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UNIVERSIDAD NACIONAL

HERMILIO VALDIZÁN

E.P. SOCIOLOGÍA

EL CRISTIANISMO y LA PATRÍSTICA

I Ciclo de Sociología

Mg. Teresa Domínguez M.


Cristianismo y filosofía
El Cristianismo no es una filosofía, pero al ser el hecho central de la historia del
hombre, ha tenido y tiene una inmensa influencia en el desarrollo de la
investigación filosófica.

 El Cristianismo ha dado lugar a una segunda época de la filosofía.

 El Cristianismo vino a proteger y guiar al mundo durante la caída del Imperio


Romano, salvando mucho de la cultura clásica.

 La filosofía cristiana llenará toda una edad de la historia.


El dogma de fe frente a la filosofía
El dogma cristiano -aquellas verdades reveladas o inspiradas que la
Iglesia ha declarado como tales, - NI es una filosofía NI es
algo irracional.

El dogma tampoco impone al pensador determinadas soluciones


filosóficas.

La fe se convierte en un límite.

El Cristianismo despertó el adormecido impulso filosófico.


Cristianismo y filosofía
La filosofía cristiana comprende dos períodos centrales claramente
diferenciados:

La Patrística
La Escolástica
FILOSOFIA CRISTIANA
Patrística
(s. I a IV) Apologetas San Justino y Tertuliano
(s. IV) Platonismo agustiniano San Agustín
(s. V a VIII)Transición Casiodoro, Boecio y San Isidoro

Escolástica
(s. IX a XI) Inicio: La cuestión de los Universales Escoto Eriúgena y San Anselmo
(s. XII) Madurez San Bernardo Abelardo
(s. XIII) Siglo De Oro: Aristotelismo Tomista (Escuela Dominica) San Alberto Magno
Santo Tomás de Aquino
Filosofía del franciscanismo (Escuela Franciscana). San Buenaventura y Duns Escoto
(s. XIV) Decadencia Guillermo de Ockham
LA PATRISTICA
La patrística es una etapa del cristianismo de los primeros siglos que consistió en la elaboración
doctrinal de las creencias religiosas cristianas y su defensa apologética contra los ataques de
las religiones paganas
Su nombre deriva de los padres de la Iglesia, los teólogos cuya interpretación dominaría la
historia del dogma.
Para ser considerado padre de la iglesia era necesario reunir las siguientes condiciones:

- Antigüedad.

- Santidad de la Vida.

- Doctrina Ortodoxa.

- Aprobación Eclesiástica.
PATRISTICA
Apologética (siglo I a IV)
Los gnósticos y los paganos tildaron a los cristianos de irracionales.
En los primeros siglos surge un género literario defensivo de la fe denominado APOLOGÉTICA.
San Justino Mártir presenta a la filosofía clásica como antesala y preparación para la fe.
En los primeros siglos, los Padres de la Iglesia comenzaron a armonizar racionalmente la fe y la
filosofía.
Estos esfuerzos culminan con la obra de San Agustín, cumbre de la Patrística.
SAN AGUSTÍN
San Agustín de Hipona
San Agustín es uno de los más grandes pensadores del cristianismo.
Su sinceridad le lleva a plantearse profundos problemas filosóficos sobre la verdad
y el sentido de la vida.
En un principio profesó la filosofía gnóstica del persa Mani (maniqueísmo) que
defendía la existencia de dos principios, uno del bien y otro del mal que luchan
entre sí.
Luego se vuelve escéptico pero luego lo abandona por considerarlo antinatural e
ilógico.
La filosofía platónica abrió la mente de San Agustín a las verdades eternas.
En esta búsqueda de la verdad, se convierte gracias a su sinceridad y a las oraciones
de su madre, Santa Mónica.
Dios es la “sustancia o sujeto” de las ideas platónicas; el UNO de Plotino; el mundo
ideal es el mismo SER de Dios; las ideas divinas se confunden en la simplicidad
de su ser.
El mundo exterior sirve para descubrir el rastro de Dios.
Dios es quien tiene el ser por esencia.

Su esencia es su misma existencia (las cosas tienen una esencia pero hubo un
tiempo que no existieron y dejarán de existir).

Dios es un ser por sí, no por otro.

Dios es activo en el sentido de las tres facultades anímicas capitales: memoria,


entendimiento y voluntad.

El alma conoce las cosas concretas y, también las esencias o ideas universales.

San Agustín crea la primera gran síntesis filosófica del Cristianismo.

Después de San Agustín se precipita la ruina del Imperio Romano Occidental.


Filosofía de San Agustín:

Sintió preferencia por los neoplatónicos que ejercieron una gran


influencia en él, pero a los que corrigió. La mente humana está en
relación con las realidades inteligibles e inmutables.

Con este principio demuestra la existencia de Dios, prueba la


espiritualidad del alma y su inmortalidad y además da una explicación
psicológica de la Trinidad. En cuanto a la inmutabilidad, el ser
verdadero, genuino y auténtico es sólo el ser inmutable. No existe de
alguna forma o en cierta medida, sino que es el Ser.
Razón y Fe:
San Agustín comienza la búsqueda de la verdad
de una manera casi desesperada. Ya a los
diecinueve años se pasó al racionalismo y
rechazó la fe en nombre de la razón. Sin
embargo, poco a poco va descubriendo que la
razón y la fe no se oponen, sino que su relación
es de colaboración.

La fe es un modo de pensar asistiendo, si no


existiese el pensamiento, no existiría la fe. Por
eso la inteligencia es la recompensa de la fe. La
fe y la razón son dos campos que necesitan ser
equilibrados y complementados.
Dios y el hombre
La filosofía agustiniana se centra en dos temas esenciales:
Dios y el hombre: para llegar a la mente a Dios primero
tenemos que preguntar al mundo, después volverse hacia uno
mismo y por último trascenderse.

El hombre: Agustín explora su misterio, su naturaleza, su


espiritualidad y su libertad. La tesis fundamental que ayuda a
entender el misterio del hombre es su creación a imagen de
Dios. El hombre sólo adhiriéndose al ser inmutable puede
alcanzar su felicidad.

En este encuentro de Dios y el hombre, Agustín examina la


delicada cuestión de la gracia y la libertad.
A los grandes problemas del ser, conocer y amar, le da
tres soluciones, que son: Creación, Iluminación,
Felicidad.

Creación: Explica el problema del origen de las cosas,


diciendo que Dios creó todas las cosas de la nada.

Iluminación: Nuestra iluminación es una participación


del Verbo, es decir, de la vida que es luz de los hombres.
La felicidad: El hombre obtiene la felicidad de Dios y esta
felicidad es Dios mismo. Para él la felicidad es el gozo de la
verdad y no puede ser dichoso quien no posee lo que ama, pero
dichoso es sólo quien posee todo lo que quiere y no quiere nada
malo. Otro aspecto más, no hay felicidad verdadera si no es
eterna. Por eso sólo Dios, y no los bienes temporales, pueden
hacernos felices.

El tiempo y la eternidad: El tiempo es creación de Dios, antes


de crear el cielo y la tierra no había tiempo. Este implica un
pasado, un futuro y un presente. Pero el pasado ya no existe y el
futuro aún no es. En cuanto al presente es un continuado dejar
de ser, un continuo tender hacia el no ser.
San Agustín acabará concluyendo que el tiempo existe en
el espíritu del hombre, porque es donde se mantienen
presentes el pasado, el presente y el futuro.

No reside en el movimiento sino en el alma. Por ello los


tiempos son tres:
- El presente del pasado.
- El presente del futuro.
- El presente del presente.
Obras de san Agustín:

En su gran obra apologética La Ciudad de Dios (413-426), formula


una filosofía teológica de la historia, y compara en ella la ciudad de
Dios con la ciudad del hombre. De los veintidós libros de esta obra
diez están dedicados a polemizar sobre el panteísmo. Los doce
libros restantes se ocupan del origen, destino y progreso de la
Iglesia, a la que considera como oportuna sucesora del paganismo.

Sus otros escritos incluyen las Epístolas, de las que 270 se


encuentran en la edición benedictina, fechadas entre el año 386 y
el 429; sus tratados De libero arbitrio (389-395), De doctrina
Cristiana (397-428), De Baptismo, Contra Donatistas (400-401),
De Trinidad (400-416), De natura et gratia (415), Retracciones
(428) y homilías sobre diversos libros de la Biblia.
Etapa Palatina:

En esta época, dentro del ámbito Islámico florece la


filosofía y la cultura, basada en la herencia
grecolatina de Platón y Aristóteles, pero tras la
imposición de los dogmas teológicos Islámicos, la
filosofía entra en decadencia, primero en medio
oriente y finalmente en España.
Etapa Palatina:

En la Europa cristiana, mientras tanto, tras varios siglos


de decadencia, se inicia la etapa palatina o
Renacimiento carolingio. No se producen nuevos
aportes, sino mas bien se resguarda la cultura. Este
florecimiento es impulsado por Carlomagno, en su afán
de dar vida a la cultura, por tres razones básicas:
- Para poder restaurar en sus territorios el antiguo
Imperio Romano.
- Para proteger a la Iglesia pues el clero no se
podía desempeñar adecuadamente en latín para
reeducarlo
- Para elevar el nivel intelectual con la finalidad de
tener colaboradores instruidos y administradores
con adecuada formación.
El Trívium y el Cuadrivio: En los
estudios fundamentales que estuvieron
vigentes en las universidades durante
siglos se distinguía un grupo de
enseñanzas agrupadas en los nombres
clásicos de trívium y cuadrivium.
TRÍVIUM
El primero estaba constituido por la formación en:
- Gramática.
- Retórica.
- Dialéctica.
El segundo, por:
- Aritmética.
- Geometría.
- Astronomía.
- Música.
Gracias …

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