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¿Qué Son Los Leucocitos?

Los leucocitos son parte del sistema inmunitario del cuerpo. Estos ayudan a
combatir infecciones y otras enfermedades. Los tipos de leucocitos son los
granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y basófilos), los monocitos y los linfocitos
(células T y células B).

Imagen tomada con un microscopio electrónico en la que se observa,


de izquierda a derecha: un eritrocito, una plaqueta y un leucocito.

Leucocitos
Los leucocitos (del griego λευκός [leukós] ‘blanco’, y κύτος [kytos] ‘bolsa’, de
ahí que también sean llamados glóbulos blancos) son un conjunto heterogéneo de
células sanguíneas que son ejecutoras de la respuesta inmunitaria, interviniendo así
en la defensa del organismo contra sustancias extrañas o agentes infecciosos
(antígenos). Se originan en la medula ósea y en el tejido linfático.

Los leucocitos son producidos y derivados de unas células multipotenciales en la


medula ósea, conocidas como células madre hematopoyéticas. Los glóbulos blancos
(leucocitos) son las únicas células sanguíneas que se encuentran en todo el
organismo, incluyendo la sangre y el tejido linfoide.
Existen cinco tipos diferentes de leucocitos divididos en granulocitos y
agranulocitos, y varios de ellos (incluyendo monocitos y neutrófilos) son
fagocíticos. Estos tipos se distinguen por sus características morfológicas y
funcionales.
El numero de leucocitos en la sangre suele ser un indicador de enfermedad. El
recuento normal de glóbulos blancos fluctúa entre 4 y 11 x 109/L, y suele expresarse
como 4000-11000 glóbulos blancos por microlitro. Conforman, aproximadamente,
el 1% del volumen sanguíneo total de un adulto sano. Al aumento del número de
leucocitos por arriba del limite superior se le llama leucocitosis, y al decrecimiento
por debajo del limite inferior se llama leucopenia.

Representación tridimensional
de los cinco tipos de glóbulos blancos.

Etimología

Los leucocitos, del griego λευκός [leukós] ‘blanco’, y κύτος [kytos] ‘bolsa’,
también son llamados glóbulos blancos. El termino glóbulo blanco deriva de la
apariencia de una muestra de sangre después de ser centrifugada.

Los leucocitos se encuentran en el buff (Capa leucocítica) una capa delgada y


típicamente blanca de células nucleadas que está entre las células rojas y el plasma
sanguíneo. Si en la muestra sanguínea hay un gran número de neutrófilos el “buffy
coat” (Capa leucocítica) puede aparecer verde, debido a que estos producen una
enzima que contiene hemo llamada mieloperoxidasa.

Una imagen de microscopio electrónico de barrido de la sangre humana en circulación normal.


Además de los leucocitos de forma irregular, tanto en las células rojas de la sangre
y plaquetas en forma de disco pequeñas son visibles.

Características

Los leucocitos (glóbulos blancos) son células móviles que se encuentran en la sangre
transitoriamente, así, forman la fracción celular de los elementos figurados de la sangre. Son los
representantes hemáticos de la serie blanca. A diferencia de los eritrocitos (glóbulos rojos), no
contienen pigmentos, por lo que se le califica de glóbulos blancos.

Son células con núcleo, mitocondrias y otros orgánulos celulares. Son capaces de moverse
libremente mediante pseudópodos. Su tamaño oscila entre los 8 y 20 µm (Micrómetros). Su
tiempo de vida varia desde algunas horas. Estas células pueden salir de los vasos sanguíneos a
través de un mecanismo llamado diapédesis (prolongan su contenido citoplasmático), esto les
permite desplazarse fuera del vaso sanguíneo y poder tener contacto con los tejidos del interior
del cuerpo humano.

Clasificación

Todos los leucocitos son células nucleadas, pero, por otra parte, distintos en forma y
función.
Los leucocitos se dividen en dos grandes clases:
 Granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y basófilos)
 Agranulocitos, que carecen de gránulos específicos, son mononucleares y tienen
el núcleo más grande que los granulocitos. Son los monocitos y linfocitos.

Por su linaje, los glóbulos blancos se dividen en: el mieloide (compuesto de los
granulocitos y monocitos) y linfoide (linfocitos T, linfocitos B y las células
naturales Kiler (células NK).

Tipos de Leucocitos (Células Inmunitarias)

Neutrófilos:

Los neutrófilos defienden al organismo contra infecciones víricas, bacterianas o


por hongos. Usualmente son los primeros en responder una infección microbiana;
su actividad y muerte en gran numero forman el pus. Comúnmente se refiere a los
neutrófilos como leucocitos polimorfonucleares (PMN), aunque, en el sentido
técnico, PMN se refiere a todos los granulocitos (que incluyen neutrófilos,
eosinófilos y basófilos).

Tienen un núcleo multilobulado que puede asemejar múltiples núcleos, de ahí se


deriva el nombre leucocito polimorfonuclear. El citoplasma puede parecer
transparente debido a los gránulos que se tiñen color lila pálido. Los neutrófilos
se encargan de fagocitar bacterias y están presentes en grandes cantidades en el
pus. Estas células no son capaces de renovar sus lisosomas (utilizados durante la
digestión de microbios) y mueren después de haber fagocitado unos cuantos
patógenos. Los neutrófilos son el tipo celular mas encontrado en las fases
tempranas de la inflamación aguda. Conforman del 60% al 70% de los leucocitos
totales en la sangre del ser humano. La vida media de un neutrófilo circulante es
de, aproximadamente 5,4 días.
Eosinófilos:

Los eosinófilos, ante todo, lidian con las infecciones parasitarias. También son
las células inflamatorias predominantes durante una reacción alérgica. Las causas
más importantes de eosinofilia incluyen alergias como: asma rinitis alérgica y
urticaria; así como infecciones parasitarias. En general, su núcleo es bi-lobulado.
El citoplasma está lleno de gránulos que, con tinción de eosina, asumen un color
anaranjado característico.

Basófilos:

Los basófilos son principalmente ante esto responsables de las respuestas alérgicas, ya que
liberan histamina, provocando vasodilatación. Su núcleo es Bi- o trilobulado, pero es difícil de
detectar, ya que se oculta por el gran número de gránulos gruesos, estos gránulos son
característicamente azules bajo la tinción HyE.
Linfocitos:

Los linfocitos son más comunes en el sistema linfático que en el torrente sanguíneo. Se
distinguen por un núcleo que se tiñe fuertemente y cuya locación puede o no ser excéntrica, y
por tener poco citoplasma. Los linfocitos incluyen:
Células B: que producen anticuerpos capaces de unir, bloquear y promover la destrucción de
patógenos, así como de activar complemento.
Células T:
 CD4+ cooperadoras: son células T que expresan el co-receptor CD4 y son conocidas
como linfocitos T CD4+. Estas células tienen receptores de células T (TCR) y moléculas
CD4+ que, en conjunto, reconocen péptidos antígenos presentados en moléculas del
complejo mayor de histocompatibilidad (CMH) clase II por células presentadoras de
antígeno (CPA). Las células T cooperadoras producen citoquinas y llevan a cabo otras
funciones que ayudan a coordinar una respuesta inmune adecuada. En una infección por
VIH, el conteo de estas células T son el índice principal para identificar la integridad del
sistema inmune del individuo.
 CD8+citotóxicas: son células T que expresan el co-receptor CD8 y son conocidas como
linfocitos T CD8+. Estas células se unen a antígenos presentados en moléculas del CMH
clase I en células infectadas por virus o células tumorales. Casi todas las células
nucleadas presentan CMH clase I. IgE.
 Células T γδ: poseen un receptor de células T alternativo (diferente al receptor de
células T αβ que se encuentra en células T CD4 y CD8 convencionales). Se encuentran
mas comúnmente en tejidos que en sangre. Las células γδ T comparten características con
las células cooperadoras, las citotóxicas y las células Natural Killer.
 Células Natural Killer: son células capaces de matar células del organismo que no
presentan moléculas CMH clase-I, o que presentan marcadores de estrés como MIC-A
(MHC class I polypeptide-related sequence A).la disminución de la expresión CMH clase
I y la regulación positiva de MIC-A se puede llevar a cabo cuando células del organismo
están infectadas por un virus o son cancerosas.

Monocitos:

Los monocitos comparten la función de “aspiradora” (fagocitosis) con los


neutrófilos, pero son más longevos y además, una función extra: presentar partes de
patógenos a linfocitos T para que estos puedan ser reconocidos de nuevo y ser
eliminados. Los monocitos abandonan el torrente sanguíneo (Diapédesis) para
convertirse en macrófagos de tejido, que se encargan de remover restos de células
muertas y de atacar microorganismos. A diferencia de los neutrófilos, los monocitos
son capaces de reemplazar su contenido lisosomal y se cree que su vida activa es
mucho mas larga. Su núcleo tiene forma de riñón y no tienen gránulos y contienen
abundante citoplasma. Una vez que los monocitos pasan por cambios que permiten
la fagocitosis (se diferencian) y se convierten en Macrófagos.

Leucocitos Fijos
Algunos leucocitos migran a los tejidos del organismo para residir ahí
permanentemente y no en la circulación sanguínea. A menudo, estas células tienen
nombres específicos dependiendo de en que tejido se instalen; un ejemplo son los
macrófagos fijos de hígado, conocidos como células de Kupffer. Estas células
siguen jugando un papel importante en el sistema inmune.
Histiocitos:
Un histiocito es un tipo de célula animal, perteneciente al tejido conjuntivo (tejido
de soporte del cuerpo), que ingiere sustancias extrañas para proteger al cuerpo de
posibles infecciones. Su función es inmunitaria, siendo un macrófago que
permanece en un órgano concreto, sin viajar a través de la sangre. Es una célula
grande fagocitaria, que forma parte del sistema fagocítico mononuclear.
Este tipo de célula se encuentra en gran parte de los órganos de los seres del reino
animal, entre los que podemos citar:
Ganglios linfáticos y amígdalas palatinas
Bazo
Hígado
Placenta
Tejido mamario y perimamario
Cerebro
Un número irregular de histiocitos genera la patología llamada histiocitosis.

Células dendríticas (aunque estas suelen migrar a nódulos linfáticos locales al


ingerir antígenos):

Las células dendríticas (Et: del griego δένδρον, árbol, por sus abundantes
ramificaciones) o DC (por sus siglas en inglés, Dendritic Cell), llamadas también
células de Langerhans, son un tipo de células especializadas características del
sistema inmunitario de los mamíferos.

Aunque forman parte de la inmunidad innata,1 siendo capaces de fagocitar


patógenos, su función principal es procesar material antigénico, devolverlo a su
superficie y presentarlo a las células especializadas (inmunidad adaptativa:
linfocitos T) del sistema inmunitario. En este sentido actúa como vínculo entre
ambos sistemas.
Así pues, las células dendríticas son células presentadoras de antígeno. Las células
dendríticas existen en diferentes grupos de vertebrados, pero sus características
difieren entre un grupo y otro e incluso en el interior de un mismo grupo. Aunque
son típicas de los mamíferos, también se han detectado en pollos3 y tortugas.

Su nombre hace referencia a unas proyecciones ramificadas que se desarrollan en


un cierto punto de su maduración, similares a las dendritas de las neuronas. Las
células dendríticas fueron descubiertas en 1868 por Paul Langerhans cuando
estudiaba el epitelio cutáneo humano, aunque originalmente creyó que formaban
parte del sistema nervioso;6 su auténtico papel no fue revelado hasta un siglo más
tarde. Un estudio reciente reveló la presencia de células dendríticas en el cerebro,
donde podrían representar una segunda línea de defensa contra los patógenos que
consigan atravesar la barrera hematoencefálica. Estas forman parte de la llamada
"microglía heterogénea".

Las células dendríticas pertenecen a un tipo de glóbulos blancos llamados fagocitos.


Debido a su alta eficacia a la hora de fagocitar material peligroso para el cuerpo, las
células dendríticas son consideradas fagocitos «profesionales».

Parte de la eficacia fagocítica de las células dendríticas es gracias a la presencia de


moléculas llamadas receptores en la superficie, que pueden detectar objetos
nocivos, tales como bacterias, que no suelen encontrarse dentro del cuerpo.9 Las
células dendríticas existen en grandes cantidades en tejidos que están en contacto
con el medio exterior, principalmente la piel (que cuenta con un tipo especializado
de células dendríticas llamadas células de Langerhans) y el revestimiento interior de
la nariz, los pulmones, el estómago y los intestinos. También están presentes en
estado inmaduro en la sangre.

Como otros glóbulos blancos, las células dendríticas derivan de células


hematopoyéticas. Cuando todavía son inmaduras, su función es ir buscando
constantemente patógenos al medio que las rodea mediante receptores de
reconocimiento de patrones. Cuando encuentran un antígeno válido, empiezan a
madurar y migran hacia los ganglios linfáticos, donde se encuentran los linfocitos.
Cuando los linfocitos T detectan un antígeno en una célula dendrítica, se activan,
proliferan. A su vez, los linfocitos T activan los linfocitos B, que producen
anticuerpos, y a partir de ese momento la defensa contra los patógenos pasa al
terreno de la inmunidad adquirida.

Mastocitos

Los mastocitos o células cebadas son células pertenecientes al sistema inmunitario


originadas por células hematopoyéticas. Se originan en las células madre de la
médula ósea. Se encuentran en la mayoría de los tejidos del cuerpo.

Son conocidos por su relación con la alergia, la anafilaxis, la artritis, la


aterosclerosis y el cáncer, sin embargo, su función fisiológica es notable en la
defensa contra bacterias, parásitos y venenos. Los mastocitos sintetizan y
almacenan diversas sustancias: monoaminas bioactivas (histamina, serotonina,
dopamina), algunas citocinas (como el factor de necrosis tumoral), proteoglucanos
con glucosaminoglucanos tales como la heparina o el condroitinsulfato, entre otros
elementos.

Los mastocitos se originan en la médula ósea a partir de precursores mieloides


CD34+ y CD117+ El basófilo sale de la medula ósea en estado maduro, mientras
que los mastocitos circulan en forma inmadura.

Los mastocitos comparten una única célula progenitora junto con los basófilos, la
célula progenitora de basófilos/mastocitos, que a su vez proviene directamente de la
célula progenitora mieloide.
La formación del mastocito requiere la expresión por parte de la célula progenitora
de un factor de transcripción conocido como proteína alfa de unión a
CCAAT/Amplificador.

Si la célula progenitora no lo expresa, la célula queda predestinada a diferenciarse


en basófilo. Presentan un núcleo central de tamaño medio, con la cromatina
desespiralizada. En microscopía óptica solo se pueden distinguir en el citoplasma
unos gránulos de gran tamaño, rodeados de membrana y visibles con la técnica del
PAS+. Estos gránulos tienen la propiedad de ser metacromáticos, es decir, tienen la
capacidad de cambiar el color del colorante con el que son teñidos.

Por ejemplo, al utilizar la tinción azul de toluidina, con el cual se puede apreciar
que los gránulos se tiñen de púrpura. Lo mismo pasa con colorantes como el
Giemsa y el azul de metileno.

Mediante microscopía electrónica puede observarse en el citoplasma unos pequeños


vestigios de aparato de Golgi y de retículo endoplasmático rugoso (RER), no muy
desarrollados. Sin embargo, esto no impide que estas células lleven a cabo una gran
labor de síntesis.

No obstante, es muy difícil diferenciar los gránulos de las vesículas de RER y


Golgi. El contenido de los gránulos es muy denso, llegando en ocasiones a formar
agregados o incluso una especie de laminillas.

Su citoplasma es acidófilo con abundantes gránulos metacromáticos al azul de


toluidina. Los mastocitos se encuentran en cantidades importantes en la piel, en las
mucosas del tracto digestivo y en las vías aéreas.

Los mastocitos son células que sintetizan y almacenan histaminas y que se


encuentran en la mayoría de los tejidos del cuerpo, particularmente por debajo de
las superficies epiteliales, cavidades serosas y alrededor de los vasos sanguíneos.

En una respuesta alérgica, un alérgeno estimula la liberación de anticuerpos con una


determinada especificidad (contra ese antígeno), los cuales se unen a la superficie
de los mastocitos. Un mastocito es una célula de tejido conectivo que contiene
gránulos ricos en histamina y heparina.
Los mastocitos desempeñan un papel importante en la protección del organismo ya
que están implicados en la comunicación intercelular como la curación de las
heridas y en la defensa contra los patógenos como parásitos helmintos, y
desempeñan un importante rol en el proceso de las alergias y la anafilaxis.

Presentan todos sus receptores RcEI de IgE ocupados por anticuerpos con epitopes
para distintos antígenos, cuando los antígenos se unen a las porciones variables de
la IgE que está adherida al receptor en el mastocito, se produce un entrecruzamiento
que permite a la célula liberar de golpe todo su contenido endócrino provocando el
conocido choque anafiláctico.

La unión del antígeno a la IgE no induce la desgranulación del mastocito, sino que
es el entrecruzamiento de sus receptores. Los mastocitos también contienen
serotonina. En los gránulos de los mastocitos hay niveles muy elevados de
histamina y heparina (importantes influyentes en las reacciones de la inflamación).

La heparina es una sustancia con gran acción anticoagulante, mientras que la


histamina tiene acción vasodilatadora y, además, aumenta la permeabilidad
vascular. La mastocitosis es una enfermedad rara que se caracteriza por la
proliferación de mastocitos. Existen dos formas: Cutánea: involucra sólo a la piel.
Sistémica: compromete múltiples órganos.

Esto sucede porque los mastocitos, para fagocitar compuestos de gran tamaño
(incluido astillas), sufren una endomitosis, que provoca la división del núcleo sin la
división del citoplasma, creando mastocitos demasiado grandes.
Microglía

Las microglías, micro gliales o células de Hortega son células neuro gliales del
tejido nervioso con capacidad fagocitaria y de soporte, que forman el sistema
inmunitario del sistema nervioso central (SNC)1 y que constituyen
aproximadamente el 10% de las células del cerebro.

Se originan durante el desarrollo a partir de precursores mesenquimales que,


independientemente de la circulación sanguínea, penetran en el parénquima
cerebral. Durante la vida adulta se ha propuesto que se pueden renovar por división
in situ, a partir de precursores de la médula ósea, o desde monocitos que alcanzan el
sistema nervioso a través de la sangre.

Sin embargo, la producción de microglía a partir de precursores de la médula ósea o


monocitos circulantes sólo se ha observado tras irradiar el sistema nervioso central.
Representan el sistema fagocítico mononuclear en el sistema nervioso central. Se
encuentran diseminadas en la totalidad del SNC, son células de pequeño tamaño,
tinción oscura y asemejan débilmente oligodendrocitos. Tienen un citoplasma
escaso, un núcleo oval o triangular y prolongaciones irregulares cortas. Estas
células funcionan como fagocitos eliminando sustancias de desecho y estructuras
dañadas del SNC.
La microglía también defiende el sistema nervioso de virus, microorganismos y
tumoraciones. Cuando por cualquier razón se activan, actúan como células
presentadoras de antígenos y segregan citocinas. A diferencia del resto de células
neuro gliales, estas células no se originan del tubo neural, sino que tienen origen
mesodérmico.
Las células de microglía cumplen funciones importantes no sólo relacionadas con la
eliminación de residuos o la respuesta inmune. Por ejemplo, se sabe que juegan un
papel importante durante el desarrollo en la inducción de muerte celular controlada
en ciertas regiones. Además, también parecen tener un papel en la angiogénesis
(generación de vasos sanguíneos).

También existen estudios que demuestran que las células de microglía están
implicadas en la eliminación de las terminales sinápticas.
El papel más ampliamente conocido de la microglía es el de vigilar el sistema
nervioso central.

Las células de microglía "no activas" están continuamente analizando su entorno


con sus terminaciones, que son altamente dinámicas.
Cuando se produce un daño en el sistema nervioso central las células de microglía
reaccionan y se acercan a la lesión. También, "activadas" modifican su morfología
(normalmente ramificada) y adquieren un aspecto ameboide, debido a la proyección
de Lamelipodios.

Además, las células de microglía expresan moléculas proinflamatorias que tienen


por objetivo eliminar células dañadas o infectadas y a agentes patógenos que
pudieran ser perjudiciales. Sin embargo, estas moléculas también pueden dañar a
neuronas sanas. Por otro lado, las células de microglía son capaces de producir
moléculas antiinflamatorias que consiguen frenar el proceso inflamatorio y
aumentar la supervivencia de las células viables.

Contienen lisosomas y cuerpos residuales. Generalmente se la clasifica como célula


de la neuroglia. Presentan el antígeno común leucocítico y el antígeno de
histocompatibilidad clase II, propio de las células presentadoras de antígenos.
Además, presentan receptores para moléculas señal propias del encéfalo, como el
glutamato y el GABA.

Durante la hematopoyesis primitiva en ratones, esto es, en la etapa embrionaria y


fetal, a partir del día 6.5 post-coito (pc), surgen, en el saco vitelino, células madre
hematopoyéticas (CMH) que originarán células progenitoras de distintos linajes.
Entre los días 7.5 – 8.0 pc, surgen células progenitoras eritromieloides (KIT+,
Ter119+ y RUNX1+).
A lo largo del día 9.0 pc estas células expresan CD45, pero no marcadores
mieloides (estadio A1), más tarde expresan marcadores mieloides como los
receptores de quimiocinas CX3C1 (CX3CR1) y del factor estimulante de colonia 1
(CSF1R), así como la glicoproteína F4/80 (estadio A2).

Además, expresan metaloproteinasas (MMP-8 y MMP-9) lo que sugiere que, a


partir de ese momento, empiezan a migrar hacia la mesénquima neuronal. Mientras
tanto, estas continúan madurando y, aproximadamente, en el día 14.0 pc las células
adquieren una morfología ramificada.

Por otro lado, durante la hematopoyesis definitiva; es decir, una vez que la aorta
gonadal-mesonefro (AGM) y el hígado fetal se han vuelto los principales órganos
hematopoyéticos (durante los días 10.5 y 12.5 pc, respectivamente), se forman
fagocitos-mononucleares que migran hacia el cerebro, sin embargo, estos son
macrófagos distintos a la microglía y residen perivascularmente, en el plexo
coroideo y en meninges. Postnatalmente, los monocitos formados en la médula ósea
de huesos largos, a partir de precursores leucocitarios, migran vascularmente y
colonizan los tejidos.

Trastornos:

Hay dos principales categorías de trastornos que involucran glóbulos blancos: los
trastornos proliferativos y las leucopenias.14 En los trastornos proliferativos hay un
aumento en el número de leucocitos; este aumento es comúnmente reactivo (por
ejemplo, cuando se debe a una infección), pero puede ser canceroso, también. En
las leucopenias hay un decremento en el número de leucocitos. Ambos trastornos
son cuantitativos.

Se ha observado que los procesos apoptóticos en leucocitos podrían estar


relacionados con la generación de radicales libres en la mitocondria a partir de un
cambio en la homeostasis del calcio intracelular.15 Los trastornos cualitativos de
los glóbulos blancos entran en una categoría distinta; en estos el número de
leucocitos es normal, pero las células no funcionan adecuadamente.
Leucopenias:
Una gama de trastornos puede causar una disminución en los glóbulos blancos de la
sangre. El tipo celular disminuido usualmente es el neutrófilo. En este caso, el
decremento puede ser llamado neutropenia o granulocitopenia. En casos más raros,
se puede encontrar una reducción del número de linfocitos (llamada linfocitopenia o
linfopenia).

Neutropenia:
La neutropenia puede ser adquirida o intrínseca.17 Una disminución de los niveles
de neutrófilos una prueba de laboratorio se puede deber al descenso de la
producción o a un aumento de la remoción de la circulación sanguínea de las
mismas células.14 A continuación, se enlistan varias posibles causas de neutropenia
(la lista no es exhaustiva).
Medicamentos - quimioterapia, sulfas u otros antibióticos, fenotiazinas,
benzodiacepinas, antitiroideos, anticonvulsivantes, quininas, quinidinas,
indometacinas, procainamida, tiazidas.
Radiación.
Toxinas - alcohol, bencenos.
Trastornos intrínsecos - síndrome de Fanconi, síndrome de Kostmann, neutropenia
cíclica, Chediak-Higashi.
Inmunodeficiencia - trastornos de la colágena, SIDA, artritis reumatoide.
Disfunción de células sanguíneas - anemia megaloblástica, mielodisplasia, fallo
medular, reemplazo medular, leucemia aguda.
Cualquier infección grave.
Misceláneo - inanición, hiperesplenismo.

Los síntomas de la neutropenia se asocian con la causa subyacente del decremento


de neutrófilos. Por ejemplo, la neutropenia inducida por drogas es la causa más
común de neutropenia adquirida, por lo que el paciente, además, puede presentar
síntomas de sobredosis o toxicidad al medicamento. El tratamiento también se
enfoca a manejar la causa subyacente de la neutropenia.18 Una de las
consecuencias más graves de la neutropenia es que eleva el riesgo de adquirir
infecciones.
Linfocitopenia
Se define como una cuenta linfocitaria total menor a 1.0x109/L, las células más
comúnmente afectadas son las T CD4+. Como en la neutropenia, la linfocitopenia
puede ser de origen adquirido o intrínseco y pueden existir varias causas16 (la lista
no es exhaustiva).
Inmunodeficiencia heredada - inmunodeficiencia combinada grave,
inmunodeficiencia variable común, ataxia-telangiectasia, síndrome de Wiskott-
Aldrich, inmunodeficiencia con enanismo de extremidades cortas,
inmunodeficiencia asociada a timoma, deficiencia en la purina fosforilasa de
nucleósido, polimorfismo genético.
Disfunción de médula ósea - anemia aplásica.
Enfermedades infecciosas - virales (SIDA, SARS, encefalitis del Nilo, hepatitis,
herpes, otras), bacterianas (tuberculosis, fiebre tifoidea, neumonía, rickettsiosis,
sepsis), parasitarias (fase aguda de malaria).
Medicamentos- quimioterapia.
Radiación.
Cirugías mayores.
Misceláneo - oxigenación por membrana extracorpórea (OMEC), trasplante de
riñón o médula ósea, hemodiálisis, falla renal, quemaduras graves, enfermedad
celiaca, pancreatitis severa aguda, enteropatía, ejercicio vigoroso, carcinoma.

Inmunopatología - artritis, lupus eritematoso sistémico, síndrome de Sjögren,


miastenia gravis, vasculitis sistémica, dermatomiositis, granulomatosis de Wegener.
Nutrición/dieta - abuso de alcohol, deficiencia de zinc.

Como en la neutropenia, los síntomas y el tratamiento de la linfocitopenia se dirigen


a la causa subyacente del cambio de la cuenta celular.

Trastornos proliferativos:
Un aumento en el número de glóbulos blancos en la circulación sanguínea es
conocido como leucocitosis. Este incremento es causado comúnmente por
inflamación.

Existen cuatro causas principales: sobreproducción celular en la médula ósea,


aumento en la liberación de células almacenadas en la médula ósea, disminución de
la capacidad de adhesión a la pared de vasos sanguíneos, disminución de captura
por los tejidos. La leucocitosis puede afectar una o varias líneas celulares y puede
ser neutrofílica, eosinofílica, basofílica, monocitosis o linfocitos.

Neutrofilia:
La neutrofilia es el incremento de la cuenta total de neutrófilos en la circulación
periférica. Los valores normales varían de acuerdo a la edad. La neutrofilia puede
ser causada por una afección directa a las células sanguíneas (enfermedad primaria).
También puede ocurrir como consecuencia de una patología subyacente
(secundaria). La mayoría de los casos de neutrofilia son secundarios a inflamación.

Causas primarias

Condiciones con neutrófilos funcionales - neutrofilia hereditaria, neutrofilia crónica


idiopática.
Anomalía de Pelger-Huet.
Síndrome de Down.
Deficiencia de adhesión leucocitaria.
Urticaria familiar.
Leucemia.

Causas secundarias
Infecciones.
Inflamación crónica - especialmente artritis reumatoide juvenil, artritis reumatoide,
enfermedad de Still, enfermedad de Crohn, colitis ulcerativa, infecciones
granulomatosas (como la tuberculosis), y hepatitis crónica.
Tabaquismo, estrés, ejercicio postquirúrgico.
Inducida por medicamentos - corticoesteroides.
Cáncer - por factores de crecimiento secretados por el tumor o por la invasión de la
médula ósea.

La destrucción aumentada en la circulación periférica puede estimular la médula


ósea. Esto puede ocurrir en la anemia hemolítica y la púrpura trombocitopénica
idiopática.
Eosinofilia:
La cuenta eosinofílica normal es considerada como menor a 0.65×109/L. La cuenta
es mayor en recién nacidos y varía con la edad, la hora (es menor en la mañana y
mayor en la noche), el ejercicio, el ambiente y la exposición a alérgenos. La
eosinofilia nunca es un hallazgo normal en los estudios de laboratorio. A
continuación, se enlistan algunas de las causas de eosinofilia.

Infecciones - bacterianas, parasitarias y micóticas


Reacciones alérgicas - asma
Dermopatías autoinmunes - pénfigo, psoriasis
Hemopatías - leucemia mieloide crónica
Iatrogénica - estreptomicina, sulfamidas Idiopática
Familiar - síndrome de Wiskott-Aldrich, síndrome de hiper-IgE.

Cuantificación y rangos de referencia:


La biometría hemática con diferencial es un panel sanguíneo que incluye la cuenta
total de leucocitos y varias subclasificaciones como la cuenta total de neutrófilos.

Los rangos de referencia para los exámenes de sangre especifican los valores
normales en individuos sanos.
Referencia De Un Hemograma Completo

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