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Cartes i diaris d’artistes

• Vincent van Gogh: Cartes a Theo. mss.1853-


1890
• Dario de Regoyos. Carta a Leopoldo
Gutierrez Abascal, ms.1908
• Salvador Dalí: Un Diari, 1920
Albercocs en flor. Johannesburg: Col Cassirer.
Abril, 1888
Coneixes un pintor anomenat Jan
van der Meer? Ha pintat una dama
holandesa, bonica, molt distingida,
que està embarassada. La paleta
d’aquest estrany artista es
composa de blau, groc llimona, gris
perla, negre i blanc. En realitat,
en els seus quadres es pot trobar
tota la gama de colors; però
reunir el groc llimona, el gris
perla, el negra i el blanc es la seva
característica, com la és per
Velázquez harmonitzar el negre,
el blanc, el gris i el rosa... Els
holandesos no tenien imaginació,
però disposaven d’un gust
extraordinari i d’un infalible
sentit de la composició.
Van Gogh, en una carta dirigida
a Èmile Bernard (1877)

Johannes Vermeer
Lectora en blau, 1662-65
Amsterdam, Rikjsmuseum
Dario de Regoyos
Carta a Leopoldo Gutierrez Abascal.ms.1908

Dario de Regoyos: Paisatge marítim.


Madrid: Museu del Prado

Dario de Regoyos: Irun al matí. Madrid:


Museu del Prado.1900
Viatgers
Antecedents. Paul Fréart de Chantelou: Journal du voyage du cavalier
Bernin en France. 1665 (1899)

• Antonio Ponz: Viage a España (1787-1793)


• Isidoro Bosarte: Viage artístico a varios pueblos de
España con el juicio de las tres Nobles Artes ...1804
• Alexandre de Laborde: Voyage pittoresque et
historique de L’Espagne. 1806
• J.W. Goethe: Italianische Reise (Auch ich in
Arkadien).Viatge a Italia 1828 (1786-1788)
Paul Freart de Chantelou
Journal du Chavalier Bernin en France.Ms., c.
1671-1694
Publicat a Gazette des Beaux-Arts entre
1877-1885. Com a llibre, Paris, 1885
Consells donats als alumnes de l’Acadèmia francesa en
relació a les obres de l’Antiguitat:

«... Dijo que según su parecer se debería tener en la Academia


yesos de todas las estatuas, bajorrelieves y bustos antiguos para la
instrucción de los jóvenes, haciéndoles dibujar copiando esos estilos
antiguos a fin de formarles primeramente la idea de lo bello, cosa que
les sirve después para toda su vida; que ponerlos en sus comienzos a
dibujar del natural es perderlos, pues casi siempre los modelos están
faltos de vigor y de grandeza, y los jóvenes, no habiendo llenado su
imaginación nada más que de eso, nunca podrán producir nada que sea
hermoso y grande, pues de ningún modo lo encontrarán en el natural;
que los que se sirven de tales modelos deben ser ya muy hábiles para
reconocer sus defectos i corregirlos, cosa que los jóvenes que no
saben su oficio a fondo, no son capaces de hacer…»

Chantelou, Diario del viaje a Francia (ed. 1986), p. 146.


«...Dijodespués que, siendo todavía muy
joven, dibujaba frecuentemente obras
antiguas, y que, ya en la primera figura que
hizo, cuando tenia alguna duda, íbase a
consultar al Antínoo cual si fuere un oráculo,
y dijo que observaba entonces en aquella
figura, de un día a otro, bellezas que no había
visto hasta ese momento, y en las que jamás
hubiera reparado si nunca se hubiera puesto
a manejar el cincel para hacer una obra;
razón por la cual siempre aconsejaba a sus
discípulos y a todos los demás que no se
entregaran tan exclusivamente a dibujar y a
copiar modelos, y que se pusieran casi al
mismo tiempo a trabajar, sea esculpiendo,
sea pintando, entremezclando creación e
imitación y, por decirlo así, acción y
contemplación, de donde resulta un progreso
grande y maravilloso …»

Chantelou, Diario del viaje a Francia (ed. 1986), p. 146.

Antínoo. Museus Vaticans


«… preguntó al Caballero cuál de
las figuras antiguas apreciaba más.
Dijo que era el Pasquino […] una
figura de Fidias o de Praxíteles y
representaba al servidor de
Alejandro sosteniéndolo cuando
recibió un flechazo en el asedio de
Tiro; que en verdad mutilada y
arruinada como está esta figura,
el resto de belleza que queda no
es conocido nada más que de los
entendidos en dibujo. …»
Chantelou, Diario del viaje a Francia (ed. 1986),
p. 22.

Pasquino
Pasquino i Alexandre Magne?
Àiax i Pàtrocle ?
Roma, al peu del Palazzo Braschi,
darrera Piazza Navona, tal com
ja hi era al segle XVII.
«… El Caballero nombró después el
Torso de Belvedere y dijo que se
sabe que es un Hércules descansando,
aunque no tenga ni cabeza, ni brazos
ni piernas. Se dice que [esta figura]
nunca fue acabada y que esto se ve
patentemente. Añadió que estándo un
día Miquel Angel estudiándola […]
dijo: Questo è l’opera d’un uomo che a
saputo piú della natura; è sventura
grandissima che sia perso [Esto es la
obra de un hombre que conoció la
naturaleza mejor que nadie; es
verdaderamente una lástima que esté
mutilada]…»
Chantelou, Diario del viaje a Francia (ed.
1986), p. 22.

Tors Belvedere. Museus Vaticans


«… Le nombré yo después
el Laocoonte como una
de las obras maestras
griegas. Dijo que era
admirable, pero que el
torso lo era todavía en
mayor medida …»
Chantelou, Diario del viaje a
Francia (ed. 1986), p. 23.

Laocoont
Museus Vaticans
París
Place Dauphine
1607

Diario del viaje del caballero Bernini a Francia por Paul Fréart de Chantelou (ed. 1986, p. 81)
«...le señaló que desde aquella altura donde estábamos, no se veía en París nada más que un montón
de chimeneas, y que aquello parecía un peine de cardar. Añadió que Roma tenía verdaderamente
otro aspecto, que se ve allí San Pedro en un sitio, el Capitolio en otro, Farnesio más allá, Monte-Cavallo,
el palacio de San Marcos, el Coliseo, la Cancillería, el palacio de los Colonna y otros numerosos edificios
diseminados aquí y allá, que tenían grandeza y una apariencia sobremanera suntuosa y soberbia.
Interviene para decir que aquellos palacios eran grandes en verdad por cuanto tenían grandes espacios
que les servían como de campos; que no sucedía lo mismo en París, donde las casas, por muy bellas que
fuesen, al estar apretadas unas con otras, no se pueden distinguir bien; que los espacios aquí eran
escasos y las plazas pequeñas, lo que hacía que buen número de edificios se taparan los unos a los
otros, y que de lejos no tuvieran ninguna apariencia»
Johann Heinrich Wilhelm Tischbein: Goethe en la campiña romana (1787)
Elisabeth Vigèe Le Brun
Souvenirs. 1789

Elisabeth Vigèe Le Brun i la


seva filla. Paris. Louvre.1786
Sabeu, estimat amic, des de quina
distancia de Roma es pot descobrir
la cúpula de sant Pere?

Miquel Àngel i Giacomo della Porta


Tambor, cúpula i llanterna
Roma, San Pietro in Vaticano
Arribo a la Porta del Popolo......
Roma, Piazza dei Popolo, ca. 1750, segons G.B. Piranesi

Passo pel Corso....


Vil-la Medicis

I em paro a l’Acadèmia de França.


Atribueixo aquesta sensació a la grandesa tan ben calculada de tots els detalls: per
exemple les dues piles d’aigua beneita de pedra antiga, en forma de petxina que
hi ha a l’entrada, estan suspeses sobre uns infants que aparenten quatre o cinc
anys, però que medeixen sis peus d’alçada.
Vaig pujar l’escala que condueix
a la capella Sixtina.... Gianlorenzo Bernini
Scala Reggia, 1663-66
Per admirar la volta pintada al fresc per Miquel Àngel...
I la gran pintura que representa el
Judici Final. Malgrat les crítiques...
Models literaris
– Mitologia: Metamorfosis d’Ovidi;La Odisea i la
Iliada d’Homer;la Eneida de Virgili....
– Religió: La Biblia [Antic i Nou testament],
Apòcrifs de l’antic i Nou Testament
– Vides de Sants: La Llegenda Daurada de
Jacopo da Varazze
– Històries: Cròniques, novel·les [La Jerusalem
alliberada de Torcuato Tasso....]; poemes,
escrits místics.....

L. Reau: Iconografia cristiana. La Bíblia. Los Santos. Edició de AKAL


Diccionaris de simbols
Annibale Carracci. Paisatge amb la Fugida a Egipte, ca. 1604. Roma, Doria-Pamphili

Apocrif: Evangeli del pseudo-Mateu


Aine Bru
Degollació de sant Cugat
1504-07
MNAC

Segons Jacopo da Varazze


Borromini fue uno de los primeros hombres de su siglo por la altura de su
genio, pero uno de los últimos por el uso ridículo que hizo de el.
Francesco Milizia: Vides d’arquitectes. 1768
Biografies
• Lione Pascoli, Vite de’ pittori, scultori ed
architetti moderni, 1730
«18.9. Fue hombre de temperamento sano y
robusto, no feo de aspecto aunque un poco tétrico,
caprichoso, alto, fuerte, musculoso, moreno de pelo
y bronceado de rostro, casto y puro. Conservó
hasta el fin de su natural nobleza de trazo y su
señorío de espíritu. Vistió siempre de negro, casi a
la española, pero con peluca y patillas. Trabajó con
absoluto amor hacia su profesión y no despreció las
conveniencias y el decoro propio de ésta. En
cuestiones de interés fue muy delicado, nunca puso
precio a su trabajo y no quiso colaborar jamás con
maestros y artesanos para que no se dudase de su
inteligencia y aportación. Agradeció vivamente los
favores y no dejó pasar la ocasión de demostrarlo
[...] Fue muy celoso de sus diseños y por temor a
que otros profesores se los apropiasen o que se
alterasen los mandó quemar antes de morir.
Rechazó el hacerlos competir, pues decía que no
era conveniente ponerlos en la prueba de la
comparación con peligro de rechazo y condena
cuando ellos solos recibían plena aprobación. Estos
Francesco Borromini fueron entre otros los recuerdos que contó su
[Francesco Castelli] sobrino que fue el único discípulo que quiso
(1599-1667) tener...»

Lione Pascoli, Vite de’ pittori, scultori ed architetti moderni, 1730 [Vida de Francesco Borromini]
Vid. “Fuentes y Documentos”, Barcelona, Gustavo Gili, 1983, pp 133-139.
«18.1. Entre los profesores de cualquier especialidad y de
cualquier arte reina una emulación que la mayoría de las
veces se convierte en envidia. La cuestión no sería
peligrosa si no pasara de aquí. Pero a menudo se alcanza el
odio, el rencor, la enemistad, la pelea e incluso hasta el
derramamiento de sangre. Es muy conocida la mala relación
que hubo entre Borromini y Bernini, y demasiado famosas
las peleas continuas que tuvieron estos dos valiosos
hombres por culpa de su profesión. Compitieron durante
años sobre quien era capaz de hacer los más bellos
edificios. Y al igual que ellos discrepaban de su ideario
artístico, también los entendidos se agrupaban en
facciones a favor de uno o del otro... »

Lione Pascoli, Vite de’ pittori, scultori ed architetti moderni, 1730 [Vida de Francesco Borromini]
Vid. “Fuentes y Documentos”, Barcelona, Gustavo Gili, 1983, pp 133-139.
«18.6. De regreso en Roma le volvió de nuevo la melancolía por lo que estaba
semanas enteras encerrado en casa sin salir, dedicado a hacer nuevos diseños de
grandes edificios por capricho y por genio. Así se distraía y cultivaba su ingenio
con nobles ideas peregrinas, invenciones y elegantes y extraños pensamientos.
Hizo con estos diseños una numerosa colección que decidió hacer grabar para que
los émulos y la posteridad pudiera siempre contemplar sus obras. Mientras se
dedicaba a estos grabados, algunos de los cuales vemos hoy que circulan, fue
asaltado con mayor violencia por la hipocondría, que en pocos días lo dejó en un
estado tal que nadie lo reconocía como Borromini, con el cuerpo deshecho y el
rostro desfigurado. Torcía la boca en mil muecas horribles, a veces ponía los ojos
en blanco de forma espantosa, y de cuando en cuanto, como un león enfurecido
gritaba y rugía. Su sobrino llamó a consulta a los médicos, oyó el consejo de los
amigos, lo hizo visitar por religiosos y todos unánimemente concluyeron que no
debían dejarlo sólo, que se le suprimiese toda ocupación y que sobre todo se
procurase hacerle dormir con el fin de volver la calma a su espíritu. Estas fueron
las órdenes precisas que dio su sobrino a sus sirvientes, y esto es lo que hicieron.
Pero esto, que debería haber aliviado su mal, lo agravó, porque al ver que no se le
obedecía, pues todo lo que pedía se lo negaban, creyó que en vez de ser por su
bien era para dañarle; por lo que cayó en manías mayores y la hipocondría
degeneró en opresión pulmonar, en asma y en una especie de frenesí.»

Lione Pascoli, Vite de’ pittori, scultori ed architetti moderni, 1730 [Vida de Francesco Borromini]
Vid. “Fuentes y Documentos”, Barcelona, Gustavo Gili, 1983, pp 133-139.
18.7. Finalmente una noche en mitad de la canícula acostado en su lecho, pero sin
dormir ni una sola hora, llamó al sirviente y le pidió luz y algo para escribir. El
sirviente le dijo que esto estaba prohibido por los médicos y por su sobrino.
Borromini se acostó de nuevo y trató en vano de dormirse, por lo que comenzó a
revolverse en esas horas calurosas y ofuscado con las manías de siempre se le oyó
exclamar: “¿Cuándo dejareis de afligirme, oh! funestos pensamientos míos?
¿Cuándo mi alma dejará de agitarse? ¿Cuándo me abandonarán tantas penas?
¿Busco el sueño y no lo encuentro, hablo con mi familia y no me escucha, pido la
luz y no la veo, quiero escribir y me es negado, anhelo levantarme y no puedo, amo
la paz y no me la espero, veo la muerte y no me toma! ¿Qué hago, pues, en esta
cruel y execrable vida?” Se levantó furioso, tomó una espada que, para su
desgracia y por el poco cuidado de quien lo servía, estaba encima de una mesa, y
con el plomo sobre el pavimento, sin más discursos ni reflexión, se abalanzó
bárbaramente sobre la punta y se atravesó de parte a parte desde el pecho hasta
la espalda. El sirviente acudió con el ruido y al ver la cruenta escena pidió ayuda a
los demás que lo pusieron de nuevo sobre el lecho medio muerto, desmayado y
cubierto de sangre. Vio él entonces que había llegado el fin de su vida y, aterrado
por la muerte que antes veía lejana, ordenó que se llamase al confesor, luego hizo
testamento y después de pocas horas, con muestras de santa contrición, el día
tres de agosto de 1667, pasó a mejor vida».

Lione Pascoli, Vite de’ pittori, scultori ed architetti moderni, 1730 [Vida de Francesco Borromini]
Vid. “Fuentes y Documentos”, Barcelona, Gustavo Gili, 1983, pp 133-139.
Francisco de Milizia: Arte de ver en las Bellas Artes del Diseño, según los principios de Sluzer y
Mengs. De orden de Su Magestad, Madrid, en la Imprenta Real, año de [1781] 1827 :

«San Andrés de la Valle. ¿Grande y rica fachada? Luego bella, añade el


inteligentísimo vulgo, que es lo mismo que decir que una momia siendo rica es
bella. Con todo eso nadie ve más que un tosco objeto, que cuanto más se
engrandece y cuanto más se engalana, más se embrutece. ¿Cuál es el sitio desde
donde se puede ver la cúpula que campea sobre la fachada? ¿Por qué esta
fachada tiene dos planos, cuando la iglesia no tiene por dentro más que uno? ¿Y
por qué miente esta fachada? No es ella sola. Peores son tantos embrollos de
pilastras, de pedestales, de columnas sin concluir; y son mucho peores sus
frontispicios y cornisones desgarrados con recorte, ángulos, resaltos y otros
dixes impertinentes. Los mismos desatinos insignificantes de pretendido adorno
están esparcidos en el interior del templo, en cuyo fondo aparece aquel inútil
cupulón, que estaría mejor en el medio. Con que es lo peor de todo»

Basilica de Sant
Andrea della Valle
Roma
Varis arquitectes,
1608-1665
Pla Regulador de Roma,
1931 i projecte del futur
Corso del Rinascimento

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