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Introducció

n al Estudio
del Derecho
LAS FUENTES DEL DERECHO
Fuentes del Derecho
El término fuente surge de una metáfora, pues
remontarse a las fuentes de un río es llegar al lugar en
que sus aguas brotan de la tierra; de manera semejante,
inquirir la fuente de una disposición jurídica es buscar el
sitio en que ha salido de las profundidades de la vida
social a la superficie del derecho, es decir es el lugar
donde mana el agua del derecho.
La palabra fuente, jurídicamente tiene tres
acepciones que son:
Fuentes materiales o reales:
Características de las normas.
Tipos de Normas.
Normas Jurídicas.
Este tipo de normas se clasifica en bilaterales, coercibles, externas y heterónomas (Cárdenas Gracia, 2015: 102). A continuación,
presentamos ejemplos de cada uno.
• Bilateral: El contrato de compraventa cuya regulación se sustenta en una norma. Por un lado, el vendedor debe entregar un
producto y cobrar el precio pactado por él, pues está en su derecho. Por otro lado, el comprador se encuentra obligado a pagar por
el producto y es su derecho de exigir la entrega de éste. No hay que olvidar que las obligaciones de ambos pueden ser exigidas.
• Coercible: En el supuesto de que el comprador reciba la cosa, pero no pague el precio fijado, el vendedor puede demandar, por
medio del Estado, el cumplimiento del contrato.
• Externa: Cuando se trata de la venta de un libro, por ejemplo, en la cual el vendedor desea cambiar el libro acordado por uno con
contenido distinto, pero, al final decide no hacerlo y entrega el correcto. En este caso, la conducta que exterioriza no puede
sancionarse aún cuando pensó en no cumplir con su trato.
• Heterónoma: Las normas que rigen los contratos no pueden ser modificadas según le convenga a las partes involucradas, pues
éstas son establecidas por un legislador facultado para ello.
Normas morales.
Éstas se clasifican en normas unilaterales, incoercibles, interiores y autónomas (Cárdenas Gracia, 2015: 102).
• Unilateral: Dar limosna a los necesitados, por ejemplo, no supone una obligación. Cada persona es libre de hacerlo o no,
de acuerdo a su voluntad. No obstante, en el supuesto de que un día el sujeto se obligue a ello, no significa que la persona
necesitada pueda exigirle limosna todo el tiempo.
• Incoercible: Con base en el supuesto anterior, la persona necesitada no puede reclamar el pago de la limosna por ningún
medio, ya que quien decide hacerlo, lo hace voluntariamente.
• Interior: En este caso, a la moral le importa que el individuo, aquél que da la limosna, tenga la convicción y la voluntad
de realizar dicha conducta, porque eso lo hace “bueno”.
• Autónoma: El individuo es quien se impone la obligación de ayudar al prójimo, atendiendo a su propia conciencia. De
esta forma, convierte a la norma en suya, lo cual implica que, si esta persona lo desease, podría obligarse a dar una
cantidad fija de limosna a una persona, pero otra cantidad a la iglesia, por así decirlo. El acto depende exclusivamente del
criterio personal.
Normas religiosas.
Aquí se habla de las unilaterales, incoercibles, interiores/exteriores y heterónomas (Cárdenas Gracia, 2015: 102).
• Unilateral: Pongamos como ejemplo la máxima establecida en la religión que ordena no decir mentiras. Aquí, en caso de que
una persona incumpla la norma no puede ser obligada por la parte a la que engaña. Además, se habla de la imposición de
deberes para con Dios, pero que no confieren correlativos derechos o facultades especiales. Nos referimos, entonces, a que no
hay derechos correlativos frente al sujeto que decide acatar la norma. De ahí la unilateralidad, pues el sujeto no recibe nada a
cambio (no le corresponde un derecho ni se hace acreedor de una facultad).
• Incoercible: En el mismo caso, no puede hacerse uso de la fuerza para que la persona infractora deje de mentir.

• Interior y exterior: En las normas religiosas, por ejemplo, concurren las características de interioridad y exterioridad; es decir
que, para este caso particular, la persona se crea la convicción interna de aceptar y cumplir con su fe (interior) y, además,
exterioriza su ánimo de acatar las normas, al asistir a ceremonias públicas (exterior).
• Heterónoma: Se trata de una norma establecida formalmente por una autoridad religiosa y no es la persona quien elabora los
mandatos.
Normas de etiqueta o convencionalismos
sociales.
Hablamos de las normas unilaterales, incoercibles, exteriores y heterónomas (Cárdenas Gracia, 2015: 102).
• Unilateral: Supongamos el convencionalismo social que impone que las personas cedan el lugar en el transporte
público a adultos mayores. Dicha norma no significa una obligación para la persona que va sentada. Por ende, un
anciano que va de pie no tiene derecho a exigir que le cedan el lugar.
• Incoercible: De lo anterior se desprenden dos escenarios: en el primero, en caso de que se ceda el asiento al anciano,
éste no está obligado a corresponder la cortesía; en el segundo se supone que el asiento no se ha cedido porque no
hay fuerza que pueda emplearse para que aquel que va sentado otorgue su lugar.
• Exterior: Lo que importa en esta situación es que quien va sentado realice la conducta esperada por convicción
propia porque eso es lo que considera correcto.
• Heterónoma: Esta norma fue establecida como resultado de un comportamiento reiterado de un grupo social del que
ninguno de nosotros formaba parte, entonces, no tuvimos participación en la elaboración de dicha norma.

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