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APORTES DE MELANIE KLEIN

• Melanie Klein encaminó el pensamiento psicoanalítico hacia una nueva dirección con el
reconocimiento de la importancia que las experiencias de los primeros años de vida tienen para la
formación de nuestro mundo emocional en la adultez.
• Mediante la ampliación y desarrollo de las ideas de Sigmund Freud, Klein se inspiró en el análisis de
juegos de niños para llegar a formular nuevos conceptos como los de las posiciones esquizo-paranoide
y depresiva. Radicales para su tiempo y generadoras de grandes controversias, sus teorías perduran en
el centro del pensamiento kleiniano el cual continua evolucionando y creciendo.
POSICIÓN ESQUIZOPARANOIDE

• La expresión ‘posición esquizoparanoide’ se refiere a una constelación de ansiedades,


defensas y relaciones de objeto interno y externo que Klein considera característica de los
primeros meses de vida de un recién nacido y que en distinta medida persiste en la niñez y
la adultez. La concepción contemporánea de los estados mentales esquizoparanoides es que
éstos tienen importancia significativa a lo largo de toda la vida. La principal característica
de la posición esquizoparanoide es la escisión, tanto del yo como del objeto, en lo malo y lo
bueno, donde en el comienzo la integración entre ellos es escasa o nula.
• Para Klein, los niños pequeños experimentan mucha ansiedad a causa de la pulsión de
muerte interior, del trauma experimentado durante el nacimiento, y de las experiencias de
hambre y frustración. Klein entiende que los niños muy pequeños poseen un ego
rudimentario no integrado, que intenta hacer frente a las experiencias – en particular la
ansiedad – mediante el uso de fantasías de escisión, proyección e introyección.
• El niño divide su ego y su objeto, y proyecta hacia afuera y separadamente sus sentimientos de amor y odio
(pulsiones de vida y de muerte) a partes separadas de la madre (o pecho), lo cual resulta en que el objeto
materno se divide en un pecho ‘malo’ (madre sentida como frustrante y persecutoria que es odiada) y un
pecho ‘bueno’ (madre que es amada y sentida como afectuosa y gratificante). Entonces el objeto ‘bueno’, y
también el ‘malo’, son introyectados, y tiene lugar a continuación un ciclo de re-proyección y re-
introyección. La omnipotencia y la idealización son aspectos importantes de esta actividad. Las experiencias
malas son negadas de manera omnipotente cada vez que existe posibilidad para ello, y las experiencias
buenas son idealizadas y exageradas a modo de protección contra el temor al pecho persecutorio.
• Esta ‘escisión binaria’ resulta esencial para un desarrollo saludable ya que permite al niño
incorporar suficiente experiencia buena y aferrarse a ella para dar lugar a un núcleo
central alrededor del cual comenzar a integrar los aspectos contrastantes del yo. Klein
indica que el establecer un objeto interno bueno es un pre-requisito para posteriormente
elaborar la ‘posición depresiva‘.
• Otra característica de la posición esquizoparanoide está constituida por otro tipo de escisión, la ‘fragmentación’,
donde el objeto y/o el yo se dividen en muchas partes más pequeñas. El uso persistente o perdurable de la
fragmentación y dispersión del yo debilita el ego frágil no integrado y ocasiona trastornos severos.
• Klein considera la existencia de factores constitutivos (internos) y contextuales (externos) que afectan el transcurso
de la posición esquizoparanoide. El factor constitutivo fundamental es el equilibrio de las pulsiones de vida y de
muerte en el niño pequeño. El factor contextual principal es la maternalización que recibe el niño. Cuando el
desarrollo se da de manera natural, las defensas esquizoides y las ansiedades paranoides extremas se pierden, en
gran medida, durante la posición esquizoparanoide infantil temprana y durante la elaboración de la posición
depresiva.
• Klein sostiene que las formas esquizoides de relacionamiento nunca se pierden por
completo, y su obra da a entender que las posiciones pueden ser conceptualizadas como
estados mentales pasajeros. Se podría considerar a la posición esquizoparanoide como la
etapa del desarrollo que precede a la posición depresiva a modo de defensa contra ésta y
también como regresión desde la misma.
POSICIÓN DEPRESIVA

• La ‘posición depresiva’ es una constelación mental que Klein define como esencial en el desarrollo de
un niño y que normalmente se experimenta por primera vez alrededor de la mitad del primer año de
vida.
• En el curso de la niñez temprana e intermitentemente durante la adultez se retorna a la posición
depresiva. En estos sucesivos pasajes se producen nuevas y mas refinadas elaboraciones de la misma.
Es fundamental darse cuenta de la existencia de fantasías y sentimientos de odio en relación con el
objeto amado, prototípicamente la madre. Anteriormente se veían como dos objetos parciales
separados; ideal y amado, y perseguidor y odiado. En el periodo anterior (posición esquizoparanoide)
la principal ansiedad refería a la supervivencia del yo. En la posición depresiva la ansiedad también se
siente por el objeto.
• Cuando se puede soportar la confluencia de las figuras amadas y odiadas, la ansiedad
comienza a focalizarse en el bienestar y la supervivencia del otro como objeto total,
dando lugar, con el tiempo, a la culpa con cargo de conciencia y a la tristeza
conmovedora, vinculadas a un acrecentamiento del amor. El anhelo de lo que se ha
perdido o dañado con el odio viene acompañado de un impulso por reparar las cosas. Y
en la medida que aumentan las capacidades del ego, el mundo se percibe de una manera
más rica y realista. Disminuye el control omnipotente sobre el objeto, que ahora se siente
más real y separado. La maduración, por tanto, está íntimamente ligada a la pérdida y el
duelo.
• El reconocimiento del otro como algo separado del yo implica la aceptación de otras
relaciones que tiene el objeto, aparte de la que mantiene con uno mismo. Por tanto, ser
consciente de la situación edípica acompaña inevitablemente la posición depresiva. El
dolor y la ansiedad depresiva emergentes son contrarrestados por defensas maníacas y
obsesivas y por una retirada a la escisión y paranoia de la posición esquizoparanoide. Las
defensas pueden ser pasajeras o volverse rígidamente estables, lo cual impide el enfrentar
y elaborar la posición depresiva.
• La expresión ‘posición depresiva’ se usa de diferentes maneras que a su vez se relacionan entre sí.
Puede hacer referencia a la experiencia infantil de esta integración del desarrollo, y en modo más
general, a la experiencia en cualquier etapa de la vida de la culpa y la pena profunda relacionada con
ataques de odio y con el estado dañado de objetos externos e internos. El nivel del sentimiento
catastrófico varía en una escala que va desde el duelo normal por la pérdida hasta la depresión severa.
La expresión también se aplica de manera genérica para hacer referencia al “funcionamiento de
posición depresiva”, donde se entiende que el individuo puede asumir responsabilidad personal y
percibirse a sí mismo y al otro separadamente.
COMPLEJO DE EDIPO

• El complejo de Edipo según Freud, que se destaca entre las edades de 3 y 5 años, implica
fantasías desiderativas acerca de la muerte del progenitor del mismo sexo y la usurpación
del rol de éste dentro de la pareja. También son de importancia las formas inversas. El
temor a la castración del niño por parte de un padre vengativo y el temor a la pérdida de
amor de la niña llevan al abandono de estos deseos y a la instalación del superyó. La
descripción que hace Freud ubica esta constelación en el nivel fálico.
• Al igual que Freud, Klein considera al complejo de Edipo como algo central, aunque varía y
amplía las ideas de aquel en lo que serán sus nuevas concepciones acerca de una situación
edípica más temprana. Klein sugiere una preconcepción infantil con una pareja de padres
excitante y aterradora, sobre la que se fantasea primero como una ‘figura combinada’: el
cuerpo materno que contiene el pene paterno y los bebés rivales. Esta versión primitiva de
una pareja, donde la fantasía hace referencia a un acto sexual continuado, expone aspectos
orales, uretrales y anales sádicos debido a las proyecciones de la sexualidad y el sadismo
infantil. Las fantasías acerca del cuerpo materno se relacionan con la nueva concepción de
Klein sobre la feminidad primaria y los complejos de Edipo femenino y masculino.
• Las figuras de superyó primitivo se desarrollan tempranamente, y por lo general en relación
con el sadismo infantil, más que como el simple resultado de la situación edípica. La
escisión característica del funcionamiento esquizoparanoide [ver Posición esquizoparanoide]
facilita una división clara y oscilatoria de los padres objeto-parcial en padres ideales/amados
y padres denigrados/odiados. La consciencia en aumento de los objetos totales percibidos de
manera ambivalente, conjuntamente con la aparición de la culpa depresiva por ataques,
llevan a una necesidad creciente de renunciamiento a los deseos edípicos y de reparación de
los padres internos para permitirles juntarse [ver Posición depresiva]. Klein entiende que el
complejo de Edipo y la posición depresiva están estrechamente vinculados.
FANTASÍA INCONSCIENTE

• En la teoría kleiniana, las fantasías inconscientes están subyacentes en todo proceso


mental y son parte de toda actividad de la mente. Constituyen la representación mental de
los hechos somáticos del cuerpo que componen los instintos, y son sensaciones físicas
interpretadas como relaciones con los objetos que causan tales sensaciones. La fantasía es
la expresión mental de los impulsos libidinales y agresivos, así como de los mecanismos
de defensa contra esos impulsos. Gran parte de la actividad terapéutica del psicoanálisis
puede describirse como un intento de convertir la fantasía inconsciente en pensamiento
consciente.
• Freud introdujo el concepto de fantasía inconsciente y fantaseo, que consideraba como una capacidad
de la mente humana heredada filogenéticamente. Klein adoptó este concepto de fantasía inconsciente,
aunque lo amplió de manera considerable, dado que su trabajo con niños le permitió obtener una gran
experiencia de la alta variedad de contenidos de las fantasías infantiles. Tanto ella como sus sucesores
han hecho hincapié en que las fantasías interactúan de manera recíproca con la experiencia para
formar las características intelectuales y emocionales que se desarrollan en un individuo. La fantasía
se consideran como una capacidad básica subyacente del pensamiento, los sueños, y los síntomas y
patrones de defensa, a los que también dan forma.
TÉCNICA KLEINIANA

• La técnica es un conjunto de procedimientos indicados para el analista y el paciente que


están diseñados con el fin de contribuir a hacer consciente al inconsciente. Se da
particular importancia a la constancia en cuanto a la regularidad del encuadre, los límites
temporales y la frecuencia de las sesiones, conjuntamente con el hecho de que el analista
mantenga una actitud mental receptiva y a la vez perspicaz.
• En toda su obra, Klein deja en claro que su trabajo, incluida su particular técnica, está
basado en la obra de Freud, quien describió su método esencial con pacientes adultos
consistente en cinco o seis sesiones semanales, y el uso del diván y la asociación libre.
Esto implica trasmitir oralmente al analista, de la mejor manera posible, lo que se piensa
y se siente, sin censuras. Su indicación complementaria a los analistas es que se debe
mantener una ‘atención libremente flotante’, evitando buscar en el material del paciente
lo que se espera encontrar (Freud, 1912).
• Klein resalta el concepto freudiano de transferencia, en relación con el analista, que hace
referencia a la expresión consciente e inconsciente de experiencias, relaciones,
pensamientos, fantasías y sentimientos pasados y actuales, tanto positivos como
negativos. Hace especial hincapié en el significado de la transferencia negativa, a la que
considera posible de elaborar siempre que la misma sea reconocida y comprendida por el
analista.
• También subraya el rol en la transferencia de la ‘situación total’ de las experiencias
pasadas y actuales del paciente. Al igual que Freud, resalta la importancia de las defensas
del paciente contra el reconocimiento de la realidad psíquica, y destaca la ansiedad del
paciente como el punto de partida para la comprensión, por parte del analista, de las
fantasías inconscientes del paciente, en la medida que considera la interpretación que
hace el analista como la principal herramienta en la terapia analítica.
• Aunque en términos generales Klein comparte con Freud su idea de las pulsiones de vida
y de muerte, su enfoque técnico está más enfocado en el contenido específico de
pulsiones instintivas que en la conceptualización abstracta de las mismas. La observación
clínica constituye el punto de partida de Klein y es ese su don especial. En su trabajo, la
observación y las ideas interactúan entre sí para generar nuevas observaciones y ampliar
teorías. Por ende, para Klein, la técnica y el contenido clínico están estrechamente
vinculados y son interactivos, por lo que no intenta describir la técnica en términos
puramente abstractos sin un contenido clínico que la acompañe.
• Contemporáneamente y a partir del trabajo de Klein se ha avanzado en el desarrollo de la técnica
por parte de Strachey, Racker, Rosenfeld, Bion, Segal, Joseph y otros, dando lugar a dos tipos
principales de cambio. En primer lugar, está la concentración aumentada sobre la relación
analista-paciente en tanto principal fuente de información acerca del paciente, contrastando con la
visión anterior del paciente como una entidad aislada que podía ser observada desde una
perspectiva exterior ‘objetiva’. En segundo lugar, y en oposición a Freud y Klein, se ha promovido
la posición de que la contratransferencia del analista puede ser, bajo determinadas circunstancias,
una útil fuente de información acerca del paciente. Estas dos tendencias de cambio en la técnica
son las principales entre otros cambios menos importantes propuestos, incluidas numerosas
distinciones terminológicas de utilidad.
CASO DICK (1930)
EDAD: 4 AÑOS
• Duración del tratamiento Se trata de un análisis en curso, de sólo 6 meses de duración
hasta el momento de la publicación. Antecedentes familiares La familia está compuesta
por: padre, madre, abuela. Dick parece ser hijo único. Melanie Klein destaca que el niño
se crió en un ambiente carente de amor; la madre lo cuidaba mucho pero era
exageradamente ansiosa y a fines del primer año había pensado que su hijo era anormal.
El padre era más bien indiferente. La abuela era cariñosa, no vivía con ellos. Se habla de
dos niñeras: la primera indiferente, la segunda cuando el niño tenía 2 años era afectuosa y
hábil.
• Antecedentes personales Alimentación: Lactancia materna difícil ya que al parecer la
madre no tenía suficiente leche o el niño rechazaba el pecho; la madre había insistido
durante semanas y el niño casi murió de inanición. Tampoco aceptó bien el biberón. A los
7 meses se le puso una nodriza, entonces el rechazo al pecho era total. Dificultades para
pasar a la alimentación sólida, todavía a los 4 años se negaba a masticar, sólo aceptaba
forzadamente papillas.
• Locomoción: Normal. Aprendizaje de control de esfínteres: A los 5 meses la madre había
notado que su expresión era angustiada cuando orinaba o defecaba, sin ningún motivo
orgánico ni fisiológico que lo justificara. A los 3 años, gracias a su segunda niñera y a que
pasó una temporada con su abuela hizo algunos progresos y mostró cierto interés en
aprender. Sufrió trastornos intestinales, prolapso anal y hemorroides.
• Lenguaje: A los 4 años su vocabulario era pobre y escaso, en general no hablaba y se
expresaba con ruidos o sonidos articulados que eran ininteligibles; cuando la madre le
enseñaba palabras nuevas las repetía correctamente pero luego las olvidaba o las repetía
automáticamente sin parar. A los 4 años parece hacer un esfuerzo para adaptarse
exteriormente, aprendió mecánicamente palabras nuevas.
• Masturbación a los 4 años reprimida porque una niñera le había dicho que era algo
malvado, lo que mostraba cierta sensibilidad a los reproches.
• Motivo de consulta: Apatía, indiferencia: no jugaba ni demostraba interés por nada; se mantenía aislado
y le faltaba contacto afectivo con el medio, sin reaccionar frente a la ausencia o presencia de la madre o
la niñera. Insensibilidad al dolor físico: no se quejaba, no buscaba ser consolado. En muy raras
ocasiones aparecían ligeros signos de ansiedad. En ocasiones hacía exactamente lo contrario de lo que
de él se esperaba. Por ejemplo si la madre lograba hacerle repetir junto a ella algunas palabras
frecuentemente Dick las alteraba completamente. En otras oportunidades pronunciaba perfectamente
esas mismas palabras. También repetía palabras en forma incesante y mecánica hasta que hartaba a
todos. En la oposición y obediencia de Dick no se advertía afecto, ni comprensión alguna. Carencia
completa de agresión. Torpeza física: manejaba bien la cuchara, pero no sabía usar el cuchillo, ni la
tijera. Aunque no jugaba mostraba interés por las puertas, las cerraduras, picaportes, estaciones y trenes
• Diagnóstico Nivel de maduración intelectual de 15 a 18 meses. Falta de adaptación a la
realidad. Indicios de obediencia automática y negativismo. Oligotimia por inhibición
general del desarrollo. Esquizofrenia infantil.
• Sesiones 1era sesión Dejó que la niñera se retirara sin manifestar ninguna emoción y en
una actitud indiferente me siguió al interior del consultorio. Allí corrió de un lado a otro
sin propósito definido, correteó varias veces a mi alrededor “como si fuera un mueble
más”, tampoco mostró interés por los objetos del cuarto. Al correr de un lado a otro sus
movimientos parecían carentes de coordinación. La expresión de sus ojos era fija y falta
de interés. Teniendo en cuenta el interés de Dick por los trenes (información obtenida de
los familiares); tomo un tren grande y lo coloco junto a uno pequeño, y los designo como
“tren papá” y “tren Dick”. El niño toma el tren que había llamado “Dick”, haciéndolo
rodar hacia la ventana y dice “estación”.
• Le interpreto entonces que la “estación” es mamita y que él está entrando en su mamá.
“Dick está entrando en mamita”. Dick reacciona dejando el tren y corriendo hacia el
espacio formado por las puertas exterior e interior del consultorio, al tiempo que dice
“oscuro” y vuelve a salir corriendo. Repitió esto varias veces. Le expliqué: “dentro de
mamita está oscuro. Dick está dentro de mamita oscura”. Entre tanto, él tomó nuevamente
el tren pero pronto corrió otra vez al lugar entre las puertas. Mientras yo le decía que “él
estaba entrando en mamita oscura”, había dicho dos veces en tono interrogativo:
“¿niñera?”. Le contesté “niñera viene pronto”, frase que él repite correctamente.
• 2da sesión El desarrollo es similar a la primera, comportándose de manera idéntica (el
niño evidencia mayor angustia). Dick escapó corriendo de la habitación hacia el oscuro
vestíbulo. Colocó allí el tren “Dick” e insistió en dejarlo allí. Preguntó repetidamente:
“¿Viene niñera?”
• 3era sesión Se comportó de la misma manera, además de correr al vestíbulo y entre las puertas se
escondió detrás de la cómoda. Entonces se angustió y me llamó por primera vez. Su aprensión era
evidente entonces, por la forma en que preguntaba insistentemente por la niñera y el terminar la
sesión la recibía con un placer inusitado. En el curso de esta 3era sesión había observado los juguetes
con interés y señalando un carrito de carbón, dijo “corta”. Le di un par de tijeras y él trató de raspar
los trocitos de madera que representaban al carbón, pero no pudo manejar las tijeras. Respondiendo a
una rápida mirada suya, corté los pedazos de madera del carrito que él arrojó enseguida junto a su
contenido dentro del cajón, diciendo: “se fue”. Le interpreto que estaba sacando heces del cuerpo de
mamá; Dick fue entonces corriendo al espacio entre las puertas y las arañó un poco. Enseguida
regresó corriendo desde el espacio entre las puertas, vio el armario y se deslizó en su interior.
• 4ta sesión Al comenzar lloró cuando la niñera se fue, lo que era inusitado en él. Pero
pronto se calmó. Esta vez evitó el espacio entre las puertas, el armario y el rincón, pero se
interesó por los juguetes con indudable curiosidad naciente. Al hacer esto encontró el
carrito y su contenido que había sido destrozado durante la sesión anterior. Empujó
ambos rápidamente a un lado y los cubrió con otros juguetes. Cuando le expliqué que el
carrito roto representaba a la madre, lo buscó nuevamente, lo mismo que a los pedacitos
de carbón sueltos y se los llevó al espacio entre las puertas. A medida que el análisis
progresaba fue arrojándolos fuera de la habitación.
• Sesiones posteriores Dick había descubierto el lavatorio y manifestaba un extraordinario
temor a mojarse con agua, cada vez que sumergía sus manos o las mías se apresuraba
ansiosamente a secarlas, del mismo modo manifestaba idéntica angustia al orinar o
defecar. Posteriormente, en una oportunidad Dick se llevó a la boca un hombrecillo de
juguete y rechinando los dientes dijo: “Tea Daddy” (eat=comer, Daddy=papito), “comer
papito”. Enseguida pidió un vaso de agua
• Representaciones de ese tipo despertaban en Dick temor al castigo, angustia,
remordimientos, lástima… Por esa razón Dick volvía a depositar sobre mi falda o en mis
manos el hombrecito de juguete, guardaba otra vez todo en el cajón, etc. Una vez Dick
vio sobre mi falda algunos recortes de madera de lápiz y dijo: “Pobre Mrs Klein”. Pero en
otra ocasión similar dijo en el mismo tono: “Pobre cortina”. A medida que el análisis
progresaba, se observaba en Dick un apartamiento, en cierta medida, con las cosas que ya
había establecido relaciones afectivas y que por consiguiente se habían convertido en
objetos de angustia.
• Al apartarse de ellos se dirigía hacia nuevos objetos. Así por ejemplo, durante algún
tiempo Dick evitó totalmente el armario, pero en cambio se ocupó de investigar a fondo
el lavatorio y la estufa eléctrica, examinándola con toda minuciosidad y manifestando una
vez más impulsos destructivos contra dichos objetos. Tiempo después transfirió su interés
hacia cosas nuevas y también hacia otras con las cuales había llegado a familiarizarse
anteriormente y que luego había abandonado
• Volvió a mostrar interés por el armario, pero esta vez su interés iba acompañado por una
actividad y tendencias agresivas más intensas. Golpeaba el armario con una cuchara, lo
rayaba o le hundía un cuchillo y le arrojaba agua. Examinaba con vivacidad las bisagras
de la puerta, la forma en que ésta se abría y cerraba, y la cerradura. Se trepaba en el
interior del armario preguntando cómo se llamaban sus diferentes partes.
• Evolución A medida que en Dick aumentaban sus intereses, se enriquecía
simultáneamente su vocabulario porque había comenzado a demostrar un interés cada vez
mayor no sólo por las cosas en sí, sino también por sus nombres. Palabras que antes había
oído sin ningún interés, las recordaba y las aplicaba correctamente. Se esforzaba en
comprender y hacerse entender. En su análisis la transferencia se manifestaba en forma
intensa y franca, había aparecido la relación de objeto que hasta entonces faltaba. Las
relaciones con la madre y la niñera se habían normalizado, las buscaba, solicitaba
atención y se entristecía si no estaban. También comenzó a mostrar signos de rivalidad
edípica con el padre. La relación con la realidad ha comenzado a establecerse y a
afianzarse.
• Bibliografía Klein, M. (1930) La importancia de la formación de símbolos en el
desarrollo del yo. Contribuciones al Psicoanálisis. Buenos Aires. Hormé. Amor, culpa y
reparación. Obras Completas. Tomo I. Buenos. Aires. Paidós.

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