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2-. Reemplaza los términos subrayados en esta noticia por palabras o expresiones sinónimas, es decir, cuyos significados sean
similares.
Completa la noticia con: volanta, titular. Copete, cuerpo, foto y epígrafe.
A pesar del verano, el frió nocturno mordía la piel de los rostros de quienes hacían cola en la puerta de la librería Borders en San
Francisco en la madrugada del sábado. Las personas estaban tan excitadas que no notaban el viento húmedo y frío que soplaba. Lo
único que deseaban era comprar un libro sobre un pequeño mago llamado Harry Potter y el cáliz de fuego, cuyo lanzamiento generó
una extraordinaria reacción tanto en Estados Unidos como en Gran Bretaña.
Este libro es el cuarto de una serie que ha capturado el alma de chicos y grandes de todo el mundo.
Se trata de la historia de un niño huérfano, que usa enormes anteojos, y que un día se dio cuenta de que tiene poderes de mago y
empieza a vivir emocionantes aventuras.
Pero esta entrega, la del cuarto libro, se convirtió en un suceso editorial. Tal vez nunca un libro infantil haya inspirado una
expectativa igual.
3- MITO
Cierta vez, Zeus se encontraba tomando un descanso en un verde bosquecillo rodeado de ninfas con las cuales
conversaba divertido. De repente apareció la celosa Hera, su esposa, y las ninfas, que conocían su carácter vengativo,
se preguntaban cómo escapar sin que ella las reconociera. Entonces, la ninfa Eco, que era un gran conversador, se
interpuso en el camino de Hera y comenzó a hablarle y a hablarle sin parar, mientas las otras ninfas aprovechaban
para huir. Enojadísima la diosa, cuando se dio cuenta de la estratagema, le dijo a la atrevida:
Y así fue. Desde entonces, Eco sólo puede repetir lo que los demás dicen.
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sus extremos en la entrada y siguiendo el hilo por los intrincados vericuetos del laberinto, Teseo puede,
efectivamente, encontrar la salida.
4-LEYENDA
En las lejanas y mágicas tierras del Perú, habita la tribu de los Chamas. Al igual que
otros pueblos primitivos, los Chamas tienen antiguas y maravillosas leyendas para
explicar los fenómenos de la naturaleza y la razón del universo. Una de esas leyendas
explica el origen del día y de la noche.
Según los Chamas, el dios Habi tuvo dos hijos: Bari, dios del Sol, y Use, diosa de la
Luna. Bari era un joven fuerte, de rubios cabellos rizados y piel dorada como la miel.
Era alegre y alborotador y poseía una desbordante vitalidad. Siempre andaba
inventando travesuras y disfrutaba como un niño haciendo rabiar a su hermana.
Por el contrario, Use era una muchacha frágil, lánguida, de una extraordinaria palidez,
y bella y delicada como una hermosa rosa blanca.
Un caluroso día de verano, la bella Use fue a bañarse a un lago de aguas tranquilas y
transparentes. Al atardecer, la diosa blanca se sentó a la orilla del lago
y se entretuvo contemplando la divina imagen de su rostro que reflejaban las cristalinas aguas. Use disfrutaba, por fin,
de unos momentos de paz en el día más abrasador de aquel implacable verano.
Bari, que mientras tanto estaba paseando por los alrededores, descubrió a su querida hermana mirándose en las aguas
del lago y, en ese preciso momento, decidió gastarle una de sus frecuentes bromas. Se untó las manos con la oscura
resina de un árbol y se fue acercando sigilosamente a Use, que, de espaldas a Bari, continuaba absorta ante las aguas.
Cuando llegó hasta ella, Bari frotó las negras palmas de sus manos en el blanquísimo rostro de Use. La cara de La diosa
quedó como tiznada por hollín y, a orillas del lago, entre las divertidas carcajadas de su hermano, las aguas
devolvían una imagen fea y deslucida de la cara de Use.
Al verse así, la bella diosa rompió a llorar desconsoladamente. El dios Bari se arrepintió inmediatamente de lo que
había hecho.
–Perdóname, querida Use. Yo mismo lavaré tu precioso rostro –balbucía apenado Bari–.
–¡Apártate! ¡Me has ofendido como nadie lo ha hecho jamás! ¡Déjame! –decía Use mientras rechazaba todos los
ofrecimientos de su hermano.
Y la diosa, en un vuelo fugaz, ascendió a los cielos ante el estupor de su afligido hermano. Desde entonces, Use, la
diosa de la Luna, sale siempre de noche, cuando Bari, el dios del Sol, ya se ha ocultado.
Cuenta también la leyenda que Use siente a veces deseos de ver a su hermano y, por eso, algunos días muy claros,
podemos ver la Luna y el Sol juntos en el cielo, aunque solo sea durante unos instantes.
La receta para hacer palomitas de maíz fue ideada probablemente por los indios americanos. Se sabe
que ya las comían cuando Cristóbal Colón descubrió América, aunque se cree que formaban parte de su dieta varios
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siglos antes de nuestra era. No todas las variedades de este cereal son aptas para la fabricación de las palomitas, ya que
es necesario que los granos contengan al menos 12 por ciento de agua.
Los indios desarrollaron tres métodos para su obtención. El primero consistía en tostar los granos en una estaca
colocada sobre el fuego. El segundo procedimiento era arrojar los granos, después de haberlos despojado de su cáscara,
directamente sobre las brasas, de manera que se comían aquellos que al explotar saltaban fuera del fuego. El tercer
sistema era mucho más sofisticado: calentaban arena en el interior de una cazuela plana de arcilla, y, cuando alcanzaba
la suficiente temperatura, enterraban los granos de maíz, de tal forma que al reventar saltaban a la superficie.
Ya estaba próximo el fin del Inca, y su único hijo y sucesor se encontraba gravemente enfermo. El pueblo, que sentía
adoración por el futuro monarca, elevaba sus ruegos al dios Inti, a Mama-Quilla y a todos los dioses; pero ni los médicos
ni las súplicas devolvían la salud al inteligente y bondadoso príncipe. Si llegaba a morir, desaparecía uno de los más
poderosos incas, que habría de gobernarlos con verdadera sabiduría y justicia. El temor de su muerte llenó de tristeza al
pueblo, que no cesaba de interrogar a los dioses cuál era el remedio eficaz para salvar la vida al futuro monarca.
Al fin consultaron a los amautas. Los sabios dijeron que el príncipe recuperaría la salud si se bañaba en unas aguas
salvadoras de maravilloso poder. Esas aguas buenas, que curaban a los enfermos de todos los
males, estaban situadas entre las rocas de los cerros de la cordillera.
Aseguraron que, para llegar a esas fuentes, había que recorrer largas distancias, atravesar desiertos y escalar montañas.
Una mañana de sol, partió del Cuzco la larga caravana. Acompañaban al príncipe nobles, sabios, sacerdotes y médicos.
Los seguían llamas cargadas con víveres y todo lo necesario para tan largo viaje.
Muchas lunas duró la travesía. Montañas abruptas, valles tranquilos, campos desiertos, verdes praderas, ríos y arroyos
pasaron ante los ojos de la larga caravana que, llena de asombro, admiraba los cuadros en los que la Naturaleza parecía
haber reunido toda su grandeza y esplendor.
Durante la noche, veían las montañas como si fueran espectros gigantescos y oían salir de las entrañas de la tierra y de
los precipicios roncos acentos que el eco repetía como voces misteriosas. Quedaron maravillados ante el imponente
Aconcagua, el pico más alto de la cordillera.
Al fin, llegaron a una quebrada en cuyo fondo corría encajonado un río torrentoso que bramaba entre las piedras de su
profundo lecho. Se detuvieron. El sonido estridente de la quepa anunció que allí se encontraban las fuentes del agua
salvadora. Pero esas fuentes estaban en el lado opuesto de la quebrada. La distancia que los separaba era demasiado
grande y el camino, inaccesible.
Pasaron allí la noche, preocupados ante el obstáculo que se les presentaba.
Sin embargo, al amanecer, presenciaron un hecho maravilloso e inimaginable. Cuando la primera claridad de la aurora
coloreó la nieve de los montes, hubo un momento indescriptible. Ante el asombro de todos, los picos helados
parecieron inclinarse hacia la quebrada. Inmensos peñascos caían desde las alturas y grandes trozos de hielo se
desprendían de las cimas. Unidos formaron un puente magnífico por el que podía llegarse sin dificultad a las fuentes del
agua maravillosa.
De ese modo, el poder sobrenatural de los dioses acercó al príncipe de los incas a las fuentes de las aguas buenas, que le
dieron la salud y la vida. Y la larga caravana que viajó desde el Cuzco regresó jubilosa,
llevando en sus ojos la visión encantada de aquel espectáculo.
Los indios llamaron al puente maravilloso “Puente del Inca”. Y cuentan que, de noche, cuando los cerros que lo rodean
se esfuman como envueltos en velos, una larga caravana de figuras extrañas parece cruzar los montes, mientras el
cantar del agua de las cascadas rompe el misterioso silencio de las montañas inmensas.
6-CUENTO
Había una vez un muchacho llamado Johnathan. Era inteligente, atractivo y muy valiente. Pero Johnathan era el hijo del
zapatero.
Un día, su padre le dijo, “Johnathan, debes irte a buscar tu destino. Ya eres lo suficientemente mayor.”
Siendo un muchacho inteligente, Johnathan sabía que lo mejor sería pedirle un trabajo al rey. Así que partió.
En el camino, conoció a un conejo que era un hada disfrazada. La asustada criatura estaba siendo perseguida por
cazadores y saltó a los brazos de Johnathan. Cuando los cazadores llegaron hasta Johnathan, él señaló en una dirección y
gritó excitadamente, “¡Por allá! ¡Por allá!”
Cuando los cazadores se fueron, el conejo se convirtió en hada y dijo, “me has ayudado. Te concederé tres deseos.
¿Cuáles son tus deseos?”
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Pero a Johnathan no se le ocurría nada, así que el hada acordó a concedérselos cuando los necesitara.
Así, Johnathan siguió caminando hasta que llegó al reino sin incidentes.
Entonces fue hasta el rey y solicitó trabajo.
Pero, para su suerte, el rey estaba de muy mal humor aquel día. Así que decidió ventilar su ánimo en Johnathan.
“Sí, hay algo que puedes hacer. En la Montaña contigua hay tres brujas. Si puedes matarlas, te daré 5,000 coronas. ¡Si no
puedes hacerlo, te haré decapitar! Tienes 20 días.” Y con estas palabras, despachó a Johnathan.
“¿Ahora qué voy a hacer?” Pensó Johnathan. Bien, debo intentarlo.
Entonces, se acordó de los tres deseos que le habían concedido y se dirigió a la montaña.
***
Ahora Johnathan estaba en la montaña y estaba a punto de desear tener un cuchillo para matar a la bruja, cuando
escuchó una voz en su oído, “La primer bruja no puede ser apuñalada.”
La segunda bruja no puede ser apuñalada o asfixiada.
La tercera no puede ser apuñalada, ni asfixiada y es invisible.
Con este conocimiento, Johnathan miró en derredor sin ver a nadie. Entonces recordó al hada, y sonrió.
8- NOTICIA
1- ¿Qué tipo de texto es una noticia?
2- ¿Cuáles son los elementos que componen la noticia?
3- Arma una noticia con los siguientes datos: Ganaron un viaje de egresados – Córdoba – Sorteo de navidad –
participaron 100 escuelas – Secundaria 27-
4- Narra una de las lecturas leídas en el año, dibuja y marca con colores 5 sustantivos, 5 adjetivos y 2 verbos que
hayas utilizado en tu narración.
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c- Extrae una oración y analízala marcando sujeto, predicado y núcleos
d- Marca los verbos que aparecen y describe en qué tiempo verbal se encuentran.
10-COMPRENSIÓN DE TEXTOS:
Cada clase de árbol tiene una hoja de forma diferente. Podemos reconocer la mayoría de los árboles por la hoja que
tienen. Las hojas son casi siempre verdes, pero a veces otro color, por ejemplo: el rojo, cubre el verde. La sustancia
verde que encontramos en las hojas se denomina clorofila.
Las hojas fabrican alimentos para el árbol. Para poder fabricarlos necesitan el agua y las sales minerales que las raíces
han sacado de la tierra y que son transportadas por medio de tubitos hacia las venas de las hojas.
Las hojas necesitan también sol y un gas del aire que se llama dióxido de carbono. La clorofila verde que se encuentra en
las hojas utiliza los rayos del sol para transformar el agua, el dióxido de carbono y las sales minerales en alimento. La
mayoría de los árboles no crecen bien a la sombra porque no hay bastante sol para que las plantas fabriquen el alimento
que necesitan.
Muchos árboles pierden las hojas en invierno. Estos árboles se llaman deciduos o de hoja caduca. Unos cuantos
ejemplos son: el roble, el fresno, el haya, el manzano… En primavera a los árboles deciduos les salen nuevas hojas.
Algunos árboles no pierden las hojas en invierno. Se llaman árboles de hoja perenne. Entre ellos está el pino, la encina,
el laurel… No todas las hojas de un árbol de hoja perenne duran siempre, van cayendo a lo largo del año para renovarse.
Si os fijáis en el suelo de debajo de uno de estos árboles veréis las hojas que han caído.
El mate
Los guaraníes cuentan que la luna, Yacy, paseaba desde siempre por los cielos noc-turnos, observando curiosa los
bosques, las lagunas, el río y los esteros desde lo alto. Cada día contemplaba su belleza como una niña que está
conociendo el mundo por primera vez.
Sin embargo, a sus oídos fueron llegando los relatos de quienes habían visitado el mundo y que le iban contando de la
vida de los animales, de la belleza de las flores, del canto de los grillos, el piar de las aves, del sonido del río… y la luna
fue tornándose cada vez más curiosa y con deseos de visitar la Tierra.
Un día se decidió y, junto con Araí, la nube, fue a pedirle autorización a Kuaray, el Sol, para que las dejase bajar un día
a la Tierra para así poder contemplar de cerca las bellezas del mundo. El dios Sol se mostró reacio a dejarlas partir,
pero por fin cedió y las dejó marchar. Sólo les impuso una condición: en la tierra serían vulnerables a los peligros de la
selva como cualquier humano, aunque también serían invisibles para estos.
Fue así como la luna, Yacy, llegó un día a la tierra. Y junto con Araí fueron visitando los lugares que veían desde las
alturas, maravillándose a cada paso. Observaron de cerca como las arañas tejían sus redes, sintieron el frío del agua
del río, tocaron la tierra roja con sus manos.
Tan atónitas estaban ambas diosas con lo que veían que no se percataron de la acechanza de un yaguareté que las
seguía de cerca. El felino estaba hambriento y quería comer, por lo que en un momento largó el zarpazo para atrapar a
las mujeres.
En el momento justo cuando estaba por alcanzarlas, el animal fue alcanzado por una flecha lanzada por un joven
cazador guaraní, que justo pasaba por el lugar, y que sin saberlo, salvó la vida de las diosas.
El joven, cansado por la búsqueda, pero feliz por su conquista, decidió descansar al pie de un árbol, antes de regresar a
la tribu. Y entonces se durmió.
En sus sueños fue visitado por las diosas que, vestidas de blanco, le hablaron con cariño. Yacy le dijo que como símbolo
de gratitud, cuando llegara a su tribu, encontraría un arbusto que nunca antes había visto. Le dijo cómo hacer con sus
hojas para preparar una infusión que uniría a las personas de todas las tribus, como símbolo de hermandad y de
confraternidad.
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Cuando se despertó y volvió con su gente, el joven cazador vio el arbusto a la entrada del cam-pamento y siguiendo las
instrucciones que la diosa le dio en sueños, el muchacho buscó una calabaza hueca, picó las hojas del arbusto, las puso
dentro y llenó el cuenco con agua. Luego, con una pequeña caña tomó la bebida. Inmediatamente compartió la
infusión con la gente de la tribu que observaban curiosos el trabajo del cazador. La calabaza fue pasando de mano en
mano, y todos fueron tomando la infusión.
Así nació el mate, que une a las personas y que es un símbolo de paz y confraternidad. Fue un regalo de la luna a los
hombres para que compartan vivencias, para que fomenten su amistad, o para que disfruten un silencio compartido.
http://www.taringa.net
I. Lee y responde:
1. ¿Qué tipo de texto es “El mate”? ¿Cómo lo sabes?
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2.¿Te gustó el texto? ¿Por qué?
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