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INFECCIONES

URINARIAS
INTEGRANTES

RIEGA ESQUIVEL ABRAHAM JEFFERSON


RIVERA RAMOS, MARJORIE KATHERINE
TAIPE ANCALLA GABY CINTIA
TORRES ACHO, VELIZABETH
VILLALBA MARTINEZ FRANK
¿QUE SON LOS INFECCIONES
URINARÍAS ?
Las infecciones urinarias son infecciones comunes
que ocurren cuando entran bacterias a la uretra,
generalmente de la piel o el recto, e infectan las
vías urinarias. Pueden afectar a distintas partes de
las vías urinarias, pero la infección de vejiga
(cistitis) es el tipo más común.

Una infección de las vías urinarias es una


infección que se produce en cualquier parte del
sistema urinario: los riñones, los uréteres, la
vejiga y la uretra. La mayoría de las infecciones
ocurren en las vías urinarias inferiores (la vejiga y
la uretra).
FACTORES DE RIESGO
Algunas personas tienen mayor riesgo de contraer una infección
urinaria. Las infecciones urinarias son más comunes en las
mujeres porque la uretra de las mujeres es más corta y está más
cerca del recto. Esto facilita la entrada de bacterias a las vías
urinarias.
Otros factores que pueden aumentar el riesgo de contraer
infecciones urinarias son:
-Una infección urinaria anterior.
-Actividad sexual.
-Cambios en las bacterias que viven dentro de la vagina (flora
vaginal). Por ejemplo, la menopausia o el uso de espermicidas
pueden causar estos cambios.
-Embarazo.
-Edad (los adultos mayores y los niños pequeños tienen más
probabilidades de contraer infecciones urinarias).
-Problemas estructurales en las vías urinarias, como
agrandamiento de la próstata.
-Mala higiene, por ejemplo, en los niños que están aprendiendo a
ir al baño.
SÍNTOMAS
Las infecciones de las vías urinarias no siempre causan
signos y síntomas, pero cuando lo hacen, estos pueden
incluir lo siguiente:
• Necesidad imperiosa y constante de orinar
• Sensación de ardor al orinar
• Orinar frecuentemente en pequeñas cantidades
• Orina de aspecto turbio
• Orina de color rojo, rosa brillante o amarronado (un
signo de sangre en la orina)
• Orina con olor fuerte
• Dolor pélvico en las mujeres, especialmente en el
centro de la pelvis y alrededor de la zona del hueso
púbico
• En los adultos mayores, es posible que
las infecciones de las vías urinarias se pasen por
alto o se confundan con otras afecciones.
Parte de las vías Signos y síntomas TIPOS DE INFECCIONES DE
urinarias afectada
LAS VÍAS URINARIAS
Riñones (pielonefritis  Dolor de espalda o en un costado
aguda) (flanco)

 Fiebre alta

 Temblores y escalofríos

 Náuseas

 Vómitos

Vejiga (cistitis)  Presión en la pelvis

 Molestias en la parte inferior del


abdomen

 Micciones frecuentes y dolorosas

 Sangre en la orina

Uretra (uretritis)  Sensación de ardor al orinar

 Secreciones
CAUSAS
Las infecciones urinarias suelen producirse cuando ingresan bacterias
en las vías urinarias a través de la uretra y comienzan a multiplicarse
en la vejiga.

• Infección de la vejiga (cistitis). Por lo general, este tipo


de infección de las vías urinarias es causado por la Escherichia
coli (E. coli), un tipo de bacteria que se encuentra
frecuentemente en el tracto gastrointestinal. Sin embargo,
algunas veces las responsables son otras bacterias.
• Las relaciones sexuales pueden ocasionar cistitis, pero no es
necesaria la actividad sexual para padecerla. Todas las mujeres
corren el riesgo de padecer cistitis debido a su anatomía;
específicamente, por la corta distancia desde la uretra hasta el
ano y del orificio uretral a la vejiga.
• Infección de la uretra (uretritis). Este tipo de infección de las
vías urinarias puede ocurrir cuando las bacterias en el tracto
gastrointestinal se propagan desde el ano hacia la uretra.
Asimismo, dado que la uretra femenina está cerca de la vagina,
las infecciones de transmisión sexual (tales como el herpes, la
gonorrea, la clamidia y el micoplasma) pueden causar uretritis.
COMPLICACIONES EN LA
INFECCIÓN URINARIA
Si la infección de orina alcanza la vejiga, estaremos ante una cistitis; si afecta al
riñón y la zona pélvica renal, hablamos de una pielonefritis. Suele ser un
agravamiento de la cistitis y suele ir acompañada de fiebre. Si la infección está
en la uretra, será una uretritis y en la próstata, en el caso de los hombres, se
produce la prostatitis.
Las infecciones de orina no tratadas pueden provocar graves problemas de salud e
incluso una septicemia; una infección multiorgánica y generalizada que puede
provocar la muerte. El hecho de que sean frecuentes no las hace menos
peligrosas. Algunos de los riesgos:

• Infecciones recurrentes. Sin tratamiento, esta dolencia puede prolongarse, con


dos o más infecciones de las vías urinarias en un período de seis meses, o
cuatro o más en un año.
• Daño renal permanente derivado de una pielonefritis grave.
• Durante el embarazo, puede provocar que el bebé nazca con bajo peso o sea
prematuro.
• Septicemia, una complicación de las infecciones que puede provocar la muerte,
especialmente si se extiende hacia los riñones.
TRATAMIENTO
Generalmente, los antibióticos son el tratamiento de primera línea para
las infecciones de las vías urinarias. Los medicamentos que te receten y
el tiempo de uso dependen de tu estado de salud y del tipo de bacterias
que se encuentren en la orina.
Infección simple
Los medicamentos que suelen recomendarse para las infecciones
simples de las vías urinarias comprenden los siguientes:
• Cefalexina (Keflex)
• Ceftriaxona
Por lo general, los síntomas de la infección de las vías
urinarias desaparecen al cabo de unos pocos días después del
inicio del tratamiento. Sin embargo, es posible que tengas que
continuar con los antibióticos durante una semana o más.
Completa todo el tratamiento con antibióticos según la indicación
médica.
Es posible que el médico también te recete un medicamento para el
dolor (analgésico) que adormece la vejiga y la uretra para aliviar
el ardor al orinar, pero generalmente el dolor se calma poco
después de comenzar con el antibiótico.
Infecciones frecuentes
Si tienes infecciones de las vías urinarias con frecuencia, el
médico puede darte ciertas recomendaciones relacionadas con
el tratamiento, como las siguientes:
Antibióticos en dosis bajas, inicialmente durante seis meses,
aunque a veces por más tiempo
Autodiagnóstico y tratamiento si permaneces en contacto con
el médico
Una dosis única de antibiótico después de tener relaciones
sexuales si las infecciones están relacionadas con la actividad
sexual
Terapia de estrógeno vaginal si estás en la posmenopausia

Infección grave
Si la infección de las vías urinarias es grave, es posible que
necesites tratamiento con antibióticos intravenosos en un
hospital.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
Determinar la ubicación, características, calidad y gravedad del dolor antes de medicar al paciente.
-Comprobar las órdenes médicas en cuanto al medicamento, dosis y frecuencia de analgésico prescrito.
-Administrar los analgésicos a la hora adecuada para evitar picos y valles de la analgesia, especialmente
con el dolor severo.
-Evaluar la eficacia del analgésico a intervalos regulares después de cada administración, se debe
observar también si hay señales y síntomas de efectos adversos (depresión respiratoria, náuseas y
vómitos, sequedad de boca y estreñimiento).
-Registrar la respuesta al analgésico y cualquier efecto adverso.
-Realizar una valoración exhaustiva del dolor que incluya la localización, características,
aparición/duración, frecuencia, calidad intensidad o severidad del dolor y factores desencadenantes.
-Asegurarse de que el paciente reciba los cuidados analgésicos correspondientes.
-Proporcionar información acerca del dolor, tales como causas del dolor, el tiempo que durara y las
incomodidades que se esperan debido a los procedimientos.
-Proporcionar a la persona un alivio del dolor óptimo mediante analgésicos prescritos.
-Seleccionar y desarrollar medidas farmacológicas y no farmacológicas.
-Evaluar la eficacia de las medidas de alivio del dolor a través de una valoración continua de la experiencia
dolorosa.
-Notificar al médico si las medidas no tienen éxito o si la queja actual constituye un cambio significativo en
las experiencias pasadas del dolor del paciente.
-Monitorizar el grado de satisfacción del paciente con el control del dolor a intervalos especificados.
-Fomentar la observación de la propia experiencia con las náuseas.
-Ayudar a solicitar y proporcionar apoyo emocional.
-Observar el aprendizaje de estrategias para controlar las náuseas.
-Verificar los efectos de las náuseas.
-Observar si hay manifestaciones no verbales de incomodidad, especialmente en
aquellos pacientes que son incapaces de comunicarse de manera eficaz.
-Evaluar el impacto de las náuseas sobre la calidad de vida (p. ej., apetito, actividad,
desempeño laboral, responsabilidad y sueño).
-Fomentar el descanso y el sueño adecuados para facilitar el alivio de las náuseas.
-Identificar factores (p. ej., medicación y procedimientos) que pueden causar o contribuir
a las náuseas.
-Utilizar una higiene bucal frecuente para fomentar la comodidad, a menos que eso
estimule las náuseas.
-Asegurarse de que se han administrado antieméticos eficaces para evitar las náuseas.
-Controlar los factores ambientales que pueden evocar náuseas (p. ej., malos olores,
ruido y estimulación visual desagradables.
-Reducir o eliminar los factores personales que desencadenan o aumentan las náuseas
(ansiedad, miedo, fatiga y ausencia de conocimiento)
-Identificar estrategias exitosas en el alivio de las náuseas.
-Controlar la presión sanguínea, el pulso y la respiración.
-Observar el color y la temperatura de la piel
-Observar y registrar si hay signos y síntomas de hipertermia
-Favorecer una ingesta nutricional y de líquidos adecuados
-Ajustar la temperatura ambiental a las necesidades del paciente
-Administrar medicamentos antipiréticos.
-Controlar periódicamente la eliminación urinaria, incluyendo la frecuencia,
consistencia, volumen y color.
-Explicar al paciente si hay signos y síntomas de infección del tracto urinario, si
procede.
-Enseñar al paciente a beber líquido con las comidas, entre las comidas y al
anochecer.
-Ensenar al paciente con el desarrollo de ir al aseo, si procede.
-Explicar al paciente los signos y síntomas de infección del tracto urinario si procede
-Remitir al médico si se producen signos y síntomas de infección del tracto urinario.
-Ayudar al paciente con el desarrollo de la rutina de ir al aseo, si procede.
-Determinar las limitaciones físicas del paciente.
-Animar a la verbalización de los sentimientos sobre las limitaciones.
-Facilitar la alternancia de períodos de reposo y actividad.
-Planificar las actividades para los períodos en los que el paciente tiene más energía
-Ayudar al paciente a sentarse en el borde de la cama, si no puede moverse o
caminar.
-Observar la localización y naturaleza de la molestia o dolor durante el
movimiento/actividad.
-Vigilar la respuesta cardiorrespiratoria a la actividad (taquicardia, otras disritmias,
disnea, diaforesis, -palidez, presiones hemodinámicas y frecuencia respiratoria.)
-Determinar qué y cuánta actividad se necesita para reconstruir la resistencia física
-Controlar la ingesta nutricional para asegurar recursos energéticos adecuados.
-Limitar la cantidad de visitas y las interrupciones por parte de las mismas, si procede.
-Utilizar ejercicio de movimientos articulares activos para aliviar la tensión muscular

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