Está en la página 1de 10

PRINCIPIOS ÉTICOS Y PRÁCTICA DOCENTE

Un sistema educativo es fuerte por sus actores y por lo que estos provocan en sus
estudiantes. La escuela en la actualidad ha dejado de ser relevante porque sigue
manteniendo viejos rituales de forma que no puede responder a las demandas de
estos tiempos. En la escuela actual encontramos alumnos naturalmente incluidos y
otros (los distintos, los pobres) que difícilmente puedan adaptarse a ella. Son los
que acceden a la escuela, permanecen un tiempo y luego se van.
Esta desarticulación provoca los problemas que padecemos hoy los docentes, los
estudiantes, la familia y la sociedad.
EL ESTIRAMIENTO DE LA ESCUELA SEGÚN JORGE NORO

• Todos sabemos lo que significa estirar algo, hacer que alcance para más
pero hay cosas que no se pueden estirar porque al hacerlo, fracasará
nuestro objetivo inicial. Sin embargo, esto está sucediendo con la escuela
hoy cuando le pedimos que cumpla otros roles o que satisfaga otras
necesidades haciendo que llegue a lugares antes impensados.
• “Estiramos” la escuela cuando al querer llegar a más usuarios y de las más
variadas características, las competencias necesarias se diluyen
haciendo que en la práctica enseñemos y exijamos menos de lo necesario.
• Cuando la formación de hábitos se traduce en el cumplimiento de diversas
obligaciones (asistencia, puntualidad, cumplimiento de plazos, etc.) pero la
escuela luego estira los formatos de control disciplinario exponiendo a
situaciones ridículas a los docentes y a aquellos estudiantes voluntariosos y
respetuosos.
ESTIRAMIENTO DE LA ESCUELA

• Cuando los niveles de aprendizajes que implican apropiación de los


conocimientos se desdibujan y se pierden en una multiplicidad de posibilidades
que permitan la aprobación y la promoción.
• Cuando tiene que justificar, explicar o comprender que el alumno llegue a
clase cuando quiera o concurra cuando le parezca sin tener que dar
explicaciones ha quienes hacen un esfuerzo por atenderlo.
• Cuando se multiplica en mil tareas, renueva diariamente sus esfuerzos y tiene
poco reconocimiento de los estudiantes, de las familias (ausentes en muchos
casos), del sistema y de la sociedad.
LA REALIDAD QUE VIVIMOS: ENTRE LA INCLUSIÓN Y LA
EXCLUSIÓN
• Desde los funcionarios públicos se emite un discurso sobre la inclusión y el
ejercicio de los derechos que poco tiene que ver con la realidad cotidiana de
los docentes en las escuelas por la enorme distancia entre lo que se
propone y las condiciones reales. Ante esto se corre el riesgo de que surja
una cultura del simulacro para mostrar que la inclusión es posible cuando no
puede corroborarse en los hechos.
• “Todos en la escuela y la escuela para todos” es el lema del discurso
inclusivo actual. A diferencia de la escuela del pasado que excluía a algunos
e incluía a otros, hoy se proclama la INCLUSIÓN UNIVERSAL. Sin
embargo, si la educación que se brinda no es de la misma calidad en todas
las escuelas, la inclusión es un engaño y la promoción, una estafa. Esta es
una forma de inclusión más perversa que la anterior que muchos no ven y
por lo tanto, no denuncian.
LA REALIDAD QUE VIVIMOS: ENTRE LA INCLUSIÓN Y LA
EXCLUSIÓN
Aquí cobra importancia el posicionamiento ético de los docentes:
 ¿Nos volvemos cómplices adaptando las exigencias sabiendo que en
algunas escuelas los estudiantes y sus familias no demandan nada y nos
conformamos solamente con que asistan a clases algunos días y obtengan
su título sin que este acredite seriamente los contenidos?
 O nos preguntamos si es posible contener, enseñar y que aprendan todos
en las condiciones actuales.
Existe un idealismo latente en los discursos inclusivos que no contrasta
proyectos con realidades, que impide reconstruirlos y redefinirlos de
forma que se termina dibujando una realidad.
UNA ESCUELA QUE LUCHA EN LAS FRONTERAS

• La escuela no es esa institución caracterizada por la seguridad, la


omnipotencia, el progreso y la confianza en el futuro. Sus principios han sido
bombardeados, su escenario ha sido cambiado, sus roles se modificaron, el
público es otro y espera otras cosas de ella. Mientras tanto hace esfuerzos
denodados por responder a las exigencias actuales sobreviviendo más por
tradición que por demanda genuina.
• A pesar de todo, las escuelas siguen siendo el lugar de resistencia, la única
posibilidad que tienen muchos de los que integran los estratos sociales más
bajos de llegar a diseñar un proyecto de vida digno gracias a que existen
docentes que luchan cotidianamente en situaciones casi heroicas en medio
de la creciente destrucción que rebasa las posibilidades y las buenas
intenciones (cuando las tienen) de funcionarios y autoridades.
UNA ESCUELA QUE LUCHA EN LAS FRONTERAS

Ante esta situación cabe preguntarnos:


¿Por qué nos está costando tanto? ¿Por qué los resultados son tan escasos?
¿Por qué tantos quedan afuera? ¿ Por qué muchos no la aprovechan?¿Por
qué nuestra tarea se hace tan pesada? ¿Por qué gran parte de la sociedad no
valora nuestro esfuerzo? ¿Por qué muchos de los problemas sociales no
puede prevenirlos y resolverlos la escuela? ¿¿Por qué nos quejamos tanto del
nivel de educación que tienen nuestros niños, adolescentes y jóvenes?
Como docentes, para poder trabajar, enseñar, aprender, luchar, resistir, dar
pelea o dar la vida, necesitamos razones, ideales, utopías que nos permitan
creer en el valor redentor de la educación que puede constituirse en la
“salvadora” de las personas y el medio para posibilitar el ascenso social.
MERITOCRACIA Y EDUCACIÓN
COEFICIENTE INTELECTUAL + ESFUERZO = MÉRITO
Meritocracia es el término utilizado por Young para hacer referencia a los grupos
dominantes de la sociedad considerados los poseedores de méritos.
Quienes son inteligentes y además se esfuerzan son identificados
tempranamente y seleccionados para una educación intensiva adecuada para
ellos haciendo hincapié en la cuantificación a través de puntajes en los
exámenes y calificaciones.
En este contexto, un sector mínimo de la población (el más pudiente) tiene
acceso a los mejores colegios, los mejores recursos y a los mejores resultados,
lo que posibilita asegurarse el presente y el futuro porque debido a sus
condiciones iniciales logran alcanzar los mejores estándares de rendimiento.
EDUCACIÓN DE BAJO IMPACTO
• Kessler en 2004, luego de analizar el pasado escolar de las personas presas
llega a esta conclusión. Observó que habían sido alumnos que concurrían de
manera más o menos frecuente a la escuela pero realizando muy pocas de
las actividades escolares (no estudiaban, no cumplían con las tareas, no
llevaban útiles y no les importaba las consecuencias de no hacerlo). En estos
grupos existen dos variantes:
• La variante DISCIPLINADA, en la que los estudiantes no realizan las
actividades escolares pero tampoco generan problemas de convivencia.
• La variante INDISCIPLINADA, que agrega a la falta de involucramiento en las
actividades escolares faltas graves a los regímenes de convivencia.
Ambas variantes producen un vínculo tenso con la escuela, siempre cerca
de la ruptura. El abandono es un desenlace al que se llega paulatinamente
sin un factor desencadenante, un día se descubren no yendo más .
BUENOS EDUCADORES, BUENAS INSTITUCIONES

• Un buen docente no se maneja con preconceptos (clase social, color de piel,


lugar en el aula, procedencia familiar, comentarios de colegas, historias
personales) y ejerce su autoridad amprado en los saberes adquiridos.
• Un buen docente está dispuesto a ponerse al servicio de los demás, trata de
ser objetivo y llegado el caso, con una justicia que sabe atender a todos,
pero dando y exigiendo a cada uno según sus condiciones y posibilidades.

También podría gustarte