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VALORES CONSTITUCIONALES

1. Qué es un preámbulo y cuáles son los valores constitucionales previstos en la


Carta Política de 1991

Es una especie de prefacio, aquello que se dice antes de dar principio a los que se trata de
narrar, probar, mandar, pedir.

Desde el punto de vista constitucional es un texto colocado antes del articulado de las
constituciones, construido al modo de proposiciones, cuyo contenido es variable. Es una
parte introductoria, que tiene como función anunciar, justificar y explicar lo esencial de la
Constitución. Contiene la enunciación de principios, fines y valores que han sido
privilegiados por el constituyente y que son las pautas interpretativas del texto
constitucional.

Se pasa del texto teocrático y simplemente enunciativo de la Constitución de 1886, a otro de


contenido laico y normativo.

Inicia con “el pueblo de Colombia, en ejercicio de su poder soberano” – desarraiga el poder terrenal
de Dios, para depositarlo en los hombres. Pese a que refiere Dios, hace referencia a cualquier
dios, en atención al derecho fundamental de libertad religiosa y de cultos.

Aparecen como fines: fortalecer la unidad de la Nación y asegurar la vida, convivencia,


trabajo, justicia, igualdad, conocimiento, libertad y paz.

Valores como la vida, el trabajo, la igualdad, la libertad, la participación, la convivencia, la


justicia y la paz.

La Corte Constitucional ha determinado que el preámbulo goza de poder vinculante, en


cuanto sustento del orden que la Carta instaura, y, por tanto, toda norma que desconozca o
quebrante cualquiera de los fines, lesiona la constitución porque traiciona sus principios.

Valores

"Los valores representan el catálogo axiológico a partir del cual se deriva el sentido y la
finalidad de las demás normas del ordenamiento jurídico, pueden tener consagración
explícita o no; lo importante es que sobre ellos se construya el fundamento y la finalidad de
la organización política" (Sentencia T-406 de 1992. M.P. Dr. Ciro A. Barón).

Además de los previstos en el preámbulo de la Constitución de 1991, son valores los


consagrados en el inciso primero del artículo 2 de la Constitución en referencia a los fines
del Estado: el servicio a la comunidad, la prosperidad general, la efectividad de los
principios, derechos y deberes, la participación, etc.

Su condición de valores fundantes les otorga una enorme generalidad y, en consecuencia,


una textura interpretativa abierta, dentro de la cual caben varias fijaciones del sentido.
Corresponde al legislador, de manera prioritaria, la tarea de establecer la delimitación de
dichos valores a través de leyes. (Sentencia T-406 de 1992).

Para la Corte, con el establecimiento de valores constitucionales no se pretende enunciar


simplemente deseos de carácter simbólico o la manifestación de un deseo, sino más bien,
proclamar finalidades o propósitos que estructuran las relaciones entre quienes gobiernan
y quienes son gobernados y que "irradian todo el tramado institucional”.

GRUPOS DE VALORES:

1. Preámbulo de la Constitución – referidos al aseguramiento a los integrantes de la


nación de:

- La vida

- La convivencia

- El trabajo

- La justicia

- La igualdad

- El conocimiento

- La libertad

- La paz

- Orden político, económico y social justo.

2. Inciso primero del artículo 2 de la Constitución – fines del Estado:

- Servicio a la comunidad
- Prosperidad general
- Efectividad de los principios, derechos y deberes
- Participación
- Defender la independencia nacional
- Mantener la integridad territorial
- Convivencia pacífica
- Orden justo.

Estos últimos, si bien han sido considerados por la Corte como valores, se concretan más a
manera de principios.
PRINCIPIOS

Los principios Constitucionales consagran prescripciones jurídicas generales que suponen


una delimitación política y axiológica reconocida y, en consecuencia, restringen el espacio
de interpretación, lo cual hace de ellos normas de aplicación inmediata, tanto por el
legislador como por el juez constitucional.

Son principios constitucionales, entre otros, los consagrados en los artículos primero y
tercero: el Estado social de derecho, la forma de organización política y territorial, la
democracia participativa y pluralista, el respeto de la dignidad humana, el trabajo, la
solidaridad, la prevalencia del interés general (artículo 1); la soberanía popular y la
supremacía de la Constitución (artículo 2). Ellos se refieren a la naturaleza política y
organizativa del Estado y de las relaciones entre los gobernantes y los gobernados.

Los principios fundamentales del Estado son una pauta de interpretación ineludible por la
simple razón de que son parte de la Constitución misma y están dotados de toda la fuerza
normativa que les otorga el artículo cuarto del texto fundamental. Sin embargo, no siempre
son suficientes por sí solos para determinar la solución necesaria en un caso concreto.

No obstante el hecho de poseer valor normativo, siguen teniendo un carácter general y por
lo tanto una textura abierta, lo cual, en ocasiones, limita la eficacia directa de los mismos.

La Constitución señala fundamentalmente, aunque no de forma exclusiva, en diez de sus


artículos, de manera positiva, expresa, taxativa, el decálogo de mandatos.

Artículo 1 al 10. Los que están en este título son el recinto sagrado de los principios –
encierran los más definitorios del sistema político

Art. 1. Colombia es un Estado social de derecho (...) con autonomía de sus entidades
territoriales, democrática, participativa y pluralista. Fundada en: respeto por la dignidad
humana, el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y la prevalencia del
interés general.

República unitaria: Estado en el que el poder político recae en el gobierno central. Artículo
115 constitucional, señala es Gobierno.

1. ESTADO SOCIAL DE DERECHO COMO PILAR FUNDAMENTAL

La Corte Constitucional ha dicho que esa palabra “social” no es una “muletilla retórica” que
le da elegancia al texto constitucional, sino que se refiere a transformaciones institucionales:
a. ampliación de los derechos y su garantía. B. Estado constitucional de derecho.

En la sentencia T-622 de 2016 (Sentencia que consideró el río atrato como entidad sujeto de
derechos), la Corte dijo que el Estado Social de Derecho busca realizar la justicia social y la
dignidad humana mediante la sujeción de las autoridades a los principios, derechos y
deberes sociales de orden constitucional.
En esa misma sentencia, la Corte precisó las obligaciones constitucionales del Estado Social
de Derecho:

1. Compromiso por la defensa de los principios y derechos fundamentales y


acatamiento de los principios rectores de la actividad estatal.
2. Promover la igualdad real y efectiva mediante adopción de medidas en favor de
grupos marginados o discriminados – Cláusula de erradicación de injusticias.
3. Protección especial a las personas que por su condición económica, social, física o
mental se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta
4. Necesidad de adoptar medidas legislativas para construir un orden político,
económico y social justo.
5. Garantía de derechos para disfrute de condiciones básicas o mejorar la calidad de
vida de forma digna.
6. Promoción y defensa del pluralismo y la diversidad étnica y cultural de la nación.
7. Respeto de los principios fundantes de la solidaridad y dignidad humana
8. Interés superior en la protección del medio ambiente – Constitución ecológica
9. Prevalencia del interés general

Principios que fundamentan el Estado de Derecho colombiano y que revisten especial


importancia:

a. Justicia en sentido material y no sólo formal – compromiso del Estado e instituciones


con la protección de los derechos de todos y trato favorable mediante acciones
afirmativas y recursos para quienes se encuentren en situación de discriminación.
b. Justicia social y distributiva. Crear condiciones para que las personas puedan llevar
una vida digna. Autoridades deben asumir un rol activo y comprometerse de forma
permanente con la promoción de la justicia social y con la creación de condiciones
generales de equidad. En relación con la justicia distributiva – obligación de
intervenir la economía para garantizar igualdad de oportunidades, prosperidad
general, efectividad de los derechos, deberes, valores y principios constitucionales.
c. Autonomía de las entidades territoriales: son fundamentales para el logro de la plena
efectividad de los derechos humanos. Art. 288 – Concurrencia, coordinación y
subsidiariedad.

AUTONOMÍA DE LAS ENTIDADES TERRITORIALES

Gestionar sus propios intereses. No es absoluto. La autonomía de las entidades territoriales


es, a la vez, un principio constitucional y un derecho de estas colectividades. Como derecho,
implica que los elementos de su contenido deben encontrarse efectivamente a disposición
de la correspondiente colectividad, por lo que, no pueden ser proclamas meramente
formales o nominales, sino debe tratarse de derechos o potestades de ejercicio efectivo. En
este sentido, la sentencia C-720 de 1999 advirtió que “no puede la ley, so pretexto de diseñar
el régimen de ordenamiento territorial, establecer normas que limiten a tal punto la
autonomía de las entidades territoriales que sólo desde una perspectiva formal o meramente
nominal, pueda afirmarse que tienen capacidad para la gestión de sus propios intereses”.
Conlleva el derecho a definir la administración y disposición de sus recursos. La concreción
de su ejercicio implica el desarrollo de las previsiones contenidas en la ley, que deban ser
reglamentadas por medio de actos administrativos de las corporaciones de elección popular
de dichas entidades; actividad para la cual las autoridades locales encuentran su límite
propio en lo dispuesto en la constitución y la ley; por lo que debe entenderse que la
autonomía que les garantiza la norma superior, no es absoluta, conforme al principio de
República Unitaria.

DEMOCRACIA PARTICIPATIVA

Otro de los cambios fundamentales que introdujo la Constitución de 1991, se refiere a la


democracia y participación ciudadana. En la carta, se prevé la necesidad de que el Estado y
las autoridades garanticen el derecho de los ciudadanos a conformar, ejercer y controlar
el ejercicio del control político (ART. 40), que supone facilitar la participación de todos
en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural
de la Nación (Art. 2). Este principio inspira la formulación del que está contenido en el
artículo 3°, según el cual, el pueblo ejerce la soberanía directamente o por medio de sus
representantes.

En la sentencia C-585 de 1995, la Corte dijo:

(...) la participación democrática no es sólo un sistema de toma de decisiones, sino que es también "un
modelo de comportamiento social y político, fundamentado en los principios del pluralismo y la
tolerancia. El concepto de democracia participativa no comprende simplemente la
consagración de mecanismos para que los ciudadanos tomen decisiones en referendos,
consultas populares, revocación del mandato de quienes han sido elegidos, sino que implica
adicionalmente que el ciudadano puede participar permanentemente en los procesos
decisorios que incidirán significativamente en el rumbo de su vida”.

Lo que esencialmente busca la democracia participativa es darle efectividad a la


representación que los gobernantes ejercen, en la medida en que se crearon mecanismos
para su control (sentencia T-066 de 2015). Mecanismos de participación ciudadana, en los
que el pueblo puede tomar parte activa y voluntaria en los procesos decisorios públicos.

Ese carácter democrático del orden político, social y jurídico al que obliga la Constitución,
implica:

(i) que el Pueblo es poder supremo o soberano y, en consecuencia, es el origen del


poder público y, por ello, de él se deriva la facultad de constituir, legislar, juzgar,
administrar y controlar.
(ii) Que el Pueblo, a través de sus representantes o directamente, crea el derecho al
que se subordinan los órganos del Estado y los habitantes.
(iii) Que el Pueblo decide la conformación de los órganos mediante los cuales actúa
el poder público, mediante actos electivos.
(iv) Que el Pueblo y las organizaciones a partir de las cuales se articula, intervienen
en el ejercicio y control del poder público, a través de sus representantes o
directamente (Sentencia C-150 de 2015. M.P. Mauricio González C.).
La democracia es la fuente de legitimidad del poder político, por cuanto es la expresión de
la soberanía del pueblo hacia el interior y de la soberanía nacional hacia el exterior. Es el
fundamento de derechos y obligaciones. Es la expresión de la forma cómo el poder debe
operar.

Ese principio de democracia lo encontramos en los siguientes mandatos:

- La soberanía reside exclusivamente en el pueblo del cual emana el poder público,


pudiendo ejercerla de manera directa o por medio de sus representantes (art. 3°);
- Todo ciudadano tiene derecho a participar en la conformación, ejercicio y control del
poder político, pudiendo elegir y ser elegido, tomar parte en elecciones y otras
formas de participación democrática, constituir partidos, movimientos y
agrupaciones políticas, formar parte de ellos y difundir sus ideas y programas (art.
40);
- Formas de participación democrática (arts. 103-106), partidos y movimientos
políticos (arts.107) y estatuto de la oposición (art. 112); conformación de la
organización electoral (art. 120); quienes no podrán ser inscritos como candidatos a
cargos de elección popular, ni designados como servidores públicos (art. 122);
sufragio y elecciones (arts.258-263), autoridades electorales (art. 264-266), entre otras
(Sentencia C-027 de 2018).

Esa democracia participativa es el eje esencial del ejercicio del poder político en Colombia.
Su realización y se justifica en la necesidad de que el pueblo participe en el proceso a través
del cual se forma y expresa la voluntad política. Este principio se concreta entonces, con los
mecanismos de participación ciudadana:

- Iniciativa popular legislativa y normativa


- Referendo
- Revocatoria del mandato
- Plebiscito
- Consulta popular
- Cabildo abierto
- Voto programático

PLURALISMO

El Estado debe proteger los derechos de las diferentes razas, etnias, lenguas, sexos y
creencias, de tal manera que se ofrezcan las condiciones para la tolerancia y convivencia
pacífica (el Preámbulo y en los artículos 1° (democracia participativa y pluralista), 5°
(supremacía de los derechos inalienables de la persona).

Hablar de pluralismo implica reconocer la diversidad étnica y cultural de la nación, la


necesidad de fortalecer esa diversidad en medio de una nación pluriétnica y multicultural.

Conforme al pluralismo, debe existir reconocimiento, aceptación y respeto del carácter


múltiple y diverso que dentro de nuestra sociedad tienen las ideas, las creencias, las
opiniones e ideales de existencia de los demás. Consiste en descubrir y entender la diferencia
y la diversidad. La piedra angular del pluralismo es la tolerancia. Su reconocimiento se
expresa en diversos artículos constitucionales como:

- Art. 7 – Estado reconoce la diversidad étnica y cultural de la Nación


- Art. 10 – Otorga a las lenguas y dialectos de los grupos étnicos el rango de idiomas
oficiales.
- Art. 19, 20, 26, 39 y 68 se reconocen el pluralismo religioso, informativo, profesional,
sindical y educativo.
- Art. 27 – pluralismo en la enseñanza y la cátedra.
- Art. 70 – igualdad y dignidad de todas las culturas que conviven dentro del país.

DIGNIDAD HUMANA

Principio articulador de todo el ordenamiento territorial.

Este es un principio, pero a la vez, un valor superior. Funda el Estado social de derecho y es
un derecho fundamental autónomo.

La dignidad humana es el presupuesto esencial de la consagración y efectividad de todo el


sistema de derechos y garantías contemplado en la Constitución. La dignidad humana, es
un derecho fundamental de eficacia directa. Es el eje fundante del Estado social de derecho.

En virtud de la dignidad, la persona es un ser autónomo e inviolable, que actúa como dueña
de sí misma y no puede ser privada de sus derechos inherentes. Nunca se le puede negar a
una persona su condición de titular de derecho. La persona tiene derechos porque es digna;
es un derecho natural e inherente a la naturaleza del ser humano.

La dignidad humana como entidad normativa se ha presentado de dos maneras:

1. Desde el objeto concreto de protección

Desde el objeto concreto de protección se ha desglosado analíticamente en tres


componentes:

(i) la dignidad humana entendida como autonomía o como posibilidad de diseñar


un plan de vida y de autodeterminarse de acuerdo con las preferencias propias,
esto es, vivir como se quiera o se escoja;
(ii) la dignidad humana entendida como ciertas condiciones materiales concretas de
existencia, es decir, vivir bien o en condiciones de bienestar; y
(iii) la dignidad humana entendida como intangibilidad de los bienes no
patrimoniales, como la integridad física, moral, espiritual, lo que significa vivir
libre de cualquier clase de vejaciones. (Sentencia T-622 de 2016. M.P. Jorge I.
Palacio P.)

2. Desde su funcionalidad normativa.


Desde el aspecto funcional, la dignidad humana es entendida desde tres perspectivas:

1. Como principio fundante del ordenamiento jurídico y por tanto del Estado
2. La dignidad como valor y como principio constitucional. Y
3. Como derecho fundamental autónomo" (Sentencia T-881 de 2002. M.P. Eduardo
Montealegre L.).

Sobre el particular, la Corte ha establecido que, si bien el legislador tiene la potestad


de definir derechos fundamentales y sus contenidos esenciales, en virtud del
principio democrático, la Corte ha fijado unos criterios para establecer cuándo existe
un derecho fundamental:

a. Conexión con un principio (Ejemplo Salud)


b. Eficacia – posibilidad de su efectividad a partir del texto constitucional sin
intermediación legal
c. Existencia, en el derecho, de un contenido esencial, independiente de las
mayorías políticas.

Esta triple función de la dignidad humana representa su importancia en los diferentes


planos de aplicación de los derechos fundamentales y establece su relevancia fundamental
en la interpretación y garantía real de los derechos humanos.

TRABAJO

El trabajo no se considera acá como un simple factor del proceso de producción, junto a la
tierra y el capital, sino que, desde el punto de vista del constituyente es una realidad
subjetiva y objetiva que refleja la dignidad de la persona humana. Este goza de la especial
protección del Estado.

SOLIDARIDAD

Tiene connotación de principio, es valor y además la Corte ha dicho que es un deber. Impone
la obligación al Estado y a la sociedad por el solo hecho de pertenecer al conglomerado
social. Consiste en la vinculación del propio esfuerzo y actividad en beneficio o apoyo de
otros asociados o en interés colectivo.

Se refiere a las relaciones recíprocas entre la sociedad y sus miembros. Se puede definir
como la virtud social que mueve a la adopción de un comportamiento fraterno respecto de
las otras personas.

PREVALENCIA DEL INTERÉS GENERAL

Consecución de intereses comunes, a menos que un interés particular esté amparado por un
derecho fundamental. El interés general es la conveniencia de la sociedad. El interés general
abarca el concepto de bienestar general. El Estado debe priorizar la financiación de políticas,
planes y proyectos tendientes a satisfacer necesidades en servicios públicos. Art. 366 de la
Constitución. Obliga al Estado a buscar que todos los ciudadanos gocen de condiciones
materiales y espirituales que hagan que su vida sea digna. El interés y bien general y
común prevalece sobre el particular.

Art. 2. Fines de las autoridades de la República: proteger a todas las personas residentes en
Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias y demás derechos y libertades; asegurar el
cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.
Fin social: servir a la comunidad y promover la prosperidad general
Fin protector y solidario: garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes
Fin democrático e integrador: facilitar la participación de todos en las decisiones que los
afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación.
Fin seguritario: defender la independencia nacional y mantener la integridad territorial
Fin ético: asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.

Art. 3. PRINCIPIO DE SOBERANÍA POPULAR

La soberanía reside exclusivamente en el pueblo – hace significar que es este la fuente de


una potestad de gobierno indivisible, perpetua, caracterizada por ser exclusiva, autónoma
y plena. Es el pueblo la máxima autoridad de la sociedad. El Estado es sujeto de una
capacidad suprema de denominación basada en la libre voluntad del pueblo.

La Constitución distingue entre soberanía y poder público. La primera es la raíz o


fundamento del segundo.

Las consecuencias del principio de soberanía popular son:

a. Que los miembros de los cuerpos colegiados de elección directa representan al


pueblo.
b. Que el elegido es responsable políticamente ante la sociedad y frente a sus electores
del cumplimiento de las obligaciones propias de su investidura.
c. Que el voto no se concibe ya como función pública, sino como un derecho y un deber
ciudadano.
d. Que quienes eligen gobernadores y alcaldes imponen mandato al elegido a través
del voto programático. Art. 259.
e. Que la revocatoria del mandato hace parte del derecho fundamental a la
participación y es mecanismo participativo del pueblo.
f. Que el pueblo decide directamente sobre diversas materias por medio del referendo,
el plebiscito y la consulta popular.

Art. 4. PRINCIPIO DE SUPREMACÍA NORMATIVA DE LA CONSTITUCIÓN

La constitución es norma de normas. Sirve de base a todos los demás preceptos del
ordenamiento jurídico interno. La constitución es el instrumento a través del cual el Estado
se limita a sí mismo. Este principio implica que la Constitución es inviolable, que no puede
ser infringida por normas inferiores. La Constitución prevalece, tiene un carácter vinculante
supremo, es la verdadera fuente del derecho.
ART. 5. PRINCIPIO DE PRIMACÍA DE LOS DERECHOS DE LA PERSONA Y
PROTECCIÓN DE LA FAMILIA

La organización política de nuestro país está fundada en el respeto de la dignidad humana,


esto es, en el reconocimiento de que toda persona, en cuanto ser intrínsecamente digno; ha
sido constituida como titular de unos bienes jurídicos esenciales – derechos humanos, cuya
vulneración quebranta la justicia.

Los derechos inherentes e irrenunciables de todo ser humano prevalecen, predominan y


sobresalen dentro del universo de lo político y de lo jurídico, hasta el punto de que su
reconocimiento, respeto, armonización, tutela y promoción se identifican con el logro del
bien común. Esa primacía impone a las autoridades, deberes y prohibiciones.

La Corte Constitucional dice que el corazón de la democracia es el respeto de los derechos


de la persona. El fin último y fundamento mismo de la organización política es la dignidad
humana.

Este principio también proclama el amparo a la familia como institución básica de la


sociedad. Esa unidad primaria y esencial de la convivencia humana merece por sí misma la
protección del Estado. El constituyente no diferenció entre familia legítima y familia natural,
ni entre nuclear, ni monoparental, etc.

Art. 6. PRINCIPIO DE RESPONSABILIDAD – CLÁUSULA GENERAL DE


RESPONSABILIDAD

Responsabilidad jurídica de los particulares y servidores públicos: los particulares son


responsables por infringir la Constitución, las leyes y los servidores públicos, además por
omisión o extralimitación en el ejercicio de sus funciones.

Gobernantes y gobernados están sujetos a las consecuencias jurídicas de sus actos humanos.
Tiene una relación directa con el inciso segundo del artículo 2° que dice que todos están
sometidos al ordenamiento jurídico.

Los particulares tienen una vinculación negativa – les es permitido hacer todo aquello que
no esté prohibido. Los servidores públicos se hacen responsables cuando infringen sus
prohibiciones. Servidores públicos tienen una vinculación positiva, esto es, sólo puede hacer
aquello para lo cual se encuentra legalmente facultado por una previa atribución de una
competencia.

ART. 7. RECONOCIMIENTO Y PROTECCIÓN DE LA DIVERSIDAD ÉTNICA Y


CULTURAL

Este es un postulado básico de una democracia pluralista. En el territorio han convivido


grupos, cuyos integrantes han convivido desde hace varios siglos vinculados no sólo por
una lengua materna común, sino por un complejo de caracteres antropológicos, históricos,
políticos, religiosos, etc.

Cada uno de estos grupos conforma un sistema cultural propio y particular. Los pueblos
autóctonos o aborígenes del territorio han sido víctimas, desde el siglo XX, de prácticas
abusivas y discriminatorias. Implica protección de derechos fundamentales de toda
comunidad étnica, a la vida, a la existencia colectiva y a la propia identidad, al territorio, a
sus propias formas de gobierno, a su lengua, a la preservación de sus tradiciones culturales,
a la disposición prioritaria de sus recursos naturales, a vivir y trabajar en su país, a obtener
y a desarrollar una organización autoconcentrada.

ART. 8. OBLIGACIÓN POR PARTE DEL ESTADO Y DE LOS PARTICULARES DE


PROTEGER LAS RIQUEZAS CULTURALES Y NATURALES

Protección de las riquezas nacionales.


Patrimonio cultural está integrado por el conjunto de obras humanas o de formaciones
naturales cuya significación histórica, artística, científica, estética, etnológica o
antropológica les confiere un valor excepcional. Impone al Estado la adopción de políticas
que atribuyan una función social al patrimonio, crear servicios de clasificación,
conservación, valoración y protección de los bienes, medidas de protección y recuperación.

Desarrollo sostenible – deber del Estado de buscar el crecimiento económico, el


mejoramiento de la calidad de vida y el bienestar social sin agotar los recursos naturales ni
deteriorar el medio ambiente.

Art. 9. Relaciones exteriores fundamentadas en la soberanía nacional; el respeto a la


autodeterminación de los pueblos; el reconocimiento de los principios del derecho
internacional aceptados por Colombia y la integración latinoamericana y del Caribe.

- Soberanía nacional
- Autodeterminación de los pueblos
- Principios del derecho internacional aceptados por Colombia

La soberanía implica una facultad de autodeterminación limitada por el derecho


internacional en el orden positivo, en cuanto su relación con otros Estados, lo cual no
contradice la potestad interna que el Estado tiene sobre sus súbditos.

De la soberanía se derivan otros principios como el de la no intervención.


La referencia a autodeterminación de los pueblos supone que todos los Estados tienen el
derecho a establecer libremente su condición política y proveen, así mismo, a su desarrollo
económico, social y cultural. Esto implica un deber a cargo de los demás Estado que es
respetarlo, de conformidad con las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas.

Art. 10. El castellano como idioma oficial y en los territorios oficiales de los grupos étnicos
sus lenguas y dialectos. Enseñanza bilingüe en las comunidades con tradiciones
lingüísticas propias.

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