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El concubinato

Definición
Unión entre un hombre y una mujer, semejante al
matrimonio, pero sin celebración ante la autoridad
pública, constitutivo de un hecho jurídico al que el
derecho otorga efectos con independencia de la
voluntad de los protagonistas.

Unión entre un hombre y una mujer sin impedimentos


legales para contraer matrimonio, que hayan vivido en
forma constante y permanente por un período mínimo
de dos años o que antes hayan tenido un hijo de ambos,
para que proceda a generar derechos y obligaciones.
Naturaleza jurídica
Nosotros visualizamos al concubinato desde un ángulo
eminentemente objetivo, como un hecho social, el más antiguo
de convivencia sexual generador de familia, un hecho voluntario
de dos personas, hombre y mujer, que comparten un interés
común −convivir− con la finalidad de acompañarse, ayudarse,
procrear si así lo desean y originar una familia, sin el interés o la
posibilidad de hacerlo con ningún tipo de formalidad ni
solemnidad, simplemente como una unión de hecho; unión que
desde el punto de vista jurídico, por su trascendencia, ha hecho
surgir en el legislador la necesidad de regularla y de crear nuevas
normas protectoras de la familia originada en el concubinato.
Existen diversas posiciones al respecto que
tratan de explicar la naturaleza jurídica del
concubinato. Entre estas tomaremos las
que lo analizan como:
1.Institución jurídica. A partir de los elementos de
esta figura, podríamos decir que el concubinato es
una institución en construcción, si tomamos en
cuenta la pluralidad de leyes que ya lo
reglamentan, como las legislaciones civil, penal,
laboral y de la seguridad social, las cuales hacen un
conjunto de normas que regulan un todo
organizado con el mismo fin, aunque aún falta
regular, reconocerle y actualizar diversos aspectos.
2.Acto jurídico. El concubinato implica la libre voluntad de los
concubinos para concretarse, lo que no es suficiente para ser un acto
jurídico, toda vez que un acto de esta naturaleza se construye con la
manifestación expresa de la voluntad para producir consecuencias de
derecho, con un objeto que sea física y jurídicamente posible y lícito,
y que se realice con las formalidades de ley.

En el concubinato, si bien existe la voluntad, esta no lleva la intención


de producir efectos jurídicos y las consecuencias de derecho son
impuestas por la ley; además, es una unión carente de formalidades y
no hay solemnidad alguna.

Es decir, en el concubinato no se dan los elementos citados en los


términos que la ley dispone para el acto jurídico, la unión se da
simplemente por la voluntad de la pareja sin ninguna formalidad; por
consiguiente, no estamos frente a un acto jurídico.
3. Hecho jurídico. Si por hecho jurídico −de acuerdo con la doctrina− se
deben entender los hechos naturales o sociales a los que el derecho
reconoce consecuencias jurídicas (adquisición, transferencia,
modificación o pérdida de un derecho), entonces, cuando en la
generación del hecho interviene la voluntad del hombre y la ley le
reconoce consecuencias de derecho, este se convierte en situación de
hecho, hecho jurídico o hecho jurídico voluntario.

En el caso del concubinato, se está en presencia de un hecho social que


únicamente se llevó a cabo por la voluntad de dos personas de
diferente sexo sin ninguna formalidad y al que, por ser generador de
familia, el derecho le reconoce trascendencia y consecuencias jurídicas
para la protección de los propios concubinos y de sus hijos.

Por tal razón nos identificamos con esta postura, entendiendo al


concubinato como un hecho jurídico voluntario, producido por el
simple comportamiento humano, al que el derecho ha reconocido
efectos jurídicos que lo encaminan hacia la concreción de una
institución jurídica.

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