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Las obras de misericordia corporales son actos de amor desinteresados que deben guiar nuestros días. Entre ellas se encuentran dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino, vestir al desnudo, visitar a los enfermos, visitar a los presos, y dar sepultura a los difuntos. Estas obras no buscan calmar la culpa sino transformar el corazón a imagen de Cristo, que entregó su vida por los demás.
Las obras de misericordia corporales son actos de amor desinteresados que deben guiar nuestros días. Entre ellas se encuentran dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino, vestir al desnudo, visitar a los enfermos, visitar a los presos, y dar sepultura a los difuntos. Estas obras no buscan calmar la culpa sino transformar el corazón a imagen de Cristo, que entregó su vida por los demás.
Las obras de misericordia corporales son actos de amor desinteresados que deben guiar nuestros días. Entre ellas se encuentran dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino, vestir al desnudo, visitar a los enfermos, visitar a los presos, y dar sepultura a los difuntos. Estas obras no buscan calmar la culpa sino transformar el corazón a imagen de Cristo, que entregó su vida por los demás.
Para los católicos las obras de misericordia deberían ser el mandato
por excelencia con el que nos levantemos cada día. Y es que si nos fijamos en lo que ellas significan, nos daríamos cuenta que no solo son actos de amor desinteresados sino un camino hermoso que recorrer para transformar nuestro corazón a imagen de Aquel que entregó la vida por nosotros. Dejemos en claro que no se trata de acciones para dejar la conciencia tranquila, ni para calmar la culpa cuando tenemos «demasiado» Pero antes, ¿Ya se te olvidó? Volviendo al sentido de “fe, cultura y vida”
● https://www.youtube.com/watch?v=hHx2I-L5ffg
● EL ARTE DE VIVIR 8.59
● 💊Bye ♀️️ bye Platón🙋️ (Sacan la 🙋 filosofía de los institutos por esto)
● Querer que no sea relevange, la
filosofía, la fe, la persona, el otro. 2 Esta primera obra se ocupa de lo esencial del ser humano para subsistir, el alimento. Ojalá algo tan elemental pudiera estar garantizado para todos. Lamentablemente no es así. Lleva contigo siempre algo que puedas dar como alimento Esta acción se complementa con la anterior. Así como no podemos vivir sin alimento tampoco podemos vivir sin agua. Y en ese sentido me atrevo a decir que el uso que haces de este elemento en casa debe ser responsable. Tal vez tú tengas la dicha de tener agua y en abundancia, pero muy cerca a ti hay gente para la que tomar un vaso de agua es prácticamente un sueño. En épocas antiguas, dar posada al peregrino era casi un acto de vida o muerte. Debido a las condiciones, la ausencia de tecnología y distancias a cubrir, el no encontrar posada en los distintos puntos del camino hacía que muchas vidas se perdieran. Hoy en día podríamos decir que esto ha cambiado. Y sin embargo no podemos hacernos los de la vista gorda a todas las personas que salen de sus países con un destino incierto buscando no solo oportunidades mejores sino huyendo de condiciones que no hacen posible tener una vida digna. Esta obra de misericordia también se trata de cubrir una necesidad tan básica como el vestido. En esta época en que pareciera que la necesidad es la de cambiar de vestuario con cada temporada muchas veces no hacemos una verdadera obra de caridad sino que nos deshacemos de lo que nos sobra. No está mal necesariamente hacer eso, pero también pongámonos a pensar que podemos dar de lo que aún es útil, y poder así trabajar el desprendimiento y el amor. Tristemente he escuchado decir que no visitan a los enfermos porque es muy duro, porque deprime. En este pensamiento se esconde un gran favoritismo por lo que uno siente solamente. Visitar a un enfermo es un acto de verdadero amor. Más aún si se trata de no solo visitarlos sino cuidarlos y atenderlos. No se trata de calmar lo físico sino también brindarles una compañía que alentará también el espíritu. A quién se le ocurriría ir a visitar a los presos. Qué temor ir a ver a criminales que han cometido fechorías. En qué mente podría caber cosa así. Cuando pensamos con los ojos del mundo, razonamientos así no suenan descabellados. Los presos están privados de esa libertad que tú tienes, han caído en errores, en desgracias graves, han cometido delitos a conciencia… El cuerpo humano ha alojado el espíritu. Ha sido el templo del Espíritu Santo. Dar sepultura a los difuntos es un acto de honor y muchas veces de valentía, por ejemplo el reclamar los cuerpos de niños abortados, asesinados, personas que no pueden ser identificadas. La próxima vez que no quieras participar del funeral de un ser querido recuerda que estás haciendo un acto de misericordia. Proyecto final 30 puntos y tu ¿de que lado estás? Enlistarás con foto cada una de las obras de 10
Ley de Cuotas y Tarifas para Los Servicios Publicos de Agua Potable y Alcantarillado Tratamiento y Disposicion de Aguas Residuales Del Estado de Quintana Roo PDF