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ENFERMERIA I-B
LA CIATICA

RIVERA MEJIA FLOR


La principal característica de la ciática es la presencia de dolores
intensos que tienen su inicio en la zona lumbar y se transmiten
hasta el pie por la parte posterior del muslo y glúteo.
Generalmente, estos dolores afectan solamente a una de las piernas y
pueden localizarse también en la parte inferior de la espalda o en una
nalga.
 Como consecuencia, el paciente sufre cambios en la sensibilidad de
la zona afectada, que empeora cuando la persona se sienta o se pone
de pie, una sensación que puede remitir al tumbarse o al caminar. 
¿Cuáles son los principales síntomas que permiten detectarla?
La sintomatología se caracteriza por dolores intensos y persistentes que se inician en la zona lumbar que se
transmiten hasta el pie por la parte posterior del muslo y el glúteo, así como hormigueos en las piernas, ardor en la
parte de la parte baja de la espalda y adormecimiento de los pies.
Las causas de la ciática
HERNIA DE DISCO VERTEBRAL:
Las causas pueden ser diversas y, generalmente, dependen del
estilo de vida del paciente y de su morfología.
 Lo más común es el pinzamiento del nervio ciático, que suele
estar ocasionado por una hernia discal o protrusión en la
columna vertebral o por un crecimiento óseo excesivo en las
vértebras.
ESTENOSIS DEL CANAL LUMBAR:
La región lumbar, es decir, la parte más baja de la espalda, suele ser la zona
más afectada, y se produce ciática al comprimirse las raíces nerviosas.
En este caso la ciática puede ocurrir a la vez en los dos lados del cuerpo y su
principal característica es que aparezca un dolor progresivo mientras se
camina, que desaparece poco después de sentarse o inclinarse hacia delante.
SÍNDROME PIRIFORME:
El músculo piriforme se inserta en la pelvis y en el fémur, de forma que cuando
se contrae acerca la pierna.
Lo habitual es que el nervio ciático pase por debajo de este músculo, pero hay
personas en las que el nervio atraviesa el músculo (aproximadamente el 10%
de la población).
Se pueden formar contracturas en el músculo piriforme que compriman el
nervio ciático; esto sucede principalmente después de lesiones que limitan el
caminar.
FRACTURAS:
Lógicamente, cualquier fractura de los huesos localizados en el recorrido del nervio
ciático puede alterar su recorrido y comprimirlo. Sin embargo, la primera
preocupación en estos casos será la propia fractura.

TUMORES:
Pueden comprimir el nervio ciático al crecer sin control. El tumor que provoca
ciática con más frecuencia es el condrosarcoma en ancianos. Afortunadamente no
es muy frecuente.
ENFERMEDAD DE PAGET:
Esta enfermedad no da síntomas con frecuencia, pero está más extendida de lo que se piensa entre los ancianos. Consiste en
la formación de hueso de forma descontrolada sin llegar a ser un tumor. La pelvis es el hueso más afectado y crece poco a
poco pudiendo comprimir el nervio ciático.

EMBARAZO:
Durante la gestación el útero comprime órganos internos de la pelvis y esto
provoca contracturas musculares que favorecen la ciática.
TRATAMIENTOS ALTERNATIVOS PARA LA CIÁTICA
En cuanto a los tratamientos alternativos para paliar la ciática, el más común es
la fisioterapia, que mediante masajes manuales puede 
reducir la inflamación de la zona adyacente al nervio ciático. Una de las técnicas
de fisioterapia más empleadas para el tratamiento de esta patología, es la
masoterapia, que trata los puntos gatillo y masajea el tejido conjuntivo.
La quiropraxia, también puede mitigar el dolor, ya que la recolocación de la
columna vertebral y ajustes vertebrales específicos pueden eliminar la presión 
sobre el nervio ciático.
En algunos casos, también se realiza acupuntura en la zona afectada, en este
caso, se aplican agujas muy finas en la zona afectada, que, mediante la
estimulación del nervio, consiguen un efecto analgésico.
Otro de los tratamientos que se está empleando en la actualidad para tratar la
ciática son las técnicas de bloqueo mediante 
radiofrecuencia o infiltración de columna vertebral, permitiendo que esta
radiofrecuencia lumbar frene el dolor. Esta práctica, se realiza en quirófano y
se emplean unas agujas especiales, que alteran con pulsos eléctricos algunos
puntos nerviosos, con el objetivo de bloquear la transmisión de señales
nerviosas de dolor.
TRATAR LA CIÁTICA MEDIANTE CIRUGÍA

En casos graves, en los que el paciente sufre un dolor crónico incapacitante o


ha perdido el control de la vejiga o los intestinos, 
la ciática puede ser tratada mediante cirugía.
Estas cirugías suelen consistir en la extracción del elemento que está
presionando el nervio ciático, ya sea el espolón del hueso o el disco desplazado.
PAUTAS PARA PREVENIR LA CIÁTICA
La ciática no puede prevenirse directamente, pero existen ciertos factores que
puede retrasar o evitar su aparición. Algunos de ellos son:

Mantener una buena higiene postural, que evite posiciones forzosas para la
espalda.
Controlar el peso corporal, ya que en casos de sobre peso existe mayor
riesgo de padecer hernias discales, porque la presión sobre los discos
intervertebrales será mayor.
Realizar ejercicio moderado de bajo impacto y evitar largos períodos de
sedentarismo.
Evitar ejercicios que puedan suponer un sobreesfuerzo para la espalda,
tales como el levantamiento de objetos pesados.
“Como se ha podido observar existen distintos tratamientos para
tratar el pinzamiento del nervio ciático, en todos los casos la
detección precoz es un factor clave, para la desaparición del dolor y
la obtención de buenos resultados durante el proceso de
recuperación”.

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