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Universidad Fermín Toro

Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas


Escuela de Derecho
Barquisimeto Estado Lara

El matrimonio

Alumna: Yennifer Flores


Cedula: 27.212.251
Prof: Wilmer Medina
Sección: saia c

Barquisimeto, Junio de 2022


INDICE

Introducción …………………………………………………………………..3

Concepto………………………………………………………………………4

Características. ………………………………………………………………4

Clases de Matrimonio. ………………………………………………………4

Los esponsables . ……………………………………………………………6

Promesa matrimonial: Concepto, consecuencias jurídicas de la ruptura de la


promesa matrimonial………………………………………………………………..6

Efectos del matrimonio. …………………………………………………….7

Requisitos de fondo y de forma del matrimonio………………………….7

Impedimentos del Matrimonio. …………………………………………...11

Deberes y derechos del matrimonio. ……………………………………12

Celebración del Matrimonio: Acto y registro del matrimonio, Acta de


esponsales, actas de matrimonio. ………………………………………-………14

Nulidad y anulabilidad del Matrimonio: clases, causas y efectos para su


obtención. ……………………………………………………………………………17

Conclusión……………………………………………………………..…….19

Referencias bibliográficas…………………………………………….……20

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INTRODUCCION

Como es bien sabido, el matrimonio es la institución fundamental y quizás la


más importante del derecho de familias, puesto que, es la base de la familia y, por
ende, de la sociedad; esto hace que el matrimonio sea el eje de todo el sistema
jurídico familiar. Es una institución natural y anterior al Estado, que difiere mucho
en cada cultura, credo y sociedad. Aunado a ello, El matrimonio es tan variado,
que según el sistema jurídico que se adopte, será monogámico, poligámico, más o
menos parecido a las uniones concubinarias, también conforme al sistema y a la
sociedad de que se trate, serán distintas las formalidades a las que está sujeto. Y
que de la misma manera, la única forma de definir al matrimonio de una manera
más o menos clara es hacerlo en base a un ordenamiento jurídico determinado. El
matrimonio es la unión de dos personas que cumplen una serie de requisitos
legales. El matrimonio es considerado una institución jurídica de importancia
relevante en las sociedades actuales, que posibilita el desarrollo de las familias,
con plenos derechos y obligaciones, mediante un acto jurídico. En la actualidad se
ha desechado la definición que establecía la unión entre un hombre y una mujer,
por estar superados esos conceptos. Se considera a ambos contrayentes sin
importar su condición sexual. De esta manera, los efectos del matrimonio son los
mismos para todos, respetando la integridad, la configuración objetiva de la
institución matrimonial. Sus efectos son únicos en todos los aspectos con
independencia de los contrayentes, de esto trata dicha investigación.

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EL MATRIMONIO

Concepto

Es el hecho que la unión de hombre y mujer concertada de por vida


mediante determinados ritos o formalidades legales (civil). El matrimonio es la
base fundamental del Derecho de Familia, puesto que la mayoría de las relaciones
jurídicas que constituyen esta rama del derecho, están fundadas o derivan en una
u otra forma del vínculo matrimonial.

Características

 En la celebración de un matrimonio se reconocen ciertas características de


este acto, que lo convierten en especial y distinto de otros contratos legales.
 Declaración de voluntad de dos personas, sin simulaciones o presiones.
 Igual contenido en la decisión y declaración de esas dos personas.
 Es un contrato privado entre dos personas y sus testigos.
 Conocimiento fehaciente por cada una del contenido de la declaración a firmar.
 No existen condicionamientos, términos o modos de realización del contrato
entre ambos.
 Es una relación monógama la que reconoce la ley.
 Debe haber testigos que certifiquen el acto jurídico.
 No se establece un plazo para la culminación de este contrato, por lo que es
una unión estable y duradera.
 El contenido del contrato de matrimonio lo establece la ley y los contrayentes
deben firmarlo sin poder agregar ni quitar contenido a esas expresiones.
 Se puede contraer matrimonio en distintas formas, de acuerdo a la ley y a las
condiciones de los contrayentes.

Clases de Matrimonio.

De las diversas clasificaciones que se han hecho del matrimonio, la más


importante es sin duda la que lo divide en religioso y civil, según se celebre

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conforme a las disposiciones de la religión profesada por los contrayentes o
siguiendo las normas legales vigentes en el Estado de que se trate. Sin embargo,
conviene conocer, aunque sea a título meramente ilustrativo, las otras
clasificaciones que a través de los tiempos se han hecho de esta institución,
siguiendo diferentes puntos de vista. Es así que se habla de matrimonio solemne o
público y secreto o de conciencia, según que se le dé o no publicidad. De acuerdo
a la posición social de los contrayentes, se han dividido en igual y morganático.
Por las condiciones en que se realice, en ordinario y extraordinario. Cuando se
toma en cuenta el aspecto carnal, se habla de matrimonio consumado y
matrimonio rato. Según su valor legal, es nulo, anulable o válido. Finalmente, si se
han dejado de cumplir determinados requisitos, y dependiendo del conocimiento o
no de estas irregularidades, se clasifica el matrimonio en nulo y putativo.

El matrimonio público o solemne es el que usualmente se conoce en el


derecho venezolano y así se le llama porque se celebra cumpliendo las
formalidades de publicidad que establece el Código Civil. Secreto sería aquel
realizado bajo absoluta reserva y en condiciones excepcionales. Este matrimonio
se conoce únicamente en el Derecho Canónico.

La distinción entre matrimonio igual y morganático tiene únicamente


importancia histórica, pues se refiere a las condiciones sociales de los
contrayentes, según las cuales, si ambos eran de la misma clase, el matrimonio
era igual y si existía una marcada diferencia social, era morganático.

Es ordinario el matrimonio celebrado en condiciones normales, en tanto que


el extraordinario, por oposición, será aquel rodeado de circunstancias
excepcionales, como es el caso del matrimonio in artículo mortis o el de militares
en campaña.

El matrimonio se denomina consumado cuando ha tenido lugar el


ayuntamiento sexual, en tanto que es rato si, cumplidas todas las formalidades
para su celebración, los cónyuges permanecen separados por cualquier
circunstancia antes de haberse unido por primera vez.

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El matrimonio es válido si se han cumplido todos los requisitos de fondo y
de forma exigidos para su vigencia legal, en tanto que será anulable si adolece de
algún vicio capaz de provocar su anulación, y nulo cuando así es declarado por
decisión judicial.

Finalmente, dependiendo del conocimiento o no que uno o ambos


contrayentes tengan de la existencia de impedimentos capaces de acarrear la
nulidad del vínculo, el matrimonio puede ser declarado, simplemente nulo, o
putativo; siendo éste último el matrimonio contraído de buena fe por uno o por
ambos cónyuges por ignorancia o desconocimiento de la existencia de tales
impedimentos.

Los esponsables .

Los esponsales, pues, consisten en la promesa recíproca de futuro


matrimonio, que intercambian un hombre y una mujer. También pueden definirse
los esponsales como la promesa de futuro matrimonio, hecha y aceptada
recíprocamente entre un hombre y una mujer. La palabra castellana esponsales
proviene del término latino sponsalia, y ésta deriva del verbo spondere, que
significa prometer.

Promesa matrimonial

Esta se tiene como una consecuencia jurídica de la ruptura de la promesa


matrimonial. La ruptura de la promesa matrimonial, por sí misma, no produce
ningún efecto jurídico directo. Genera uno accesorio: la ruptura de la promesa
matrimonial deja sin efecto todas las donaciones que con ocasión del matrimonio
hubiere hecho un novio a otro, o un tercero a cualquiera de los futuros
contrayentes o a ambos. La ruptura, por sí sola, no engendra ninguna otra
consecuencia jurídica.

Cabe destacar que la misma, es una acción que engendra la ruptura


injustificada de la promesa matrimonial, Cuando uno de los prometidos rehúse, sin
justa causa, el cumplimiento de la promesa matrimonial, es decir, cuando se
produzca la ruptura de la promesa matrimonial, sin justa causa, el novio

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incumplidor debe resarcir al otro los gastos que éste hubiere hecho por causa del
prometido matrimonio. En consecuencia, la acción que engendra la ruptura injus-
tificada de la promesa de futuro matrimonio es una acción para demandar
indemnización por los gastos hechos por causa del prometido matrimonio que la
ley reconoce, al novio inocente, contra el novio incumplidor.

Efectos del matrimonio.

El conjunto de consecuencias legales que determina el matrimonio, puede


dividirse en dos categorías fundamentales: efectos personales (entre cónyuges
son los deberes y derechos conyugales; y respecto de los hijos la Patria Potestad)
y efectos patrimoniales (régimen patrimonial). Del cual el mismo indica que, con el
matrimonio el marido y la mujer adquieren los mismos derechos y asumen los
mismos deberes. Del matrimonio deriva la obligación de los cónyuges de vivir
juntos, guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente. La mujer casada podrá usar
el apellido del marido. Este derecho subsiste aún después de la disolución del
matrimonio por causa de muerte, mientras no contraiga nuevas nupcias. La
negativa de la mujer casada a usar el apellido del marido no se considerará, en
ningún caso, como falta a los deberes que la Ley impone por efecto del
matrimonio.

Requisitos de fondo y de forma del matrimonio.

      Requisitos de Fondo

El Código Civil venezolano, trata lo referente al matrimonio en el Título IV


del Libro Primero, y, concretamente, las Secciones Segunda y Tercera del
Capítulo I de este Título establecen un conjunto de requisitos esenciales o de
fondo para que el matrimonio pueda celebrarse válidamente; los cuales se
desarrollarán siguiendo el cuadro anterior, que en cierta forma concuerda con el
orden seguido por el legislador patrio.

9. Diversidad de Sexos: Establece el Art. 44 del CC que «el matrimonio no


puede contraerse sino entre un solo hombre y una sola mujer», con lo cual

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deja establecido el principio natural de la diversidad de sexos, lo que resulta
lógico si se tiene en cuenta que el fin primario y esencial del matrimonio es
la reproducción de la especie.

Al respecto, Sojo Bianco considera de interés comentar, someramente la


tendencia iniciada recientemente en algunos países del hemisferio, en el sentido
de dar validez legal a la unión de personas del mismo sexo y concretamente al
matrimonio de dos hombres, como recientemente ha ocurrido en Inglaterra y en
los Estados Unidos de Norteamérica, por citar algunos; innovación jurídica que no
pasa de ser una absurda e injustificada afrenta a los tradicionales principios de
moral y buenas costumbres que siempre han inspirado la institución del
matrimonio. En efecto, si bien es cierto que no es la procreación su único fin, si es
su objetivo fundamental; y los demás aspectos de protección entre los cónyuges
tienen siempre carácter secundario. Es así que, aunque se admite el matrimonio
de personas de diferente sexo con el sólo propósito de vivir juntos para ayudarse
mutuamente, por tratarse de personas que por su edad o condición física están
incapacitadas para procrear, encuentran justificación estas uniones para evitar una
situación de concubinato que el Estado debe evitar. No ocurre lo mismo, empero,
con la unión de dos hombres; puesto que si el objetivo perseguido es la sola
convivencia para mutua ayuda y asistencia, no hay para ello impedimento alguno y
es cosa corriente que dos o más amigos se unan para compartir gastos de vida y
habitación común, sin que esto choque con las usuales normas de conducta y por
tanto sin necesidad de legalización alguna. Pero si lo que se pretende es dar vida
jurídica a un verdadero matrimonio entre dos hombres, con todos los deberes y
obligaciones inherentes a esta institución, tal situación resulta inadmisible por
chocar con los más elementales principios naturales y, por ende, contraria a las
normas morales tradicionalmente aceptadas y respetadas en los países
occidentales.

2. Capacidad: Quien pretenda contraer matrimonio, debe encontrarse en


condiciones mentales o psíquicas tales, que le permitan discernir el alcance y el
contenido del acto a realizar, así como poseer las condiciones físicas y fisiológicas

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necesarias para poder realizar normalmente el ayuntamiento con una persona del
sexo opuesto. De ahí que tanto la Ley como la Doctrina hayan establecido que
sólo se es capaz para contraer válidamente matrimonio cuando se tiene suficiente
discernimiento, cordura, madurez sexual y facultades físicas para procrear. Es
decir, que la capacidad en materia de matrimonio comprende estos cuatro
elementos: Pubertad, discernimiento, sexualidad y cordura.

a) Pubertad: Se engloba bajo este término la época de la vida de los seres


humanos cuando comienza a manifestarse su aptitud para la reproducción
(aunque para la mujer se usa asimismo el de «nubilidad’) y, si bien es cierto que
no para todas las personas y en todos los climas esta época se inicia a una
determinada edad, las leyes de todos los países establecen una edad mínima a
partir de la cual, por presunción juris et de jure, se considera que empieza la
pubertad; desechándose por contraria al pudor la vieja práctica romana del previo
examen físico que efectuaba el pater familias. El CC venezolano en su Art. 46 fija
la edad inicial de la pubertad para los hombres a los 16 años y a los 14 para la
mujer, al asentar que «no pueden contraer válidamente matrimonio la mujer (que
no haya cumplido catorce (14) años de edad y el varón que no haya cumplido
dieciséis (16) años”.

b) Discernimiento:   Necesario es también que, quien pretenda contraer


matrimonio, posea suficiente capacidad de discernir acerca de la importancia y
trascendencia de este acto; y en tal sentido, aunada a la capacidad para
reproducirse, el legislador ha establecido la presunción de discernimiento a partir
de la misma edad. Es decir, que el mismo artículo comprende, en las edades
señaladas ambas presunciones.

c) Sexualidad: En el mismo sentido de atender al fin primario y esencial del


matrimonio, cual es la reproducción de la especie, además de la exigencia de la
pubertad el legislador niega validez al matrimonio contraído por quien adolece de
incapacidad sexual, cuando en el Art. 47 del CC establece que «no puede contraer
válidamente matrimonio el que adolece de impotencia manifiesta y permanente».

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Respecto a esta disposición del CC es necesario hacer algunas consideraciones
en razón de que ha sido controvertida y resuelta en diversas formas en los textos
legales la incapacidad derivada de la impotencia; especialmente porque ésta no
puede entenderse en forma genérica, sino que contiene aspectos varios. Es así
que se habla de impotencia coeundi y generandi y dentro de esta clasificación se
encuentran otras subclasificaciones. La impotencia coeundi origina la imposibilidad
de la cópula y puede ser: instrumental, cuando existe defecto grave o ausencia de
los genitales; y funcional cuando, existiendo éstos, hay imposibilidad de realizar el
acto sexual. La impotencia se denomina generandi cuando, pudiendo efectuarse
la cópula, existe incapacidad de procrear o engendrar

d) Cordura: El cuarto elemento constitutivo de la capacidad para contraer


matrimonio es la cordura; es decir, que es requisito indispensable para que el acto
sea válido, que quien lo celebre se encuentre en pleno uso de sus facultades
mentales. Pues no basta haber llegado a la edad que el legislador presupone
suficiente, para tener por ello la capacidad intelectual y volitiva necesaria para
prestar el consentimiento matrimonial; ya que quien esté afectado de alguna
enfermedad mental o de cualquier otra afección patológica o traumática o de
causa que en alguna forma inhiba sus facultades de raciocinio, carecerá de aptitud
para conocer el alcance y la importancia del acto a celebrar y por tanto de
expresar válidamente su aceptación o no.

3) Consentimiento: El tercer requisito de fondo para que el matrimonio pueda


celebrarse válidamente, es el consentimiento que deben prestar los contrayentes;
es decir, la manifestación libre y consciente de su voluntad de unirse en
matrimonio y por tanto aceptarse mutuamente como marido y mujer. Esta
manifestación, además, debe ser expresada en forma solemne ante el funcionario
que autorice el acto (Art. 88 del C.C) Factor esencial en la expresión del
consentimiento es la libertad de que debe gozar quien lo presta y en este sentido
el Código Civil señala que «para que el consentimiento sea válido debe ser libre.
En el caso de rapto no será válido el consentimiento si no se presta o ratifica
después de devuelta la persona a su plena libertad” (Art. 49 CC). Por lo tanto,

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conforme a esta disposición del Código Civil, cuando el consentimiento se hallare
viciado por alguna causa, debe admitirse que no ha sido prestado con entera
libertad y por tanto no será válido. De allí que en doctrina se plantee la presencia
de los vicios del consentimiento como factores de nulidad del matrimonio, y en
especial la violencia y el error; pues respecto al dolo se hacen consideraciones
especiales. 

Impedimentos del Matrimonio.

De conformidad al Código Civil: Artículo 46:

-No pueden contraer válidamente matrimonio la mujer que no haya


cumplido catorce (14) años de edad y el varón que no haya cumplido dieciséis (16)
años.

-No puede contraer válidamente matrimonio el que adolece de impotencia


manifiesta y permanente.

-Tampoco puede contraer válidamente matrimonio el entredicho por causa


de demencia ni el que no se halle en su juicio. Si la interdicción ha sido
únicamente promovida, se suspenderá la celebración del matrimonio hasta que la
autoridad judicial haya decidido definitivamente.

-Para que el consentimiento sea válido debe ser libre. En el caso de rapto
no será válido el consentimiento si no se presta o ratifica después de devuelta la
persona a su plena libertad. Se reputa que no hay consentimiento cuando existe
error respecto de la identidad de la persona.

-No se permite ni es válido el matrimonio contraído por una persona ligada


por otro anterior, ni el de un ministro de cualquier culto a quien le sea prohibido el
matrimonio por su respectiva religión.

-No se permite ni es válido el matrimonio entre ascendientes y


descendientes ni entre afines en línea recta.

-Tampoco se permite ni es válido el matrimonio entre hermanos.

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-No se permite el matrimonio entre tíos y sobrinos, ni entre tíos y los
descendientes de los sobrinos. Tampoco se permite el matrimonio entre cuñados
cuando el que produjo la afinidad quedó disuelto por divorcio.

-No es permitido ni válido el matrimonio del adoptante con el adoptado y


sus descendientes, entre el adoptante y el cónyuge del adoptado, ni entre el
adoptado y el cónyuge del adoptante, mientras dure la adopción.

-No se permite ni es válido el matrimonio entre el condenado como reo o


cómplice de homicidio ejecutado, frustrado o intentado contra uno de los
cónyuges, y el otro cónyuge. Mientras estuviere pendiente el juicio criminal
tampoco podrá celebrarse el matrimonio.

-No podrá contraer matrimonio el encausado por rapto, violación o


seducción, mientras dure el juicio criminal que se le forme y mientras no cumpla la
pena a que haya sido condenado, a no ser que lo celebre con la mujer agraviada”.

- “La mujer no puede contraer válidamente matrimonio sino después de diez


(10) meses contados a partir de la anulación o disolución del anterior matrimonio,
excepto en el caso de que antes de dicho lapso haya ocurrido el parto o produzca
evidencia médica documentada de la cual resulte que no está embarazada”-.

-No se permite el matrimonio del tutor o curador o alguno de sus


descendientes con la persona que tiene o han tenido bajo su protección, en tanto
que, fenecida la tutela o curatela, no haya recaído la aprobación de las cuentas de
su cargo; salvo que el Juez ante quien se constituyó la tutela o el del domicilio del
tutor, por causas graves, expida la autorización”-.

-El menor de edad no puede contraer matrimonio sin el consentimiento de


sus padres.

Deberes y derechos del matrimonio.

9. Cohabitación: Indica el Artículo 137 del Código Civil (CC) que los
cónyuges están obligados a vivir juntos. La obligación de cohabitar resulta
de la esencia misma del matrimonio dirigido como está a la mutua ayuda de

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los esposos y a la procreación, finalidades que no podrían lograrse
adecuadamente sin la vida en común de los esposos. La Consecuencia de
la cohabitación es el domicilio conyugal, el cual se halla en el lugar donde
ambos cónyuges tengan su residencia. Algunas normas legales aluden al
«domicilio conyugal» y hacen producir al mismo determinados efectos.
Fundamentalmente sucede eso en el Art. 754 del Código de Procedimiento
Civil (CPC), según el cual es competente para conocer de los juicios de
divorcio y de separación de cuerpos, el Juez de Familia con jurisdicción en
el lugar del domicilio conyugal, es decir, en el lugar donde ejercen sus
derechos y cumplan los deberes de su estado de cónyuges.

Al incurrir uno de los cónyuges en violación de cualquiera de los deberes


conyugales, hasta el extremo de que esa infracción constituya causal de divorcio o
de separación contenciosa de cuerpos, el otro esposo puede suspender el
cumplimiento por su parte de la obligación de cohabitación.

Suspensión del Débito Conyugal: Se considera que cualquiera de los


esposos puede negarse a mantener relaciones sexuales con el otro, pero sin
llegar al extremo de separarse del hogar común, cada vez que existan causas
justificadas para ello, como serían razones de salud, de abusos en tales
relaciones, etc. Debe tratarse de circunstancias que no signifiquen violación grave
de deberes por el otro cónyuge, puesto que de existir ese tipo de infracción, el
esposo inocente no sólo podría negar el débito conyugal, sino que incluso tendría
derecho a su suspender totalmente el cumplimiento del deber de cohabitación.

El incumplimiento grave e injustificado del deber de cohabitación, la al


cónyuge inocente los siguientes derechos:

a. El de suspender por su parte el cumplimiento del deber de socorro, si el


otro esposo se ha separado del hogar común sin justa causa.

b. El de intentar la acción de divorcio o de separación de cuerpos

2. Fidelidad: Dispone también el Art. 137 CC que los cónyuges están


obligados a guardarse fidelidad. El deber de fidelidad obliga a los esposos a

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abstenerse de tener relaciones carnales fuera del matrimonio; es decir, con
terceras personas. La fidelidad conyugal obliga por igual a ambos esposos, razón
por la cual es infiel tanto el marido como la mujer que tenga cualquier contacto
sexual fuera del matrimonio.

El incumplimiento grave del deber de fidelidad, determina las siguientes


sanciones:

a. Constituye causal de divorcio o de separación contenciosa de cuerpos,


alegable por el cónyuge inocente. (Art. 185, Ord. 10 c.ci

b. Es, en términos generales, delito penal de acción privada

c. La doctrina extranjera considera que el cónyuge inocente tiene acción de


daños y perjuicios contra el esposo adúltero, a fin de lograr fundamentalmente la
reparación del daño moral.

3. Asistencia: El ya citado artículo 137 CC, indica también que los


cónyuges están obligados a socorrerse mutuamente. Esa obligación recíproca de
socorro, se le denomina -siguiendo la opinión general de la doctrina- deber
conyugal de asistencia. La expresión «deber de socorro» se reserva a otra
obligación conyugal, consagrada en el Art. 139 CC.

4. Socorro: Se denomina Obligación Conyugal de Socorro, a la que


aparece consagrada en el Artículo 139 CC, de acuerdo con el cual los esposos
«deben asistirse recíprocamente en la satisfacción de sus necesidades», en la
medida de los recursos de cada uno.

5. Protección: El último de los deberes y derechos personales de los


cónyuges que derivan del matrimonio, es el de protección. En esencia el deber de
protección es una simple consecuencia del deber conyugal de asistencia. Cuando
uno de los cónyuges infringe grave e injustificadamente este deber de protección,
el otro puede pedir separación de cuerpos e intentar demanda de divorcio.

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Celebración del Matrimonio: Acto y registro del matrimonio, Acta de
esponsales, actas de matrimonio.

El matrimonio podrá celebrarse ante los funcionarios o las funcionarias


siguientes:

1.El Alcalde o la Alcaldesa, o el funcionario o funcionaria que éstos


autoricen.

2.El registrador o la registradora civil.

3.Los capitanes o las capitanas de buques de bandera venezolana dentro o


fuera del territorio de la República Bolivariana de Venezuela.

Es importante acotar que, cuando el matrimonio se celebre ante una


autoridad distinta al registrador o registradora civil, ésta deberá remitir el acta
correspondiente, en forma inmediata, al Registro Civil. El matrimonio se celebrará
en el despacho del funcionario o funcionaria competente; cuando por motivos
justificados los contrayentes no puedan trasladarse al lugar establecido, podrán
solicitar que su celebración sea en el lugar que éstos acuerden.

Actas a inscribir: Artículo 101. En el libro de matrimonios serán inscritas


las actas de:

1.Matrimonios celebrados en el territorio de la República Bolivariana de


Venezuela.

2.Matrimonios celebrados en buques de bandera venezolana, dentro o


fuera del territorio de la República Bolivariana de Venezuela.

3.Matrimonios de venezolanos o venezolanas celebrados en el extranjero.

4.Matrimonios celebrados en el extranjero, en los cuales uno de los


contrayentes sea de nacionalidad venezolana.

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5.Matrimonios de extranjeros o extranjeras celebrados en el exterior, a
solicitud de los contrayentes, siempre y cuando uno de éstos se encuentren
residenciados en el territorio de la República Bolivariana de Venezuela.

6.Sentencias que declaren existencia, nulidad o disolución del matrimonio.

Remisión de actas: Las delegaciones diplomáticas o consulares


venezolanas están obligadas a remitir a la Oficina Nacional de Registro Civil, las
actas de matrimonios de venezolanos o venezolanas celebrados por autoridades
extranjeras, que recibieren conforme a lo establecido en la presente Ley.

Lapso para registrar: El matrimonio será registrado al momento de


celebrarse el acto, salvo aquel celebrado en artículo de muerte o en buques de
bandera venezolana; éste último deberá ser registrado dentro de las setenta y dos
horas siguientes, al arribo o atraque en el territorio de la República Bolivariana de
Venezuela.

Contenido de las actas de matrimonio: Todas las actas de matrimonio,


además de las características generales, deben contener:

1.Identificación completa de los contrayentes.

2.Identificación completa de las personas cuyo consentimiento fuere


necesario.

3.Identificación completa de los hijos e hijas que se hayan reconocido en el


acto y el número único de identidad, así como número, año y oficina de las
respectivas inscripciones de nacimiento.

4.Identificación del poder especial si el matrimonio se celebra por medio de


apoderado o apoderada.

5.Datos registrales del documento de capitulaciones matrimoniales, si los


hubiere.

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6.Datos de la autorización judicial para contraer matrimonio, en los casos de
adolescentes.

7.Aceptación expresa de cada uno de los contrayentes.

8.Circunstancias especiales del acto.

9.Firma del funcionario o funcionaria que celebre el acto, los contrayentes,


los testigos y las personas cuyo consentimiento haya sido necesario, si se
prestare verbalmente.

En caso de personas con discapacidad auditiva o visual, su aceptación se


hará constar por escrito. Si éstos no pudieren hacerlo, se formulará la aceptación
a través de la lengua de señas venezolanas.

Nulidad y anulabilidad del Matrimonio: clases, causas y efectos para


su obtención.

De acuerdo con el Artículo 752 del CPC se sustancia por los mismos
trámites del juicio ordinario. “Los juicios sobre nulidad del matrimonio se
sustanciaran y decidirán por los tramites del procedimiento ordinario con
intervención del Ministerio Publico…”.

Naturaleza de la acción: es declarativa de denegación o de impugnación


de estado.

Fuero competente: el Juez de familia (Art. 28 y 29 del C.P.C).

Publicidad previa: Art. 507 del C.C, ordena que cuando se promueva un
edicto en un diario de circulación de nulidad del matrimonio se publique un edicto
en un diario de circulación en el lugar donde el tribunal de la casa tiene su sede.

Medidas preventivas: Art. 125 del C.C, inmediatamente después de


introducida la demanda de nulidad del matrimonio, el Tribunal puede a instancia
del actor o de cualquiera de los cónyuges y aun de oficio si estos fueren menor de
edad, dictar la separación de los cónyuges en vistas de pruebas conducentes.

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Especialidades procesales: en este juicio debe intervenir el representante
del Ministerio Público, la decisión definitiva de primera instancia debe ser siempre
consultada al superior.

Naturaleza de la sentencia: la sentencia que decide el juicio de nulidad del


vínculo matrimonial es de carácter declarativo.

Publicidad de la sentencia: terminado el proceso de nulidad del


matrimonio, el Juez correspondiente debe pasar copia certificada de la sentencia
definitiva a los funcionarios encargados donde se asentó el Acta de matrimonio
para que se hagan los trámites pertinentes.

Nulidad significa invalidez, y respecto a la invalidez o nulidad del matrimonio


existen unas causales contempladas en el artículo 140 del código civil las cuales
son las siguientes:

 Cuando existe un vínculo matrimonial anterior, ya sea respecto al hombre, a la


mujer o ambos.
 Cuando se ha celebrado entre un hombre y una mujer que están entre sí en el
primer grado de línea recta de afinidad legitima, por ejemplo, el padrastro con
la hijastra.
 Cuando se ha celebrado entre el padre adoptante y la hija adoptiva o viceversa
el hijo adoptivo y la madre adoptante.
 Cuando los contrayentes están en la misma línea de ascendientes o
descendientes, o son hermanos.
 Cuando no ha habido libertad en el consentimiento. Esta causal solo puede ser
alegada por la persona que fue obligada a consentir.
 Cuando uno de los contrayentes ha matado o hecho matar a l cónyuge con
quien estaba unido en matrimonio anterior.
 Cuando se ha contraído por fuerza o miedo que sea lo suficientemente fuerte
para obligar a obrar a una persona sin libertad. Esta nulidad solo puede ser
alegada por la persona a la que se le haya inferido la fuerza.
 Cuando no se ha celebrado ante Juez o funcionarios competentes.

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 Cuando haya faltado el consentimiento de uno de los contrayentes o de los
dos.
 Cuando ha habido error respecto a ambos contrayentes o de uno de ellos.
 Cuando ambos contrayentes sean menores de catorce años.

CONCLUSION

Se concluye que, la Ley le reconoce efectos jurídicos tanto a los


matrimonios celebrados ante un oficial del Registro Civil, como aquellos
celebrados ante una entidad religiosa de derecho público, el que luego deberá ser
inscrito y ratificado ante un oficial del Registro Civil para que produzca sus efectos
jurídicos dentro del plazo y en las condiciones que establezca la ley. El matrimonio
ha sufrido tal cantidad de variaciones a lo largo de la historia, López Herrera
afirma categóricamente que “lo único común en todo matrimonio ha sido y es la
diversidad de sexos entre sus partes”, pero resulta que el matrimonio continúa
siendo tan cambiante, que con las últimas tendencias dirigidas a aceptar el
matrimonio homosexual, esta afirmación ya no es completamente cierta. El
matrimonio es tan variado, que según el sistema jurídico que se adopte, será
monogámico, poligámico, más o menos parecido a las uniones concubinarias,
también conforme al sistema y a la sociedad de que se trate, serán distintas las
formalidades a las que está sujeto.

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REFERENCIAS

Código Civil de Venezuela. (1982). Gaceta Oficial de la República de


Venezuela Nº 2.990, Fecha: Julio, 26 de 1982.

Grisanti A., I. (2009). Lecciones de Derecho de Familia. Caracas: Vadell


Hermanos Editores.

Rodríguez, L. A. (2008). Derecho de Familia. Caracas: editorial Livrosca,


C.A.

Sojo B., R. (1995). Apuntes de Derecho de Familia y Sucesiones.


Caracas: Editorial Mobil Libros.

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