
dirigido a lograr la prueba de un hecho que se ha referido en forma concreta y
circunstanciada, por la que toda declaración debe tender a acreditarlo, y ello debe
constituir su verdadera finalidad. Por eso se descartan las simples apreciaciones subje-
tivas, que traducen juicios de igual naturaleza, aunque se acepte como objeto de prueba,
los juicios sobre los hechos.
e) Por último, que la percepción del objeto del testimonio que debe haberse recibido
fuera del proceso, se debe referir a un hecho pasado; es lo que aquel distinguido autor
llama retrospectividad.
145
Actividad Nº 21
146
DEBER Y OBLIGACION DE TESTIFICAR
Agrega el distinguido jurista que, tiene carácter de deber jurídico (alude a lo cívico) y
aunque resulte discutible, constituye el ejercicio temporal de una función pública.
Desde otro aspecto, y luego de señalar entonces que es una obligación impuesta
coactivamente, o con prescripciones expresas en las leyes represivas, como el caso de
nuestro Código Penal, cuando legisla el falso testimonio, lo que castiga no es solo la
declaración falsa, sino también el negarse a prestarlas, el callar la verdad en todo o en
parte. Agregamos que se trata de un deber, sin duda estrictamente personal que se
concreta por otra parte frente a la autoridad judicial, en ejercicio de funciones específicas
que se relacionan con ella.
Capacidad de testificar
Sin lugar a duda el testigo, o más concretamente el testimonio, debe reunir una serie
de requisitos que nos permiten hablar de una exigencia de capacidad, para ser valorada
como tal, y tener la relevancia jurídica que resulta necesaria a ese medio probatorio.
147
a) Respecto a las incompatibilidades, diremos que no pueden ser testigos los sujetos
esenciales del proceso: el juez, el ministerio fiscal, el propio imputado o, si una persona
es citada como testigo, luego se convierte en imputado no podría remitirse a lo dicho antes.
Además de los tres sujetos aludidos, son incompatible para testificar: los funcionarios
auxiliares de la justicia en el proceso que conozcan y actúen en razón de sus funciones
(secretario, escribiente, etc.).
Tampoco pueden ser testigos los peritos y los intérpretes en razón de que por su
obligación de actuar en el proceso se encuentran parcializados con una opinión, sin poder
desvincularse al prestar declaración. Lo mismo ocurre con el testigo que se encuentra
imposibilitado de ser perito.
Además, y como facultad los parientes colaterales hasta el cuarto grado civil, afines
hasta el segundo grado, tutores y pupilos, salvo que sea denunciante, querellante o
actor civil, o que el delito aparezca ejecutado en su contra o contra una persona cuyo
parentesco con ellos sea igual o más próximo al que lo liga con el imputado; todo esto
tiene un profundo sentido social y humano porque el Estado puede disponer que prive
uno u otro interés en el proceso.
En la mayor parte de los casos no hay nada que cuidar porque es el procesado el que
perturbó la tranquilidad de la familia, tal la opinión de Vélez Mariconde.
Sin embargo, estas personas no podrán negar el testimonio, cuando sean liberada por
el interesado del deber de guardar el secreto, con excepción de las mencionadas en
primer término.
148
Si el testigo invocara erróneamente ese deber de respeto, a un hecho que no puede
estar comprendido en él, se procederá sin más a interrogarlo.
2) Los médicos, farmacéuticos, parteras y demás auxiliares del arte de curar que se
encuentren en la excepción cuando conocen un delito en razón de su profesión. Esta
obligación de guardar el secreto es igualmente exigido, aún cuando el imputado
expresamente no pidiese la reserva.
Hay quien piensan que para que exista la obligación es necesario que el imputado pida
la reserva; esto no es correcto, pues el que va a buscar al médico, cuando ha cometido
un delito y resultado herido, no va a visitarlo, sino porque existe un estado de
emergencia y por lo común peligra su vida.
3) Los militares y funcionarios públicos sobre secreto de estado, en este caso existe un
interés superior, que priva sobre el general de la represión delictiva.
El objeto del testimonio, es el aspecto, materia o puntos que el testigo puede o debe
deponer en el proceso.
El objeto de la prueba es declarar sobre hechos que el testigo ha aprendido por algunos
de sus sentidos.
Se dice bien que en este caso está aportando una relación objetiva de algo que ha visto,
ha sentido o ha elaborado.
La pregunta a un testigo sobre un hecho delictuoso, no podrían hacer que éste deponga
fuera del hecho sobre lo que se le pregunta, pero eso no significa que el testigo narre de
acuerdo con sus interpretaciones, con el aporte de su inteligencia y de su conocimiento.
Recepción
Lo primero que se le debe advertir a quien presta declaración, son las sanciones que
se harán pasibles en caso de falso testimonio y de la obligación de declarar. Si se negase
a jurar en virtud de creencias religiosas o ideológicas, sólo se le exigirá promesa de decir
verdad. Después que haya declarado cuanto quiera, se le podrá preguntar.
149
Se comete el error en la instrucción de leerle al imputado lo que declaró en la policía,
limitándose en el juzgado a ratificarlo; ello no es lícito, aunque en la práctica hay razones
de celeridad que lo han hecho común.
150
Actividad Nº 22
Elabore el siguiente cuadro sinóptico:
Exceptuados
151
PRUEBA PERICIAL
Se ha dicho bien que para alcanzar el fin inmediato al proceso, al que se ubica como el
esclarecimiento de la verdad en el caso concreto sometido a juzgamiento, uno de los
elementos probatorios más importantes por lo decisivo y la forma en que incide en el ánimo
quien lo examina críticamente, lo encontramos en la pericia.
En otras palabras, ocurre a menudo, sobre todo en relación a los hechos delictuosos
claves como el homicidio, violaciones, etc. que para su juzgamiento sobre bases
verdaderas y ciertas que lo conduzcan a una conclusión justa y seria, son necesarias el
conocimiento de ciencias, artes y técnicas respaldadas en un ejercicio profesional idóneo
que constituya materia distinta al derecho, y define en consecuencia lo que es una pericia.
En el concepto de Florian:
Mancini expresa que: Pericia en relación a nuestra materia, es una declaración jurada
útil para la valoración de un elemento de prueba de la imputación, o para los fines del
procedimiento de ejecución ordenada por el magistrado penal.
Por otra parte, el propio juez es quien deberá indicar el tiempo en que debe realizar la
pericia como así también los puntos sobre la que ella recaerá, no pudiendo el perito
evadirse de dicho cumplimiento, salvo que con excusa atendible le solicitara al juez.
Por último, antes de la valuación pericial, o valoración de la misma y entre lo que resulte
importante, se establece en forma taxativa las exigencia que debe contener el dictamen
pericial, ello es lo que debe contener el escrito o lo que debe hacerse constar en el acta
y que en general se refieren a cuatro punto:
152
Valuación y valoración
Alude esto, que sin duda en doctrina no encuentra respuesta pacífica, a la apreciación
que debe hacerse respecto a la pericial, incluyendo la exacta interpretación de la misma.
Ello, junto a la gran pregunta: ¿hasta que punto, con qué alcance la pericia obliga al
juzgador y éste debe seguir sus conclusiones? Sin duda la pregunta en orden a nuestra
materia es de suma importancia, para Florian, rige el principio de la libertad para el
juzgador, que lo examina desde dos puntos de vista, es decir, respecto de la obligación
o no de recurrir al perito, de tal manera que conforme a su libre convencimiento, puede
prescindir de él. En un segundo lugar, en lo que hace a la independencia y libertad de la
apreciación de la pericia que desemboca doctrinariamente en la afirmación de que el juez
es perito de peritos. Manzini por su parte destaca que, el juez queda siempre plenamente
libre de todas las conclusiones periciales, sea que se trata del dictamen de un solo perito,
o que sea realizado por varios.
Se señala que en el siglo XVII, por la mala actuación de los peritos se afirmaba que los
juicios de los peritos eran falsos y no hacían plena prueba, pero en la actualidad se sigue
el criterio de que el juez es libre aún para apartarse de las conclusiones periciales
fundamentales.
Documental e instrumental
Se dice comúnmente con alguna razón, que la prueba documental en el proceso penal
no tiene tanta importancia como en el proceso civil, el que se basa predominantemente
en documentos.
Florian, al decir documento, indica que es todo objeto material en el que consta escrito
o impreso algún extremo de importancia para el proceso, aclarando que puede ser
escritura, en sentido amplísimo (manuscrito, escritura mecánica, telegráfica, cifras, o
ecograbado, etc.) o reproducción plástica de cualquier clase que sirva de prueba en el
proceso, siguiendo a esto último autor, el documento puede ser considerado en dos
sentido:
153
con acierto que, dado su carácter formal, procesalmente en un medio de prueba autónomo,
por lo que se le debe atribuir para toda consecuencia de derecho, la naturaleza del
documento, y no la propia de su contenido material.
Especie de documentos
Procedimiento y valor
También se ha dicho que ni la doctrina ni la ley positiva distingue con claridad dentro
de los medios de prueba, tomado este último en el sentido de medios distintos de la
actividad probatoria, entre indicios y presunciones. Y a pesar que las legislaciones
procesales generalmente usan ambos términos como sinónimos, sin duda que hay
notorias diferencias entre los dos; ello no tiene significación en las legislaciones modernas
por las distintas incidencias que la prueba presuncial e indiciaria tienen en los distintos
sistemas procesales y específicamente, en los regímenes de prueba, en referencia directa
a la valoración de la misma y en forma específica a la prueba legal y a la sana crítica
racional o libre convicción.
Por tal causa, como exactamente se ha destacado dentro de los títulos pertenecientes
a los medios de prueba, no existe un capítulo específico en nuestras leyes de sistema
mixto, que desarrollen o recepten el contenido, la forma, exigencias, fines y efectos
específicamente de los indicios o de las pruebas presunciales, que en realidad define
conceptos objetivos y subjetivos respectivamente, lo que por otra parte como antes
señalamos no sirven para diferenciarlos.
154
Señalamos que el indicio define la acción o la señal que permite conocer o indicar algo
que está oculto; más concretamente se ha dicho que es toda circunstancia cierta o
probada que se relaciona o vincula con el objeto del proceso, permitiendo inducir la
existencia de la materia que constituye el delito y demás elementos que lo rodean.
No debe olvidarse que el objeto del proceso es la concreta imputación de una actividad
delictiva o de una realidad histórica reprochada por la ley penal lo que es lo mismo, un
hecho. Para acreditar esto, que en cuanto a su exigencia fáctica constituye objetivamente
uno de los extremos de la impugnación, resulta a veces necesario recurrir también a la
valoración de indicios que por su elaboramiento lógico, categoría, valor y fuerza de
credibilidad, permitirán en el ánimo del juzgador y de las partes, construir a veces
presunciones serias y graves de culpabilidad, que permitirán en su caso, esclarecer la
conducta que se juzga en un proceso determinado.
Así entonces, pueden tenerse en cuenta todos los elementos que el juzgador tenga a
su alcance, porque tanto corresponde hacer valer los elementos concomitante en relación
al delito, como también aquellos producidos antes y después del mismo, porque todo es
objeto de prueba, aún en el carácter de la que nos oculta; por ello, se ha explicado bien,
que cuando se hace referencia al indicio como circunstancia cierta y probada que permite
inducir otro hecho, se parte de la base de la complejidad del primero; de tal manera que
un indicio, no dará la prueba de la totalidad circunstancial, debemos valorar en conjunto
para que tenga sentido y pueda tenerse una conclusión al relacionársela con el resto de
la prueba.
Prueba de confesión
Por tal razón y fundándose en pensamiento contrario, las legislaciones que siguen el
sistema inquisitivo moderado receptan expresamente a la confesión, determinando
forma, contenido, valor y aún clasificaciones de las mismas; en cambio, en nuestras leyes
155
de enjuiciamiento penal estructuradas sobre la base de que el imputado es sujeto de hecho
y no objeto de persecución, ni de prueba, no se legisla a la confesión, ya que como dijimos,
es un acto involuntario, que constituye esencialmente un medio de defensa, con el cual
el imputado tiende a demostrar su inocencia o a tomar su responsabilidad penal, en el caso
concreto.
Requisitos
a) En primer lugar se dice que la confesión debe ser judicial; entendemos que
esencialmente ella involucra la posibilidad de que se haga ante órganos de ese carácter,
por lo tanto es válida y de posible incorporación al debate la producida ante órgano
jurisdiccional en la instrucción respectiva.
Valor
156
que predominó casi siempre en la antigüedad es el criterio de que la confesión era
indivisible.
En las legislaciones del sistema mixto existe la posibilidad de valorar la confesión del
imputado, el que puede resultar absuelto como alguna vez ha sucedido. Sin embargo, sin
tener en cuenta esos extremos, que en la etapa del juzgamiento y dada la escasa entidad
de los delitos que hacen a la competencia funcional del juez en lo correccional, al revelarse
el procedimiento de este tipo de juicio, se ha dispuesto un valor especial para la confesión,
aunque la garantía de que estuviesen de acuerdo el juez, fiscal y los defensores no
cambiar su naturaleza.
Por último, debemos decir que la prueba confesional en nuestra materia, cada vez tiene
menos importancia, ya que en la práctica forense se admite que el imputado como
reacción humana común a su defensa, como indicación concreta casi siempre, condicen
o niegan la comisión de los hechos atribuidos, alegando una presunta situación de
inocencia.
157
Actividad Nº 23
158
Actividad Nº 24
159
160
FICHA DE EVALUACION
Sr. alumno/a:
CONSULTAS A TUTORIAS SI NO
161
DERECHO PROCESAL PENAL
MÓDULO 1
CARRERA: ABOGACÍA
AUTOR: Dr. ROBERTO CASTRO
PROFESOR: MANUEL DE CAMPOS
SALTA
1
2
Indice general
3
OPORTUNIDAD ................................................. 48 4.10. Trámite del incidente ................................. 70
FUNDAMENTO ................................................... 48 4.11. Declaración del imputado ......................... 70
APELACIÓN ....................................................... 48 4.12. Facultades del imputado ........................... 71
EFECTOS ........................................................... 49 4.13. Recepción de la prueba ............................ 71
SOBRESEIMIENTO PROVISIONAL Y 4.14. Interrogatorio ............................................ 71
PRÓRROGA EXTRAORDINARIA DE
4.15. Discusión ................................................... 71
LA INSTRUCCIÓN ............................................. 49
5. JUICIOS ESPECIALES ................................... 73
CONCEPTO Y FINES ......................................... 49
5.1. Correccional ................................................ 73
PROCEDENCIA ................................................. 50
5.2. Juicio de Menores ....................................... 74
EXCEPCIONES .................................................. 50
5.3. Juicio por delito de acción privada ............. 75
CLAUSURA DE LA INSTRUCCIÓN Y
ELEVACIÓN A JUICIO ....................................... 51
INSTRUCCIÓN SUMARIA ................................. 51 UNIDAD XIV
4
DIAGRAMA GENERAL
UNIDAD X
Concepto
PROCESAMIENTO
Concepto Fundamento
Cumplimiento
Cesación
PRISIÓN
DETENCIÓN
PREVENTIVA
Concepto
Objeto
Condiciones
Incomunicación
CONCEPTO
ARRESTO
COERCIÓN
PERSONAL
Concepto
Condición
Duración
FINES Sujeto
Finalidad
C.N. Art. 18
Criterios legislativos
5
6
CARRERA: ABOGACÍA
CURSO: 4º. AÑO
MATERIA: DERECHO PROCESAL PENAL
PROFESOR: MANUEL DE CAMPOS
GUÍA DE ESTUDIO
UNIDAD X
Con el objeto de asegurar los fines del proceso la ley disciplina una serie de actos de
coerción personal, que debemos estudiar, escrupulosamente, sobre todo por los perjui-
cios de tipo inquisitivo, que aún subsisten en nuestro país, a pesar del régimen democrático
de gobierno.
La primera observación que cabe hacer es que todos los actos, desde la simple citación
hasta la prisión preventiva y la incomunicación, tienen en común, a pesar de su diferencia
de matices y de intensidad, el hecho de representar una restricción o limitación de la
libertad personal, ponen en peligro uno de los bienes más apreciado de la persona, -su
libertad- aunque persiga el interés de que triunfe la justicia.
A este respecto dice Vélez Mariconde: “También en ésta esfera, la norma jurídica pe-
nal aparece como una norma límite; en cuanto circunscribe los casos que establece las
convicciones insuperables, en que el ejercicio de la potestad represiva del estado puede
imponer sacrificios a la libertad personal”.
De lo dicho, se desprende que las normas sobre coerción personal no pueden ser
interpretadas extensiva o analógicamente.
FINES
a) Evitar que el imputado, por estar en libertad, realice actos tendientes a eludir la justicia,
poniendo trabas a su acción, como si se confabulara con sus cómplices con ese
propósito, o si soborna o amenaza a testigos o hace desaparecer los rastros del delito,
o borra huellas del mismo etc.
7
En todo caso, el sacrificio impuesto a la libertad personal obedece a la necesidad de
asegurar el imperio efectivo del derecho penal.
FUNDAMENTO Y CARÁCTER
Peña Guzmán, sobre el tema, afirma que la prisión del procesado sólo puede basarse
en una sospecha por vehemente que sea, pero no puede ser un anticipada aplicación de
la pena. El Estado puede recurrir a la detención provisoria cuando se encuentra en la
necesidad de hacerlo.
Por otra parte, el daño jurídico que se trata de evitar con estas medidas, hace que las
mismas se tornen sólo ante el peligro actual y concreto, debiendo siempre imponerse a
solo título de cautela y nunca de sanción anticipada. En otras palabras, sólo puede ser
autorizada en la medida de la más estricta necesidad ya que si así no fuere se estaría
violando el principio de inocencia, al que aludíamos al comienzo de éste punto.
De esto resulta que el acto de coerción sólo puede ser de carácter provisional y
cautelar; que por naturaleza es una garantía que la ley consiente para asegurar su vi-
gencia efectiva y que se basa en una necesidad de tutela jurídica.
NORMAS CONSTITUCIONALES
Como ya lo hemos adelantado la coerción está limitada por las normas constituciona-
les, las cuales son sumamente genéricas; en los casos de interpretación y de las garan-
tías de la constitución nacional, contribuyen a aclarar el significado de las mismas una
correcta lectura de la ley procesal.
CONSTITUCIÓN NACIONAL
El art. 18, al prohibir el arresto de una persona sin orden escrita de autoridad compe-
tente, está consagrando los límites de la restricción a la libertad personal.
Jofre: piensa que las normas procesales que autorizan la aprehensión policial en los
casos de flagrancia, no han tenido en cuenta esta norma constitucional, aún cuando
obliguen a la policía a poner inmediatamente al aprendido a disposición del juez.
Nosotros hacemos distingo entre la aprehensión, arresto y prisión; para estas dos
últimas medidas es indispensable la orden escrita del juez, no así para la simple deten-
ción, la cual puede hacerse a los fines de investigación o de prueba testimonial, para el
que las leyes procesales establecen una limitación a las normas constitucionales.
8
La interpretación literal del artículo 18 nos llevaría a sostener que nuestras constitu-
ciones provinciales y leyes provinciales están en franca pugna con el dispositivo consti-
tucional. Pero debemos hacer una interpretación teleológica e histórica, y entonces vere-
mos que estamos en presencia de una garantía que establece la ilegitimidad del estado
de prisión, toda vez que el mismo no esté fundado en orden escrita de autoridad compe-
tente; se da con esta norma fundamento al Hábeas Corpus.
No exige por tanto la norma que comentamos que existan indicios vehementes de
culpabilidad para emitir orden ni que la misma deba ser precedida de un sumario.
Por otra parte, si la Constitución permite el arresto de un legislador cuando sea sor-
prendido in fraganti, sería absurdo suponer que lo que se puede hacer con respecto a
una persona, que goza de prerrogativas constitucionales, no se puede hacer con otras
que no la tienen.
En términos generales, salvo las excepciones que surjan de la propia carta funda-
mental, competente para emitir una orden de detención, sólo puede ser un funcionario
que forme parte del poder judicial, esto es, que integre la entidad jurídica del órgano
regularmente encargado de administrar justicia.
CRITERIOS LEGISLATIVOS
Además, teniendo en cuenta que las medidas de coerción sólo pueden ser aplicadas
a título de cautela, pero nunca de anticipo de la pena, surge la necesidad de que se
legisle positivamente a fin de poner, de acuerdo con los criterios denunciados límites a la
posible restricción de la libertad.
a) Es preciso restringir la detención como medida originaria, cuando el delito del que se
trata no está reprimido con pena privativa de la libertad, salvo los casos de flagrancia
o de temor fundado de que el imputado tratará de violar la acción de la justicia, ya que,
en estos casos, basta con la simple citación del imputado para que comparezca.
9
b) Por las mismas razones antes expresadas, no se puede permitir la prisión preventiva
cuando el delito que se imputa no está reprimido con pena privativa de libertad. Por
eso sería inconstitucional toda norma que autorice la prisión preventiva para delitos
sólo reprimidos con multa o inhabilitación, ello se desprende de la expresa normativa
que rige la materia.
c) Si reconocemos su naturaleza cautelar, será preciso que la prisión preventiva sea
autorizada sólo cuando en concreto exista el peligro de que el imputado eluda la ac-
ción de la justicia sea por la gravedad de la pena que la ley establece, sea por sus
antecedentes personales.
d) La excarcelación es procedente siempre que el juez considere le corresponderá con-
dena de ejecución condicional, de acuerdo con los criterios del Código Penal aplicado
concretamente en el caso art. 26. Es la solución dada en todos los Código de Procedi-
mientos Penales.
e) La sola pluralidad de infracciones no debe ser óbice para que nunca deba ser más
suave la medida cautelar que la efectiva amenaza penal. La excarcelación en estos
casos podrá acordarse cuando la suma de las penas establecidas en la ley no exceda
el monto legal.
f) Finalmente, la naturaleza del delito o la presunta culpabilidad del procesado, salvo que
por el segundo sea probable su designio de eludir la acción de la justicia, no debe
tenerse en cuenta para negar la excarcelación.
Si bien el proceso normal consiste en que para asegurar la presencia del imputado en
el proceso, se ejerce contra él diversas medidas de coerción que van desde la simple
citación hasta la presión preventiva, en los casos en que se inicie un proceso sin la
presencia del imputado o cuando se está por iniciar, la ley actual a la persona sospecha-
da el derecho de presentarse “motu propio”, sin necesidad de ninguna citación o medida
de coerción, ante el órgano jurisdiccional que entiende en la causa.
FORMAS DE COERCION
Todas las medidas que tienen por objeto asegurar los fines del proceso penal están
graduadas según criterios diversos de la Ley Procesal Penal, de modo que la intensidad
de la coerción se ajusta a las necesidades de cada caso particular referidos a la grave-
dad del delito, a los antecedentes del imputado y a las diversas etapas del proceso.
10
Otras medidas preventivas, como la fijación del domicilio, o la prohibición que se impo-
ne al procesado de vivir en un determinado sitio, procura suplir en cierto modo aquella
prisión, mientras la ley autoriza también la medida de seguridad previsional.
CITACIÓN: CONCEPTO
Si la persona contra quien se ha iniciado una causa o contra quien se está por iniciar
no se presenta voluntariamente, el juez puede ordenar su citación o su detención a fin de
tomarle indagatoria, en donde el presunto culpable podrá alegar todo lo que tenga para
decir en su descargo o para presentar prueba de su inocencia a las que estimó oportuno
hacer.
Tanto la citación como la detención tiene por objeto hacer comparecer al imputado
para que preste declaración, pero existen entre ellas una distinción de grado, ya que la
detención necesita cierto fundamentos y convicciones, en tanto que la citación es la más
leve restricción de la libertad personal.
Podemos definirla como la orden dirigida al imputado para que comparezca a prestar
indagatoria ante el instructor, en la oportunidad o lugar fijado, bajo el apercibimiento de ser
detenido y obligado por la fuerza a comparecer.
Podemos decir que la citación es la más leve de todas las formas de coerción y con-
siste en el llamamiento convocatorio de la persona indicada como supuesto autor del
hecho para que comparezca ante la autoridad competente el día, hora, y lugar estableci-
do, a prestar declaración. La ley establece condiciones para que proceda la citación, las
que están dadas en sentido positivo y también en sentido negativo.
Al juez le está prohibido detener cuando no se dan estas condiciones (ej. caso de
flagrancia, cuando haya motivo para presumir que no cumplirá la orden, etc.).
Es de hace notar que los requisitos señalados en la ley deben ser observados no sólo
por el juez sino también cuando intervienen, excepcionalmente el Ministerio Público o la
Policía Judicial.
CONDICIONES
11
b) Que pueda corresponder condena con ejecución condicional, aún cuando
tenga pena privativa de la libertad:
c) Criterio amplio: que procede siempre la excarcelación del imputado.
FORMAS
DETENCIÓN SUBSIGUIENTE
ARRESTO: CONCEPTO
SUJETO
Pueden disponer el arresto como vimos, tanto el Juez de instrucción, cuanto los ofi-
ciales y auxiliares de la policía judicial. En verdad, en nuestro Código de Procedimiento
Penal aunque está creada la policía judicial todavía no se la ha puesto en funciones.
FINALIDAD
12
CONDICIONES
Al efectuar el arresto a personas que solamente son testigo del hecho, debe tratar de
evitarse posibles abusos, por los que se establecen en la ley las siguientes condiciones
para la procedencia de la medida:
DURACIÓN
Ambas medidas -no retirarse del lugar o el arresto-, no podrán prolongarse por más
tiempo que el indispensable para recibir las declaraciones a las que se procederá sin
tardanza y en ningún caso durarán más de 24 horas.
CONVERSIÓN Y SANCIONES
Llegado a este punto debemos aclarar que en el caso de que no exista policía judicial,
las mismas funciones las desempeña la policía administrativa o preventiva.
DETENCIÓN, CONCEPTO
Cuando se habla de la facultad de detención por parte del agente fiscal, se entiende
que se refiere a aquellos sistemas distintos al Código de Procedimiento Penal de la Pro-
vincia de Salta, en donde no está incluida la institución de la citación directa.
13
OBJETO
La detención como al igual que la citación tienen por objeto recibir la indagatoria al
imputado, aunque se funda en motivos más grave que la citación.
Si una detención procede directamente sólo cuando aquél (el delito) está reprimido por
una pena privativa de la libertad, también puede ser, como ocurre en otros casos, la
medida indirecta o subsiguiente a la citación cuando el imputado no concurra oportuna-
mente.
CONDICIONES
Para que el magistrado pueda obtener la detención de una persona, debe exigir funda-
mentos para recibir indagatoria, esto es, motivo para sospechar que la misma ha partici-
pado en la comisión del hecho punido, el magistrado entonces debe examinar los ele-
mentos de convicción y determinar en cada caso si procede o no a la detención; pero no
se trata de una apreciación seria, objetiva, medulosa que se basen en elementos exter-
nos que indiquen la comisión del hecho punible.
La apreciación debe hacerse en cada caso particular, y debe resultar de ella una
responsabilidad efectiva del agente, ya que no basta que el mismo haya cometido un
hecho típicamente antijurídico si el juez encuentra en el caso particular, causa de exclu-
sión de la culpabilidad o de antijuridicidad, no debiendo ordenar entonces la detención.
APREHENSIÓN PRIVADA
En los casos que la ley preve, los particulares están autorizados a practicar la apre-
hensión, debiendo entregar inmediatamente al aprendido a la autoridad policial. Con esta
disposición, se permite el ejercicio de una función pública y la cooperación de los particu-
lares en la administración de justicia, si bien esto no es más que una facultad que puede
o no ser ejercida.
INCOMUNICACIÓN
14
Pero si se impone la incomunicación absoluta, la misma no puede ser prolongada, ya
que más que un medio preventivo, pasa a ser tortura moral. Atento al grave carácter de
esta medida, como los jueces deben ser cautelosos al decretarlas y sólo debe hacerse
en los casos de estricta necesidad o, para decirlo con palabras de la ley: “el juez decre-
tará la incomunicación del detenido por un término no mayor de 48 horas, cuando existan
motivos para creer que se pondrá de acuerdo con los cómplices u obstaculizará de otro
modo la investigación”.
PROCESAMIENTO
CONCEPTOS Y VALORES
Una vez recibida la declaración del imputado, el Juez debe resolver si existen medios
suficientes para continuar la causa contra el imputado (en cuyo caso dictará auto de
procesamiento), o si por el contrario, corresponde dictar auto de falta de mérito, sin perjui-
cio de la facultad que le incumbe de sobreseer en la causa.
Es decir, que esta declaración resulta de un juicio lógico del juez que considera como
probable la existencia de un hecho delictuoso y la autoría del imputado, probabilidad que
se asienta en graves sospechas.
ADVERTENCIA
Es decir que esta declaración resulta desde el juicio óptico del juez que considera
como probable la existencia de un hecho delictuoso y la autoría del imputado, probabili-
dad que se asienta en grave sospecha.
15
Desde el procesamiento, las partes conocen la prueba que el juez ha considerado
relevante y pertinente, pudiendo entonces fundar sus pretensiones reforzándolas o ata-
cándolas. Por otra parte, es indudable que el auto de procesamiento constituye un presu-
puesto formal de la acusación, es decir, un antecedente indispensable de la elevación de
la causa juicio.
Otro importante carácter del procesamiento reside en que el mismo circunscribe, de-
limitan el requerimiento fiscal de elevación a juicio.
AUTORIDAD COMPETENTE
SUJETO PASIVO
Las personas que resulten indicadas como partícipes de un delito por cualquier acto
inicial del proceso, se transforman con el auto de procesamiento en procesados. Esta
calidad jurídica sólo puede ser adquirida por el imputado, el que es en todo caso, un
sujeto pasivo del procesamiento.
Lo dicho se da en todos los casos, ya que si bien es posible el inicio de una causa
contra un desconocido, el presunto culpable queda individualizado en la indagatoria, al
establecer la ley que en ningún caso podrá concretarse el procesamiento, sin haber reci-
bido declaración indagatoria al imputado o sin que conste su negativa a declarar.
FUNDAMENTO
16
El fin general mediato del proceso es la actuación de la ley, en tanto que la investiga-
ción de la verdad aparece como un fin inmediato como un fin inmediato, específico, que
se debe considerar como medio para alcanzar el fin genérico.
A una mera tarea mecánica de cotejar la norma o, mejor dicho, con la figura típica
contenida en la norma, aplicar la ley significa no sólo individualizar a quienes físicamente
imputable de un hecho típico, sino también afirmar la antijuridicidad del mismo y la culpa-
bilidad del autor. En una palabra reconocer si existe o no el delito, es decir un hecho
punible.
a) Si existe un acontecimiento del mundo externo que reviste los caracteres de un hecho
penal o figura delictiva, y sea la expresión de una conducta voluntaria;
b) Si existen elementos de convicción suficiente (los llamados indicios vehementes de
culpabilidad), para juzgar que el imputado tuvo participación en el delito, como autor
material, cómplice primario, secundario o instigador;
c) Si esta conducta es antijurídica, o sea, contraria al derecho en su totalidad, entendido
como organismo unitario, es decir que debe existir una contradicción entre el hecho del
hombre y el derecho;
d) Si el autor es imputable por razón de su edad, sin perjuicio de las medidas tutelares
que la misma ley autoriza. Cuando aparece que el imputado no comprendió la crimina-
lidad del acto o no puede dirigir sus acciones por influencia de alteración morbosa de
sus facultades, el procesamiento puede ordenarse a los fines de la posible medida de
seguridad que se establece.
Si se trata de una enfermedad mental, aquella puede disponerse provisionalmente,
integrándose a la persona del incapaz.
e) Si el presunto autor o cómplice es culpable del hecho cometido, ya sea a título de dolo
o de culpa o se excluya cuando obró por error del hecho excusable o violentado por
amenaza de sufrir un mal grave e eminente.
f) Si no media una condición provisión excluyente de pena.
FORMA
Los Códigos Procesales Argentinos establecen la forma que debe tener el auto de
procesamiento porque deberá ser fundado y contener bajo pena de nulidad los siguiente
requisitos:
1) El nombre del imputado, sus generales o cualquier circunstancia que sirva para identi-
ficarlo; se trata de establecer su identidad, no importando en forma prominente su
identidad nominal;
2) Una somera enunciación de los hechos que se le atribuyen, que sirva a los efectos de
determinar clara y precisamente el hecho atribuido y la participación del imputado en
el mismo.
3) La motivación de la medida, en forma sucinta y específica, con indicación de las
pruebas en que se funda.
4) La calificación legal del hecho, con la mención de la disposiciones aplicables.
5) El dispositivo, es decir, la orden de procesamiento.
6) La firma del juez y del secretario. Es de hacer notar que tanto la legislación nacional
como la nuestra exigen expresamente que el auto de procesamiento sea fundado, por
lo que el magistrado debe señalar en la orden las razones que le han inducido a dictarla.
17
En forma concisa, se deben indicar la prueba en que reposa la medida, haciendo una
relación de los hechos, y estableciendo la presunta participación del imputado.
La motivación debe ser expresa, concreta y específica, por lo que en los casos de
concursos delitos, cada uno de ellos debe ser considerado en particular.
Por otra parte, la exigencia no debe exagerarse, ni olvidarse de que se trata de un auto
de procesamiento, confundiendo la medida con un sentencia, la motivación de ser mucho
más compleja y perfecta.
PLAZOS
En el plazo de los días que según cada código establezca como por ej. de 15 días en
el Código de Procedimiento Penal de la Provincia de Salta, a contar de la declaración del
imputado, el juez dictará el auto de procesamiento siempre que medien las circunstan-
cias que ya se hizo referencia, párrafos anteriores.
En el caso del arresto, no debe computarse en el plazo, las 24 horas que aquel pudo
llegar, ya que corresponde contar desde el momento en que el arresto se transforma en
prisión.
Los plazos se hayan establecidos en garantía de la libertad del imputado, para evitar
demoras o violaciones que desconozcan que él puede ser inocente. Por eso, con el plazo
se establece el interés público siendo por tanto irrenunciable, la voluntad del imputado no
puede disponer la extensión de dicho plazo y es, en ese caso, concretamente irrelevante.
En cuanto, al juez si prolongara la privación de la libertad del imputado, incurre en delito
sin perjuicio de las medidas disciplinaria que corresponda aplicar al juez.
CARÁCTER
Las notas que hemos puesto en manifiesto sobre el procesamiento explican las dispo-
siciones legales que a continuación referimos: los autos de procesamiento y falta de
méritos no podrán ser revocados y reformados de oficio durante la inspección.
Así, si más adelante de las investigaciones resultan delictuadas las condiciones que
lo motivaron, procede su revocatoria. Si por el contrario, surgen nuevas circunstancias
penalmente relevantes, no tenidas en cuenta en el acto primitivo, procede su ampliación;
también en cierto caso cabe la simple modificación.
Estos poderes corresponde al juez de instrucción que podrá ejercitarlo por medio de
auto fundado, pero también podrá ser ejercitado por el tribunal de alzada si el auto ha sido
apelado.
18
FALTA DE MÉRITO
RECURSOS
Esta medida restrictiva afecta al imputado durante toda la sustanciación del proceso, a
menos de que se le conceda la libertad provisoria o caucionada y es impuesta al orde-
narse el procesamiento, salvo que la pena que corresponda al delito sea de multa o
inhabilitación.
Por la misma naturaleza de la medida, debemos ver en ella como una cautela que se
impone al procesado a fin de asegurar la vigencia del orden jurídico-penal, evitando que
el imputado imposibilite el juicio, ausentándose, o que, luego de impuesta la sanción, la
eluda fugándose.
Esta medida de restricción, que es la más grave que se puede imponer a la libertad del
individuo, encuentra su fundamento en el interés social por la vigencia del derecho, ante
el cual debe ceder el interés individual por la libertad.
19
características peculiares que es que el delito o el concurso de delitos tenga pena priva-
tiva de la libertad y además se exige que no le corresponderá condena de ejecución
condicional, de modo que no estando esas condiciones el juez no tiene porqué dictar la
prisión preventiva.
CÓMPUTO
Para computar la prisión preventiva a los efectos del Código Penal, es necesario esta-
blecer cuándo empezó y cuándo terminó la misma.
1) Si bien la ley procesal crea distintos medios de formas de restricción de la libertad personal,
cuando se trata de computar la prisión preventiva a los efectos de derechos sustancial, no
cabe hacer diferencia entre esos diferentes modos o formas de restricción (arresto, deten-
ción, prisión preventiva). Cualquiera sea el título de la restricción, por consiguiente, como
prisión preventiva se computa el tiempo que, a los fines del proceso, se privó de la libertad al
encausado. Prisión preventiva es igual a privación de libertad.
2) De lo dicho, se desprende que el momento inicial a partir del cual se contará la prisión
preventiva es aquel en que efectivamente se dictó, sino a partir del cual, por cualquier causa,
el imputado se vio restringido en su libertad personal.
3) La terminación de la prisión preventiva, a los efectos de cómputo, ha de fijarse por la fecha en
que la sentencia condenatoria adquiera autoridad de cosa juzgada, la cual señala también el
momento en que el procesado debe convertirse en penado, por su internación en el estable-
cimiento carcelario correspondiente.
En cuanto en los casos de evasión, excarcelación o libertad previsional, el tiempo que estas
situaciones duran, no se computan en la prisión preventiva.
4) En caso de acumulación de causas los actos cumplidos en una causa antes de la reunión, no
se refieren a las otras, de manera que cuando en una se ordena la prisión preventiva, esta
medida fue habilitada a esa causa aún después de la acumulación. Luego, el cómputo de
aquella sólo abarca la surgida por el procesado con motivo de la causa en que se dictó su
condena, sin que pueda imputarse a otra por la que se lo absuelve.
Así, cuando un procesado pertenece a una segunda causa, si está excarcelado, la presente
computa desde que se le volvió a privar de su libertad.
5) Por falta de disposiciones expresas, tanto en el Código Penal como en el de procesamiento
penal, se remiten, a la ley civil, el término de prisión preventiva se computará desde la
medianoche del día en que se le privó efectivamente al imputado de su libertad, hasta la
media noche del día en que la sentencia condenatoria pasó en autoridad de cosa juzgada.
20
OTRAS MEDIDAS PREVENTIVAS
En los casos en que se dicta auto de procesamiento contra una persona sin que se le
prive de su libertad personal, en vez de la prisión preventiva, el juez debe imponerle
otras restricciones que afectan su natural libertad como:
Además, el imputado debe concurrir y comparecer toda vez que se lo cite, pudiendo
ser incluso detenido para asegurar su concurrencia al lugar. Estas restricciones no pue-
den ser desnaturalizadas en los casos concretos, de modo que las expresiones “deter-
minado lugar” o “determinado sitio”, son de expreso cumplimiento.
CUMPLIMIENTO
Además, por imperio de la ley sustantiva, las mujeres y los menores deben cumplir
tanto la prisión preventiva como la condena en los establecimientos especiales, lo mismo
establece a los menores la ley procesal.
Lo dicho vale como regla general, ya que cuando como el hecho atribuido puede ser
aplicado una pena mayor de seis meses de prisión, y se tratara de mujeres honestas, de
personas mayores de 70 años podrá disponerse que la prisión preventiva sea cumplida
en la casa del imputado con vigilancia domiciliaria.
CESACIÓN
21
CAUSAS DE CESACIÓN PROVISIONAL
En la excarcelación la caución tiene por objeto asegurar que el imputado cumplirá las
obligaciones que se le impongan (que no se ausente de un lugar determinado), las órde-
nes de la autoridad judicial correspondientes (citación para que comparezca) y que se
someterá a la ejecución de la pena de la sentencia, si esta fuere condenatoria.
En la fijación del monto de la caución debe tener en cuenta las circunstancias señala-
das en la ley, especialmente en la condición económica de la gente, para evitar que la
caución se convierta en una garantía ilusoria. Si el imputado, por la poca monta de la
caución no tiene interés en cumplir sus obligaciones, la medida habrá perdido su signifi-
cado. La caución será cancelada y las garantías serán restituidas en los casos que pre-
ve la ley.
COMPETENCIA
Esta situación, exige una enfermedad concomitante al delito, da lugar al término del
proceso, a la aplicación de una medida de seguridad; la solución de los códigos es acer-
tada ya que permite adoptar, contra el presunto alienado, una medida de seguridad de
carácter provisional, que viene a estar en lugar de la prisión preventiva; de esta manera
evita que el procesado sea internado en la cárcel de encausados con el siguiente peligro
para él o para los demás recluidos.
22
CONDICIONES DE LA EXCARCELACIÓN
También el Código salteño tiene otro tipo de excarcelación especificada en el art. 306,
que debe concederse cuando:
4) Cuando la sentencia que no tuviere firme le imponga una pena que per-
mita el ejercicio del derecho creado por el artículo 13 del Código Penal,
siempre que se halle acreditada la observancia regular del reglamento
carcelario.
23
Actividad Nº 1
7)
24
DIAGRAMA GENERAL
UNIDAD XI
Caracteres
Fines
Organo ACTOS
DE LA
ACTOS DEL POLICÍA JUDICIAL
MINISTERIO
FISCAL
Función
Subordinación
CONCEPTO
EL
PROCEDIMIENTO
DERECHO
DENUNCIA
ARGENTINO
Objeto
Caracteres
Sujeto denuncian-
te
Contenido
CARACTERES
ARGUMENTOS
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UNIDAD XI
EL PROCEDIMIENTO
LA INSTRUCCION EN LA DOCTRINA
CONCEPTO
DERECHO ARGENTINO
En nuestro país, de acuerdo con el Sistema Federal de Gobierno existen, -como de-
cíamos- muchos códigos de procedimientos penales, los cuales presentan entre sí la
más variadas diferencias, sobre todo en cuanto a la instrucción pero, siguiendo reglas
generales de las que no se apartan por pertenecer al mismo sistema. En la situación
diametralmente opuesta se encuentran los códigos modernos respecto de aquellos que
han quedado en el tiempo marcando la instrucción de tipo inquisitivo ya que actualmente,
nuestro código supera tanto al interés individual cuando al interés social, privilegiando al
primero, como sucede en los Código como el de Salta.
CARACTERES
Sentado ya que por su naturaleza y sus fines, la instrucción no puede ser el funda-
mento de la sentencia, y recalcando que los actos de investigación realizados durante la
misma no pueden ser la base de la sentencia sino la base de la acusación, por la inter-
vención que debe tener la defensa en la misma, este problema puede ser considerado
desde dos puntos de vistas perfectamente diferenciados: uno dogmático, otro
utilitario.
Desde el punto de vista dogmático, advertimos que se halla en juego una expresa
garantía constitucional: inviolabilidad de la defensa que se puede reglamentar, pero en
ningún modo se puede negar.
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Veremos así hasta a qué punto el secreto de la instrucción es constitucional y desde
qué momento deja de serlo.
ADVERTENCIA
b) Por otra parte, la intervención de la defensa puede adquirir dos formas diversas cuya
distinción se impone: puede consistir en la asistencia de imputados con su defensor a
los actos instructorios o a la simple posibilidad a que ellos tomen conocimiento, des-
pués de practicarlos, de las actuaciones sumariales del expediente.
Según nuestra ley procesal el sumario será siempre secreto para los extraños; la
previsión legal es acertada, ya que la publicidad en sentido amplio, puede constituir en la
mayoría de los casos, un estorbo para la investigación; en efecto, es sumamente proba-
ble que el conocimiento de los actos instructorios en una etapa que se encuentra en
formación, impida o dificulte en la práctica, los actos o la de los actos posteriores; ade-
más, es posible que dicha publicidad haga factible actividades de terceros vinculados
con el imputado, que tiendan a destruir, cambiar o tergiversar los elementos probatorios.
ARGUMENTOS
Los que abogan por la instrucción absolutamente secreta olvidan que la defensa o el
imputado es un elemento fundamental del proceso; colocándose en un plano meramente
utilitario, consideran que la mejor manera de averiguar la verdad real es el secreto y
tratan de suplir a la defensa con un erróneo criterio acerca de la perfección de los jueces.
Consideran a éstos como un órgano absolutamente imparcial, cuya rectitud, integridad y
cordura son garantía suficiente para el imputado, por esta razón justifican un juez armado
de todo poder de investigación, interesado exclusivamente en averiguar la verdad real,
que tanto las pruebas de cargo o las de descargo influyan en el proceso, estos defenso-
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res del secreto, estiman que si, se hacen conocer las actuaciones al imputado, éste
tendría oportunidad de elaborar una defensa falaz, pudiendo también mediante corrup-
ciones, u obstáculos impedir la reunión de los elementos de prueba.
Pero también es cierto que en algunos casos, la publicidad puede ser mejor para la
investigación de la verdad, por ello, cuando existen fundamento para suponer que el
imputado o su defensor pueden realizar maniobras tendientes a parar el desarrollo de la
investigación, para tergiversar o destruir pruebas, a sobornar testigos, etc., en esos ca-
sos especiales, se admite que el instructor pueda decretar el secreto de la investigación
aún para el imputado; pero de esto no se puede deducir una regla general que transforme
toda la instrucción en secreto.
ANALISIS DOGMÁTICO
Si bien tiene como finalidad abrigar la verdad real, para aplicar efectivamente la ley
penal, al lado de este interés de la instrucción se ha reconocido otro igualmente válido, el
de la libertad individual. Se ha comprendido que la represión penal no puede efectuarse
a costa del desconocimiento de la persona sometida al proceso; éste constituye, según
un principio universalmente aceptado, además un medio que la sociedad necesita para
hacer valer su derecho o potestad, una garantía individual, durante todo el desarrollo de
la actividad procesal, el imputado debe tener oportunidad para expedirse libremente, ale-
gar y probar su inocencia o cualquier circunstancia capaz de aminorar responsabilidad.
El derecho de defensa es un elemento esencial del proceso, toda violación de las
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normas que tienden a asegurar la intervención de la asistencia y representación del im-
putado, son absolutamente nulas.
Si bien el derecho de defensa lleva implícita la facultad del imputado de declarar cuan-
tas veces quiera, estas declaraciones no pueden ser impertinentes o llevar nada más
que un fin meramente dilatorios. Lo mismo se puede decir, en cuanto a la facultad del
imputado de presentar todas las pruebas que excluyan o limitan su responsabilidad; di-
chas pruebas no pueden ser impertinentes o irrelevantes, ya que se vería alterado el
desarrollo del proceso.
Con respecto del derecho de defensa exige entonces que el juez no actúe siempre de
oficio, sino en virtud de una acusación que permita al imputado defenderse eficazmente y
que en el proceso, exista contradicción para que puedan ingresar al mismo, tanto los
elementos de cargo como de descargo.
Como bien expresa Carrara, el instructor puede actuar en una esfera subjetiva o en
una esfera objetiva. En la primera de ellas, el juez actúa libremente ya que su labor se
encamina a buscar elementos capaces de dar una guía para el futuro acusador, sin que
dichos elementos puedan tener valor alguno en el juicio definitivo.
En estos términos cabe admitir que el Ministerio Público o la Policía Judicial actúan
reservadamente en procura de las probanzas que servirán de base a la acusación, con
tal que estos elementos no ingresen después al juicio para dar fundamento a la senten-
cia, del mismo modo que el imputado o defensor puedan realizar una investigación priva-
da a fin de preparar su defensa. Pero en general, cuando se ha de ejecutar un acto
valioso para el juicio definitivo, la intervención de la defensa es indispensable.
De lo dicho se desprende que todos los actos que son por su naturaleza definitivos e
irreproductibles nunca pueden ser practicados en secreto (así, verbigracia: registro
domiciliario, pericias, declaración de testigo que presumiblemente no podrán concurrir al
juicio, etc.). En estos casos antes de la práctica de los actos, deberán ser notificados
tanto fiscal cuanto defensa.
Lo mismo se puede decir con respecto a las actuaciones del sumario; por ello la mis-
ma debe ser secreta hasta la indagatoria ya que en el caso contrario se posibilitaría que
el imputado realizara actos destinados a impedir el descubrimiento de la verdad.
Luego de realizada la indagatoria, las partes deben de tener acceso a las actuaciones
sumariales. Pero en los actos en que el conocimientos de dichas actuaciones puede
resultar peligrosos para el éxito de la investigación, el juez debe decretar el secreto de
aquellas, salvo las relativas a actos definitivos en que es siempre indispensable la inter-
vención de la defensa.
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LA DENUNCIA
OBJETO
Este tema está referido al hecho delictivo que se pone en conocimiento de la autoridad
con la denuncia; es decir, que nos preguntamos aquí qué clase de delitos pueden ser
denunciados.
Respecto de los delitos de acción privada, no pueden ser denunciados ya que para
que se haga efectiva la persecución penal de los mismos, se necesita más que una
simple denuncia: el ofendido debe ejercitar por sí mismo un derecho de acción que le es
acordado por la ley, mediante una querella.
CARÁCTER
En nuestro país, esta posición es seguida por las legislaciones de La Pampa y Chaco,
en el proyecto de Levene, según la cual es obligatorio la denuncia para quienes tengan
conocimiento al presenciar la perpetración de un delito perseguible de oficio. Como se ve,
en esta posición se tiene en cuenta la naturaleza y el carácter del delito, conforme a
nuestra ley penal, no como lo hacen los códigos extranjeros precedentes, que dan rele-
vancia al bien jurídicamente protegido.
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dimiento de la Provincia de Salta ha excluido esta responsabilidad de los particulares, en
virtud de que les imponía una carga de la que muy difícilmente ejercitaban en los hechos.
En cuanto al primer inciso, el conocimiento se debe referir al hecho que tenga los
caracteres de una figura penal, debe haber sido adquirido con motivo del ejercicio de la
función.
Así Soler considera que el deber del secreto profesional se refiere al caso en que la
persona que le ha confiado el secreto al profesional es la autora del delito; por tanto la
obligación de denunciar existe cuando el que consulta sólo es víctima del delito. Verbigra-
cia: si una mujer concurre al médico para tratarse las consecuencias de un aborto que se
ha practicado o hecho practicar, existe secreto profesional; en cambio, si una persona
concurre al médico porque ha sido herido por un tercero, existe el deber de denunciar.
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SUJETO DENUNCIANTE
Toda persona que tenga noticia de un delito cuya represión sea perseguible de oficio
podrá denunciarlo al juez de instrucción, al agente fiscal o la policía judicial. Cuando la
acción judicial dependa de instancia privada, sólo podrá denunciar quien tenga la facul-
tad para instar.
El artículo al que nos referimos está redactado en forma amplia, de modo que la de-
nuncia puede referirse a cualquier hecho previsto por la ley perseguible de oficio a instan-
cia del ofendido, sea estrictamente un delito, sea una contravención. El hecho de que la
ley imponga a los funcionarios o ciertos profesionales la obligación de denunciar, no
niega la facultad de los particulares para hacerlo.
Los defectos de formas de la denuncia, por si solo, no influyen nunca en el valor sus-
tancial de la misma.
A) Verbal, la que consiste en una manifestación oral del denunciante. En este caso, se
debe levantar un acta que debe contener: la fecha objeto de la misma, la manifestación
del particular con todas las circunstancias del caso, lugar posible, pruebas e individuali-
zación de los autores. Previa lectura del acta, la misma debe ser firmada por todos los
intervinientes, y si alguno no sabe firmar, se hace constar esta circunstancia.
La firma del funcionario que realice el acto, la de los secretarios o la de los testigos de
actuación, se prescriben bajo pena de nulidad. Para que la denuncia tenga carácter de
tal, es necesario en este caso que la persona que la hace se identifique, pero si el decla-
rante identificado no quiere firmar el acta, no por ello pierde su calidad de denunciante, ya
que la esencia de la denuncia está en la declaración no en su documentación, que cons-
tituye la formalidad exterior; lo importante es la comprobación de la identidad.
Comprobada su identidad, el sujeto adquiere para todos los efectos legales el carácter
de denunciante, aunque no firme el acta.
B) Escrita: la que se puede hacer en papel común y con cualquier redacción, siempre
que surja clara la manifestación del hecho, pero en todo caso, debe ser firmada por el
denunciante ante el funcionario que la recibe.
CONTENIDO
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4) La indicación de los autores y partícipes, testigos y damnificados;
5) Todos los elementos que puedan conducir a la comprobación y calificación
legal del hecho denunciado.
EFICACIA PROCESAL
Según Manzini, la denuncia no tiene por sí sola ninguna eficiencia procesal directa,
puesto que la verificación de los efectos que pueda producir, está condicionada a una
manifestación de voluntad del órgano público, encargado de iniciar el procedimiento pe-
nal.
De este modo, el Ministerio Público no puede pedir al juez que desestime la denuncia
por razones de oportunidad sino que tiene que proceder cualquiera sea su opinión a
cerca de la oportunidad política, moral, etc. del procedimiento, siempre que la “noticia
criminis” proporcionada por la denuncia no aparezcan manifiestamente infundada. La ley,
al otorgar este poder de pedir que la denuncia sea desestimada, sólo ha querido evitar el
cumplimiento de actos inútiles, pero, de ningún modo, atribuye al Ministerio Público un
derecho dispositivo sobre la denuncia, esto era de estadio de promoción o no promoción
de manera que si la denuncia aparece manifiestamente infundada el Ministerio Público
debe pedir al Juez que la desestime; el carácter manifiestamente infundado de la denun-
cia puede referirse tanto al hecho en sí como a la inculpación o también, a uno y al otro a
la vez.
Este poder de pedir que la denuncia sea desestimada puede ser ejercido por el Minis-
terio Público, antes o después que el Juez tenga conocimiento del hecho.
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de modo tal que luego de recibida, la autoridad no puede pretextar nunca la ignorancia
del hecho; como el contenido de la denuncia es meramente fáctico, la calificación jurí-
dica del hecho a que se refiere, queda en manos y es de resorte exclusivo de los
órganos públicos, de modo que si una denuncia encuadra el hecho dentro de un tipo
penal, tal calificación no vincula al magistrado, quien puede considerar que el hecho
constituye otro delito que el denunciado.
Presentada ante el Ministerio Público, éste queda obligado (si no solicita al juez que se
desestime la denuncia), a promover la acción penal, formulando requisitoria; este de-
ber del Ministerio Público deriva directamente de la ley: no es el particular denunciante
el que pone en ejercicio tal derecho, sino la ley, ya que el Ministerio Público es el titular
del ejercicio de la acción penal.
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SANCION Y RESPONSABILIDAD CIVIL
a) Sanciones penales: el interés público relativo a la represión del delito hace que se
establezca la institución de la denuncia, la cual siendo sincera y de buena fe, no puede
hacer incurrir al que la formule en responsabilidad alguna, pero, por otra parte, ese inte-
rés en la sinceridad de la denuncia ha hecho que se establezcan sanciones de carácter
penal contra los que, ha sabiendas y de mala fe, formulan denuncias infundadas.
Al contrario, el hecho de una denuncia dolosa o culposa, si bien no puede dar al impu-
tado absuelto un derecho de resarcimiento al daño por culpa procesal (ya que la promo-
ción de la acción penal depende del Ministerio Público y no del denunciante), si da lugar
al daño no procesal producido por una denuncia dolosa, daño cuyo resarcimiento puede
ser pedido ya que deriva al del delito de calumnia.
La policía de seguridad como vemos, tiende a prevenir hechos futuros, en tanto que la
policía judicial se dirige a reprimir hechos acaecidos, actuando de este modo la ley penal.
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prevención anterior a toda hipótesis delictiva, obedece a normas genéricas que permiten
un margen de discrecionalidad en una tarea que requiere evitar daños o peligros capaces
de alterar el orden o la actividad pública.
SUBORDINACIÓN
Por imperio de la ley procesal la policía judicial o la administrativa, cuando realiza las
tareas propias de aquella, están subordinadas estrictamente al juez de instrucción, no
podrán abrir correspondencias que secuestren, debiéndolas remitir intacta a la autoridad
judicial, entre otras cosas.
En los casos urgentes podrán recurrir a la autoridad judicial más inmediata, la que
autorizará la apertura, si lo creyere oportuno. Los funcionarios de la policía comunicarán
inmediatamente al juez competente, todos los delitos que llegaran a su conocimiento;
cuando no intervenga enseguida el juez, y hasta que lo haga, dichos oficiales practicarán
una investigación preliminar, observando, en lo posible las normas de la instrucción, y se
formará un proceso de prevención.
Los funcionarios de la policía judicial que violen las disposiciones legales o reglamen-
tarias, que omitan o retarden la ejecución de un acto propio de sus funciones o destruyan
negligentemente elementos probatorios, serán reprimidos por los jefes o los tribunales,
de oficio o a pedido del Ministerio Fiscal y, previo informe del interesado, con apercibi-
miento y arresto hasta 15 días sin perjuicio de las propias sanciones administrativas.
La legislación procesal establece que el agente fiscal requerirá instrucción formal siem-
pre que tuviera conocimiento de un delito de acción pública; es decir, el agente público
formula requisitoria al Juez de Instrucción para que este magistrado inicie la formación de
la causa.
Esta función requirente está dirigida a la actuación de la ley penal; mediante la requi-
sitoria fiscal el órgano público ejercita efectivamente la acción penal. El contenido de la
misma está establecido en los Códigos y en general deben tener los siguientes
requisitos:
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Es instrucción, como ya hemos expresado en la primera parte, porque tienen dentro
del sistema de nuestro código un carácter meramente preparatoria en el sentido de que
los datos de la misma no ingresan al juicio con carácter definitivo. Esto resulta esencial
dentro del sistema mixto; la instrucción es una etapa procesal que sirve para dar base a
la acusación, pero de ningún modo se puede condenar al imputado fundándose en las
actuaciones de la instrucción.
Esta instrucción formal, así llamada porque es cumplida por el juez de instrucción,
podemos definirla diciendo que: es la base preparatoria de ordinario realizada por
escrito y en forma limitadamente pública y limitadamente contradictoria, que tiene
por fin esclarecer la verdad a cerca de un presunto hecho delictivo para dar base a
la acusación o determinar el sobreseimiento.
CARACTERES
Ahora bien, parecería que el secreto se extiende también a la indagatoria, ya que la ley
habla de la publicidad después de este acto, sin embargo no es así, puesto que también
la ley prescribe que a la declaración del imputado sólo podrá asistir su defensor, si alguno
de ellos lo pidiera; por lo tanto la declaración del imputado es siempre pública para que el
defensor quien puede asistir a ella.
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FINES
NECESIDAD Y FUNCIÓN
En el juicio civil, antes de iniciar una demanda, el abogado patrocinante, debe realizar
una investigación exhaustiva sobre los fundamentos de la acción que su cliente pretende
hacer valer en juicio, fundamento tanto fáctico como jurídico y llegar al convencimiento de
la justicia del requerimiento.
Como mucha razón, el juicio penal debe comenzar con una investigación que sirve
para excluir el juicio para determinar un sobreseimiento o para dar fundamento a la acu-
sación, es decir, que es una actividad encaminada a reunir los elementos útiles para
justificar o no el juicio plenario.
1) Elude el peligro de que desaparezcan o sean tergiversadas las pruebas del delito;
que el imputado consiga eludir la acción de la justicia, al mismo tiempo que pone de
relieve la falsedad e inconsistencia de las imputaciones iniciales.
Si como ya dijimos, el derecho de defensa sólo puede ser ejercitado ante una acusa-
ción concreta, la instrucción que posibilita ese derecho al suministrar los elementos ne-
cesarios para que la acusación sea clara, precisa y circunstanciada.
Bajo otro aspecto, la instrucción reune los elementos de convicción que serán em-
pleados en el plenario. De esta primera etapa se espera, podríamos decir un proceso de
decantación, ya que se eliminan los testigos inútiles las pruebas irrelevantes e imperti-
nentes, las cuales podrían si ingresaran al debate, retardar el desarrollo del mismo, cau-
sar inútil desgaste de energía jurisdiccional, por esta razón, están equivocados quienes
piensan que el debate es una simple repetición de la instrucción, ya que en esta última se
eliminan todos elementos superfluos.
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1) Por la necesidad de una investigación previa para justificar o no una
etapa de plenario.
ORGANO
b) En los delitos cometidos fuera del lugar de su asiento pero dentro de su jurisdic-
ción, si este fuera grave.
ORIGEN
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Actividad Nº 2
10)
1.- Concepto
2.- Razones de su implanta-
Secreto del ción procesal.
Sumario 3.- Extensión legal: duración
y alcances respecto de
los
sujetos.
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DIAGRAMA GENERAL
UNIDAD XII
PROVISIONAL EFECTOS
Y PRÓRROGA
EXTRAORDINARIA
INSTRUCCIÓN APELACIÓN
SUMARIA
SOBRESEIMIENTO
CONCEPTO
FUNDAMENTO
VALOR
PENAL
OPORTUNIDAD
CLASES
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UNIDAD XII
SOBRESEIMIENTO
CONCEPTO
También damos a entender que esta decisión no puede emanar nunca del Ministerio
Fiscal; decimos además que el sobreseimiento es irrevocable puesto que, una vez dicta-
do, no se lo puede dejar sin efecto en el mismo proceso, desde que hace cosa juzgada
formal no pudiéndose reabrir más el juicio.
Decimos también que es definitivo ya que en el futuro no podrá hacerse valer contra
el imputado sobreseído una pretensión represiva fundada en los mismos motivos por el
cual se sobreseyó.
En los casos en que existen en el proceso varios imputados, ese valor que señalamos
rige exclusivamente para el imputado a cuyo favor se dictó, ya que los, efectos del
sobreseimiento no se extienden a los co-imputados.
b) Sentencia de sobreseimiento, que se puede dictar en cualquier etapa del proceso, y pone fin al
mismo. Cabe poner de manifiesto que, la mayoría de los Códigos Procesales, determinan que el
sobreseimiento puede dictarse por AUTO.
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El sobreseimiento, según la conclusión de Clania OLMEDO, lo califica como una deci-
sión que tiene forma de auto pero tiene un contenido propio y efecto de la sentencia. A
este respecto, podemos decir que el Código de Corrientes y el Código de Procedimiento
de Córdoba contiene una disposición que tipifican al sobreseimiento como una senten-
cia, aún dictada por una etapa instructoria; esta tipificación no la tiene el Código Procedi-
miento Salta que sigue el sistema tradicional calificándolo como un auto, sin embargo el
efecto es exactamente igual al de la sentencia. Lo que ocurre es que por auto, carece del
valor de “cosa juzgada” desde el punto de vista Constitucional, según parte de la Doctri-
na.
VALOR PENAL
Explica Vélez Mariconde, que el principio de “non bis is idem” tendrá vigencia siempre
que el hecho imputado no cambie en su núcleo central, así por ejemplo: no podrá
perseguirse por homicidio doloso, a quien está procesado, ha sido sobreseído, absuelto o
condenado por homicidio culposo, a raíz del mismo hecho o viceversa.
Es necesario determinar qué quiere decir un mismo hecho. Para que exista un mis-
mo hecho debe contener los siguientes elementos:
Con respecto al valor civil, no siempre la sentencia penal cierra en forma definitiva la
vía jurídica; en algunos casos se produce este efecto y en otros no.
Así por ejemplo, si una persona acusada de un delito productor de daño, la sentencia
penal, no obstante reconocer el acto dañoso declarara que en el agente no ha existido
dolo ni culpa; no existe por lo tanto el delito, y si bien la sentencia absuelve al imputado, el
damnificado puede reclamar en vía civil la reparación del daño.
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manifestación en el caso concreto, no encuadra en ninguna especie abstracta (tipo de
figura) que define la ley penal; lo cual resulta cuando la primera es puesta en relación con
la previsión legal, Vélez Mariconde señala que debe haber una correspondencia entre el
hecho humano y la figura o tipo descripto en la ley.
Por inculpabilidad en estos casos, posee sobreseimiento cuando falta dolo o culpa
que la ley penal exige en cada una de las figuras delictivas, o cuando el sujeto a obrado
con error de hecho inculpable, o violencia.
4) Por impunibilidad: en estos casos puede existir el hecho, haberse cometido por el
imputado, aparecer encuadrado en una figura legal, ser antijurídico y culpable pero no ser
punido, por mediar una causa de justificación o excusa; las mismas, son en nuestro
derecho penal material, la legítima defensa, el estado de necesidad, en cumplimiento de
un deber, el ejercicio legítimo de un derecho, oficio cargo, la obediencia debida.
La acción penal, se extinguirá según el art. 59 del Código Penal 1) Con la muerte del
imputado; 2) Con la amnistía; 3) Con la prescripción; 4) Por la renuncia del agraviado,
respecto de los delitos de acción privada.
En todos estos casos procede el sobreseimiento pero, para dictarlo, el juez debe estar
convencido de la certeza de la causal, en caso de duda le corresponde pedir la prórroga
de la instrucción.
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CLASES
Las clases de sobreseimiento se distinguen por la amplitud de los efectos que produ-
cen dichos actos, la distinción de las clases en el derecho positivo es la siguiente: total y
parcial; sólo tienen virtualidad cuando el proceso existe pluralidad del imputados según
se desprende de la propia ley, ya que no existiendo más que un solo imputado, el
sobreseimiento surte siempre sus efectos propios y no cabe distinción entre total y par-
cial.
OPORTUNIDAD
El sobreseimiento total o parcial pueda ser dictado de oficio o a petición de parte du-
rante toda la etapa de la instrucción.
FUNDAMENTO
APELACIÓN
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competencia correccional o en virtud de dictamen que el Fiscal de la Cámara de Acusa-
ción hubiera emitido o en el caso que la ley preve. Como el sobreseimiento cierra total y
definitivamente el proceso y aquí no tenemos la figura del querellante particular, era obvio
que debía dársele mayores y mejores garantías a los sujetos del proceso y también
porqué no a la sociedad en general, cuando se dictaba un sobreseimiento; se ha com-
prendido que la consulta a la Cámara de Acusación, cuando se dicta el sobreseimiento,
es por ahora la mejor garantía que hemos encontrado para una recta administración de
justicia y una correctísima aplicación del instituto del sobreseimiento que estamos tratando.
Como se ve, las partes civiles, insertas en el proceso penal, no tienen facultad para
apelar el sobreseimiento.
EFECTOS
Por regla general y en un aspecto teórico, podemos decir que el sobreseimiento cierra
el proceso definitiva e irrevocablemente con relación al imputado a cuyo favor se dicta.
Debe ponerse en inmediata libertad al imputado y hacer cesar todas las restricciones
personales y reales que pesaban sobre él.
CONCEPTO Y FINES
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Este sobreseimiento que se llama provisional, se transforma generalmente en un
sobreseimiento definitivo ya que, en la mayoría de los casos, la situación no se modifica
nunca. Por esta razón ha sido impugnado como inconstitucional, considerando que no es
posible el sobreseimiento provisorio que impone la absolución de la instancia.
PROCEDENCIA
Sin embargo, en los casos de suma gravedad y de muy dificil investigación, la misma
Cámara de Acusación podrá extender, pero excepcionalmente, el plazo que le había
acordado en primer lugar.
EXCEPCIONES
Durante el período instructorio, el Ministerio Fiscal y las partes podrán interponer las
excepciones de previo y especial pronunciamiento que la ley fija y que se concreta en:
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CLAUSURA DE LA INSTRUCCIÓN Y ELEVACIÓN A JUICIO
INSTRUCCIÓN SUMARIA
En el Código de Procedimientos de Salta, Título VIII, del Capítulo VI, legisla el instituto
de la instrucción sumaria la que debe instruir el juez respectivo en caso de que el o los
delitos investigados estuvieren reprimidos con pena máxima de tres años de prisión,
multa o inhabilitación o, aquellos cometidos en Audiencias Judiciales ante jueces le-
trados.
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Actividad Nº 3
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Actividad Nº 4
1.- Concepto.
2.- Razones de su implantación procesal.
3.- Extensión legal, duración y alcances respecto de
los sujetos.
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