0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
227 vistas3 páginas
El documento discute la importancia de la oración política y escatológica para la misión cristiana. La oración genuina implica encarar la realidad tal como es y encomendarla a la acción transformadora de Dios, y genera acción guiada por el propósito de Dios. La oración política se relaciona con los problemas y necesidades de la vida pública y compromete a los cristianos a colaborar con Dios en la realización de su propósito para la humanidad.
El documento discute la importancia de la oración política y escatológica para la misión cristiana. La oración genuina implica encarar la realidad tal como es y encomendarla a la acción transformadora de Dios, y genera acción guiada por el propósito de Dios. La oración política se relaciona con los problemas y necesidades de la vida pública y compromete a los cristianos a colaborar con Dios en la realización de su propósito para la humanidad.
El documento discute la importancia de la oración política y escatológica para la misión cristiana. La oración genuina implica encarar la realidad tal como es y encomendarla a la acción transformadora de Dios, y genera acción guiada por el propósito de Dios. La oración política se relaciona con los problemas y necesidades de la vida pública y compromete a los cristianos a colaborar con Dios en la realización de su propósito para la humanidad.
Podr haber proselismo religioso, obras y acciones de beneficencia, o tareas misioneras, pero no misin crisana. 38
Nuestras oraciones apuntan generalmente a
lo inmediato, lo concreto, lo cotidiano. Hasta nos atrevemos a imaginar a Dios como el Ser Supremo que, sin el auxilio de un conmutador, recibe y responde de manera simultnea las mltiples llamadas telefnicas de sus hijos, sin dilacin. Inadvertidamente, hacemos de Dios un empleado a nuestra disposicin, con la capacidad de satisfacer todas nuestras necesidades, incluso aqullas que imaginamos tener por vivir en una sociedad marcada por la ideologa del consumo. escatolgica. Poltica porque se ocupa de la vida y las relaciones humanas en la polis (la ciudad). Escatolgica porque coloca la polis bajo el foco del propsito de Dios de crear un nuevo cielo y una tierra nueva. Muchos contraponen la oracin a la accin. Conciben la oracin como una manera de desentenderse de los problemas concretos especialmente los polticos y sociales para los cuales no se ve fcil solucin: un acto religioso que sirve al orante para huir de la realidad. De entrada tenemos que admitir que la oracin puede usarse como un escape. Sin embargo, la oracin genuina, es todo lo contrario: es una manera de encarar la realidad, asumirla tal cual es para encomendarla a la accin transformadora de Dios. Por otro lado, slo oramos bien cuando oramos con la disposicin a dejar que Dios nos utilice para el cumplimiento de su propsito en relacin al motivo de nuestra oracin. La oracin no reemplaza la accin; ms bien, la engendra y le da sentido de direccin, la suscita y le evita convertirse en mero activismo. El activismo es accin sin oracin. Vista desde este ngulo, la oracin es ms importante que la accin. Especialmente en el mundo evanglico, nos cuesta aceptar que es as. Condicionados por la cultura del logro, vivimos como quienes piensan que la salvacin del mundo depende enteramente del esfuerzo humano. Por eso, con demasiada frecuencia reducimos la oracin a un rito que da a nuestro activismo un colorido religioso. Sabemos muy poco lo que significa la accin en funcin de la oracin, la accin como respuesta al llamado de
39
REVISTA KAIROS
a misin cristiana es primordialmente
missio Dei (misin de Dios). Nace en el corazn de Dios, acta en la historia por el poder del Espritu Santo, y est orientada a la exaltacin de Jesucristo como Seor del universo y de cada rea de la vida humana, para la gloria de Dios. En sntesis, la misin cristiana comienza y termina en Dios. Desde esta perspectiva, todo el trabajo misionero de las iglesias slo tiene sentido en la medida en que se inspira en el amor de Dios, se realiza en su nombre y busca su gloria. Los cristianos slo somos colaboradores de Dios en su misin de redencin de la creacin. se es nuestro inmenso privilegio y nuestra gran responsabilidad. Tristemente, mucho de lo que se quiere hacer pasar por trabajo misionero no es tal. No lo es ni en lo que atae a sus motivaciones, ni en lo que respecta a los medios que ocupa, ni en lo que tiene que ver con los objetivos que busca. En resumen, ni comienza ni termina en Dios, sino en el ser humano. De ah se desprende la urgente necesidad de vincular la misin con la oracin, y no slo con la oracin privada la que se relaciona con problemas y necesidades de la vida individual , sino tambin con la oracin poltica la que se relaciona con problemas y necesidades de la vida pblica. Tenemos que admitir que muy a menudo nuestras oraciones no superan el nivel de lo privado. En palabras de Bonhoeffer: Los hombres en su angustia llegan a Dios, imploran ayuda, felicidad, pan; que salve del dolor, de la culpa y la muerte a los suyos. As hacen todos, todos: cristianos y paganos. Nuestras oraciones apuntan generalmente a lo inmediato, lo concreto, lo cotidiano. Hasta nos atrevemos a imaginar a Dios como el Ser Supremo que, sin el auxilio de un conmutador, recibe y responde de manera simultnea las mltiples llamadas telefnicas de sus hijos, sin dilacin. Inadvertidamente, hacemos de Dios un empleado a nuestra disposicin, con la capacidad de satisfacer todas nuestras necesidades, incluso aqullas que imaginamos tener por vivir en una sociedad marcada por la ideologa del consumo. La oracin genuina es la que nos compromete con lo que Dios est haciendo en el mundo para cumplir su propsito. Es oracin poltica y
Toda radicalidad adicional, de la conducta,
del estilo de vida y de la accin, slo puede desprenderse de la ruptura prioritaria de la oracin. Precisamente porque nuestra sociedad tecnolgica est entregada de lleno a la accin, la persona que se retira a su habitacin a orar es un verdadero radical. Todo lo dems depender de eso. Este acto en la sociedad, que es tambin una accin sobre esta sociedad, va mucho ms all del involucramiento concreto, al cual tampoco renuncia.
Ms que rito o doctrina, el cristianismo es
vida en Cristo: vida que asume los problemas y las necesidades del mundo y los presenta a Dios en oracin para que l, por su gracia, acte con su poder transformador; vida que expresa la misin de Dios para la sanidad de las naciones.
REVISTA KAIROS
Dios a colaborar en la realizacin de su propsito
para la vida humana en todas sus dimensiones. Necesitamos internalizar esa radicalidad de la fe cristiana que hace posible que vivamos en el mundo sin ser del mundo, involucrados plenamente en la sociedad, con los valores del reino de Dios y con los recursos del Espritu Santo. Como bien dice Jacques Ellul:
C. Ren Padilla es presidente
emrito de la Fundacin Kairs, director de Ediciones Kairs, telogo, conferencista internacional, editor y autor de Qu es la misin integral? (Ediciones Kairs, 2009) y Economa humana y economa del Reino de Dios (Ediciones Kairs, 2002) entre otros.
Qu es la misin integral? es un manual diseado
Economa humana y economa del Reino de Dios
para facilitar la comprensin de la fe y el carcter integral de
la misin de la iglesia a la luz de los desaos que enfrentan da a da las iglesias crisanas. Su propsito es ayudar a encarnar los valores del Reino de Dios y tesficar del amor y la juscia revelados en Jesucristo, en el poder del Espritu, en funcin de la transformacin de la vida humana en todas sus dimensiones, tanto a nivel personal como a nivel comunitario.
es un esfuerzo por lograr que la teologa dialogue con las
ciencias humanas, en este caso con la economa. El autor incursiona en temas de economa porque considera que esta ciencia tiene una dimensin tica cuya definicin no puede dejarse exclusivamente en manos de economistas. Segn sus palabras "el criterio para evaluar un sistema econmico no son las ganancias de los inversores sino la calidad de vida de las personas a quien ese sistema afecta directa o indirectamente, tenga o no inversiones".