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PERUANAS
Dice la leyenda que, hace muchos años, Casa Matusita
(Lima), estaba ocupada por un hombre que no trataba bien
a sus empleados. Un día, estos idearon un oscuro plan para
vengarse: poner una sustancia en los alimentos para
ocasionar un cambio mental en su jefe.
LEYENDA DE LOS
Por petición de su padre, el dios Sol, los hermanos debían
encontrar una tierra fértil para fundar un gran pueblo.
Así, los Ayar y sus esposas salieron para cumplir con su
HERMANOS AYAR cometido.
Los hermanos Ayar no hacían otra cosa que discutir.
Tenían envidia de Chachi, el más valeroso. En una
ocasión, los tres hermanos quisieron deshacerse de él y lo
encerraron en una cueva, donde quedó convertido en
piedra por una maldición.
Después de un tiempo, Uchu y Auca, también se
perdieron en el camino. Ayar Manco, junto con las
esposas, llegó a un valle hermoso y fértil. Allí posó su
bastón de oro, el cual se hundió fácilmente. Esto indicaba
que ese era el lugar idóneo para crear la ciudad más
grande de Tahuantinsuyo, el Imperio Inca.
Cuenta la narración que, en la ruta que
une las ciudades de Iquitos y Nauta,
deambula el espectro de una joven de unos
22 años. Se dice que la muchacha
AZUCENA
transitaba por el lugar y tuvo un accidente
con su auto que acabó con su vida.
Dicen que se aparece a los hombres que
transitan por allí y que, cuando esto
ocurre, sus vidas están en peligro. Según
cuentan, la joven podría estar buscando
asesinar a unos 12 hombres para
encontrar su descanso eterno.
El dios Inti (el sol) tenía una hermosa hija llamada Huandoy.
Su padre tenía previsto casarla con algún dios que poseyera
las mismas cualidades que ella. En cambio, la joven se
enamoró de Huascarán, un príncipe mortal.