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CÉLULAS QUE COMPONEN

EL SISTEMA INMUNE

DR. HECTOR PADILLA


Hematopoyesis:
Todas las células sanguíneas provienen de un tipo de
célula llamada célula madre hematopoyética (HSC),
estas tiene la capacidad de diferenciarse en otros
tipos celulares; se renuevan por sí mismas,
mantienen así su población por división celular.
Debido a su capacidad de renovarse por sí mismas
(autorrenovarse), las células madre
hematopoyéticas se mantienen en concentraciones
estables durante toda la vida adulta; cuando
aumenta la demanda de hematopoyesis, las HSC
muestran una enorme capacidad de proliferación.
En un momento temprano de la hematopoyesis,
una célula madre multipotente se diferencia a lo
largo de una de dos vías:
-Célula progenitora linfoide: dan lugar a células B, T
y NK (asesinas naturales).
-Célula progenitora mieloide: generan progenitoras
de glóbulos rojos (eritrocitos), muchos de los
diversos glóbulos blancos (neutrófilos, eosinófilos,
basófilos, monocitos, células cebadas, células
dendríticas) y células generadoras de plaquetas
llamadas megacariocitos.
Células linfoides:
Los linfocitos constituyen 20 a 40% de los glóbulos
blancos del cuerpo. Los linfocitos pueden
subdividirse en tres poblaciones principales:
-Células B Son fundamentales para la inmunidad
adaptativa, portan cada uno su familia
-Células T característica de receptores de antígeno.
-Células asesinas naturales (NK): son linfocitos
granulares (así llamados por su aspecto granuloso al
microscopio) grandes que forman parte del sistema
inmunitario innato y no expresan el grupo de
marcadores de superficie característico de las
células B o T.
Los diferentes linajes de etapas de maduración de linfocitos
pueden distinguirse por su expresión de moléculas de
membrana reconocidas por anticuerpos monoclonales
particulares. Todos los anticuerpos monoclonales que
reaccionan con una molécula de membrana particular
pertenecen a un grupo de diferenciación (CD).

Linfocitos B (células B):


La designación B de los linfocitos procede de la
bolsa de Fabricio, sitio donde maduran estas células
en las aves; el nombre resultó adecuado dado que
la médula ósea es también su principal lugar de
maduración en varias especies de mamíferos, entre
ellas el ser humano y los ratones.
Las células B maduras se distinguen de forma
definitiva de otros linfocitos y de todas las demás
células por su síntesis y exhibición de moléculas de
inmunoglobulina (anticuerpo) unidas a membrana,
que sirven como receptores para antígeno. Cada
una de las alrededor de 150mil moléculas de
anticuerpo en la membrana de una célula B tiene
un sitio de unión para antígeno.
Cuando un linfocito B virgen (que no ha tenido un
encuentro previo con un antígeno) se topa con uno
que concuerda con su anticuerpo unido a
membrana, la unión del antígeno con el anticuerpo
hace que la célula se divida rápidamente; su
progenie se diferencia en células efectoras llamadas
células plasmáticas y en linfocitos B de memoria.
Linfocitos B de memoria:
Estos tienen un lapso de vida mayor que los
linfocitos B vírgenes, y expresan el mismo
anticuerpo unido a membrana que su célula B
progenitora.
Linfocitos T (células T):
Los linfocitos T derivan su nombre de su sitio de
maduración en el timo. Durante este proceso, la
célula T adquiere la capacidad de expresar en su
membrana una molécula única de unión a antígeno
llamada receptor de célula T (TCR). A diferencia de
los anticuerpos unidos a membrana de los linfocitos
B, que pueden reconocer antígenos libres, los
receptores de los linfocitos T sólo reconocen
antígeno unido a proteínas de membrana llamadas
moléculas del complejo mayor de
histocompatibilidad (MHC).
Las moléculas del MHC que intervienen en este
proceso de reconocimiento (llamado presentación
de antígeno) son glicoproteínas genéticamente
diversas (polimórficas) presentes en las membranas
celulares. Existen dos tipos principales de moléculas
MHC:
-MCH clase I: que son expresadas prácticamente
por todas las células nucleadas de los vertebrados.
-MCH clase II: que son expresadas sólo por unos
cuantos tipos celulares que se especializan en la
presentación de antígeno.
Cuando un linfocito T reconoce antígeno asociado con una
molécula MHC sobre una célula, en circunstancias
apropiadas el linfocito prolifera y se diferencia en diversas
células T efectoras y células T de memoria.
Existen dos subpoblaciones bien definidas de
células T:
-Células T colaboradoras (Tн)
-Células T citotóxicas (Tс)
Las células T colaboradoras y las citotóxicas pueden
distinguirse entre sí por la presencia de
glicoproteínas de membrana CD4 o CD8 en sus
superficies.
Las células T que exhiben CD4 generalmente
funcionan como linfocitos Tн, mientras que las que
exhiben CD8 por lo general funcionan como
linfocitos Tс. Por tanto, la proporción entre células
Tн y Tс en una muestra puede estimarse
determinando el número de células T CD4 y CD8.
Después de ser activadas por la interacción con
complejos antígeno-MHC adecuados, las células Tн
se diferencian en células efectoras que facilitan la
activación (o colaboración) de linfocitos B, linfocitos
Tс, macrófagos y otras células diversas que
participan en la inmunorreacción.
De manera alternativa, algunas células Tн se
diferencian en células de memoria en vez de
hacerlo en células efectoras. El reconocimiento de
complejos antígeno-MHC por una célula Tс
desencadena su proliferación y diferenciación en
una célula efectora llamada linfocito T citotóxico
(CTL) o en una célula de memoria.
Células asesinas naturales:
El cuerpo contiene una población pequeña de
linfocitos granulares grandes llamados células
asesinas naturales (células NK) que poseen
actividad citotóxica contra una amplia gama de
células tumorales y contra células infectadas por
determinados virus.
Una característica extraordinaria de estas células,
que constituyen 5 a 10% de los linfocitos en sangre
periférica humana, es su capacidad de reconocer
células tumorales o infectadas por virus a pesar de
que carecen de receptores específicos de antígeno.
Las células asesinas naturales son parte del sistema
inmunitario innato, y la mayoría está desprovista de
receptores de célula T o inmunoglobulina
incorporada en sus membranas plasmáticas; en
otras palabras, NO EXPRESAN las moléculas de
membrana ni los receptores que distinguen a los
linajes de células B y T, tiene en cambio, receptores
innatos capaces de detectar la ausencia de MHC,
algo muy común en celulas infectadas por virus.
Fagocitos mononucleares:
El sistema fagocítico mononuclear comprende
monocitos que circulan en la sangre y macrófagos
diseminados en los tejidos. Durante la hematopoyesis
en la médula ósea las células progenitoras de
granulocitos y monocitos se diferencian en
promonocitos, que salen de la médula ósea y pasan a
la sangre, en donde se diferencian de modo adicional
en monocitos maduros.
-Monocitos: circulan en el torrente sanguíneo
alrededor de ocho horas, durante las cuales crecen; a
continuación, migran hacia los tejidos y se
diferencian en macrófagos específicos de tejidos.
-Macrófagos: se dispersan en la totalidad del
cuerpo. Algunos residen en tejidos particulares y se
constituyen en macrófagos fijos, otros permanecen
movibles y se llaman macrófagos libres o errantes.
Los macrófagos libres se desplazan a través de los
tejidos mediante movimientos ameboides.
Las células macrófagos tienen diferentes funciones
en distintos tejidos y se denominan conforme a su
localización tisular:
‒ Macrófagos intestinales en los intestinos
‒ Macrófagos alveolares en el pulmón
‒ Histiocitos en los tejidos conectivos
‒ Células de Kupffer en el hígado
‒ Células mesangiales en el riñón
‒ Células microgliales en el cerebro
‒ Osteoclastos en el hueso.
La actividad del macrófago puede ser estimulada de
manera adicional por citosinas que secretan células
Tн activadas y por mediadores de la respuesta
inflamatoria.
Los macrófagos activados son más eficaces que los
que se encuentran en reposo para eliminar
patógenos potenciales por varias razones:
‒ Presentan más actividad fagocítica.
‒ Tienen mayor potencial de destruir
microorganismos ingeridos.
‒ Tienen mayor secreción de mediadores
inflamatorios.
‒ Tienen mayor capacidad de activar células T.
Células granulocíticas:
Los granulocitos se clasifican en neutrófilos,
eosinófilos o basófilos, según la morfología celular y
las características de tinción citoplásmica. El neutrófilo
tiene un núcleo multilobulado y un citoplasma
granuloso que se tiñe con colorantes ácidos y básicos;
con frecuencia se conoce como leucocito
polimorfonuclear (PMN) por su núcleo multilobulado.
El eosinófilo tiene un núcleo bilobulado y un
citoplasma granuloso que se tiñe con el colorante ácido
rojo eosina (de ahí su nombre). El basófilo posee un
núcleo lobulado y un citoplasma muy granuloso que se
tiñe con el colorante básico azul de metileno.
Los neutrófilos y eosinófilos son fagocíticos, no así
los basófilos. Los neutrófilos, que constituyen 50 a
70% de los glóbulos blancos circulantes, son mucho
más numerosos que los eosinófilos (1 a 3%) o los
basófilos (<1%).
Neutrófilos:
Los neutrófilos se forman por hematopoyesis en la
médula ósea.
Se liberan a la sangre periférica y circulan durante 7
a 10 horas antes de migrar a los tejidos, en donde
tienen un lapso de vida de sólo unos cuantos días.
En respuesta a muchos tipos de infecciones, la
médula ósea libera más de la cantidad usual de
neutrófilos y estas células suelen ser las primeras
que llegan al sitio de inflamación.
El incremento transitorio resultante del número de
neutrófilos circulantes, llamado leucocitosis, se
utiliza en clínica como una indicación de infección.
Al igual que los macrófagos, los neutrófilos son
fagocitos.
Eosinófilos:
Tal y como se observa con los neutrófilos, los
eosinófilos son células fagocíticas móviles que
pueden migrar de la sangre hacia los espacios
tisulares.
Su función fagocítica es significativamente menos
importante que la de los neutrófilos, y se piensa
que intervienen en la defensa contra
microorganismos parásitos secretando el
contenido de los gránulos eosinofílicos, lo cual suele
dañar la membrana de los parásitos.
Basófilos:
Los basófilos son granulocitos no fagocíticos que se
producen por hematopoyesis y cuya función es
liberar sustancias farmacológicamente activas de
sus gránulos citoplásmicos.
Estas sustancias tienen un papel importante en
ciertas reacciones alérgicas.
Células cebadas:
Los precursores de células cebadas, que se forman
en la médula ósea mediante hematopoyesis, se
liberan hacia la sangre como células indiferenciadas;
no se diferencian sino hasta que salen de la sangre y
penetran en los tejidos. Las células cebadas (o
mastocitos) pueden encontrarse en muchos tejidos,
que incluyen piel, tejidos conectivos de diversos
órganos y tejido mucoso epitelial de las vías
respiratoria, genital y digestiva. Las células cebadas,
aunadas a los basófilos sanguíneos, tienen una
participación esencial en el desarrollo de alergias.
Células dendríticas:
Identificadas en 1868 por Paul Langerhans durante
un detallado estudio anatómico de la piel, las
células dendríticas fueron las primeras células del
sistema inmunitario en ser descubiertas.
La célula dendrítica (DC) recibió ese nombre porque
está cubierta de largas extensiones membranosas
que semejan las dendritas de las células nerviosas.
Existen muchos tipos de esta célula, y se reconocen
al menos cuatro categorías principales: de
Langerhans, Intersticiales, Derivadas de monocitos
y Derivadas de plasmacitoides.
Cada una de ellas surge de células madre
hematopoyéticas a través de diferentes vías y en
distintos sitios.
DC de Langerhans: se encuentran en capas
epidérmicas de la piel.
DC Intersticiales: están presentes en los espacios
intersticiales de virtualmente todos los órganos
excepto el encéfalo.
DC derivadas de Monocitos: provienen de
monocitos que han emigrado del torrente
sanguíneo a los tejidos.
DC derivada de plasmacitoide: participan en la
defensa inmunitaria innata y como células
presentadoras de antígeno.
Aunque existen importantes diferencias en las
funciones y los fenotipos de las distintas variedades
de DC, todas exhiben moléculas MHC clase I y clase
II.
Las células dendríticas son versátiles; existen en
muchas formas y realizan las distintas funciones de
captura de antígeno en un sitio y presentación de
antígeno en otro.

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