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EUGENIA ARIANO DEHO

24 febrero 2012
Todo fenómeno acumulativo tiene dos
fundamentos alternativos o concurrentes:
1) La economía procesal, entendida como el
máxima utilidad posible del instrumento
procesal con el mínimo dispendio de medios;
2) Evitar potenciales decisiones contradictorias
sobre las diversas pretensiones.
Normalmente está pensada para el proceso declarativo
(en un único procedimiento se tramitarán y resolverán
las diversas pretensiones declarativas), pero nada
impide que ello funcione también para el proceso de
ejecución (con un único procedimiento se satisfará a
más de un acreedor).
El elemento aglutinante del fenómeno
acumulativo es la conexión (el CPC usa la
expresión “conexidad”).
Conexión es vinculación entre los elementos
de las pretensiones.
Los elementos son: sujetos (personae);
petitorio (petitum) y causa de pedir (causa
petendi)
¿Qué tipo de “conexiones” habilitan un
fenómeno acumulativo?
Conexión subjetiva/ Conexión objetiva
La conexión subjetiva se da cuando el vínculo
entre las pretensiones es el subjetivo: todas
las pretensiones se plantean y se dirigen por
y contra los mismos sujetos (partes).

La mera conexión subjetiva da lugar a una


acumulación (meramente) objetiva
En línea teórica conexión subjetiva puede darse cuando:
1) En una misma demanda el demandante acumula
varias pretensiones contra el mismo demandado:
acumulación meramente objetiva inicial u originaria
(A plantea contra B, las pretensiones X, Y y Z)
2) El demandado plantea reconvención contra su
demandante (A plantea demanda contra B, y B
reconviene contra A)
3) Se acumulan (reúnen) varios procesos pendientes
entre las mismas partes.
Estos dos últimos supuestos, por lo general requieren
además conexión objetiva (depende de cada
ordenamiento).
Hay dos “tipos” de conexión objetiva:
1) La conexión objetiva “propia”: cuando el
vínculo entre las pretensiones se da entre
los concretos elementos objetivos de la
pretensión (petitum y/o causa petendi);
2) La conexión objetiva “impropia”: cuando el
vínculo no está propiamente entre los
elementos objetivos concretos de las
pretensiones, sino cuando todas las
pretensiones plantean la misma cuestión
jurídica (es llamada también “conexión por
afinidad”: a ella se refiere el art. 84 CPC).
La conexión objetiva (propia o impropia) da lugar a una
acumulación objetivo-subjetiva de pretensiones
(también llamada “litisconsorcio facultativo”).
Se puede presentar en una multiplicidad de supuestos.
Así cuando:
1) un mismo demandante (o varios demandantes)
plantea (o plantean) en su demanda sendas
pretensiones contra los mismos demandado (o los
mismos demandados).
2) Una de las partes originales hace una “llamada en
garantía” (lo que el CPC llama “aseguramiento de
pretensión futura”);
3) un tercero interviene como principal, planteando
una pretensión contra las partes originales.
4) se acumulan (reúnen) varios procesos pendientes
entre diversas partes.
REQUISITOS: están establecidos en el art. 85 CPC
y son que las pretensiones:
1) Sean todas de competencia del mismo juez
(sustancialmente, por la materia);
2) No sean contrarias entre sí, salvo que se
plantean de manera subordinada o
alternativa;
3) Tengan el mismo procedimiento.
Nada más es requerido por la ley. Ergo, basta la
mera conexión subjetiva, no requiriéndose
ninguna conexión objetiva.
Efecto: el juez debe sustanciar y pronunciarse
sobre todas las pretensiones
Es posible que las pretensiones que se acumulen
en una demanda sean objetivamente conexas,
es decir exista una vinculación entre sus
elementos identificadores.
Esa vinculación puede ser (entre otras):
 Por incompatibilidad: cuando una pretensión
excluye a la otra (hay un concurso de
derechos): p.ej. resolución de contrato o
cumplimiento de contrato.
 Por accesoriedad: cuando entre las
pretensiones hay un vínculo de
“prejudicialidad-dependencia”: p. ej.
pretensión de pago de capital y pretensión de
pago de intereses; reivindicatoria y pago de
frutos, etc.
El efecto de una acumulación objetiva inicial con
conexión objetiva es una variación de la regla de
que el juez debe pronunciarse sobre todas las
pretensiones, en el sentido de que el actor puede
establecer un orden lógico (y cronológico) para el
pronunciamiento sobre las mismas:
Esto da lugar a una “acumulación condicional de
pretensiones”. A ella se refiere el art. 87 CPC
cuando señala que la acumulación objetiva
originaria “puede ser” subordinada, alternativa o
accesoria.
La acumulación “subordinada” de pretensiones
(también llamada “eventual propia”) es una
modalidad de acumulación objetiva “condicional” en
el que el actor establece un “orden” de prioridad
entre las pretensiones por él planteadas, en el
sentido de que plantea una como principal y la otra
(u otras) como subordinada a la desestimación de la
primera. Ello significa que el juez no se debe
pronunciar sobre todas sino que solo entrará a
pronunciarse sobre la “subordinada” en el supuesto
de desestimación de la “principal”. Ergo, podría
desestimarlas ambas; pero no podrá estimar ambas.
Así: Resolución de contrato por incumplimiento
(principal); cumplimiento de contrato (subordinada).
La acumulación “accesoria” (en términos de
congruencia de la decisión) es el exacto opuesto a la
anterior (de allí que se le denomine “eventual
impropia”. Los italianos la llaman “sucesiva”).
Implica siempre la existencia de una pretensión
“principal” y de otras “dependientes” de la estimación
de la principal (es su presupuesto lógico).
En estos casos, el juez solo tiene que pronunciarse
sobre las accesorias si es que estima la principal.
Así: si se declara fundada la demanda de
reivindicación, entrá a pronunciarse sobre el pago de
frutos. NO PUEDE NI PRONUNCIARSE NI ESTIMAR LA
ACCESORIA SI NO HA ESTIMADO LA PRINCIPAL.
NOTA: el CPC yerra en su art. 87 cuando señala que
“es accesoria cuando habiendo varias pretensiones,
al declararse fundada la principal, se AMPARAN,
también las demás”.
La reconvención es la pretensión (o
pretensiones) que plantea el demandado
contra el demandante.
Según el art. 445 CPC para que proceda se
requiere que:
a) Lo que se reconviene sea de competencia del
mismo juez;
b) Se articule en la misma “vía procedimental”;
c) Exista conexión objetiva con lo demandado
(el CPC dice “con la relación jurídica” invocada
por el demandante).
Estos requisitos implican que nuestro modelo
de reconvención es “limitado”.
Además de los requisitos del art. 445 CPC (ya
de por sí limitantes), hay que tener en cuenta
que el CPC prohíbe la reconvención en
algunos abreviados (v. art. 490 CPC) y en
TODOS los sumarísimos.
No se prevé tampoco la posibilidad de una
reconvención de la reconvención (por más
objetivamente conexa que sea).
Acumulación subjetiva de pretensiones =
“litisconsorcio facultativo”
Se da cuando:
a) un demandante formula sendas pretensiones
contra más de un demandado:A demanda a B y a
C, formulando contra c/u su correspondiente
pretensión)
b) Varios demandantes demandan a un solo
demandado: A, B y C demandan a D formulando
c/u su correspondiente pretensión;
c) Varios demandantes demandan a varios
demandados: A y B demandan a C y D,
formulando c/u su propia pretensión (supuesto
algo raro).
Presupuesto es la conexión objetiva:
1) la “propia” vale decir, el concreto vínculo
en el petitum o en la causa petendi;
2) la “impropia”: vale decir, la simple
“afinidad” entre las pretensiones
(identidad de cuestiones jurídicas).
Por tanto, encuentra su fundamento no solo
en la economía procesal, sino, también, en
el evitar decisiones contradictorias
El art. 86 CPC, que regula los requisitos para una
acumulación subjetiva “originaria” (o sea “inicial: en
la demanda), es el resultado de un error en la
redacción final del CPC de 1993.
Ello se aprecia en la redacción que apareció en el
Proyecto del CPC publicado en El Peruano en
febrero de 1992.
De su lectura quedan aclaradas muchas dudas. Así
en tal proyecto la regulación de la acumulación
subjetiva de pretensiones estaba distribuida en los
arts. 85 y 87. De la siguiente manera:
Artículo 85.— Acumulación subjetiva de pretensiones. Requisitos .
— Se presenta cuando en una demanda se acumulan varias
pretensiones de varios demandantes o contra varios
demandados.
Esta acumulación es procedente siempre que provengan de un
mismo título, se refieran a un mismo objeto o exista conexidad
entre ellas.
Artículo 86.- Requisitos de la acumulación objetiva.- Se pueden
acumular pretensiones en una demanda siempre que éstas:
1. Sean de competencia del mismo Juez;

2. No sean contrarias entre sí, salvo que sean propuestas en forma


subordinada o alternativa; y
3. Sean tramitables en una misma vía procedimental.
Artículo 87.— Requisitos de la acumulación subjetiva.— Son los
mismos de la acumulación objetiva, pero además debe haber
conexidad entre las pretensiones.
De la lectura del art. 85 del Proyecto se aprecia claramente que
para acumular «pretensiones de varios o contra varios» se
requería «o» que todas provinieran del mismo título y se
refirieran al mismo objeto «o» que existiera conexidad entre
ellas. El artículo 84 del Proyecto definía a la conexidad de
modo similar a nuestro actual art. 84 CPC.
Ergo, en la idea de los legisladores estaba que para la
procedencia de una acumulación subjetiva de pretensiones
bastaba que o hubiera identidad de “objeto” (o sea de
petitorio); o que provinieran del mismo “título” (o sea
idéntica causa petendi); o que hubiera simple “conexidad” (o
sea elementos comunes entre las diversas pretensiones o
simple “afinidad” entre ellas). Nunca pensaron que todos
estos requisitos fueran “concurrentes”, sino “alternativos”:
“o”, “o”, “o”; JAMÁS QUE TODOS TUVIERAN QUE CONCURRIR.
Sin embargo, nuestros operadores judiciales quieren que todos
“concurran”, caso contrario la demanda es considerada
“improcedente” conforme a lo dispuesto en el inc. 7° del art.
427 CPC
 Bien interpretado el art. 86 CPC determina que para
esta modalidad de acumulación baste o la
identidad de objeto (petitum, como en las
obligaciones solidarias o indivisibles); o de causa
de pedir (como, también en las obligaciones
solidarias en donde el vínculo obligatorio tiene una
fuente común: ley o contrato); o mera conexión (en
el petitum o en la causa de pedir).
 Naturalmente se requiere que concurran los
requisitos del art. 85 CPC, que son comunes tanto
a la acumulación meramente objetiva como a la
subjetiva.
No hay que confundir la acumulación subjetiva de
pretensiones (litisconsorcio facultativo) con el litisconsorcio
necesario
La acumulación subjetiva de pretensiones genera un
litisconsorcio facultativo (así lo llamó Chiovenda), por
cuanto nada obliga a a que varios demanden a uno, o que
uno demande a varios (o varios demanden a varios). Es
cuestión de mera oportunidad, no de necesidad.
En estos casos cada “litisconsorte” conserva su propia
autonomía procesal: los actos de uno ni benefician, ni
perjudican a los demás (art. 94).
Distinto es el fenómeno del litisconsorcio (llamado también
por Chiovenda) “necesario”. En estos casos está en juego
un tema de legitimación “conjunta”: o todos DEBEN
demandan juntos (l.n. activo); o todos deben ser
demandados juntos (l.n. pasivo).
Normalmente el litisconsorcio necesario (o legitimación conjunta) se
da en el lado del demandado (el activo es “raro”, podría ser en
el caso de “obligaciones conjuntivas”).
Puede derivarse:
a) del derecho sustancial en juego en un proceso (si se demanda
la partición de un bien en co-propiedad se debe demandar a
todos los copropietarios; un tercero demanda la nulidad de un
acto jurídico hay que demandar a todos sus partícipes );
b) De la propia ley (contestatoria de paternidad matrimonial que
debe demandarse al hijo y a la madre; en las tercerías tiene
que demandarse a embargante y embargado, etc.).
Si no se demanda a todos los que deben ser demandados, hay un
defecto en la validez del proceso que puede ser corregido por
el juez de oficio (art. 95 CPC) y si se llega a sentenciar con
litisconsorcio no íntegro la sentencia es “inválida” (art. 93 CPC:
sentencia “inutiliter data”, como decía Chiovenda).
ESTAMOS ANTE UN FENÓMENO DISTINTO QUE NADA TIENE QUE VER
CON LA ACUMULACIÓN DE PRETENSIONES (LA PRETENSIÓN
PUEDE SER UNA, PERO LOS DEMANDADOS VARIOS)
Tal figura está (mal) regulada en el art. 104 del
CPC —bajo el extraño nombre de “aseguramiento
de pretensión futura”, debiendo llamarse
“pretensión de garantía”) que señala que
“La parte que considera tener derecho para exigir
de un tercero una indemnización por el daño o
perjuicio que pudiera causarle el resultado de un
proceso, o derecho de repetir contra dicho
tercero lo que debiera pagar en ejecución de
sentencia, puede solicitar el emplazamiento del
tercero con el objeto de que en el mismo proceso
se resuelva además la pretensión que tuviera
contra él”.
Se trata, de un supuesto de acumulación subjetiva
condicional de pretensiones.
Ella se presenta fundamentalmente en los siguientes supuestos de
derecho sustancial:
a) El adquirente de un bien es demandado en reivindicación por
un tercero que se afirma propietario: al contestar la demanda
de reivindicación formula su pretensión (condicionada)
contra su enajenante de “saneamiento por evicción” (art.
1491 y ss. CC);
b) El fiador (normalmente solidario, o sea sin beneficio de
excusión, pero también el simple) es demandado por el
acreedor. El fiador demandado formula su pretensión
(condicionada) de reembolso (o repetición) contra el deudor
principal;
c) Un codeudor solidario es demandado por el acreedor. El
codeudor demandado formula su pretensión (condicionada)
de reembolso contra sus codeudores solidarios.
EN TODOS ESTOS CASOS ENAJENANTE, DEUDOR PRINCIPAL Y
CODEUDORES SOLIDARIOS SON “GARANTES” DEL
DEMANDADO: SI ÉSTE PIERDE SE HACE EFECTIVA LA
“GARANTÁ”: SE LES CONDENA AL PAGO DE LA
INDEMNIZACIÓN POR EVICCIÓN O AL REEMBOLSO
• Tratándose de acumulación subjetiva de pretensiones,
serán aplicables los requisitos establecidos en el art. 86
CPC (bien entendidos), teniendo presente que en las
pretensiones de garantía está in re ipsa la conexión por el
“título” (se trata de una conexión que Calamandrei llamó
“por subordinación”).
• Por lo que atañe a la competencia del juez para conocer
de la pretensión de garantía, hay que tener presente el art.
32 del CPC que establece que “es competente para
conocer de la pretensión de garantía (...) el juez de la
pretensión principal” (o sea la planteada en la demanda),
aunque considerada individualmente no alcance o exceda
el límite de la cuantía establecida para la competencia del
juez o de su competencia territorial”.
• Aunque el CPC no lo diga (de hecho dice que se aplica el
art. 103 CPC, que se refiere al supuesto de la mera
“denuncia civil”), el tercero garante debe gozar de todas
las posibilidades defensivas de un demandado.
También la (llamada) intervención litisconsorcial (o
intervención “adhesiva autónoma”) del art. 98 CPC da
lugar a un fenómeno de acumulación subjetiva de
pretensiones, cuando quien se “inserta” lo hace en el
lado activo.
Con ella alguien que habría podido ser demandante se
“adhiere” al demandante inicial. Ello se presenta en
las situaciones de co-titularidad de derechos
(copropietario; coacreedor solidario o por obligación
indivisible). Si “interviene” no se “ensacha” el proceso
en el aspecto subjetivo, sino se agrega una
“pretensión”.
De ello no ha sido muy consciente el CPC pues permite
la intervención hasta la “segunda instancia” (segundo
párrafo del art. 98 CPC), cuando ya no debería ser
posible nada “nuevo”.
La intervención principal (art. 99 CPC) da lugar
también a un fenómeno de acumulación
subjetiva de pretensiones.
Un tercero que afirma ser el titular del derecho
controvertido (se piense en la propiedad del bien
objeto de un proceso de reivindicación) formula
su pretensión contra las partes originales.
Como estamos ante una pretensión “nueva” el CPC
(ahora con algo más de comprensión) establece
que solo procede en primera instancia (art. 99,
primer párrafo).
La situación rara vez se da. Más común es que se
inicie un proceso autónomo y luego se pida la
acumulación en base a la “conexión” (inc. 2 del
art. 89 CPC) existente entre los dos procesos.
Entre las causas que originan una acumulación
de pretensiones está también la reunión de
procesos (el CPC sigue discurriendo de
“acumulación de procesos”).
La regulación en nuestro CPC es pobre y poco
clara.
In primis, es lógico que se requiera CONEXIÓN
OBJETIVA.
No está claro si se requiera la identidad de
procedimiento. A la luz del art. 89 CPC hay
que considerar que no.
Artículo  90.- Requisitos y trámite de la acumulación sucesiva de
procesos.-
La acumulación sucesiva de procesos debe pedirse antes que uno
de ellos sea sentenciado. El pedido impide la expedición de
sentencia hasta que se resuelva en definitiva la acumulación.
La acumulación sucesiva de procesos se solicita ante cualquiera de
los Jueces, anexándose copia certificada de la demanda y de su
contestación, si la hubiera. Si el pedido es fundado, se
acumularán ante el que realizó el primer emplazamiento.
De la solicitud de acumulación se confiere traslado por tres días.
Con la contestación o sin ella, el Juez resolverá atendiendo al
mérito de los medios probatorios acompañados al pedido. La
decisión es apelable sin efecto suspensivo.
Esta acumulación será declarada de oficio cuando los procesos se
tramitan ante un mismo Juzgado.
Artículo  91.- Desacumulación.-
Cuando el Juez considere que la acumulación afecte el Principio de
Economía procesal, por razón de tiempo, gasto o esfuerzo
humano, puede separar los procesos, los que deberán seguirse
independientemente, ante sus Jueces originales.

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