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ITER CRIMINIS O FASES DE

DESARROLLO DEL DELITO

Prof. Mg. Natalia Letelier


Acevedo.
• Cuando los preceptos penales describen y tipifican un delito,
lo hacen refiriéndose al mismo en su forma consumada.

• El delito consumado es el punto de referencia o la imagen


conceptual que tiene presente el legislador a la hora de
configurar los delitos.
Ejemplo:
• En el homicidio, el legislador describe un supuesto de congruencia
plena (matar a una persona) y el tipo subjetivo (querer esa muerte)
• Pero hasta llegar ese momento, el hecho punible doloso,
recurre un camino llamado “iter criminis”,que va desde que
surge la decisión de cometerlo hasta la consecuencia de las
metas ultimas pretendidas con su comisión.

• “Etapas por las cuales pasa un delito desde que surge en la


mente del sujeto hasta su total ejecución”

• Al decir de Pacheco, el delito no surge “como minerva de la


cabeza de Júpiter de una vez y armada”. Primero comete el
delito el espíritu y luego el cuerpo.
Las etapas del “iter criminis” son:

• La fase interna:
A) ideación
B) deliberación
C) Resolución.
• La fase externa:
A) Preparación
B) Comienzo de la ejecución
C) Conclusión de la acción ejecutiva
D) Producción del resultado típico

• La fase interna ocurre en el cerebro del sujeto, lo que no es punible.


PREPARACIÓN O ACTOS
PREPARATORIOS
• La etapa de preparación
comienza en el momento en que
el autor exterioriza su voluntad
delictiva realizando actos
materiales dirigidos a facilitar la
ejecución del hecho, actividad
normalmente no punible.
LO QUE INTERESA ES DISTINGUIR
—EN EL ÁMBITO DEL DERECHO—
CUANDO HAY "DECISIÓN DE
CONCRETAR EL DELITO" (DOLO),
DE CUANDO AÚN NO LO HAY.

“Caso Rodrigo Avilés”

Valparaíso 2016
Para entender lo que es un acto preparatorio, es oportuno fijarse en sus límites:

• -) La exteriorización de la decisión de delinquir; que distingue estos actos


de las meras elucubraciones de la fase interna.
• -) El principio de ejecución del delito, a partir del cual ya nos
encontraríamos en la etapa de ejecución (En Chile, al menos, Tentativa).

• Si para el derecho hay "decisión", los actos posteriores dirigidos a


concretarla serán siempre de ejecución, pero estos últimos únicamente
merecen sanción cuando cumplen la característica de ser "directos" (art. 7°),
los restantes normalmente no son típicos.
• El problema es establecer
cuándo hay decisión,
voluntad de concretar el tipo,
o sea cuándo hay dolo y
cuándo no, para los efectos
del derecho, comienza la
ejecución en el mundo
material de la acción u
omisión punible.
La regla general es que los actos preparatorios NO son punibles, pues en ellos no
se advierte una puesta en peligro para algún bien jurídico.

• En principio, los actos anteriores a la resolución delictiva no son sancionables.

• Sin embargo, excepcionalmente la ley sanciona ciertos actos preparatorios.


Ellos son:
• (1) Los Actos Preparatorios Especialmente Penados por la ley,
• (2) La proposición y
• (3) La conspiración.

Pero tampoco pueden calificarse de preparatorios, ni mucho menos de resoluciones


manifestadas, porque no lo son.
1. ACTOS PREPARATORIOS
ESPECIALMENTE PENADOS POR LA LEY.

• Son conductas que constituyen actos preparatorios de otros delitos, y, cuando así lo
decide el legislador, se opta por tipificarlos de manera independiente.

• Los sanciona como delitos (consumados) y no como un acto preparatorio.

Por ejemplo: artículos 445 y 481 del Código Penal.

• Si no existieran estas disposiciones estos actos serían impunes, pues precisamente


se trata de actos preparatorios de los delitos de robo, de incendio y otros estragos,
respectivamente.
• Algunos comportamientos descritos por los tipos penales son punibles no
obstante que no correspondan a una resolución delictiva en un sentido
determinado, salvo la de realizar la conducta de que se trate o que conste
que perseguía la ejecución de una actividad dirigida en contra de un bien
jurídico que es objeto de protección por el derecho penal, lo que se
observa en ciertos delitos de peligro.

• Lo que sucede con estos tipos penales es que los comportamientos que
prohíbe presentan especial desvalor social, y por ello se les describe como
delitos, y si lo son no pueden calificarse de resoluciones manifestadas o de
actos preparatorios de hechos injustos, porque son injustos típicos.
PROPOSICIÓN

• Art. 8 “Cuando el que a


resuelto cometer un crimen o
simple delito, propone su
ejecución a otras personas”
Conforme a la mencionada disposición se puede extraer sus dos elementos
esenciales:

• 1) La resolución de cometer un crimen o simple delito.


Por definición legal quedan descartadas las faltas.
Este elemento implica que el sujeto tenga ya decidido absolutamente cometer
el crimen o simple delito, es decir, ya ha transcurrido toda la fase interna.

• 2.) Proponer su ejecución a otra u otras personas.


• Esto no implica solamente comunicar a otro el propósito que se ha formado,
sino que, además, se le requiera alguna cooperación o participación en él.
CONSPIRACIÓN

• Esto no supone la aceptación


de esas personas. Si ella
existiese, se habla de
Conspiración.

• Art. 8 Existe conspiración


cuando dos o más personas
se conciertan para la
ejecución del crimen o
simple delito
1) Debe existir concierto entre dos o más personas.-

• El concierto implica un acuerdo de voluntades activo, no de simple aquiescencia,


determinándose la forma de intervención de cada uno de los concertados (Etcheberry).

• Como dice el profesor Mario Garrido, el concierto supone una triple unidad: unidad de
propósito, unidad de resolución para concretarlo y unidad de plan para llevarlo a la
práctica. De manera que la simple aprobación no es todavía concierto.

2) El concierto debe ser para cometer un crimen o un simple delito.

• Quedan excluidas las faltas.


• El inciso final del artículo 8° del C. Penal contempla una
exención de pena por la proposición o conspiración para
cometer un crimen o simple delito, si el sujeto se desiste antes de
principiar a ponerlos por obra y de iniciarse procedimiento
judicial contra el culpable, con tal que denuncie a la autoridad
pública el plan y sus circunstancias.
PUNIBILIDAD DE LA PROPOSICIÓN
Y CONSPIRACIÓN:

• La regla general es que la proposición y conspiración NO son


punibles, salvo los casos en que la ley los pena especialmente.

• Se sancionan, por ejemplo, en los delitos contra la seguridad del


Estado, (art. 111 y 125 del C. Penal), en la ley de seguridad del
Estado, Ley antiterrorista, Ley de Control de Armas, Código de
Justicia Militar.
FUNDAMENTOS DE LA PUNIBILIDAD DE
LOS ACTOS QUE PRECEDEN A LA
CONSUMACIÓN DEL DELITO

• Se debe partir de la premisa que el comportamiento descrito por


el tipo puede castigarse sólo cuando cumple con todas las
exigencias subjetivas y objetivas que el mismo señala, lo que
significa que el hecho se encuentra "consumado".
TEORÍAS
TENTATIVA, FRUSTRACIÓN Y
CONSUMACIÓN
DEL DELITO
Existe hurto cuando el
delincuente se apodera de la
especie mueble ajena y la hace
suya. Antes hay únicamente
ejecución de actividades
dirigidas a ese objetivo; de
modo que hay hurto cuando
con el objeto de apropiarse de
una cosa, el autor la sustrae de
la esfera de custodia de la
víctima. Sin embargo, la
circunstancia de que no se
consume el hecho no significa
que no puedan castigarse los
actos dirigidos a ese objetivo y
que no lo logran.
CONSUMACION FORMAL Y
MATERIAL
• Consumación plena o típica es la plena realización del tipo en
todos sus elementos.
• En los tipos delictivos de resultado lesivo(homicidio) la
consumación se produce en la producción del resultado típico.
• El legislador puede adelantar la consumación a un momento
anterior, el legislador no espera a que se produzca el resultado
lesivo que con la prohibición penal trata de evitar, sino que
declara ya consumado el hecho en un momento anterior.
• La consumación material, el autor no solo realiza todos los
elementos típicos, sino que , además, consigue satisfacer la
intención que perseguía: heredar al paciente que mato.
• Esta carece de relevancia jurídico penal.
¿QUÉ ES LA TENTATIVA?

• Hay tentativa cuando el sujeto da principio a la ejecución


del delito directamente por hechos exteriores. Practicando
todos o parte de los actos que objetivamente deberían
producir el resultado, y sin embargo este no se produce por
causas independientes de la voluntad del autor.-
EN QUE RADICA LA DISTINCIÓN
ENTRE TENTATIVA Y CONSUMACIÓN

• Radica en la pena aplicable, y tiene razón de


ser en que la consumación es más grave que
la tentativa porque en ella el desvalor del
resultado no solo es mayor, sino que, a
veces implica la lesión irreversible del Bien
Jurídico lo que no se da en la tentativa.
• Es conveniente desde
luego precisar que la
tentativa no consiste
solamente en la
realización
incompleta de la
acción o de la no
producción del
resultado; es una
noción más amplia
que incide en la no
consumación del
delito, lo que es
diverso.
• En efecto, puede haber tentativa, aunque se ejecute toda la acción, pero el
delito no se consuma por la ausencia del objeto atacado (tratar de provocar
el aborto de una mujer no embarazada, falta aquí el producto de la
concepción), porque la acción carecía de aptitud para consumar el hecho
(pretender envenenar con agua azucarada a una persona sana), situaciones
que técnicamente se denominan tentativas inidóneas
• Para explicar por qué debe ser sancionada la tentativa de
consumación de un delito existen distintas teorías que se
enunciarán a continuación y que se agrupan en objetivas,
subjetivas y mixtas.
A) TEORÍAS OBJETIVAS O
CLÁSICAS

• Parten del supuesto que los comportamientos típicos merecen castigo


exclusivamente cuando lesionan o ponen en peligro un bien jurídico
digno de protección; es el resultado en que se materializa la conducta lo
que determina su penalización.
• Si la lesión se produce, el hecho
está consumado y merece todo el
rigor de la pena; si sólo se puso en
peligro el bien protegido, como
sucede con el delito intentado,
también el comportamiento se
pena, pero con una sanción
menor. Si la conducta no provoca
ningún riesgo, no puede
castigarse; es la lesión o peligro
del bien jurídico lo determinante.
Corolarios de esta posición son los siguientes:

• 1° Si bien subjetivamente el hecho consumado y el intentado son análogos,


o sea el dolo en ambos es igual, la pena es distinta para el consumado,
porque ha dañado el interés protegido por la norma, interés que en el delito
intentado sólo ha corrido peligro; esto es, suministra elementos para
diferenciar el castigo de una misma voluntad delictiva, pero objetivada en
formas distintas.

• 2° Hace posible diferenciar la pena correspondiente al delito frustrado de la


que correspondería al intentado propiamente tal, pues en el primer caso el
bien jurídico corre un peligro mayor que en el segundo.

• 3° La tentativa inidónea absoluta no es punible, por cuanto no significa el


más mínimo riesgo para el bien jurídico protegido. Tampoco lo serían los
actos denominados preparatorios.
B) TEORÍAS SUBJETIVAS

• Reconocen en general que en la


tentativa falta la lesión del interés
jurídico protegido, pero afirman
que lo castigado es la conducta
en sí misma, en cuanto importa
una rebelión contra el orden
normativo; es la voluntad
contraria al derecho lo que se
castiga, y tanto en el delito
consumado como en el intentado
esa voluntad es la misma.
• Sus consecuencias son obvias:
permite extender el ámbito de lo
punible a cualquier
comportamiento dirigido al
delito, porque evidencia una
voluntad rebelde, posibilita igualar
la sanción del delito intentado y la
del consumado; la lesión del bien
protegido aparece como
secundaria,
TENTATIVA,
FRUSTRACIÓN Y
CONSUMACIÓN
DEL DELITO
DELITO CONSUMADO

• Es aquel que cumple con todas las condiciones subjetivas y objetivas


enumeradas por la figura penal, aquel en que se da, en su integridad, el
proceso conductual y material descrito por el tipo respectivo.
• En el delito de hurto o de robo (art. 432) se requiere que
el apoderamiento de la cosa mueble se haga con ánimo
de lucro, de suerte que, para que el tipo pertinente se dé,
es indispensable que el autor se haya apropiado del bien
para obtener un enriquecimiento, o sea para alcanzar
una utilidad o ganancia, pero el delito se consuma con
la simple apropiación de la cosa, no es necesario que
el sujeto haya alcanzado el beneficio, suficiente es que
haya obrado con el animus
¿TENTATIVA O FRUSTRACIÓN?
NATURALEZA DE LAS ETAPAS DE
TENTATIVA Y FRUSTRACIÓN
• Art 7 CP: Hay tentativa cuando el "culpable da principio a la
ejecución del crimen o simple delito por hechos directos, pero
faltan uno o más para su complemento".
• Hay delito frustrado (sea crimen o simple delito) "cuando el
delincuente pone de su parte todo lo necesario para que el
crimen o simple delito se consume y esto no se verifica por
causas independientes de su voluntad".
• En el plano subjetivo no existen diferencias entre tentativa, frustración y
consumación; en los tres estadios ejecutivos se requiere el mismo dolo.
• Las diferencias surgen en el plano objetivo.
• Para que exista delito consumado debe haberse concretado no sólo la
acción en plenitud, sino también el resultado típico (así, en el delito de
homicidio no es suficiente haber disparado el arma en contra de la
víctima, debe causarse su muerte).
• En el delito intentado y en el
frustrado es fundamental que el
resultado típico no se haya
producido, y ello por causas
independientes a la voluntad del
autor.
• Esto último es fundamental, pues
si la no producción de ese
resultado se debe a la voluntad
del sujeto activo, no habrá delito,
como se señalará cuando se
analicen el desistimiento y el
arrepentimiento.
• De acuerdo al art 7°, la etapa de la tentativa se diferencia de la de
frustración, según haya terminado o no el autor la actividad personal que
conforme a su plan debía ejecutar para concretar el delito.
• Como se ha dicho, en ambos casos el resultado no puede darse, pero habrá
tentativa cuando el sujeto ha alcanzado a realizar una parte de la
actividad que le correspondía desarrollar, y tuvo que interrumpir su
continuación, o sea "faltan uno o más (actos) para su complemento", y esta
interrupción se produce por causas ajenas a su voluntad (el homicida apunta
con el arma y va a gatillar, cuando un tercero se la arrebata: aquí al sujeto le
faltó apretar el gatillo y efectuar el disparo para terminar su actividad
personal).
• Hay delito frustrado cuando el autor realiza toda la
actividad personal que le correspondía llevar a cabo, pero
el resultado no se concreta por razones independientes a
su voluntad (en el mismo ejemplo anterior, el homicida
apunta, dispara y la víctima, advertida a tiempo, efectúa
una maniobra de protección evitando ser alcanzado por la
bala: en esta hipótesis el delincuente ha agotado su
actividad personal, pero el resultado muerte no sobrevino).
• De consiguiente, hay tentativa de
crimen o simple delito cuando el
o los autores dolosamente han
iniciado la ejecución de la acción
típica, pero no logran terminar la
actividad material personal que
ésta supone: faltan uno o más
actos para terminarla, que no
logran ejecutar por causas
independientes de su voluntad.
• Hay simple delito o crimen frustrado cuando el sujeto activo realiza
dolosamente la totalidad de la actividad delictiva que personalmente le
correspondía ejecutar, pero el curso causal que pone en movimiento no se
concreta en el resultado típico perseguido por razones ajenas a su voluntad
(el delincuente coloca la bomba en la construcción que pretende destruir,
conecta el sistema de relojería y se retira del lugar esperando la explosión,
que no se produce porque falla el sistema de relojería o porque un guardia la
descubre y desactiva).
NO EN LAS FALTAS

• En nuestra legislación son punibles exclusivamente la


tentativa y la frustración de un crimen o de un simple delito,
no así de una falta; por mandato del art. 9- las faltas se
castigan cuando están consumadas.
• Así se explica por qué el art. 7°, cuando se refiere a esas
etapas de ejecución imperfectas, precisa que debe tratarse
de crímenes o simples delitos, excluyendo a las faltas.
LA ESTRUCTURA
DEL DELITO
INTENTADO
FASE SUBJETIVA DEL DELITO
INTENTADO (DOLO, CULPA)

• El dolo del delito consumado es el mismo que el del delito intentado: o sea, el
conocimiento de los elementos objetivos del tipo y la voluntad de concretarlo.
• No se divisa obstáculo para la existencia de tentativa o frustración con dolo
eventual; no obstante, autores —como Cury— piensan que en la tentativa
necesariamente se requeriría del dolo directo, porque estas etapas de ejecución
se caracterizan, precisamente, por la finalidad de concretar el tipo; no podría
haber tentativa -de consiguiente— cuando se está únicamente ante una mera
posibilidad del resultado injusto.
• La doctrina mayoritariamente acepta que puede darse en la tentativa del dolo
eventual.
• La culpa no es posible en la tentativa; debe descartarse una hipótesis
culposa, pues el que actúa sin el cuidado debido, no persigue
cometer un delito, lo que es esencial a la tentativa.
• Igualmente no puede haber tentativa de un cuasidelito, que se
castiga sólo en cuanto consumado, nunca en el grado de intentado o
frustrado. Algunos teóricos lo conciben, pero conforme a la manera
como aquí se ha tratado el tipo, no es posible.
FASE OBJETIVA DEL TIPO TENTATIVA
(ACTOS DE EJECUCIÓN)
• El Código Penal describe la fase objetiva cuando en el art. 7°, para que haya
tentativa, alude a la necesidad de "dar principio a la ejecución del crimen o
simple delito por hechos directos".
• Sobre el alcance de estas expresiones se han formado diversas tendencias:
• unas estiman que para determinar si hay tentativa se debe diferenciar entre actos
"preparatorios" y actos "ejecutivos” del delito;
• y otras prefieren desentenderse de esa tradición sistemática, de origen francés —
commencement d'exécution —, y recurren a criterios de naturaleza normativa que
permiten establecer cuándo se inicia la ejecución del delito para efectos jurídico-
penales. Lo que interesa precisar es qué actos realizados con el objetivo de
concretar la resolución delictiva son merecedores de sanción penal, sean o no
ejecutivos.
• Las doctrinas que pretenden diferenciar entre actos
preparatorios y ejecutivos han fracasado al no tener éxito en
señalar criterios jurídicamente válidos a ese efecto.
1) OBJETIVAS

• Parten del presupuesto que previamente debe determinarse la finalidad


perseguida por el autor —su dolo—, que señalará el delito que pretendía
cometer.
• En seguida corresponde analizar si lo realizado por el sujeto puede calificarse
como acto ejecutivo o preparatorio de ese delito, pero prescindiendo del referido
propósito.
• Para este efecto los objetivistas, una vez precisado el propósito de sujeto, que
permite conocer el delito que pretendía cometer, dejan de lado la voluntad del
autor y analizan lo que habría realizado en la materialidad, pues es el acto en sí
mismo, como suceso causal, el que tendrá la aptitud de evidenciar si pertenece al
tipo penal cuya concreción perseguía el autor.
2) SUBJETIVAS

• Se emplea para poner énfasis en cuanto estas teorías consideran la finalidad


del agente como antecedente de valor para diferenciar el acto preparatorio del
ejecutivo.
• Para lograrlo, recurren a la visión del sujeto que actúa, estableciendo
previamente cuál era su propósito y el plan que tenía en mente concretar;
precisados estos aspectos, pasan a indagar si conforme a dicho plan la
actividad desarrollada por el sujeto queda o no comprendida en la acción
descrita por el tipo. Si la comprende, hay tentativa; en caso contrario, no
(doctrina subjetiva extrema).
• Se critica esta corriente porque con ella cualquier acto —aun
aquellos que en forma natural se consideran como meramente
preparatorios— podría ser calificado de tentativa, y extender su
alcance a toda exteriorización de la voluntad delictiva.
• Esta crítica es exagerada, porque no se considera acto ejecutivo a
toda exteriorización de voluntad, sino sólo a aquella que importa
en el caso concreto iniciar la ejecución del delito; vale decir, debe
apreciarse si corresponde a una decisión dolosa, y si importa una
ACTOS PREPARATORIOS.

• Dentro ya de la fase externa del iter criminis se distinguen todavía dos géneros de acciones,
llamándose a ciertas acciones iniciales acciones preparatorias, para diversificarlas de las que
constituyen un verdadero conato (tentativa).
• La importancia de esta distinción radica en que, siendo punibles solamente las acciones que
constituyen tentativa, las llamadas acciones preparatorias no son, por regla general, punibles.
• Conforme con este criterio, serán acciones preparatorias aquellas actividades que por sí mismas son
insuficientes para poner en peligro efectivo un bien jurídico determinado (peligro corrido) y para
mostrar su vinculación con el propósito de ejecutar un delito determinado (acciones unívocas).
• Ello puede ocurrir porque la acción no haya alcanzado desarrollo suficiente,deteniéndose en sus
etapas iniciales y equívocas, pues la ley requiere que se comience la ejecución para calificar el hecho
como tentativa. Antes de ejecutar es posible o, a veces, necesario realizar otras acciones no ejecutivas,
sino preparatorias.
EJ. ACTOS PREPARATORIOS

• Así, el que piensa robar, prepara antes los


instrumentos con los cuales ha de forzar la puerta;
• El que piensa falsificar un documento, ensaya
antes la imitación de la letra o estudia la calidad
de los reactivos a emplear.
• b) Preparación. Es el proceso por el cual el autor se procura los medios
elegidos, con miras a crear las condiciones para la obtención del fin.

• c) Ejecución. Es la utilización concreta de los medios elegidos en la


realización del plan. Las zonas correspondientes a la preparación y
ejecución resultan de difícil determinación. Su distinción sólo tiene
sentido a partir del límite trazado por el legislador entre lo punible y lo
no punible, es decir, en relación a los tipos penales individuales de la
ley penal.
EL COMIENZO DE LA EJECUCIÓN DEL
DELITO EN EL CÓDIGO PENAL
• Los principios que se enunciarán son aplicables tanto a la tentativa
propiamente tal como al delito frustrado; para que se dé cualquiera de esas
dos alternativas debe el sujeto comenzar la ejecución del delito. Se ha
señalado que la diferencia entre tentativa y frustración depende de si el
autor ha terminado o no la actividad personal que debería haber realizado.
• Si no alcanzó a terminar la acción hay tentativa, esto es faltaría parte de su
actividad, le quedarían algunos actos por realizar; al contrario, si terminó
todo lo que le correspondía ejecutar pero el resultado no se produce, sea
porque el curso causal que puso en actividad es defectuoso o porque
terceros lo interrumpieron, hay delito frustrado.
• Para establecer si se comenzó o no la ejecución del delito, resulta inútil toda referencia
sobre si se está o no ante un acto preparatorio o ejecutivo.
• No obstante lo señalado, la doctrina nacional conserva tal criterio. Así, el profesor
Etcheberry enumera varios principios que permiten diferenciar un acto meramente
preparatorio —que quedaría fuera de la tentativa— de un acto de ejecución, que
importaría tentativa, principios que en definitiva lo que precisan es cuándo ese acto
importa un comienzo de la ejecución del delito y cuándo no y, luego, se pasa a calificar al
segundo como preparatorio.
• El profesor Cury también distingue entre actos preparatorios (que no constituirían
tentativa) y ejecutivos (que sí la constituirían), aplicando al efecto principios propios de la
teoría subjetiva limitada.
• Debe abandonarse la diferenciación entre ambas clases de actos en relación al delito intentado,
institución que no tiene sustento en la comisión de actos ejecutivos, porque puede haber tentativa de
delito con actos que se califican como preparatorios. Esta afirmación se sustenta en los siguientes
razonamientos:
• La ley, como lo expresa Cury, en parte alguna alude a los actos preparatorios ni los contrapone
a los ejecutivos.
• En la realidad natural —lo señala Etcheberry— no existen una categoría especial de actos
preparatorios y otra de actos ejecutivos, pues todos subjetivamente tienden al resultado y
objetivamente ninguno lo alcanza. De consiguiente, no tiene por qué imponerse tal distinción al
derecho penal.
• El C.P. se desentiende de la referida clasificación y en múltiples oportunidades sanciona actos de simple
preparación, como sucede con el autor que suministra medios de ejecución (art. 15 N° 3°), o la
colaboración del cómplice con actos "anteriores" a la ejecución del delito (art. 16), o la conspiración y
proposición para cometer un crimen o simple delito (art. 8°); todo ello sin contar numerosas figuras penales
donde se castiga expresamente la simple preparación de actos delictivos (arts. 124,181,187, etc.).
• Del tenor del art.7° se desprende que
deben concurrir dos requisitos para que
exista delito intentado:
• a) que el culpable haya dado principio a la
ejecución del crimen o simple delito, y
• b) que lo haga por hechos directos.
QUE EL CULPABLE HAYA DADO PRINCIPIO A LA
EJECUCIÓN DEL CRIMEN O SIMPLE DELITO

• Dar principio a la ejecución no es pensar en realizar el delito, analizar la posibilidad de


cometerlo, indagar sobre los posibles medios a emplear, ni proveerse de esos medios o probarlos;
ninguno de tales comportamientos es consecuencia de una "resolución delictiva".
• De suerte que sólo se considerará que se inicia la ejecución del delito cuando existe la
determinación del sujeto de cometerlo, cuando el dolo está formado en la mente del autor, cuando
hay voluntad de concretar el hecho injusto en una forma dada y conforme a un plan
predeterminado.
• De consiguiente, las fases anteriores, internas o no, pues las externas que no sean consecuencia de
un dolo ya formado constituyen también meros deseos o aspiraciones, no son punibles.
• Para que pueda existir tentativa el sujeto debe realizar actos que exterioricen esa determinación
—su dolo— hacia el delito, actos que deben estar —a su vez— dirigidos a su concreción.
QUE LOS HECHOS EJECUTADOS SEAN
"DIRECTOS" EN RELACIÓN A LA CONCRECIÓN
DEL DELITO

• Esto limita el concepto de tentativa. No se inicia la realización del


hecho con cualquiera actividad exteriorizada por el autor para
cometerlo, debe tratarse de una actividad que "directamente" se vincule
con su concreción.
• El acto tendrá la calidad de directo cuando cumple con dos condiciones,
que se desprenden del alcance semántico de la palabra en cuestión.
• Directo significa aquello que "se encamina derechamente a un objetivo
o mira", lo que encierra en este caso una doble cualidad:
• i) El acto debe dirigirse rectamente a la ejecución del delito, y
• ii) Debe ser apto o idóneo para lograrlo.
I) EL ACTO DEBE DIRIGIRSE RECTAMENTE
A LA EJECUCIÓN DEL DELITO.

• El acto, conforme al plan y circunstancias concurrentes,


debe aparecer categóricamente encaminado a la ejecución
del hecho; ha de manifestar con nitidez que está dirigido a
la ejecución del delito.
• Esta apreciación es de orden objetivo; para hacerla el
tribunal tiene que ponerse en el lugar de un tercero
imparcial y analizar la situación en una perspectiva ex ante.
II) EL ACTO DEBE SER IDÓNEO
PARA CONCRETAR EL TIPO.

• La actividad realizada por el sujeto debe tener potencialidad causal para alcanzar el
efecto o resultado esperado; éste es el alcance en que se ha empleado la voz idónea.
• En el delito intentado la acción ejecutada siempre es causalmente inoperante,
porque es de su esencia que el hecho no se consume; lo que se exige es que el acto
tenga una aptitud causal "potencial”, lo que se establecerá con un juicio de
experiencia, aunque en el hecho haya fracasado como causa.
• Esta apreciación debe hacerse considerando el plan del sujeto y la forma como tenía
pensado actuar, pero con criterio objetivo sobre la posibilidad de las consecuencias
de su acción, sin tomar en cuenta las circunstancias extraordinarias; pues si se
hiciera con los ojos del autor, siempre tendría el acto aptitud para alcanzar el
resultado injusto.
EJEMPLO.

• El que dispara en contra de la víctima ignorando que


ésta usa un chaleco a prueba de balas comete
tentativa, aunque un disparo en esas condiciones es
evidentemente un medio no apto para matar, pero el
chaleco es algo excepcional, un balazo objetivamente
es adecuado para provocar la muerte.
LA TENTATIVA EN EL DELITO COMETIDO
POR AUTOR ÚNICO Y EN COAUTORÍA

• En la hipótesis de un autor singular, los actos con que se inicia la


ejecución de un hecho ilícito se calificarán de tentativa según cumplan
o no las dos condiciones señaladas: tener la cualidad de ser directos a
la comisión del delito y ser idóneos para ese efecto.
• De modo que, en el homicidio, comprar un arma, adiestrarse en su uso,
no son conductas que signifiquen comenzar la ejecución de ese delito,
tanto porque no se dirigen derechamente a cometerlo conforme al
alcance que se ha señalado a la palabra "directos“ cuanto porque
tampoco aparecen como idóneos para matar a otro.
• En la acción del sujeto plural no sucede otro tanto. Y ello porque la ley consideró expresamente, en el
art. 15 N-3°,al que "concertado" suministra medios para la ejecución del hecho, calificándolo de autor.
• Cuando dos sujetos se ponen de acuerdo para matar a un tercero, y aquel que está en condiciones se
compromete a conseguir una pistola y entregársela al segundo con las municiones del caso, siendo este
último el que disparará en contra de la víctima porque tiene buena puntería, hay un plan y hay también
distribución del trabajo a realizar.
• Aquí ese "matar a otro" es una acción que conforme a lo proyectado por los dos delincuentes consiste
en que uno provea al otro del arma y que éste dispare. Si bien actos como la búsqueda de la pistola, la
compra de la misma, no quedan comprendidos entre los directos, la entrega del arma sí queda
comprendida, porque en la realidad fáctica ese suministrar la pistola es parte de la actividad requerida
para que el segundo sujeto proceda a disparar en contra de la víctima.
• Al cumplir su cometido el primer delincuente, materializó la porción de actividad que de acuerdo al
concierto aporta a la ejecución del delito; por ello es autor y no cómplice.
EL DESISTIMIENTO DEL DELITO
INTENTADO.

• El desistimiento es la cesación voluntaria, de parte del sujeto, de la


realización de la acción que ya había iniciado (desistimiento propiamente
tal); puede asimismo el desistimiento consistir en que el autor impida la
consumación del hecho por la acción ya realizada por él (desistimiento eficaz
o arrepentimiento).
• El desistimiento libera de pena al sujeto por lo ya hecho, salvo que la parte de
acción llevada a cabo hasta el momento del desistimiento constituya por sí
misma un delito autónomo (el homicida alcanzó a herir a su víctima, pero al
verla tan indefensa, abandona su propósito de matarla; en esta hipótesis no
podrá castigarse la tentativa de homicidio, pero sí las lesiones que el autor
materialmente infirió).
NATURALEZA JURÍDICA DEL
DESISTIMIENTO
• Varios autores españoles, y algunos nacionales, sostienen que el
desistimiento es una causal de atipicidad; Eduardo Novoa lo califica como
elemento negativo del tipo, o sea un elemento que necesariamente no debe
concurrir para que se pueda calificar de tentativa una actividad
determinada.
• E. Cury, en principio, comparte el criterio de que el desistimiento
voluntario margina la tentativa, lo que está en armonía con la concepción
que tiene de esta etapa de ejecución, como tipo independiente, pero
subordinado al consumado. Además, fundamenta su tesis en el hecho de
que en la tentativa desistida no habría el dolo —o sea la voluntad de
concreción— inherente a la tentativa punible.
• Juan Bustos estima que en la tentativa propiamente tal el desistimiento es
una causal de atipicidad, pero explica tal situación porque lo realizado por
el sujeto no puede ser desvalorado y por ello no puede ser típico al no
relacionarse esa actividad con el bien jurídico, ya que el sujeto no estaba en
disposición de realizar el hecho, esto es la atipicidad proviene desde el bien
jurídico que determina el injusto.
• En el delito frustrado habría tipicidad de la acción, pero el desistimiento
activo excluye a la antijuridicidad porque el resultado desaparece por la
voluntad del sujeto, de manera que no sería posible atribuirlo objetivamente
a su acto.
• No se puede compartir la idea de que en la tentativa el desistimiento tenga un
rol excluyente de la tipicidad, como se sostiene; tampoco que sea excluyente
de la culpabilidad, como a su vez se piensa por otros, pues antes del
desistimiento los actos realizados por el autor son típicos y culpables; no se
ve cómo un acto posterior —como es el desistimiento— podría desplazar esa
tipicidad o culpabilidad que ya existía legalmente.
• Por otra parte, aceptar la atipicidad de la tentativa desistida, importaría
aceptar también que la tentativa en sí constituye un tipo independiente al tipo
consumado, criterio que no se comparte (M. Garrido), donde se presupone
que el tipo es único, y la tentativa y la frustración constituyen realización
parcial de ese tipo único.
EL DESISTIMIENTO EN LA TENTATIVA
PROPIAMENTE TAL (INACABADA)

• Deben cumplirse tres condiciones:


• a) que se abandone la ejecución en forma
oportuna;
• b) que tal abandono sea espontáneo, y
• c) que sea definitivo.
• (Ver M. Garrido pág. 281)
EL DESISTIMIENTO (ARREPENTIMIENTO) EN
EL DELITO FRUSTRADO (TENTATIVA
ACABADA)
• Tiene lugar en relación al delito frustrado, cuando el sujeto ha realizado en
su totalidad la actividad personal que le correspondía llevar a cabo para que
el hecho se consumara, o sea cuando termina con su acción, pero ésta
requiere para perfeccionar el delito —además de la acción— el desarrollo
de un proceso causal posterior o de la intervención de terceros para que el
resultado se verifique (el delincuente logró colocar el explosivo en el
automóvil de la víctima, con lo cual su actividad personal se termina, pero
para consumar el atentado falta que ésta se suba y haga funcionar el
contacto que la hará explotar).
• En el delito frustrado está terminada la acción , de consiguiente no se trata de abandonarla, sino de que
se evite, en alguna forma, que provoque el resultado que se perseguía al llevarla a cabo (en el ejemplo
antes indicado: que la bomba explote y provoque la muerte).
• Por ello es ineludible, para que haya desistimiento eficaz, que el sujeto ejecute una actividad evitadora de
la consumación.
• El desistimiento activo no se satisface con la simple posición subjetiva de arrepentimiento, sino que
requiere que objetivamente, o sea en la realidad material, se ejecute una actividad tendiente a impedir el
resultado y que esto se logre.
• Por lo tanto, el desistimiento tiene consecuencia liberadora de pena únicamente cuando cumple con dos
condiciones:
• a) que el realizador de la acción logre que el resultado de ella no se produzca, y
• b) que la actividad evitadora se realice por su voluntaria iniciativa.
• Ver M. Garrido pág. 284
TENTATIVA INIDÓNEA (ERROR DE TIPO AL
REVÉS,DELITO IMPOSIBLE Y PUTATIVO)

• No parece merecer el mismo trato intentar provocar el aborto de una mujer que está
embarazada, que pretender lo mismo en relación a una mujer que el autor cree embarazada,
pero que realmente no lo está.
• En ambas hipótesis la voluntad delictiva es la misma, la actividad material desarrollada
también; pero en la primera —en el de la embarazada— ha corrido un peligro real la vida
incipiente del que está por nacer; entretanto que en la segunda —en el de la mujer no
embarazada— no ha sufrido ningún riesgo el bien jurídico vida, porque no existía.
• Cuando el medio empleado por el autor para cometer el delito es totalmente inadecuado
para lesionar o poner en peligro el bien jurídico atacado o cuando este bien u objeto no
existe, se está ante una tentativa absolutamente inidónea, lo que constituye el denominado
delito imposible. Los dos ejemplos antes indicados corresponden a las dos alternativas de
esta clase de tentativa, que mayoritariamente se considera no punible.
INIDONEIDAD ABSOLUTA Y RELATIVA.
• Es absoluta cuando los medios empleados por el autor son totalmente
inadecuados para lograr la consumación del delito (pretender hacer
abortar con una infusión de té) o cuando el bien objeto del ataque es
inexistente en la realidad (pretender matar a una persona que ya falleció).
• Las hipótesis de tentativa absolutamente inidóneas constituyen el
denominado delito imposible, y ello porque desde que se comienza la
acción queda descartada toda posibilidad de consumación del hecho. Esta
tentativa es atípica y no punible conforme al art. 7, porque los actos en
que consiste nunca pueden calificarse de hechos directos.
• Hay inidoneidad relativa cuando los medios que ha usado el sujeto activo, siendo
intrínsecamente aptos para alcanzar la consumación del delito, no lo son en el momento
de actuar por las circunstancias concretas concurrentes (disparar un balazo al sujeto que
está protegido por un chaleco antibala).
• Se da también la inidoneidad relativa cuando existiendo el objeto de la agresión, por
circunstancias accidentales no se encuentra en el lugar del ataque (se dispara para herir a
una persona mientras duerme en su lecho, en circunstancias que ésta lo acaba de
abandonar).
• Esta tentativa es punible porque en su caso existían los elementos fundamentales
requeridos por el tipo: el medio apto en sí mismo para lograr el resultado, como el objeto
material en contra del cual se dirige el ataque, sin perjuicio de que el hecho se frustre
porque el autor incurre en error al creer que se daban, en el momento y circunstancias de
actuar, la idoneidad del medio o la presencia del objeto agredido, lo que no era así.
DELITO IMPOSIBLE Y DELITO
PUTATIVO. SUS ALTERNATIVAS
• Son institutos distintos uno y otro.
• El delito putativo es un delito imaginado por el sujeto que cree realizar un acto
injusto contrario a derecho, en circunstancias que no existe tal contrariedad.
• Incurre en un error de prohibición al revés: actúa con pleno conocimiento de los
elementos objetivos de su acción, sabe claramente lo que en la materialidad hace, su
confusión incide en la valoración que hace de ese acto, lo supone ilícito siendo que
no lo es. En esencia , tiene un errado concepto de la antijuridicidad de su conducta.
• El delito imposible o tentativa inidónea absoluta es una situación diversa; cuando el
sujeto que actúa cree que concurre un elemento del tipo penal que en la realidad no existe,
sea porque el medio empleado es totalmente inadecuado o porque no hay objeto que
agredir (el sujeto que cree que la mujer con la cual tiene relaciones voluntarias es menor
de 14 años, cuando en verdad es mayor.
• Tanto el delito putativo como el
delito imposible (tentativa
absolutamente inidónea) no son
punibles.
• Ver. M. Garrido pág. 293

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