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El matrimonio

Definición

Acto jurídico complejo estatal, cuyo


objeto es la creación del estado
matrimonial entre dos personas para
constituir la familia.
Introducción
La unión intersexual de la pareja y la consecuente procreación de
los hijos fueron postulados seculares en nuestra sociedad, como
deber y finalidad del matrimonio, para dar origen a la organización
familiar; ambos hechos, concebidos de una forma predeterminada
(así debía ser), durante mucho tiempo se sostuvieron como base y
fundamento de la estructura social mexicana; en el transcurso de
los años esta forma de generar la familia ha motivado que se le
preste especial atención al matrimonio, tanto desde el punto de
vista religioso como desde la perspectiva jurídica, de acuerdo con
la dinámica social de las distintas épocas, hasta alcanzar en los
últimos tiempos una transformación total, fincada en los derechos
humanos e inalienables de las personas y sus principios rectores,
que establecen las bases de su normatividad.
Evolución histórica
En Roma, el matrimonio fue un hecho reconocido
por el derecho para darle efectos; de tal enfoque se
derivó la naturaleza del matrimonio como un estado
de vida de la pareja, al que el Estado otorgaba
determinados efectos. En un principio no se requería
ninguna ceremonia para la constitución del
matrimonio, sino que solo eran necesarios el hecho
mismo de la convivencia de un varón y una mujer,
socialmente honorable, fundada sobre la affectio
maritalis o intención constante de vivir como marido
y mujer.
El matrimonio religioso fue prácticamente
el único matrimonio vigente en el mundo
cristiano durante muchos siglos; era un
matrimonio regido por su propia
regulación sustantiva (derecho canónico) y
sometido a la autoridad eclesiástica,
complementado por disposiciones de la
autoridad civil.
Concepto

En el derecho que nos rige el matrimonio


es un acto solemne y únicamente se le
reconocen efectos jurídicos al matrimonio
civil, celebrado conforme a las
disposiciones de ley ante el representante
del Estado (oficial del Registro Civil).
Para comprender la definición de matrimonio es necesario tener
presente que este término implica fundamentalmente dos aspectos:

1. El de su naturaleza como acto jurídico, que constituye un acto


voluntario efectuado en un lugar y tiempo determinados ante el
funcionario que el Estado ha designado para realizarlo (la
manifestación de la voluntad de dos personas sancionada por el
derecho para generar consecuencias jurídicas).

2. El de su condición como estado matrimonial, que atribuye a los


contrayentes una situación general, permanente y abstracta, y que se
deriva del acto jurídico, el cual origina derechos, deberes y
obligaciones que se traducen en un género especial de vida (una
comunidad de vida, situación permanente que coloca a los casados en
ese estado civil frente a la sociedad).
Del concepto anterior se desprenden las siguientes
hipótesis sobre el matrimonio:

1. Constituye la unión libre de dos personas.


2. Es una unión que tiene por objeto realizar la
comunidad de vida.
3. Ambos cónyuges se procurarán respeto, igualdad y
ayuda mutua.
4. Su celebración tendrá lugar ante el juez del Registro
Civil.
5. Deberá celebrarse con las formalidades que estipule
el CCCM.
Naturaleza jurídica
El matrimonio ha sido visto desde distintos enfoques y se le
ha considerado de muy diversas formas: como acto jurídico
mixto, como acto jurídico condición, como contrato de
adhesión, como contrato civil, como estado jurídico, como
acto de poder estatal, como institución jurídica, como acto
jurídico bilateral… Para aproximarnos al género, ya que
estas personas y sus uniones de hecho (porque han existido
y existen) conforman una realidad social que debe ser
reconocida y regulada por la ley. Con esta reforma el
legislador pone fin a toda una época de privilegios, al
monopolio del matrimonio heterosexual.
Podemos apreciar que de los
conceptos citados se desprenden las
siguientes características aplicables al
concepto de matrimonio que prevé
nuestra legislación:
1. Es un acto solemne. (Su celebración requiere ciertas formalidades que le dan
validez.)
2. Es un acto complejo. (Requiere la concurrencia de la voluntad de las partes y
la intervención del Estado.)
3. Es un acto civil. (Requiere la declaración del juez del Registro Civil para su
validez.)
4. Es un acto en el que la voluntad de las partes está limitada por la ley; la
simple voluntad no puede modificar los efectos previamente establecidos por el
derecho. (Solo se limita a aceptar el estado de casado con todas sus
implicaciones, deseadas o no.)
5. Es un acto consensuado. (Requiere el consentimiento expreso para la
generación y aceptación del vínculo jurídico.)
6. Es un acto cuyos efectos se extienden más allá de las partes contrayentes.
(Afectan a todos los miembros de la familia y a sus futuros descendientes.)
7. Es un acto disoluble. (Su disolución requiere resolución judicial o
administrativa, por lo que no basta la sola voluntad de los casados. Actualmente
en la Ciudad de México basta la sola voluntad de una de las partes, manifiesta
ante el juez de lo familiar para la disolución del matrimonio.)
8. Es una institución jurídica. (Dado que implica un conjunto de normas de
derecho que lo regulan como un todo orgánico para lograr un fin determinado.)
Etapas
1. La etapa prematrimonial, vulgarmente
conocida como noviazgo y jurídicamente
denominada esponsales, hecho social que
desde la antigua Roma precedía al
matrimonio de una promesa formal de la
estipulación recíproca de las
condiciones para celebrarlo, sobre las
cuales se prometía el próximo matrimonio.
2. La etapa de la celebración propia del acto matrimonial:
esta debe considerarse el momento de nacimiento del acto
jurídico, para cuya existencia y validez se requieren
diferentes manifestaciones de voluntad, la de los
contrayentes y la del juez del Registro Civil; la voluntad de
este debe concretarse en el pronunciamiento de ley, que es
el que constituye el matrimonio. En esta etapa se hace
palpable la importancia que tiene la declaración de
voluntad de los contrayentes, expresada a la autoridad
estatal en el momento del pronunciamiento del juez; hasta
2016, en el caso del matrimonio de menores, la voluntad de
los padres o tutores debía darse a través de su
consentimiento; actualmente, en la Ciudad de México, no
existe el matrimonio entre menores de edad.
3. La etapa del estado matrimonial constituye el periodo
que resulta de la celebración del acto y que implica una
forma de vida total y permanente; esta etapa se
encuentra regulada no solo por el derecho, sino también
por la moral, la religión y la costumbre. En nuestro
derecho esta situación jurídica es la creadora constante de
derechos, deberes y obligaciones que se imponen tanto a
los cónyuges como a los descendientes, ascendientes y
demás parientes reconocidos por la ley,
independientemente de su aceptación y reconocimiento e
incluso de su desconocimiento. A esta etapa del
matrimonio se le pone fin con el divorcio o con la muerte.
El acto jurídico del matrimonio
Introducción

La etapa del matrimonio como acto jurídico tiene lugar a partir


de la manifestación de la voluntad consensuada de las personas
que desean contraer matrimonio y por la intervención del
Estado que se encarga de establecer los requisitos, las
formalidades y la autoridad ante la cual se debe celebrar para
su existencia y validez. El matrimonio, como acto jurídico,
constituye el ámbito de los requerimientos imprescindibles para
su realización legal.
Los requerimientos indispensables para la celebración del
matrimonio se agrupan en requisitos de fondo y requisitos de
forma. Estos requisitos no deben confundirse con los elementos
de existencia o de validez, pues aunque la falta de alguno de los
requisitos puede producir la inexistencia o la nulidad del acto
matrimonial, su división no coincide con la clasificación de los
elementos esenciales del acto jurídico matrimonial.
Requisitos de fondo
Los requisitos de fondo atienden a las características que atañen
a las personas, esto es, a las circunstancias en las que ellas se
encuentran y de las que depende la posibilidad de realizar un
matrimonio válido. Estos requisitos responden al conjunto de
condiciones legales previstas por el ordenamiento jurídico para
la celebración del matrimonio que indispensablemente las
personas deben llenar para su existencia y validez jurídica.

Los requisitos de fondo que reconoce el Código Civil para la Ciudad de México (CCCM) propios
de la celebración del acto jurídico del matrimonio son:

1. La mayoría de edad de las personas contrayentes.


2. El libre consentimiento de los contrayentes.
3. La ausencia de impedimentos.
La mayoría de edad
La edad para contraer matrimonio se encuentra
íntimamente vinculada con la capacidad jurídica y la
aptitud física de las personas para la procreación.
El CCCM establece categóricamente como requisito
de fondo para la celebración del matrimonio que los
contrayentes sean mayores de edad, pues se
entiende que según la ley estas personas cuentan
con la capacidad legal para realizar o no un acto
jurídico y obligarse por sí mismas.
El consentimiento
En nuestro tiempo y dentro de nuestra cultura, el matrimonio no se
concibe sin el libre consentimiento de los contrayentes, pues se trata de
un acto jurídico que requiere la manifestación de la capacidad jurídica a
través de la expresión de la libre voluntad de los pretendientes, es decir,
de la expresión de la voluntad libre de todo vicio y consensuada para que
se pueda considerar válida. 

La voluntad libre de todo vicio se refiere a que la voluntad se exprese sin


vicio alguno que afecte la intención (el error) o la libertad (la violencia, el
dolo, la mala fe) en la realización del acto matrimonial. La voluntad
consensuada alude al consentimiento de los cónyuges de vincularse uno al
otro, exteriorizando su voluntad de conformidad con las formas que la ley
dispone, con la intención de generar los efectos jurídicos del matrimonio.

El consentimiento es, pues, la manifestación de la voluntad de dos


personas que han decidido casarse para formar una familia.
La voluntad debe manifestarse de forma expresa y
verbal por comparecencia personal o por apoderado
especial.

La ausencia del consentimiento implica


necesariamente la inexistencia del matrimonio. Dicha
ausencia puede darse en los casos de sustitución de
alguno de los contrayentes o de insuficiencia del
poder, en el caso de representación legal para el acto.
Ausencia de impedimentos
El concepto impedimento reviste una importancia especial en
la institución del matrimonio cuando determinadas
situaciones obstaculizan su celebración y, en otros casos,
hasta su permanencia. Los impedimentos conforman una
serie de hechos o situaciones que conllevan un obstáculo que
prohíbe a las personas la celebración del acto matrimonial;
en consecuencia, por impedimento generalmente deberemos
entender toda prohibición establecida por la ley para su
celebración, esto es, toda circunstancia de tipo biológico,
moral o jurídico por la cual se considera que el matrimonio
no debe llevarse a cabo.
Para que el matrimonio sea válido y exista es
indispensable que no haya impedimentos para su
celebración. Por tanto, toda situación inconveniente
(biológica, material, moral o legal) para la realización
del acto matrimonial puede ser considerada un
impedimento. Silos diversos autores señalan algunas
situaciones específicas como requisitos de fondo
para la celebración matrimonial es para destacar su
trascendencia, por lo que el incumplimiento de las
mismas se constituye en un impedimento para la
celebración.
Los impedimentos para la celebración del acto matrimonial en la Ciudad
de México se encuentran establecidos en los arts. 156, 157 y 159
del CCCM y son:
1.La falta de edad legal.
2.El parentesco de consanguinidad sin limitación de grado en línea recta ascendente o
descendente. En la línea colateral igual, el impedimento se extiende hasta los hermanos y
medios hermanos. En la colateral desigual, el impedimento se extiende solo a los tíos y
sobrinos, siempre que estén en el tercer grado y no hayan obtenido dispensa.
3.El parentesco de afinidad en línea recta sin limitación alguna.
4.La violencia familiar cometida por alguno de los pretendientes.
5.El atentado contra la vida de uno de los casados para contraer matrimonio con el que
quede libre.
6.La violencia física o moral para la celebración del matrimonio.
7.La impotencia incurable para la cópula.
8.Padecer enfermedad crónica e incurable que sea además contagiosa o hereditaria.
9.Padecer alguna incapacidad natural: física, sensorial, intelectual, emocional, mental o varias
de estas a la vez (art. 450, fracc. II).
10.El matrimonio subsistente con persona distinta de aquella con quien se pretendió
contraer.
11.El parentesco civil extendido hasta los descendientes del que fue adoptado por pariente
consanguíneo (art. 410 D).
12.Contraer matrimonio entre adoptante y adoptado y su descendencia.
13.Contraer matrimonio el tutor con la persona bajo su guarda, comprendiendo también al
curador y a los descendientes de este y del tutor sin dispensa.
Clasificación de los impedimentos

De conformidad con la doctrina, existen


diversas clasificaciones de
los impedimentos para la celebración del
matrimonio:
1. La que proviene del derecho canónico,
que los distingue
en dirimentes e impedientes.
a)Dirimentes son los impedimentos
que por su gravedad originan la
nulidad del matrimonio ya realizado;
por ejemplo, la existencia de un
matrimonio anterior no disuelto.
b)Impedientes son los impedimentos que responden
simplemente a prohibiciones legales o situaciones menos
graves, que no se sancionan con la nulidad del vínculo
matrimonial, pero que se consideran hechos ilícitos por
violar la prohibición que establece la ley. Por ejemplo, el
menor de edad que contraía matrimonio sin
consentimiento de sus padres, lo que se sancionaba con la
pérdida del derecho a administrar los bienes que le
correspondían como emancipado. Estos impedimentos en
general postergan el matrimonio hasta que desaparezca el
obstáculo.
2. La que los divide
en impedimentos absolutos y relati
vos.
a)Absolutos son aquellos que impiden, a
quien los tiene, el matrimonio con
cualquier otra persona; es decir, que en
ningún caso puede casarse mientras
subsista el impedimento o no haya sido
dispensado, si es que puede serlo, por
ejemplo, un matrimonio anterior no
disuelto.
b)Relativos son los que solo impiden el
matrimonio con una persona determinada,
pero no con otra. Por ejemplo, el
parentesco consanguíneo o por afinidad en
línea recta, el consanguíneo en línea
colateral hasta el tercer grado.
3. La que los divide en
impedimentos dispensables y no
dispensables.
a)Dispensables son los que admiten dispensa;
la dispensa consiste en el acto judicial o
administrativo por el cual, en los casos señalados de
manera expresa en la ley, se faculta a una autoridad
determinada para permitir la celebración del
matrimonio, no obstante la existencia del
impedimento, por ejemplo, el parentesco colateral en
tercer grado, el matrimonio del tutor y el curador con
la pupila, previo a la aprobación de las cuentas de la
tutela.
b)No dispensables son todos los impedimentos, excepto los
casos señalados por la ley de manera expresa como
dispensables, por ejemplo, el parentesco en línea colateral en
tercer grado. Los impedimentos no dispensables pueden ser
por incapacidad legal o natural; la incapacidad por causas
naturales abarca la presencia de enfermedades mentales
reversibles o irreversibles; los vicios, como la embriaguez y la
drogadicción, cuando son incurables y limitan la posibilidad de
expresarse por sí mismo o por medio de un apoderado (art.
450, fraccs. I y II, CCCM); y la incapacidad por impedimentos
legales (la violencia física o moral en los términos del art. 245
del mismo ordenamiento) y son sancionados con la nulidad del
acto.
Requisitos de forma
Los requisitos de forma para la celebración propia del acto
matrimonial responden a las exigencias que dan una
formalidad especial al matrimonio convirtiéndolo en un acto
solemne, esto es, que la ley exige para que se realice de una
determinada forma, por lo que estos requisitos deben ser
satisfechos indispensablemente. Los requisitos de fondo
exigibles para la realización de dicho acto se dividen en
previos y propios de la celebración, los cuales corresponden
a dos momentos de la realización del acto. Ambos integran
el conjunto de formalidades que hacen que el matrimonio,
como acto jurídico, se tenga por celebrado válidamente.
Requisitos previos a la celebración
Los trámites previos a la celebración del matrimonio
consisten sobre todo en satisfacer los requisitos que
atañen a la solicitud por escrito que los interesados
deben presentar ante el juez del Registro Civil de su
elección.
El Oficial del Registro Civil, al recibir una solicitud de
matrimonio, exigirá de los pretendientes, bajo protesta
de decir verdad, todas las declaraciones que estime
convenientes, a efecto de asegurarse de su identidad, de
su aptitud e inexistencia de antecedentes de violencia
familiar, para llevar a cabo el acto matrimonial.
Matrimonio por poder
El matrimonio por poder o por apoderado es una de las formas
especiales de celebrar el matrimonio que nuestro derecho
admite; consiste en la manifestación del consentimiento
mediante una persona diversa que representa a uno o ambos
de los contrayentes que no pueden asistir a la celebración del
acto matrimonial en el lugar, fecha y hora señalados. El
apoderado es un mero transmisor de la voluntad de quien va a
contraer matrimonio. El matrimonio por apoderado es
especialmente autorizado para ese efecto, cuando alguno o
ambos contrayentes no puedan concurrir en forma personal a
la celebración del acto.
Los efectos del estado de matrimonio
Introducción
La etapa del estado matrimonial corresponde a la condición
que adquieren los esposos con la celebración del
matrimonio. Es la etapa en que los contrayentes han
adquirido un nuevo estado civil, el de casados, como
resultado de la celebración del acto jurídico que llevaron a
cabo en unión del juez del Registro Civil y que podemos
considerar el primer efecto; este estado contraído constituye
una situación jurídica permanente que implica para los
cónyuges la adquisición imperativa de una serie de derechos,
deberes y obligaciones propios del mismo y efectos
resultantes del vínculo matrimonial que los une, efectos
recíprocos entre los esposos y de estos para con los hijos.
Efectos del matrimonio
En nuestra legislación, los efectos del matrimonio
propios del estado matrimonial están integrados
por aquellos que afectan a ambos cónyuges y los
que afectan a los demás integrantes de la familia.
Se dividen en efectos sobre las personas y efectos
sobre los bienes:
1. Efectos respecto de las personas de los cónyuges.
2. Efectos respecto de los bienes de los esposos.
3. Efectos respecto de las personas y bienes de los hijos.
1. Efectos respecto de la persona de los cónyuges.
Derivado de los arts. ٤° de nuestra
Constitución, 146 y 162 del Código Civil para la
Ciudad de México (CCCM), los principales derechos,
deberes y obligaciones que nacen del matrimonio se
agrupan en: cohabitación, ayuda mutua, libertad de
procreación (por convivencia sexual o reproducción
asistida) y fidelidad. Estos efectos son recíprocos e
iguales para ambos cónyuges.
a)La cohabitación: se refiere al deber de los esposos
de vivir juntos en el domicilio conyugal, domicilio
que establecerán de común acuerdo y en el que
disfrutarán de autoridad propia y consideraciones
iguales. Este deber constituye la esencia del
matrimonio, pues implica un género de vida en
común que no podría realizarse si cada esposo
viviera por separado. Obliga a que ambos vivan bajo
el mismo techo y compartan mesa y lecho, los
cuales ponen de manifiesto la convivencia conyugal.
b)La ayuda mutua: es un deber correlativo al deber de
convivencia, y corresponde a uno de los fines de mayor
trascendencia del matrimonio. Implica el deber de socorro
que ha de existir entre los esposos. Esta ayuda abarca tanto
los aspectos patrimoniales como los de cooperación y
apoyo en las necesidades humanas ante las enfermedades
físicas y los problemas emocionales de compañía, afecto,
atención. El contenido primordial de este deber reside en la
obligación alimentaria recíproca entre ellos y para con sus
hijos. Para cumplir con este deber, los cónyuges deben
contribuir económicamente al sostenimiento del hogar de
la forma que libremente establezcan, según sus
posibilidades.
c)El derecho a decidir libremente sobre la reproducción: este
derecho, en el que confluyen otros derechos, como el
derecho a la vida, a la libertad, a la procreación, al acceso a
la medicina de la reproducción asistida, a interrumpir el
embarazo, a la salud reproductiva, a la planificación familiar
y a informarse médicamente sobre la reproducción humana,
entre otros, consagrado en el art. 4° de nuestra Constitución
como un derecho fundamental de las personas, tiene como
finalidad proteger la libertad y autonomía de los casados o
no, para decidir tener hijos o evitarlos, decidir el número de
hijos, el momento para tenerlos y la persona con quién
tenerlos.
d)La fidelidad es, jurídicamente, un deber recíproco de los
cónyuges; comprende la obligación de abstenerse de la
cópula con una persona distinta del cónyuge. Este deber
sustenta no solo la estructura monogámica del matrimonio
en nuestra sociedad, sino también el cumplimiento de otro
de los fines del mismo: el respeto recíproco. Actualmente,
este deber no se encuentra consagrado de manera
explícita ni tácita en el CCCM, y toda vez que esta
legislación ya no regula el divorcio causal, dejó de existir el
adulterio como causa contra la fidelidad para la disolución
del matrimonio.
2. Efectos sobre los bienes de los
esposos, así como de las personas y
bienes de los hijos en el estado
matrimonial. Estos se estudiarán en
temas posteriores, los primeros en los
regímenes patrimoniales y los
segundos en la filiación.
Otros efectos del estado matrimonial
En nuestra legislación civil el matrimonio produce otros
efectos, además de los fundamentales aquí mencionados.
Estos son: la emancipación de los menores de edad
(eliminada del derecho local), la adquisición de la
nacionalidad mexicana, el derecho de sucesión, la tutela
legítima del cónyuge que caiga en interdicción, la
suspensión de la prescripción de las acciones y los derechos
que tenga un cónyuge en relación con el otro mientras dura
el matrimonio, las prestaciones derivadas de la seguridad
social, el mandato conyugal tácito y el nombre de la mujer
casada.
Regímenes patrimoniales del
matrimonio
Introducción

De la institución del matrimonio se desprende un género de vida


en común y una unión patrimonial, cuyos efectos se reflejan en los
bienes de los esposos, como lo enunciamos en el capítulo anterior;
de tales efectos de naturaleza económica surge la necesidad de
establecer reglas que los regulen, como ocurre en todos los
sistemas jurídicos.

Los bienes muebles e inmuebles y las deudas de los esposos


constituyen su patrimonio y la base económica del matrimonio.
Tanto el patrimonio como los efectos del matrimonio sobre ese
están organizados y regulados en los diversos sistemas legales de
los países.
Concepto
Por régimen patrimonial del matrimonio debemos entender
el conjunto de normas que regulan todos los asuntos
pecuniarios, de propiedad, administración y disposición de
los bienes de los cónyuges, así como de los derechos y las
obligaciones que al respecto se generan entre ellos y entre
los cónyuges y terceros, en el momento de celebrarse el
matrimonio, mientras dura y cuando llega a su disolución.
Constituye un sistema de normas jurídicas vinculado al
matrimonio mediante el cual se regula la relación
económica respecto de los bienes que constituyen el
patrimonio familiar.
De acuerdo con el criterio
prevaleciente, en la situación de los
patrimonios de los contrayentes, a lo
largo de la historia se han presentado
las siguientes clases:
Comunidad absoluta o Sociedad conyugal. Se caracteriza
porque los patrimonios de ambos esposos se funden en
uno solo, que pertenece a los dos, y la administración
corresponde a ellos; por ejemplo, la sociedad conyugal en
la que se establece una masa común de bienes y de
deudas que pertenece a ambos y que puede ser
administrada por cualquiera de los cónyuges o incluso por
los dos. Ambos son propietarios de ella y a ella entra todo
lo que los esposos obtengan por cualquier concepto.
Forman parte de esta masa los bienes que los contrayentes
poseían antes de la celebración del matrimonio y los
bienes que durante el matrimonio lleguen a adquirir.
Separación absoluta o Separación de bienes.
Cada cónyuge conserva la propiedad,
administración y disfrute de sus bienes. Los
patrimonios son dos e independientes, tanto en
bienes como en deudas. Por ejemplo, el
régimen de bienes separados, en el que cada
cónyuge conserva la propiedad y administración
de los bienes que posee y de los que adquiera a
título personal, aun durante el matrimonio.
Mixto. Se caracteriza por la presencia de
bienes que pertenecen a cada esposo y,
simultáneamente, por la existencia de
bienes comunes. Entre los sistemas
clasificados como mixtos se hallan los
siguientes:
La sociedad de ganancia o gananciales. Consistía en
preservar la propiedad de los bienes que cada uno
de los cónyuges tenía en el momento de celebrarse
el matrimonio, pero los productos, frutos,
accesorios y el producto del trabajo de ambos, sus
ahorros y adquisiciones durante el matrimonio,
formaban un patrimonio aparte que les pertenecía
a los dos. Estos bienes eran afectados para
satisfacer las necesidades del hogar y solo se
asignaban a cada uno si se disolvía el matrimonio.
Las capitulaciones matrimoniales
Los regímenes patrimoniales del matrimonio en nuestro
derecho se constituyen por medio del llamado contrato de
matrimonio o capitulaciones matrimoniales, contrato de
matrimonio respecto de los bienes de los contrayentes o
cónyuges (técnicamente son un contrato), que los
pretendientes deben acompañar a la solicitud de matrimonio.
En las capitulaciones se regula la situación de sus bienes
presentes y futuros, así como de sus deudas, desde el momento
en que el matrimonio se celebra, pues en las mismas se
establece el régimen patrimonial que habrá de regir el estado
matrimonial para enfrentar las cargas económicas de la vida en
común y aun en su disolución, en los términos que la ley
establece. Son el régimen económico que determinan los
propios cónyuges para su matrimonio con base en los requisitos
que la ley dispone.
La sociedad conyugal
Por la forma en que el CCCM regula el régimen
de sociedad conyugal total, esta pertenece al
grupo de los regímenes de comunidad absoluta
en que los patrimonios de los esposos se funden
para constituir uno solo, del cual ambos son
titulares o, si se prefiere, dueños en común. De
no ser así, se estaría ante un régimen mixto, en
el que habría bienes comunes y bienes propios
de cada uno de los esposos.
Causas de suspensión

1. En la declaración de ausencia de uno de los


cónyuges.

2. Cuando un cónyuge abandona


injustificadamente el domicilio conyugal por
más de seis meses.
Causas de terminación
Por otra parte, la sociedad conyugal también
puede concluir y concluye tratándose de los
siguientes casos: durante el matrimonio, cuando
así lo convienen los cónyuges, cuando el
matrimonio se disuelve, por causa de muerte de
los esposos, por nulidad del matrimonio o por
divorcio; asimismo, la sociedad conyugal puede
terminar durante el matrimonio a petición de
uno de los cónyuges.
Liquidación
Cuando tiene lugar la terminación de la sociedad conyugal a partir de los
casos vistos en el punto anterior, se obliga a la liquidación del patrimonio
común. El CCCM establece las reglas para la liquidación de la sociedad
conyugal; de conformidad con sus disposiciones, la liquidación de la
sociedad puede hacerse: 

a) durante el matrimonio, cuando los cónyuges deciden el cambio de régimen


patrimonial al de separación de bienes; en este caso, para llevarlo a cabo, los
consortes requieren autorización judicial y son libres de establecer los términos de
la liquidación; 

b) cuando el matrimonio termina, ya sea por divorcio o nulidad, en cualquiera de


estas dos situaciones, la liquidación de la sociedad conyugal se hará de acuerdo
con las capitulaciones que la constituyeron, pudiendo ejecutarla los propios
cónyuges o nombrando un liquidador, ya sea por ellos mismos o por el juez de lo
familiar, en caso de desavenencia.
a)De común acuerdo. Cuando la
liquidación se hace con la conformidad de
ambos cónyuges, la misma dependerá de
su convenio de liquidación, es decir, del
pago de créditos y de la repartición de las
utilidades convenidas.
b)Nombramiento de partidor liquidador. Cuando la liquidación
requiere que se nombre un liquidador porque ha sido imposible
que los cónyuges procedan de común acuerdo para la realización
de la liquidación del patrimonio, en este caso, el liquidador
deberá:
•Formar el inventario de los bienes y las deudas sin incluir lecho,
vestidos ordinarios, objetos de uso personal y de trabajo.
•Hacer el avalúo de los bienes y las deudas.
•Pagar a los acreedores del fondo común.
•Devolver a cada cónyuge lo que aportó al matrimonio.
•Dividir entre los cónyuges el remanente, si lo hay, en la forma
convenida en las capitulaciones; y a falta de estas, a lo dispuesto por las
condiciones generales de la sociedad conyugal.
•Deducir las pérdidas, en el caso de existir, del haber de cada cónyuge
en proporción a sus utilidades; pero si uno solo de los esposos aportó el
capital, de este será deducido el total de las mismas.
Separación de bienes
El régimen de separación de bienes pertenece al grupo de los
sistemas de separación absoluta, pues en él cada cónyuge
conserva la propiedad, el usufructo y la administración de su
patrimonio, sin intervención del otro. La separación de los bienes
casi siempre es total, como también lo son los productos de los
mismos y los bienes que se adquieran durante el estado
matrimonial; de ahí que cada cónyuge pueda disponer de ellos sin
necesidad de licencia o autorización del otro.

En este régimen, la situación de los cónyuges en el matrimonio


respecto de su patrimonio es la misma que tenían antes del
casamiento; cada uno conservará la propiedad y administración
del suyo, exceptuando lo propio de las obligaciones derivadas del
matrimonio para el sostenimiento económico del hogar y para
proporcionarse alimentos entre sí y a sus hijos, si los hay.
Momentos para establecer el régimen
de separación de bienes

La separación de bienes puede


establecerse antes del matrimonio y
durante el matrimonio.
1. Antes del matrimonio. El pacto de
separación de bienes se establece en las
capitulaciones matrimoniales como
requisito formal para la celebración del
matrimonio, esto es, en las capitulaciones
que se presentan antes de que celebre el
acto matrimonial.
2. Durante el matrimonio. La separación de bienes
puede pactarse de común acuerdo durante el
matrimonio cuando los cónyuges decidan cambiar
su régimen de sociedad conyugal por el de
separación de bienes, o bien modificarlo en su
alcance, de separación absoluta a separación
parcial o viceversa, ello para constituir un sistema
mixto con los bienes que no queden comprendidos
en el régimen de separación de bienes y los que no
sean de la sociedad conyugal.
Requisitos para constituir el régimen
de separación de bienes
La separación de bienes que establezcan las capitulaciones
anteriores al matrimonio debe hacerse por escrito y para ello
bastará la forma de documento privado; pero si se trata de
constituir este régimen cambiando de la sociedad conyugal a la
separación de bienes por acuerdo de los cónyuges durante el
matrimonio, se observarán las formalidades exigidas para la
transmisión de los bienes de que se trate, es decir, que implica
el levantamiento de la escritura pública correspondiente si los
bienes son inmuebles. En cuanto a la capacidad de los
contrayentes para convenir este régimen, esta responderá a los
mismos requisitos que la ley señala para celebrar el acto
matrimonial.

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