historia de la teología moral, porque la moral no cambia, como el evangelio y la tradición que siempre son iguales.
Que la moral sea inmutable, en parte es cierto, pues
cuenta con elementos estables, pero junto con ellos hay elementos cambiantes. Precisamente uno de los objetivos de dicha historia es, encontrarse con la cultura, el pensamiento y la identidad de cada pueblo y de cada época; otro objetivo importante es descubrir los elementos inmutables y los mutables para que la teología moral adapte verdaderamente los principios estables a las necesidades cambiantes de cada tiempo y cultura. El mensaje de Cristo es nuestra ley moral, pero existe mucha diferencia entre el evangelio y un manual, como entre el evangelio y san Alfonso, entre el evangelio y santo Tomás o alguno de los santos padres. La ética cristiana no solamente contiene la revelación, sino elementos antropológicos, filosóficos, jurídicos, culturales. Podemos decir que la teología moral es el resultado de un encuentro entre el mensaje de Cristo y los diversos elementos de la cultura y del tiempo. Podemos decir que la teología moral resulta de la encarnación de la Revelación divina en las diversas culturas que dependen del devenir histórico, puesto que, ella misma depende de la historia. IMPORTANCIA DE LA HISTORIA EN GENERAL
El hombre vive el presente íntimamente unido al pasado y
al futuro, es importante para ese presente tomar en cuenta el pasado y meditar sobre él. Naturalmente el hombre reflexiona sobre el pasado, no sólo en su propia historia personal, sino en su familia y en la sociedad: el hombre naturalmente es histórico, intenta descubrir y reflexionar sobre sus raíces. Existe también en todos nosotros una especial curiosidad por el pasado, pero no solo en sí mismo, sino en relación a construir el presente y mejorar el futuro. La historia, es la ciencia que estudia los hechos y los acontecimientos de la sociedad que se desarrollan a través del tiempo, coordinados cronológicamente. Extraer con estudios las leyes que rigen el curso de los acontecimientos es la filosofía de la historia, nosotros estudiaremos aquí no la historia de cada uno de los problemas sino la historia de la conducta cristiana, de los principios que la guiaron, del juicio y aceptación que la comunidad cristiana ha hecho de sus problemas importantes en las distintas épocas, de los valores más profundos sentidos y practicados. Estudiaremos ese irse haciendo de la teología moral en el tiempo. IMPORTANCIA DE LA HISTORIA PARA LA TRADICIÓN
El cristianismo se apoya en una tradición que
vive. Las tradiciones nos descubren los evangelios y nos ayudan a encontrar su sentido; La fe y su praxis, vividas por la comunidad a través de las distintas épocas, objetos de la historia de la teología moral que se convierten en leyes de interpretación.
El cristianismo se va haciendo en cierto sentido.
El evangelio se va realizando en las distintas épocas y lugares, en este caso la historia adquiere una dimensión activa y de fe. La historia de la teología moral se vuelve indispensable, para conocer la base de epistemológica de la misma ciencia de la teología moral para descubrir el significado último de la praxis cristiana de obediencia al anuncio evangélico. Nos da a conocer la fidelidad al mensaje y las distintas formas del evangelio, por otro lado, la historia es importante para la tradición pues ella misma se conoce por la historia. UTILIDAD DE LA HISTORIA DE LA TEOLOGÍA MORAL
La historia preserva de errores. Evita las
interpretaciones erróneas del anacronismo; nos permite precisar el sentido de un autor, nosotros mismos para formar juicios acertados del presente de las personas y de la sociedad requerimos ver las raíces, ver el pasado de personas y sociedades, ver la historia, en la historia de teología moral, permite lograr una síntesis equilibrada y armónica de la ética teológica. La historia enriquece de un modo insustituible nuestro pensamiento, con las ideas del pasado, en cada época se van acumulando tesoros especiales: ha sido muy producente recurrir a los hechos pasados para retroalimentarse, esto ayuda a descubrir elementos distintos y comunes a cada época, elementos esenciales y accidentales, elementos importantes que se han descuidado o elementos accidentales a los que se ha dado excesiva importancia. Así uno de los cometidos de la historia de la teología moral será mostrar aciertos y deficiencias en las actitudes cristianas, lo que pregunta o le interesa sobre la historia, nos ayuda a conocernos a nosotros mismos.
La historia de la teología moral, es fuente de renovación
teológico pastoral, por la experiencia se sabe que una renovación teológica, siempre ha venido aunado a un estudio de la historia de la iglesia y de la teología. TEOLOGÍA MORAL DE LOS PADRES
Querer juzgar otro tiempo con las categorías y
circunstancias culturales presentes es un error grave y frecuente. Las críticas tajantes a la antigua visión del conjunto de las ciencias teológicas, ante la separación actual de las distintas ciencias, dogma moral, derecho, pastoral, etcétera es un error al que llamamos anacronismo. MISIÓN HISTÓRICA DE LOS PADRES
Ellos señalan a la iglesia lo que de ella han aprendido,
como lo dice, san Agustín de Hipona. Ellos se hallan muy cerca al testamento de Jesucristo. Su misión en el mundo es predicar el evangelio, salvar a las personas. Es claro una especie de destino manifiesto, por el que se sienten autores de la historia. Se sienten situados en la temporalidad y la eternidad. Tiene especial importancia este momento en el que el credo es precisado, momento en que la fe reviste una expresión y forma humana. Ellos inventan la lengua católica. La iglesia casi no tiene pasado, todavía no se relaciona con la cultura, el poder y la filosofía. CARACTERÍSTICAS DE LA TEOLOGÍA PATRÍSTICA
Los padres de la iglesia, proyectarán en sus escritos las
relaciones entre el cristianismo y el imperio. Teniendo siempre a las Sagradas Escrituras como la fuente principal de su reflexión
Los padres de la iglesia muestran una gran familiaridad
con la biblia, en el marco histórico de la salvación y de los misterios divinos.
Muchos padres, siguiendo a san Pablo, utilizan las formas
éticas de la filosofía grecorromana: virtudes cardinales, prudencia, templanza, justicia, fortaleza; La ciencia, la inteligencia, etc.
Otros padres como san Agustín, utilizan la filosofía
platónica: somos parte de Dios y a Dios volvemos. Ellos ven la posibilidad de integrar lo cristiano con lo profundamente humano. Los padres apostólicos son los más antiguos, los más cercanos a los apóstoles que pudieron vivir el evangelio como recién salido de los labios de quienes lo escucharon de Cristo; aquí no cuenta ni el estilo, ni el lugar de origen. Entre ellos están: la didaché, san Ignacio de Antioquía, san Clemente de Roma, el martirio de san Policarpo de Esmirna, Bernabé, Papías y el Pastor de Hermas. Algunos de ellos fueron tenidos en ciertas partes como canónicos y fueron bastante usados por la literatura cristiana; En lo referente al tiempo se dieron entre finales del siglo primero y principios del siglo segundo. Los padres apologistas se distinguen por las características de la defensa en tiempos de persecución y todavía suelen dividirse por las regiones en África, Roma, Asia Menor, etc. o por la lengua que escribieron, griegos y latinos o también por ser del siglo; entre ellos destacan Arístides, Justino, Taciano, Atenágoras y Teófilo de Antioquía. LOS PADRES ANTI HERÉTICOS DEL SIGLO II
Destacan por ser promotores de la fe en situaciones
conflictivas y heréticas, también se distinguen, por tener una teología más elaborada, o por la lengua en que escribieron, o por la escuela a la que pertenecieron, como es el caso de los alejandrinos. Entre los latinos destacan, Tertuliano, Hipólito de Roma y san Cipriano. Entre los griegos, destacan, los padres de la escuela de Alejandría, como san Clemente alejandrino y orígenes. Los padres hagiógrafos, historiadores y cronistas entre los que destacan los autores de las actas de los mártires y los martirologios, las leyendas de mártires y vida de santos y sobre todo Eusebio de Cesárea. Los padres del siglo de oro de la literatura griega o latina, van desde el concilio de Nicea del 325 y hasta Calcedonia del 451, entre los escritores griegos distinguimos a los padres alejandrinos y egipcios, los monjes como Atanasio y Cirilo de Alejandría.
Entre los de Asia menor, Basilio el grande, Gregorio de
Nacianceno y Gregorio y Gregorio Niceno, escritores antioquenos o siriacos, entre los que destacan San Juan Crisóstomo. Entre los padres latinos, Hilario de Poitiers, Ambrosio de Milán, san Jerónimo, San Agustín y san León Magno.
En el periodo límite con la escolástica, destaca san