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PRINCIPIOS

CONSTITUCIONALES
• Los principios fundamentales del Estado son una pauta de interpretación ineludible
por la simple razón de que son parte de la Constitución misma y están dotados de
toda la fuerza normativa que les otorga el artículo cuarto del texto fundamental

• Se entiende por principios constitucionales o fundamentales, aquellas


prescripciones que contienen directrices generales que delimitan el alcance
axiológico y político de un determinado orden jurídico; son verdaderas normas
jurídicas y forman parte integral del ordenamiento jurídico constitucional y como
tal tienen el alcance de “asegurar la permanencia y obligatoriedad del contenido
material de la constitución”.(Corte Constitucional, Sentencia C- 574 de 1992, M.P. Ciro Angarita
Barón).

• Los principios constitucionales son preceptos con valor normativo y fuerza


vinculante, cuya eficacia y aplicabilidad está supeditada a un desarrollo normativo
complementario.
• ATIENZA Y RUIZ MANERO, plantea una clasificación de principios
constitucionales, a saber:
– Principios constitucionales Explícitos: Estos son “los principios formulados expresamente
en el ordenamiento jurídico”, bien sea por haberlo dispuesto así el constituyente o por
remisión expresa que hace la propia Constitución.53Son principios constitucionales
explícitos por ejemplo, el principio de participación (art. 3 C.P.), el principio de buena fe
(art. 83 C.P.), el principio de prevalencia del derecho sustancial sobre el procedimental
(art. 228 de C.P.)
– Principios constitucionales implícitos Estos son “principios extraídos a partir de
enunciados presentes en el ordenamiento jurídico (por ejemplo, el principio de que las
normas han de interpretarse como si las hubiera dictado un legislador racional)”. En
otras palabras, se trata de normas de mandato que se derivan directamente de
enunciados contenidos en la Constitución y aún, del propio constitucionalismo
occidental, en una tarea que desarrollan los tribunales constitucionales. De esta clase
sería por ejemplo, el principio de proporcionalidad, que aunque no aparece como
principio explícito en la Constitución Política, es la norma aplicable en los casos de
evaluación constitucional de las intervenciones del legislador sobre los derechos
fundamentales
1- EL PRINCIPIO DEL ESTADO SOCIAL DE
DERECHO Y LOS PRINCIPIOS QUE LO INTEGRAN
• El artículo 1 de la Carta señala la configuración constitucional del Estado
colombiano. Su verbo rector es el verbo ser y en este sentido señala, que
Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria,
descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y
pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de
las personas que la integran y en la prevalencia del interés general.
• La parte final del artículo establece cuatro principios fundantes del
Estado social de derecho:
– los de dignidad humana, trabajo, solidaridad y interés general.
Como bien señala la Corte Constitucional al referirse a la disposición,
“cada una de las palabras del artículo posee una enorme carga
semántica, la cual a través de la historia del constitucionalismo
occidental se ha ido decantando en una serie de nociones básicas que
delimitan su alcance y lo hacen coherente y razonable”
¿QUÉ ES EL ESTADO SOCIAL DE DERECHOS?
• Siguiendo el influjo de las constituciones alemana y española, la Carta de 1991
estableció el principio fundante del Estado social de derecho, que vino a desplazar la
condición del Estado de derecho. Al explicar la Corte el tránsito que acontecía de uno a
otro, señaló que “El Estado Social de Derecho, a diferencia del Estado liberal clásico, no
se limita a reconocer derechos a los individuos, sino que además funda su legitimidad,
en la eficacia, en la protección y otorgamiento efectivo de los mismos”, agregando que
en el Estado liberal, los derechos son simples facultades a favor de los individuos,
mientras que en el Estado social de derecho, son “beneficios que de manera
imperativa deben ser otorgados a sus titulares”
• Experiencias como las de la Constitución de Weimar de 1919, o la expedición de la
Constitución de México de 1917, suelen ser colocadas como los antecedentes de la
configuración del Estado social de derecho, acontecida en términos reales, en la
segunda posguerra, con la expedición de las nuevas constituciones políticas de los
estados europeos, todo ello en el intento de articulación de un nuevo modelo de
organización política y estatal, en la que convergieron ideas socialistas, la tradición
liberal y la doctrina social del cristianismo.
• Al referirse al concepto y contenido del Estado social de derecho dado en el
sistema alemán, recepcionado en la Constitución española, Luciano Parejo
señala que aquel es un “Estado construido sobre un principio estructural
complejo, por ser principio de principios, cuya esencia radica en que su
contenido y alcance deriva de la recíproca interacción de los valores de la
democracia, lo social y la idea del Estado de derecho en sentido material”,
para afirmar luego, la existencia de tres dimensiones del principio:
– La dimensión de la vinculación social del Estado, que implica la obligación de los
poderes públicos, de velar por la previsión, distribución e igualación de los bienes
materiales y de cultura.
– La dimensión de la referencia social de los derechos fundamentales, que impone la
obligación de interpretar estos derechos, desde el principio de garantía de la
libertad.
– La dimensión de la obligación del Estado de articular la sociedad desde bases
democráticas.
• la Corte Constitucional formuló los contenidos del Estado Social de
Derecho de una manera un tanto esquemática, como aconteció en la
conocida sentencia T-406 de 1992, en la que fueron afirmadas dos
dimensiones:

– a) Una dimensión cuantitativa, reflejada según la Corte en el Estado bienestar,


que permite definirlo como “el Estado que garantiza estándares mínimos de
salario, alimentación, salud, habitación, educación, asegurados para todos los
ciudadanos bajo la idea de derecho y no simplemente de caridad”.
– b) Una dimensión cualitativa, encarnada según la Corte en el Estado
constitucional democrático, que se manifiesta institucionalmente a través de la
creación de mecanismos de democracia participativa, de control político y
jurídico en el ejercicio del poder y sobre todo, a través de la consagración de
un catálogo de principios y de derechos fundamentales que inspiran toda la
interpretación y el funcionamiento de la organización política
• Ahora bien, la característica señalada por Luciano Parejo alrededor del
Estado social de derecho, como el de ser “principio de principios”, es
predicable en el sistema colombiano, en el que este tipo de Estado
aparece vinculado en la enunciación del artículo 1, con los principios

1.de dignidad humana,


2.trabajo,
3.solidaridad y
4.el interés general,
DIGNIDAD HUMANA
• Si bien la Corte ha insistido reiteradamente que ningún derecho es absoluto en
Colombia, sino que estos deben ser ponderados entre sí, según el caso concreto,
afirma doctrinaria y jurisprudencialmente, que el principio y derecho
fundamental de dignidad es superior a todos los demás y que tiene
características de absoluto, hasta el punto de ser presentado como el
fundamento de los demás principios y derechos fundamentales.
• El tratamiento jurisprudencia dado por la Corte a este principio, fue
condensado en la clásica Sentencia T-881 de 2002, en la que además de verterse
los contendidos del principio, la Corte reconstruyó las líneas jurisprudenciales.
1. dignidad desde el punto de vista del objeto de protección y
2. dignidad desde el punto de vista de la función de dicho enunciado
normativo
LA DIGNIDAD COMO LA DIGNIDAD COMO LA DIGNIDAD COMO
EJERCICIO DE LA CONDICIONES INTANGIBILIDAD DE LA
AUTONOMÍA PERSONAL MATERIALES DE INTEGRIDAD FÍSICA Y
EXISTENCIA MORAL

patente en el diseño Que la Corte entiende Que la Corte


del propio plan de vida, como “vivir bien”, línea entiende como
que la Corte ha entendido esta que ha permitido “vivir sin humillaciones”,
como “vivir como quiera” indicar niveles de que ha permitido impedir
y que se ha traducido en bienestar en las cárceles, penas
protecciones concretas, la protección por tutela irredimibles sobre los
como la de la de los derechos a la inimputables, así como
despenalización del salud y la integridad castigos infamantes a
DIGNIDAD DESDE consumo de sustancias personal, la preservación menores
EL OBJETO DE sicoactivas, la decisión del mínimo vital, la de edad, limitar la
sobre protección a las servidumbre en las
PROTECCIÓN las preferencias sexuales peticiones de relaciones laborales y
que se quieran, el reconocimiento de proteger a las
derecho a morir pensión de jubilación y personas de la tercera
dignamente, otras similares. edad o a las minorías
el derecho a escoger sexuales
profesión u oficio, etc.
LA DIGNIDAD COMO LA DIGNIDAD COMO LA DIGNIDAD COMO
VALOR PRINCIPIO DERECHO FUNDAMENTAL
CONSTITUCIONAL, AUTÓNOMO
entendido al modo de principio como deber positivo del Estado, que la Corte ha traducido en las
fundante del ordenamiento como mandato de optimización. En protecciones concretas a la igualdad
constitucional. En esta perspectiva, la esta dimensión, la Dignidad en el trato y el trato digno, a la
dignidad es presentada como la base identidad sexual, a la totalidad de los
axiológica o de fundamentación de “se constituye como un mandato derechos de los niños por su
todos los demás derechos. Desde allí, constitucional, un deber positivo, o condición, así como a los casos de
se irradia la protección de la honra, un principio de acción, según el derechos de la tercera edad,
el buen nombre, la integridad cual todas las autoridades del especialmente la pensión
personal, el mínimo vital, etc Estado sin excepción, deben, en la
medida de sus posibilidades jurídicas
y materiales, realizar todas las
conductas relacionadas con sus
LA DIGNIDAD DESDE funciones constitucionales y legales,
LA FUNCIÓN DEL con el propósito de lograr las
condiciones para el desarrollo
ENUNCIADO efectivo de los ámbitos de protección
de la dignidad humana identificados
NORMATIVO por la Sala: autonomía individual,
condiciones materiales de existencia,
SOBRE DIGNIDAD e integridad física y moral”

Así, se ha ordenado el trato digno de


todo servidor público a las personas;
los límites de acción de la
autoridades en el ejercicio de la
fuerza, especialmente en situaciones
de conflicto; los deberes de respeto
por la integridad y dignidad de los
reclusos y sus visitantes, así como
deberes de abstención respecto del
cuerpo de otros seres humanos.
PRINCIPIO DEL TRABAJO
• Al igual que el principio de dignidad, el de trabajo, es integrante del Estado social de derecho y opera en
distintas secciones de la Carta Política, pero especialmente en el artículo 25, como un derecho
fundamental. Aunque previsto como derecho fundamental, el artículo 25 no figura dentro de los
derechos que son objeto de protección inmediata enumerados en el artículo 85 de la Constitución.
• La Corte ha entendido que “El derecho al trabajo no consiste en la pretensión incondicional de ejercer
un oficio o cargo específico, en un lugar determinado por el arbitrio absoluto del sujeto, sino en la
facultad in genere de desarrollar una labor remunerada en un espacio y tiempo indeterminados.
• El principio de trabajo, como fundamento del Estado social de derecho, se despliega desde el conjunto
de principios enunciados en el citado artículo, como son los de igualdad, remuneración mínima, vital y
móvil en proporción al trabajo, estabilidad, irrenunciabilidad a las garantías mínimas, favorabilidad,
primacía de la realidad sobre las formas, garantía a la seguridad social y protección especial a la
mujer, a la maternidad y al menor de edad trabajador. No obstante, entre todos ellos, es el principio del
mínimo vital el de mayor desarrollo, por su vinculación con el principio de dignidad, siendo recurrente su
actuación como garantía en el pago del salario, el pago de las pensiones y sus reajuste, en las
protecciones a sujetos en condiciones de indefensión (mujeres, familia, niños, tercera edad,
desplazados),
PRINCIPIO DE SOLIDADRIDAD
• EL principio solidaridad se encuentra también enunciado en diversas secciones
de la Carta, bien en calidad de principio o de valor constitucional. El Preámbulo la
sugiere al enunciar a la convivencia como uno de los fines del ordenamiento, para
ser luego explicitada como un principio fundamental del Estado social de derecho
en el artículo 1. Adicionalmente se la prevé como uno de los principios rectores del
derecho a la seguridad social (art. 48 C.P.) y como un deber constitucional en el
numeral 2 del artículo 95, donde se indica que es deber de la persona y del
ciudadano, “2. Obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con
acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de
las personas”

• En desarrollo de la Constitución, la Corte ha planteado a la solidaridad, en relación


con el Estado social de derecho, como un principio y como un deber.
COMO UN DEBER DE COMO DEBER DE
SOLIDARIDAD DEL ESTADO SOLIDARIDAD DE LOS
PARTICULARES
que lo obliga a
garantizar unas
SOLIDARIDAD COMO condiciones mínimas
de vida digna a todas en tanto vinculación del
DEBER las personas, propio esfuerzo en
especialmente de apoyo de los otros,
aquellas que se desde la ley
encuentran en
condiciones de
inferioridad

como criterio de
interpretación de
como como pauta de las acciones u
SOLIDARIDAD fundamento de
comportamiento
omisiones de los
COMO VALOR la organización
de las personas
particulares que
política vulneran los
derechos
fundamentales
PRINCIPIO DE PREVALENCIA DEL INTERES
GENERAL
• El interés general es un concepto vago e indeterminado que requiere de una
determinación concreta, probada y razonable (...) se opone al interés particular,
salvo cuando este último está protegido por un derecho fundamental”.
• Esto significa que el contenido del principio del interés general, no se encuentra en
los intereses de las mayorías, como equivocadamente se tiende a pensar, ya que los
derechos fundamentales, son precisamente limitaciones a los intereses de las
mayorías, cartas de triunfo sobre estas, que no por ser los del mayor número,
profieren enunciados correctos, tal y como se desprende de las prácticas del
fascismo, de las dictaduras latinoamericanas o de autoritarismos presidenciales, que
en su momento han contado con la favorabilidad de los ciudadanos, pues ha de
entenderse que el respeto de los derechos constitucionales es un componente
fundamental del interés general.
• En este sentido, el contenido concreto del interés general, es el interés por los
derechos fundamentales, compartido por consenso por la comunidad de los seres
humanos, no el simple interés del Presidente de la República, de un sector de la
población o de la mayoría de los ciudadanos
2-EL PRINCIPIO DE EFECTIVIDAD
• El Artículo 2 de la Constitución Estructuralmente está constituida por dos
enunciados. El inciso primero contiene cuatro “fines esenciales del estado”:
servir a la comunidad, buscar la prosperidad y garantizar la efectividad de
los principios, deberes y derechos contenidos en la Constitución; facilitar la
participación en todos los niveles; defender la independencia nacional; y
asegurar la convivencia pacífica y un orden justo.
• La Corte Constitucional, al examinar la constitucionalidad del título de la
“Ley María” (Ley 755 de 2002), afirmó que el principio de efectividad
“refleja una transformación radical en nuestro constitucionalismo en dos
materias atinentes a la relación entre el Estado y los habitantes del
territorio”: En primer lugar, que el Estado está al servicio de la comunidad
y no las personas al servicio del Estado, labor que se desarrolla
promocionando y defendiendo los derechos y en segundo lugar, que se
supera la idea de que los derechos son declaraciones o ideales, para ser
garantías efectivas, mandatos a ser cumplidos.
• Dentro de esta última línea de comprensión, han sido articuladas diversas líneas
jurisprudenciales, alrededor de la tesis de la efectividad material del contenido de los
derechos dispuestos en la Constitución:
– a) La línea jurisprudencial articulada alrededor de la tesis de que el Estado
constitucional de derecho es un Estado de justicia, y que esta no se agota en la
reparación patrimonial a las víctimas, sino que por principio de efectividad, debe
buscarse y lograrse la reparación integral, teniendo sus desarrollos más recientes, en la
defensa de los derechos a la justicia, a la verdad y a la reparación integral.
– b) La línea jurisprudencial construida alrededor de la tesis de la comprensión de la
Constitución como un texto vivo, la que en el plano hermenéutico señala que “La
interpretación de la Constitución ha de ser vivificante para que sus mandatos
efectivamente se cumplan y para que su significado corresponda las realidades
nacionales
– c) La línea jurisprudencial dispuesta desde la comprensión de la Constitución como un
texto que contiene jerarquías interpretativas a ser realizadas, en la idea que la Carta
Política “no es sólo una norma de suprema jerarquía, sino además un orden de valores
que pretende ser realizado”, que Se desarrolla en la labor de órganos y de jueces,
quienes deben buscar “hacer realidad los principios, derechos y deberes
constitucionales, así como el orden de los valores que la Constitución aspira instaurar”.
3-EL PRINCIPIO DE PARTICIPACIÓN O
PRINCIPIO DEMOCRÁTICO
• El artículo 3 de la Constitución establece el principio de participación y más
precisamente, el principio democrático, bajo la enunciación de dos clases de
democracia, la democracia directa o participativa y la democracia indirecta o
representativa. Acerca del contenido y alcance de dicho principio, la Corte precisó en
el año 1994, al hacer el examen de constitucionalidad de la Ley Estatutaria sobre
partidos y movimientos políticos (que luego sería la Ley 130 de 1994), el contenido del
principio democrático y a la vez fijó su campo de acción, dentro de una doctrina que
es mantenida a la fecha. Acerca de su contenido precisó:
• el principio democrático que la Carta prohija es a la vez universal y expansivo. Se dice
que es universal en la medida en que compromete variados escenarios, procesos y
lugares tanto públicos como privados y también porque la noción de política que lo
sustenta se nutre de todo lo que vitalmente pueda interesar a la persona, a la
comunidad y al Estado y sea por tanto susceptible de afectar la distribución, control y
asignación del poder social. El principio democrático es expansivo pues su dinámica
lejos de ignorar el conflicto social, lo encauza a partir del respeto y constante
reivindicación de un mínimo de democracia política y social que, de conformidad
con su ideario, ha de ampliarse progresivamente.
4-EL PRINCIPIO DE SUPREMACÍA
CONSTITUCIONAL.
• El Artículo 4 de la Constitución Esta es la norma más importante de
la Constitución colombiana. El artículo 4 es la condición de posibilidad de
aplicación normativa de toda la Constitución, del ejercicio del control
constitucional, de la concreción del Estado social de derecho y de la vigencia del
Estado constitucional democrático, es decir, del hecho de ser realmente regido
por una Constitución. Adicionalmente, el artículo 4 dispone afirmar a las normas
constitucionales como las supremas del ordenamiento, desde las que se derivan
la validez, la vigencia y la exigibilidad de los demás componentes del sistema
normativo, con la exclusión de todas aquellas que se opongan a los mandatos
constitucionales, tal y como quedó claro desde la famosa sentencia del 24 de
febrero de 1803, de la Corte Suprema Americana, siendo el chief justice el juez
Marshall, donde se estableció:
• No es tampoco inútil observar que, al declarar cual será la ley suprema del país,
se menciona a la constitución en sí misma en primer lugar; y no todas las leyes
de los Estados Unidos tienen esa cualidad, sino sólo aquellas que se hagan de
conformidad con la Constitución.
5- EL PRINCIPIO DE PRIMACÍA DE
LOS DERECHOS HUMANOS.
• El artículo 5 de la Carta establece una sencilla fórmula de acuerdo con la cual, “El Estado
reconoce, sin discriminación alguna, la primacía de los derechos inalienables de la persona
humana”, a la vez que ampara a la familia,
• En estricto sentido, lo que establece la norma es una primacía, la de los derechos inalienables
de la persona humana, es decir, la de los derechos humanos sobre cualquier otra clase de
derechos, incluso, sobre los mandatos del propio Estado, en la medida en que por ser
principios, son objeto de ponderación con estos últimos. Dentro de las características que
habitualmente son atribuidas a los derechos humanos, están: la universalidad, en cuanto a la
titularidad y al destinatario de tales derechos; la absolutéz, en tanto que son derechos prima
facie, es decir, que son requerimientos morales individuales que deben ser atenidos con
prioridad, en principio, sobre otra clase de derechos; y la inalienabilidad, en el sentido
que “los derechos humanos son tan importantes que sus titulares no pueden renunciar a
ellos, que los derechos humanos no están a la libre disposición de sus titulares”
6- PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD,
• El artículo 6 establece el principio de responsabilidad, en una doble
modalidad, como responsabilidad simple y como responsabilidad
calificada. La primera es predicable de los particulares, quienes incurren
en ella, por infringir la Constitución y las leyes; mientras que la segunda se
refiere a los servidores públicos, pues deben responder además, por la
omisión o la extralimitación en el ejercicio de sus funciones.
• El fundamento de la responsabilidad en uno y otro caso, es la agencia
moral. Si no hay agencia moral, no es posible exigir responsabilidad. La
agencia moral implica que los seres humanos somos concebidos como
sujetos que actuamos y decidimos de acuerdo con alguna noción de
justicia, lo que a su vez hace que podamos tomar decisiones acerca de
nuestras vidas. Así y en virtud del principio de autonomía, tenemos la
capacidad de elegir, siendo esa capacidad de elección, el fundamento de
nuestra libertad.
7- EL PRINCIPIO DE PLURALIDAD O
DE DIVERSIDAD ÉTNICA Y CULTURAL.
• El artículo 7 de la Constitución establece el principio de pluralidad, allí
consignado como de diversidad étnica y cultural. Al señalarse las
características generales de la Constitución de 1991, se la indicaba desde
sus primeras normas como democrática, participativa y pluralista,
entendiendo con las tesis del liberalismo político, que es una sociedad
plural aquella en la que puedan convivir en planos de tolerancia, las
distintas versiones acerca de la vida y del mundo y donde puedan
articularse los distintos planes de vida en convivencia mutua.
• El punto de partida del artículo 7 está en el hecho de la diferencia: el
Estado colombiano es multiétnico y multicultural, en la medida en que su
composición convoca a personas de distintas razas, de distintas creencias
y con diferentes visiones del mundo.
OTRAS NORMAS DEL TÍTULO I DE LA
CONSTITUCIÓN
Los anteriores pues, los principios explícitos contenidos en el Título I de la
Constitución Política. El análisis de las normas abarcó tan solo las normas
que fueron del artículo 1 al artículo 7 en la medida en que los artículos 8, 9
y 10 no contienen propiamente principios constitucionales. El artículo 8
establece simplemente un deber constitucional, el de proteger las riquezas
culturales y naturales de la Nación, mientras que el artículo 9 contiene un
enunciado referido a las relaciones internacionales del Estado colombiano,
las que han de estar fundadas en el respeto por el principio de
autodeterminación de los pueblos y el reconocimiento de los principios del
derecho internacional, en la remisión de una cláusula que algunos han
entendido como componente del bloque de constitucionalidad, hacia los
principios del derecho internacional. Finalmente la norma del artículo 10,
resulta ser un desarrollo del derecho a la integridad cultural.
FIN DEL ESTADO COLOMBIANO
• Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad
general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes
consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones
que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la
Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y
asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.

• Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las


personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás
derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del
Estado y de los particulares

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