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LA NARRACIÓN

La narración cuenta un cuento, narra un suceso; es decir,


presenta una secuencia de eventos ya sean ficticios o
verdaderos. Al escribir una narración, básicamente se habla de
algo que ocurrió o que nos ha sucedido a nosotros o a otras
personas. Los usos de la narración son muchos, así como los
contextos en que se usa: Hacemos una narración para recordar lo
esencial del argumento de un cuento o de una novela; con una
narración podemos divertir al recrear tanto la acción como la
emoción de un momento importante; una narración, en forma
de un relato biográfico, puede usarse tanto para explicar las
acciones presentes o pasadas de un individuo, como para
anticipar sus acciones futuras.
En general, cualquier narración puede dividirse en tres partes: LA
PRESENTACIÓN de la situación, en donde se establecen los
hechos en que se basa la acción; LA COMPLICACIÓN, en donde
se presenta la acción principal y las tensiones que la rodean; y EL
DESENLACE O RESOLUCIÓN, que como su nombre lo indica,
presenta la resolución de las tensiones.
Una narración puede escribirse desde varios puntos de vista. Por
ejemplo, generalmente se escribe en tercera persona cuando se
cuenta a otro algo que ha sucedido. Pero si el narrador cuenta
algo que le ha sucedido a él mismo, lo más usual es utilizar la
primera persona.
Por ejemplo, para hablar de lo que le sucedió a un amigo se
escribiría:
“Juan se levantó tarde ese día. Se vistió rápidamente. No desayunó.
Sabía que faltaban exactamente siete minutos para que comenzara el
examen. Mentalmente calculó lo que debía hacer: Tenía dos minutos
para llegar a la universidad, un minuto para estacionar el auto, tres
minutos para llegar al edificio y un minuto para llegar al salón de
clases.
Al llegar vio a don Mauro. Como de costumbre, el profesor esperaba
reloj en mano. El joven vaciló un instante. El viejo lo miró un segundo y,
sin decir nada, cerró la puerta.”
En este caso, la narración está escrita en tercera persona, pues se
habla de Juan y del profesor, en otras palabras, de ellos.
El mismo caso podría contarse en primera persona, desde la
perspectiva de Juan, el protagonista de los hechos.
“Me levanté tarde ese día. Me vestí rápidamente. No desayuné. Sabía
que faltaban exactamente siete minutos para que comenzara el
examen. Mentalmente calculé lo que debía hacer: Tenía dos minutos
para llegar a la universidad, un minuto para estacionar el auto, tres
minutos para llegar al edificio y un minuto para llegar al salón de
clases.
Al llegar vi a don Mauro. Como de costumbre, el profesor esperaba reloj
en mano. Vacilé un instante. Me miró un segundo y, sin decir nada,
cerró la puerta.”
Como la narración está escrita aquí en primera persona, se omiten algunos
detalles que se incluyeron en la narración en tercera persona. Por ejemplo,
ya que no es necesario distinguir entre dos protagonistas masculinos, se
eliminan las frases descriptivas como el joven y el viejo. Las dos
narraciones, aunque similares, no son idénticas.
Al igual que en una descripción, lo esencial en una narración es seleccionar
aquellos detalles que ayuden a crear el efecto que se desea. O sea que la
selección de detalles depende del propósito del escritor.
. A continuación se puede ver la aplicación de esta técnica a la misma
sucesión de eventos.
“Cuando se llegó el momento, me di cuenta de que no quería irme. Una cosa
había sido ganar la beca y conseguir que me aceptaran en una de las mejores
universidades de la capital; otra cosa era dejar atrás mi pueblo, mi familia y todo
lo que hasta entonces había sido mi vida.
Como la narración está escrita aquí en primera persona, se omiten algunos
detalles que se incluyeron en la narración en tercera persona. Por ejemplo,
ya que no es necesario distinguir entre dos protagonistas masculinos, se
eliminan las frases descriptivas como el joven y el viejo. Las dos
narraciones, aunque similares, no son idénticas.

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