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El documento describe los mecanismos de control de la circulación y la presión arterial a través del sistema nervioso autónomo. La presión arterial es controlada en forma homeostática mediante un sistema de retroalimentación negativa. Los barorreceptores sensibles a la presión arterial envían señales a los centros cardiovasculares del tallo cerebral, que a su vez controlan el corazón y los vasos periféricos a través del sistema nervioso autónomo para mantener la presión arterial constante.
El documento describe los mecanismos de control de la circulación y la presión arterial a través del sistema nervioso autónomo. La presión arterial es controlada en forma homeostática mediante un sistema de retroalimentación negativa. Los barorreceptores sensibles a la presión arterial envían señales a los centros cardiovasculares del tallo cerebral, que a su vez controlan el corazón y los vasos periféricos a través del sistema nervioso autónomo para mantener la presión arterial constante.
El documento describe los mecanismos de control de la circulación y la presión arterial a través del sistema nervioso autónomo. La presión arterial es controlada en forma homeostática mediante un sistema de retroalimentación negativa. Los barorreceptores sensibles a la presión arterial envían señales a los centros cardiovasculares del tallo cerebral, que a su vez controlan el corazón y los vasos periféricos a través del sistema nervioso autónomo para mantener la presión arterial constante.
La circulación a través de cada órgano depende de mecanismos locales y centrales, que modifican la resistencia vascular al flujo de sangre. Los mecanismos homeostáticos deberán mantener la presión arterial sistémica constante. Éste es un sistema de retroalimentación ( feedback ) es negativo. El mecanismo efector es doble, dado que tanto los aumentos en el volumen minuto cardíaco, como en la resistencia periférica, determinan elevación de la presión arterial y viceversa. Las variaciones de la presión arterial actúa sobre barorreceptores localizados en los senos carotídeos y en el cayado de la aorta. Estos impulsos son enviados a los centros cardiovasculares del tallo cerebral. Las señales de error, que corrigen las fluctuaciones de a presión arterial, llegan al corazón y a los vasos periféricos por medio del Sistema Nervioso Autónomo. Control homeostático de la presión arterial El reflejo presoreceptor arterial, también llamado reflejo del seno carotídeo, depresor, baroreceptor o de amortiguación: controla la presión arterial sistémica. El aumento de la presión arterial provoca un estiramiento de los presoreceptores ubicados en las paredes de ciertas arterias, lo cual eleva la frecuencia de descarga en sus nervios aferentes. Estos nervios al actuar sobre los centros cardiovasculares, inhiben la acción del simpático sobre el corazón y la musculatura cardiovascular periférica. Disminuyen la contractibilidad del miocardio y la frecuencia cardíaca, reducen el nivel del tono vasoconstrictor en los vasos. Al aumento de la presión arterial, disminuye la fuerza cardíaca, provoca bradicardia, vasodilitación y venodilatación. El aumento simultáneo en la actividad del parasimpático, cuyos impulsos se transmiten por el nervio vago, contribuyen a reducir la frecuencia cardíaca. El reflejo presorreceptor contrarresta los descensos de la presión arterial, por una disminución concomitante en la frecuencia de impulsos aferentes a los centros cardiovasculares. El tono vagal se reduce, y declina el efecto inhibidor sobre el simpático, por lo tanto, se intensifica la actividad cardíaca y aumenta la vasoconstricción. Centros de control cardiovascular: Control medular: Su importancia es secundaria, aumenta en casos de depresión circulatoria, como lesiones medulares. Existen neuronas capaces de responder a impulsos presoreceptores, o a un flujo reducido de sangre, acompañado de hipoxia, descargando impulsos a lo largo de fibras vasoconstrictoras. La excitación de receptores cutáneos,( frío o estímulos dolorosos ) producen vasoconstricción segmentaria. Control Bulbar Ciertas neuronas bulbares son responsables de la integración de impulsos aferentes y de la descarga de impulsos eferentes para el control homeostático de la presión arterial. Existen centros vasoconstrictores en el bulbo que determinan el tono vasoconstrictor basal. Las neuronas vasoconstrictoras tienen la capacidad de descargar impulsos incluso en ausencia de estímulos aferentes. Hay una descarga contínua que es modificada por impulsos procedentes del área depresora de los quimiorreceptores y de los centros superiores. Los centros cardioinhibidores están en zonas depresoras asociadas al núcleo del nervio vago. Control hipotalámico: Es un centro de control general del SNA. Integra los procesos de redistribución del flujo sanguíneo para el control de la temperatura corporal. Determina la activación del sistema simpático: cambios en la presión arterial, actividad cardíaca y tono vascular periférico. Control por la corteza cerebral: Los impulsos vasodilatadores del simpático, dirigidos al músculo esquelético se originan en la corteza, pasan luego por el hipotálamo y bulbo; éstas estructuras pueden modificar las características de la descarga eferente: por ej: durante el ejercicio. Receptores cardiovasculares y control reflejo del sistema cardiovascular Las terminaciones nerviosas sensitivas que responden al estiramiento de las paredes arteriales a través del reflejo presoreceptor controlan la presión arterial. Quimiorreceptores: son terminaciones nerviosas especializadas que se encuentran en los cuerpos carotídeos y aórticos, cerca del seno carotídeo y del cayado de la aorta. Su estimulación aumenta la presión arterial y la ventilación pulmonar, por la vasoconstricción periférica. La excitación del cuerpo carotídeo produce bradicardia, y la del cuerpo aórtico, taquicardia. Son sensibles a la hipoxia, hipercapnea, y acidosis. En la actividad normal su acción es mínima. La oclusión de la carótida por debajo de los presoreceptores y quimiorreceptores originan el reflejo seno carotídeo, asegurando el flujo de sangre oxigenada para las estructuras del SNC. Control nervioso del volumen minuto cardíaco Los factores responsables del volúmen minuto cardíaco son: La frecuencia cardíaca: depende del equilibrio entre los efectos inhibidores de acetilcolina por el vago, y los efectos excitadores de la noradrenalina librada por las terminaciones del simpático. Contractibilidad miocárdica es escasa su influencia Distensibilidad cardíaca La presión de llenado del corazón depende de los factores que actúan sobre el retorno venoso y el nivel de presión intratorácica. Control por la médula suprarrenal: Las catecolaminas liberadas por la médula suprarrenal, proporcionan ayuda para la inervación autónoma del corazón. Incrementan el volumen minuto cardíaco aumentando la fuerza cardíaca y la frecuencia cardíaca. Control nervioso del flujo sanguíneo tisular: El flujo tisular de sangre depende del gradiente de presión a través del tejido, de la viscosidad de la sangre, y de la longitud de los vasos que oponen resistencia. La circulación de un tejido está regulada por, la tensión de O2, metabolitos, reflejos intrínsecos y autorregulación, y por las influencias centrales del SN. Fibras vasoconstrictoras del simpático: Al estimularse las fibras constrictoras del simpático y provocar la contracción del músculo liso arteriolar, se reduce el flujo de sangre en los tejidos. Su función es proporcionar una vía de inervación vascular para controlar la presión arterial sistémica ( arteriolas, capilares, vénulas y venas ). Control por la médula suprarrenal: La liberación de catelominas en la circulación ( adrenalina y noradrenalina ), a través de la estimulación de la médula suprarrenal por fibras preganglionares colinérgicas del simpático, puede suplementar al control nervioso directo del músculo liso vascular. Acción vasodilatora del parasimpático: A la activación de ciertas glándulas exócrinas ( salivales, sudoríparas ), mediante una descarga del parasimpático, le sigue un aumento en el flujo de la sangre, a través de la bradiquinina, que es un vasodilatador. Tanto el simpático como el parasimpáticos son vasodilatadores sobre los genitales externos.