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La disciplina de la

sencillez
Dr. J. Omar Velázquez C
“Cuando estamos verdaderamente con la sencillez
interior, toda nuestra apariencia es más franca, más
natural, esta verdadera sencillez… hace que estemos
conscientes de cierta imparcialidad, cierta apacibilidad,
cierta inocencia, cierto alborozo y cierta serenidad, lo
cual es encantador cuando lo vemos de cerca y
continuamente, con ojos puros. ¡Oh, cuán amable es la
sencillez! ¿Quién me la dará? Yo abandono todo por ella.
Es la perla del evangelio.”
Francois Fénelon
La sencillez es libertad.
La doblez es esclavitud.
La sencillez nos trae gozo y equilibrio.
La doblez nos trae afán y temor.

La disciplina de la sencillez es una realidad interna que da


como resultado un estilo de vida externo.
El hecho de intentar arreglar nuestro estilo externo de sencillez
de vida sin la realidad interna conduce a un mortal legalismo.

La cultura contemporánea carece tanto de la realidad interna


como del estilo de vida externo que la sencillez produce.
A causa de la falta de un centro divino, nuestra necesidad de
seguridad nos ha llevado a una insana adhesión a las cosas.
Tenemos que entender claramente que el deseo apasionado de
acumular riquezas en nuestra sociedad contemporánea es
sicótico.

El héroe moderno es el muchacho pobre que llega a ser rico, en


vez de ser el ideal de un muchacho rico franciscano o budista
que voluntariamente llega a ser pobre.
La disciplina espiritual de la sencillez no es un sueño perdido,
sino una visión espiritual recurrente a través de la historia.

Los preceptos bíblicos contra la explotación de los pobres y


contra la acumulación de riquezas son claros y directos. La
Biblia desafía casi todos los valores económicos de la
sociedad contemporánea.
• La Biblia se refiere de manera constante y decisiva al espíritu
interno de esclavitud que trae consigo el apego idolátrico de
las riquezas.

• “Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas”.


Sal. 62:10

• Jesús condenó las riquezas como a un rival de Dios.

• “Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o


aborrecerá al uno y amará al otro; o estimará al uno y
menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las
riquezas”. Lucas 16:13.
• “Mas ¡ay de vosotros ricos! Porque ya tenéis vuestro
consuelo. Mat. 6:20,24.
• “Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro
corazón”. Mat. 6:21.
• “Mirad y guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre
no consiste en la abundancia de los bienes que posee”. Luc.
12:15
• “Vended lo que poseéis y dad limosna; haceos bolsas que no
se envejezcan, tesoro en los cielos que no se agote…”.
Luc. 12:33.
• “A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo,
no pidas que te lo devuelva”. Luc. 6:30
• Jesús habló de la economía más que de cualquier otro asunto
social.
• Si Jesús hizo tanto hincapié en los peligros espirituales de la
riqueza en una sociedad comparativamente sencilla, cuanto
más nosotros que vivimos en una sociedad sumamente rica,
debiéramos tener en serio la cuestión económica.
• Dios tiene el propósito de que nosotros tengamos la adecuada
provisión material.
• La pobreza obligada es mala.
• La Biblia no tolera el ascetismo. El ascetismo y la Biblia son
mutuamente incompatibles.
• La sencillez es lo único que puede reorientar suficientemente
nuestra vida, de tal modo que disfrutemos genuinamente de
nuestras posesiones sin destruirnos.

• De todas las disciplinas, la sencillez es la más visible, y por


tanto la que está más expuesta a la corrupción.
PUNTO CENTRAL DE LA DISCIPLINA
DE LA SENCILLEZ

El punto central de la disciplina de la sencillez consiste en


buscar primero el reino de Dios y la justicia de su reino y
luego todo lo necesario vendrá en su debido orden.
ACTITUDES INTERNAS DE LA
SENCILLEZ

1. El hecho de recibir lo que tenemos como un don de Dios.


2. Saber que el cuidado de lo que tenemos es asunto de Dios
y no nuestro.
3. El hecho de que nuestros bienes estén a la disposición de
los demás.
MANIFESTACIÓN EXTERNA DE LA
SENCILLEZ

La sencillez interna no es una realidad mientras no tenga


una expresión externa.
10 PRINCIPIOS CONTROLADORES PARA LA
MANIFESTACIÓN EXTERNA DE LA SENCILLEZ.

1. Compra cosas por la utilidad que representan y no por el nivel


social que sugieren.
2. Rechaza cualquier cosa que te produzca pretensión.
3. Desarrolla el hábito de regalar cosas. Si te parece que te
estás apegando a alguna posesión, piensa en dársela a
alguien que la necesite.
4. Niégate a dejarte programar por los custodios de la
fabricación de modernos artefactos superfluos.

5. Aprende a disfrutar las cosas sin poseerlas. Poseer cosas


es una obsesión de nuestra cultura.

6. Desarrolla un aprecio más profundo hacia la creación.

7. Mira con un saludable escepticismo todo lo que diga:


“Compre ahora y pague después”.

8. Obedece las instrucciones de Jesús con respecto a un


lenguaje sencillo y sincero
9. Rechaza cualquier cosa que alimente la opresión hacia
otros.

10. Evita cualquier cosa que te distraiga de tu meta principal.

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