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Resumen: El surrealismo es una de las grandes corrientes artísticas del siglo XX. Supera la realidad
fragmentaria que nos presenta nuestra lógica, nuestra moral y nuestra estética rígida, para llegar a una
realidad superior del hombre: el inconsciente.
El surrealismo es una tendencia artística surgida entre los años 1920 y 1930. Su
aparición oficial se concibe en 1924, con la redacción de "El Manifiesto Surrealista" por
el poeta y crítico francés André Breton. Al principio este fue un movimiento literario y
filosófico pero los pintores no tardaron en incorporarse a él.
El surrealismo surgió del movimiento llamado Dadá, que reflejaba tanto en arte como
en literatura la protesta nihilista contra todos los aspectos de la cultura occidental. Como
el dadaísmo, el surrealismo enfatizaba el papel del inconsciente en la actividad creadora,
pero lo utilizaba de una manera mucha más ordenada y seria. El superrealismo, como
también se le llama, es el deseo de expresar el mundo del inconsciente como ese mundo
en penumbras y del que pocas conocemos.
Como todo ser humano, los artistas se sintieron frustrados con las pésimas condiciones
en que se encontraba Europa a fines de la Segunda Guerra Mundial, por lo que su
inspiración no la buscaban en la realidad, sino en sus sueños y fantasías.
Es importante señalar que la aparición del psicoanálisis, creado por el psicólogo alemán
Sigmund Freud, influenció enormemente el desarrollo de esta técnica artística, ya que
pone un especial énfasis en el inconsciente del hombre. El artista ya no se conformaba
con ir a la estructura de las cosas o del movimiento; querían ver la realidad que se
esconde debajo de la conciencia.
El cubismo había deshecho la tercera dimensión proyectando aquel lado de las cosas
que solamente se pueden ver en distintos tiempos. El surrealismo trata de proyectar el
interior a base de imágenes tomadas tanto de lo real como de lo onírico. En él no existe
contradicción entre pasado y presente, entre pasado y futuro, ni tampoco entre lo real y
lo imaginario, ya que todo se confunde.
El surrealismo se aplica mejor a las técnicas de la pintura que a las literarias. Mientras
los escritores surrealistas cayeron en discusiones que los dividieron, fueron los pintores
quienes difundieron y dieron a conocer el movimiento en todo el mundo.
El dibujo es importante con el fin de exponer los sueños con claridad, los detalles son
un elemento más de la obra. Los colores se mezclan en sus más variadas formas, pero lo
principal es el detalle de los dibujos y la manera irracional en que éstos se colocan en el
espacio, creando una belleza plástica innegable.
A partir del año 1924 el alemán Max Ernst, el francés Jean Arp, así como el pintor y
fotógrafo estadounidense Man Ray se incluyeron como miembros del movimiento.
También se unieron por un corto periodo de tiempo el francés André Masson y el
español Joan Miró, quienes se desligaron al año siguiente por su individualismo y
desacuerdos con los dictados de André Breton. Según Miró su pintura estaba concebida
en un estado de alucinación. Más tarde, se incorporó el pintor franco-estadounidense
Yves Tanguy, así como el belga René Magritte y el suizo Alberto Giacometti. El pintor
catalán Salvador Dalí se asoció en 1930, pero más tarde fue relegado por la mayoría de
los artistas surrealistas, ya que estaba más interesado en la comercialización de su arte
que en las ideas del movimiento. A pesar de que durante cierto tiempo fue el artista más
renombrado del grupo, su obra fue tan personal que constituye una de las muestras más
representativas del surrealismo.