Está en la página 1de 22

EJE 3

Negociación en la escuela

Introducción

Una de las causas frecuentes de los conflictos en las instituciones educativas en la


deslegitimación de sus actores. En diversas ocasiones, desde las órbitas de conducción
(institucionales o de instancias superiores) deslegitiman al docente y a los equipos directivos al
atender reclamos que deberían haberse planteado al docente en forma personal pasando por sobre su
autoridad. Otras veces, los padres, frente a sus hijos, deslegitiman al docente criticándolo antes de
plantearle las cuestiones en forma personal. Igualmente desde la docencia a veces se utiliza a los
alumnos para canalizar quejas con los padres o los directivos.

Todo esto influye en el “clima“ institucional y aumenta las posibilidades de que se generen
episodios de violencia en las instituciones.

Un buen clima institucional no es garantía de no tener actos de violencia, pero es más


probable que estos ocurran allí donde impera un “mal” clima por ejemplo, por la falta de
comunicación y la deslegitimación.

Es en este marco donde puede pensarse el aporte de las herramientas de la


negociación en las instituciones educativas.

La implementación de un trabajo de estas características en las instituciones puede aportar


herramientas para “prever” los conflictos y abordarlos antes de que escalen hacia otros niveles, y
permitir la construcción de espacios para recupere el valor de la palabra y el verdadero diálogo,
donde se respete al otro, donde se pueda disentir , y se puedan compartir las diferentes visiones,
pero también donde cada uno asuma su responsabilidad y ayude a la construcción de posibles
soluciones Debido a su reciente implementación y la ausencia de capacitación oficial en el tema, los
conocimientos que los docentes tienen sobre acuerdos y consejos institucionales de convivencia son
vagos, lo que dificulta el desarrollo de la tarea docente.
De este hecho parten algunas preguntas como: ¿Cuáles son las estrategias que utilizan los
docentes y directivos ante situaciones de conflicto escolar? ¿Cuáles son las estrategias más efectivas
en la resolución de conflictos escolares? ¿Cuáles son las estrategias de convivencia utilizadas?
¿Cuáles son los temas que producen mayores conflictos en la escuela y entre qué actores se
establecen? ¿Qué tipos de conflictos son pasibles de solución a través de la negociación? ¿Qué tipos
de conflictos son pasibles de solución a través de la formación de algún tipo de órganos de
convivencia institucional?
¿Y a través de un acuerdo institucional de convivencia? ¿Utilizan los docentes estrategias de
negociación para la resolución de conflictos escolares? ¿Recurren los docentes a los acuerdos
institucionales de convivencia para solucionar conflictos entre alumnos?

En la sociedad de los último años se fueron incrementado los índices de las condiciones
asociadas a la existencia de violencia estructural, como los altos niveles de pobreza e indigencia en
grandes sectores de la población en situaciones de vulnerabilidad, marginación y exclusión, tasas
altas de desempleo, discriminación abierta o solapada, un sistema de justicia deficiente y otros
factores que generaron una polarización social que alcanzó su mayor dimensión en algunas zonas y
que tuvo como consecuencia la creación de una brecha cada vez más grande entre sectores de altos
ingresos y sectores que luchaban por su supervivencia diaria.

En este proceso y en este marco social las instituciones y las escuelas deben trabajan
incansablemente para la inclusión social y para “una escuela para todos”.

El aprendizaje y la generación de nuevas conductas y pautas de trabajo escolar tienen como


propósito el establecer estos nuevos marcos para la vida del ciudadano a futuro, prometiendo así, un
impacto final en la sociedad en su conjunto.

La negociación promueve la formulación de acuerdos para resolver problemas actuales,


salvaguardar las relaciones y prever, de esta manera, necesidades futuras de los diversos actores
escolares. En cuanto a las ventajas de la negociación y la mediación se encuentran:

crean un ambiente más relajado y productivo de trabajo escolar, mejorando del clima de la
escuela en general;

contribuyen a desarrollar actitudes de respeto e interés por el otro;


ayudan a reconocer y valorar los sentimientos, intereses, necesidades y valores propios y
los de los otros;

aumentan el desarrollo de actitudes cooperativas en el tratamiento de los conflictos, al


buscar juntos soluciones satisfactorias para ambas partes;

aumentan la capacidad de resolución de conflictos de forma no violenta.

contribuyen a mejorar las relaciones interperso favorecen la


autorregulación a través de la búsqueda de soluciones autónomas y negociadas;

disminuyen el número de conflictos y, por lo tanto, el tiempo dedicado a resolverlos;

reducen el número de medidas disciplinarias, aumentando la efectividad en la reducción de


las conductas inadecuadas;

disminuyen la intervención de adultos, que es sustituida por la de los alumnos


mediadores o por los mismos disputadores;

contribuye a la renovación de la cultura propia de cada escuela;

promueven la adquisición de habilidades prácticas en el docente para la conducción de


la clase y

promueven la comprensión de la diversidad y la reducción de los prejuicios.

En cuanto a las ventajas de formación de acuerdos institucionales se encuentran las


siguientes:

promueven relaciones y formas diferentes de actuar en ante transgresiones o faltas


disciplinares;

abren espacios de reflexión y de diálogo entre docentes y alumnos, y entre alumnos;

generan compromiso y sentido de pertenencia por parte de docentes y alumnos;


reducen las acciones tendientes a promover mecanismo expulsivos, evitando la exclusión y
vulnerabilidad de los adolescentes;

Generan aprendizajes de conductas sociales favorables para el desarrollo de futuros


ciudadanos;

preparan a los estudiantes para el ejercicio de una plena ciudadanía, defendiendo sus
derechos y cumpliendo con sus obligaciones, en un marco democrático y

fomentan el consenso y el trabajo en conjunto, para la acción y prevención de


conflictos escolares.

Es por todo lo mencionado que resulta de importantísimo valor, que todos lo docentes en
ejercicio, conozcan y puedan aplicar toda la gama de estrategias que tienen a su disposición y
alcance para lograr mejorar el clima en las aulas, en los patios y en toda la institución educativa.

Conflicto

Según la Real Academia Española (2009) :

“conflicto es sinónimo de “combate, lucha, pelea, problema, cuestión, materia de discusión”.

Generalmente se asocia a esta palabra con connotaciones negativas, aunque en la


actualidad la tendencia es pensar en el conflicto como factor de cambio y crecimiento.

El conflicto puede ser benéfico, puede posibilitar al cambio, brindar espacios de reclamos,
fortalecer relaciones y buscar soluciones. Puede ser perjudicial porque el conflicto consigue
desgastar las relaciones humanas, puede acarrear situaciones de violencia.

Esto significa que los conflictos consiguen escalar, pueden no solucionarse y perpetuarse.
Pero este análisis no se trata de esclarecer si el conflicto es benéfico o
perjudicial, sino de indicar que simplemente existe y que forma parte de las relaciones humanas.
Existen conflictos entre las áreas y ámbitos en los que se desarrolla la vida cotidiana de los seres
humanos (individuos, grupos, instituciones, comunidades).

En este eje se abordará el conflicto desde la perspectiva social y educativa.

Conflicto social

Se refiere al amplio espectro de la interacción e interrelación humana. Desde este punto


de vista se aduce que la convivencia social es considerada una fuente importante de conflictos, por
lo tanto al considerar los conflictos como parte de la vida humana, se debe considerar como
parte de la vida escolar.

Según lo propuesto por Rozemblum de Horowitz, Sara (2008) teniendo en cuenta a Lewis
A. Coser:

“un conflicto será social cuando transciende lo individual y proceda de la propia estructura de la
sociedad”. (Pág. 78)

En síntesis: el conflicto es, un desacuerdo de ideas, intereses o principios entre grupos o


personas. Se manifiesta dentro de un proceso que implica la insatisfacción de las partes,
desacuerdos o incumplimiento de pautas establecidas con anterioridad.

Existe una idea muy difunda que es ver el conflicto escolar como algo negativo y por lo
tanto confundirlo con violencia. Es importante marcar la diferencia entre ambos conceptos.

Puede considerarse que la violencia es una situación en que dos o más individuos se
encuentran en una confrontación verbal, psicológica y /o física, en la cual una o todas las partes
resultan perjudicadas, siendo afectadas en diferentes niveles. Esta situación de violencia puede ser
producto de una serie encadenada de factores que se dan en un contexto propicio o no, para que
esto ocurra.
Es importante aclarar que el conflicto no es sinónimo de violencia, ni de disputa, ni de
controversia disciplinaria ni de pelea, sino que la violencia logra ser producto del conflicto no
resuelto o ignorado.

El conflicto significa la divergencia de intereses percibida o la creencia de que las


aspiraciones actuales de las partes no pueden alcanzarse simultáneamente. Se dice que la
divergencia es percibida, pues la percepción tiene impacto directo en la conducta y allí está unos de
los orígenes del conflicto.

Según el Ministerio de Educación Argentino en su Programa de Nacional de Mediación


(2000) , señala al conflicto como:

“una serie de procesos complejos interaccionales que se construyen recíprocamente entre dos o más
partes”. El conflicto, como fase de un proceso, nace, crece, se desarrolla, se transforma, es decir,
pudiendo desaparecer y /o disolverse, permanecer relativamente estacionario, no resolverse, o
crecer a niveles mayores de confrontación entre las partes.”(Pág. 5)

En este caso se formula el concepto de proceso teniendo como base el no concebir el


conflicto como un momento puntual, ni estático, sino como dinámico, cambiante.

De todas estas nociones de conflicto se puede agregar que el conflicto no debe ser
considerado netamente como algo negativo, sino por el contrario, como elemento positivo,
dinamizador de acuerdos y pactos. A través de ellos se puede aprender a construir y a regular
normas, en ambientes democráticos.

Clasificación de los conflictos

La clasificación o los tipos existentes de conflictos brindan una aproximación hacia su


entendimiento y comprensión. Para analizar en profundidad los conflictos se deben diferenciar
algunos aspectos de ellos. Según lo propuesto por Koch, S. y Girad, K. (1999)
, teniendo en cuenta lo enunciado por Moore:
(…) “existen básicamente dos tipos de conflictos, los innecesarios y los genuinos. Los primeros
tienen origen en inconvenientes de comunicación y percepción. Los segundos surgen de diferencias
concretas”. (Pág.53)

En cambio para Deutsch, en la misma obra, indica que:

(…) “los conflictos se clasifican en seis tipos; los verídicos, que son conflictos que existen
objetivamente, los contingentes, que son situaciones que dependen de circunstancias que cambian
fácilmente, los desplazados, que son conflictos desplazados de un conflicto central, los mal
atribuidos, que se expresan entre partes que no corresponden, los latentes, en los cuales el conflicto
no sale a la luz y los falsos, que se basan en malas interpretaciones o percepciones”. (Pág.53)

Otra clasificación de conflictos se da entre los llamados ponderables e imponderables. Los


primeros suelen ser conflictos recurrentes, en los cuales se puede anticipar su aparición. En cambio,
en los imponderables, no hay indicios ni indicadores de posibles conflictos.

Posible evolución del conflicto

De acuerdo al abordaje de los conflictos, estos pueden proliferar, es decir, extenderse y


abarcar temas más amplios y generales. Pueden polarizarse, es decir, las partes que forman el
conflicto se aíslan formando alianzas. El conflicto también puede contagiarse, es decir extenderse
hacia otras unidades que no se encontraban en conflicto.

En último caso, se dice que los conflictos pueden escalar. Frecuentemente existe una
demora para actuar ante el conflicto. Esto puede deberse a la demora en conocerlo, aceptarlo o
incluso reconocerlo. También se demora en actuar porque se piensa que el conflicto se resolverá
o diluirá naturalmente. Sin embargo, no es común que las
situaciones de conflicto se diluyan o permanezcan estáticas. Por el contrario, se produce el
fenómeno de escalada anteriormente nombrado.

La escalada de un conflicto puede iniciarse por polarización del mismo, y en varios casos,
se pierde el punto inicial del origen del mismo, quedando al descubierto solo luchas internas por
intereses de grupos en pugna.

Características de los conflictos escolares

En el ámbito educativo los conflictos se pueden originar por diferentes cuestiones, los
móviles del conflicto pueden ser muy específicos. Sin embargo, en esta investigación se aproximará
solamente al estudio de los conflictos que se originan entre alumnos.

Existen indicadores que deben analizarse, al indagar sobre conflictos, que se dan entre los
alumnos en un establecimiento educativo, según Martínez Zampa, D. (2008) son:

(…) “persistencia, simultaneidad, y abundancia”. (Pág. 30)

La persistencia indica la duración en el tiempo. Algunos conflictos entre alumnos perduran


e interfieren así en la vida de la institución educativa. Los conflictos pueden darse en simultáneo, es
decir, pueden coexistir varios conflictos entre diferentes grupos de alumnos, lo que es frecuente en
los establecimientos educativos. Por último, la abundancia alude a la cantidad y variedad de
conflictos.

Al presentarse un conflicto es necesario que se realice una intervención oportuna del


mismo. Esta tarea, al tratarse de conflictos entre alumnos, estará a cargo de preceptores, docentes y
directivos.

Estos actores deberán analizar en profundidad el conflicto, detectar sus orígenes, mirar más
allá de la disputa, analizar la estructura del conflicto, y las posibles acciones frente a él, que
podrán ser: reconocerlo, ceder, enfrentar la situación, ignorarlo,
solucionarlo o intentar un acuerdo. El análisis global del conflicto a partir de las variables
desarrolladas posibilitará el rol del agente educativo que desarrolle las estrategias necesarias para
actuar ante él.

Conflictos escolares que se producen con mayor frecuencia

Los conflictos entre los alumnos se pueden dar por diferentes motivos. Pueden ocurrir por
discriminación y rechazo, rivalidades entre grupos establecidos, como por ejemplo la existencia de
diferentes tribus urbanas en el mismo establecimiento educativo, malos entendidos, uso de espacios
y bienes, relaciones de noviazgo entre alumnos, pérdida o rotura de útiles escolares, violencia
verbal, como el uso de apodos o motes, embarazo adolescente (por las situaciones especiales y
contemplaciones hacia la alumna embarazada en rechazo de sus compañeros), por el acceso y
distribución de los alimentos del comedor o merienda reforzada, por el desarrollo de un proyecto
educativo, por el viaje de egresados, entre otras cosas. Es decir, pueden existir tantos conflictos
diferentes como alumnos se analicen. Pueden existir tantos conflictos diferentes, como escuelas se
observen.

Uno de los conflictos quizás más analizados en al ámbito educativo, en los últimos años, es
el fenómeno de bullying, derivado del ingles bull, matón.

1. Características del Bullying o intimidación entre iguales

De acuerdo al análisis de Martínez, J. y García, A. (2012) el termino bullying, matonismo o


intimidación entre iguales, alude a conflictos entre alumnos en donde puede verse involucrado
cierto grado de violencia, ya sea verbal o física, tiende a organizar conflictos que se repiten y
prolongan en el tiempo, dentro o fuera del aula. Este tipo de conflicto suele ser provocado por un
alumno o un grupo de alumnos, los que ofician de intimidadores, contra otro alumno u otro grupo
de alumnos que son intimados, que no pueden por si mismos, desvincularse de esa situación que se
genera.
El bullying puede persistir gracias a la ignorancia, negación o lentitud en el accionar para
resolución del mismo, por parte de las personas que se encuentran a cargo de los alumnos en ese
espacio y tiempo determinado.

Si bien no es un fenómeno novedoso, por su estudio y evaluación de alcances, ha sido tratado como
conflicto educativo en los últimos años, ya que su trascendencia puede extenderse a toda la
comunidad educativa, siendo un conflicto de fácil escalada. Las conductas asociadas al bullying
pueden ser muy difíciles de detectar, siendo muy sutiles y muy fáciles de perpetuarse en la
cotidianeidad escolar.

En las víctimas o agredidos produce miedo y rechazo al contexto en donde se desarrolla la


intimidación, provocando por ejemplo, bajo rendimiento escolar. Siendo que estas situaciones se
desarrollan entre adolescentes, la mirada y la atención hacia estos sucesos debe ser considerada una
tarea elemental.

Justamente es la adolescencia una etapa de transición entre la infancia y la vida adulta, que
puede estar acompañada de padecimientos y sufrimientos, es importante que el adolescente se
desarrolle adecuada y positivamente, con el correspondiente acompañamiento del mundo adulto,
siendo este un tema significativo, ya que los modelos afectivos y emocionales se encuentran en
constante cambio en esta etapa. Algunos alumnos que son víctimas del bullying sufren de baja
autoestima.

El alumno agresor consigue desarrollar resistencia al cambio, por generar nuevos hábitos
violentos no tratados a tiempo, que luego podrán atravesar las paredes del ámbito educativo,
convirtiéndose en un conflicto social y personal para el alumno. No se debe olvidar que a la escuela
secundaria le incumbe desarrollar las habilidades sociales para vivir en comunidad.

Los alumnos que no participan directamente del bullying lo hacen como observadores.
Generalmente suelen tomar dos posiciones. Por un lado pueden negar el conflicto por miedo a
convertirse en nuevas víctimas, observándolo desde el exterior y evitando inmiscuirse, lo que
genera insensibilidad y apatía hacia el conflicto. La
solidaridad y el respeto mutuo es otra habilidad social de la que debe ocuparse la escuela
secundaria.

Por otro lado, los alumnos pueden tomar partido, tanto hacia el agresor o grupo agresor o
hacia el agredido o grupo agredido.

Sin la intervención de un adulto significativo, es poco frecuente que los alumnos participen
en el bullying desde una perspectiva conciliadora.

Con respecto al contexto educativo, el bullying puede contribuir a un ambiente hostil, tanto para
enseñar como para aprender.

El sistema formal de resolución de conflictos en el ámbito escolar

En la organización del sistema educativo argentino, los sistemas formales de resolución de


conflictos se fundan en procedimientos establecidos por leyes, decretos, reglamentos, entre otros
instrumentos legales.

Este marco legal y formal se encuentra netamente vinculado con las normas y sanciones
disciplinarias.

En lo que compete a los alumnos, los procedimientos de gestión de conflictos se asocian a


los regímenes disciplinarios que establecen sanciones para castigar faltas cometidas. Según
Barreiro, T. (2019) :

“Los reglamentos tradicionales establecen las obligaciones de los alumnos y las sanciones
disciplinarias siguiendo un paradigma individualista, normativo y punitivo.” (Pág. 45)

Las normas disciplinarias dictadas por la escuela intentan mantener el orden y la disciplina.
Cuando algún alumno las corrompe, es necesario identificarlo para aplicar la sanción
correspondiente. Generalmente esta situación y su amplia difusión sirven de ejemplo, o al menos
eso intenta, para impedir que esa conducta se reitere.

El paradigma que nombra la autora hace referencia a una concepción verticalista de la


autoridad, donde la obediencia es considerada un gran valor en el alumno. Aquí se
cuestiona nuevamente la función de la escuela secundaria, que tiene como misión formar alumnos
críticos, transformados y trasformadores.

Las sanciones formales establecidas parten desde llamados de atención, amonestaciones,


suspensión, hasta la expulsión. Si bien ningún alumno puede ni debe quedar excluido de la escuela,
por la obligatoriedad de la escuela secundaria, el alumno, en esta última instancia, es trasladado a
otra institución educativa, otorgándole el pase correspondiente.

Para finiquitar el proceso punitivo, los directivos suelen encontrarle al alumno expulsado
matrícula en otra escuela, generalmente perteneciente al mismo distrito escolar, con lo cual lo
único que logran es trasladar el conflicto a otra institución educativa, pero sin resolverlo.

Si bien en los últimos años existe una tendencia a elaborar acuerdo, códigos o consejos de
convivencia escolares, muchas veces éstos solo se tratan de decálogos elaborados unilateralmente
por docentes y directivos en donde solo hay deberes que los alumnos deben cumplir para no ser
sancionados. Cuando los acuerdos de convivencia se realizan sin consenso de los alumnos, dejan de
serlo en sí mismos, perdiendo toda validez y funcionalidad originaria. La constitución de un código
o sistema de convivencia requiere la inclusión de todos los actores de la comunidad educativa. Debe
surgir como producto de un proceso de consenso, cambiando la resolución de conflictos hacia un
paradigma comprensivo, humanista, integrador, democrático, atento a la totalidad de las
necesidades de sus integrantes.

Resolución alternativa de conflictos escolares. Negociación educativa

Los procedimientos de Resolución Alternativa de conflictos (RAC)

No solo en el ámbito educativo, sino también en el ámbito legal y empresarial, existen


alternativas y diferentes opciones a la hora de solucionar conflictos.

Si se busca una alternativa ante un conflicto, este no se soluciona, pero buscar la alternativa
es un indicio del comienzo de una negociación.
En cambio, si se buscan opciones de resolución de conflictos, en este caso se trata de
encontrar posibles soluciones para resolver los mismos. Esas posibles soluciones pueden formar
parte de un acuerdo. En un acuerdo se necesita que las partes que intervienen en el conflicto
convengan una posible salida.

Si las partes no concuerdan, se llaman alternativas a las respuestas individuales que cada
parte ofrece a realizar, aún sin consentimiento final de ambas partes. Es por ello que en este caso no
se habla de solución del conflicto, como proceso final.

En cuanto a la negociación, que el segundo paso luego del acuerdo, se dice, que es un
procedimiento en el cual las partes intentan resolver su conflicto sin la intervención de un tercero.
Para ello es indispensable que las partes intervinientes asuman el control total de sus disputas o
conflictos.

Si las partes se encuentran en proceso de negociación, pero esta no es efectiva y no logran llegar a
un acuerdo concreto que inicie la resolución de conflictos, se puede aplicar otra estrategia de
resolución alternativa de conflictos, que es la mediación.

En la mediación, un tercero, es decir, un personaje neutral, ayuda a crear y a sostener un


espacio que le permita a las partes abordar sus conflictos desde una perspectiva constructiva para
lograr resolverlos. Se dice que la mediación es una negociación asistida por un personaje imparcial.
Pero este personaje debe conocer en profundidad los orígenes del conflicto, según la perspectiva de
ambas partes, además de conocer en profundidad las características y normativas que rigen la
negociación y la mediación.

En general, implementar la RAC implica la aplicación de métodos, estrategias, medios y


modalidades de resolución y acción ante conflictos, de maneta novedosa, las cuales tienen una base
esencialmente democrática, centrándose en el otorgamientos de espacios donde sean las mismas
partes involucradas quienes discutan los temas que les atañen y quienes decidan sobre qué solución
darles.
Orígenes de la RAC

Estos ejemplos de procesos se comenzaron a utilizar para resolver conflictos sin acudir a los
tribunales de justicia. Este movimiento, originario del ámbito judicial, para resolver conflictos como
alternativa a un juicio, se ha extendido a áreas empresariales, laborales, y en los últimos años, al
ámbito educativo.

La función de este procedimiento no es solamente resolutiva, sino que también son de


utilidad en el proceso preventivo del conflicto y en la organización administrativa en general, de
la institución que los utilice.

Dentro de la RAC la mediación es la que adquiere gran importancia por su funcionalidad y eficacia.
Se trata de una negociación llevada a cabo con la ayuda de una tercera persona, que no es un juez,
ni tampoco un árbitro, ya que no posee poder de imponer un resultado a las partes del conflicto.

La mediación en la Argentina es utilizada desde hace más de diez años, en etapas


prejudiciales de conflictos en el orden de lo civil y lo patrimonial. Surge de la ley 24.573 del año
1995, que entró en vigencia en abril de 1996.

En otros países, la mediación, como instancia prejudicial, surgió hace varias décadas atrás,
por ejemplo en Estados Unidos, durante la década del 1930. En general, esta instancia es preferida
por los ciudadanos por ser en sí un medio de resolución de litigios pacífico, las partes tienen el
poder de buscar sus propias soluciones, sin intervención de un juez (solamente asisten en el proceso
abogados), favorece la asunción de responsabilidades ya que cada parte internaliza la resolución,
siendo protagonista de su propuesta, además de aclarar la comunicación y mejorar las relaciones.

Los beneficios, tanto para el ámbito judicial como laboral, en primera instancia, se
reflejaron con el ahorro de tiempo y costos, comparándolo con un litigio.
Implementación de la RAC en la educación

La mediación educativa surge dentro de la comunidad Cuáquera de los Estados Unidos


ampliándose así los numerosos campos de aplicación de la misma. Teniendo en cuenta que la
mediación educativa implica la incorporación de habilidades de comunicación, la escuela debe ser
el lugar inicial para aprenderlas y apropiarlas.

En el ámbito educativo, el sistema de resolución de conflictos formal, también genera


costos altos, no solo de tiempos, sino también emocionales. Teniendo en cuenta a los alumnos, en el
sistema educativo en general, no incluye la prevención ni el tratamiento alternativo de conflictos.

Desde el retorno al orden constitucional en nuestro país, a fines de 1983, educar para la
construcción y el afianzamiento de la democracia se constituyó en uno de los principales objetivos
para la escuela a la que, durante la dictadura militar, se le había asignado fundamentalmente un
papel de disciplinadora social .

Es en esta coyuntura socio-política, donde cobra sentido la Mediación, entendida en su


dimensión más profunda de instrumento de transformación social.

En los sucesivos años se vieron incrementados los conflictos de convivencia escolar,


particularmente en el nivel medio. Luego, con la reforma educativa se incluyen espacios destinados
a la formación ciudadana, la educación para la paz y los derechos humanos, en todos los niveles del
sistema educativo. No obstante, el crecimiento de conflictos y de expresiones de violencia en las
escuelas continúo en aumento.

La negociación educativa y sus orígenes

El conflicto interpersonal es una de las formas más simples de relacionarse en la sociedad.


La escuela, es una viva reproducción de las realidades de la sociedad. Es por ello que el conflicto
entre alumnos también forma parte de la realidad educativa. Para resolver conflictos en la escuela,
es necesario tener desarrolladas las habilidades y las capacidades de la comunicación. Construir
estos saberes, a partir de la experiencia de
socialización que permite la escuela, implica incrementar las capacidades no solo para actuar
dentro de la escuela, sino también en sociedad.

Según lo propuesto por Rozenblum de Horowitz, S. (2008) basándose en los conceptos


teóricos de Larson K. existen tres tipos de habilidades sociales para la resolución de conflictos y la
negociación

Las primeras con las habilidades de interacción, es decir, conductas observables como
compartir, hablar sin interrumpir al compañero o a un adulto, aceptar críticas, entre otras actitudes.

Las segundas habilidades son las cognitivo-sociales, incluyen una amplia variedad de
habilidades de pensamiento que son aplicables a una gran cantidad de situaciones de la vida social.
Algunos ejemplos de estas habilidades son: la empatía, identificar peligros sociales y analizar sus
consecuencias, postergar satisfacciones inmediatas en busca de futuras de mayor calidad, pensar en
alternativas posibles para la resolución de un conflicto, para ejemplificar.

Por último se encuentran las habilidades de autocontrol que se caracterizan por ayudar a
prevenir conductas antisociales que llevan a conflictos, como por ejemplo, controlar la ira y
reconocer los impulsos de agresión, tanto física como verbal, para detenerlos.

En la Argentina, fundamentándose en la misión de la nueva escuela secundaria, se


introducen en ella, acciones orientadas al aprendizaje y desarrollo de las habilidades para la vida, de
utilidad para un abordaje diferente de los conflictos, ya sean estos de origen escolar o social.

Del Primer congreso Mundial y V Congreso Nacional de Mediación, realizado en la Cuidad de


Hermosillo, México (2005) , se extrae:

“Los principios y valores de la mediación la convierten en una vía que, en caso de incidir en las
instituciones sociabilizadoras fundamentales, como son la familia, la escuela y la
comunidad, está llamada a ser protagonista en la construcción de una cultura de la paz y de la
concordancia.”

“En la medida en que la práctica de la mediación se generalice y los mediados aprendan a negociar
asociativamente y a experimentar el crecimiento y la transformación moral a la que se apunta, el
modelo transformativo de la mediación, se revalorizará como movimiento social y contribuirá al
desarrollo de democracias reales en nuestra aldea global.”

Desde este punto de vista, un proyecto de esta envergadura, enfocado en la escuela, es de


importancia vital, siendo la escuela la primera institución socializadora por excelencia para los
adolescentes.

El proceso de mediación tiene por objetivo conseguir mejores soluciones para todos,
abarcando la totalidad de las necesidades que las partes involucradas en el conflicto expresan tener.
En este caso las mejoras y los aprendizajes parten desde lo moral, lo ético, lo actitudinal y
procedimental.

Características de la negociación educativa

La negociación es un procedimiento que forma parte de la RAC. El él, dos o más personas
intentan resolver de forma voluntaria sus conflictos o diferencias con el objetivo de encontrar una
solución. Generalmente la solución se trata de una decisión conjunta sobre el tema común que atañe
a las partes.

La negociación requiere que los protagonistas identifiquen los puntos en los que difieren, los
informen e indiquen una forma posible de solucionarlos. Se esta forma se expresan, mediante la
oralidad, varias soluciones posibles al conflicto.

Su característica más importante es que la negociación carece de reglas fijas.


Aparentemente, se trata de un intercambio de propuestas, pero va mucho más allá de eso.
Se caracteriza por: ausencia de violencia física o verbal, el poder empleado es el del
convencimiento (2018). El paso siguiente de la negociación consiste en llegar a un acuerdo.

Dado que el proceso de negociación no es un proceso mediado por terceros, los


participantes del conflicto se guían a sí mismos en el proceso de expresar lo que necesitan.

La negociación puede ser cara a cara, entre una persona y un grupo, entre dos o más grupos.
Puede darse de forma espontánea o bien puede organizarse en forma de ritual. Puede llevarse a cabo
entre docentes entre sí, entre alumnos entre sí, entre docentes y alumnos, entre directivos y
docentes, lo que significa que no se tiene en cuenta el nivel jerárquico, sino por el contrario, todos
los actores escolares pueden utilizarla por igual.

En la negociación se busca que los criterios a los que se arriba luego de la misma sean
legítimos, es decir, sean justos, equitativos. Es importante que la negociación no se convierta en una
charla agresiva o intimidadora, por el contrario, las partes jamás deben ceder frente a presiones o
intimidaciones.

Desde luego, otro de los fines que tiene la negociación es cuidar o mejorar las relaciones
interpersonales, siendo el caso particular de la escuela, el lugar donde los alumnos pasan gran parte
de día, por ello es vital mejorar y contribuir a una buena convivencia.

Otro de los puntos importantes a favor de la negociación es el compromiso. Luego de


producirse el acuerdo, si es que es posible arribar a él, el compromiso a llevarlo adelante es
fundamental para asegurar el proceso de negociación y su efectividad. Sin compromiso, no hay
acuerdo que se pueda implementar en el tiempo. El resultado de la obtención de un acuerdo es muy
importante, ya que las partes intervinientes en el conflicto pueden darse cuenta de que existen
intereses compartidos por ambos.

Por lo tanto, negociar debería ser una actividad habitual en la vida escolar, ante un
conflicto, correspondería ser la primera actitud a tomar en cuenta como medio para llegar a un
acuerdo.

La negociación debe aprenderse en la escuelas como una habilidad que consiste


principalmente en el valor de la comunicación. Las partes se deben hacer entender,
deben explicar sus opiniones y diferentes puntos de vista, deben exponer sus ideales e informar
cuales son las posiciones o intereses que han de tomar para proponer un acuerdo.

Negociar es intercambiar ideas con el fin de arribar a determinados objetivos sin utilizar la
violencia, sea física o verbal. Lo que las partes reclaman durante la negociación se denomina
intereses, y son las necesidades, deseos, cuestiones que se intentan satisfacer con el pedido o el
reclamo. Justamente cuando se trabaja con los intereses se pueden encontrar opciones de manera
creativa.

Tipos de abordaje para la negociación

Según lo propuesto por Rozenblum de Horowitz, S. teniendo en cuenta a Deutch,


M. existen tres modelos de resolución de conflictos, que están íntimamente relacionados con los
motivos del conflicto, a saber: competencia, cooperación e individualismo.

La competencia se refiere a la oposición o rivalidad de una persona a prosperar o a


mejorar a expensas de otra.

En contraposición, la cooperación indica que cada parte valorará la propuesta presentada


buscando la prosperidad mutua.

El individualismo no se contrapone directamente al planteo o a la propuesta de las partes


intervinientes en el conflicto, sino que lo único que busca es su propio beneficio personal.

Individualismo

La negociación desde este modelo propone varios temas, a sabre: teniendo en cuenta el
acuerdo, solo debe existir una de las partes beneficiada, es decir, solo una parte debe obtener
resultados positivos. Solo se considera o se busca la ganancia personal, sin importarle lo que le
ocurre a la otra parte, justamente es este detalle, lo que la diferencia principalmente de la
negociación por modo competitivo. Por último, no expresa interés por los sentimientos o emociones
de la otra parte del conflicto.
Este tipo de negociación, si se utiliza frecuentemente suele dañar las relaciones entre las
partes y volverse ineficiente, por sus resultados poco democráticos.

Cooperativismo

La negociación desde este modelo se define por la obtención de un acuerdo, es decir, una
resolución conjunta, sin persuasiones negativas de ninguna de las partes, en donde los segmentos
intervinientes del conflicto obtienen resultados positivos, por igual, este tipo de negociación se la
conoce como ganar-ganar.

En esta clase de negociación los esfuerzos por llegar al acuerdo se aúnan, ya que las partes
intervinientes se consideran compañeros, por lo tanto se prefiere prevalecer la relación futura,
decisión común y consciente de ambas partes.

Las estrategias que generalmente se utilizan para llegar al acuerdo son: escuchar, explicar,
colaborar, entre otras.

Aquí se busca la empatía, es decir, saber posicionarse en el lugar del otro para poder
entender sus opciones y alternativas para la resolución del conflicto. El objetivo final es que ambas
partes arriben juntos a la meta, con un acuerdo sólido que provea beneficios mutuos, para resolver
los conflictos.

El acuerdo debe ser justo, sólido y verdadero. Esto originará un acuerdo genuino,
perdurable en el tiempo.

Este tipo de negociación se conocer cómo ganar- ganar o de la satisfacción mutua, ya que
ambas partes son beneficiadas por el acuerdo que se ha decidido honrar.

Competencia

La negociación desde este modelo se caracteriza por tratarse de un juego donde se gana o se
pierde; es decir, se consiguen los objetivos sin importar las partes intervinientes. Suele ser agresiva;
pueden utilizarse estrategias emocionales, como llantos y gritos para persuadir a las partes.
Se suelen imponer los objetivos de la negociación, exagerando y hasta mintiendo.
Generalmente no existe mucho margen para la negociación, ya se suelen adoptar posicionamientos
extremos desde el inicio de la misma.

En este tipo de negociación se consideran que las concesiones para llegar a un acuerdo
denotan debilidad por parte de los involucrados en el conflicto.

La negociación basada en el modelo competitivo se conoce como ganar-perder, porque solo


se busca ganar a expensas de la otra parte, que pierde.

Evidentemente si se sigue con este modelo de negociación, ocasionalmente las partes


podrán llegar a un acuerdo. En estos casos en los cuales la negociación se mantiene desde un
modelo netamente competitivo, los plazos para la resolución de conflictos suelen dilatarse,
generalmente el conflicto escala y la negociación es improductiva. Es entonces, que se plantea la
necesidad de aplicar otra estrategia de resolución alternativa de conflictos, como por ejemplo, la
mediación.

Teniendo en cuenta el análisis de los tres modelos de negociación, Girad, K. y Koch, S.


proponen (1999) para la implementación escolar el modelo cooperativo, como el destinado a
implementarse en escuelas, sobre todo cuando hablamos de resolución de conflictos entre los
alumnos, por tratarse de un modelo no agresivo, que prevalece la relación entre pares y busca
buenos resultados para ambas partes. Las autoras proponen seis pasos básicos para llevarlo a cabo,
saber:

acordar negociar de forma cooperativa;

conocer y reconocer los diferentes puntos de vista, es decir, ser empáticos con el otro;

encontrar intereses comunes con el objetivo de que ambas partes resulten satisfechas;

crear a partir de esos intereses, opciones en las que ambas partes ganen;

evaluar conscientemente esas opciones y sus consecuencias en cada una de las partes, y por
último,

elaborar un acuerdo sólido, genuino y duradero.


La primera opción para la resolución de conflictos escolares, sobre todo tratándose de adolescentes, debería ser
la negociación, porque cuando se la aborda correctamente, permite a las partes una libertad completa para resolver su
conflicto de manera conjunta.

Esta experiencia suele ser altamente satisfactoria, creando sensaciones de bienestar entre ambas partes,
autocontrol e incremento de la autoestima. Para ello es necesario formar
alumnos avezados en la negociación cooperativa. Si de todas formas la negociación no resulta, o no es beneficiosa para
las partes involucradas, será necesario buscar otras opciones, que en las RAC, es la mediación educativa.

También podría gustarte