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Evaluación final

MÓDULO II
Desarrollo típico del lenguaje y trastornos del lenguaje en niños y adolescentes

Estudiante: Constanza Sepúlveda Müller


Fecha de entrega: 5 – 01 - 2024
Introducción
El desarrollo lingüístico-comunicativo de los niños y adolescentes es un aspecto fundamental en su
crecimiento y bienestar. La evaluación de este desarrollo a través de una anamnesis orientada a la
investigación es crucial para comprender mejor las fortalezas y las posibles dificultades que puedan
presentarse. Al aplicar esta herramienta en el contexto de entrevistas para padres y/o apoderados, se
establece una vía para recopilar información detallada y precisa sobre el entorno lingüístico y comunicativo en
el que se desarrollan los menores.
Este informe presenta el diseño y aplicación de una anamnesis especialmente adaptada para abordar la
investigación del desarrollo lingüístico-comunicativo, con el fin de proporcionar una visión integral y precisa de
las habilidades de los niños y adolescentes en esta área, con la colaboración activa de sus padres.
A continuación, se presenta el modelo de anamnesis desglosado en diapositivas, con sus respectivas
respuestas, las cuales fueron entregadas por la madre de la menor.
Aspectos de identificación
Datos personales:
1. Nombre completo: Catalina Isidora Espinoza Geldres.
2. RUT: 25.348.194 - k
3. Fecha de nacimiento: 1 – 06 – 2019.
4. Edad: 4 años, 7 meses
5. Escolaridad: Actualmente cursa pre-kínder (NT1).
Datos familiares:

Parentesco Nombre Edad Escolaridad Ocupación

Madre Antonia Espinoza 27 años Enseñanza media Cajera en


Geldres completa supermercado
Hermana Carla Durán 9 meses Sala cuna Sala cuna
Espinoza
Antecedentes prenatales y perinatales
1. Número de embarazos: Uno
2. Condiciones del embarazo (síntomas frecuentes, complicaciones): Vómitos frecuentes, infección en las vías
urinarias.
3. Tiempo de gestación: 37 semanas y 2 días.
4. ¿Asistió regularmente a controles médicos durante el embarazo?: Sí.
5. ¿Recibió asistencia médica durante el parto?: Sí.
6. ¿Durante el embarazo presentó consumo de alcohol, drogas, tabaco o medicamentos no recetados?: No.
7. Tipo de parto (natural, cesárea, inducido): Natural.
8. ¿Se utilizó anestesia durante el parto? (local o general): No.
9. ¿Hubo complicaciones durante el parto?: No, ninguna.
10. ¿Tuvo contacto con la recién nacida al momento del parto?: Sí, me la entregaron apenas nació.
11. ¿Lloró al nacer?, ¿necesitó reanimación?: Nació de cabeza, llorando y colorada.
12. Peso y estatura al nacer: Pesó 3,150 gramos y midió 52 cm.
13. ¿La recién nacida tuvo alguna complicación al nacer?: Ninguna, nació “sanita”.
14. Otros antecedentes relevantes: Ninguno.
Evolución del lenguaje
1. Nivel fonético - fonológico.
a. Edad de balbuceo y primeras palabras: Catalina empezó a balbucear a los 7 meses, dijo sus primeras
palabras (mamá, agua) al año, pero luego fue presentando dificultades al hablar, no se le entendía lo que decía.
b. ¿De qué manera se hace entender su hija? (gestos, gritos, hablando, llevando de la mano,
balbuceando, otros): Catalina se comunicaba por medio de señas y lloros.
c. ¿Ha notado alguna dificultad en la pronunciación de ciertas palabras o sonidos?: Sí, hay letras que le
cuesta mucho pronunciar, la mayoría de las veces no se le entiende lo que habla. Le cuesta decir la “r”, la “l” y la “s”, no las
pronuncia, la “j” y la “g” igual le cuestan mucho.
d. ¿Cómo pronuncia su hija las palabras con sonidos difíciles, como la “r” o la “s”?: Mal, esas letras no
se le entiendan para nada, no las pronuncia.
e. ¿Puede su hija diferenciar entre sonidos similares, como “p” y “b”?: Al escucharlos yo creo que sí,
porque entiende bien cuando uno le habla, pero al decirlos ella no se le entienden. Aunque la “p” y la “b” son de las letras que
mejor pronuncia.
Evolución del lenguaje
f. ¿La niña omite, sustituye o distorsiona algunos sonidos al hablar?: Sí, la mayoría, son pocas las
palabras que se le entienden con claridad, las que mejor se le entienden son las más simples, como “mamá”, “bebé”, “tía” y
esas así.
g. ¿Se le entiende bien cuando habla en casa?, ¿con otros niños?, ¿con familiares?: Catalina muestra
dificultad para pronunciar en todo lugar.
Evolución del lenguaje
2. Nivel morfosintáctico.
a. ¿Cuántas palabras decía al año?: No decía muchas palabras, señalaba lo que quería con el dedo.
c. ¿Cuántas palabras decía al año y seis meses?: Aproximadamente unas 50 palabras, decía frases
compuestas de dos o tres palabras.
d. ¿Cuántas palabras decía a los dos años?: Aproximadamente 90 palabras.
e. ¿Cuándo empezó a utilizar frases de dos palabras?: A su primer año de edad.
f. ¿Y de tres palabras?: A los 18 meses aproximadamente.
g. Actualmente, ¿Cómo construye su hija las frases y oraciones? ¿Utiliza correctamente las estructuras
gramaticales básicas como los plurales, los tiempos verbales y los pronombres?: Usa frases cortitas, prefiere
comunicarse con señas, ella se da cuenta que no se le entiende lo que habla, entonces le da vergüenza.
h. ¿La niña utiliza una variedad de formas verbales (por ejemplo, presente, pasado, futuro) de manera
adecuada?: Dentro de lo que se le entiende, sí, no tiene problemas con eso.
Evolución del lenguaje
i. ¿Es capaz de formar preguntas de manera apropiada, utilizando la estructura gramatical correcta?:
Igual que lo anterior, dentro de lo que se le entiende, no tiene problemas con eso.
j. ¿Utiliza conectores o conjunciones para unir ideas en oraciones más complejas?: En general, usa
poquitas palabras.
k. ¿Ha notado si su hija tiene dificultades para comprender o expresar ideas de manera coherente y
completa?: Para comprender no tiene problemas, pero para expresarse le cuesta, como ella se da cuenta de que pronuncia
mal, se pone tímida.
Evolución del lenguaje
3. Nivel semántico.
a. ¿Cómo usa su hija palabras nuevas o menos comunes en su vocabulario?: No usa palabras poco
comunes, usa siempre las mismas, las que se le hacen más fácil de pronunciar, porque cuando trata de usar otras no puede
pronunciarlas bien y le da vergüenza.
b. ¿La niña es capaz de dar sinónimos o explicar el significado de palabras que está utilizando?: No, a
ella le cuesta eso.
c. ¿Puede su hija comprender y seguir instrucciones sencillas que involucren vocabulario específico?:
Sí, Catalina no tiene problemas con eso, es obediente y entiende bien lo que se le pide.
d. ¿Tiene dificultades para encontrar palabras específicas al expresar sus ideas?: No, pero las dice mal.
e. ¿Es capaz de participar en conversaciones sencillas donde demuestra comprensión y uso adecuado
del vocabulario que utiliza?: Sí, pero cuando está en confianza, porque cuando está con otra gente se pone tímida, porque
sabe que no le entienden.
Evolución del lenguaje
4. Nivel pragmático.
a. ¿Cómo interactúa su hija con otras personas durante el juego o las conversaciones?: Es tímida, tiene
que estar muy en confianza para conversar o jugar harto con otros niños, y con las personas adultas es peor, es más tímida
todavía.
b. ¿Es capaz de adaptar su lenguaje y su forma de comunicarse dependiendo de con quién esté
hablando?: Sí, en general siempre es tímida, pero cuando está en confianza se “suelta” un poco más.
c. ¿Utiliza correctamente las normas sociales del lenguaje, como saludar, despedirse y expresar
gratitud?: Sí, no tiene problemas con eso.
d. ¿Puede su hija comprender y responder apropiadamente a las emociones de los demás a través del
lenguaje?: Sí, en general es bastante sensible, trata de consolar a las personas cuando las nota tristes.
e. ¿Ha notado si su hija tiene dificultades para mantener conversaciones con otros niños o adultos?: Sí,
como mencionaba antes, es muy tímida.
f. ¿La sonrisa tiene valor comunicativo?, ¿la expresión facial?: Mediante la sonrisa de Catalina me puedo
dar cuenta de que se encuentra tranquila o que consiguió algo que quería.
n. ¿Responde cuanto se le habla?: Se esfuerza por responder cuando se le pregunta algo.
Alteraciones que afectan el lenguaje y la
comunicación
1. Diagnóstico: No existe un diagnóstico previo.
2. ¿Considera usted que su hija presenta alteraciones en el habla?: Catalina no habla bien, es muy insegura al
momento de participar en algún dialogo. Además, presenta duda al momento de interactuar, sin embargo, se esfuerza
para reproducir las canciones aprendidas en el jardín, pero casi no se comprende lo que dice.
3. ¿La niña se queja de dolores de oído con frecuencia o ha tenido infecciones de oído recurrentes?: No, nunca.
4. ¿Tiene alguna dificultad para seguir instrucciones que involucren el uso del lenguaje o parece no escuchar
correctamente cuando se le habla?: No, ella escucha bien y entiende bien lo que se le dice.
5. ¿Ha notado cambios en la voz de su hija, como ronquera o voz áspera, que puedan persistir por un período
prolongado?: Sí, en ocasiones cuando se resfría ha presentado ronquera y problemas en la voz, pero después se le
pasa.
Alteraciones que afectan el lenguaje y la
comunicación
6. ¿Presenta la niña comportamientos repetitivos o intereses limitados que podrían afectar su capacidad para
comunicarse de manera efectiva?: No, su único problema es que como no pronuncia bien le da vergüenza, yo creo que
por eso es tímida.
7. ¿Ha habido retrasos en otras áreas del desarrollo, como motricidad fina o habilidades para el juego simbólico, que
podrían estar relacionados con el lenguaje y la comunicación?: No, de hecho a ella le gusta bastante hacer
manualidades y cosas que involucran la motricidad fina, tiene talento con eso, también le gusta harto jugar, juega a la cocina,
a la doctora, a la mamá, y esas cosas así.
Conclusiones
A nivel fonético – fonológico, Catalina presenta dificultades significativas considerando su grupo etario, la madre señala que
la niña presenta gran dificultad para pronunciar la mayoría de las palabras y sonidos, refiriendo que presenta especial
dificultad para pronunciar sonidos alveolares /s/, /l/ y /r/, sonidos palatales /j/ y sonidos velares /g/. A lo largo de la entrevista,
la madre señala en reiteradas ocasiones que a Catalina “no se le entiende lo que habla”.
En cuanto al nivel morfosintáctico, según lo señalado por la madre, Catalina logra utilizar correctamente estructuras
gramaticales de acuerdo a su rango etario (Acosta y Moreno, 2005), sin embargo, debido a sus dificultades de pronunciación,
no se le entienden bien las oraciones.
Respecto al nivel semántico, Catalina no utiliza muchas palabras nuevas debido a su dificultad para pronunciarlas, no
obstante, comprende sin obstáculos los significados de nuevas palabras y demuestra comprensión y uso adecuado del
vocabulario que utiliza, lo cual se relaciona con la cohesión y coherencia discursiva esperable de acuerdo a su grupo etario
(Acosta y Moreno, 2005).
En cuanto al nivel pragmático, la madre señala en reiteradas ocasiones que debido a sus dificultades para pronunciar,
Catalina es una niña muy tímida, por lo que le cuesta establecer conversaciones de manera espontánea, no obstante, utiliza
correctamente las normas sociales, es capaz de adaptar su lenguaje y su forma de comunicarse dependiendo de con quién
esté hablando y demuestra intención comunicativa a pesar de sus dificultades de pronunciación.
Conclusiones
De acuerdo a los antecedentes mencionados, Catalina presenta dificultades significativas a nivel fonético – fonológico, las
cuales derivan en dificultades en todos los niveles del lenguaje, a partir de esto, se puede concluir que Catalina presenta un
trastorno fonológico, el cual según lo establecido en el DSM-V considera los siguientes criterios diagnósticos:
• “Dificultad persistente en la producción fonológica que interfiere con la inteligibilidad del habla o impide la comunicación
verbal de mensajes.
• La alteración causa limitaciones en la comunicación eficaz que interfiere con la participación social, los logros académicos
o el desempeño laboral, de forma individual o en cualquier combinación.
• El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del período de desarrollo.
• Las dificultades no se pueden atribuir a afecciones congénitas o adquiridas, como parálisis cerebral, paladar hendido,
hipoacusia, traumatismo cerebral u otras afecciones médicas o neurológicas.” (APA, 2002)
Estos criterios, guardan estrecha relación con lo señalado por la entrevistada, quien refiere que su hija presenta serias
dificultades de pronunciación, las cuales decantan en que no se le entienda lo que habla, causando limitaciones en la
comunicación eficaz, lo cual interfiere con la participación social de la niña. Además, de acuerdo a lo señalado por la madre,
dichos síntomas comenzaron en la etapa pre – lingüística (primeras fases del período de desarrollo) y Catalina no posee
ningún diagnóstico asociado.
Conclusiones
En conclusión, el desarrollo lingüístico-comunicativo de Catalina presenta dificultades en la pronunciación de palabras
necesita atención adicional. Es fundamental tener en cuenta que cada niño desarrolla sus habilidades lingüísticas a un ritmo
diferente, pero debido a la persistencia en el tiempo de las dificultades para pronunciar palabras y sonidos correctamente, se
sugiere, en primer lugar, buscar la evaluación de un especialista en el lenguaje infantil.
Además, es esencial brindar un entorno que fomente la comunicación y el lenguaje, con interacciones significativas y
oportunidades para practicar la pronunciación y la articulación de palabras. A continuación, se señalan algunas sugerencias
para la familia:
• Hablar clara y pausadamente: Al conversar con la niña, es importante pronunciar claramente las palabras y hablar a un
ritmo que le permita escuchar y comprender adecuadamente.
• Leer juntos: Leer cuentos o libros con la niña puede ayudarla a familiarizarse con diferentes sonidos y palabras. Animarla
a que repita las palabras después de oírlas para practicar la pronunciación.
• Juegos de palabras: Jugar a rimar palabras o buscar palabras que comiencen con el mismo sonido puede ser divertido y
a la vez educativo para mejorar su habilidad fonológica.
Estas sugerencias pueden ayudar a estimular y mejorar la pronunciación de la niña, siempre recordando que la paciencia y el
estímulo positivo son claves para su desarrollo lingüístico.
Referencias bibliográficas.
Acosta, V. & Moreno, A. (2005). Dificultades del lenguaje en ambientes educativos. Barcelona: Masson.
American Psychiatric Association (APA). (2002). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-IV-TR.
Barcelona: Masson.

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