Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
• El origen del termómetro se remonta al año 1592, cuando Galileo Galilei inventó un aparato que, aunque
evidentemente dista mucho de lo que disponemos hoy en día, seguía el mismo principio y tenía el mismo
objetivo que los termómetros actuales: medir la temperatura que emana un cuerpo u objeto. Desde
entonces, la tecnología ha avanzado mucho y el termómetro ha pasado por muchas variaciones,
convirtiéndose así en un aparato imprescindible, especialmente en el mundo de la medicina para
detectar la posible presencia de fiebre y en el de la industria, donde medir la temperatura de los objetos
es de vital importancia para garantizar el funcionamiento de los procesos.
• De todos modos, aunque estemos familiarizados básicamente con los termómetros digitales y los más
tradicionales de mercurio, existen muchos otros tipos. Algunos de ellos permiten, incluso, medir la
temperatura sin tener que tocar el cuerpo.
¿Qué es un termómetro?
• A diferencia de los dos anteriores, los termómetros infrarrojos permiten medir la temperatura de
un cuerpo sin tener que entrar en contacto con él. Su funcionamiento no se basa ni en los
cambios de energía en una resistencia eléctrica ni en las propiedades térmicas de un líquido, sino
en en las radiaciones que emitimos todos los cuerpos físicos.
• El termómetro infrarrojo capta las variaciones en la radiación infrarroja que emitimos, la cual varía
en función de cuál es nuestra temperatura. Por ello, cuando nuestra temperatura es superior a la
normal, la radiación infrarroja también es superior, algo que detecta esta instrumento. Además,
convierte estas señales en una información que se expresa en forma de cifra en una pantalla.
• De todos modos, a nivel de usuario no se utilizan ya que son más costosos. De todos modos, son
muy útiles en el mundo de la clínica para obtener mediciones muy rápidas (mucho más que los
otros dos) sin tener que entrar en contacto con la persona, algo muy importante en el contexto de
las enfermedades infecciosas. De igual manera, en el ambiente industrial también son muy útiles,
aunque con variaciones para adaptarse a la medición de temperaturas más altas.
termómetros industriales
• Los termómetros de gas son instrumentos tan precisos y complejos que su uso está
limitado a la calibración de otros termómetros. Es decir, se admite que los de gas siempre
dan la información correcta, por lo que si otro termómetro (por ejemplo, un digital) da
una lectura de temperatura distinta a la suya, es porque este último está mal fabricado.
• En este caso, el termómetro de gas consiste en un aparato en cuyo interior hay un gas,
generalmente nitrógeno. Cuando se expone a un cuerpo con una temperatura
determinada, la presión en su interior variará de acuerdo a esta temperatura. A mayor
temperatura, más presión. Después, a partir de esta variación en la presión interna, se
puede calcular la temperatura.
• Además de ser los más precisos, son también los que detectan un mayor rango de
temperatura: desde los - 268 °C hasta los más de 530 °C. Pero, eso sí, su uso es muy
complejo y, de hecho, ya no es que no se usen a nivel doméstico, sino que solo unas
industrias muy concretas donde necesiten calibrar frecuentemente sus equipos térmicos
dispondrán de ellos.
Termómetros con lámina bimetálica