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C A P Í T U L O 2 3

DOLOR ABDOMINAL BRUSCO


Y SÍNCOPE EN UN CIRRÓTICO
EN LISTA DE TRASPLANTE
HEPÁTICO

CASO CLÍNICO

Varón de 66 años, con antecedentes médicos destacados de dia-


betes mellitus tipo 2 en tratamiento con insulina, cirrosis hepática por
virus C en estadio C de Child, en lista de espera de trasplante hepá-
tico, con varios episodios de descompensación hidrópica y uno de
peritonitis bacteriana espontánea. Había desarrollado un síndrome
hepatorrenal tipo 1 que precisó tratamiento con terlipresina. Presen-
taba varices esofágicas y era portador de una DPPI (derivación per-
cutánea portosistémica intrahepática). En tratamiento habitual con
insulina, furosemida, espironolactona, norfloxacino, paramomicina,
rifaximina y omeprazol. Acudió a urgencias por un cuadro de instau-
ración brusca de dolor abdominal generalizado, vómitos, mareo y
síncope, sin llegar a perder la conciencia; no existían datos de hemo-
rragia digestiva. A su llegada al servicio de urgencias mostraba hipo-
tensión, taquicardia y aumento del perímetro abdominal, con inesta-
bilidad hemodinámica, por lo que pasó a la sala de emergencias.
M.ª T. ANGUEIRA LAPEÑA En la exploración física presentaba presión arterial de 59/36, con
M. VÁZQUEZ ROMERO frecuencia cardiaca de 104 lat/min. Estaba afebril, ictérico, cons-
V. F. MOREIRA VICENTE ciente y orientado, con leve ictericia conjuntival y tendencia a la som-
nolencia. La auscultación cardiopulmonar era normal. El abdomen
presentaba ruidos hidroaéreos, y era blando, depresible y doloroso a
278 Dolor abdominal brusco y síncope en un cirrótico en lista de trasplante hepático

la palpación en flanco izquierdo e hipogastrio, sin de hematíes, 600 ml de plasma y 2 unidades de


signos de irritación peritoneal. Mostraba leves plaquetas. Se trasladó a la UVI médica y, a los 2
edemas de miembros inferiores. El tacto rectal días, a la planta de hospitalización, y fue dado de
evidenció heces normales. alta a los 25 días. LA AFP obtenida al ingreso fue
En la analítica presentaba Hb de 7,1 g/dl, con de 1.052/UI/ml.
volumen corpuscular medio (VCM) de 94 fl, leuco-
citos 4,6 ⫻ 103/µl con fórmula normal, plaquetas
64,7 ⫻ 103/µl; Cr 1,85 mg/dl, con sodio 136 mmol/ DIAGNÓSTICO DEFINITIVO
l y potasio 5,6 mmol/l. El perfil hepático dio los
siguientes valores: GOT 99 U/l, GPT 68 U/l, bili-
Hemoperitoneo secundario a rotura espon-
rrubina 1,7 mg/dl. La hemostasia mostraba un
tánea de un hepatocarcinoma de lóbulo hepá-
tiempo de cefalina de 41 segundos y un INR de 1,8.
tico izquierdo en paciente con cirrosis hepáti-
En la gasometría, destacaba acidosis metabólica
ca por virus C.
con pH de 7,29 y bicarbonato de 16,8 mmol/l. A
las 3 horas de su llegada se repitió la analítica,
objetivándose anemia con Hb de 4,8 mg/dl, Cr
2,18 mg/dl, potasio 6,3 mmol/l y pH 7,19, con bi- COMENTARIOS
carbonato de 11 mM/l.
Se realizó una TC abdominal urgente con HEMOPERITONEO. ROTURA ESPONTÁNEA
contraste intravenoso, siendo los hallazgos com- DEL CARCINOMA HEPATOCELULAR
patibles con rotura y sangrado de hepatocarcino-
ma o carcinoma hepatocelular (CHC) de 5 cm HEMOPERITONEO
localizado en lóbulo hepático izquierdo (LHI) (pre-
viamente no conocido) con formación de un El hemoperitoneo, o presencia de sangre
hematoma adyacente de 17 ⫻ 7 cm y presencia dentro de la cavidad peritoneal, puede ser una
de abundante líquido intraperitoneal de alta den- situación de emergencia con riesgo vital. En el
sidad (fig. 1). Ante estos hallazgos, se realizó una caso de los pacientes que presentan ascitis, bien
angiografía selectiva hepática donde se visualizó por cirrosis, bien por otras causas, el líquido ascí-
lesión hipervascular periférica en LHI con punto tico se hace hemorrágico cuando el hematocrito
de sangrado adyacente que se embolizó supra- supera el 0,5%, aunque típicamente es mayor del
selectivamente con partículas y coils, no apre- 5% [1, 2].
ciándose sangrado tras la embolización (fig. 2). Ocurre como consecuencia de un traumatis-
Se transfundieron 4 unidades de concentrados mo abdominal o bien de forma espontánea; el

DPPI
Embolización
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FIG. 1. LOE de 5 cm en lóbulo hepático izquierdo. Lí- FIG. 2. Embolización supraselectiva. Se aprecia la deri-
quido ascítico de alta densidad. vación percutánea portosistémica intrahepática (DPPI)
colocada anteriormente y los nuevos coils insertados.
M.ª T. Angueira Lapeña, M.Vázquez Romero y V. F. Moreira Vicente 279

traumatismo, la causa más frecuente con diferen- es el órgano dañado más comúnmente cuando
cia, está relacionado con un órgano sólido, parti- se combinan traumatismo penetrante y no pene-
cularmente el hígado y el bazo [3]. trante. Los intestinales y del mesenterio se obser-
Para su evaluación se emplean pruebas de van en el 5% de los pacientes, aproximadamen-
imagen, como la ecografía abdominal, disponible te, que se someten a cirugía por traumatismos
de forma rápida, y la TC, con elevada sensibilidad abdominales no penetrantes [4].
para detectar pequeñas cantidades de sangre en
la cavidad peritoneal. Hemoperitoneo no traumático

Etiología y clasificación El hemoperitoneo no traumático es una causa


poco común de dolor abdominal agudo. Es uno
Las entidades asociadas con hemoperitoneo de los diagnósticos menos sospechados en los
son principalmente las siguientes: enfermedades servicios de urgencias en un paciente que pre-
ginecológicas, traumatismos abdominales, tumo- senta dolor abdominal agudo, de modo que, a
res, procesos inflamatorios, procesos vasculares, menudo, la primera persona que lo sospecha y
rotura de vísceras, alteraciones de la hemostasia sugiere tal posibilidad es el radiólogo.
y afecciones iatrogénicas [4, 5]. Otras causas La tabla 1 es una clasificación a modo de
más raras son hemoperitoneo poscoital [6] o resumen de las principales causas de hemoperi-
hemoperitoneo espontáneo por ingesta subrepti- toneo no traumático [8].
cia de rodenticida [7]. Se divide en traumático y
no traumático. Hemoperitoneo en pacientes con cirrosis

Hemoperitoneo traumático Se asume que el líquido ascítico es hemorrá-


gico cuando el recuento de hematíes es mayor de
El bazo es el órgano sólido dañado más fre- 50.000/ul, lo que equivale a un hematocrito apro-
cuentemente en el traumatismo abdominal no ximado del 0,5%. En un hemoperitoneo masivo,
penetrante, y supone el 40% de los traumatismos el líquido ascítico puede ser muy hemorrágico y
de los órganos abdominales, mientras que el alcanzar un hematocrito del 40%, excediendo
hepático supone el 20%. Sin embargo, el hígado incluso al hematocrito de sangre periférica [1, 2].

TABLA 1. Clasificación de las causas de hemoperitoneo no traumático

1. Causas de hemoperitoneo espontáneo – Enfermedades infiltrativas (amiloidosis, Gau-


Ginecológicas cher, etc.)
– Quiste ovárico (causa más frecuente) – Hamartoma
– Embarazo ectópico – Linfoma
– Endometriosis – Leucemia
– Hemorragia del cuerpo lúteo Vasculares
– Tumores ginecológicos (leiomiosarcoma) – Aneurismas
Hepáticas – Seudoaneurismas
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– Adenoma hepático Coagulopatías


– Hemangioma gigante – Pacientes en hemodiálisis (plaquetas malfun-
– Hiperplasia nodular focal cionantes)
– Hepatocarcinoma – Hemofilia
– Angiosarcoma
2. Causas iatrogénicas de hemoperitoneo
– Metástasis
– Anticoagulación terapéutica
Esplénicas – Cirugía
– Infecciones (CMV, EBV, malaria, Bartonella – Procedimientos invasivos
henselae, etc.)

Modificado de Lucey BC et al. [8] y Lubner et al. [4].


280 Dolor abdominal brusco y síncope en un cirrótico en lista de trasplante hepático

En presencia de ascitis a tensión, la extrac- dro de abdomen agudo terminarán con una TC, la
ción de líquido ascítico hemorrágico ha de ser ecografía puede en ocasiones ser la primera
mínima, debido a que la presión intraabdominal modalidad de imagen aplicada.
elevada representa un importante factor mecáni- El papel de la ecografía en el diagnóstico del
co para lograr una hemostasia espontánea [1]. hemoperitoneo (aun más en el espontáneo) es
En pacientes con hepatopatía crónica y asci- fundamental en el paciente inestable que llega a
tis a los que se realiza una paracentesis, puede la sala de emergencias con dolor abdominal
producirse una hemorragia intraperitoneal grave agudo y signos o síntomas de una gran pérdida
en el 0,2% de los casos [4]. Suele observarse en de sangre. En este grupo de pacientes, la eco-
pacientes con insuficiencia hepática grave (Child, grafía es muy útil, como una modalidad de ima-
MELD elevados) y con fallo renal [4]. gen portátil que se puede llevar a cabo rápida-
En los pacientes con cirrosis, el hemoperito- mente —y también, de la resucitación y
neo se produce generalmente por una lesión estabilización de estos pacientes críticamente
estructural identificable, como, por ejemplo, por enfermos—. Esta técnica es excelente detectan-
un hepatocarcinoma o por la rotura de varices do fluidos o sangre en el peritoneo y alrededor
ectópicas intraperitoneales o retroperitoneales. del parénquima de los órganos sólidos del abdo-
Sin embargo, en un tercio de los pacientes no se men. El hemoperitoneo aparece como un líquido
encuentra causa específica, y en éstos se presu- hipoecoico alrededor del parénquima de órganos
me que el mecanismo de la ascitis sanguinolenta sólidos o del intestino. El fluido puede tener un
se debe al sangrado de pequeños vasos o a una aspecto complejo, con múltiples áreas de mayor
fuga de la linfa hepática [1]. ecogenicidad en el interior del fluido. La comple-
La ascitis hemorrágica se encuentra sólo en ja naturaleza del fluido puede ayudar a distinguir
un 5% de los pacientes con cirrosis; raramente el hemoperitoneo de la simple ascitis. La ecogra-
se desarrolla con brusquedad y, por ello, con fía puede en ocasiones ser capaz de identificar
poca frecuencia causa inestabilidad hemodiná- una causa subyacente, particularmente si es
mica. En la mayoría de los pacientes cirróticos, el ginecológica, y también una masa dentro del
hallazgo de ascitis hemorrágica espontánea es hígado o del bazo, que puede haberse roto. Tiene
incidental y no se asocia con evidencia clínica de menor sensibilidad, sin embargo, en identificar un
sangrado. Sin embargo, incluso en presencia de foco activo de extravasación desde un vaso o un
estabilidad hemodinámica, el hemoperitoneo órgano [6].
espontáneo en los pacientes con cirrosis suele La utilidad de la TC para la detección de
ser un signo de mal pronóstico, porque se asocia hemoperitoneo se basa en la habilidad de repre-
con un riesgo aumentado de síndrome hepatorre- sentar la diferencia entre el líquido de baja ate-
nal y encefalopatía hepática y con una elevada nuación (ascitis) y la sangre, que la tiene más alta.
tasa de mortalidad [1]. Las medidas de atenuación en la TC pueden ayu-
En la figura 3 se representa un algoritmo de dar a distinguir entre ascitis simple y sangre no
evaluación y tratamiento de los pacientes con coagulada de un sangrado reciente, hematoma,
cirrosis y hemoperitoneo espontáneo y, en la bilis, orina, quilo y sangrado activo (atenuación
tabla 2, las enfermedades asociadas con hemo- variable en función de la extensión, el tiempo, la
peritoneo espontáneo y hemoperitoneo postrau- localización y el valor del hematocrito) [4]. Los
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mático en pacientes con cirrosis y ascitis. valores de la atenuación de los líquidos que tie-
nen aproximadamente la misma densidad que el
Aspectos radiológicos agua (p. ej., la bilis, la orina y el contenido intesti-
nal) van de 0 a 15 UH (unidades Hounsfield). El
Las pruebas de imagen tienen, fundamental- reconocimiento de tales fluidos en las imágenes
mente, dos finalidades en el hemoperitoneo de la TC se ayuda por la comparación visual con
espontáneo. La primera es hacer el diagnóstico las estructuras llenas de líquido adyacentes,
inicial de sangre en la cavidad peritoneal; la como la vejiga de la orina y la vesícula biliar. La
segunda, identificar una causa subyacente. atenuación debería medirse directamente en
Aunque la mayoría de los pacientes que se casos en los que las diferencias sean sutiles, por-
presentan en la sala de emergencias con un cua- que la apariencia puede ser confusa. La adminis-
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Líquido ascítico de aspecto hemorrágico

Repetir paracentesis y medir el hematocrito en líquido ascítico

Líquido claro en 2.a punción Líquido hemorrágico (ambas punciones)

Punción traumática TC abdominal

Vigilancia clínica Hematoma localizado No CHC ni hematoma localizado CHC

Estabilidad hemodinámica Inestabilidad hemodinámica TAE

Laparotomía exploradora
(cirugía urgente)

Rotura pequeño vaso Rotura vasos linfáticos Rotura variz peritoneal


Ht < 5%, predom. PMN Ht < 5%, predom. MN Ht > 5%, hipotensión

Mal pronóstico

¿Trasplante hepático? Laparotomía/DPPI

FIG. 3. Algoritmo de evaluación y tratamiento de los pacientes con cirrosis y hemoperitoneo espontáneo. Tam-
bién se incluyen pacientes con traumatismo abdominal no penetrante, porque la historia de traumatismo en
estos pacientes no siempre está presente. TAE: embolización transarterial. Ht: hematocrito. PMN: polimorfo-
nucleares. MN: mononucleares. CHC: carcinoma hepatocelular. DPPI: derivación percutánea portosistémica
intrahepática. Predom: predominio. Adaptado de Akriviadis [1].
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tración de ambos contrastes, intravenoso y solu- mente una atenuación medida de entre 30 y
ble oral, ayuda; la presencia de líquido libre 45 UH; sin embargo, su atenuación debe ser eva-
desde una perforación intestinal puede ser con- luada para cada paciente individual. Por ejemplo,
firmada por mostrar material de contraste soluble el hemoperitoneo puede tener una atenuación
oral intraperitoneal libre, y la ascitis urinaria dis- medida menor de 30 UH en un paciente con dis-
tinguirse del hemoperitoneo en una fase retarda- minución del valor del hematocrito sérico o en un
da de una TC o cistografía TC (fase urográfica) paciente con una hemorragia de más de 48 horas
[4]. de evolución [4].
A causa del alto contenido en proteínas, la La atenuación medida de la sangre coagula-
sangre extravascular no coagulada tiene normal- da es de 45-70 UH. El organismo intenta la
282 Dolor abdominal brusco y síncope en un cirrótico en lista de trasplante hepático

TABLA 2. Enfermedades asociadas con hemoperitoneo espontáneo


y hemoperitoneo postraumático en pacientes con cirrosis y ascitis

Hemoperitoneo espontáneo – Hiperplasia nodular regenerativa


Cirrosis con rotura de varices o vasos linfáticos – Adenoma hepatocelular
Carcinoma hepatocelular Hemoperitoneo postraumático
Tumores metastáticos hepáticos Traumatismo abdominal no penetrante
Otras causas: Iatrogénico:
– Pancreatitis hemorrágica – Biopsia hepática
– Peritonitis tuberculosa – PAAF
– Otros procesos inflamatorios – DPPI
– Perforación no traumática de vísceras – Laparoscopia
– Diálisis peritoneal continua ambulatoria – Paracentesis (muy raramente)

DPPI: derivación percutánea portosistémica intrahepática. PAAF: punción con aguja de aspiración fina. Adaptado de Akriviadis [1].

hemostasia formando un coágulo en el lugar del Un foco de sangrado activo puede aparecer
traumatismo. Por eso, en las imágenes de la TC, como un área serpiginosa o amorfa de alta ate-
la más elevada atenuación del hematoma, o nuación entremezclada con un gran hematoma o
«coágulo centinela», es la más cercana al lugar rodeada por él. En imágenes obtenidas con ven-
de sangrado, mientras que la más baja atenua- tanas de tejidos blandos, la extravasación activa
ción de la sangre no coagulada se localiza más puede tener una atenuación que se confunde con
lejos de la fuente [4]. El signo del «coágulo centi- el hueso adyacente o con una fractura. El uso de
nela» se utiliza para identificar la fuente dominan- ventanas óseas en la evaluación de imágenes de
te de hemoperitoneo en pacientes con múltiples esa región debería prevenir tal confusión. El
daños derivados de un traumatismo. La detec- material de contraste oral de una perforación
ción de un coágulo de alta atenuación puede intestinal también puede aparecer como un área
facilitarse usando posiciones de ventana estre- focal de alta atenuación, pero no hay hematoma
chas. El signo del «coágulo centinela» también alrededor como el que se ve en la extravasación
puede ser valorado en casos de hemoperitoneo arterial [4].
no traumático. Ocasionalmente, la apariencia en La imagen de la RM (resonancia magnética)
la TC de la sangre fresca en la cavidad perito- tiene un papel complementario al de la TC en el
neal está alterada por el «efecto del hematocrito», hemoperitoneo espontáneo, siendo particular-
que consiste en que los glóbulos rojos sedimen- mente útil en los casos equívocos. La distribución
tados producen una fase de alta atenuación den- de la sangre intraperitoneal en la RM es especu-
tro del hemoperitoneo [4]. lar de la de la TC. Las señales características de
La extravasación arterial activa de material de la sangre pueden variar considerablemente y
contraste intravenoso se representa en la TC con depender del «tiempo que lleven» los productos
un valor de atenuación medido más alto que el de sanguíneos en el hemoperitoneo. Raramente se
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la sangre libre o no coagulada, una característica emplea como la primera modalidad de imagen en
indicativa de la presencia de material de contraste pacientes que presentan dolor abdominal agudo,
intravenoso en la sangre extravasada. En una serie salvo en determinadas circunstancias como en el
de pacientes, Shanmuganathan et al. [9] encontra- embarazo y, como tal, se sospecha el diagnósti-
ron valores de atenuación de material de contraste co o se sabe incluso antes de realizar una RM [8].
extravasado entre 85 y 370 UH, con una media de Por ello, cuando la mayoría de los pacientes con
132 UH. Aunque en muchos casos de hemoperito- hemoperitoneo espontáneo consiguen una prue-
neo éste se puede tratar no quirúrgicamente con ba de RM, la mayor parte de la sangre aparecerá
resultados excelentes, el hallazgo en la TC de san- como una alta señal hiperintensa en T1 y como
grado activo indica la necesidad bien de emboliza- una señal intermedia en T2 [8]. La RM tiene otras
ción urgente, bien de tratamiento quirúrgico [9]. ventajas independientes en la evaluación de un
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paciente con hemoperitoneo espontáneo. Oca- ROTURA ESPONTÁNEA DEL CARCINOMA


sionalmente, puede ayudar a caracterizar de HEPATOCELULAR
forma definitiva un fluido visto en la TC como
sangre. Esto se requiere raramente, pues la TC es El CHC es la quinta causa de muerte por cán-
excelente identificando y caracterizando el líqui- cer en el mundo [10]; es común en áreas endémi-
do peritoneal como sangre pero, en algunos cas de hepatitis virales B o C. Más del 80% de
casos, puede ser difícil, particularmente cuando ellos se desarrollan en hígados cirróticos —en
sólo hay pequeños volúmenes de líquido y espe- países occidentales, hasta el 95%— [11-14]. La
cialmente en pacientes obesos. El beneficio real resección y el trasplante hepáticos son las mejo-
de la RM, sin embargo, reside en la habilidad de res opciones terapéuticas para la curación. El
identificar una masa dentro del hígado o el bazo CHC puede presentarse con varios síntomas,
que puede haber dado lugar al hemoperitoneo. dependiendo del estadio de enfermedad y, en la
Algunas masas parenquimatosas son difíciles de mayoría de los casos, el diagnóstico se realiza
diferenciar de la sangre fresca y del coágulo en la durante una hospitalización por una descompen-
TC, pero la RM es excelente identificando una sación de una cirrosis hepática subyacente. Pero
masa dentro de un hematoma si aquélla está pre- quizá una de las complicaciones más temibles
sente. Si se identifica una tumoración como del CHC es la rotura del tumor, que origina una
causa, la RM tiene la habilidad de caracterizar hemorragia intraperitoneal. Su aparición es más
además dicha masa [8]. probable en pacientes con enfermedad avanzada
En la tabla 3 se presenta una correlación y cirrosis con pobre función hepática. La rotura
entre las causas de hemoperitoneo y su aspecto del CHC ocurre en el 3-15% de los pacientes.
radiológico en la TC. Existen diferencias geográficas en la incidencia

TABLA 3. Correlación entre las causas de hemoperitoneo


y su aspecto radiológico en la TC

Causas y hallazgos radiológicos del hemope- No traumático


ritoneo en la TC – Iatrogénico (complicación de cirugía, procedi-
Causa miento intervencional, o terapia de anticoagu-
Traumático lación): fluido de alta atenuación en el lecho
– Traumatismo de órgano sólido: signo del quirúrgico, en el lugar de la intervención o alre-
coágulo centinela con acúmulos de líquido dedor del hígado y bazo en pacientes bajo
de alta atenuación cerca o alrededor del terapia anticoagulante
órgano dañado, en las gotieras paracólicas y – Hemorragia asociada a tumor: tumor localiza-
en la pelvis; área de alta atenuación con do en el hígado, bazo o peritoneo, con fluido
borde serpiginoso sugestivo de extravasa- de alta atenuación a su alrededor; signo del
ción activa del material de contraste coágulo centinela
– Daño intestinal y del mesenterio: colecciones – Causa ginecológica (quiste ovárico roto,
líquidas triangulares de alta atenuación entre embarazo ectópico, síndrome HELLP): líquido
las asas mesentéricas; pared intestinal grue- con ecogenicidad interna de alta atenuación
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sa; líquido libre de alta atenuación indicativo alrededor del útero y anejos; asociados masa
de extravasación de material de contraste anexial de atenuación mixta con un compo-
intravenoso de los vasos mesentéricos o de nente de alta atenuación o nivel líquido-líquido
material de contraste oral debido al daño – Lesión vascular (aneurisma o seudoaneurisma
intestinal de arterias viscerales): acumulación de mate-
rial de contraste sin un aparente saco aneuris-
mático rodeado por líquido libre de alta ate-
nuación; historia clínica de enfermedad
vascular sistémica (p. ej., síndrome de Ehlers-
Danlos) o pancreatitis aguda

Adaptado de Lubner et al. [4].


284 Dolor abdominal brusco y síncope en un cirrótico en lista de trasplante hepático

recogida de esta complicación; la más alta se ha laparotomía exploradora de urgencia. Los sínto-
observado en los países con mayor tasa de CHC, mas más frecuentes son el dolor abdominal de
Asia (Japón: 2,9-14%, Tailandia: 12,4%, Hong comienzo brusco (66-100%) y el shock (33-90%).
Kong: 14,5%) y África subsahariana, siendo infre- La ecografía y la TC son útiles para la demostra-
cuente en los países occidentales (Reino Unido: ción de hemoperitoneo y de un tumor hepático
3%). Gracias a una detección más precoz del (véase anteriormente). La TC también tiene la
CHC, está disminuyendo la incidencia de la rotu- ventaja de mostrar la vena porta. Sin embargo, el
ra. Sin embargo, la tasa de mortalidad en la fase punto de sangrado activo se demuestra raramen-
aguda permanece elevada (25-75%) y, durante te. La angiografía hepática puede confirmar la
esta fase, el fallo hepático ocurre entre el 12 y el extravasación del contraste del tumor en el 13,2-
42% de los casos [15]. La rotura espontánea es, 35,7% de los pacientes. La paracentesis abdomi-
por tanto, una complicación grave del CHC [16]. nal también confirma el diagnóstico de hemope-
ritoneo [15]. De todas formas, en un paciente
Mecanismos de rotura cirrótico conocido que desarrolla dolor abdomi-
nal brusco o hipotensión, sin evidencia de san-
Los mecanismos de rotura espontánea toda- grado externo, es obligado efectuar paracentesis
vía no se conocen con exactitud. Como hipótesis diagnóstica para descartar rotura espontánea de
se incluyen: un rápido crecimiento del tumor que un CHC y solicitar una TC para su confirmación.
produce necrosis central, desgarro del parénqui-
ma hepático no tumoral suprayacente, erosión de Tratamiento de la rotura espontánea del CHC
un vaso, aumento de la presión intratumoral (con
la oclusión de las venas hepáticas por un trombo A causa de la elevada mortalidad, muchos
o invasión tumoral), y coagulopatía por la cirrosis estudios han intentado establecer un consenso
subyacente. Recientemente se ha defendido que sobre el cuidado terapéutico más óptimo. Hay un
la rotura espontánea del CHC puede estar rela- acuerdo general de los principios que seguir y
cionada con una disfunción vascular [17], que una tendencia hacia la incorporación de la embo-
resultaría de la degeneración de la elastina y de la lización transarterial (TAE) en el algoritmo de tra-
degradación del colágeno tipo IV (debido al tamiento. Los principios son la recuperación del
aumento de expresión de la colagenasa), hacien- shock hipovolémico, seguido de la hemostasia,
do que los vasos sanguíneos sean más débiles y intentando preservar la máxima cantidad de
friables y causando más fácilmente el desgarro parénquima hepático funcionante y, finalmente, el
cuando la carga vascular aumenta por hiperten- tratamiento del CHC subyacente [16].
sión o ante un traumatismo mínimo. Los tumores De 1960 a 1980, la cirugía abierta era el prin-
más grandes y localizados en la periferia son más cipal tratamiento para la hemostasia. Varios pro-
propensos a la rotura [18]. cedimientos quirúrgicos, incluyendo el packing
perihepático, la sutura de los tumores sangrantes,
Diagnóstico la inyección de alcohol absoluto, la ligadura de la
arteria hepática y la resección hepática, se han
A menudo, en los países occidentales el diag- considerado efectivos en la hemostasia. Los pro-
nóstico de rotura espontánea del CHC no se sos- cedimientos quirúrgicos abiertos consiguen una
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pecha por la baja incidencia de CHC y de dicha alta tasa de hemostasia, pero se asocian con una
complicación. El diagnóstico es difícil, particular- elevada tasa de mortalidad intrahospitalaria. Con
mente en los pacientes que no tienen una histo- la introducción de la embolización transarterial y la
ria previa de CHC o de cirrosis. Además, por su quimioembolización transarterial como tratamien-
alarmante forma de presentación, a menudo se tos paliativos para un CHC no resecable, la TAE
producen errores diagnósticos con apendicitis ha sido cada vez más empleada para conseguir la
aguda o con perforación de úlcera péptica [19]. El hemostasia en un CHC roto. La hemostasia con
desarrollo de las técnicas de imagen ha mejorado cirugía abierta se convierte así en la segunda línea
notablemente la tasa de diagnósticos. Sin embar- de tratamiento, cuando la embolización transarte-
go, el 20-30% se efectúa todavía durante una rial falla o no está disponible [15].
M.ª T. Angueira Lapeña, M.Vázquez Romero y V. F. Moreira Vicente 285

No existen estudios prospectivos aleatorios pacientes con un nivel de bilirrubina sérica mayor
controlados o comparativos bien diseñados para de 2,92 mg/dl [21-24]. No está claro si la embo-
definir cuál es el mejor método hemostático. No lización transarterial de rutina será beneficiosa
obstante, son estudios de difícil diseño. en pacientes hemodinámicamente estables en la
prevención de la rerrotura tumoral y en la super-
Embolización transarterial vivencia [15].
Un estudio español [19] expone la experiencia
El papel de la embolización transarterial ha de 7 pacientes tratados con embolización transar-
aumentado rápidamente en los últimos 20 años. terial. De 440 pacientes hospitalizados durante los
Se ha demostrado que es altamente efectivo para meses de abril de 1989 a abril de 1998 con el diag-
conseguir una hemostasia inmediata, incluso en nóstico de CHC y cirrosis hepática, 14 empezaron
pacientes con hemoperitoneo masivo. Con el con hemoperitoneo como primera manifestación.
empleo de las técnicas de angiografía, se puede De éstos, 4 fueron tratados únicamente con cuida-
evaluar la localización del tumor, el punto de san- dos de soporte debido a la extensión tumoral y/o
grado activo y si la vena porta es patente o no. La la presencia de fallo hepático, 3 fueron tratados
embolización transarterial generalmente está con resección quirúrgica y 7, con TAE. En estos
contraindicada en pacientes con una obstrucción últimos, el procedimiento fue efectivo en el control
completa de la vena porta principal por un trom- del sangrado en todos los casos, sin empeora-
bo tumoral, ya que existe un alto riesgo de infar- miento significativo de su función hepática o falle-
to hepático. Sin embargo, la obstrucción parcial cimiento en relación con el tratamiento. En 6 de los
de la vena porta no se considera una contraindi- pacientes se observó un síndrome posemboliza-
cación absoluta para la embolización [20]. Las ción autolimitado. El tiempo medio de superviven-
ventajas de la embolización sobre la cirugía son cia fue de 273 ± 488,7 días (rango: 15-1290). De
que consigue una mejor hemostasia –al lograr la los 7 pacientes tratados con TAE, 3 sobrevivieron
oclusión de los vasos que nutren el tumor más más de 6 meses, de los cuales sólo un paciente
distalmente– y evita una cirugía mayor en pacien- vivía en el momento de la evaluación. Las causas
tes de alto riesgo. Tiene una alta tasa de éxito de muerte fueron: hematemesis masiva por san-
hemostático (53-100%) y una mortalidad más grado variceal en 3, recurrencia del hemoperitoneo
baja a los 30 días (0-37%) que la cirugía [15, 19]. con shock hipovolémico en 2 y fallo renal asocia-
Los casos de una rerrotura tumoral después de la do a peritonitis bacteriana espontánea en el otro.
embolización transarterial —con muy mal pro- Concluyeron que la embolización transarterial es
nóstico— pueden alcanzar el 35% [15, 19]. La un procedimiento efectivo y bien tolerado en el tra-
complicación más común de esta técnica es el tamiento de hemoperitoneo por esta causa en los
síndrome posembolización (26-85%), que con- pacientes cirróticos.
siste en fiebre, dolor abdominal, náuseas y eleva- La mayoría de estudios no precisan qué arte-
ción de las enzimas hepáticas [15, 19]. Suele ria se emboliza. Teóricamente, es preferible la
resolverse en 1 o 2 semanas. La complicación embolización selectiva de la arteria hepática por
que supone mayor riesgo vital es el fallo hepáti- el menor riesgo de fallo hepático al preservar el
co, que sucede en el 11,8-33,3% de los casos y aporte del lóbulo hepático no tumoral y porque,
es la causa de muerte más frecuente en esta téc- además, existe la posibilidad de una resección
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nica [15]. Los criterios de selección para la embo- curativa posterior [16].
lización transarterial de un CHC roto no están
bien estudiados. En presencia de un sangrado Resección hepática
continuo de un CHC roto, la embolización trans-
arterial debería usarse como técnica de elección La resección hepática provee de la única es-
para la hemostasia en pacientes con una función peranza de curación en los pacientes con rotura
hepática conservada pero sin una trombosis por- espontánea de CHC. Se ha defendido la resec-
tal completa. Cuatro estudios retrospectivos ción hepática de urgencia para conseguir la he-
mostraron que la embolización transarterial era mostasia y un tratamiento definitivo, ambos, en
raramente eficaz en prolongar la supervivencia en una única intervención. Ong y Taw [25] sugieren
286 Dolor abdominal brusco y síncope en un cirrótico en lista de trasplante hepático

que un retraso en la resección hepática después pia y la USG laparoscópica podrían tener un cier-
de la hemostasia inicial quizá comprometa la tasa to papel previniendo laparotomías innecesarias,
de resección. Su razonamiento es que la rotura lo que mejoraría la resecabilidad en CHC rotos.
espontánea del CHC se debe a la rápida salida No existen estudios que demuestren la utilidad
de sangre desde el tumor debido a una gran vas- de estas técnicas en el paciente con CHC roto.
cularización. Una vez que el CHC invade el siste- Dos estudios prospectivos mostraron que la
ma de drenaje venoso, la extensión del tumor es laparoscopia y la USG laparoscópica reducían la
muy rápida. La tasa de resección durante la tasa de laparotomías innecesarias y aumentaban
emergencia está entre 12,5 y 31% [15, 26]. La la tasa de resección en pacientes con CHC no
resección hepática de urgencia en un primer y roto [27, 28].
único tiempo comporta una mortalidad intrahos-
pitalaria del 16,5-100% [15, 26]. La resección Ablación por radiofrecuencia
hepática de urgencia se asocia con un pobre
resultado, porque el estadio tumoral y la reserva La ablación por radiofrecuencia se está usan-
funcional hepática no están definidos antes de la do cada vez más en pacientes con CHC peque-
operación. Además, la presencia de shock hemo- ños no rotos confinados al hígado [29, 30], espe-
rrágico hace que la función hepática sea aún más cialmente cuando los tumores son irresecables a
pobre de lo usual. causa de las malas condiciones generales del
Actualmente, la mayoría de los autores son paciente por una función hepática comprometi-
partidarios de una resección hepática en un tiem- da. Sin embargo, el papel de la ablación por
po posterior como tratamiento definitivo preferido radiofrecuencia en el cuidado de la rotura espon-
después de que los pacientes y el hígado se tánea del CHC es todavía desconocido. Los
hayan recuperado del episodio de rotura. En la datos acerca de este tratamiento para el CHC
literatura, no hay estudios del tiempo óptimo en roto en la literatura médica son muy limitados.
el que se debe llevar a cabo la resección hepáti-
ca reglada. Varía entre 10 y 126 días. Después de Pronóstico y supervivencia
las adecuadas pruebas complementarias, la ciru-
gía reglada tiene una tasa de resección del 21- La rotura del CHC se asocia con una elevada
56%, que es comparable con la tasa de resec- mortalidad intrahospitalaria, que oscila entre el 25
ción del CHC sin rotura. Cuando se compara con y el 75%. El nivel de bilirrubina sérica, la existen-
una resección hepática de urgencia en un primer cia de shock en el momento de la admisión y el
y único tiempo, la resección hepática reglada grado de la enfermedad hepática prerruptura son
tiene una tasa de mortalidad intrahospitalaria importantes factores pronósticos. Algunos estu-
mucho más baja, 0-9%, y una mejor superviven- dios retrospectivos mostraron que un valor de
cia al año (54,2-100%), a los 3 años (21,2-48%) y bilirrubina sérica total mayor de 2,92 mg/dl era un
a los 5 años (15-21,2%). Una resección hepática nivel crítico de predicción de una mala evolución
de urgencia en un solo tiempo debería reservarse [15, 21-24].
para los pacientes no cirróticos con un tumor No hay estudios prospectivos en la literatura
pequeño y fácilmente accesible [15]. médica que comparen los resultados del trata-
miento quirúrgico del CHC roto frente al CHC sin
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Laparoscopia y ultrasonografía laparoscópica rotura. Liu et al. [26] han descrito que la supervi-
vencia de los pacientes con CHC roto era signifi-
La laparoscopia y la ultrasonografía (USG) cativamente peor que en los que no presentaban
laparoscópica son útiles en la estadificación de rotura, concluyendo que la mortalidad precoz no
los tumores malignos hepatobiliares. En pacien- dependía de la modalidad de tratamiento sino de
tes con una rotura previa del CHC, la estadifica- otros factores, como el estadio de enfermedad
ción puede ser más avanzada que en aquéllos sin prerrotura (conocido el diagnóstico de CHC antes
rotura. El tumor puede progresar durante la fase de la rotura), la función hepática en el momento
de recuperación del sangrado agudo, ya que de la rotura (nivel de bilirrubina sérica) y la grave-
puede producirse una implantación peritoneal dad de la hemorragia (valor de hemoglobina y
durante la rotura tumoral. Además, la laparosco- existencia o no de shock a la llegada a urgen-
M.ª T. Angueira Lapeña, M.Vázquez Romero y V. F. Moreira Vicente 287

cias), confirmando la opinión de algunos clínicos roto, en el que el 0,5-25% medían 7 cm), así
de que la rotura es una manifestación preterminal como la incidencia de recurrencia extrahepática
de la enfermedad en algunos pacientes con CHC. (55 frente a 43%). Probablemente, una disemina-
Aunque las razones exactas para estas diferen- ción de células tumorales intraperitoneales
cias de supervivencia son oscuras, se observó durante la rotura sea la responsable de la alta
que los tumores eran significativamente mayores incidencia de la recurrencia intraperitoneal extra-
en el grupo del CHC roto (de este grupo, el 2,5- hepática. Sin embargo, Yeh et al. [31], publicaron
15% medían 10 cm, frente al grupo del CHC no que los pacientes con CHC sin rotura tenían una

Pacientes con CHC roto

Tratamiento agudo y valoración

Estable hemodinámicamente Inestable hemodinámicamente

Tratamiento conservador Resucitación


Estabilización Procedimientos hemostáticos
Monitorización estrecha
Corrección de la coagulopatía

TAE: Cirugía abierta: Resección hepática


- Expertos disponibles - Packing perihepático de urgencia si:
- Vena porta patente - Sutura-plicación - Tumor pequeño y
- Razonable función hepática - Inyección de alcohol fácilmente accesible
- Ligadura de la arteria - Hígado no cirrótico
hepática

Hemostacia

Evaluación de la función hepática


Estadificación del CHC
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Buena reserva hepática Tratamiento paliativo


CHC resecable

Resección programada

FIG. 4. Algoritmo del tratamiento de los pacientes con rotura espontánea del carcinoma hepatocelular. TAE:
embolización transarterial. CHC: carcinoma hepatocelular. Adaptado de Lai y Lau [15].
288 Dolor abdominal brusco y síncope en un cirrótico en lista de trasplante hepático

supervivencia global similar a aquéllos con CHC 11. Muñoz N, Bosch FX. Epidemiology of hepatocellular car-
roto, pero la tasa de supervivencia libre de enfer- cinoma. En: Okuda K, Ishak KG, editores. Neoplasm of the
medad era significativamente mejor en los prime- liver. Tokyo: Springer-Verlag; 1987. p. 3-21.
12. Okuda K. Early recognition of hepatocellular carcinoma.
ros. Mizuno et al. [32] intentaron comparar las
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tasas de supervivencia de pacientes con CHC
13. Calvet X, Bruix J, Bru C, Ginés P, Vilana R, Solé M, et al.
roto y no roto basándose en los mismos factores Natural history of hepatocelluar carcinoma in Spain. A five
de fondo, tales como el estadio de enfermedad y year experience of 249 cases. J Hepatol. 1990;10:311-7.
la función hepática. No encontraron diferencias 14. Castells L, Vargas V, González AM, Esteban JI, Esteban R,
significativas en los 2 grupos de pacientes en la Guardia J. Long interval between HCV infection and deve-
supervivencia global y libre de enfermedad. Con lopment of hepatocellular carcinoma. Liver. 1995;15:159-63.
base en los limitados datos disponibles en la lite- 15. Lai EC, Lau WY. Spontaneus rupture of hepatocellular
ratura médica, es difícil alcanzar una conclusión carcinoma. Arch Surg. 2006;141:191-8.
definitiva de los resultados a largo plazo de los 16. Buczkowski AK, Kim PT, Ho SG, Schaeffer DF, Lee SI, Owen
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pacientes tratados con resección quirúrgica defi-
tocellular carcinoma. J Gastrointest Surg. 2006;10:379-86.
nitiva con CHC roto cuando se comparan con
17. Zhu LX, Geng XP, Fan ST. Spontaneus rupture of hepato-
pacientes con CHC no roto. No obstante, un cellular carcinoma and vascular injury. Arch Surg. 2001;136:
mensaje claro es que se consigue una supervi- 682-7.
vencia prolongada con la resección hepática en 18. Chen CY, Lin XZ, Shin JS, et al. Spontaneus rupture of
pacientes seleccionados con rotura espontánea hepatocellular carcinoma: a review of 141 Taiwanese cases
del CHC. En la figura 4 se presenta un algoritmo and comparison with nonrupture cases. J Clin Gastroenterol.
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