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Danna Kamila

Gallardo Javier
Cuarto B
Colegio Nacional Mixto Litoral
Prof: Carmen Torrez

TERMOMETRÍA
TIPOS DE TERMÓMETROS Y PARA
QUE SIRVEN
Los termómetros son básicos en medicina, se utilizan para medir
nuestra temperatura corporal y en la industria para garantizar el
funcionamiento de muchos procesos, los termómetros pueden
funcionar de muchas formas distintas.

Termómetro
El origen del termómetro se remonta al año 1592, cuando Galileo
Galilei inventó un aparato que, aunque evidentemente dista mucho de
lo que disponemos hoy en día, seguía el mismo principio y tenía el
mismo objetivo que los termómetros actuales: medir la temperatura
que emana un cuerpo u objeto.

Desde entonces, la tecnología ha avanzado mucho y el termómetro ha


pasado por muchas variaciones, convirtiéndose así en un aparato
imprescindible, especialmente en el mundo de la medicina para
detectar la posible presencia de fiebre y en el de la industria, donde
medir la temperatura de los objetos es de vital importancia para
garantizar el funcionamiento de los procesos.

¿Qué es un termómetro?
Un termómetro es cualquier aparato diseñado para captar las
variaciones de temperatura en el medio y expresarlo mediante medidas
que podamos leer, ya sea visualizando un número en una pantalla,
captando colores distintos en unas imágenes, observando un aumento
en el volumen de un líquido, etc.

Los diferentes tipos de termómetros tienen funcionamientos muy


distintos, pues cada uno de ellos detecta la temperatura de una forma
distinta y la expresa a su manera. Dependiendo de su naturaleza, habrá
termómetros destinados a medir la temperatura de forma muy precisa,
rápida y sencilla, los cuales serán útiles en el mundo de la clínica para
detectar la temperatura corporal.
Otros, en cambio, ya sea porque no pueden entrar en contacto con el
cuerpo humano, porque son demasiado costosos o porque no son
útiles para detectar pequeñas variaciones sino para llegar a
temperaturas de cientos o miles de grados (cosa que no pueden hacer
los clínicos), estarán destinados a la industria.

Los principales termómetros clínicos


Los termómetros clínicos son aquellos instrumentos cuyo uso en
humanos para medir la temperatura corporal está aprobado. Son
termómetros que no pueden ser utilizados para medir elevadas
temperaturas pero que sí que funcionan muy bien en los rangos de lo
que es nuestra temperatura. Además, permiten obtener medidas
bastante exactas y de forma rápida.

1. Termómetro digital
Son los termómetros más
usados en el mundo de la
clínica y se recomienda
que las personas
sustituyan los de mercurio
por estos, ya que no son
tóxicos. Los digitales
miden la temperatura
mediante un mecanismo
interno que capta energía
a través de una resistencia.
Posteriormente, esta
energía se traduce en un impulso eléctrico que se conduce por
un circuito hasta convertirse en una cifra que aparece en la
pantalla.

A nivel de usuario son los más fiables, exactos y económicos. Pueden


utilizarse sin ningún problema tanto de manera oral, rectal o axilar. A
los pocos minutos, en la pantalla aparece una medición muy exacta de
nuestra temperatura corporal, detectando pequeñas variaciones
incluso a nivel decimal.
2. Termómetro infrarrojo
Los termómetros infrarrojos
permiten medir la
temperatura de un cuerpo sin
tener que entrar en contacto
con él. Su funcionamiento no
se basa ni en los cambios de
energía en una resistencia
eléctrica ni en las propiedades
térmicas de un líquido, sino
en las radiaciones que
emitimos todos los cuerpos físicos.

El termómetro infrarrojo capta las variaciones en la radiación infrarroja


que emitimos, la cual varía en función de cuál es nuestra temperatura.
Por ello, cuando nuestra temperatura es superior a la normal, la
radiación infrarroja también es superior, algo que detecta este
instrumento. Además, convierte estas señales en una información que
se expresa en forma de cifra en una pantalla.

De todos modos, a nivel de usuario no se utilizan ya que son más


costosos. De todos modos, son muy útiles en el mundo de la clínica
para obtener mediciones muy rápidas (mucho más que los otros dos)
sin tener que entrar en contacto con la persona, algo muy importante
en el contexto de las enfermedades infecciosas. De igual manera, en el
ambiente industrial también son muy útiles, aunque con variaciones
para adaptarse a la medición de temperaturas más altas.

Los principales termómetros


industriales
Los termómetros industriales son muy distintos a los del mundo de la
clínica. Aquí son instrumentos mucho más complejos ya que deben
detectar temperaturas mucho más altas (o bajas) que los anteriores.
Hay que tener en cuenta que tanto los digitales como los infrarrojos
pueden ser usados también en la industria, aunque a continuación
veremos los que son exclusivos de esta.
3. Termómetros de gas
Los termómetros de gas son
instrumentos tan precisos y
complejos que su uso está limitado
a la calibración de otros
termómetros. Es decir, se admite
que los de gas siempre dan la
información correcta, por lo que si
otro termómetro (por ejemplo, un
digital) da una lectura de
temperatura distinta a la suya, es
porque este último está mal
fabricado.

En este caso, el termómetro de gas consiste en un aparato en cuyo


interior hay un gas, generalmente nitrógeno. Cuando se expone a un
cuerpo con una temperatura determinada, la presión en su interior
variará de acuerdo a esta temperatura. A mayor temperatura, más
presión. Después, a partir de esta variación en la presión interna, se
puede calcular la temperatura.

Además de ser los más precisos, son también los que detectan un
mayor rango de temperatura: desde los - 268 °C hasta los más de 530
°C. Pero, eso sí, su uso es muy complejo y, de hecho, ya no es que no
se usen a nivel doméstico, sino que solo unas industrias muy concretas
donde necesiten calibrar frecuentemente sus equipos térmicos
dispondrán de ellos.

4. Termómetros con lámina bimetálica


Los termómetros de
lámina bimetálica son,
igual que los de mercurio,
dispositivos mecánicos, pues hay industrias que defienden que
funcionan mejor ya que no hay riesgo de que los dispositivos
electrónicos fallen, pues no tienen. En este caso, sin embargo, no entra
en juego ningún líquido tóxico.

También se fundamentan en la dilatación de un elemento en función


de la temperatura a la que está expuesto, pero en los de lámina
bimetálica, lo que se dilata no es el mercurio, sino un metal sólido. Esta
naturaleza “robusta” hace que sea la opción predilecta en todo tipo de
industrias cuando se quiera saber la temperatura especialmente de
líquidos tóxicos a temperaturas muy elevadas, pues ofrece medidas
sorprendentemente exactas hasta los 600 °C.

5. Termómetros de resistencia
Los termómetros de resistencia se
basan en las propiedades del platino y
otros materiales como el cobre o el
tungsteno cuya resistencia a la
electricidad varía dependiendo de la
temperatura a la que están expuestos.

Los termómetros de resistencia están


hechos generalmente de platino, pues
es el que mejor funciona para
relacionar variación de resistencia
eléctrica y temperatura. Se utilizan solo en industrias ya que son
costosos y la medición que hacen es muy lenta, aunque permiten
detectar variaciones sutiles hasta temperaturas de más de 3.500 °C, por
lo que son muy útiles para saber, por ejemplo, la temperatura dentro
de hornos industriales.

6. Termopar
Los termómetros de par térmico o termopar
son instrumentos muy útiles especialmente
en el ámbito de los laboratorios, pues
ofrecen medidas muy rápidas (menos de 5
segundos) y de forma muy precisa.
Consisten en un instrumento con dos hilos de metal que se unen por
sus extremos. En el punto donde se juntan es donde se entra en
contacto con el objeto cuya temperatura se quiere medir.

Cuando esto sucede, los extremos de estos metales se calientan, lo que


se traduce en un cambio en la resistencia eléctrica proporcional a la
temperatura del cuerpo que se está midiendo. Si bien no están
destinados a captar la temperatura corporal, sí que pueden utilizarse
en el ámbito doméstico, pues no son muy costosos y permiten saber
de forma rápida la temperatura de objetos inanimados.

7. Pirómetros
Los pirómetros son todos aquellos
termómetros destinados a medir de forma
más o menos precisa la temperatura de
cuerpos que están a más de 2.000 °C, por lo
que son útiles en industrias donde se realizan
fundiciones y otros procesos donde se tenga
que llegar a temperaturas muy altas para
garantizar su correcto funcionamiento.

En este sentido, se pueden utilizar los


anteriormente mencionados termómetros
infrarrojos, aunque también hay otros basados
en las propiedades ópticas de los objetos o en
el fenómeno fotoeléctrico (liberación de electrones desde un material
cuando sobre ellos incide radiación térmica).

8. Termómetro de bulbo húmedo


El termómetro de bulbo húmedo es
muy útil ya que, además de medir la
temperatura, tiene en cuenta el papel
que juega la humedad en la
experimentación de las misma. Es
decir, permiten conocer cuál es la
verdadera “sensación térmica”.
La punta de medición de temperatura de este instrumento está
recubierta por un material textil que se empapa por capilaridad en
función de la humedad en el exterior. Tomando la medida que se da
cuando está mojado y la que se obtiene antes de poner el material
textil, se puede determinar cuál es la verdadera sensación térmica.

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