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Seminario Evangélico Presbiteriano

San Martin Zapotitlán, Retalhuleu


Curso: Teología Sistemática
Docente: Lic. Héctor Eduardo Rabanales Machado

Capítulo III “Historia”


INTEGRANTES:
JULIO PÉREZ
MELVIN MARROQUÍN
JOSÉ MARÍA SOPON GIRÓN
LORENZO TZAJ
ESDRAS JUAN GARCÍA
NOHEMY SOLVAL SÁNCHEZ
ROXANA DONIS
ABNER RAFAEL ARGUETA DIAZ.
Historia
III. 1 Tiempo, Historia y Cultura.
Cuando se habla del tiempo creador de Dios, se refiere a los primeros seis días en que Dios creó todo,
según la narración de génesis, al iniciar el séptimo día, es cuando comienza el tiempo creado, a partir de
allí se puede hablar por primera vez del tiempo cósmico tal como lo conocemos. Este tiempo evoca la
bendición de Dios cuando Él expresa que todo lo que hizo fue “MUY BUENO”.
Al finalizar la creación de Dios pasamos del tiempo creador al tiempo creado. La historia del tiempo,
también es la historia de la historia, pues la historia pre-supone la existencia del tiempo, del pre-tiempo
al tiempo calendario, que señala la historia del mundo, a la que puede ser reconocida con fechas, que se
puede documentar e investigar en el contexto de nuestra vida juntos en la creación de Dios.
El tiempo y la historia son siervas de Dios, marchan juntas, y son sustentadas por su Palabra. El factor
tiempo moldea decisivamente la sucesión de los momentos en nuestras vidas, los eventos y épocas
ordenadas en la historia del mundo, es la misma secuencia histórica de la revelación bíblica. El tiempo
moldea decisivamente la sucesión de los momentos en nuestras vidas.
Es posible transgredir el buen orden de la creación, cuando se habla de “perder el tiempo”, o “no
tomarse el tiempo…”, esto hace que se tome muy en serio el guardar la ley de Dios en cuanto a la
obediencia temporal. El concepto bíblico de tiempo se opone a los conceptos de tiempo cíclico (epocas
repetitivas). Los pensadores paganos concibieron la variación del tiempo sobre la tierra como una serie
interminable de repetciones en contraste con el concepto de eternidad como algo inmutable, que
encerró a las personas a resignarse a una actitud fatalista en su inexorable destino.
Los asuntos mundanos ofrecían un poco esperanza de un futuro mejor, y solo
ofrecían un eventual escape a su destino. Estas nociones paganas cuando entraron
en forma semi-evangelizadas a las tradiciones cristianas, generaron un espíritu de
piedad extra mundano. La temporalidad y la historicidad llegaron a ser una
característica de incertidumbre y relatividad, una imperfección inherente y una
siempre amenazante corruptibilidad. Eso provocó un conflicto entre dos valores
distintos (ambivalencias) inescapables de la vida presente y las perfecciones
seguras e invariables de la eternidad.

La existencia terrenal es natural y transitoria, la existencia celestial sobreabunda y


es eterna. Esto ignora el concepto bíblico, que el cielo también es una realidad
creada, y por lo tanto es temporal. La vida en términos bipolares de dos ordenes de
existencia, es ajeno a la Palabra de Dios, este concepto bipolar refleja la
construcción dualista de antiguas especulaciones referidas a la cuestión de
“naturaleza/gracia”. La Escritura no desprecia la historia, la vida terrenal, la
ocupación cultural, o sobre el aquí y el más allá, por el contrario refleja un concepto
de tiempo dinámicamente normado como condición, dada con la creación para la
actividad humana, para que sea históricamente significativa y culturalmente
formativa dentro del orden cósmico divinamente establecido.
La historia tiene un presente, pasado y futuro basados en la normativa del orden
de la creación, aspecto integral del pacto de Dios con el mundo, y que señala
intencionalmente hacia la venida del reino. El tiempo, historia y cultura son tan
globalmente incluyentes como la creación misma. Por ende la investigación y la
reflexión histórica no pueden de ninguna manera contar de nuevo todo lo
ocurrido en el pasado, ni lo que está ocurriendo ahora. Así como el tiempo y la
historia están ligadas, así tambien lo está la historia y la cultura, la cultura se
refiere a lo que es históricamente significativo. Las fuerzas que hacen la historia
que moldean la cultura, involucran la continuada interacción entre revelación
divina y respuesta humana, por ello la historia cultural es subalterna a la
soberana Palabra de Dios. Todo esto no disminuye la responsabilidad humana
por el curso de los eventos en nuestra vida y nuestro mundo, mas bien lo realza,
porque Dios es soberano, nosotros somos tanto más responsables
Es erróneo o una fuente potencial de confusión hablar de historia como de su
historia. No se puede culpar a Dios de las calamidades del mundo. La creación
es exclusiva de la buena obra de Dios, la cultura es nuestra, por ello es más
atinado afirmar que bajo el gobierno de la Palabra de Dios, la historia es nuestra,
seguimos siendo receptores que responden del la revelación y agentes
responsables en el uso del tiempo que Dios nos da al modelar la historia y
formar la cultura. La historia es el registro de respuestas obedientes y/o
desobedientes al mandato cultural, de la variada comunidad humana a lo largo
de las edades.
La Providencia de Dios

El tiempo, la historia y la cultura, se unen teológicamente en la doctrina bíblica de


la providencia divina.
La Palabra providencia no se encuentra en la “biblia”. Fue introducida a la tradición
hebreo-cristiana mediante la influencia de los apócrifos y la Septuaginta, cuyo origen
es el periodo intertestamentario. Mas tarde logra un lugar en la teología cristiana a
traes de las obras de los primeros padres de la iglesia quienes lo tomaron prestado
de los escritos filosóficos antiguos.

Tradición Tradición
Greco-romana Providencia cristiana
Destino, fortuna, Obra de Dios,
Casualidad. gobierna y sostiene
todas las cosas
El catecismo de Heidelberg expresa la esencia de la providencia en
forma integralmente bíblica. La providencia de Dios es:
“El poder omnipotente y omnipresente de Dios, mediante el cual aun
sostiene, como con sus manos, la tierra y todas las criaturas
gobernándolas de tal manera que las hierbas y el pasto, la lluvia y la
sequía, años fructíferos y otros estériles, comida y bebida, salud y
enfermedad, riqueza y pobreza, en efecto, todas las cosas, no vienen
por casualidad, sino por su mano paternal”.
¿de que nos aprovecha saber que Dios ha creado, y que por su
providencia aun sustenta todas las cosas? El catecismo de Heidelberg
responde:
“Para que seamos pacientes en la adversidad, agradecidos en la
prosperidad, y con una visión del futuro tengamos buena confianza
en nuestro fiel Dios y Padre de que ninguna criatura nos separa del
amor de Dios, puesto que todas las criaturas están de tal manera a su
mano que sin la voluntad de él no pueden ni siquiera moverse”.
Génesis 2.3
Bavinck:
El descanso divino simplemente
significa que Dios dejó de producir
Obra cosas nuevas (Ecl. 1.9-10); reposo
La actividad creadora y su obra de provisión están unidas, aunque la
línea demarcatoria sea muy delgada. Borrar o oscurecer esta distinción
provoca graves distorsiones en la relación Creador-criatura.
Por ejemplo:
 Teorías de la evolución: la obra creadora de Dios y su obra
providencial son unidad en un solo y prologado proceso.
 Creación continuada (creatio continua) ese concepto dice que Dios
está por siempre activamente ocupado en crear de nuevo al mundo,
haciéndolo existir momento a momento, a partir de la nada que es un
estado de permanente amenaza.
En el concepto bíblico, una vez que Dios comenzó su obra primaria
de creación, la nada quedó perpetuamente excluida. Una vez
comenzada la obra de las manos de Dios, esta duraría para
siempre hasta alcanzar su plenitud. La providencia es la obra de
seguimiento de la creación, no su perpetua repetición.
Únicamente la creación es “a partir de nada”, la providencia no.
El cuidado providencial de Dios es mas bien su forma dinámica de
operar continuamente por medio de su Palabra para sostener y
dirigir la creación existente.
Existe tanto una continuidad como una discontinuidad entre la
actividad creadora y la actividad providencial de Dios. Continuidad
en el sentido de que ambas son obras de Dios aplicadas a la misma
realidad creada y discontinuidad en el sentido de que son obras
diferenciadas de Dios.
En la teología cristiana la doctrina de la providencia divina generalmente es
enfocada desde tres puntos de vista.

2. Coincidencia

3. Gobierno
Calvino dice: “la providencia es, como aquello por lo
cual Dios observa impávido desde el cielo lo que
ocurre en la tierra, sino aquello por lo cual, como
guardián de las llaves, gobierna todos los eventos.
De manera que ello no concierne menos a sus
manos que ojos.
Tomando la Historia en Serio
La creación original no fue un caos, sino un cosmos, un mundo bien
ordenado.
En el contexto de la vida de hogar podemos discernir el origen
genético de posteriores desarrollos en la sociedad.
Todos los llamados actuales, dados por Dios, estaban
potencialmente presentes en los albores de la historia humana.
En una continuada respuesta al mandato cultural y bajo la
superintendencia de la providencia divina,
Porque estamos obligados a honrar la historia como el actuar de
Dios con el mundo. La historia es su manera de dirigir el despliegue
de las potencialidades de su creación hacia la venida final de su
reino.
 La historia no agrega nada ónticamente nuevo a la creación.
Más bien mueve el tiempo de la siembra y de los primeros
frutos en dirección del producto maduro de la cosecha. Lo que
desde el principio existía seminal o germinalmente es llevado a
fructificar.
 Por ejemplo, existe cierta marca de sal que es publicitada bajo
este lema: “La naturaleza le pone el sabor, se requiere sal
para extraerlo.” De alguna manera similar, la creación
fundamenta todas las empresas humanas; pero se requiere de
la historia, como si fuera sal, para que alcancen gradualmente
un cumplimiento más pleno.
 Esta larga tradición de diferenciación histórica, que nos llega
desde el pasado, moldea el presente y hace posible moldear el
futuro. Nuestras vidas pueden hacer una diferencia.
LA DIFERENCIACIÓN HISTÓRICA
4.1. En el Antiguo Testamento
La Biblia no presenta una filosofía de la historia. Pero si ofrece indicadores que señalan el
significado de ella. Esto lo hace mayormente en forma narrativa, revelando la historia de
la salvación. A lo largo del camino arroja su luz redentora sobre la historia universal,
incluso al concentrarse en el curso de eventos en Israel y la iglesia primitiva. En los
primeros capítulos del Génesis encontramos a Adán simplemente como encargado general
de la creación, nombrado por Dios, equipado para toda tarea, un hombre para todas las
estaciones y todos los oficios. Abraham aparece ahora como una nueva figura cuya
colorida carrera refleja un estado todavía no diferenciado de desarrollo vocacional. Moisés
también se destaca como hombre de vocaciones generales. Sobre sus hombros yace
prácticamente toda la carga del liderazgo israelita durante el éxodo, hasta que finalmente
es persuadido a delegar ciertas responsabilidades a un equipo de subordinados.
Un cuadro igualmente no diferenciado emerge en el caso de Samuel durante la tumultuosa
transición en Israel desde el gobierno ejercido por los jueces hasta la monarquía. La ley de
Moisés proveía para el triple oficio de profeta, sacerdote, y rey.
ENTRE LOS TESTAMENTOS

Llamar al período intertestamentario “los 400 años de silencio” es un claro error. Estos
aproximadamente cuatro siglos entre el final del Antiguo Testamentario y el comienzo
del Nuevo Testamento (Malaquías a Mateo) son, por supuesto, “silencios” en términos
de la revelación Bíblica. La profecía registrada cesó en espera de testimonio apostólico.
Estos años de transición fueron de todo, menos “silencios”, en la vida del judío.
Después de las actividades en Asiria y Babilonia, Israel perdió su independencia
nacional, su monarquía y su unidad religiosa-cultural. Una gran mayoría de los judíos
exiliados quedaron dispersos entre las naciones (diáspora). Un remanente regresó para
restablecer la tierra prometida, reducida en su mayor parte a Judea. Allí fueron
reconstruidos como una comunidad sacerdotal bajo el control político militar de una
sucesión de poderes extranjeros.
El Templo fue reconstruido aunque carente de todo esplendor, y sus cultos fueron
restaurados. Como legado perpetuo, resultante de las exigencias de los años cautiverio,
se establecieron sinagogas en toda comunidad judía de cierta importancia. Tanto entre
los repatriados como entre los judíos de la dispersión la sinagoga no solamente servía a
sus miembros como un centro para la adoración sabática y la educación religiosa de los
jóvenes, sino también como un foco central en la vida- social judía. En Palestina
nacieron, en cantidad asombrosa, sectas y partidos, que contribuyeron a la ebulliciente
inquietud y tempestad interior de sus habitantes sitiados.
Con el tiempo toda aspiración tradicional del pueblo del pacto quedó prácticamente aplastada,
sobreviviendo solamente la expectativa mesiánica como una chispa de esperanza con vida entre
los pocos fieles. El hecho de que Israel haya sobrevivido puede ser contado entre los grandes
milagros de la historia del mundo, hecho que motivó el comentario críptico de Barth de que
única prueba de la existencia de Dios es la continuada existencia del pueblo Hebreo. Lo que
estaba ocurriendo en y a Israel es una cosa; lo que Dios estaba haciendo, no obstante, a través de
Israel, es otra cosa.
Como Jesús diría después “la salvación viene de los judíos” (Juan 4:22).
Desde el año 198 a. C. y en adelante, el pueblo judío sufrió una despiadada persecución a mano
de las fuerzas de ocupación Sirias, especialmente durante el reinado de Antíoco IV (llamado
Epifanes, “el ilustre” según sus seguidores.
En el año 167 a. C. estallaron violentas reacciones que dieron origen a la rebelión a los
macabeos. Esta revuelta fue encabezada por los Asmoneos, una familia sacerdotal. Iniciada por
el padre, fue proseguida sucesivamente por sus hijos, Judas “el martillador,” Jonatán “el
diestro.” Y Simón “la piedra preciosa.” Pasadas más dos décadas de guerrilla y resistencia
subterránea, la revolución llegó a un exitoso final. Israel obtuvo su libertad.
En 142 a. C. como coronación de los acontecimientos, y en reconocimiento del
liderazgo militante de estos sacerdotes asmoneanos, el tercer miembro del clán,
Simón, fue nombrado gobernador de la tierra. Mediante este acto los oficios de
sacerdote y rey fueron reunidos en una sola autoridad.
A pocas horas del viernes Santo, y en un momento crucial del juicio, Jesús es llevado
ante el tribunal de Anás y Caífás, y sumos sacerdotes de Israel. El escenario de esta
corte, en la que los líderes religiosas se sientan para juzgar casos civiles inventados, es
un resultado tardío de la coronación de Simón como gobernante y sacerdote
aproximadamente dos siglos antes. Representa un inversión de la justicia, arraigada de
la función anti normativa de dos llamamientos distintos. Al violar el principio de la
diferenciación vocacional, socava tanto la identidad como la integridad de ambos
oficios, es decir, del oficio sacerdotal (eclesiástico) Y DEL OFICIO GUBERNAMENTAL
(civil).
En semejante “conflicto de intereses” ambas esperas de la vida pierden su
independencia relativa bajo el gobierno de Dios. Por su puesto, el caso de Jesucristo
implicaba una “justicia superior.” Allí actuó un juicio absolutamente único de gracia
divina; actuó en, bajo y a través del juicio humano, incorporándolo al plan de la
redención. Sin embargo, en los asuntos normales de los hombres y de las naciones,
estas deformaciones de las estructuras sociales conducen a incontables desvíos de la
justicia. La norma es responsabilidad diferenciada.
EN EL NUEVO TESTAMENTO
El nuevo testamento nos enseña el desarrollo de vocación que en JESUS se reflejaba
mostrándonos así los enfrentamientos que tenía con los líderes de su tiempo, buscando
contradecirse el mismo y la escena a la que nos lleva este pensamiento es a cuando lo confrontan
con los tributos, con ello buscaban rodear a JESUS para que cualquiera que fuera su respuesta
según el criterio de los judíos caería en controversia eligiendo una respuesta positiva estaría
ofendiendo a los judíos legalistas, y si su respuesta fuera negativa las autoridades romanas
estarían aún más en su contra ya que movería a que todos los que escucharan en ese momento
dejarían de tributar.
Que equivocados estaban al no conocer con quien se estaban enfrentando, JESUS y la
enseñanza que daba a conocer en ese momento no era que como humanidad
pertenecemos mitad a la humanidad y mitad a DIOS PADRE y a su servicio, esa no era
la enseñanza que aun en estos tiempos se podría entender.
Dad al Cesar lo que es del Cesar y a DIOS lo que es de DIOS.
JESUS nos lleva con este pensamiento a pensar que DIOS no quiere humanidad ni
bienes, DIOS aprecia la lealtad y obediencia a su PALABRA.
EN LA TRADICIÓN CRISTIANA DE OCCIDENTE
La era de la historia se abre cuando concluye el canon del Nuevo Testamento y la era apostólica.
Perennes luchas Iglesia/Estado
En edicto de Milán en el año 313d.c. el cristianismo viene a ocupar el lugar de religión
oficial del imperio cesando la persecución de los cristianos, trayendo como
consecuencia la aparente santificación del Imperio Romano.
• La iniciativa de algunos reformadores de regresar la correcta doctrina a los creyentes
pronto volvió a los modelos constantinianos y agustinianos en la vida social.
• Los analistas de la historia han están llenos de muchos intentos por conseguir una
sociedad pluralista.
EL DESARROLLO DE LA SOCIEDAD
Aproximadamente 500 años en que se clausuraron las academias griegas en 529 la
¨lámpara del aprendizaje¨ se detuvo, en los siglos X y XI da un giro dando inicio a lo
que hoy conocemos como Universidad.
LA UNIVERSIDAD
Salamanca, Jana, Heidelberg, parís y Oxford fueron lugares en donde se originó las
universidades, no recibían ayuda del estado y tampoco de la Iglesia. Eran auto
sostenibles y por lo mismo sufrían de pobreza. Esto no duro mucho ya que la sociedad
se vuelve eclesiástica y las universidades entran al control de la Iglesia.
• Con el impulso de la Reforma las universidades se reincorporan a la enseñanza de la
sola Escritura, especialmente en la Teología.
Nuevamente la universidad vuelve a dar otro giro, ya que el dogma de la iglesia y la fe universidad de
de la Reforma ya no tenían lugar en la universidad. El estado le quita a la Iglesia el Heidelberg
dominio de la sociedad.
La universidad perdió su identidad con todos los cambios que en la historia se fueron
dando. • El principio de una ordenanza divina era lo que Kuyper apeló para una
diferenciación responsable en el orden de la creación, ya que en los centros de
aprendizaje hay un lugar dentro de la sociedad. Y por lo mismo Kuyper y algunos de
sus compañeros fundaron la Universidad Reformada Libre de Ámsterdam.

Universidad Reformada Libre de Ámsterdam


MILAGROS
Durante más de un milenio las enseñanzas bíblicas referidas al misterio de
los milagros han sido seriamente empañados por las ideas de algunos
pensadores históricos, surge este concepto donde Dios puede hacer
cualquier cosa que él quiera hacer, también podemos decir de Dios
mediante la cual Él, por el mero ejercicio de su voluntad, puede ejecutar
todo aquello que se encuentra en su voluntad o consejo.

Según asume la escolástica tradicional, los poderosos actos de Dios en la


historia son reducidos a problemas racionales que deben ser resueltos
analíticamente por el intelecto humano, también dice que los decretos
divinos son acomodados a las leyes de la casualidad teniendo como
resultado una tiranía de la probabilidad lógica.

Esta tradición escolástica en la Teología resulta en un número de dudosos


enfoques del tema de los milagros, algunos afirman que los milagros son
contra natural. Otros los caracterizan como supra naturam; ambas
posiciones se apoyan en cosmovisiones dialécticamente dualista. Tal
como señala Diemer, cuando el hombre moderno trata de explicar los
milagros apelando a lo sobre natural, en realidad está negando los
milagros.
En una cosmovisión bíblicamente dirigida y holista , Dios y el mundo no son dos
fuerzas en competencia . Aquello que llamamos milagro Dios no se elimina .
Con su poder , hacedor de maravillas, Dios no aparta su cuidado providencial, ni
lo pone de lado, ni lo pasa por alto, ni lo tiene a la espera, ni anula su impacto.
Todas las obras de Dios tienen un significado profundo, misteriosamente
milagroso, sin embargo con el comienzo de la modernidad, ocurrió un cambio
radical. Los pensadores del esclarecimiento relegados los milagros a la
cosmovisión mitológica de tiempos antiguos. Pero ¿cuál es entonces, el
significado específico del milagro de pentecostés? Es el misterio absoluto divino
de la libertad de estos hombres para ser mensajeros a Israel y al mundo , del
Jesús resucitado; Dios quiere para nosotros , destrozado ahora, pero restaurado
en Cristo, un Shalom cuya restauración final es puesta en nosotros como una
esperanza escatológica. Entonces, los milagros representan manifestaciones del
reino en la presente relación del reino que viene. Los milagros son más bien
señales del reino, finalmente plantadas junto ese camino cristológicamente
reabierto que nos conduce a la renovación de esa buena tierra donde mora la
perfecta justicia.
GRACIAS POR SU FINA ATENCIÓN.

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