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Este documento discute el delito de hurto contra la propiedad. En particular, analiza el concepto de "hurto de uso" y si este tipo de hurto es punible bajo la ley. También examina cuestiones como el consentimiento del dueño, la justificación del hurto por necesidad y el momento de la consumación del delito de hurto. Finalmente, aborda temas como la culpabilidad y las etapas de desarrollo del hurto.
Este documento discute el delito de hurto contra la propiedad. En particular, analiza el concepto de "hurto de uso" y si este tipo de hurto es punible bajo la ley. También examina cuestiones como el consentimiento del dueño, la justificación del hurto por necesidad y el momento de la consumación del delito de hurto. Finalmente, aborda temas como la culpabilidad y las etapas de desarrollo del hurto.
Este documento discute el delito de hurto contra la propiedad. En particular, analiza el concepto de "hurto de uso" y si este tipo de hurto es punible bajo la ley. También examina cuestiones como el consentimiento del dueño, la justificación del hurto por necesidad y el momento de la consumación del delito de hurto. Finalmente, aborda temas como la culpabilidad y las etapas de desarrollo del hurto.
• LABATUT / ZENTENO define el llamado hurto de uso como "la
sustracción de cosa mueble ajena, sin ánimo de apropiación, para servirse temporalmente de ella y restituirla inmediatamente después de su uso". • El problema que aquí surge es determinar si esta "forma“ de hurto es punible en nuestro sistema legal. • ETCHEBERRY, en opinión que compartimos, señala que este delito no puede darse en nuestro sistema legislativo, sino en uno que considere como elemento objetivo el "tomar o apoderarse" de la cosa y como elemento subjetivo el "ánimo de lucro", lo cual no ocurre en nuestra ley, ya que se utiliza la voz apropiarse, que comprende el ánimo de señor y dueño, lo que no haría punible al hurto de uso cuando falte este elemento. • La jurisprudencia se encuentra a este respecto dividida: mientras alguna admite su punición con el argumento de que el mero uso de la cosa sustraída puede constituir una forma de lucro, y el lucro supondría la apropiación.
• También hay fallos que declaran, en el mismo sentido que la doctrina
antes citada, que al no existir ánimo de señor y dueño, el llamado "hurto de uso" sería un hecho "atípico", tendencia jurisprudencial que en estos últimos años tiende a imponerse.
• Finalmente, cabe tener presente que, como enseña LABATUT, no
puede existir un robo de uso, porque la fuerza, la violencia y la intimidación son reveladoras del animus rem sibi habendi. d. Circunstancia de la falta de voluntad de su dueño
• El consentimiento aparece en el delito de hurto como causa de
atipicidad.
• Este no sólo lo otorga el dueño de la cosa, sino el que tiene sobre
ella poder de disposición frente al que la recibe, como el arrendatario, el usufructuario o el simple tenedor de ella, sin perjuicio de la posible comisión de otro delito diverso, como la apropiación indebida.
• La voluntad del dueño no se presume, de modo que la actividad del
agente, a pesar de tener dudas sobre el consentimiento del dueño, puede ser punible a título de dolo eventual. C. JUSTIFICACIÓN
•En este punto cabe plantearse el problema del hurto famélico. La
jurisprudencia se ha decantado, en algunos casos, por apreciar un estado de necesidad, en especial si se trata de atender las demandas de alimentación y salud del cónyuge o la prole.
•Sin embargo, ésta no es solución uniforme, pues en situaciones de
suma precariedad económica también se ha absuelto a los inculpados aplicando la eximente de fuerza (moral) irresistible. D. CULPABILIDAD
•El delito requiere dolo directo en lo referente a la conducta apropiatoria
(recuérdese la presencia de un elemento subjetivo del tipo, que lo restringe a esa modalidad). •En cuanto al valor de la cosa sustraída y al hecho de contar con el consentimiento del dueño, se puede admitir la comisión con dolo eventual
E. ITER CRIMINIS
•Entendiendo que el hurto -junto con todos los de apropiación- es un
delito de mera actividad, sólo admite dos etapas de desarrollo: la tentativa y la consumación. • El principal problema que se ha presentado se centra en determinar cuál es el momento consumativo del hurto (de la apropiación). • Al respecto podemos distinguir las siguientes posiciones:
a) La del tocamiento o aprehensión de la cosa: Esta fija el momento
consumativo en el hecho de que la cosa sea aprehendida por el sujeto (apprehensio rei o contrectatio) b) La de su remoción o desplazamiento, esto es, moverla de un lugar a otro, sin que sea necesario que se saque del medio físico en que se encuentra (amotio). c) La de su extracción: Requiere que la cosa sea sacada de la esfera de protección en que se encuentra (ablatio). d) La de su traslado definitivo o aprovechamiento: Para ésta es necesario que el sujeto lleve la cosa a donde pensaba originalmente u obtenga el provecho perseguido (illatio o locupletatio). • Para nuestro sistema la ablatio pareciera ser la teoría más adecuada para fijar la consumación del apoderamiento.
• Sin embargo, GARRIDO MONTT prefiere apartarse de estos
conceptos y señalar como momento consumativo del hurto aquel en que el delincuente se encuentra en posibilidad de ejercer la facultad de disposición de la cosa ajena. • La extrema subjetivización de este criterio, que adelanta o retrasa el momento de la consumación al de la acreditación de una posición intelectual del sujeto, nos parece suficiente para rechazarla. • El ejemplo de GARRIDO MONTT, relativo al que huye de un establecimiento siendo perseguido por el comerciante, puede solucionarse por la vía de comprender que la consumación del delito no incluye necesariamente su agotamiento, como sucede típicamente • en esta clase de delitos, donde no se discute la posibilidad de defensa legítima frente al ladrón que huye con lo hurtado, una vez sobrepasada la esfera de resguardo de la especie, esto es, una vez consumado el delito, aunque no esté agotado
• En cuanto al desistimiento, este sólo es válido hasta el momento en
que el delito se encuentra consumado, y siempre que sea voluntario: el que es sorprendido con las cosas hurtadas al salir del establecimiento comercial y las restituye al dueño no se desiste, sino que comete delito consumado.