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1 ¿Qué quiero comunicar?

Equidad de género en el trabajo

Cual es el nombre del tema

2 ¿Por qué voy a comunicar esto? Para informar acerca del concepto y explicar acerca
de la importancia de la equidad de género en el
Esta pregunta corresponde al propósito y debe trabajo
responder a informar, persuadir, explicar, instruir,
describir, de acuerdo at u interés

3 ¿A quien le voy a comunicar? Público en general

Tipo de lector, es decir, público en general,


adolescentes, jóvenes, estudiantes, amas de casa,
expertos en el tema etc…

4 ¿Qué tipo de texto voy a construir? Narrativo, argumentativo

Narrativo, descriptivo, definición, explicativo,


analógico, clasificativo, comparativo,
argumentativo

5 ¿De dónde obtendré la información? Documentos, Constitución Mexicana

Documentos, investigación de campo, ambos

Cuestionario “Aplicando la preescritura”

Delimitando el tema
Datos históricos

Escribe un listado de palabras o lluvia de ideas del tema

Que es discriminación equilibrio naturaleza

igualdad Equidad bienestar Imparcialidad

género Justicia Hombres humanidad

Argumentos Oportunidade Mujeres


s

Estadísticas paternidad violencia

Derechos trabajo sociedad

Obligaciones sexo empleo

Escribe la pregunta enfoque del tema y su respuesta


¿Qué es la equidad de género en el trabajo?

El concepto de equidad de género se refiere a la capacidad de ser equitativos y justos en relación


al trato de hombres y mujeres, teniendo en cuenta sus diferentes necesidades y esto debe
traducirse en igualdad de oportunidades en el trabajo.

Ensayo Equidad de género en el trabajo

Carta a mi bisabuela

¿Cómo estás? Quiero contarte acerca de un tema que debo reflexionar y es la equidad de
género en el trabajo. Equidad de género como la defensa de la igualdad de la mujer y del
hombre en el control y uso de los bienes y servicios de la sociedad. Esto supo abolir la
discriminación entre ambos sexos y que no se privilegie al hombre en ningún aspecto de
la vida social, tal como era frecuente hace algunas décadas como recuerdes y tal vez te
haya tocado vivir o padecer.

Se que irás hacia la época de la Revolución en la que te tocó estar, cuando el artículo
cuatro era totalmente innovador al proclamar la igualdad del hombre y la mujer ante la ley.
De hace un siglo a la fecha se han hecho avances en cuanto al voto y todavía falta
mucho que madurar para alcanzar una igualdad de género, pero para poder llevar a cabo
una buena política de desarrollo social, no deben verse las diferencias de sexo entre los
seres humanos como obstáculos, sino más bien se deben reconocer tales diferencias y
potencializarlas, partiendo de ellas para diseñar estrategias encaminadas a ampliar y
ofrecer igualdad de oportunidades a todos los hombres y mujeres.

Dentro de esa equidad en todos los ámbitos existe por supuesto el laboral. Ya te escucho
diciendo que en tu época no había licenciadas, ingenieras ni demás; en aquel entonces, la
mujer no tenía derecho ni a ser escuchada, ni a opinar, ni mucho menos a elegir su papel
en la familia o en la sociedad, pues existía una división de trabajo muy diferenciada; el
hombre se dedicaba al trabajo y la mujer al cuidado de la casa y de la familia. Si bien
ahora estas carreras ya esta abiertas a las mujeres todavía en las anuncios que ofrecen
trabajo muchos de ellos piden un hombre como parte del perfil para poder solicitar el
empleo.

Sin embargo poco a poco las mujeres han demostrado tener la suficiente capacidad de
actuar en la vida social y económica, logrando excelentes resultados, derivados de la
toma de decisiones en el sector político, en las entidades económicas y en los
importantes aportes en la ciencia y tecnología.

Pero creo que también los hombres padecen dentro de ese rol tan rígido ya que no
pueden ejercer su paternidad al verse encasillados en el papel de simples proveedores.
También los hombres son mal vistos en profesiones que se consideran típicamente
femeninas, las que implican trato con niños por ejemplo, ya que los padres desconfían de
dejar a sus hijos solos con un terapeuta, como si el solo hecho de ser hombres los hiciera
faltos de confianza. Además, aunque es un derecho de los hombres pedir licencia de
paternidad al nacer sus hijos es un privilegio que casi ninguno ejerce, pues se considera
más propio de la mujer.

En algunos trabajos las mujeres no son remuneradas como un hombre, además de que
las labores del hogar no son ni pagadas materialmente ni reconocidas. Las mujeres tienen
mayor dificultad para ascender a puestos de poder.

En México el salario promedio de las mujeres fue del 70% del de los hombres en el año
2001. Sin embargo, parte de estas diferencias pueden ser consecuencia de diferencias en
las preferencias de hombres y mujeres.

Creo que la equidad en el trabajo se debe ver reflejada en igualdad de oportunidades, en


poder ascender a puestos de alta gerencia, en que se respeten los derechos de las
madres trabajadoras, y que no se vean obligadas a presentar un certificado de no
embarazo para que las contraten; pero también en que los hombres puedan trabajar en lo
que deseen sin temor a ser mal vistos por estar en un trabajo “muy femenino”, de tomar
licencias de paternidad al nacer sus hijos o cuando estos se enfermen, de pedir permiso
para una reunión escolar sin que si jefe diga “¿y su esposa?”

Una mayor equidad no debe solo favorecer el bienestar de las mujeres sobre el de los
hombres sino un equilibrio para un bienestar de ambos sexos. Tampoco debemos
enfrentar a hombres y mujeres sino buscar la colaboración de ambos en sus funciones de
complementación uno del otro. Ambos sexos nos integramos porque cada uno posee
características que le son propias y son necesarias para el funcionamiento de la sociedad.

¿Tú que piensas?

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