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PABLO

Y
SUS ESCRITOS
DOS FUENTES PRINCIPALES

Hechos de los Apostoles: fuente Lucana,


resalta la acción.
Escritos Paulinos. 2 Pedro 3, 15-16.
Los escritos denominados Paulinos.
SINTONÍA
Es fácil descubrir una gran sintonía entre lo que los
Hechos escriben sobre Filipos (16,12-40) y la Carta a
los Filipenses, sobre lo que cuentan de Tesalónica
(17,1-9) y las Cartas a los Tesalonicenses o respecto
a Corinto (18,1-17) y la Primera a los Corintios 1.
Incluso la escena de Atenas, con el discurso del
Areópago (17,16-34), viene a ser una explicitación
anecdótica de lo que Pablo dice en 1 Cor 1 y 15.
TRECE CARTAS MÁS UNA
• Hoy día la crítica es unánime en afirmar que siete escritos son
auténticamente de Pablo: Romanos, Primera y Segunda
Corintios, Gálatas, Filipenses, Primera Tesalonicenses, Filemón.
• Sigue la discusión respecto de la autenticidad de otros seis que,
en el peor de los casos, deben ser atribuidos a profundos
conocedores del apóstol: Efesios, Colosenses, Segunda
Tesalonicenses, Primera y Segunda a Timoteo, Tito.
• En cambio, se da por concluida la discusión en torno a la Carta a
los Hebreos: ningún exegeta del presente la atribuye
directamente al apóstol; respecto de ella sólo queda, como
cuestión abierta, la de su mayor o menor cercanía al área
paulina.
CARTA O EPÍSTOLA
En la crítica literaria profana se distingue perfectamente
entre «epístola» y «carta». Esta última significa un
documento privado, como las cartas de Cicerón, muy
funcional, desprovisto de artificio retórico y dirigido
exclusivamente, con cierto sentido de secreto inviolable, al
destinatario que expresamente se nombra. «Epístola», en
cambio, significa una composición literaria que puede ser
en verso, como la Epistula ad Pisones, de Horacio,
destinada al público en general, en la que se nombra a un
destinatario, pero sin que haya nada dirigido
exclusivamente a él. EPI-CARTA
EJEMPLOS
• Por ejemplo, en Primera Tesalonicenses tiene
carácter epistolar:
• la repetida interpelación: «hermanos» (1,4;
2,1.9.14.17; 3,7; 4,1.10.13; 5,1.4.12.14.25);
• la referencia a situaciones concretas del
remitente o de los destinatarios (cf. esp. 1 Tes
1,4-9; 2,1-3; 3,1-7).
ESQUEMA
Prácticamente todas las cartas tienen «secciones epistolares»:
• un encabezamiento epistolar, en el que se desarrolla el
esquema: Titius Caio salutem, al principio (cf. 1 Tes 1,1);
• un exordio epistolar (más típicamente, Rom 1,8-13), en el que
se incluye una cierta captatio benevolentiae, se expresan buenos
deseos y, sobre todo, el de poder «traducir» la carta en un
encuentro personal y los motivos que se han tenido para escribir;
• un epílogo epistolar (cf. 1 Tes 5,12-28), en el que se acumulan
las últimas recomendaciones (vv. 16-22: como si se estuviera
escapando el tren), los saludos que se dan y que se transmiten
de parte de otros, las bendiciones (o buenos deseos) finales.
PABLO ESCRITOR

Pablo se decidió a coger la pluma no


teniendo más modelo que algún rey, algún
profeta y algún filósofo. Pero él sentía el
cuidado de todas las iglesias (2 Cor 11,28) y
no podía estar presente en todas a la vez. Se
decidió a decir por carta lo que hubiera dicho
de palabra.
MAESTRO Y PASTOR
Ef 4,11 nos muestra ministerios que se dan en la Iglesia:
«maestro» y «pastor». El mismo texto nos da también los
de «apóstol», «profeta» y «evangelista». quisiéramos
observar que Pablo no actúa en sus cartas como
«apóstol y evangelista », sino como «maestro y pastor».
Dicho en otros términos, también conocidos: que en las
cartas no encontramos propiamente el kerygma
(=«anuncio», dirigido a los no creyentes) del apóstol, sino
su didakhê (=«doctrina», dirigida a los creyentes).
DOS LÍNEAS PRINCIPALES

•Doctrina.
•Pastoral.
•Orden de los escritos.

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