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Casos de mala

praxis en la
psicología

Integrantes: Careaga, Diego S.


                     Fonseca, Jhonatan E.
                     Ramírez, Gonzalo L.
                     Andino, Federico.
El profesor pedófilo
Jorge (geo) Corsi
Jorge Corsi, condenado a tres años de prisión.
El psicólogo y coordinador de grupos de hombres violentos en el Centro Integral de Salud Psicológica Masculina de la C.A.B.A. acusado
de abuso sexual de menores fue condenado en un juicio abreviado donde admitió su culpa en la “promoción de la corrupción de
menores”. Será sometido a un tratamiento psiquiátrico .(hay cuatro damnificados más). 

NOVEDADES EN LA CAUSA (agosto 2011):


Se encuentra en el Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 11 de la Cap. Federal y la causa lleva el N° 3114,
Jorge Corsi, el psicólogo de niños y adolescentes acusado de abusar sexualmente de menores,
se sentará en el banquillo a partir del 12 de marzo de 2012.

Jueves 24 Julio 2008 Último Momento Sociedad Casos


El prestigioso psicólogo acusado de abuso de menores declarará esta tarde
10:35 Lo confirmaron a Clarín.com  fuentes judiciales. También se presentarán ante la jueza Fontbona de Pombo los otros dos
detenidos. Los tres fueron acusados por un chico de 14 años. Por ese caso hay un prófugo.

CURRICULUM VITAE. Es autor de numerosas obras sobre psicoterapia y terapia familiar.


El prestigioso psicólogo Jorge Corsi y los otros dos hombres acusados de abuso de menores declararán después del mediodía ante la
jueza María Fontbona de Pombo según dijeron fuentes judiciales a Clarín.com. Los tres fueron acusados por un joven de 14 años, quien
habría participado de fiestas sexuales durante al menos dos meses. En esa investigación hay un prófugo, confirmó una persona con
acceso a la causa.
Corsi (62) es licenciado en Psicología y, desde 1989, director de la especialización en Violencia Familiar de la Universidad de Buenos
Aires. Durante doce años dirigió programas de tratamiento para hombres que ejercen violencia doméstica, escribió cinco libros y fue
asesor de funcionarios del Ministerio de Justicia de la Nación y del Gobierno porteño.
Además de Corsi, ayer fue detenido Marcelo Rocca Clement (32), señalado como el presunto organizador de las fiestas sexuales. Ese
hombre ya había sido detenido en diciembre de 2000 por el entonces juez Mariano Berges, acusado de abusar de varios menores, pero
actualmente estaba excarcelado.
La investigación que llevó a la detención de estos tres hombres empezó en marzo del año pasado, cuando un chico de 14 años que vive
en Barrio Norte le confesó a sus padres que había participado de fiestas sexuales con hombres. Pero también habrían abusado de unos
seis chicos de clase media y alta de Barrio Norte, Palermo y Recoleta.
El Senado interviene
por la psicóloga trucha
La mujer. Patricia Lara admitió que firmó como psicóloga sin serlo. 

Derechos y Garantías recibió al padre que denunció que una jueza del Este aceptó un informe de la falsa profesional. 

SAN MARTÍN– “Está probado que la mujer no era psicóloga y la jueza tendría que haberlo denunciado inmediatamente”,
dijo ayer el senador Oscar Ligonié (PD) presidente de la Comisión de Derechos y Garantías quien ayer recibió a Víctor Sosa,
el hombre que dice haber sido perjudicado por la falta de acción de la jueza de Familia de San Martín María Cecilia Rinaldi.
Sosa, quien es parte en un expediente por medidas tutelares, sostiene que la magistrada no denunció en tiempo y forma la
usurpación de título de una mujer, Patricia Lara, que se hizo pasar por psicóloga en dos expedientes tramitados en su
juzgado. “Hoy Sosa nos 2 Más artículos y jurisprudencia en: www.afamse.org.ar     presentó documentación que avalan sus
dichos y en la semana próxima seguramente la comisión producirá el despacho de esta cuestión y la elevará a la Corte”,
sostuvo Ligonié. Además el senador remarcó que “nosotros no intervenimos en las cuestiones de fondo del caso porque
son competencia de la Justicia. Sólo nos tenemos que dedicar a analizar si se han vulnerado derechos y garantías
esenciales”. El legislador agregó que, en apariencia, “la jueza no hizo absolutamente nada” después de haber tenido la
presunción de que Lara estaba cometiendo un delito reprimido por el artículo 247 del Código Penal. Por su parte, Víctor
Sosa sostuvo al salir de la reunión que los integrantes de la comisión “quedaron sorprendidos por la abundante prueba que
presenté y pidieron que incorpore algunos otros elementos que constan en la causa”. Todo el conflicto ronda sobre el
expediente en donde un ex matrimonio intenta dirimir cuestiones relacionadas con el régimen de visita del único hijo. En
alguna de las audiencias realizadas participó Patricia Mónica Lara, una mujer que aseguró ser psicóloga y firmó como tal al
pie del acta. Resultó ser que Lara no era psicóloga e incurrió en el delito calificado como usurpación de título, castigado con
hasta un año de prisión y multa. Sosa le informó esto a la jueza Rinaldi quien, pese a estar obligada por ley, no habría
realizado la compulsa correspondiente. El padre también dice haber sido afectado por las supuestas medidas arbitrarias,
falta de acción y demoras de la magistrada que le habrían impedido al hombre mantener un contacto regular con su hijo.
Ahora, mientras la comisión analiza si la jueza no cumplió correctamente con sus obligaciones y merece un pedido de Jury,
la fiscalía correccional de San Martín debe determinar si hay suficiente prueba para ordenar el procesamiento de la falsa
psicóloga. Hace 20 días, en San Martín, el presidente de la Corte, Jorge Nanclares, dijo que “los medios de prensa no tienen
que meterse en cuestiones de Familia porque las partes están muy exaltadas y dicen cualquier cosa”. Fuente: Diario Uno
Sección: Mendoza Autor: Enrique Pfaab 
San Juan: sancionan a una psicóloga por
la presunta manipulación del testimonio
de un niño contra su padre
Se trata de Inés Rodríguez, jefa técnica del organismo judicial que se ocupar de los casos abuso infantil; el Colegio  de Psicólogos
de la provincia la inhabilitó, al considerar que había obrado con mala praxis, ella apeló y la Justicia le dio la razón a la entidad; el
acusado estuvo dos años preso por aquella declaración, que ahora puede ser invalidada

SAN JUAN. Luego de haber perdido el vínculo con sus hijos y de haber estado dos años detenido en el Servicio Penitenciario Provincial por la acusación de
abuso sustentada en la declaración de uno de los menores, un empresario bodeguero sanjuanino ganó una batalla clave para su defensa: la psicóloga que
realizó la Cámara Gesell fue sancionada por mala praxis en las entrevistas realizadas con el método de Cámara Gesell.

La profesional en cuestión es la licenciada Inés Rodríguez, jefa técnica del Centro Judicial de Abordaje Integral de Niños, Niñas y Adolescentes
Víctimas, Anivi, el organismo encargado de las audiencias videograbadas con menores que fueron víctimas de abuso.

El caso salió a luz a principios de febrero de 2016, cuando el bodeguero C.G.P. fue detenido tras la denuncia de su exmujer, que un mes antes había decidido
contar en la Justicia lo que supuestamente sucedía. El empresario había sido acusado de abuso sexual de tres niños: uno de 2 años, hijo biológico suyo, y
dos mellizos de 11, fruto de un matrimonio anterior de la mujer que lo denunció. Todos convivían en un edificio céntrico como una típica familia
ensamblada.

Las conversaciones con los menores en la Cámara Gesell fue fundamental para encarcelar al bodeguero. El informe de las psicólogas estableció que tanto
los mellizos como el más chico tenían claros síntomas de haber sufrido un ataque a su integridad psicosexual. Pero las objeciones de la defensa llevaron a
una revisión en la que otros peritos en la materia consideraron que las entrevistas a los menores contenían fallos eventualmente determinantes y que,
incluso, algunas de las preguntas que les realizaron a los chicos inducían las respuestas.

El 30 de julio de 2020, el Tribunal de Disciplina del Colegio de Psicólogos de San Juan impuso a Rodríguez una sanción de seis meses de inhabilitación para
ejercer la profesión y todos los derechos emergentes de la calidad de matriculada.

A través de su abogada, Grace Ann Bridge, la psicóloga apeló la sanción ante el juzgado en lo Contencioso Administrativo, a cargo de Adriana Tettamanti, y
en paralelo presentó una medida cautelar para evitar que se materializara la sanción, lo que le fue concedido por el juez en lo Civil Héctor Rollán.
Confirman la sanción contra un psicólogo de Cipolletti
por falta de ética en una causa por abuso sexual
La Cámara Civil no hizo lugar a la apelación que interpuso Claudio Marín. El profesional fue sancionado en 2018 por el Colegio
de Psicólogos. Deberá pagar 150 mil pesos de costas.

El psicólogo Claudio Marín volvió a recibir un revés por parte de la justicia; esta vez fue el fuero civil que desestimó la demanda
que interpuso contra el Colegio de Psicólogos del Alto Valle Oeste que en 2018 le suspendió la matricula por un gravísimo caso de
carencia de ética profesional. El psicólogo deberá pagar alrededor de 150 mil pesos de costas por el juicio.

La Cámara Civil de Cipolletti no hizo lugar a la apelación por la demanda; desarticuló todos los argumentos de la defensa y volvió
a confirmar que Marín actuó de forma irresponsable en un delicado proceso penal por abuso sexual agravado.

No solo por su doble rol, terapeuta del abusador y de la víctima, sino que influyó para que la joven levantara una denuncia
penal. El caso llegó a juicio impulsado por la defensoría de menores. El depravado fue condenado y recientemente la Corte
Suprema convalidó todo el proceso.

Según se desprende del fallo civil, Marín violó en varias oportunidades el secreto profesional al divulgar publicaciones
vinculadas al caso en sus redes sociales (Facebook) y en notas periodísticas. 

“A tal respecto no formuló descargo alguno en su defensa ni aportó prueba que desvirtuara lo denunciado; por el contrario,
expresamente reconoció la divulgación, aunque pretendió reducir su relevancia”, sostiene el fallo firmado por los jueces Marcelo
Gutiérrez, Alejandro Cabral y Vedia y la jueza Elda Emilce Álvarez.

Así, reconoció haber efectuado la publicación sobre circunstancias que debía resguardar bajo el secreto profesional y la reserva
que impone el hecho de hallarse involucrada una menor de edad, cuya identidad debía ser celosamente reservada en
cumplimiento de lo que disponen las normas legales y convencionales internacionales.

Un informe de la Oficina de Atención a la Víctima solicitado por el fiscal Martín Pezzetta alertó sobre la incompatibilidad en el
desempeño profesional de Marín luego de que este manifestara el 25 de enero de 2017 ante dicho organismo ser psicólogo del
condenado – acusado de abuso sexual por segunda vez – y haber iniciado un proceso terapéutico con la hija – nueva víctima- el
19 de enero de ese año.

“Recién entonces, y existiendo ya el planteo de la Fiscalía cesó su intervención en la causa penal, pero de los dichos del acta de
audiencia surge su propio reconocimiento de su doble intervención profesional con quienes por entonces resultaban ser la
presunta víctima y el victimario, lo que acredita la alegada imputación de haber mantenido relaciones profesionales múltiples e
incompatibles en los términos del art. 4.4.1.6”, sostienen los magistrados en el fallo.

Quien presentó la denuncia fue la hermana de la víctima. “En dicho trámite la denunciante imputó al actor las siguientes
irregularidades: primero, la falta de matriculación oportuna en el Colegio de esta jurisdicción; dicha imputación no fue negada
sino que el psicólogo ensayó excusas sin sustento jurídico o fáctico alguno que desvirtuaran la configuración de la omisión
incurrida”.

Seguidamente, se le atribuyó transgredir el art. 4.4.1. del Código de Ètica que regula la responsabilidad del profesional en las
relaciones con sus consultantes. De violentar las disposiciones contenidas en el art. 4.4.1.1 (posición asimétrica y prohibición de
hacer uso de su influencia para fines benéficos para el paciente); en la disposición 4.4.1.1. (privilegiar el beneficio del paciente
sobre el propio); en el art. 4.4.1.6. (involucrarse en relaciones múltiples que pudieran perjudicar la objetividad del profesional, su
competencia o la efectividad de su desempeño; como así también generar el riesgo o daño para con el paciente) y en la norma
contenida en el art. 4.4.1.7 (el surgimiento de una relación múltiple potencialmente dañina).
Psicóloga deberá indemnizar a la
familia de una nena por no advertir
que era abusada
La Justicia consideró que no se advirtió en tiempo y forma el abuso sexual que estaba sufriendo una niña de Buenos Aires por parte de su padre, hoy condenado a 13 años
de cárcel. El fallo también condena a una obra social y a dos aseguradoras.

La Justicia condenó a una psicóloga, a una obra social y a dos aseguradoras por mala praxis profesional, tras considerar que no se advirtió en tiempo y forma el abuso sexual
que estaba sufriendo una niña por parte de su padre, hoy condenado a 13 años de cárcel.

"La menor, junto a su madre, habían depositado sus esperanzas en (la psicóloga) para que fuera develado el motivo de su intranquilidad emocional, lo cual se vio postergado y
dilatado debido a una actuación profesional que demostró un alto grado de ineptitud", sostuvieron los jueces.

El fallo fue dictado por la Sala H de la Cámara Nacional en lo Civil contra una terapeuta identificada como S.E.B., a una obra social de personal directivo y a dos compañías de
seguro, según publica el sitio judicial ElDial.com.

La resolución -que establece el pago de una indemnización- abre un debate sobre el rol médico de los tratamientos terapéuticos, por la, se indicó, "absoluta discrecionalidad
técnica" de su especialidad.

Mala praxis. La causa fue iniciada por la madre de una chica, que ahora ya es mayor de edad, que demandó a una psicóloga por mala praxis porque atendió a su hija entre 1998
y 2000 y "no habría advertido en tiempo y forma oportuna el abuso sexual del que estaba siendo objeto la niña por parte de su padre biológico".

La nena inició el tratamiento cuando tenía "4 años y 9 meses", presentaba "llanto, tristeza, soledad en el colegio, y conducta caprichosa" y se atendió con la psicóloga en tres
etapas (primero la madre tenía obra social, luego perdió el trabajo y recurrió a ella en forma particular y más tarde recuperó la cobertura médica).

Según la causa, recién en el informe psicológico de febrero de 2000 surgió que la terapeuta "tenía conocimiento o altas sospechas que estaba siendo abusada por su padre
durante el régimen de visitas que se desarrollaba en el domicilio del progenitor".

"El tratamiento se suspende por las vacaciones de verano, momento en el cual la niña en el mes de enero reveló en sueños el abuso de su padre (con el cual se había ido de
vacaciones). A consecuencia del contacto telefónico con (psicóloga), se la derivó a una ginecóloga y se le indicó la necesidad de una asistencia legal, como suspensión de las
visitas programadas con su padre. Que recién en ese momento la psicóloga analizó la situación de ˜ataque real˜", se estableció.

El juez de primera instancia rechazó la demanda por considerar que no hubo mala praxis, pero los camaristas Liliana Abreut de Begher y Claudio Kiper condenaron a la
psicóloga, a la obra social y las compañías aseguradoras a pagar 28 mil pesos más costas.

Argumento. Para el tribunal, la psicóloga "es una profesional de la salud mental que se encuentra sujeta a los principios de la ciencia que ejerce a los que se suman las
obligaciones ligadas a su práctica, especialmente, la responsabilidad civil", y dado que "en su especialidad goza de absoluta discrecionalidad técnica", tenía "como una de sus
obligaciones llevar una adecuada historia clínica o registro del tratamiento."

"Como psicóloga, estaba obligada a actuar responsablemente, y a evitar que a causa de su negligencia, imprudencia, impericia o falta de formación adecuada otras personas
puedan sufrir daños injustos", se sostuvo.

En el expediente se evaluaron "las probanzas de sede penal que condenó al padre como autor penalmente responsable del delito de abuso sexual de menor de 13 años,
calificado por el vínculo, y tuvo en especial consideración que se ubicó el delito temporalmente entre los meses de enero y agosto de 1999", des decir "cuando la niña retoma
las sesiones con la psicóloga".

"Teniendo en cuenta el estudio de los hechos analizados en los apartados precedentes, y que se acreditó la culpa por parte de la psicóloga que atendió a la menor, ello
compromete en forma directa la responsabilidad de la Obra Social", se añadió.

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