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DOCENTE:

LIC. VICTOR HUGO MOSCOSO


INTEGRANTES:
VANIA ARREDONDO TOLEDO
MAIELIN QUISPE
NIVEL:
4TO. B DE SECUNDARIA
DEFINICIÓN

Comúnmente se piensa que la


resistencia indígena al español se
limitó al proceso de conquista que
culminó en la segunda mitad del
siglo XVI. Inolvidables son las
descripciones de cronistas e
historiadores que narran
episodios tan memorables como
la caída de la ciudad de
Tenochtitlán -capital del imperio
azteca- o el desbande de
Cajamarca, donde Francisco
Pizarro logró apresar al Sapa Inca
Atahualpa.
Los Estados promotores y la lucha por las rutas marítimas
La muerte de Atahuallpa y la caída del Tawantinsuyo
El proceso de colonización, promovido por los españoles en nuestros
territorios, inicia con las expediciones en busca del dorado encabezadas por
Francisco Pizarro, quien para noviembre de 1532 llega al territorio de
Cajamarca, hoy departamento del Perú. Ahí el 17 de noviembre cae
prisionero el Inca Atahuallpa durante la masacre hecha por los españoles
contra el séquito y ejército desarmado de aproximadamente 500 hombres
del soberano indígena.

Las campañas de conquista

Una vez muerto el Inca Atahuallpa, los españoles rápidamente avanzaron


hacia el Cuzco reforzados con varios hombres. En noviembre de 1533, en
Cajamarca, Pizarro nombró como Señor del Tawantinsuyo al Inca Túpac
Huallpa, quien luego fue asesinado por los seguidores de Atahuallpa. En
noviembre del mismo año Pizarro y sus tropas acompañadas de otros
habitantes originarios entraron a la capital inca (Cuzco) con el apoyo de
grupos indígenas contrarios a los incas. Esta fue una de las razones que
facilitó la conquista. Sin embargo, no sólo se trataba de descabezar al
imperio, sino someter y dominar a los súbditos. Para lograr este objetivo,
aceptó la coronación de Manco Inca quien era de la élite “huascarista”.
La llegada a los Andes bolivianos
En 1535, Francisco Pizarro tenía más o menos controlado el Perú ya que había
aceptado el ascenso de Manco Inca, al cual fue posible manipular; sólo le
quedaba avanzar al resto del Imperio. Esta acción se desarrolló en tres fases
desembocando en un tortuoso desenlace para los indígenas.

Para fines expansionistas los ejércitos españoles fueron divididos y apostados en


tres regiones; el primero en Cusco, otro en Lima y el tercero avanzó hacia el sur
con Almagro; partiendo del Cusco en julio de 1535, previo reporte de las minas
de oro en Chuquiago a Juan de Saavedra considerado en la época como el
descubridor de Valparaiso (actual ciudad de Chile).

“Hacia el Dorado”

El mito del “Dorado”, referido a un reino donde abundaba el oro, hizo que
Gonzalo Pizarro, el único sobreviviente de los líderes de la conquista, reclutara a
280 hombres a caballo y miles habitantes originarios de la sierra de Quito para
buscar y llegar al “País de la Canela” en febrero de 1541 donde se suponía se
encontraba el “Dorado”.
Guerra entre los encomenderos y la Corona

Para consolidar la conquista, España tuvo que acordar con personas


individuales el logro de objetivos. Una primera meta fue limitar el
ejercicio de poder de los mismos y establecer la consolidación de la
estructura colonial. Al respecto hubo tres factores importantes: la
fundación de ciudades para españoles como bases administrativas,
militares y políticas, la encomienda bajo control estatal y el
reconocimiento de los derechos de las élites indígenas en los estratos
medios impuestos por los españoles.

Encomiendas y encomenderos

La encomienda fue una forma de explotación social y económica, donde


la y el indígena se constituían en deudores de por vida. Se entregaba al
encomendero tierras y un grupo de indígenas asentados en un
determinado territorio; los españoles recibían estas encomiendas, por
parte de la Corona, como recompensa por sus servicios y haber
participado en las campañas de conquista.
El mundo indígena en el siglo XVI
Las estructuras étnicas, políticas e indígenas se vieron
afectadas por las constantes parcelaciones y
fraccionamientos de la tierra, como efecto de las
encomiendas. Otro elemento a tomar en cuenta es la
disminución de la población a causa de las expediciones y
propagación de epidemias como ser la viruela, el
sarampión, la peste bubónica, escarlatina, entre otras;
enfermedades que diezmaron a la población indígena.
Pese a este hecho y como parte de las formas de
resistencia, los pueblos originarios mantuvieron sus formas
de organización y trabajo comunitario.

El establecimiento del sistema administrativo


La Audiencia de Charcas
“El Virreinato de Perú fundado en 1542, inicialmente tenía
sólo a la Audiencia de Lima, con un vasto territorio para su
administración. La creación de la Audiencia de Charcas se
dio en 1551, pero fue hasta 1559 que se emitió la Cédula
Real que confirmó su establecimiento; sin embargo, el
tribunal no comenzó a actuar hasta 1561.
La Iglesia
La invasión y conquista del Abya Yala fue una acción compartida entre la Corona
española y la Iglesia Católica, las cuales no sólo de dedicaron a saquear los
recursos naturales de los pueblos originarios, sino también imponer una cultura y
una religión. Para lograr este objetivo acudieron al genocidio y la mutilación
de los cuerpos, colocando como pretexto la salvación de las almas de los nativos.
La fundación de ciudades
La fundación de ciudades en la Audiencia de Charcas tuvo diferentes intereses,
motivaciones y momentos: La Plata (hoy Sucre) fue fundada por su cercanía a la
mina Porco, en la jurisdicción del señorío Yampara, ubicada a 25 leguas de la
fortaleza de Incallajta. Desde la Plata empezó a organizarse administrativamente la
Audiencia de Charcas, fundada el 29 de septiembre de 1538 por el español Pedro
de Anzures con el nombre de Villa de la Plata de la Nueva Toledo.
La frontera dinámica (ubicación definitiva de Santa Cruz,
expansión a oriente y norte, frontera Chiriguana)

Santa Cruz de la Sierra o la Nueva Cotoca, se había instalado a cinco leguas de San
Lorenzo la Real de la Frontera, misma que en 1621 mediante el gobernador Nuño de
la Cueva consigue su traslado a San Lorenzo, debido a las constantes agresiones de
los chiriguanos. En ese contexto, paulatinamente el nombre de Santa
Cruz fue sustituyéndose por San Lorenzo. De la misma manera, la gobernación “de
Moxos” (o Mojos) llamada así desde la época de Ñuflo de Chávez, se denominó
como la “Gobernación de Santa Cruz de la Sierra, Barranca y Condorillo”.

A fines de la década de 1660 se llevó a cabo la entrada definitiva a Mojos


impulsada por los jesuitas. Sin embargo, tras numerosas entradas fallidas, a lo largo
de un siglo, el legendario Paitití todavía se encontraba libre del control hispano. Su
búsqueda y las expediciones a otras regiones del oriente y norte de Charcas
llevaron el nombre de Benito de Rivera y Quiroga, quienes, según las
investigaciones recientes, organizaron más de diez expediciones desde 1659 hasta
1683; como resultado de estas expediciones sólo lograron explorar varios lugares
por diferentes rutas entre el río Mamoré y el Beni.

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