Los valores familiares se definen enciclopédicamente como: «los
principios morales y éticos tradicionalmente mantenidos y transmitidos dentro de una familia, como la honestidad, la lealtad, la industriosidad (ética del trabajo) y la fe»;3 «los valores de una clase particularmente tradicional o conservadora que se mantienen para promover el funcionamiento sano de la familia y fortalecer los fundamentos de la sociedad»;4 o «los valores que tradicionalmente se aprenden o refuerzan dentro de una familia, como la disciplina y los altos patrones morales».5
Además de estos aspectos morales o éticos, de carácter universal,
entre los rasgos que pueden considerarse valores para cuyo mantenimiento y transmisión ejerce un gran papel la familia están los étnicos o identitarios, como la lengua, la religión y la cultura; además de los raciales (sea cual sea la naturaleza de éstos –muy debatida–, se transmiten biológicamente). VALORES FAMILIARES Debemos identificar que los valores familiares nos enseñan a convivir no solamente con nuestros semejantes, porque sin duda no todos somos iguales. A continuación te brindamos algunos ejemplos de cómo aplicar los valores familiares en nuestra vida: 1.Solidaridad y equidad, como describimos – no todos somos iguales – sabemos que aquel niño que ha crecido en una comunidad muy retirada de la ciudad (únicamente con pocos servicios en casa como luz y agua), este niño se verá relativamente limitado en algunos aspectos en relación a otro que ha crecido en la metrópoli (con algunos otros servicios y accesos que facilitan su desarrollo); ambos niños a pesar de las diferencias en su desempeño Gratitud, el aprendizaje de este valor familiar se observa por ejemplo en esos momentos donde se le instruye al niño las habilidades sociales correspondientes – sobre todo en el reconocimiento de lo importante que es una persona y sus esfuerzos – orientándolo a la práctica de gestos verbales y corporales (un abrazo, un estrechón de manos y su correspondiente articulación). VALORES FAMILIARES 3.Empatía, un ejemplo de la infancia sobre este valor familiar es la frecuente actitud del niño al observar llorar a uno de sus compañeros de clase o a un hermanito y este se acerca a preguntar - ¿Qué le sucede? – y quizá también unas palmaditas en la cabeza o en la espalda. La empatía le permite al ser humano – y en este caso al niño – intentar comprender la vida afectiva y todo lo demás que acontece en las personas, eventos y animales que le rodean 4.Amistad, desde la infancia debemos ser capaces aprender el valor de la amistad, del afecto mutuo y lealtad que nace del contacto con el otro. VALORES FAMILIARES Los niños aprenden los valores, que les facilitarán el establecimiento de relaciones con el mundo externo, en el seno de la familia, pues es aquí donde se inician sus primeras relaciones con padres y hermanos. Durante la niñez y la adolescencia se desarrollan estos valores en el entorno familiar, pues aquí aprenden a convivir, a ayudar y a compartir, a partir de las actividades diarias y de las relaciones que se establecen con los familiares más cercanos: padres, abuelos y hermanos. Es misión de los padres transmitir esos valores a sus hijos y para conseguir este objetivo deben: •Disfrutar de la paternidad con ilusión para que el niño se sienta querido y se desarrolle a gusto en el ambiente familiar. •Aceptar a tus hijos, tal y como son, con sus peculiaridades, virtudes y defectos, haciendo que se sienta a gusto consigo mismos y tengan expectativas vitales razonables y positivas. •Buscar momentos en los que todos los miembros de la familia se puedan reunir, en un ambiente distendido que favorezca la comunicación y el diálogo. •Ser un ejemplo a seguir por vuestro hijo. No debéis olvidar que el niño aprende lo que oye pero sobre todo lo que ve. No bastan buenas palabras y consejos, sino que hay que tener una conducta que sea el reflejo de lo que decimos.