DIVERSIDAD Y SUS IMPLICANCIAS EDUCATIVAS DUSCHATZKY Y SKLIAR El otro como alguien a tolerar Cuestionar el discurso de la tolerancia no supone reivindicar su opuesto.
Debatir con los límites del discurso de la tolerancia no
implica de ningún modo reivindicar la intolerancia.
La reivindicación de la tolerancia reaparece en el
discurso posmodemo y no deja de mostrarse paradojal. La tolerancia invita a admitir la existencia de diferencias, ¿también se tienen que aceptar los grupos con comportamientos antisociales u opresivos? exime de tomar posiciones y responsabilizarse por ellas debilita las diferencias discursivas y enmascara las desigualdades consagra la ruptura de toda contaminación y convalida los guetos, ignorando los mecanismos a través de los cuales fueron construidos históricamente. no pone en cuestión un modelo social de exclusión, como mucho se trata de ampliar las reglas de urbanidad con la recomendación de tolerar lo que resulta molesto. tiene un fuerte aire de familia con la indiferencia. corre el riesgo de tomarse mecanismo de olvido y llevar a sus portadores a eliminar de un plumazo las memorias del dolor. El discurso de la tolerancia corre el riesgo de transformarse en un pensamiento de la desmemoria de la conciliación con el pasado, en un pensamiento frágil, light, liviano, que no convoca a la interrogación y que intenta despejar todo malestar. que no deja huellas, desapasionado, descomprometido desprovisto de toda negatividad, que subestima la confrontación por ineficaz. La tolerancia despoja
a los sujetos de la responsabilidad ética frente a lo social
al Estado de la responsabilidad institucional de hacerse
cargo de la realización de los derechos sociales.
de las responsabilidades a las disponibilidades de las