• Se utilizó para el desarrollo y fabricación de ingenios bélicos provocando
numerosas muertes y gran destrucción en las zonas de conflicto. Nobel, para contrarrestar sus efectos negativos aunque de modo simbólico, instituyó el premio que lleva su nombre expresamente referido a la paz. • La dinamita, como todos los explosivos potentes, es muy peligrosa y por ello es una sustancia de uso restringido, si bien ha sido extensivamente sustituida por explosivos plásticos en los que la sustancia explosiva se estabiliza mezclándose con un plastificante en lugar de tierra de diatomeas. La base de nitroglicerina ha sido en gran parte sustituida por dinitroglicol (Goma-2 ECO) o trinitrotolueno (titadine o TNT). Para uso industrial también se encuentra muy extendido el uso de la ciclonita, también en forma de explosivo plástico, bajo los nombres de C-3 y C-4 según formulación. • La nitroglicerina es un líquido muy sensible a los golpes, que hace muy difícil su manejo y por lo que provocaba muy a menudo graves accidentes por ser demasiado inestable y difícil de manipular y de transportar para la guerra y muy peligroso para aplicaciones civiles. • En 1857, Nobel registró la primera de varios centenares de patentes, la mayoría relativas a medidores de presión de aire, gases y fluidos, pero seguía fascinado con el potencial de la nitroglicerina como explosivo. Nobel, junto con su padre y su hermano Emil, experimentó con varias combinaciones de nitroglicerina y pólvora negra. Nobel encontró una solución para detonar la nitroglicerina de forma segura inventando el detonador, o cápsula fulminante, que permitía una explosión controlada a distancia utilizando una fusible. En 1863, Nobel llevó a cabo con éxito la primera detonación de nitroglicerina pura, utilizando un detonador fabricado con una cápsula fulminante de cobre y fulminato de mercurio. En 1864, Alfred Nobel registró patentes tanto para el fulminante como para su método de síntesis de nitroglicerina, utilizando ácido sulfúrico, ácido nítrico y glicerina. El 3 de septiembre de 1864, mientras experimentaba con nitroglicerina, Emil y varias personas más murieron en una explosión en la fábrica de la finca de Immanuel Nobel en Heleneborg. Después de esto, Alfred fundó la empresa Nitroglycerin Aktiebolaget en Vinterviken para seguir trabajando en una zona más aislada y al año siguiente se trasladó a Alemania, donde fundó otra empresa, Dynamit Nobel.2A raíz de esta tragedia se concentró en la tarea de conseguir un método para manipular con seguridad la nitroglicerina, que a mediados del siglo XIX era el explosivo más utilizado.