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Eje 3 Negociación en La Escuela
Eje 3 Negociación en La Escuela
Negociación en la escuela
Introducción
Todo esto influye en el “clima“ institucional y aumenta las posibilidades de que se generen
episodios de violencia en las instituciones.
En la sociedad de los último años se fueron incrementado los índices de las condiciones
asociadas a la existencia de violencia estructural, como los altos niveles de pobreza e indigencia en
grandes sectores de la población en situaciones de vulnerabilidad, marginación y exclusión, tasas
altas de desempleo, discriminación abierta o solapada, un sistema de justicia deficiente y otros
factores que generaron una polarización social que alcanzó su mayor dimensión en algunas zonas y
que tuvo como consecuencia la creación de una brecha cada vez más grande entre sectores de altos
ingresos y sectores que luchaban por su supervivencia diaria.
En este proceso y en este marco social las instituciones y las escuelas deben trabajan
incansablemente para la inclusión social y para “una escuela para todos”.
crean un ambiente más relajado y productivo de trabajo escolar, mejorando del clima de la
escuela en general;
preparan a los estudiantes para el ejercicio de una plena ciudadanía, defendiendo sus
derechos y cumpliendo con sus obligaciones, en un marco democrático y
Es por todo lo mencionado que resulta de importantísimo valor, que todos lo docentes en
ejercicio, conozcan y puedan aplicar toda la gama de estrategias que tienen a su disposición y
alcance para lograr mejorar el clima en las aulas, en los patios y en toda la institución educativa.
Conflicto
El conflicto puede ser benéfico, puede posibilitar al cambio, brindar espacios de reclamos,
fortalecer relaciones y buscar soluciones. Puede ser perjudicial porque el conflicto consigue
desgastar las relaciones humanas, puede acarrear situaciones de violencia.
Esto significa que los conflictos consiguen escalar, pueden no solucionarse y perpetuarse.
Pero este análisis no se trata de esclarecer si el conflicto es benéfico o
perjudicial, sino de indicar que simplemente existe y que forma parte de las relaciones humanas.
Existen conflictos entre las áreas y ámbitos en los que se desarrolla la vida cotidiana de los seres
humanos (individuos, grupos, instituciones, comunidades).
Conflicto social
Según lo propuesto por Rozemblum de Horowitz, Sara (2008) teniendo en cuenta a Lewis
A. Coser:
“un conflicto será social cuando transciende lo individual y proceda de la propia estructura de la
sociedad”. (Pág. 78)
Existe una idea muy difunda que es ver el conflicto escolar como algo negativo y por lo
tanto confundirlo con violencia. Es importante marcar la diferencia entre ambos conceptos.
Puede considerarse que la violencia es una situación en que dos o más individuos se
encuentran en una confrontación verbal, psicológica y /o física, en la cual una o todas las partes
resultan perjudicadas, siendo afectadas en diferentes niveles. Esta situación de violencia puede ser
producto de una serie encadenada de factores que se dan en un contexto propicio o no, para que
esto ocurra.
Es importante aclarar que el conflicto no es sinónimo de violencia, ni de disputa, ni de
controversia disciplinaria ni de pelea, sino que la violencia logra ser producto del conflicto no
resuelto o ignorado.
“una serie de procesos complejos interaccionales que se construyen recíprocamente entre dos o más
partes”. El conflicto, como fase de un proceso, nace, crece, se desarrolla, se transforma, es decir,
pudiendo desaparecer y /o disolverse, permanecer relativamente estacionario, no resolverse, o
crecer a niveles mayores de confrontación entre las partes.”(Pág. 5)
De todas estas nociones de conflicto se puede agregar que el conflicto no debe ser
considerado netamente como algo negativo, sino por el contrario, como elemento positivo,
dinamizador de acuerdos y pactos. A través de ellos se puede aprender a construir y a regular
normas, en ambientes democráticos.
(…) “los conflictos se clasifican en seis tipos; los verídicos, que son conflictos que existen
objetivamente, los contingentes, que son situaciones que dependen de circunstancias que cambian
fácilmente, los desplazados, que son conflictos desplazados de un conflicto central, los mal
atribuidos, que se expresan entre partes que no corresponden, los latentes, en los cuales el conflicto
no sale a la luz y los falsos, que se basan en malas interpretaciones o percepciones”. (Pág.53)
En último caso, se dice que los conflictos pueden escalar. Frecuentemente existe una
demora para actuar ante el conflicto. Esto puede deberse a la demora en conocerlo, aceptarlo o
incluso reconocerlo. También se demora en actuar porque se piensa que el conflicto se resolverá
o diluirá naturalmente. Sin embargo, no es común que las
situaciones de conflicto se diluyan o permanezcan estáticas. Por el contrario, se produce el
fenómeno de escalada anteriormente nombrado.
La escalada de un conflicto puede iniciarse por polarización del mismo, y en varios casos,
se pierde el punto inicial del origen del mismo, quedando al descubierto solo luchas internas por
intereses de grupos en pugna.
En el ámbito educativo los conflictos se pueden originar por diferentes cuestiones, los
móviles del conflicto pueden ser muy específicos. Sin embargo, en esta investigación se aproximará
solamente al estudio de los conflictos que se originan entre alumnos.
Existen indicadores que deben analizarse, al indagar sobre conflictos, que se dan entre los
alumnos en un establecimiento educativo, según Martínez Zampa, D. (2008) son:
Estos actores deberán analizar en profundidad el conflicto, detectar sus orígenes, mirar más
allá de la disputa, analizar la estructura del conflicto, y las posibles acciones frente a él, que
podrán ser: reconocerlo, ceder, enfrentar la situación, ignorarlo,
solucionarlo o intentar un acuerdo. El análisis global del conflicto a partir de las variables
desarrolladas posibilitará el rol del agente educativo que desarrolle las estrategias necesarias para
actuar ante él.
Los conflictos entre los alumnos se pueden dar por diferentes motivos. Pueden ocurrir por
discriminación y rechazo, rivalidades entre grupos establecidos, como por ejemplo la existencia de
diferentes tribus urbanas en el mismo establecimiento educativo, malos entendidos, uso de espacios
y bienes, relaciones de noviazgo entre alumnos, pérdida o rotura de útiles escolares, violencia
verbal, como el uso de apodos o motes, embarazo adolescente (por las situaciones especiales y
contemplaciones hacia la alumna embarazada en rechazo de sus compañeros), por el acceso y
distribución de los alimentos del comedor o merienda reforzada, por el desarrollo de un proyecto
educativo, por el viaje de egresados, entre otras cosas. Es decir, pueden existir tantos conflictos
diferentes como alumnos se analicen. Pueden existir tantos conflictos diferentes, como escuelas se
observen.
Uno de los conflictos quizás más analizados en al ámbito educativo, en los últimos años, es
el fenómeno de bullying, derivado del ingles bull, matón.
Si bien no es un fenómeno novedoso, por su estudio y evaluación de alcances, ha sido tratado como
conflicto educativo en los últimos años, ya que su trascendencia puede extenderse a toda la
comunidad educativa, siendo un conflicto de fácil escalada. Las conductas asociadas al bullying
pueden ser muy difíciles de detectar, siendo muy sutiles y muy fáciles de perpetuarse en la
cotidianeidad escolar.
Justamente es la adolescencia una etapa de transición entre la infancia y la vida adulta, que
puede estar acompañada de padecimientos y sufrimientos, es importante que el adolescente se
desarrolle adecuada y positivamente, con el correspondiente acompañamiento del mundo adulto,
siendo este un tema significativo, ya que los modelos afectivos y emocionales se encuentran en
constante cambio en esta etapa. Algunos alumnos que son víctimas del bullying sufren de baja
autoestima.
El alumno agresor consigue desarrollar resistencia al cambio, por generar nuevos hábitos
violentos no tratados a tiempo, que luego podrán atravesar las paredes del ámbito educativo,
convirtiéndose en un conflicto social y personal para el alumno. No se debe olvidar que a la escuela
secundaria le incumbe desarrollar las habilidades sociales para vivir en comunidad.
Los alumnos que no participan directamente del bullying lo hacen como observadores.
Generalmente suelen tomar dos posiciones. Por un lado pueden negar el conflicto por miedo a
convertirse en nuevas víctimas, observándolo desde el exterior y evitando inmiscuirse, lo que
genera insensibilidad y apatía hacia el conflicto. La
solidaridad y el respeto mutuo es otra habilidad social de la que debe ocuparse la escuela
secundaria.
Por otro lado, los alumnos pueden tomar partido, tanto hacia el agresor o grupo agresor o
hacia el agredido o grupo agredido.
Sin la intervención de un adulto significativo, es poco frecuente que los alumnos participen
en el bullying desde una perspectiva conciliadora.
Con respecto al contexto educativo, el bullying puede contribuir a un ambiente hostil, tanto para
enseñar como para aprender.
Este marco legal y formal se encuentra netamente vinculado con las normas y sanciones
disciplinarias.
“Los reglamentos tradicionales establecen las obligaciones de los alumnos y las sanciones
disciplinarias siguiendo un paradigma individualista, normativo y punitivo.” (Pág. 45)
Las normas disciplinarias dictadas por la escuela intentan mantener el orden y la disciplina.
Cuando algún alumno las corrompe, es necesario identificarlo para aplicar la sanción
correspondiente. Generalmente esta situación y su amplia difusión sirven de ejemplo, o al menos
eso intenta, para impedir que esa conducta se reitere.
Para finiquitar el proceso punitivo, los directivos suelen encontrarle al alumno expulsado
matrícula en otra escuela, generalmente perteneciente al mismo distrito escolar, con lo cual lo
único que logran es trasladar el conflicto a otra institución educativa, pero sin resolverlo.
Si bien en los últimos años existe una tendencia a elaborar acuerdo, códigos o consejos de
convivencia escolares, muchas veces éstos solo se tratan de decálogos elaborados unilateralmente
por docentes y directivos en donde solo hay deberes que los alumnos deben cumplir para no ser
sancionados. Cuando los acuerdos de convivencia se realizan sin consenso de los alumnos, dejan de
serlo en sí mismos, perdiendo toda validez y funcionalidad originaria. La constitución de un código
o sistema de convivencia requiere la inclusión de todos los actores de la comunidad educativa. Debe
surgir como producto de un proceso de consenso, cambiando la resolución de conflictos hacia un
paradigma comprensivo, humanista, integrador, democrático, atento a la totalidad de las
necesidades de sus integrantes.
Si se busca una alternativa ante un conflicto, este no se soluciona, pero buscar la alternativa
es un indicio del comienzo de una negociación.
En cambio, si se buscan opciones de resolución de conflictos, en este caso se trata de
encontrar posibles soluciones para resolver los mismos. Esas posibles soluciones pueden formar
parte de un acuerdo. En un acuerdo se necesita que las partes que intervienen en el conflicto
convengan una posible salida.
Si las partes no concuerdan, se llaman alternativas a las respuestas individuales que cada
parte ofrece a realizar, aún sin consentimiento final de ambas partes. Es por ello que en este caso no
se habla de solución del conflicto, como proceso final.
En cuanto a la negociación, que el segundo paso luego del acuerdo, se dice, que es un
procedimiento en el cual las partes intentan resolver su conflicto sin la intervención de un tercero.
Para ello es indispensable que las partes intervinientes asuman el control total de sus disputas o
conflictos.
Si las partes se encuentran en proceso de negociación, pero esta no es efectiva y no logran llegar a
un acuerdo concreto que inicie la resolución de conflictos, se puede aplicar otra estrategia de
resolución alternativa de conflictos, que es la mediación.
Estos ejemplos de procesos se comenzaron a utilizar para resolver conflictos sin acudir a los
tribunales de justicia. Este movimiento, originario del ámbito judicial, para resolver conflictos como
alternativa a un juicio, se ha extendido a áreas empresariales, laborales, y en los últimos años, al
ámbito educativo.
Dentro de la RAC la mediación es la que adquiere gran importancia por su funcionalidad y eficacia.
Se trata de una negociación llevada a cabo con la ayuda de una tercera persona, que no es un juez,
ni tampoco un árbitro, ya que no posee poder de imponer un resultado a las partes del conflicto.
En otros países, la mediación, como instancia prejudicial, surgió hace varias décadas atrás,
por ejemplo en Estados Unidos, durante la década del 1930. En general, esta instancia es preferida
por los ciudadanos por ser en sí un medio de resolución de litigios pacífico, las partes tienen el
poder de buscar sus propias soluciones, sin intervención de un juez (solamente asisten en el proceso
abogados), favorece la asunción de responsabilidades ya que cada parte internaliza la resolución,
siendo protagonista de su propuesta, además de aclarar la comunicación y mejorar las relaciones.
Los beneficios, tanto para el ámbito judicial como laboral, en primera instancia, se
reflejaron con el ahorro de tiempo y costos, comparándolo con un litigio.
Implementación de la RAC en la educación
Desde el retorno al orden constitucional en nuestro país, a fines de 1983, educar para la
construcción y el afianzamiento de la democracia se constituyó en uno de los principales objetivos
para la escuela a la que, durante la dictadura militar, se le había asignado fundamentalmente un
papel de disciplinadora social .
Las primeras con las habilidades de interacción, es decir, conductas observables como
compartir, hablar sin interrumpir al compañero o a un adulto, aceptar críticas, entre otras actitudes.
Las segundas habilidades son las cognitivo-sociales, incluyen una amplia variedad de
habilidades de pensamiento que son aplicables a una gran cantidad de situaciones de la vida social.
Algunos ejemplos de estas habilidades son: la empatía, identificar peligros sociales y analizar sus
consecuencias, postergar satisfacciones inmediatas en busca de futuras de mayor calidad, pensar en
alternativas posibles para la resolución de un conflicto, para ejemplificar.
Por último se encuentran las habilidades de autocontrol que se caracterizan por ayudar a
prevenir conductas antisociales que llevan a conflictos, como por ejemplo, controlar la ira y
reconocer los impulsos de agresión, tanto física como verbal, para detenerlos.
“Los principios y valores de la mediación la convierten en una vía que, en caso de incidir en las
instituciones sociabilizadoras fundamentales, como son la familia, la escuela y la
comunidad, está llamada a ser protagonista en la construcción de una cultura de la paz y de la
concordancia.”
“En la medida en que la práctica de la mediación se generalice y los mediados aprendan a negociar
asociativamente y a experimentar el crecimiento y la transformación moral a la que se apunta, el
modelo transformativo de la mediación, se revalorizará como movimiento social y contribuirá al
desarrollo de democracias reales en nuestra aldea global.”
El proceso de mediación tiene por objetivo conseguir mejores soluciones para todos,
abarcando la totalidad de las necesidades que las partes involucradas en el conflicto expresan tener.
En este caso las mejoras y los aprendizajes parten desde lo moral, lo ético, lo actitudinal y
procedimental.
La negociación es un procedimiento que forma parte de la RAC. El él, dos o más personas
intentan resolver de forma voluntaria sus conflictos o diferencias con el objetivo de encontrar una
solución. Generalmente la solución se trata de una decisión conjunta sobre el tema común que atañe
a las partes.
La negociación requiere que los protagonistas identifiquen los puntos en los que difieren, los
informen e indiquen una forma posible de solucionarlos. Se esta forma se expresan, mediante la
oralidad, varias soluciones posibles al conflicto.
La negociación puede ser cara a cara, entre una persona y un grupo, entre dos o más grupos.
Puede darse de forma espontánea o bien puede organizarse en forma de ritual. Puede llevarse a cabo
entre docentes entre sí, entre alumnos entre sí, entre docentes y alumnos, entre directivos y
docentes, lo que significa que no se tiene en cuenta el nivel jerárquico, sino por el contrario, todos
los actores escolares pueden utilizarla por igual.
En la negociación se busca que los criterios a los que se arriba luego de la misma sean
legítimos, es decir, sean justos, equitativos. Es importante que la negociación no se convierta en una
charla agresiva o intimidadora, por el contrario, las partes jamás deben ceder frente a presiones o
intimidaciones.
Desde luego, otro de los fines que tiene la negociación es cuidar o mejorar las relaciones
interpersonales, siendo el caso particular de la escuela, el lugar donde los alumnos pasan gran parte
de día, por ello es vital mejorar y contribuir a una buena convivencia.
Por lo tanto, negociar debería ser una actividad habitual en la vida escolar, ante un
conflicto, correspondería ser la primera actitud a tomar en cuenta como medio para llegar a un
acuerdo.
Negociar es intercambiar ideas con el fin de arribar a determinados objetivos sin utilizar la
violencia, sea física o verbal. Lo que las partes reclaman durante la negociación se denomina
intereses, y son las necesidades, deseos, cuestiones que se intentan satisfacer con el pedido o el
reclamo. Justamente cuando se trabaja con los intereses se pueden encontrar opciones de manera
creativa.
Individualismo
La negociación desde este modelo propone varios temas, a sabre: teniendo en cuenta el
acuerdo, solo debe existir una de las partes beneficiada, es decir, solo una parte debe obtener
resultados positivos. Solo se considera o se busca la ganancia personal, sin importarle lo que le
ocurre a la otra parte, justamente es este detalle, lo que la diferencia principalmente de la
negociación por modo competitivo. Por último, no expresa interés por los sentimientos o emociones
de la otra parte del conflicto.
Este tipo de negociación, si se utiliza frecuentemente suele dañar las relaciones entre las
partes y volverse ineficiente, por sus resultados poco democráticos.
Cooperativismo
La negociación desde este modelo se define por la obtención de un acuerdo, es decir, una
resolución conjunta, sin persuasiones negativas de ninguna de las partes, en donde los segmentos
intervinientes del conflicto obtienen resultados positivos, por igual, este tipo de negociación se la
conoce como ganar-ganar.
En esta clase de negociación los esfuerzos por llegar al acuerdo se aúnan, ya que las partes
intervinientes se consideran compañeros, por lo tanto se prefiere prevalecer la relación futura,
decisión común y consciente de ambas partes.
Las estrategias que generalmente se utilizan para llegar al acuerdo son: escuchar, explicar,
colaborar, entre otras.
Aquí se busca la empatía, es decir, saber posicionarse en el lugar del otro para poder
entender sus opciones y alternativas para la resolución del conflicto. El objetivo final es que ambas
partes arriben juntos a la meta, con un acuerdo sólido que provea beneficios mutuos, para resolver
los conflictos.
El acuerdo debe ser justo, sólido y verdadero. Esto originará un acuerdo genuino,
perdurable en el tiempo.
Este tipo de negociación se conocer cómo ganar- ganar o de la satisfacción mutua, ya que
ambas partes son beneficiadas por el acuerdo que se ha decidido honrar.
Competencia
La negociación desde este modelo se caracteriza por tratarse de un juego donde se gana o se
pierde; es decir, se consiguen los objetivos sin importar las partes intervinientes. Suele ser agresiva;
pueden utilizarse estrategias emocionales, como llantos y gritos para persuadir a las partes.
Se suelen imponer los objetivos de la negociación, exagerando y hasta mintiendo.
Generalmente no existe mucho margen para la negociación, ya se suelen adoptar posicionamientos
extremos desde el inicio de la misma.
En este tipo de negociación se consideran que las concesiones para llegar a un acuerdo
denotan debilidad por parte de los involucrados en el conflicto.
conocer y reconocer los diferentes puntos de vista, es decir, ser empáticos con el otro;
encontrar intereses comunes con el objetivo de que ambas partes resulten satisfechas;
crear a partir de esos intereses, opciones en las que ambas partes ganen;
evaluar conscientemente esas opciones y sus consecuencias en cada una de las partes, y por
último,
Esta experiencia suele ser altamente satisfactoria, creando sensaciones de bienestar entre ambas partes,
autocontrol e incremento de la autoestima. Para ello es necesario formar
alumnos avezados en la negociación cooperativa. Si de todas formas la negociación no resulta, o no es beneficiosa para
las partes involucradas, será necesario buscar otras opciones, que en las RAC, es la mediación educativa.