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DL.: SE 6595-2009
Revista semestral del Real Conservatorio Profesional de Música “Manuel de Falla” de Cádiz. Año I. Número 1. Diciembre de 2009 - Mayo de 2010.
Ejemplar gratuito
Entrevistas:
ÁNGELES RENTERÍA
CLARA ANDRADA DE LA CALLE
Artículos:
Y AHORA, QUÉ…
Partitura:
ACÁN
Análisis:
QUINTETO Nº 1 OP 89. GABRIEL FAURÉ
SUMARIO
3 . EDITORIAL
Revista semestral del Real Conservatorio Profesional de Música
“Manuel de Falla” 4 . ENTREVISTAS CON...
Año I. Número 1. Diciembre de 2009 - Mayo de 2010
Ángeles Rentería
Dirección: Clara Andrada de la Calle
Nuria Aramberri por Francisco J. Cantó Carrillo
Paco Toledo
DL.: SE 6595-2009
ISSN: 2171-1410
Edición:
1000 ejemplares
Así pues MINA III nace con una clara vocación pe-
dagógica y divulgativa, y, para ello, presenta unos contenidos
muy diferenciados y de gran interés para la comunidad educati-
va: análisis, artículos musicológicos y pedagógicos, y entrevis-
tas a personalidades de reconocido prestigio musical; además
de noticias, agenda e información sobre discos, partituras, etc.,
la revista ofrece un valor añadido al incorporar en sus páginas
intermedias una partitura inédita, encargo de la propia revista.
ianista nacida en Sevilla en 1936. Después de formarse en las clases de Cubiles en Madrid, donde obtiene Primer Premio de
Virtuosismo y en Salzburg con Paul Schilhawsky, vuelve a España donde obtiene una Cátedra de Piano. Enseña en esa
Cátedra en Sevilla hasta 1982, año en que se traslada a Madrid para seguir ejerciendo la enseñanza en el Conservatorio Superior de
forma continua hasta 1996 en que se jubila voluntariamente y deja de ejercer la docencia.
Su labor como intérprete ha tenido una continuidad sin descanso durante más de 50 años. Ha dado conciertos como solista y ha toca-
do con prácticamente todas las orquestas españolas y muchas de Europa, E.E.U.U. y Latinoamérica.
Ha estrenado numerosas obras de compositores españoles: Alis, Carra,Bernaola,Marco,Castillo, García Abril y muchos más.
Ha grabado varios discos de música española y en Radio Nacional tienen un archivo importante de obras grabadas para el ente RTVE.
En 1974 se reencuentra con su antiguo compañero de estudios Jacinto Matute y, de manera fortuita, pues el pianista Manuel Castillo
se vio imposibilitado para tocar, montan la Sonata para dos pianos y percusión de Bela Bartok. Esta actuación celebrada en Sevilla,Madrid
y Barcelona, supuso tal éxito que fue el inicio de este Dúo, Rentaría-Matute, que sería considerado por la crítica como uno de los mejores
en su especialidad. Los conciertos se sucedieron en España y fuera de nuestras fronteras. Y siempre con gran éxito de crítica y público.
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MINA III: ¿Cómo eran las enseñanzas musicales en la España de la postguerra? ¿Qué profesores y asignaturas tenía?
ÁNGELES RENTERÍA: Mis estudios en España tuvieron lugar primero en Sevilla y luego en Madrid entre 1946 y 1959, año en el que
ya casada me fui con mi marido a Viena -luego Salzburgo- para seguir mi formación. En sendos conservatorios españoles tuve asignatu-
ras de historia y estética, armonía, acompañamiento y música de cámara, además del piano.
Aunque el solfeo sólo duraba tres años, se conseguía alcanzar un nivel muy alto. Además un estudiante de piano podía realizar los
ocho primeros cursos en muchos conservatorios españoles, pero sólo en Madrid se podía estudiar los últimos dos años llamados “de vir-
tuosismo”.
Recibí clases de profesores muy buenos. Recuerdo por ejemplo mis clases de piano con Doña Clara Peralto en Sevilla, el maestro
Cubiles en Madrid y Hans Graf en Viena; y de música de cámara con Don Telmo Vela en Sevilla.
MIII: ¿Cómo de difícil era para una mujer poder dedicarse a estudiar piano en aquellos años?
A.R.: Yo no tuve problemas porque mi marido siempre me apoyó en mi trabajo, aunque conocí a mujeres de gran talento con el piano
que no pudieron continuar su carrera por tener que dedicarse a las labores domésticas. Esto no quiere decir que fuese fácil para mí, ya
que tenía que compatibilizar estar con mi familia y el trabajo.
MIII: ¿Cuándo descubrió que el piano sería su vida, antes de irse a Austria o una vez instalada en dicho país?
A.R.: El piano era mi vida desde que tengo uso de razón. De pequeña yo tenía un piano en una sala fría sin calefacción en Andalucía.
Deseaba sentarme a tocar mi instrumento pese al frío. Era una especie de adicción. Creo que es importante para el futuro pianista tener
esta vocación desde niño dado el sacrificio que supone esta labor a nivel profesional.
MIII: Usted ha estrenado muchas obras de compositores españoles, ¿Cómo ha sido su relación con dichos compositores?
¿Cuál era su gusto por la música de la vanguardia?
A.R.: Tocar música de compositores contemporáneos era algo absolutamente distinto que tocar repertorio clásico. Sentía más libertad
en muchos aspectos de la interpretación. Los propios compositores me animaban o simplemente avalaban esa libertad de interpretación.
Era también un trabajo más intelectual, más abstracto.
De algunos compositores he sido muy amiga como por ejemplo Carmelo Bernaola, ya fallecido. En la actualidad mantengo una gran
amistad con Tomás Marco o Manuel Carra
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ENTREVISTA. Ángeles Rentería
MIII: ¿Cuál cree que fue el secreto del éxito de su dúo con Don Jacinto Matute?
A.R.: Muchísimo trabajo exhaustivo que él me obligaba a hacer. Jacinto era muy puntillista, muy disciplinado. Tenía una técnica increí-
ble. Para mí era un reto poder estar a la altura de su técnica y su música. Todo lo tocábamos de memoria para vernos de frente, incluso
obras como la Consagración de la primavera de Stravinsky o la Sonata de dos pianos y percusión de Bartok. Esto permitía que no hubie-
ran dudas en entradas o caídas. Hay que notar que un descuadre entre dos instrumentos de naturaleza percusiva es mucho más evidente
que entre instrumentos de naturaleza diferente.
Además del inmenso trabajo nos ayudó mucho tener a priori una visión de la música muy parecida gracias a que ambos fuimos estu-
diantes del mismo profesor.
MIII: Para los jóvenes pianistas, ¿Cuáles son las 10 obras más importantes para dos pianos y/o cuatro manos bajo su punto
de vista?
A.R.: La Sonata de Mozart para dos pianos, la Sonata de Brahms para dos pianos (que es versión anterior a la del quinteto con piano),
las Variaciones de Brahms sobre un tema de Haydn, “En blanco y negro” de Debussy, la Sonata de Bartok para dos pianos y percusión,
la Suite de Rachmaninov op.17 para dos pianos, las Variaciones sobre un tema de Paganini de Lutoslawsky para dos pianos, la Sonata
de Hindemith para piano a cuatro manos, las Variaciones de Brahms sobre un tema de Schumann para piano a cuatro manos y “Mi madre
la oca” para piano a cuatro manos de Ravel.
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Flauta de la orquesta de la Radio de Frankfurt
CLARA ANDRADA: Mis padres no son músicos profesionales, pero les encanta la música. Así que, incluso antes de nacer, ya escuchába-
mos música clásica. Supongo que ahí comenzó todo. Además, desde los cuatro años me matricularon en la “Escuela de Música Syrinx”,
de Salamanca. Allí fomentan, mediante el sistema Willems, la sensibilidad y creatividad artística e inician la formación auditiva. Guardo
muy buenos recuerdos de mi formación musical: improvisábamos, cantábamos y empezábamos a tocar xilofones, campanas…, todo en
forma de juegos y disfrutando mucho, para conseguir que la música formara parte de nuestra vida cotidiana.
C.A.: Cuando tenía sólo dos años, fui con mi familia a un recital de flauta y piano, del que sería mi futuro profesor: Pablo Sagredo. Me
senté con mis padres muy cerca de la salida, pues pensaban que pronto podría cansarme. Sin embargo no fue así, sino que estuve atenta
durante todo el concierto. Desde entonces quise tocar la flauta.
C.A.: Podemos estudiar muchas horas solos, pero como flautista, nuestra carrera está muy determinada a tocar con más gente. La músi-
ca de cámara me parece una de las maneras más genuinas y auténticas de hacer música tal como uno la siente. También la base para
aprender a escuchar, reaccionar y a comunicarnos con los demás, cualidades esenciales para cualquier instrumentista, pero especialmen-
te para los intrumentistas de viento que solemos querer tocar, además, en una orquesta.
MIII: ¿Qué fragmentos orquestales cree que deben ser “el pan
nuestro de cada día” de todo aspirante a flautista profesional?
MIII: ¿En qué cree que difiere el mundo de la orquesta en Alemania del de España?
C.A.: No he formado parte de ninguna orquesta profesional española. Y tampoco he tocado mucho como invitada en orquestas de nuestro
país. Así que intentaré exponer los rasgos más característicos de mi trabajo en Frankfurt. Formo parte de una Orquesta de Radio, lo cual
supone ya una diferencia con otras Orquestas Sinfónicas o Filarmónicas. La principal es el repertorio, tenemos el compromiso de hacer
varios programas de música contemporánea al año, al igual que estrenos y grabaciones de música actual. En mi orquesta hacemos tam-
bién repertorio barroco con especialistas de ese periodo. Y todos los periodos intermedios. Así que incluso colegas que llevan trabajando
en la orquesta muchos años, siguen conociendo repertorio nuevo.
En nuestra sección somos cinco flautas: dos solistas, un solista de piccolo, un flauta segundo, y otro flauta que también toca pic-
colo. De manera que me divido los programas con el otro solista. Tenemos bastante libertad para organizar nuestro trabajo. Toda la or-
questa disfruta de una media de doce semanas libres al año.
Solemos hacer dos giras grandes cada temporada (bien europeas o trasatlánticas), y diversos conciertos esporádicos en el ex-
tranjero o dentro de Alemania, pero la mayor parte del tiempo tocamos en Frankfurt. Interpretamos un programa por semana. Tenemos un
director principal, que hace una media de doce programas al año, y los demás son directores invitados.
C.A.: Jaime Martín, Suntory Hall (Tokio), Bernard Haitink y Emmanuel Pahud . 9
ARTÍCULOS. Y ahora, qué...
Y AHORA, QUÉ...
POR JOSÉ ANTONIO COSO
PROFESOR DE PIANO, PEDAGOGÍA MUSICAL Y
LITERATURA E INTERPRETACIÓN DEL PIANO
CONSERVATORIO PROFESIONAL DE MÚSICA
“FRANCISCO GUERRERO”
SEVILLA
Concluir con éxito los estudios musicales en la etapa inter- exigencia de los profesores de colegio o instituto, del desconoci-
media, es decir, la mal llamada enseñanza profesional [1], habién- miento de lo que los mismos miembros de cada equipo educativo
dolos compatibilizado con los correspondientes a la enseñanza exigimos independientemente al alumno en el conservatorio po-
general, y habiendo superado todas las dificultades de esta peno- niendo de manifiesto una flagrante descoordinación curricular, de
sa conciliación, remontado los momentos de angustia, desmotiva- la falta de percepción de una sociedad que seduce a la juventud
ción, estrés, desgana y desánimo, renunciando frecuentemente a con videojuegos, Internet, mp3, mp4, ipod, teléfonos móviles,
salir con amigos, a ir al cine y a otras costumbres propias de la chats, foros, redes sociales, ... "cantos de sirenas" ante cuyo
juventud ..., constituye la culminación de una auténtica proeza — hechizo difícil resulta no sucumbir.
si tenemos en consideración las peculiaridades de los tiempos en
que vivimos—. Claro que siempre se puede hacer más de lo que se
hace, y la mayoría de nuestros alumnos podrían estudiar más de
Muchos profesores dirán que con mi apreciación épica lo que estudian, pero un profesor caería en un grave error si juz-
“me he pasado tres pueblos”, pues el nivel de exigencia, si lo gara la dedicación de un alumno sin antes conocer sus específi-
comparamos con los tiempos “preLOGSE”, es claramente inferior, cas circunstancias personales, es más, una de sus prioridades
los alumnos estudian menos y la formación adquirida al final del curriculares debería estar enfocada a convertir el trabajo personal
tramo profesional es manifiestamente mejorable. Efectivamente, del estudiante en una actividad de alto rendimiento que compense
no les falta razón en sus planteamientos, pero, bajo mi punto de el tan reclamado déficit horario de estudio.
vista, creo que están relativizados y descontextualizados. A ve-
ces, nos dejamos llevar por la trampa de la comparación y, en Así pues, después de 10 años recorriendo esta auténtica
pasillos y reuniones de profesores se pueden escuchar con velei- carrera de obstáculos, afortunadamente no exenta de muchas y
dosa frecuencia argumentos en contra de la dedicación horaria de grandes satisfacciones personales y musicales, llega el momento
los estudiantes de hoy, especialmente en lo referente a la canti- en que algunos de los muchos que empezaron las enseñanzas
dad de horas de estudio: musicales tropiezan con el inevitable enigma: “Y ahora, ... ¿qué?”
—Pues cuando yo era estudiante dedicaba tantas Esta cuestión suele generar con frecuencia no poca in-
horas al instrumento, tantas horas a las demás asig- quietud y zozobra entre estos aspirantes a estudiantes superiores
naturas y también iba al colegio o al instituto. de música porque, entre otras cosas, con esta decisión “se la
están jugando” con vistas a una futura dedicación profesional y
Este tipo de razonamientos son, en el fondo, fruto del laboral. Pero esa no debiera ser la razón del desasosiego estu-
desconocimiento de la realidad de estos muchachos y mucha- diantil, pues a estas alturas, tanto el profesor o profesores como
chas, del desconocimiento de los requerimientos generados por él mismo debieran haber despejado dudas, al menos, con respec-
10 las nuevas leyes educativas, del desconocimiento de la insaciable to a sus capacidades y condiciones para poder acceder, cursar
y superar los estudios superiores de música en la especialidad ele- enseñanza superior (Real Decreto 617/1995 de 21 de abril) [3], esta-
gida. ¡No!, eso no es lo preocupante, lo verdaderamente inquietante blece las siguientes especialidades:
es saber si esos centros de estudios superiores están preparados Instrumental (acordeón, arpa, canto, clarinete, clave,
para ofrecer una formación adecuada a las exigencias del mundo contrabajo, fagot, ...)
laboral con en el que, tarde o temprano, habrán de toparse. Composición
Dirección de coro
Pero, ... ¿a qué se estará refiriendo?, —pregunta que intuyo Dirección de orquesta
estará agitando pensamientos de propios y extraños—. A todo, me Etnomusicología
estoy refiriendo a todo, absolutamente todo lo relacionado con los Flamenco (guitarra flamenca o flamencología)
estudios superiores: la oferta de especialidades, la plantilla de pro- Jazz
fesores —sin entrar a valorar sus capacidades docentes— integra- Musicología
da, dicho sea de paso, por un "tropecientos por ciento" de profeso- Pedagogía del lenguaje y la educación musical
res en comisión de servicio, en cuyo extravagante paquete se inclu- Pedagogía del canto y de las especialidades instrumentales
yen hasta profesores interinos con muy pocos años de experiencia
docente, las infraestructuras, los equipamientos y, cómo no, la acti- ¿Por qué no existe entonces la especialidad de pedagogía
tud de los respectivos claustros y sobre todo de los directores de del canto y de las especialidades instrumentales en todos los con-
estos centros con relación a la mejora y actualización de la ense- servatorios? La respuesta a esta “baladí” cuestión deberían ofrecer-
ñanza para proporcionar a los estudiantes una formación de alta la quienes se opusieron a introducir esta especialidad en sus res-
calidad. pectivos conservatorios (ya lo denunció[4] Almudena Cano en su
día), ¡los mismos directores de los conservatorios superiores de
Para situarnos en las coordenadas educativas precisas, prácticamente todo el territorio nacional, y a la cabeza el de Madrid
hagamos un sencillo razonamiento. Todos los egresados de conser- —estamos en 1995—!, está claro que no todos, por eso unos tienen
vatorios superiores, especialmente los titulados en especialidades esta especialidad y otros no. Pero lo grave y desconcertante es que
instrumentales, una vez que, en el mejor de los casos, han amplia- la mayoría de los claustros apoyaron a sus directores, ¡inaudito! Así
do estudios en el extranjero, su salida profesional inmediata es la pues, la sinrazón de “las cabezas visibles”, la actitud sectaria de la
docencia en un porcentaje altísimo (carezco de estadísticas, pero gran mayoría del colectivo de directores, catedráticos y profesores
sé que es muy alto) y en especialidades “no sinfónicas” del 100%, de los centros de enseñanza superior de música, unido a la gestión
esto es, hacer oposiciones para profesor de conservatorio. Sabien- más que discutible —por error u omisión— de las comunidades
do esto, cualquier persona en su sano juicio pensaría: “si esto es autónomas con respecto a la trasferencia en materia de educación,
así (¡que lo es!), es natural que durante los estudios superiores a nos brindan los ingredientes perfectos para la composición de un
los alumnos se les dé una formación pedagógica que les permita esperpento valleinclanesco, cuyo título podríamos pedir prestado al
afrontar con ciertas garantías de éxito las oposiciones que para célebre dicho popular: “Entre todos la mataron y ella sola se murió”.
ellos están convocadas y, sobre todo, para ejercer la docencia con
un mínimo de dignidad”. Pues quien esto piense, comete un grave Lamento tener que daros esta enojosa información. Nada
error. me agradaría más que estar absolutamente errado en mis aprecia-
ciones, como pensarán la inmensa mayoría de directores, catedráti-
De los 22 centros y conservatorios superiores del territorio cos y políticos que lean este artículo, o reciban algún eco de él. Sin
español, únicamente 6 de ellos imparten la especialidad de Peda- embargo, esta es mi visión de la descarnada realidad de las ense-
gogía del Canto y de los Instrumentos, a saber: Conservatorio Su- ñanzas superiores de música en España y, como dice el proverbio,
perior de Valencia, ESMUC (Escuela Superior de Música de Catalu- “Más vale prevenir, que lamentar”. Pero, ¿por qué se ha llegado a
ña), Musikene (País Vasco), Conservatorio Superior de Música de esta situación? —os preguntaréis—. Cuando se pregunta a algún
Navarra, Conservatorio Superior de Música de Alicante y Conserva- director de conservatorio superior sobre estas lamentables circuns-
torio Superior de Música de las Islas Canarias. Esta especialidad tancias, la respuesta —como no podía ser de otra forma, siempre
incorpora en su currículum asignaturas como Didáctica de la espe- sacando balones fuera— consiste en lamentarse de la demora con
cialidad instrumental, Didáctica Musical, Psicopedagogía, Prácticas la que el MEC está realizando la reforma de los estudios superiores
de Profesorado, Educación Auditiva, Metodología de la investiga- y la esperanza de que algún día, por arte de “virlivirloque”, aparezca
ción, Historia de la Cultura y el Arte, Historia de la Educación Musi- la especialidad de Pedagogía del Canto y de los Instrumentos en
cal, ... además de una completa formación instrumental (quien quie- los conservatorios huérfanos de ella. Pero esta desidia no queda
ra puede consultar la página web de cualquiera de estos 6 conser- ahí, porque si esto fuera cierto, que no sé hasta qué punto, me en-
vatorios o la del MEC [2] para completar la información). En fin, que cantaría que alguien me dijera ¿qué acciones han emprendido las
la formación es bastante completa, dando por sentado la solvencia CCAA [5] para agilizar el proceso de reforma de las enseñanzas
del profesorado en estas asignaturas y, por consiguiente, los estu- superiores de música?, ¿qué aportaciones han hecho al mismo?,
diantes que concluyen los estudios en estos centros están teórica- ¿qué medidas paliativas han tomado para mitigar este vacío pe-
mente formados para su objetivo, la docencia. Insultante agravio dagógico en el 73% de los centros que padecen desamparo pe-
comparativo con los que, por narices —es decir, los que no tienen dagógico? Para ilustrar el estado de la cuestión, vais a permitirme
con qué pagarse la estancia y los estudios en una de las ciudades que os cuente una historia en la que cualquier parecido, semejanza
donde se imparte esta especialidad—, están abocados a estudiar la o similitud con la vida real —personajes, situaciones, diálogos, ...—
especialidad instrumental, o sea, todos los estudiantes de las espe- necesariamente habremos de atribuirla a la veleidad del azar.
cialidades instrumentales de los 17 restantes conservatorios espa-
ñoles —el gran porcentaje de los estudiantes de un conservatorio—. Hace mucho, mucho tiempo, en un lejano reino se necesi-
taban maestros músicos para enseñar a niños y muchachos el no-
Sin embargo, hay que “dar al César lo que es del César...”, ble y sublime arte de los sonidos. Para seleccionar a los mejores
pues todo hay que decirlo, el MEC, a través de la reforma de la maestros instrumentistas y maestros cantores, se convocaban
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ARTÍCULOS. Y ahora, qué...
pruebas en las que, además de demostrar las habilida- pia sus efectos benefactores, aunque temporales, el
des para tañer y salmodiar, y además de evidenciar benévolo “superdirector” se preguntaba si la aplicación
sus conocimientos enciclopédicos sobre su instrumen- de tal antídoto requería algún tipo de estipendio como
to, se requería del aspirante la presentación y defensa compensación, a lo que el atribulado Jacobb contestó
de un memorandum pedagógico, y la exposición de un que, a pesar de estar trabajando en una poción para
glosario de actividades didácticas que pusiera de ma- vivir únicamente del aire, aún no había conseguido su
nifiesto sus habilidades como mentor instrumental o propósito y, lamentablemente, tenía esposa y tres hijos
del canto, ejercicio que era, sin lugar a dudas, uno de que mantener. Finalmente, la propuesta para la adqui-
los más valorados por los eximios miembros del tribu- sición del antídoto pasó a manos de un “consejo de
nal examinador. sabios” y —que yo sepa—, el hechizo von Schiff per-
Paradójicamente, los centros de formación musical manece incólume esperando a que papá MEC lo neu-
superior de este reino, de los que supuestamente deb- tralice.
ían salir los futuros maestros músicos con conocimien- Pero, ¿en qué consistía ese antídoto provisional? —
tos y habilidades musicales y pedagógicas suficientes os estaréis preguntando—. Pues la ingesta de una
para superar con propiedad la oposición y así conse- considerable cantidad de esa pócima proporcionaba
guir un digno quehacer en dicho reino, ¡no disponían los conocimientos y las destrezas básicos para elabo-
de la especialidad que lo hiciera posible! La causa de rar y defender un memorandum pedagógico, y también
esta adversidad era de naturaleza mágica, pues, debi- para exponer un glosario de actividades didácticas que
do a las malas artes del hechicero Michael von Schiff demostrase a los miembros del tribunal la capacitación
—“superdirector” seducido y captado por el lado oscu- magistral del aspirante.
ro— casi todos los “superdirectores” de los referidos El disparatado final de esta historia es que los estu-
centros fueron afectados por un sueño hipnótico que diantes que acababan sus estudios y querían preparar-
ahogaba su lucidez mental. se para intentar superar la oposición, tenían que bus-
Para fortuna de unos pocos aspirantes a maestros car el brebaje por cuenta propia, después de haber
músicos, no todos los “superdirectores” fueron víctimas perdido cuatro valiosos años de su vida, amén del
del aciago encantamiento, pues algunos de ellos, gravamen pecuniario que tal menester requería a sus
usando sus poderes —el sentido común y la visión de bolsas.
futuro— se defendieron heroicamente del pernicioso
influjo de aquel infame personaje. ¿Qué oscuros y Haciendo caso omiso de esta historia fantástica, y a pesar
siniestros planes tenía el hechicero Michael von Schiff del desconcertante y, al mismo tiempo, sorprendente panorama que
para que los estudiantes no se pudieran formar pe- acabo de describir, quiero dejar un hilo de esperanza manifestando
dagógicamente y así tener más oportunidades para que en los conservatorios superiores de música de toda España hay
conseguir una plaza como maestro tañedor? Eso es un extraordinarios profesionales, tanto catedráticos numerarios, como
misterio por desvelar, digno de otro relato épico. en comisión de servicios —con alguno de los cuales tengo excelen-
El caso es que a medida que pasaba el tiempo, el tes relaciones profesionales y amistad personal—; y que, al menos,
efecto del maleficio no sólo quedaba restringido a los hay 6 conservatorios en los que se oferta la especialidad de Peda-
“superdirectores” sino también a sus sucesores. Y, gogía del Canto y de los Instrumentos. Ambos elementos unidos
pasado algún tiempo, un audaz —temerario, diría yo— pueden servir de paliativo para algunos estudiantes que quieran
maestro proveniente de la gleba musical o, lo que es lo estudiar la especialidad de Pedagogía Instrumental y tengan el
mismo, enseñanzas no superiores, Jacobb Stierplatz privilegio de poder elegir el centro superior de estudios musicales
tuvo la osadía de pedir audiencia a cada uno de los que más convenga a sus intereses profesionales.
directores de los centros embrujados ofreciéndoles un
antídoto para remediar provisionalmente la situación No quisiera terminar esta reflexión sin antes tomarme la
en la que se encontraban, hasta que papá MEC — libertad de sugerir unos consejos de profesor y amigo a sus destina-
Merlín el Encantador de Camelot—, ocupado en otros tarios directos, los alumnos que están en el último curso de las en-
menesteres, les sacara de la situación a la que habían señanzas profesionales con perspectivas de continuar los estudios
llegado gracias a su actitud ovina. superiores de música:
¡Fantástico!, ¡genial!, ¡un antídoto contra el mal! — 1. Prepararos musical, emocional y psicológicamente para
claro eso es lo que pensaría alguien como vosotros, realizar una prueba de acceso [6] a los estudios superiores
ajenos a la escena, meros espectadores y con mucha de música, cuyos criterios de evaluación y, menos aún, de
más cordura que los nefastos protagonistas—. Pero calificación —si es que los hay, que lo dudo— nadie conoce.
los “superdirectores” afectados por el sortilegio, que en 2. Antes de decidiros por un conservatorio o escuela en espe
algún caso rayaba en la indigencia intelectual, no pod- cial debéis dilucidar la especialidad a la que queréis acce
ían ver más allá de sus limitaciones. ¿Cuál fue la res- der. Ya sabéis el árbol de especialidades que el MEC oferta,
puesta? Hubo diferentes tipos de reacciones: unos os toca investigar qué conservatorios ofertan qué especiali
ignoraron la petición —¡pero, qué osadía!, ¡un plebeyo dades. En el caso de la especialidad Instrumental y la espe
pidiendo audiencia a un “superdirector” para ofrecer cialidad de Pedagogía del Canto y de los Instrumentos,
algo que no sepamos ya!—; otros afirmaban haber también las conocéis.
encontrado el antídoto —aunque seguían igual de 3. Seleccionados los posibles centros, elegid a los mejores
idiotizados, digo... hipnotizados, o quizás más que profesores. Para ello habéis de realizar un trabajo periodísti
antes— y hubo uno que, ¡oh, benevolencia!, accedió a co recabando información de cuanta mayor diversidad de
escuchar al cada vez más escéptico Jacobb. Después fuentes sea posible. Las conclusiones de las pesquisas os
de probar una gota del elixir y observar en carne pro- darán como resultado el centro en el que queréis estudiar, y
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será allí donde habréis de cursar la solicitud pertinente.
4. Pensad que si la salida profesional que pretendéis es la
enseñanza, y por cualquier motivo no vais a poder cursar la
especialidad de Pedagogía del Instrumento, dad por senta
do que, una vez concluidos los estudios superiores, habréis
de prepararos las oposiciones por vuestra cuenta y riesgo (
academias, preparadores, ...).
5. Confiad más en vuestro trabajo y en vuestras capacidades,
y nunca os comparéis con nadie.
6. Aprended a aprender de todos, incluso de los más peque
ños e insignificantes en apariencia.
7. No dejéis nunca de estudiar, la constancia es una inversión
de alto rendimiento.
8. Estad informados sobre los estudios de música en el extraje
ro (becas, cursos, masters, cursillos de verano, conve-
nios...)
9. Prepararos a fondo con los idiomas, especialmente el inglés
(y ¡ojo al chino!) Cuando lleguéis a ser profesores, nunca
olvidéis que también fuisteis alumnos.
http://www.boe.es/boe/dias/1995/06/06/pdfs/A16607-16631.pdf
[4] El
artículo en cuestión puede encontrarse en la siguiente direc-
ción: http://www.almudenacano.com/arts/articulo50.html
ENTRE LA ORALIDAD
Y LA ESCRITURA
POR JULIA E. GARCÍA MANZANO
PROFESORA DEL CONSERVATORIO SUPERIOR DE
MÚSICA “MANUEL CASTILLO”
SEVILLA
LA MODALIDAD EN LAS MÚSICAS DE TRADICIÓN una que da cuenta del conocimiento interno que el hablante tiene
ORAL Y ESCRITA: DE LA RECREACIÓN COLECTIVA A LA de su lengua, la cual forma la estructura profunda; y otra que se
CREACIÓN INDIVIDUAL. limita a observar los hechos al margen del conjunto de reglas
subyacentes, y forma la estructura superficial [2].
LA MODALIDAD ENTRE LA ORALIDAD Y LA ESCRITURA Siguiendo esta teoría, la modalidad forma la estructura
El término modalidad es un concepto muy amplio que profunda del lenguaje musical. Es decir, es la interiorización que
sirve para designar los sistemas de organización musical en un cada individuo realiza de los procesos musicales, especificados a
elevado número de músicas, tanto de distintas regiones geográfi- través de los modelos elegidos por cada cultura. Forma un grupo
cas como de diferentes momentos históricos. Desde esta pers- de convenciones, desarrolladas por una colectividad en un con-
pectiva, la modalidad es algo mucho más extenso que la utiliza- texto determinado, que son el sustrato sobre el que se basa la
ción de una determinada gama, escala o modo en una cultura interpretación, composición y recepción de la música. Treitler la
musical. No se refiere sólo al funcionamiento de un sistema es- define como un sistema generativo que fija los patrones o los
pecífico, sino a la estructura interna que rige un gran número de códigos del lenguaje musical; válido como guía para los intérpre-
músicas. Según la definición de Powers, se trata de un proyecto tes que se mueven en las tradiciones orales, para los composito-
adscrito a la música que recibe varios nombres y se manifiesta en res que lo hacen en las tradiciones escritas y para la compresión
una gran variedad de músicas prácticas: simples o complejas, del general del discurso [3].
pasado o del presente [1]. Aunque se ha querido marcar una línea de actuación dife-
La gramática generativa creada por Noan Chomsky rente para las tradiciones orales y escritas, y es evidente que
puede servir como modelo para entender el funcionamiento del entre ellas hay una serie de diferencias importantes, la necesidad
modo en la música. Esta teoría se basa en que cada hablante, a de buscar elementos de enlace y cohesión propiamente musica-
partir de un conjunto finito de unidades y reglas, puede generar les es común a ambas tradiciones. El empleo de fórmulas melódi-
infinitas oraciones gramaticales, aunque no las haya escuchado cas asociadas a las distintas partes del canto, característica de
nunca antes, de ahí el nombre de gramática generativa. El las tradiciones orales, utiliza un sistema generativo que en otros
hablante realiza continuas transformaciones del lenguaje (mover, contextos musicales se manifiesta de forma muy diversa: en el
eliminar, añadir o permutar sus elementos) que permiten captar entramado de motivos melódico-rítmicos de una sinfonía, o en la
las conexiones entre oraciones emparentadas. Una de las aporta- reiteración interválica de los elementos de una serie. Jeffery llamó
ciones más importantes de la gramática generativa es la separa- la atención en este sentido, afirmando que quizá no sea tan inte-
ción entre la conducta lingüística real y el sistema interno de co- resante profundizar en las diferencias entre los lenguajes orales y
nocimientos que subyace a ella: entre actuación y competencia. escritos, como descubrir los procesos comunes de creación; el
Para Chomsky la competencia es el conjunto de reglas que rigen “Hilo de Ariadna” que guía la estructura musical en la multitud de
las infinitas oraciones de una lengua. Chomsky relaciona la dife- prácticas en las que se ha manifestado históricamente y lo hace
14 rencia entre competencia y actuación con dos tipos de gramática: en la actualidad [4].
No se puede establecer una separación estricta entre orali- estudiar la música medieval esta oralidad parcial es la más impor-
dad y escritura. Resulta evidente que la escritura musical, por muy tante, ya que de la oralidad pura no tenemos evidencias, y es sólo a
perfecta que llegue a ser, siempre mantiene altas dosis de oralidad través de los rasgos que han perdurado de ella en las primeras
en sus códigos interpretativos, es decir, de elementos añadidos en prácticas escritas, o comparándola con culturas musicales en las
la ejecución que no aparecen expresamente reflejados en la partitu- que han pervivido tradiciones musicales antiguas de características
ra. En la música escrita la oralidad se centra en todos aquellos ele- similares, como podemos establecer algunas hipótesis sobre su
mentos que no se consideran necesarios en las partituras, esto es, funcionamiento [6].
en las reglas o códigos de uso común en un contexto musical deter- Se pueden establecer tres niveles diferentes, en cuanto a la
minado, en el cual están claramente delimitados, pero que al supri- relación entre oralidad y escritura, que marcan un proceso evolutivo
mirse el contexto pueden llenar de ambigüedad la interpretación de desde la oralidad pura hacia un tipo de escritura musical cada vez
los textos. Tanto los escribas que anotaron las melodías gregoria- más precisa:
nas, como los compositores posteriores, no anotaron por debajo de 1.Oralidad pura, con sus técnicas de interpretación-
la música sus reglas de ejecución; de ahí que una gran parte de reinterpretación y nemotécnicas características.
elementos sobre su interpretación, que afectan de forma muy am- 2.Oralidad parcial, presente en aquellos textos en los que
plia a la definición de esas músicas, permanezcan en gran parte se pueden rastrear los principios compositivos carac-
ocultos. terísticos de las tradiciones orales7.
La historia de la música que se puede encontrar en la 3.La escritura implica un alejamiento de los principios
mayor parte de los tratados es, sobre todo, la historia de la música compositivos orales y la creación de nuevos mecanis-
escrita. Una historia que no se corresponde totalmente con la prácti- mos compositivos, aunque la interpretación siempre
ca musical de la época y puede además oscurecer los cambios mantenga elementos de oralidad.
estilísticos, situados en los momentos en los que aparecen modifi-
caciones en los tipos de escritura y no en la ejecución musical. La El cambio entre el segundo y el tercer nivel, entre la oralidad
prioridad dada a lo escrito pierde de vista un elemento fundamental: parcial y la escritura, no hace referencia a la aplicación de una
las dificultades de los sistemas de notación, siempre a la zaga de la práctica improvisativa en la interpretación, sino a las características
práctica musical, buscando signos nuevos o adaptando su significa- internas de la composición: a la interrelación de procedimientos
do para las nuevas realidades sonoras. Uno de los momentos histó- compositivos de la oralidad y la escritura, o al predominio de los
ricos donde podemos ejemplificar muy bien esta dualidad entre el procedimientos compositivos característicos de la escritura, a pesar
cambio escrito y el cambio oral es en el comienzo del Barroco situa- de las semejanzas que entre ellos se puedan establecer.
do generalmente hacia el 1600. Los grandes cambios que parecen La modalidad modificó su función y sus características
afectar en este momento a la música son en su mayor parte el re- dentro de este proceso evolutivo, lo cual fue determinante para su
sultado de pasar a la escritura elementos de la práctica interpretati- desarrollo. Mientras que en la oralidad pura el modo está directa-
va. El término concertado, empleado en la actualidad en general mente relacionado con los puntos estructurales y los tipos melódi-
con el significado de contraste sonoro o estilístico, en la época hac- cos, en la escritura adopta una concepción modal más escalistíca.
ía referencia a “música arreglada”, es decir, a música escrita tal y
como se interpretaba. Muchos madrigales polifónicos eran interpre- LA MODALIDAD EN LOS REPERTORIOS ORALES
tados en el siglo XVI por una voz solista que se acompañaba de un Resulta difícil establecer unos mecanismos de funciona-
instrumento polifónico, generalmente el laúd. El intérprete hacía en miento que sean comunes para todos los repertorios orales, distan-
la práctica un tipo de monodia muy virtuosa, introduciendo frecuen- tes entre sí tanto histórica como geográficamente. El nuevo enfoque
tes glosas sobre la melodía original, a la vez que modificaba el tiem- que ha recibido la musicología, proveniente del auge que en los
po. De la misma manera, la escritura policoral de Giovanni Gabrieli, últimos tiempos han tenido los estudios de etnomusicología, ha
realizada para coros diferenciados por su sonoridad, es un reflejo permitido establecer una serie de comparaciones entre las tradicio-
de la colaboración continua de los instrumentos en la polifonía y, nes orales actuales y los repertorios orales de la antigüedad o el
probablemente, de las variantes que estos introducían sobre la medioevo que no han perdurado.
misma, no limitándose a tocar con “la parte” como comúnmente se Dos elementos básicos aparecen en los procesos de reinter-
ha pensado. pretación continua que implica la oralidad: los patrones o modelos
Es mucho más fácil imaginar la escritura como un proce- que subyacen tanto en la mente individual de los intérpretes como
so de adaptación de las modificaciones que se estaban produciendo en la de la colectividad que comparte esa cultura musical, y los
en la música práctica, en un reajuste continuo entre oralidad y escri- recursos nemotécnicos desplegados a la hora de interpretar, esta-
tura, según el cual los elementos que en una época formaban parte blecidos en su mayor parte a través de una serie de fórmulas meló-
de la tradición oral poco a poco van introduciéndose en la música dicas. Sobre la primacía de uno u otro procedimiento no todos los
escrita. Los ejemplos más significativos en este sentido son: la es- autores están de acuerdo; mientras que algunos consideran la
critura de las prácticas heterofónicas vocales o instrumentales, en fórmula como el elemento base de la improvisación, otros ponen el
las que se sitúa el origen de la polifonía; y la notación de las altera- acento en los prototipos melódicos o patrones que rigen el discurso
ciones, las cuales en principio pertenecían sólo al campo de la inter- [8]
musical .
pretación. El tipo melódico, entendido como una serie de fórmulas melódicas
La continua superposición entre escritura y oralidad llevó a modificables según el contexto, fue el elemento primigenio en la
Stock a diferenciar entre una oralidad pura, propia de aquellas tradi- formación de la modalidad primitiva medieval. Un modo estaría
ciones que no utilizan ningún tipo de notación musical, y una orali- formado por una serie de melodías que se ajustan a un mismo pro-
dad parcial en la que interaccionan oralidad y escritura[5]. Esta orali- totipo melódico. Este parece ser el punto de partida de las primeras
dad parcial, aunque se da en todas las épocas que utilizan escritura clasificaciones modales medievales, una característica compartida
musical, es mucho más acentuada en los comienzos de la escritura, por muchas culturas musicales de transmisión oral, cuyo modelo
donde todavía se pueden encontrar rasgos de convivencia entre pudo ser el Oktoechos bizantino. El tipo melódico es un concepto
prácticas propias de la oralidad en los cantos notados. A la hora de más amplio que el de fórmula melódica. Tipo, prototipo o arquetipo
15
ARTÍCULOS. Entre la oralidad y la escritura...
melódico son expresiones sinónimas que hacen referencia a una pecializado.
misma realidad, anterior al desarrollo de las melodías como entendi- Esta diferencia en la interpretación entre las tradiciones
das fijas. Son puntos de partida y de referencia que fijan un contor- orales y escritas la podemos encontrar en la actualidad en la dife-
no melódico y ayudan a los intérpretes en la transmisión oral del rente preparación que siguen los intérpretes, dando lugar a dos
repertorio. Forman parte de un proceso de improvisación y reimpro- procesos de aprendizaje diferentes. En las tradiciones orales la
visación continuo sobre el que se van fijando algunas fórmulas, mayor parte del adiestramiento está dedicado a la interiorización del
debido al éxito que adquieren algunas melodías. El prototipo meló- prototipo, es decir, a saberse mover dentro de unos caminos estruc-
dico es un generador de melodías, de las cuales algunas llegan a turados pero en los que es posible desplegar la propia imaginación.
establecerse como entidades más fijas y son la base para futuras En la música escrita, especialmente en el tipo de enseñanza gene-
imitaciones melódicas. ralizado en la música occidental en los conservatorios, la educación
Se puede considerar el prototipo melódico como el elemento musical se convierte en el aprendizaje de la lectura musical, dentro
generativo sobre el que se realiza la improvisación del intérprete. La de un camino ascendente en el que el futuro intérprete tiene que ir
fórmula no suele ser el reflejo de una preferencia arbitraria sino la dominando cada vez un tipo de escritura más compleja. El tiempo
elección del camino más sencillo. La fórmula se convierte en una invertido en resolver las dificultades de lectura es muy grande, y
ayuda nemotécnica que fija algunos de los puntos estructurales requiere una especialización que aleja la interpretación del funcio-
importantes de la obra. La asociación entre la fórmula melódica y su namiento de los mecanismos internos del lenguaje musical, el cual
lugar dentro del canto ocupa un papel significativo en el proceso de se deriva hacia los estudios de composición. La partitura se convier-
reconstrucción oral de las melodías. Diferentes tipos de fórmulas se te así en el elemento imprescindible, el punto de partida y el centro
asocian a las distintas partes del canto: fórmulas de entonación de toda la enseñanza musical, lo que provoca que su ausencia deje
para los comienzos, fórmulas de puntuación para las cadencias al intérprete desprovisto de la capacidad de expresarse. Esto impli-
intermedias y fórmulas conclusivas para las cadencias finales. Los ca que el intérprete no ha memorizado los códigos de funcionamien-
tonos salmódicos, utilizados en un amplio número de cantos del to de la música, su estructura profunda, sino que se ha especializa-
repertorio gregoriano, son fiel reflejo de la asociación más sencilla y do en la memorización de una estructura superficial compleja, que
directa entre la fórmula y los puntos estructurales. Estos cantos se considera además como un elemento fijo sobre el que el intér-
sencillos, en los que predominan las fórmulas, son los ejemplos prete no puede dejar volar su imaginación.
más básicos de los prototipos melódicos convertidos en modelos. Esta divergencia en el aprendizaje hace que con frecuencia
El prototipo o patrón melódico da lugar a una serie de melod- sea difícil que ambos tipos de músicos puedan interaccionar en un
ías variables que conforman una familia melódica, de entre las cua- mismo contexto, ya que responden a códigos de interpretación y de
les sobresalen algunas melodías por su carácter modelizante que aprendizaje distintos. Sin embargo, la facilidad de integración de
llegan a convertirse en fórmulas melódicas. Aunque resulta difícil músicos procedentes de tradiciones orales diferentes es muy gran-
saber exactamente en este proceso si el prototipo generó la fórmula de, ya que sus códigos de aprendizaje son similares, pudiendo inte-
o si la fórmula generó una serie de melodías relacionadas que con- riorizar rápidamente los prototipos y desarrollar su propia imagina-
forman un patrón melódico. Se tome como punto de referencia un ción sobre ellos. La mezcla entre estos dos tipos de enseñanza
aspecto u otro, lo cierto es que el modo en las tradiciones orales es resulta muy compleja, como se puede comprobar a través de la
un elemento dual, en el que se combina un prototipo melódico con inserción de los estudios de flamenco en los conservatorios, en los
una serie de fórmulas melódicas asociadas. cuales los alumnos de flamenco tienen que cursar un gran número
El intérprete tiene un patrón general que le sirve de guía, de asignaturas que no guardan ningún tipo de relación directa con
ciertas reglas que observar con respecto al texto y algunas fórmulas la práctica de la música que desean aprender. Centrar el aprendiza-
melódicas que le ayudan a estructurarlo. El cantor parte de una je en la escritura a un alumno que se tiene que desarrollar dentro de
serie de convenciones que forman el sistema generativo, diferente una música de tradición oral, puede llegar a modificar las caracterís-
para cada género y modo, lo que le permite tener una base sólida ticas interpretativas de esta música si este tipo de enseñanza llega
en la que apoyarse en la interpretación. La ejecución se convierte a generalizarse; de forma similar a como la introducción de la escri-
en una recreación, en la que el cantor puede seguir el camino más tura en la música culta occidental fue cambiando los códigos de
habitual, pero en la que también tiene la oportunidad de demostrar interpretación y la relación del intérprete con la música, pero dentro
su arte realizando variantes melódicas. Con este sistema de inter- de un proceso mucho más rápido.
pretación están cubiertas dos necesidades importantes: por un lado,
el intérprete tiene oportunidades de afirmar su originalidad y, por
otra, preserva una tradición que forma el sustrato generativo de sus
propias expansiones melódicas.
La dualidad entre las fórmulas y la expansión de las
fórmulas, que de manera tan manifiesta aparece en las interpreta-
ciones no escritas, responde a un principio creativo más amplio que
no se agota en las tradiciones orales. Procesos compositivos simila-
res utilizan los compositores dentro de la música escrita. La diferen-
cia radica en que la interiorización de los patrones, según se vaya
consolidando la escritura, deja de formar parte de la práctica inter-
pretativa y pasa a la compositiva. La separación entre composición
e interpretación implica un alejamiento del intérprete de los patrones
o modelos que forman el sustrato de la música, los cuales pasan a
convertirse en sistemas compositivos, cuyo conocimiento e interiori-
zación son necesarios especialmente para el compositor, mientras
que el intérprete puede centrarse en un tipo de ejecución cada vez
más literal y compleja que requiere otro tipo de adiestramiento es-
16
[1]Harold S. POWERS, “Mode and Raga”, Musical Quarterly 44
(1958): 448-60
[2]Las ideas más influyentes de Chomsky aparecen en su libro Es-
tructuras sintácticas (1957), un extracto de su tesis doctoral titulada
The logical Structure of Linguistic Theory. Estas ideas fueron com-
pletadas en un libro posterior, Aspectos de la teoría de la sintaxis
(1965).
[7]En
la actualidad este tipo de oralidad parcial se puede encontrar
en notaciones de música flamenca.
17
AGENDA 2009-2010
Diciembre
17.
Concierto de Navidad: Banda de viento y percusión del Conservatorio de Cádiz.. RCPM “Manuel de Falla”.
Enero
Conciertos Didácticos: “Los músicos van a la escuela”. Colegios de Cádiz. (fecha a determinar)
25.
Concierto de Música de Cámara: Arte Factum. Museo de Cádiz.
29.
Concierto Sinfónico familiar: Orquesta de Cámara Andaluza , dir. Michael Thomas. Palacio de Congresos de Cádiz.
Febrero
2, 3 y 4.
II Jornadas de la Etno. RCPM “Manuel de Falla”.
7.
Concierto de Música de Cámara: Trío Ex-corde. Parroquia del Cristo. San Fernando.
8, 9, 10 y 11.
El Lenguaje del Canto”: Curso de técnica vocal e interpretación a cargo de Mª Rosa de Alba. RCPM “Manuel de Falla”.
23.
Concierto de Música de Cámara: Música Mensurabilis. Museo de Cádiz.
25.
Concierto del Día de Andalucía. RCPM “Manuel de Falla”.
Marzo
8 y 9.
Jornadas de la Mujer Compositora. RCPM “Manuel de Falla”.
9.
Concierto de Música de Cámara: Trío Ex -corde. Museo de Cádiz.
10, 11 y 12.
Conciertos Didácticos para escolares. RCPM “Manuel de Falla”.
17.
Concierto de Saxofón: Álvaro Ariza. RCPM “Manuel de Falla”.
25.
Concierto de Música de Cámara: Trío Sulayr. Compañía de María. San Fernando.
Abril
Concierto de la Banda del RCPM “Manuel de Falla” Centro Penitenciario de El Puerto de Santa María. (fecha a determinar)
Del 19 al 23.
Quinteto de Viento “Ciudad de Cádiz”. Ciclo Música en Los Barrios.
20.
Concierto de Música de Cámara: Cuarteto Quixote. Museo de Cádiz.
Del 21 al 29.
Jornadas de Extensión Cultural. RCPM “Manuel de Falla”.
Conferencia a cargo de la compositora Carmen Verdú.
Concierto de Música Contemporánea de profesores/as.
Concierto de Música Contemporánea a cargo del pianista Javier Cembellín
II Concurso “Santa Cecilia-Odero” de Música de Cámara.
Concierto del Quinteto “Totem”
Concierto de Juan Ronda (flauta) y Auxiliadora Gil ( piano).
Recital de Guitarra a cargo de Antonio Duro.
Concierto de la Orquesta Barroca del Conservatorio “Cristóbal de
Morales” de Sevilla: “La Serva Padrona”.
Mayo
Curso de Violín a cargo de Josep Lluís Puig. RCPM “Manuel de Falla” (fecha a determinar)
10.
Concierto de Música de Cámara: Quinteto ONE. Iglesia del Carmen. San Fernando.
25.
Concierto de Música de Cámara: Dúo Israel Martínez (violonchelo) y Ángel Sanzo (piano) Museo de Cádiz.
Junio
.1.
18 Recital de Piano a cargo de Juan Carlos Garbayo. Museo de Cádiz
ACÁN
FLAUTA SOLA
2009
ALFONSO ROMERO-RAMÍREZ
19
ACÁN. Para flauta sola. Alfonso Romero-Ramírez
ACÁN
FLAUTA SOLA
ALFONSO ROMERO-RAMÍREZ
2009
21
Revista semestral del Real Conservatorio Profesional de Música
“Manuel de Falla”
de Cádiz.
Número 1. Diciembre de 2009 - Mayo de 2010.
Ejemplar gratuito
22
ANÁLISIS
QUINTETO Nº1
OP.: 89 G. FAURÉ
POR PACO TOLEDO
COMPOSITOR
PROFESOR DE ANÁLISIS
REAL CONSERVATORIO PROFESIONAL DE MÚSICA
“MANUEL DE FALLA”
CÁDIZ
23
ANÁLISIS. Quinteto nº1 op.: 89. Gabriel Fauré.
BREVE RESEÑA BIOGRÁFICA.
Gabriel Fauré. Compositor y organista francés. Nació en Pamiers el 12 de Mayo de 1845 y murió en París el 4 de noviembre de
1924.Comienza sus estudios musicales a los 9 años de edad, cuando su padre, funcionario del gobierno, lo inscribe en l'École Niederme-
yer. Durante 11 años recibe clases de Camille Saint-Saëns, quien fue determinante en sus estudios instrumentales y de composición. Una
vez completados sus estudios, trabaja como organista, y en 1877 es nombrado maestro de capilla en la Madeleine, trabajo que compagi-
na impartiendo clases de piano y armonía. En 1892 fue nombrado inspector de los conservatorios de provincia y, en 1896, titular de gran
órgano de la Madeleine y profesor de composición del conservatorio de París. Maestro de maestros, entres sus discípulos se encuentran
Ravel, Enescu, Schmitt, Casella, Koechlin y Nadia Boulanger. Durante varios años ejerce de crítico en el diario Le Figaro, desde donde
gana la partida a Th. Dubois y sucede a éste en la dirección del Conservatorio de París en 1905 (año de composición de la obra que nos
ocupa, el quinteto nº1 op.: 89). En 1909 es presidente de la Societé Musical Independiente; una deformación auricular le lleva a la sorde-
ra, y a consecuencia de ello, renuncia a su cargo. En 1922 el presidente de la República Francesa le impuso la Legión de Honor. Muere
de neumonía y tuvo solemnes funerales de Estado.
Consta de 224 compases, con un metro predominante de 4/4, con la salvedad de que en los compases 58 y 196 cambia a 2/4.
La tonalidad central es la de Re menor. A partir del compás 143 el discurso tonal cambia a Re mayor, concluyendo así el primer tiempo
del quinteto. En todo el discurso existe una fluctuación de tonalidades propias del estilo cromático de Fauré, enlazando acordes de tonali-
dades distintas, si bien en determinados pasajes la tonalidad se vuelve más estable.
La macroestructura del primer movimiento responde a una organización formal tipo rondó-sonata, con modificaciones respecto a
la estructura fijada por los compositores clásicos. Estamos hablando, por tanto, de una forma ternaria en la que la sección central (C) act-
úa como elaboración y desarrollo de los elementos temáticos previos, además de incorporar un tema nuevo. La figura 1 muestra la orga-
nización formal:
La organización interna de cada sección, como se ha dicho anteriormente, responde a la estructura formal de rondó-sonata de
siete secciones pero con modificaciones. Estas modificaciones radican en la omisión del periodo A que media entre las secciones B y C,
y, las variantes que se producen en la reexposición de las secciones A y B. Partiendo de la macro estructura establecida anteriormente,
cada sección se organiza de acuerdo al siguiente plan formal (fig 2).
fig. 2
24
Las distintas secciones que constituyen el rondó (A, B, C, A1, B1, A2) se organizan de la siguiente manera:
EXPOSICIÓN:
I SECCIÓN. A: (Compases 1- 44) Tras una breve introducción pianística de siete tiempos de negra, todo el periodo A expone los
temas en la cuerda sobre una textura de acompañamiento pianístico de arpegios de fusas. Dividido en dos partes, A y A1, la parte A es de
estructura ternaria, conteniendo tres frases A, A’ y A’’. Cada frase consta de 8 compases con una articulación de 4 + 4, excepto A’’, que
contiene 11 compases y que se vertebra en 4 + 5 + 2. A1, solo contiene una frase de 15 compases articulados en 5 + 5 + 5. Éste actúa
como tema de transición entre A y B. Siguiendo con la misma textura de acompañamiento de arpegios, en él, se produce un diálogo entre
la cuerda y el piano (Fig 3).
I Sección. A
A A1
Comp.: 1 - 29 Comp.: 30 - 44
Introducción A A’ A’’
Tema de transición
2.4 – 10.3 10.4 – 18.3 18.4 - 29
1 – 2.3 5+5+5
4+4 4+4 4+5+2
fig. 3
Tema A: (Compases 2.4 - 10.3) Tras la breve introducción pianística, el violín segundo expone en solitario la primera semifrase
del tema; a partir del compás 6.4, se le une el violonchelo en octava.
fig.4
Tema A’: (Compases 10.4 - 18.3) Temáticamente igual al primero, en este caso, el discurso lo soportan violín segundo y viola al
unísono y violonchelo en octava. A partir del compás 14.4 se le une el violín primero en octava alta al violín segundo y la viola. Por tanto,
la textura instrumental ha crecido en densidad.
Tema A’’ (Compases 18.4 – 29) De textura contrapuntística, evoluciona en estilo fugado utilizando solo las células a y a’’. Existe
un contrapunto que protagonizan los dos violines en octava y el violonchelo en imitación. Concluye el tema con dos compases de coda y,
por tanto, también toda la parte A.
Tema A1: (Compases 30 - 44) Tema de transición entre A y B, a semejanza del puente de una sonata. Aporta un elemento nue-
vo en la cuerda que establece un diálogo con el piano con el tema principal de A. Se estructura en dos semifrases de 5 compases de
idéntica factura, con la alternancia de cuerda y piano. Concluye con 5 compases de coda, basados principalmente en la célula a1, dando
paso al tema B.
fig.5
II SECCIÓN. B: (Compases 45 - 67) De textura y temática contrastante al periodo A, se vertebra en dos temas: B y B1. La articula-
ción interna de cada tema responde a una estructura binaria de dos semifrases. En el caso de B, de 9 compases organizado en 4 + 5, y,
para B1, 10 compases divididos en 4 + 6,(fig 6)
II Sección. B
B B1
Comp.: 45 - 53 Comp.: 54 - 63
4+5 4+6
fig. 6
Tema B: (Compases 45-53) Aparece tras el tema A1 que ha servido de transición. Evoluciona en contraste tímbrico al periodo
anterior, confiando su discurso al piano en registro agudo y en octavas. Su textura de acompañamiento es semicontrapuntística en la
cuerda y por bloques de acordes en el propio piano. Se divide en dos semifrases en las que, con alguna variación, se exponen de la mis-
ma manera, con la salvedad del compás de alargamiento que contiene la segunda semifrase. 25
ANÁLISIS. Quinteto nº1 op.: 89. Gabriel Fauré.
fig.7
Tema B1: (Compases 54-63) Es de mayor densidad instrumental que el tema anterior y en dinámica forte. Se alimenta de célu-
las temáticas de B, si bien, genera dos células propias. Discurre en un diálogo en la cuerda, soportando la línea principal el violín primero
doblado a octava por la viola y, por tanto, el diálogo se produce con el violín segundo que es doblado a la octava por el violonchelo. Como
ambas líneas melódicas discurren por el mismo registro sonoro, se crea un textura confusa en la que adquiere mayor relieve la célula b
por su propia articulación rítmica. A partir del compás 58, la melodía se hace más clara y evidente al presentarse en el violín primero que,
nuevamente, es doblado a la octava por la viola en registro sobreagudo. Mientras tanto, el resto de la cuerda y el piano acompañan.
DESARROLLO:
III SECCIÓN. C: (Compases 64 – 113) Sección de 49 compases, aporta un tema nuevo que una vez expuesto se solapa con ele-
mentos temáticos anteriores y no vuelve a aparecer en el resto de la composición. Es, por tanto, que aun aportando material nuevo, el
periodo C actúa como elaboración de elementos expuestos previamente y en clara correspondencia a lo que es un desarrollo de forma
sonata.
III Sección. C
C C1 C2
Comp.: 64 - 74 Comp.: 75 - 97 Comp.: 98 - 113
fig. 8
fig. 9
A partir del compás 75 aparece la segunda parte del periodo, C1; en él, el violín primero expone el nuevo tema y por solapamien-
to la viola comienza a exponer elementos temáticos de A, que a partir del compás 81, adquieren protagonismo al desaparecer el nuevo
tema generado anteriormente. En toda la parte C1 se empiezan a desarrollar los elementos expuestos previamente, conservando, una vez
aparecido A, sólo la textura de tresillos del acompañamiento pianístico. Toda esta parte es de textura contrapuntística e imitativa, en la
que la densidad instrumental es plena. C2 disuelve el acompañamiento de tresillos generado por C y hace aparecer elementos temáticos
de B. El periodo concluye con una progresión en base al elemento principal (a1) del tema de transición.
REEXPOSICIÓN:
La reexposición aparece variada con respecto a la exposición y los periodos aparecen modificados; sin embargo la sección
aporta todos los elementos que constituyen un rondó-sonata, esto es, los dos estribillos y la primera copla (A-B-A) a diferencia de la expo-
sición, en donde el segundo estribillo (A) ha sido omitido.
IV SECCIÓN. A1: (Compases 114 – 142) No parece reexpuesto en su integridad y aparece articulado en sólo dos temas y variado
instrumentalmente.
Tema A: (Compases 114 – 125) Se articula en dos semifrases de 4+4 y un alargamiento de 3 compases, es decir, 4+4+3. En la
primera semifrase el tema lo expone el violonchelo con el apoyo del resto de la cuerda, que en el caso del violín primero hacer oír elemen-
tos temáticos de A1. Estos elementos pasan en la segunda semifrase a la viola, terminando la frase el violín primero doblado en octava
por la viola. Tema A1: (Compases 126 – 142) Expuesto igual que en la primera sección con una sola variación, la coda es de 7 compases,
por tanto, el tema se articula en 5+5+7.
V SECCIÓN. B1: (Compases 143 – 170) De 27 compases, es más amplio que el periodo B de la exposición. De igual forma se
vertebra en dos temas B y B1. Tema B: (Compases 143 – 151) Reexposición textual de B. Tema B1: (Compases 152 – 170) Más extenso
que el tema B1 de la exposición, pues incluye una coda con la célula b”1.
VI SECCIÓN. A2: (Compases 171 – 200) Se vertebra en tres partes, A de 9 compases (comp.: 171-178) articulado en 5+4, A1 de
8 compases, (comp.: 179-186) articulado en 4+4 y A de 13 compases, (comp.: 187-200) articulado en 4+4+5, siendo los 5 últimos un
alargamiento con la célula a” en progresión de 4ª descendentes.
26
CODA: (Compases 201- 224) La coda, básicamente, está construida con elementos de A1, como conclusión de la obra, para
volver y acabar en la tonalidad de Re mayor.
fig. 10
EL SEGUNDO MOVIMIENTO (Adagio)
El segundo movimiento consta de 136 compases, con un metro alterno de 12/8 y 4/4. La tonalidad principal es de Sol mayor. Al
igual que en el movimiento anterior, todo el discurso musical se desenvuelve en una fluctuación tonal propia del estilo Fauré. Tal y como
apuntábamos en los comentarios al primer movimiento, en determinados pasajes la tonalidad es más estable, como ejemplo de estabili-
dad tonal está la evolución del tema A.
La macroestructura de este segundo tiempo se organiza en torno a una forma binaria bitemática. En él, se establecen tres tran-
siciones que nos conducen de un tema a otro. La figura 11 muestra su organización formal:
2º Movimiento: Adagio
Tonalidad: Sol Mayor.
Compás: 12/8 – 4/4
I Sección II Sección
Comp.: 1 - 78 Comp.: 79 -136
fig. 11
La organización interna de cada sección se articula con dos temas distintos, siendo la segunda sección una reexposición de la
primera pero con modificaciones. De hecho, la segunda sección es menos extensa que la primera al no presentar el periodo B completo.
Por tanto, cada sección contiene la siguiente articulación interna (fig 12)
I Sección II Sección
(1 – 78) (79 – 136)
Periodo A Periodo B Periodo A’ Periodo B’ Coda
Comp.: Comp.: Comp.: Comp.: Comp.:
1 - 46 47 - 78 79 - 113 114 - 120 121 - 136
fig. 12
I SECCIÓN (Compases 1 – 78)
Periodo A: (Compases 1 - 46) El periodo A se articula en tres frases, (A, A1 y A2) más una transición que nos conduce al periodo
B. Las dos primeras frases del periodo A se articulan en dos semifrases cada una, para A2, su articulación responde a una organización
27
ANÁLISIS. Quinteto nº1 op.: 89. Gabriel Fauré.
ternaria. Cada frase va aumentando en número de compases, La frase A contiene 8 compases articulados en 4+4, la frase A1 9 compases
divididos en 4+5, y, por último, la frase A2, que contiene 12 compases vertebrada en 4+4+4. Todo el periodo A mantiene una misma tex-
tura de acompañamiento y un metro predominante de 12/8 (fig 13).
Periodo A
A A1 A2 Transición1
Comp.: 1 - 8 Comp.: 9 - 17 Comp.: 18 - 29
A A’ A A1 A A2 A’2
30 - 46
1-4 5-8 9 – 12 13 - 17 18 - 21 22 – 25 26 - 29
4+4 4+5 4+4+4
fig. 13
Tema A: (Compases 1 – 8) Se articula en dos semifrases de 4 compases cada una. El tema principal lo expone el violín primero.
Sobre una textura de acompañamiento pianístico, la cuerda va creciendo en densidad para concluir el tema en tutti. La primera semifrase
aporta los elementos temáticos y se verá enriquecida con la aportación que hace la segunda semifrase en el compás 6 con la célula a” (fig
14).
fig.14
Tema A1: (Compases 9 – 17) La segunda frase del periodo también es de construcción binaria, si bien, en este caso, es asimé-
trica, articulándose en dos semifrases de 4 + 5 compases. La primera semifrase es una repetición temática de A, siendo la segunda semi-
frase la que aporta el material nuevo. En ambos casos, toda la temática principal evoluciona en el violín primero con el apoyo armónico
del resto de la cuerda y el acompañamiento pianístico que da personalidad a toda la sección (fig 15).
fig.15
Tema A2: (Compases 18 – 29) La tercera semifrase del periodo es la única que tiene una articulación ternaria, vertebrándose en
4+4+4 compases. Al igual que en A1, la primera semifrase es una repetición de la semifrase A del primer tema y, por tanto, su aportación
temática está en A2 y A’2. En la primera parte, el tema lo expone el violín primero, tal y como lo hizo en las partes anteriores. A partir del
compás 22, (A2) temáticamente el discurso evoluciona en el violín primero que expone los nuevos elementos y el piano que hace sonar
elementos temáticos de A’. A partir de ahí, el discurso principal lo soporta el piano en cantabile hasta concluir el tema en el compás 29.
fig.16
Transición 1: (Compases 30 – 46) La transición discurre en una fluctuación tonal extrema en la que se van enlazando tonalida-
des alejadas. Temáticamente evoluciona, preferentemente, sobre elementos de A y A1. Llegando al final, en el compás 44, se produce el
cambio de metro, pasando de un compás de subdivisión ternaria a un compás de subdivisión binaria. Ya en los compases 45 y 46 introdu-
ce elementos de B casi como una introducción a éste. Tonalmente nos ha conducido a Si menor, tonalidad preferente de B.
Periodo B: (Compases 47 - 78) El periodo B se articula en una forma ternaria, más una transición que nos conduce nuevamente
a A, y con ella, a la II Sección. La sección central del periodo la constituye un episodio que media entre sus frases. Así pues, su organiza-
ción interna responde al siguiente planteamiento: un primer tema B de 8 compases articulados en dos semifrases de 4+4, un episodio y un
nuevo tema B, como reexposición variada del primero, que en este caso solo contiene una única frase de 6 compases. El siguiente esque-
ma nos muestra su organización formal (fig 17).
28
Periodo B
B Episodio B1 Transición 2
Comp.: 47 -54 Comp.: 55 - 60 Comp.: 61 -66
B B’ 6 6
67 - 78
47 - 50 51 - 54
4+4
fig. 17
Tema B: (Compases 47 – 54) Articulado en dos semifrases de 4 compases cada una, su discurso lo soportan la viola y el piano.
La peculiaridad de este tema es que está escrito en estilo fugado, si bien, aunque ambos temas poseen una cabeza similar, en el conse-
cuente existen modificaciones. Lógicamente, al ser el piano el que empieza la exposición, las modificaciones las soporta la viola. De cara
al análisis, y para una mejor comprensión, el tema que arranca el periodo será B, y el tema que provoca la imitación y que resulta modifi-
cado B1. En el caso de la segunda semifrase se invierten; B evoluciona en el primer violín mientras que B1 es expuesto por el violoncello
doblado al unísono por el piano. El periodo B arranca en una tonalidad de Si menor (dominante menor del relativo principal) que, dentro
de juego de tonalidades, estaríamos en el concepto clásico de contraste. Es un pasaje bastante estable tonalmente.
fig.18
Episodio: (Compases 55 – 60) De 6 compases, media entre el primer tema B y el segundo. Está construido basándose en tres
elementos importantes, b, b’ y b’’’. Temáticamente, el episodio evoluciona primeramente en el piano con una progresión de 4 compases.
En los dos compases restantes se produce una nueva progresión y la densidad instrumental es plena. Tonalmente es muy fluctuante,
alcanzando al final la tonalidad de Si menor y dando paso a la reexposición de B1.
Tema B1: (Compases 61 – 66) Al igual que la parte anterior, consta de 6 compases como frase única, y es una reexposición del
tema B pero con modificaciones tanto temáticas como instrumentales. El tema B lo expone el violín primero mientras que el tema B1 lo
expone el violoncello doblado al unísono por el piano. Aun comenzando ambos temas al mismo tiempo, el segundo tema alarga su prime-
ra nota para continuar en fugado con su antecedente.
Transición 2: (Compases 67 – 78) Se fundamenta en células temáticas de A y B. Pero su mayor interés radica en la polirrítmia
que se produce al superponer los metros de los distintos temas. Ésto es, la mezcla de 4/4 del tema B con el compás de 12/8 propio del
tema A y que, lógicamente, llega a dominar al final del episodio dando paso a la segunda sección y con ello a la reexposición de todo el
material oído hasta ahora.
La segunda sección de la obra cumple con la función de reexposición de la primera, si bien, esta reexposición aparece modifica-
da, no tanto en su temática como en su organización interna. En ella, que se omitirán algunos de los temas que aparecieron en la primera
sección, la organización de las frases también sufrirá variaciones. Los periodos están reducidos con respecto a la exposición y, por tanto,
esta sección es más corta que la anterior: mientras que la primera sección contiene 78 compases, la segunda solo contiene 58, y se debe
tener en cuenta que en esos 58 compases está contenida la coda.
Periodo A: (Compases 79 - 113) Si en la primera sección el periodo A se articulaba en tres frases y, por tanto, era de estructura
ternaria, aquí, en la reexposición, sólo se articula en dos frases, configurándose en una estructura binaria. El primer tema A, de 8 compa-
ses, se articula en dos semifrases de 4+4, y temáticamente, ambas semifrases, son una reexposición de A’. El segundo tema A contiene
16 compases y se articula en 6+10. La primera semifrase responde a la reexposición de A1 y la segunda semifrase, más amplia que la
anterior gracias a su propio alargamiento, es una reexposición de A’2. Tal y como estaba en la exposición, el periodo A evoluciona en la
tonalidad de Sol mayor.
Transición 3: (Compases 103 - 113) Nueva transición que vuelve a conducir el discurso a la parte contrastante que representa el
grupo temático B. En este caso, los elementos temáticos utilizados son de ambos periodos. Consta de 11 compases, y tonalmente es más
estable que las transiciones anteriores.
Periodo B: (Compases 114 - 120) Está compuesto por un único tema B que se corresponde con el tema B’ de la exposición, so-
portando el discurso temático el violín primero y el violonchelo doblado al unísono por el piano. En este caso, la tonalidad es de Do mayor,
si bien, es mucho más inestable que el periodo B de la primera sección.
Coda: (Compases 121 - 136) La coda se extiende sobre 16 compases de 4/4, métrica utilizada para el tema B. Se articula, según
el material y los acontecimientos que se producen en la partitura, en dos partes: C y C1. La parte C evoluciona en progresiones con ele-
mentos temáticos de A sobre acompañamiento pianístico de B. La segunda parte de la coda, C1, discurre con elementos propios de B y
evoluciona tonalmente hacia Sol mayor, tonalidad principal del segundo movimiento.
29
ANÁLISIS. Quinteto nº1 op.: 89. Gabriel Fauré.
El tercer y último movimiento de la obra lo componen 332 compases, en una tonalidad de Re mayor que, relacionada con las tona-
lidades de los movimientos anteriores, en el caso del primer movimiento sería misma tonalidad principal en modo mayor, y la relación con
el segundo movimiento sería la de dominante de la tonalidad de Sol mayor. Lógicamente, el primer movimiento con respecto al segundo
funciona como dominante menor de Sol mayor. El metro predominante de todo el movimiento es de 2/2.
La estructura formal de este movimiento se acerca a la sonata. Pero una sonata modificada en la que, aun presentando un discur-
so bitemático, carece de reexposición tal y como se entiende en la sonata clásica. Fauré, tras presentar una exposición con dos grupos
temáticos (A y B) y su respectiva transición, desarrolla un discurso que más bien se acerca a la sonata bipartita de D. Scarlatti que a la
sonata bitemática y tripartita del clasicismo de Haydn, Mozart y Beethoven. Aun así, tampoco se ajusta plenamente a ese tipo de sonata
de la etapa preclásica pero si que mantiene muchos puntos en común. Bien es verdad, que en la evolución de la propia sonata existe una
cadena de desarrollo morfológico a la que se puede ajustar y, también es verdad, que la partitura que nos ocupa, aun presentando dos
zonas temáticas importantes, el grupo temático A es más extenso y más dominante que el grupo temático B, que, por otra parte, es algo
que ha ocurrido en los movimientos anteriores. Podríamos decir que se trata una forma binaria bitemática con un amplio desarrollo y una
sección final a modo de conclusión. El siguiente esquema nos muestra su macroestructura formal (fig 20).
1 - 88 89 - 122 123 - 164 165 - 176 177 - 192 193 - 295 296 - 332
fig. 20
fig. 21
Grupo Temático A: (Compases 1 - 88) El grupo temático A presenta cuatro periodos en el que los tres primeros se articulan en
tres frases simétricas de 8 compases cada uno; por lo tanto, su organización interna responde a un tipo ternario. El último periodo, por el
contrario, se articula de forma binaria, en la que sus frases también son simétricas y de 8 compases cada una (fig 22)
Grupo temático A
1 - 88
A A1 A2 A3
1 - 24 25 - 48 49 - 72 73 - 88
A A’ A’ A1 A’1 A’1 A2 A’2 A’2 A3 A’3
1 -8 9 - 16 17 - 24 25 32 33 - 40 41 - 48 49 - 56 57 - 64 65 - 72 73 - 80 81 - 88
fig. 22
Periodo A: (Compases 1 – 24) El periodo A se articula en tres frases de ocho compases cada una y todo el discurso lo soporta
el piano doblado en octavas. La voz superior por el registro agudo y la voz inferior a distancia de dos octavas en registro medio grave.
Éste será el material dominante de todo el movimiento que se desarrolla, como se decía antes, en el piano con un ornamento de pizziccati
en la cuerda (fig 23).
fig.23
Periodo A1: (Compases 25 – 48) El periodo A1 también se articula en tres semifrases de 8 compases cada una y aporta un ele-
mento nuevo que soporta la cuerda y que es superpuesto al Tema A que, ahora en región grave, sigue evolucionando en el Piano (fig 24).
fig.24
Periodo A2: (Compases 49 - 72) Nuevamente el periodo A2 se vuelve a articular en una organización ternaria de tres frases simé-
tricas de 8 compases cada una. En este periodo el elemento principal, es decir, el tema A, es expuesto en violín 2º, viola y violoncello en
triple octava, mientras que el violín primero aporta unas células de ornamento. La nueva aportación del tema se desarrolla en el piano con
una célula (a2) generadora de todo el discurso (fig 25).
fig.25
Periodo A3: (Compases 73 - 88) A3 genera un nuevo elemento que evoluciona en la cuerda en textura contrapuntística y en diá-
logo con el piano. Su articulación interna es en este caso en binaria y, nuevamente, con dos frases simétricas de 8 compases cada una
(fig 26).
fig. 26 31
ANÁLISIS. Quinteto nº1 op.: 89. Gabriel Fauré.
Transición 1: (Compases 89 - 122) La transición 1 cumple con la función de puente entre un grupo temático y el siguiente. Bási-
camente está construida con dos elementos importantes: la cabeza del tema A más el diseño generador del tema A2. A partir del compás
105 se empieza a introducir la cabeza del tema B.
Grupo Temático B: (Compases 1 - 88) El grupo temático B se organiza en torno a una estructura ternaria. Es de menos entidad
que el grupo anterior pero cumple con la funcionalidad de contraste entre ellos. Los tres periodos que contiene el grupo se articulan de
forma binaria con dos frases cada uno; en este caso, cada una de las frases presenta una articulación distinta: la primera, 6+6 compases
y por tanto simétrica, la segunda 6+8, y lógicamente asimétrica, y la tercera, simétrica pero al igual que los temas de A se vertebra en
8+8. En definitiva, el grupo temático ha ido creciendo frase a frase a razón de dos compases (fig 27).
GTB
123 – 164
B B1 B2
123 - 134 135 – 148 149 - 164
B B’ B B1 B2 B’2
123 - 128 129 - 134 135 - 140 141 – 148 149 - 156 157 - 164
Fig. 27
Periodo B: (Compases 123 – 134) El periodo presenta el nuevo tema en el violín primero, en contrapunto con el violonchelo que
es doblado a la octava por el piano, tal y como consta en la partitura en fortísimo y expresivo. La segunda semifrase es de idéntica factura
a la primera (fig 28).
fig.28
Periodo B1: (Compases 135 – 148) La primera semifrase de este periodo es una repetición de B con modificaciones, siendo el
discurso de la segunda semifrase la que, aun con la misma temática de B, varía sutilmente los motivos. Periodo B2: (Compases 149 –
164) Este nuevo periodo sigue con la misma temática anterior, lo cual nos da uniformidad dentro de todo el grupo temático, si bien es de
más densidad instrumental que los anteriores y de más amplitud.
Transición 2: (Compases 165 - 176) La transición 2 nos conduce temáticamente a una reexposición de A. Ya a partir del compás
165 comienza a introducir elementos derivados de las células temáticas del tema principal del movimiento, pero será a partir del compás
171, segunda parte de la transición, donde dominen los elementos de A y se da paso a una falsa reexposición que aun haciendo oír el
tema A, nos conduce posteriormente a un amplio desarrollo de ambos temas.
II Sección
GTA Desarrollo Final
177 - 192 193 - 295 296 - 332
A A
177 - 184 185 - 192
Fig. 29
Grupo Temático A: (Compases 177 - 192) La reexposición del grupo temático A presenta solo dos frases de 8 compases cada
una. En la primera frase piano y cuerda se alternan el elemento temático, mientras que en la segunda frase el discurso temático se le
confía al piano que evoluciona con variaciones interválicas al tema principal de la exposición.
Desarrollo: (Compases 193 - 295) Amplio desarrollo en el que se elaboran las células temáticas de A y B. A partir del compás
263 empieza a introducir progresivamente elementos del grupo final, un diseño de tresillos de corcheas que a partir del compás 284 em-
pieza a dominar todo el discurso.
Final y Conclusión: (Compases 296 – 332) Todo el final del movimiento es un dominio de las células a y a’ por modificación
rítmica y tal como reza en su cabecera, Un poco più mosso, es decir, más movido. Al llegar al compás 317 se vuelve a reexponer la pri-
mera semifrase del tema A en su configuración original dando paso al final del movimiento y una vuelta a la tonalidad principal de Re
mayor con un amplio acorde de tónica.
32
PLAN FORMAL DEL TERCER MOVIMIENTO (fig 30)
BIBLIOGRAFÍA
DARIAS, Javier, Lêpsis, Técnicas de organización y control en la creación musical, Madrid, Editorial de Música Española Contemporánea,
2006.
DESPORTES, Ivonne, BERNAUD, Alain, Manual práctico para el reconocimiento del los estilos musicales desde Bach a Ravel, Madrid,
Editorial Real Musical, 1995.
FAURÉ, Gabriel, Piano Quintet nº1 Op.: 89, New York, G. Schirmer, 1907.
KÜHN, Clemens, Tratado de la forma musical, Cooper City, SpanPress Universitaria, 1989.
Historia de la composición musical, , Barcelona, Idea Books, 2003. [Trad. Francisco Fernández del Pozo]
LARUE, Jan, Análisis del estilo musical, Barcelona, Editorial Labor, 1989. [Trad. Pedro Purroy Chicot]
PLANTINGA, Leon, La música romántica, Madrid, Ediciones Akal, 1992. [Trad. Celsa Alonso]
ROSEN, Charles, Formas de Sonata, Barcelona, Idea Books, 2004. [Trad. Luís Romano Haces]
33
NOTICIAS. POR LARA DOMÍNGUEZ
Por su parte, el inspector Antonio Guerrero se dirigió a los asistentes para valorar la importancia de la educación musical y elogiar
el trabajo que desde las instituciones artísticas de Cádiz, y también desde el Conservatorio, se hace para fomentar el nivel cultural de la
ciudad. El representante de la Delegación de Educación de Cádiz reconoció al público asistente encontrarse personalmente cada vez más
vinculado con el gusto por las artes.
Después de los discursos de inauguración, comenzó el concierto. Este año corrió a cargo del Dúo Busto&Sánchez que interpretó
Tres Piezas de Fantasía de Robert Schumann y Sonata nº2 para Clarinete y piano en Mib M de Johannes Brahms. Los integrantes del
Dúo son ambos profesores del Real Conservatorio de Música “Manuel de Falla” de Cádiz. El director del conservatorio mostró su satisfac-
ción por “el excelente concierto ofrecido por los dos profesores” y señaló que “ha sido magnífico poder contar con su colaboración”.
34
Más de 25 alumnos premiados en el el I Concurso
“Santa Cecilia-Odero” de Música de Cámara e Interpretación.
Cuatro modalidades, más de 8 especialidades diferentes, 8 grandes premios y 12 accésit. En total, 26 alumnos del Real Conservatorio
de Música “Manuel de Falla” de Cádiz fueron galardonados con premios o menciones por su destacada participación en el I Concurso
“Santa Cecilia-Odero” de Música de Cámara e Interpretación que tuvo lugar la pasada primavera.
Daniel Dueñas, José-Luis Pérez Bugatto, David Flor y Sebastián Estrada, integrantes del cuarteto de saxos, consiguieron el primer
premio en la modalidad de Música de Cámara y Javier Domínguez Orellana y Raquel Pavón Fernández , dúo de violín y piano, consiguie-
ron el segundo premio.
En la categoría de Música de Cámara también fueron premiados José Miguel Moreno Crespo y José Antonio Escobar Crespo (dúo de
cellos), Elena Amalia Pereira, Álvaro García Hernández y Mª del Mar de la Rosa Fernández (oboe, trompa y piano) y el dúo formado por
Julio García Vico y Daniel Dueñas (piano y saxo).
En interpretación individual el concurso contaba con tres modalidades diferentes: alumnos de grado elemental, alumnos de enseñan-
zas profesionales hasta 16 años y alumnos de enseñanzas profesionales mayores de 16 años.
La alta participación en todas las modalidades sorprendió hasta al jurado, que finalmente repartió los galardones de la siguiente mane-
ra: el primer premio de interpretación en grado elemental fue para Fabio Rafael Arias García (cello) y el segundo para José Antonio Urbina
Tornell (flauta de pico). También merecieron un accésit las interpretaciones de Patricia Marrero Larrán (piano), Carlos José Ruiz-
Henestrosa Ruiz (piano) y Paula Moreno Caracena (saxofón).
En la modalidad de enseñanzas profesionales no se entregó ningún primer premio. El segundo premio para menores de 16 años se
otorgó a José Carlos Domínguez (clarinete) y para mayores de 16 a Julio García Vico (piano). Los premios accésit en la categoría de
intérpretes más jóvenes se otorgaron a José Miguel Moreno Crespo (cello), Teresa Ragel Romero (piano), Clemente Cepero Muñoz
(flauta travesera). Y en la modalidad de alumnos mayores a José María Aragón Vedugo (piano), Mª del Mar de la Rosa Fernández (piano)
y Raquel Pavón Fernández.
¡Enhorabuena a todos!
NOTICIAS
La banda va a la cárcel
Suena a película de gánsters, pero nada más lejos. Suena a concierto. El Conservatorio de Cádiz participa este año con las institucio-
nes en un interesante proyecto social y cultural que pretende acercar la música a aquellos que la tienen más lejos. Entre otros conciertos,
la Banda de alumnos del Conservatorio que dirige Enrique Busto ofrecerá un concierto en el Centro Penitenciario de El Puerto de Santa
María.
Esta activa agrupación de alumnos de viento y percusión interpretará pasodobles, bandas sonoras de películas como Piratas del Cari-
be o La máscara del zorro y también repertorio sinfónico de Shostakóvich y Bizet.
La Banda del Conservatorio se consolida, con su participación en esta iniciativa, como un referente musical en la provincia y compagi-
na su labor pedagógica con una importante labor social.
Dentro de este mismo proyecto, “Tiempo de cambio. 2010”, la Banda también actuará en el Palacio de Congresos de Cádiz. Este con-
cierto está previsto para el 4 de junio de 2010.
El concierto corrió a cargo de dos profesores del conservatorio: Esteban Rodríguez (canto) y Alejandro Rodríguez (piano). Éste último
abrió el concierto interpretando obras para piano solo de Bach y Chopin y los dos intérpretes ofrecieron juntos canciones de Sarti, Vivaldi,
Bellini, Lorca, Manuel García y otros.
La profesora de trompa del conservatorio, Patricia Alonso, aseguró que “Raúl Díaz es uno de los trompistas más importantes y reco-
nocidos dentro del panorama internacional, con una amplia trayectoria pedagógica y concertística. Todo lo que aporta Raúl en sus clases
pasa por el filtro de la experiencia y lo más importante, por el filtro humano de preocupación constante ante todo trompista que pasa por
sus manos. No es habitual un profesor que aúne todas estas cualidades”. Una suerte para todos los alumnos del curso.
miconservatorio.es, tuyo.com
Este curso lo empezamos con novedades informáticas. Ya tenemos con nosotros la herramienta miconservatorio.es, una página web
de gestión y comunicación entre todos nosotros. Madres y padres, alumnas y alumnos, profesoras y profesores, equipo directivo y admi-
nistración se podrán comunicar a partir de ahora a través de éste servicio.
A miconservatorio.es/manueldefalla se accede con una contraseña y en su página principal nos encontraremos un tablón de anuncios
de actualización diaria con posibles ausencias de profesores, información de conciertos, cursos u otros intereses. En esta página principal
hay un sencillo menú desde el que se accede a mensajes (tipo email), horarios, alumnos, profesores, aulas, etc.
En miconservatorio.es se pueden consultar horarios y aulas y se pueden enviar mensajes o avisos, por ejemplo, entre padres y profe-
sores o entre profesores. Esta herramienta es una gran ayuda en cuanto a comunicación interna y facilita mucho la gestión de horarios o
de calificaciones. Por ejemplo, ya es posible desde conserjería consultar en qué aula está determinado profesor, o qué aula está libre con
un sencillo click.
miconservatorio.es ya es tuyo.
36
QUÉ ESCUCHAR… POR CARMEN IZQUIERDO
Amarí
Alfonso Romero-Ramírez
Discos EMEC. E-086, Madrid. 2009
El Compositor Alfonso Romero-Ramírez (Utrera 1968) acaba de presentar su primer disco mono-
gráfico. En el se recogen siete composiciones que van desde obras para instrumento a solo hasta Amarí,
obra que da título al CD, para orquesta. Estrenadas en los festivales internacionales de: Teatro de la Ma-
estranza, Sevilla. Festival Archaeus, 13th edition, Bucarest. Ciclo de Música Contemporánea, Sevilla. XVI
Cicle de Música del segle XX-XXI, Barcelona. World Saxophone Congress, Ljubliana. VI Contemporary
Spanish Music in Europa, Munich. Han sido registradas por las siguientes formaciones: Archaeus Ensem-
ble, Dúo Terol-Goméz Maestro, Orquesta Joven de Andalucía y el propio autor en Forcta y Adonay para Saxofón.
El saxofonista gaditano ha sacado a la luz un nuevo trabajo: TRIVIO. Para este álbum Cortejosa,
que firma todas las composiciones y los arreglos, abandona la formación de cuarteto utilizada en sus dos
anteriores grabaciones como líder (Mosaico [2002] y Numen [2005]) y se pone al frente de un septeto de
prestigio que cuenta con los jazzmen gaditanos Javier Galiana (fender rhodes) y Jose López (contrabajo)
y que completan Julián Sánchez (trompeta), Carlos Pino (guitarra), Claus Nymark (trombón) y Dani
Domínguez (bateria).
El artista toma tres historias diferentes (Vampiros, Lugares y Personas) como “punto de partida
para desarrollar una música descriptiva y evocadora de emociones personales”. En este álbum la música,
según Cortejosa, “adquiere intencionadamente un color diferente que en sus anteriores grabaciones”, “el
lenguaje jazzístico se enriquece con elementos propios de la música pop, lirismo directo, (…) ritmos direc-
tos prestados del rock e improvisación colectiva heredada del free music”.
El álbum se presenta en un atractivo formato de CD+DVD que permite disfrutar del trabajo de la formación tanto en directo como
en el estudio de grabación. El DVD recoge el concierto ofrecido por el Septeto en noviembre de 2008 en el marco del Festival de Música
Española de Cádiz; el CD fue grabado en la misma sala el día siguiente. La propuesta de Cortejosa para el directo se redondea con la
presencia de un narrador (Antonio Almozara) quien a través de unos textos va hilvanando las historias que los músicos interpretan en el
escenario.
TRIVIO -que contiene otras sorpresas como los textos del directo, un corto con ensayos y entrevistas, etc.- estará disponible des-
de diciembre en algunos comercios de Cádiz, así como en la página web www.enfasimanagement.com o a través del correo electrónico
del artista pedrocortejosa@gmail.com. No se lo pierdan.
QUÉ TOCAR...
De la Música y el Tiempo
15 Sonatas para Clarinete y Piano.
Editorial EMEC. Madrid.
El colectivo de compositores ECCA ha editado un libro con 15 partituras y 2 Cd’s en el que se recogen
obras de los autores: Jaime Botella, Carmen Verdú, Lidia Valero, José Miguel del Valle, Eduard Terol, Joaquín Go-
mariz, José María Bru, Javier Santacreu, Alfonso Romero-Ramírez, Francisco J. Molina, José Chafino, Jordi Orts,
Paco Toledo, Vicent Berenguer y Javier Darias.
Todas las composiciones han sido estrenadas y grabadas por el dúo de clarinete y piano formado por
Eduard Terol y Silvia Gómez Maestro. Además de las partituras y la grabación, el libro cuenta con ilustraciones de
la pintora canaria Rosana Ara.
Este libro recoge 25 piezas para piano ordenadas y clasificadas, según el grado de dificul-
tad, en los cuatro cursos de grado elemental. Con prólogo de Germán Gan Quesada, que como
bien dice, esta propuesta nace como preocupación por el adiestramiento integral del futuro pianis-
ta. Las piezas han sido creadas por: Alejandro Ramírez Sola, Ignacio Torner Fernández, M. Inma-
culada Godoy Gutiérrez, Fernando Mimbrero Villegas, Juan Carlos Pérez García, Lucía Aivar
Rodríguez.
37
QUÉ LEER… P OR JOSÉ–MODESTO DIAGO ORTEGA 1
From the Clarinet D'Amour to the Contra Bass. A History of Large Size Clarinets, 1740-1860.
Rice, Albert R
Nueva York, Oxford University Press, 2009, 488 pp.
Es a partir de este punto (ca. 1740), cuando comienzan las investigaciones del Dr.
Rice, ex Director del Fiske Museum of Musical Instruments en Claremont, California, USA,
que en realidad son una continuación y complemento de sus dos brillantísimas aportaciones bibliográficas anteriores (The Baroque Clari-
net, 1992 y The Clarinet in the Classical Period, 2003) para con este instrumento.
Su nuevo libro está dividido en cinco capítulos que nos van llevar por la literatura e idiosincrasia del clarinete de amor, clarinete
alto, corno di basseto, clarinete contra-alto y de los clarinetes bajos y contrabajos. Todos estos especímenes, que hasta ahora carecían
de un estudio riguroso e, incluso, se habían dejado de lado, disfrutan ahora de la luz de un trabajo como el presente.
El Dr. Rice empieza focalizando su atención en aquellos ejemplares graves que aparecieron primeramente (clarinete de amor y
clarinete alto). Según el autor, estos especímenes aún ‘adolecían’ de una lenta e irregular producción artesanal a partir de ensayo-error,
pero que desde luego, se mantenía viva por el interés que demostraban intérpretes y compositores. El clarinete alto tuvo un sello carac-
terístico al ser adoptado principalmente en las bandas, principalmente militares, y aquellos conjuntos de música de cámara que necesita-
ban ese rango tonal de tenor.
Posteriormente, en el ocaso del Ochocento y los primeros años del siglo XIX, el corno di basseto (basset horn) disfrutó de una
popularidad bien merecida. El autor del libro que estamos reseñando destapa todo el potencial de este instrumento clave en obras tan
significativas y universales como el Requiem de Mozart (1791) o la parte obligada “Non piú di fiori” de La Clemenza di Tito (1791) y que, a
juicio del que escribe, son un nuevo indicio para pensar que este magnífico instrumento y su cautivador timbre estuvieron conectados con
ambientes tan sugerentes como los de la Masonería.
Ya en los dos últimos capítulos, nuestro autor centrará sus esfuerzos en los clarinetes bajos y contrabajos que merecen especial
atención. Más populares hoy en día, éstos fueron originalmente aprovechados para las bandas civiles y militares, aunque no por ello deja-
ron de participar en otras obras orquestales y operísticas con valedores como Meyerbeer, Berlioz, Donizetti, Verdi, Wagner o Liszt. Los
prototipos de estos instrumentos más complejos –evidentemente por sus amplias dimensiones- provendrían de mediados del siglo XVIII,
aunque empezaron a estar operativos alrededor de 1790.
El Dr. Alberte Rice ha viajado por medio mundo para poder estudiar y fotografiar ejemplares de estos clarinetes profundos que,
en cualquier caso, podemos ver en color y con mayor precisión también a través de Internet y gracias a llamadas que nos hace el autor.
Este libro es, sin lugar a dudas, un excelente trabajo que no sólo puede satisfacer a los amantes de la organología o clarinetis-
tas en general, sino a aquellos melómanos y apasionados de la historia que descubren que la música y sus instrumentos tienen más que
veer con ellos mismos de lo que en un principio puedan pensar.
1
Profesor de Saxofón del Real Conservatorio Profesional de Música de Cádiz, Universidad de Cádiz.
38
REAL CONSERVATORIO PROFESIONAL DE MÚSICA
“MANUEL DE FALLA”
CÁDIZ
CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN