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DELITOS CONTRA LA PROPIEDAD

SESIÓN 4 Iván Isla Amaro


c.2 El llamado “hurto de uso”

• LABATUT / ZENTENO define el llamado hurto de uso como "la


sustracción de cosa mueble ajena, sin ánimo de apropiación, para
servirse temporalmente de ella y restituirla inmediatamente después
de su uso".
• El problema que aquí surge es determinar si esta "forma“ de hurto es
punible en nuestro sistema legal.
• ETCHEBERRY, en opinión que compartimos, señala que este delito
no puede darse en nuestro sistema legislativo, sino en uno que
considere como elemento objetivo el "tomar o apoderarse" de la cosa
y como elemento subjetivo el "ánimo de lucro", lo cual no ocurre en
nuestra ley, ya que se utiliza la voz apropiarse, que comprende el
ánimo de señor y dueño, lo que no haría punible al hurto de uso
cuando falte este elemento.
• La jurisprudencia se encuentra a este respecto dividida: mientras
alguna admite su punición con el argumento de que el mero uso de la
cosa sustraída puede constituir una forma de lucro, y el lucro
supondría la apropiación.

• También hay fallos que declaran, en el mismo sentido que la doctrina


antes citada, que al no existir ánimo de señor y dueño, el llamado
"hurto de uso" sería un hecho "atípico", tendencia jurisprudencial que
en estos últimos años tiende a imponerse.

• Finalmente, cabe tener presente que, como enseña LABATUT, no


puede existir un robo de uso, porque la fuerza, la violencia y la
intimidación son reveladoras del animus rem sibi habendi.
d. Circunstancia de la falta de voluntad de su dueño

• El consentimiento aparece en el delito de hurto como causa de


atipicidad.

• Este no sólo lo otorga el dueño de la cosa, sino el que tiene sobre


ella poder de disposición frente al que la recibe, como el arrendatario,
el usufructuario o el simple tenedor de ella, sin perjuicio de la posible
comisión de otro delito diverso, como la apropiación indebida.

• La voluntad del dueño no se presume, de modo que la actividad del


agente, a pesar de tener dudas sobre el consentimiento del dueño,
puede ser punible a título de dolo eventual.
C. JUSTIFICACIÓN

•En este punto cabe plantearse el problema del hurto famélico. La


jurisprudencia se ha decantado, en algunos casos, por apreciar un
estado de necesidad, en especial si se trata de atender las demandas
de alimentación y salud del cónyuge o la prole.

•Sin embargo, ésta no es solución uniforme, pues en situaciones de


suma precariedad económica también se ha absuelto a los inculpados
aplicando la eximente de fuerza (moral) irresistible.
D. CULPABILIDAD

•El delito requiere dolo directo en lo referente a la conducta apropiatoria


(recuérdese la presencia de un elemento subjetivo del tipo, que lo
restringe a esa modalidad).
•En cuanto al valor de la cosa sustraída y al hecho de contar con el
consentimiento del dueño, se puede admitir la comisión con dolo
eventual

E. ITER CRIMINIS

•Entendiendo que el hurto -junto con todos los de apropiación- es un


delito de mera actividad, sólo admite dos etapas de desarrollo: la
tentativa y la consumación.
• El principal problema que se ha presentado se centra en determinar
cuál es el momento consumativo del hurto (de la apropiación).
• Al respecto podemos distinguir las siguientes posiciones:

a) La del tocamiento o aprehensión de la cosa: Esta fija el momento


consumativo en el hecho de que la cosa sea aprehendida por el
sujeto (apprehensio rei o contrectatio)
b) La de su remoción o desplazamiento, esto es, moverla de un lugar a
otro, sin que sea necesario que se saque del medio físico en que se
encuentra (amotio).
c) La de su extracción: Requiere que la cosa sea sacada de la esfera de
protección en que se encuentra (ablatio).
d) La de su traslado definitivo o aprovechamiento: Para ésta es
necesario que el sujeto lleve la cosa a donde pensaba originalmente
u obtenga el provecho perseguido (illatio o locupletatio).
• Para nuestro sistema la ablatio pareciera ser la teoría más adecuada
para fijar la consumación del apoderamiento.

• Sin embargo, GARRIDO MONTT prefiere apartarse de estos


conceptos y señalar como momento consumativo del hurto aquel en
que el delincuente se encuentra en posibilidad de ejercer la facultad
de disposición de la cosa ajena.
• La extrema subjetivización de este criterio, que adelanta o retrasa el
momento de la consumación al de la acreditación de una posición
intelectual del sujeto, nos parece suficiente para rechazarla.
• El ejemplo de GARRIDO MONTT, relativo al que huye de un
establecimiento siendo perseguido por el comerciante, puede
solucionarse por la vía de comprender que la consumación del delito
no incluye necesariamente su agotamiento, como sucede típicamente
• en esta clase de delitos, donde no se discute la posibilidad de
defensa legítima frente al ladrón que huye con lo hurtado, una vez
sobrepasada la esfera de resguardo de la especie, esto es, una vez
consumado el delito, aunque no esté agotado

• En cuanto al desistimiento, este sólo es válido hasta el momento en


que el delito se encuentra consumado, y siempre que sea voluntario:
el que es sorprendido con las cosas hurtadas al salir del
establecimiento comercial y las restituye al dueño no se desiste, sino
que comete delito consumado.

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