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◦ Cronológicamente es la tercera herida del alma y surge cuando el niño está en la etapa de
autodescubrimiento del mundo.
◦ Cuando una persona sufre esta herida, y se
coloca la máscara del masoquismo,
inconscientemente se hace daño y se
avergüenza a si mismo antes de que lo
hagan los demás.
◦ La mayoría de las personas que tienen la herida de humillación tienen kilos de más. Son personas que
físicamente no se consideran atractivas y ese sentimiento tan negativo sobre su autoimagen lo transmiten
a los demás que tampoco les ven hermosos. Sin embargo son personas muy apreciadas precisamente
porque para compensar esa falta de amor por su cuerpo, se centran en los demás, ayudan, prestan apoyo,
acompañan, elogian.
◦ Los masoquistas tienen dificultades para satisfacerse o gozar. Cuando sienten placer estando con alguien
o haciendo algo, se critican y se castigan por creer que están aprovechandose del otro. Aprovecharse del
otro es lo último que quieren ser acusados. Por eso tienen dificultades con la sexualidad, pues les
despierta culpa. De jóvenes se controlaban (reprimían) para que sus madre no se sintiera avergonzada.
◦ TE RECUERDO QUE NO HAY QUE TENER TODAS LAS
CARACTERÍSTICAS DE LAS QUE TE ESTOY HABLANDO PARA
SUFRIR ESTA HERIDA Y SI LA TIENES SEGURAMENTE TE HAS
IDENTIFICADO YA CON MUCHAS DE LAS SITUACIONES DE LAS
QUE TE ESTOY HABLANDO.
¿Cómo trabajar la herida?
◦ Trabajar esta herida requiere ir desmantelando poco a poco esos sentimientos que tienes hacia ti mismo.
Reconocer abiertamente qué es lo que anhelas en esta vida y encontrar, desde tu posición de adulto, una
manera de ponerlos en marcha sin dañarte.
◦ Para ser conscientes de la herida de la humillación, se sugiere que aprendas a reconocer las veces en
que te sientes avergonzado de ti mismo/a o de otros, y las veces en que te humillas a ti mismo
sintiéndote sin ningún valor, o te comparas o te criticas duramente. Date cuenta las veces que
humillas al otro haciendo demasiado por el otro. Es importante que te des cuenta que tu madre o
padre también sufren la misma herida. Aprende a tomarte tiempo para sentir tus necesidades antes de
decir “sí”. Asume tu responsabilidad y libérate de la carga y la culpa de los demás.
◦ POR EJEMPLO.-
◦ 1.- Si te gusta comer, seguro que hay una forma sana de hacerlo que no ponga en riesgo tu salud.
◦ 2.- Si te gusta la vida en pareja, estoy segura que hay alguien que te querrá como eres, cuando dejes de
rebajarte.
◦ 3.- Y si te gusta algo que moral o socialmente no está aceptado, desde su reconocimiento y con ayuda de
terapia, encontrarás una manera sana de canalizar ese deseo sin que te destruya o te haga daño.