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SUICIDIO

• Etimológicamente, la palabra suicidio resulta de la


unión de las palabras latinas sui (sí mismo) y caedere
(matar), siendo su significado literal «acción de
matarse a sí mismo».
• Se podría definir como toda aquella conducta, generalmente
consciente, que va encaminada hacia la autodestrucción —por
acción u omisión— del propio sujeto, aunque sea difícil
comprobar la intencionalidad e independientemente de que la
persona sepa o no el motivo de su conducta suicida.
Causas

• Bajo rendimiento escolar y problemas en la escuela


• Muerte de un ser querido
• Haber sido víctima de violencia sexual o violación
• Problemas familiares
• Presencia de trastornos mentales.
ENFERMEDADES RELACIONADAS
• Enfermedades físicas:
• Cualquier enfermedad física es un factor de riesgo importante,
especialmente aquellas que son crónicas, terminales o
incapacitantes, y aquellas que se acompañan de dolor crónico y
que no responde al tratamiento.
ENFERMEDADES MENTALES
a) Trastornos del ánimo (asociados con la mitad de todos los suicidios).
Suicidios precoces (antes de un año del diagnóstico) se relacionan con
síntomas de ansiedad, insomnio, anhedonia, pérdida de concentración y abuso
de alcohol.
Suicidios tardíos se correlacionan con parasuicidios previos y altos niveles de
desesperanza.
Trastorno Bipolar: tienen una tasa de intentos de suicidio del 30-40% y el
suicidio consumado se da en el 10%.

Depresión: hasta un 15% de las personas con depresión fallecen por suicidio.
• c) Esquizofrenia: Un 20-40% de los pacientes esquizofrénicos
realizan intentos de suicidio —que suelen ser graves— y lo
consuman un 9-13%. Tienen un riesgo de suicidio 20-50 veces
mayor que el de la población general, especialmente en los
primeros 10 años de enfermedad.
• b) Adicción a sustancias: Hasta un 25% de los pacientes con
dependencia al alcohol y otras toxicomanías se suicidan
FACTORES DE RIESGO
• Factores Sociales:
• Tensión social.
• Cambio de posición-socio económica.
• Problemas con las redes sociales de apoyo.
• Pérdidas personales.
• Pérdida de empleo.
• Catástrofes.
• Desarraigo.
• Aislamiento
• Exposición al suicidio de otras personas.
• Violencia.
• Factores Familiares:

• Funcionamiento familiar problemático.


• Alta carga suicida familiar.
• Abandono afectivo y desamparo.
• Familia inexistente.
• Violencia doméstica.
• Abuso sexual.
• Factores Psicológicos:

• Intento de suicidio anterior.


• Pérdidas familiares.
• Frustraciones intensas.
• Ansiedad.
• Depresión.
• Baja autoestima.
• Cambio brusco del estado anímico.
• Alteraciones del sueño.
• Abandono personal.
• Factores Biológicos:

• Trastornos metabólicos.
• Factores genéticos de enfermedades psiquiátricas en primer
grado de consanguinidad.
• Edades extremas de la vida, edades avanzadas, adolescencia.
• Enfermedades y dolor crónico (accidentes vasculares, sida,
neoplasias, entre otras).
• Enfermedades terminales.
• Trastornos psiquiátricos (depresión, bipolaridad, adicción a
sustancias, esquizofrenia).
• Deterioro cognitivo.
• Factores específicos en la etapa de juventud:

• Los anteriormente señalados.


• Matrimonio reciente y/o embarazo no deseado.
• Ausencia de apoyo familiar.
• Historia de abusos.
• Problemas escolares (rendimiento escolar, relación con pares o
maestros, satisfacción escolar, etc.).
• Aislamiento social, humillación.
• Pertenencia a un grupo minoritario.
FACTORES PROTECTORES
• Factores familiares:

• Relaciones familiares positivas


• Apoyo familiar
• Paternidad positiva y consistente
• Factores cognitivos y de personalidad:

• Sentido de valor personal


• Confianza en uno mismo y en sus logros
• Búsqueda de ayuda cuando surgen problemas
• Búsqueda de consejo cuando se tienen que tomar decisiones
• Apertura a experiencias y soluciones de otras personas
• Apertura a nuevos conocimientos
• Habilidad para comunicarse, tomar decisiones y resolver
problemas
• Factores culturales y sociales:

• Buenas relaciones con amigos, colegas y vecinos


• Apoyo de personas importantes
• Red de amigos con bajo índice de consumo de sustancias
• Integración social (practicar un deporte, pertenecer a un club o
asociación, etc.)
• Proyecto de vida
• Factores ambientales:

• Dieta balanceada
• Descanso adecuado
• Realización de ejercicio físico
• Ambiente libre de tabaco, alcohol o drogas
FASES DEL COMPORTAMIENTO SUICIDA
El deseo de morir:

Representa la inconformidad e insatisfacción del sujeto con su


modo de vivir en el momento presente y que puede manifestar en
frases como: "la vida no merece la pena vivirla", "para vivir de esta
manera lo mejor es estar muerto" y otras expresiones similares.
• Ideación suicida:

• Pensamientos de terminar con la propia existencia y que


pueden adoptar las siguientes formas de presentación:
• a) Idea suicida sin un método específico
• b) Idea suicida con un método inespecífico o
indeterminado
• c) Idea suicida con un método específico no planificado.
• Planeación Suicida:

• La persona que desea suicidarse, ha elegido un método


habitualmente mortal, un lugar donde lo realizará, el momento
oportuno para no ser descubierto, y los motivos que sustentan
dicha decisión que ha de realizar con el propósito de morir.
• Intento suicida:

• También denominado parasuicidio, tentativa de suicidio, intento


de autoeliminación o autolesión intencionada. Es aquel acto sin
resultado de muerte en el cual un individuo deliberadamente, se
hace daño a sí mismo con el fin de quitarse la vida.
• Suicidio Consumado: Es el acto deliberado que realiza una
persona y que le ha causado la muerte. Pueden presentarse
dos modalidades principales:

• El suicidio accidental.

• Suicidio intencional.
MITOS Y REALIDADES
• MITO 1: Las personas que hablan del suicidio rara la vez se
suicidan en realidad.
• REALIDAD: Las personas que se suicidan a menudo dan un
indicio o una advertencia de sus intenciones. Algunos estudios
señalan que 8 de cada 10 pacientes que se suicidan, hablan de
ello previamente. Alguien quién piensa o habla del suicidio debe
buscar la ayuda profesional.
• MITO 2: El que se ha recuperado de una crisis suicida no lo
volverá a intentar.
• REALIDAD: Cuando una persona que ha intentado suicidarse
empieza a sentirse mejor, él o ella todavía se confrontará con
problemas y responsabilidades. Esto puede ser muy difícil y puede
conducir a un retorno de los pensamientos suicidas. Puede tomar
meses para sentirse sistemáticamente mejor y en control.
• MITO 3: Los que intentan el suicidio no desean morir, sólo desean
llamar la atención.
• REALIDAD: Este es un prejuicio muy difundido –especialmente en
el sexo femenino-, pero no se tiene en cuenta que sus
mecanismos de adaptación han fallado y no encuentran
alternativas adecuadas, por lo que únicamente se percibe a la
muerte como una alternativa eficaz.
• MITO 4: El suicidio se hereda.
• REALIDAD: Aun no se ha demostrado el carácter genético del
suicidio aunque en una familia donde varios de sus miembros se
han intentado quitarse la vida aumenta la probabilidad de que
ocurra un nuevo intento suicida, lo que puede calificarse como una
conducta aprendida.
• MITO 5: Sólo los que están deprimidos se suicidan.
• REALIDAD: La depresión es una de las causas principales que
llevan a la persona a intentar suicidarse, pero no la única. Entre
otros factores asociados al intento suicida esta el consumo de
alcohol y drogas, baja autoestima, etc.
• MITO 6: Sólo se suicidan los que padecen una enfermedad
mental grave.
• REALIDAD: No todos los enfermos mentales se suicidan, ni
todos los que se suicidan son enfermos mentales. Personas que
aparentemente realizan sus actividades cotidianas de manera
normal pueden presentar ideación suicida. Es importante
reconocer conductas de que indican un riesgo de suicidio
• MITO 7: Hablar de suicidio incentiva a que se realice.
• REALIDAD: Preguntarle a una persona directamente acerca del
suicidio a menudo aliviará la ansiedad alrededor del sentimiento
y actuará como un impedimento al comportamiento suicida.
• MITO 8: El suicidio no puede ser evitado porque ocurre por un
impulso.
• REALIDAD: Aunque hay un porcentaje de intentos de suicidio
que si son impulsivos, suelen ser intentos no letales. La mayoría
de los suicidios consumados se dan tras meditación durante
largo tiempo, es decir, son planificados, por lo que es
importante identificar de manera temprana cuando aparece esta
fase de ideación para poder apoyar a la persona (por ej., en
ocasiones hay indicadores indirectos, como modificar sin un
motivo claro el testamento).
• MITO: todo el que intento suicidarse estará en peligro toda su
vida.

• REALIDAD: Entre el 1% y el 2% de los que intentan suicidarse


lo logran durante el primer año después del intento y entre el
10% y el 20% lo consumaran en el resto de sus vidas. Una
crisis suicida dura horas, días, raramente semanas, por lo que
es importante reconocerla para su prevención.
• MITO: El acercarse a una persona en crisis suicida sin la
correspondiente preparación para ello, sólo mediante el sentido
común, es perjudicial y se pierde el tiempo para su abordaje
adecuado.

• REALIDAD: Si el sentido común hace que otros puedan asumir


una postura de paciente y atenta escucha, con reales deseos
de ayudar al sujeto en crisis a encontrar otra solución que no
sea el suicidio, se habrá iniciado la prevención.
• MITO: Los que intenta suicidarse y los que se suicidan son
individuos peligrosos, pues igual que atentan contra sí mismos
pueden hacerlo contra los demás.
• REALIDAD: El homicidio es un acto que generalmente no se
acompaña de suicidio en quienes lo realizan, por tratarse en la
generalidad de los casos de un acto heteroagresivos. El
suicidio en cambio, es un acto autoagresivo en el que los
impulsos destructivos el sujeto se vierte contra sí mismo.
• Existen ocaciones en las que el suicida, antes de morir, mata a
otros que no desean morir, como en el llamado suicidio
ampliado en depresiones con síntomas psicóticos y en dramas
pasionales, en los que el homicida-suicida presenta un trastorno
mental generalmente del espectro depresivo.
• MITO: el suicida desea morir.

• REALIDAD: El suicida está en una posición ambivalente, es


decir, desea morir si su vida continúa de la misma manera y
desea vivir si se produjeran pequeños cambios en ella. Si se
diagnostica oportunamente esta ambivalencia, se puede inclinar
la balanza hacia la opción de la vida.
• MITO: El que intenta suicidarse es un cobarde.

• REALIDAD: Los que intentan suicidarse no son cobardes, solo


son personas que sufren.
• MITO: Solo los viejos se suicidan.

• REALIDAD: Los ancianos realizan menos intentos de


autodestrucción que los jóvenes, pero utilizan métodos más
efectivos al intentarlo, lo cual conlleva a la muerte con mayor
frecuencia.
• MITO: Los niños no se suicidan.

• REALIDAD: Después de que un niño adquiere el concepto de


muerte, puede cometer suicidio y, de hecho, ellos toman
desiciones de este tipo a estas edades.
• MITO: Si se reta a un suicidio, este no lo intentará.

• REALIDAD: Retar al suicida es un acto irresponsable, pues se


está frente a una persona vulnerable, en situación de crisis,
cuyos mecanismos de adaptación han fracasado, ya que
predominan precisamente los deseos de auto destruirse.
• MITOS: Las personas suicidas reaccionan exageradamente a
los eventos de la vida.

• REALIDAD: Los problemas que no parecen graves para alguien,


pueden ser angustiantes para otras personas.
• MITO: El suicidio es un hecho de agresión, ira, venganza o
egoísmo.

• REALIDAD: La mayoría de las personas que se suicidan, lo


hacen por que sienten que no pertenecen a ningún lugar y son
una carga para otros. Piensan que su muerte librará a sus seres
queridos de dicha carga. Muchos suicidios ocurren de maneras
y en lugares que la persona espera reduzcan el impacto y la
aflicción de aquellos que deja atrás.

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